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El mundo forestal

Declaración oficial del
Octavo Congreso Forestal Mundial

· Advertencias a los gobiernos sobre la desaparición de bosques tropicales.

· La necesidad urgente de leña y carbón es «la crisis energética del pobre».

· Las industrias pueden reducirse a la escala de las economías de los países en desarrollo más bien que a las economías de escala.

· Los problemas de ordenación de hoyas hidrográficas en el mundo requieren más atención; los medios para resolverlos están al alcance.

1. Indonesia hospedó generosamente el Octavo Congreso Forestal Mundial, celebrado en Yakarta, Indonesia, del 16 al 28 de octubre de 1978. El Congreso atrajo participantes de 95 países y 17 organismos internacionales.

2. El Congreso reafirmó la declaración oficial del Séptimo Congreso Forestal Mundial que tuvo por lema «El bosque y el desarrollo socioeconómico». El Octavo Congreso, con el lema «El bosque al servicio de la colectividad», examinó a fondo de qué manera la actividad forestal puede servir mejor a los seres humanos, individual y colectivamente. Por tal motivo, el Congreso declaró que los bosques del mundo deben mantenerse en forma constante para que los use y disfrute de ellos todo el pueblo.

3. El bosque es un recurso que ya se encuentra bajo la presión de billones de personas que se esfuerzan por elevar su nivel de vida. Después del último Congreso, cientos de millones de personas más están teniendo que depender de una superficie boscosa en constante disminución. Esta situación impone a los gobiernos y a sus administraciones forestales una responsabilidad, aún mayor que nunca, de manejar cada hectárea de bosque de la manera más ventajosa en interés de todo el pueblo. El Congreso reconoció que éste es un reto importante a la profesión forestal y a quienes participan en la actividad forestal como hombres y mujeres conscientes.

4. El Congreso no se acobardó ante este reto. Reconoció que los bosques del mundo todavía tienen gran extensión; que representan un recurso renovable; que su biomasa es, con mucho, la mayor entre todos los tipos de vegetación; que su potencial de crecimiento sostenido, producción y expansión es todavía inmenso. Sin embargo, el Congreso recalcó a todos los gobiernos, con un grave sentido de urgencia, que va quedando poco tiempo y que, si no se toman inmediatamente medidas eficaces, los bosques no podrán hacer en el futuro el aporte a la humanidad de que serían capaces. Además, debido a que hay una relación directa y estrecha entre la cantidad y calidad del agua, por una parte, y la extensión y el estado del recurso forestal, por la otra, el Congreso recomendó hacer toda clase de esfuerzos para impedir que el agua escasee tanto que se produzcan efectos desfavorables para la producción biológica.

5. Plenamente consciente de que la población humana sigue aumentando anualmente a razón de 70 millones de personas, el Congreso prestó atención en particular al papel que los bosques pueden jugar en el mejoramiento de la producción agrícola y ganadera, por ejemplo a través de cortavientos, regulación del flujo de las aguas, control de la erosión y también como fuente de suplementos de forraje para los animales en los períodos secos. El Congreso instó a hacer un esfuerzo aún mayor por utilizar los bosques con estos medios indirectos, para asegurar y acrecentar la producción de alimentos. También conviene que los forestales, más allá de sus reservas boscosas, consideren aquellas áreas donde la plantación de árboles puede constituir un beneficio importante para la población y para la agricultura, además de producir directamente madera.

6. En razón de la gravedad de las escaseces mundiales de alimentos, no bastan los medios indirectos. En muchos países se requiere un concepto ampliado de actividad forestal multifuncional, que abarque la producción más directa de los alimentos procedentes de los bosques y de los árboles del bosque, así como de la fauna silvestre. El Congreso también señaló el hecho de que, en los últimos decenios, han aumentado las inundaciones, las sequías y el avance del desierto. Esta tendencia continuará si los gobiernos no proceden con urgencia a una buena ordenación de la tierra, que abarque la reforestación. Las sequías y la desertificación acelerada en Asia, Africa y Latinoamérica y las inundaciones sumamente destructivas de Asia han causado pérdidas de vidas y miseria a millones de personas. Sin embargo, en los últimos años, ha habido muchos ejemplos de técnicas agroforestales que dan buenos resultados y que los gobiernos pueden utilizar para detener estas tendencias destructivas. El Congreso instó a aumentar la investigación aplicada en la materia, a fin de permitir a los gobiernos abordar estos problemas con eficacia.

7. Como los bosques y los árboles son un elemento indispensable para mantener la estabilidad del ambiente necesaria para la producción continua de alimentos por parte de las comunidades rurales y satisfacen algunas de sus necesidades más fundamentales, el Congreso afirmó que conviene que todos los miembros de la profesión forestal se preocupen de que su actividad contribuya plenamente al desarrollo de las comunidades rurales y, en particular, al de los pobres del sector rural del mundo en desarrollo. Un compromiso con el desarrollo rural por parte de los forestales será ocioso, si no hay un compromiso firme de parte de los gobiernos. Esté compromiso debe incluir medidas para reducir las desigualdades en el campo, especialmente en la distribución de la tierra y en el acceso a los servicios y a la ayuda social. Significa fomentar el esfuerzo propio, la ayuda mutua y la cooperación. Significa reconocer que la gente es la fuerza motriz del desarrollo, y no simplemente objeto pasivo del desarrollo.

8. Los forestales deben asumir la responsabilidad de la ordenación del territorio en las áreas de vocación forestal y de los recursos naturales que en ella se encuentran. Las administraciones forestales deben tener el rango, el respaldo político y la eficacia para el desempeño adecuado de estas funciones, en beneficio de la población.

9. Uno de los cambios más importantes desde el Congreso pasado han sido la crisis de la energía y sus muchas implicaciones para la actividad y la industria forestal. El Congreso está particularmente preocupado por la «crisis de la energía del pobre», o sea, la creciente escasez de leña provocada por las presiones demográficas, la disminución de los bosques y el aumento del costo de los medios alternativos para usos domésticos. Esta situación ha rebajado ano más el ya intolerable bajo nivel de vida de alrededor de 1500 millones de pobres del sector rural. Aún más, la quema de los residuos vegetales y del estiércol de los animales afecta grandemente a la fertilidad del suelo y, en consecuencia, a la producción de alimentos. El Congreso instó a todos los gobiernos de los países que tienen una importante necesidad de leña y no están muy dotados de recursos forestales, a que asignen la más alta prioridad a su producción, en lugares apropiados, con la plena participación de la población local y convenientemente integrada con la agricultura.

10. El Congreso apeló a una mejor utilización del recurso forestal mediante la investigación y prácticas de técnicas de explotación y elaboración más eficaces. Conviene que los organismos internacionales, y asimismo los países desarrollados, no economicen esfuerzos para ayudar a los países en desarrollo que poseen grandes recursos forestales a hacer en buena forma los inventarios y a manejarlos de manera que se puedan mantener.

11. El incremento del precio del petróleo ha tenido su efecto sobre las industrias forestales y las personas que dependen directamente de ellas. Con frecuencia, pueden reducirse los costos de la energía y es posible hacer economías gracias a un trazado y operación eficientes de las plantas y, por tal motivo, el Congreso instó a todas las industrias forestales a tomar medidas al efecto, teniendo debidamente en cuenta una mayor utilización de residuos de maderas industriales o provenientes de los bosques.

12. La crisis de la energía tuvo una consecuencia ulterior y potencialmente de largo alcance para la actividad forestal - la posibilidad de que los bosques se conviertan en una fuente importante de energía, tanto de alto como de bajo grado. Debido a la interdependencia de los combustibles líquidos, gaseosos y químicos, los bosques ofrecen una oportunidad igualmente atrayente de suministrar los materiales orgánicos sintéticos, que son tan indispensables para la sociedad moderna y que actualmente se derivan de combustibles fósiles. El Congreso señaló a los gobiernos y a los organismos internacionales, técnicos y financieros, esta nueva e importante función que se puede pedir desempeñen los bosques, instándolos a una pronta intensificación de los necesarios programas de investigación y desarrollo.

ASISTIERON AL CONGRESO UNAS 2 000 PERSONAS DE 100 PAÍSES - el trópico fue uno de los principales temas

13. La introducción de la ordenación y protección de los bosques por lo general ha producido aumentos halagüeños de la productividad de los terrenos, tanto forestales como agrícolas. Pero, por desgracia, esto no ha sucedido con frecuencia en los bosques tropicales del mundo - y más de la mitad de los bosques del mundo se encuentran en el trópico. Grandes extensiones de estos bosques, situados todos en países en desarrollo, han sufrido un empeoramiento significativo de su calidad y una disminución de su extensión. La gran aceleración de la corta en los últimos años ha incidido en las especies primarias, para exportarlas, con frecuencia sin elaborar y esta corta selectiva ha dejado un bosque de peor calidad, y muy dañado. Pero aún más importante, y en gran parte ignorado, es el grave problema humano y ecológico del cultivo migratorio en el trópico. Este ha sido causa de la destrucción en gran escala de terrenos, tanto forestales como agrícolas. Por tal motivo, el Congreso recalcó la importancia que tiene la restauración de la productividad de las áreas actualmente deforestadas, incluso para el cazador-recolector que vive enteramente del bosque pluvial tropical.

14. En vista de esta situación, el Congreso recalcó la necesidad de la ordenación global de los terrenos forestales, de la reorganización de la industria y de la aplicación de nuevas tecnologías, a fin de utilizar con mayor eficiencia trozas más delgadas y una gama más amplia de especies. Además, instó a los países en desarrollo a producir una vasta gama de productos más elaborados, tanto para consumo interno como para exportación. La utilización del recurso forestal debe tener por objeto fomentar el bienestar de las comunidades que viven o trabajan en el bosque en particular y, más en general, de toda la población del país que posee este recurso. La materialización de esto debe basarse en un inventario y observación adecuados de los cambios de la vegetación forestal tropical.

EJEMPLARES DE EA DECLARACIÓN DEL ÚLTIMO DÍA - último de los 531 documentos

15. El Congreso instó a que los servicios forestales asuman una función dirigente en la evaluación de los proyectos de instalación de industrias forestales, tanto grandes como pequeñas, según las dimensiones del mercado, la disponibilidad del recurso y la capacidad empresarial y técnica del país. A pesar de que las grandes industrias forestales son necesariamente de capital intensivo, la actividad forestal por lo general es de labor intensiva, como lo es a menudo la pequeña industria. Aunque puede ser conveniente mecanizar algunas actividades, el importante papel que los bosques pueden jugar al proporcionar empleo parece indicar que conviene mantener deliberadamente la función de labor intensiva de la actividad forestal, por lo menos a corto plazo. Tecnologías más modernas y sofisticadas podrían justificarse en el futuro si la utilización del recurso forestal acarrea desarrollo real.

16. El Congreso recalcó enfáticamente el papel importante que pueden jugar los productos forestales distintos de la madera en la vida de las comunidades rurales que dependen de los bosques. Estos productos juegan un papel vital, proporcionando oportunidades de empleo, elevando el nivel de vida de la población rural y aumentando el número de personas sustentadas por los bosques. Por tal motivo, el Congreso recomendó a los servicios forestales y a los organismos internacionales ocuparse de la conservación, promoción y utilización racional de tales productos.

17. El Congreso instó a los gobiernos a tomar medidas correctivas apropiadas, e incluso a cambiar las estructuras sociales y económicas, dondequiera que sea necesario en relación con las condiciones insatisfactorias de salud, seguridad, posición social y remuneración de los trabajadores forestales. El Congreso constató la necesidad urgente de más trabajadores altamente calificados y recalcó la conveniencia de que los gobiernos destinen más recursos a la iniciación y continuación de la formación de trabajadores, técnicos y profesionales, tanto para la actividad forestal como para las industrias del ramo.

18. El Congreso ratificó el parecer de que conviene que la actividad forestal ofrezca iguales oportunidades de empleo a hombres y mujeres y de que se tomen medidas para aumentar la proporción de mujeres empleadas.

19. Reconociendo que los bosques tienen una influencia importante en muchos aspectos de la calidad de la vida, el Congreso recalcó que los forestales tienen la responsabilidad de dar una orientación positiva sobre los impactos ambientales y la decisión entre diferentes usos y distintas combinaciones de usos.

20. Recalcando el importante papel de los bosques y de los árboles en el recreo y el turismo, el Congreso insistió en que siempre deben considerarse las necesidades culturales, sociales y económicas de la población que vive en y cerca de los bosques, al abrirlos al recreo o al promover el turismo, y en que estos usos no conduzcan al deterioro del hábitat forestal.

21. Reconociendo que es importante para el futuro de la humanidad conservar áreas representativas de todos los bosques importantes, como puntos de referencia científicos, acervos de genes, hábitat de los animales salvajes y como ejemplos del patrimonio cultural del hombre, el Congreso instó a que todos los gobiernos reserven, como parte de un uso de la tierra normal y equilibrado, áreas suficientes de todo tipo de bosque y les den protección jurídica plena y permanente como parques nacionales u otros tipos de áreas protegidas. Hay que intensificar los esfuerzos en la búsqueda de especies que puedan beneficiar a la humanidad y desarrollar su utilización.

22. La investigación debe jugar un papel esencial en el cumplimiento de las metas del Congreso y de los objetivos aquí señalados. Se requiere un fundamento sólido, científico y técnico, para la correcta utilización de todos los recursos forestales. El Congreso recomendó estimular y reforzar la investigación en beneficio de la población mundial, que depende de los árboles y de los bosques para su bienestar económico y social.

23. El Congreso señaló que es preciso satisfacer eficazmente las necesidades crecientes de información científica, tecnológica y empresarial. Conviene apoyar los actuales servicios de información forestal y fomentar su ulterior desarrollo. Conviene coordinar las actividades de los servicios de información internacionales, locales y especializados.

24. El Congreso tomó nota con preocupación de que, si continúan las tendencias actuales y se materializa la demanda potencial, existe la posibilidad de que se produzca una grave disparidad entre las necesidades mundiales de productos madereros industriales, etc. y la capacidad de los bosques del mundo de suministrar éstos y otros bienes y servicios esenciales. Esta disparidad sólo se puede evitar poniendo freno a la disminución de la superficie boscosa, ordenando los bosques naturales como es debido, realizando la corta en forma más completa y eficiente, haciendo después un uso pleno y prudente de todos los productos obtenidos, creando y ordenando intensivamente plantaciones prósperas de gran extensión y, por último, haciendo que los beneficios de la utilización de los bosques lleguen hasta las comunidades que los poseen, viven o trabajan en ellos. El Congreso hizo un llamamiento a todos los forestales para reafirmar su compromiso total con la conservación del recurso, con la renovación del recurso y con el aumento del recurso.

25. Para fortalecer el papel de los bosques al servicio de la comunidad y beneficiar al máximo a los sectores más pobres de la población, el Congreso recalcó la importancia de:

· el aporte de los bosques al desarrollo económico de las regiones menos favorecidas (sin perjuicio de que continúe su existencia para las generaciones futuras),

· el desarrollo de la cooperación internacional en materia de realización de inventarios y ordenación y conservación de recursos forestales, particularmente en los países en desarrollo;

· la intensificación de la productividad del bosque dentro del marco de la ordenación integrada de las tierras;

· la creación de puestos de trabajo en las áreas rurales.

26. Instó a los gobiernos que aún no hayan formulado una política forestal oficial a que lo hagan, empleando los principios pertinentes de esta declaración del Congreso como pilares de su manifiesto.

SOEDJARWO
Presidente,
Octavo Congreso Forestal Mundial
Yakarta, 28 de octubre de 1978

Marco Antonio Flores Rodas Jefe del Departamento de Montes de la FAO

Marco Antonio Flores Rodas, de Honduras, es el nuevo jefe del Departamento de Montes de la FAO. El Director General de la FAO, Edouard Saouma, le nombró Subdirector General el 18 de septiembre de 1978.

El Dr. Flores Rodas sucede al Dr. K.F.S. King, de Guyana, que dimitió para ocupar el cargo de Director General del International Council for Research in Agro-Forestry (Consejo Internacional para Investigaciones Agroforestales), que se está formando actualmente en Nairobi.

El nuevo jefe del Departamento de Montes de la FAO nació en Tegucigalpa, y tiene 44 años. Antes de entrar en la FAO o upaba el cargo de Gerente de Bosques de la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal a cuya fundación contribuyó en 1974. Esta empresa estatal abarca todos los aspectos de la industria forestal y maderera de Honduras, incluidos el servicio forestal nacional, las actividades de explotación, el transporte y las distintas industrias forestales, así como el comercio nacional y exterior de productos forestales primarios. Como tal, se distingue de las demás empresas forestales estatales.

Antes de 1974, el Dr. Flores ocupó cargos en las distintas ramas del sector forestal tropical: dirección, explotación, planificación del desarollo nacional e industrial, y enseñanza.

Fue Asesor Forestal del Ministerio de Recursos Naturales de Honduras y consultor de los respectivos gobiernos y la industria en la República Dominicana, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala.

MARCO ANTONIO FLORES RODAS - Honduras

Desempeñó los cargos de Director del Departamento de Bosques de la Universidad de Honduras, Director de la Escuela Nacional de Ciencias Forestales de Honduras y de Profesor auxiliar de Recursos Forestales en la Universidad de Wáshington, en Seattle.

Después de terminar los estudios de agronomía en la Escuela Agrícola Panamericana de Tegucigalpa, el Dr. Flores obtuvo los grados de Bachelor of Science y Master of Science en la Universidad de Florida, doctorándose después en la Universidad de Wáshington, siempre en las ramas de manejo forestal, inventariación forestal y estadísticas aplicadas del sector forestal.


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