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Bosques naturales y plantaciones en las zonas tropicales: presente y futuro

J.P. Lanly y J. Clément

J.P. LANLY ocupa el cargo de Coordinador del Proyecto FAO/PNUMA de estimación de los recursos forestales tropicales en el Departamento de Montes de la FAO. J. CLÉMENT desempeña las funciones de investigador forestal en el Centre technique forestier tropical de Francia.

En el año 2000, las extracciones netas de madera de los bosques tropicales se multiplicarán por 2,5 con respecto a 1975; las presiones socioeconómicas relativas al aprovisionamiento de leña crearán escasez en algunas regiones.

Origen del presente artículo

Este articulo se basa en un documento de la FAO publicado en mayo de 1979: Bosques y plantaciones en el trópico: superficie actual y futura (Documento miscelánea FO: MISC/79/1) por los dos autores.

Los resultados de este estudio de escritorio realizado en la sede de la FAO no se discutieron con las instituciones nacionales interesadas por falta de tiempo, salvo en algunos casos. Actualmente la FAO está colaborando con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en una reapreciación más detallada de los recursos forestales tropicales, la que será examinada por los países interesados antes de su publicación definitiva.

La Consulta de Expertos sobre la Demanda, la Oferta y el Comercio de Pasta y Papel en el Mundo, de la FAO (Túnez, 20-22 de septiembre de 1977), recomendó que para hacer una apreciación más realista de la oferta de madera para pulpa, la FAO, en colaboración con un grupo de trabajo de la industria modificado, amplíe el pronóstico 1, de manera que abarque todos los productos forestales, incluso la leña, y establezca la relación que hay entre la demanda total y la cantidad probable de madera en los bosques del mundo.

1 El Pronóstico del Consumo Mundial del Papel y Cartón, presentado en esta Consulta al Comité Asesor de la FAO sobre la Pasta y el Papel, permitió pronosticar el consumo de papel y cartón, el comercio interregional de papel y cartón (y la fibra correspondiente) y el consumo de pulpa química blanqueada hasta 1990.

Se acordó que la FAO efectúe el «pronóstico de recursos para fibra» del mundo en desarrollo, dentro del estudio general propuesto de la demanda mundial de productos de fibra de frondosas y coníferas. Precisamente, se encargó a la FAO de determinar la base de recursos y la oferta de madera, así como su evolución hasta el año 2000, en las tres regiones en desarrollo que siguen:

- América Latina y el Caribe, es decir, América al sur de los Estados Unidos;
- Africa al sur del Sáhara (sin Sudáfrica);
- Asia y Lejano Oriente (sin parte de la U.R.S.S., China, la República Democrática Popular de Corea y Mongolia).

Los países en desarrollo estudiados son todos tropicales, más algunos países adyacentes de la zona templada (véase recuadro, pág. 16).

Dada la brevedad del tiempo disponible - esta parte del estudio iniciada en marzo de 1978 y el pronóstico general de la oferta y la demanda tenían que estar terminados en septiembre de 1978 - y dado el objetivo industrial del estudio, se decidió no considerar la leña (ni el carbón) entre los productos de fibra, no obstante su importancia para la mayoría de los países en desarrollo y su posible efecto sobre la oferta de madera industrial. Al determinar la base de recursos, se hizo por eso una distinción entre los bosques (naturales o artificiales) que producen madera industrial y los que producen sólo leña o madera para carbón.

América Central y del Sur

Bosques naturales de frondosas. En 1975, había en América Central y del Sur alrededor de 823 millones de ha de bosques de frondosas naturales, de los cuales 788 millones de ha eran tropicales (45% de todos los bosques tropicales) y 35 millones de ha templados (Argentina, Chile y Uruguay). La mayor parte de los bosques de frondosas tropicales se encuentra en la cuenca del Amazonas, principalmente en Brasil. El 80% de estos bosques de frondosas tropicales son densos (a saber, el 56% de la superficie cubierta de bosques de frondosas densos tropicales en todo el mundo). Aunque 487 millones de ha de estos bosques densos son operables, en su mayoría no pueden considerarse manejados intensivamente. Es relativamente difícil estimar con seguridad la superficie ya talada. Sin embargo, puede afirmarse que el porcentaje de masas no perturbadas es alto y probablemente superior al 95% de los bosques densos operables.

Cuadro 1. Superficie estimada de los bosques naturales a fines de 1975

Se estima que en el año 2000 la superficie total cubierta de bosques de frondosas densos será de 575 millones de ha. La disminución total con respecto a 1975 se estima por eso en 66 millones de ha, casi exclusivamente en los bosques densos tropicales (más del 10% de los bosques densos tropicales de 1975 habrá desaparecido en el año 2000). Esta disminución se producirá sobre todo en países sudamericanos de la costa del Pacifico (Colombia, Ecuador) y en la cuenca del Amazonas. Sin embargo, considerando las tendencias de esta disminución a nivel nacional, los bosques de América Central experimentarán la disminución relativa máxima (17,6 millones de ha en 1975 en comparación con 12,5 millones de ha en el año 2000, o sea, una disminución del 29% en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá considerados en su conjunto). Es posible que se apliquen con mayor severidad y minuciosidad los reglamentos de corta en los bosques operables. Sin embargo, durante este periodo no se contempla el manejo intensivo de grandes superficies boscosas. En cuanto a la América del Sur templada, la superficie total no cambiará significativamente (13,9 millones de ha en 1975 en comparación con 13,1 millones de ha en el año 2000, o sea, una disminución del 6%), debiéndose la disminución principalmente a la corta rasa en el norte de Argentina para la formación de grandes estancias.

Cuadro 2. Superficie estimada de los bosques naturales a fines de 1980

Bosques de coníferas. En 1975, América Central y del Sur poseían el 70% de los bosques de coníferas tropicales (32 millones de ha de un total de 45,7 millones de ha) y el 74% de los bosques de coníferas tropicales operables (26,2 millones de ha de un total de 35,2 millones de ha). Estos bosques se encuentran principalmente en América Central y las islas del Caribe, a pesar de que hay más de 5 millones de ha de bosques de coníferas en el sudeste del Brasil, a los que hay que agregar unas 100000 ha de bosques de Podocarpus en la cordillera de los Andes (esta especie suele encontrarse mezclada con frondosas). En su mayor parte, estos bosques no pueden considerarse manejados intensivamente. Muchos ya han sido talados y el mantenimiento de la productividad en muchos otros no se logra. América del Sur templada posee en la parte sur de los Andes alrededor de 0,7 millones de ha de bosques de coníferas naturales, pero éstos son inoperables en alrededor del 25 por ciento.

La productividad maderera no es objetivo supremo de la silvicultura. El rendimiento de los bosques naturales es menor que el de las plantaciones, pero su pérdida sería mas grave

Se estima que en el año 2000 la superficie restante de bosques de coníferas será de 22,3 millones de ha, en comparación con 32,7 millones de ha en 1975. Esto representa una disminución de 10,4 millones de ha (-32%), casi toda en la zona tropical. Esta disminución tendrá lugar en todos los países estudiados, pero llegará al máximo en Brasil (5,8 millones de ha en 1975, en comparación con 0,8 millones de ha en el año 2000).

Esta enorme disminución de los bosques naturales tropicales de coníferas plantea el problema de la conservación de los ecotipos de los pinos (como ocurre particularmente en el Caribe) que se usan para la forestación en muchos otros países tropicales.

Cuadro 3. Superficie estimada de los bosques naturales en el año 2000

Plantaciones industriales. Manteniendo siempre el año 1975 como base para nuestras estimaciones, observamos que el 94% de las plantaciones industriales se encontraban en América del Sur y 6% solamente en América Central; 91% de las de América tropical se encontraban en América del Sur, en su mayor parte en Brasil. En el trópico se encuentran distribuidas por igual entre frondosas (sobre todo eucalipto) y coníferas (sobre todo pino). La proporción de las plantaciones no industriales es la más baja de las tres regiones tropicales.

Se prevé que la parte correspondiente a América del Sur tropical (sobre todo Brasil), en las plantaciones industriales de América tropical, se mantendrá por encima del 90% hasta el año 2000, en que esta región será la más dotada de las tres.

Africa (al sur del Sáhara)

Bosques naturales. En 1975, Africa tropical tenía 645 millones de ha de bosques de frondosas tropicales, o sea alrededor del 37% de la superficie de los bosques tropicales del mundo. Se dividían en 443 millones de ha de bosques ralos y 202 millones de ha de bosques densos (sólo el 18% de los bosques densos tropicales del mundo).

En todas las subregiones hay bosques ralos consistentes en sabanas más o menos arboladas de las que el 75% se consideran operables para la producción de madera aserrable y para minas. Los densos son principalmente bosques húmedos de tierras bajas situados en su mayor parte en el Africa central (171 millones de ha, de los cuales 115 millones son operables en comparación con un total de 134 millones operables en toda el Africa tropical).

Los bosques en los cuales aún no se ha cortado madera representan alrededor del 90% de los del Africa central: 104 millones de ha de los cuales 65 millones de ha se encuentran en Zaire, 14,2 millones de ha en Camerún, 8,8 millones de ha en el Congo y 13,4 millones de ha en Gabón. Estos bosques densos tienen por lo general un volumen de madera en pie superior a los 300 m³ por ha (árboles de todas las especies de más de 20 cm DAP; tronco más ramas); el volumen de madera en pie correspondiente al tronco de los árboles de más de 60 cm DAP es de sólo 60 a 120 m³ por ha, de los que 6 a 10 m³ se están cortando actualmente para obtener trozas comerciales. En su inmensa mayoría estos bosques no son manejados ni intensivamente ni extensivamente, salvo 400000 ha en Africa occidental y oriental.

Países estudiados

De un total de 146 países se estudiaron a fondo 97. Los demás carecerán de recursos forestales potenciales significativos desde ahora hasta el año 2000; los que se estudiaron a fondo aparecen agrupados en los cuadros como se indica a continuación:

AMÉRICA TROPICAL

América del Sur - América Central

Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá.

CARICOM (Comunidad del Caribe)

Belize, Jamaica, Trinidad y Tobago.

Otros países del Caribe

Bahamas, Cuba, República Dominicana, Guadalupe, Guyana, Haití, Martinica, Surinam.

América del Sur tropical

Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Venezuela.

América del Sur templada

Argentina, Chile, Uruguay.

AFRICA TROPICAL

Región de la sabana del Norte

Alto Volta, Cabo Verde, Chad, Gambia, Malí, Mauritania, Níger, Senegal.

Africa occidental

Benin, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Liberia, Nigeria, Sierra Leona, Togo.

Africa central

Angola, Camerún, República Centroafricana, Congo, Guinea Ecuatorial, Gabón, Santo Tomé y Príncipe, Zaire.

Africa oriental e islas

Burundi, Djibouti, Etiopía, Kenya, Madagascar, Malawi, Mauricio, Mozambique, Reunión, Rwanda, Somalia, Sudán, Tanzania, Uganda, Zambia.

Africa meridional tropical en desarrollo

Botswana, Namibia, Zimbabwe (Rhodesia).

Africa meridional templada en desarrollo

Lesotho, Swazilandia.

ASIA TROPICAL Y LEJANO ORIENTE

Asia meridional

Bangladesh, Bhután, India, Nepal, Pakistán, Sri Lanka.

Asia sudoriental continental

Birmania, Tailandia.

Asia sudoriental insular

Brunei, Indonesia, Malasia, Filipinas.

Asia tropical centralmente planificada

Kampuchea Democrática, Lao, Viet Nam.

Oceanía en desarrollo

Fiji, Nueva Caledonia, Nuevas Hébridas, Papua Nueva Guinea, Islas Salomón, Samoa Occidental.

Asia oriental en desarrollo

República de Corea, Taiwán.

En el año 2000, la superficie total estimada cubierta de bosques tropicales densos será de 187 millones de ha, cifra que representa una disminución de 15 millones de ha (-7,5%). Esta disminución no se distribuirá por igual entre las subregiones: en Africa occidental, la superficie de bosques tropicales densos pasará de 14 millones de ha en 1975 a 7,5 millones de ha en el año 2000 (-47%); en Africa oriental de 16,8 millones de ha en 1975 a 13,7 millones de ha (-18%); y en Africa central, con su baja presión demográfica, de 170,6 millones de ha en 1975 a 165,7 millones de ha en el año 2000 (-3%). La disminución de los bosques de frondosas densos operables es causa de gran preocupación en Africa occidental (de 12,1 millones de ha a 5,5 millones de ha: alrededor de -55%) y en Africa oriental (de 6,3 millones de ha a 3,1 millones de ha: alrededor de -50%). Debido a la alta presión demográfica en Africa occidental, es probable que se desarrolle el manejo intensivo en una zona de patrimonio forestal productivo muy reducido (de modo que podrían hallarse sometidas a un régimen de manejo intensivo 1,5 millones de ha en el año 2000).

Cuadro 4. Superficie estimada de las plantaciones a fines de 1975

Regiones/Subregiones

Frondosas

Plantaciones industriales

Recursos no industriales1

Bajo rendimiento

Alto rendimiento

Total

Coníferas

Total frondosas y coníferas

Frondosas y coníferas

miles de hectáreas

América tropical

América Central

9

9

18

15

33

59

CARICOM

14

0

14

13

27

-

Otros países del Caribe

15

50

65

44

109

40

América del Sur tropical

110

730

840

888

1728

462

Total

148

789

937

960

1897

561

América del Sur templada

80

181

261

628

889

242

Total América Central y del Sur

228

970

1198

1588

2786

803

Africa tropical

Región de la sabana del Norte

3

1

4

0

4

18

Africa occidental

128

28

156

0

156

45

Africa central

75

35

110

20

130

98

Africa oriental e islas

193

15

208

321

529

403

Africa meridional tropical en desarrollo

0

30

30

57

87

5

Total

399

109

508

398

906

569

Africa meridional templada en desarrollo

0

19

19

72

91

12

Total Africa al sur del Sáhara en desarrollo

399

128

527

470

997

581

Asia tropical y Lejano Oriente

Asia meridional

458

209

667

62

729

1542

Asia sudoriental continental

94

11

105

5

110

40

Asia sudoriental insular

778

45

823

123

946

465

Asia tropical centralmente planificada

19

0

19

41

60

90

Oceanía en desarrollo

19

2

21

34

55

-

Total

1368

267

1635

265

1900

2137

Asia oriental en desarrollo

0

183

183

809

992

1680

Total Asia y Lejano Oriente en desarrollo

1368

450

1818

1074

2892

3817

TOTAL PAISES TROPICALES

1915

1165

3080

1623

4703

3267

1 No para industrias elaboradoras de la madera, sino para leña, carbón y protección forestal.

En el año 1975, la superficie de los bosques de coníferas naturales era inferior a 1,9 millones de ha, o sea sólo el 4% de los bosques de coníferas tropicales del mundo. Estos bosques se encuentran en Africa oriental (pero en un 90% son inoperables porque corresponden a terrenos inaccesibles).

Para el año 2000, la superficie de los bosques de coníferas naturales se estima en 1,7 millones de ha, o sea, una disminución del 9%. Esta reducción será significativa sobre todo en la parte operable de estos bosques, cuya superficie disminuirá de 370000 a 200000 ha (-46%).

Plantaciones industriales. En 1975, la superficie total de las plantaciones industriales de Africa tropical era igual a la mitad de la de cada una de las otras dos regiones tropicales. Casi el 75% de esta superficie estaba cubierta de plantaciones de bajo rendimiento. Las plantaciones de leña cubrían alrededor del 39% del total, pero su desarrollo es insuficiente en las subregiones de la sabana del Norte y en Africa occidental.

En el año 2000, la superficie total cubierta de plantaciones industriales se prevé será de 2,1 millones de ha solamente. Africa occidental no habrá compensado ni de lejos la pérdida de sus recursos forestales naturales y esta subregión enfrentará una situación de disminución de la oferta. Se prevé que entre los años 1975 y 2000 aumentará la proporción de las plantaciones de alto rendimiento.

Cuadro 5. Superficie estimada de las plantaciones industriales a fines de 1980

Regiones/Subregiones

Frondosas

Coníferas

Frondosas y coníferas

Bajo rendimiento

Alto rendimiento

Total

miles de hectáreas

América tropical

América Central

15

12

27

24

51

CARICOM

15

0

15

16

31

Otros países del Caribe

23

65

88

65

153

América del Sur tropical

188

945

1133

1502

2635

Total

241

1022

1263

1607

2870

América del Sur templada

88

261

349

909

1258

Total América Central y del Sur

329

1283

1612

2516

4128

Africa tropical

Región de la sabana del Norte

4

1

5

0

5

Africa occidental

168

50

218

20

238

Africa central

78

50

128

31

159

Africa oriental e islas

199

16

215

453

668

Africa meridional tropical en desarrollo

0

30

30

57

87

Total

449

147

596

561

1157

Africa meridional templada en desarrollo

0

19

19

72

91

Total Africa al sur del Sáhara en desarrollo

449

166

615

633

1248

Asia tropical y Lejano Oriente

Asia meridional

615

286

901

103

1004

Asia sudoriental continental

121

19

140

7

147

Asia sudoriental insular

779

85

864

151

1015

Asia tropical centralmente planificada

94

5

99

106

205

Oceanía en desarrollo

31

11

42

80

122

Total

1640

406

2046

447

2493

Asia oriental en desarrollo

0

273

273

953

1226

Total Asia y Lejano Oriente en desarrollo

1640

679

2319

1400

3719

TOTAL PAISES TROPICALES

2330

1575

3905

2615

6520

Asia y lejano oriente

Bosques naturales. En el año base 1975, la superficie total de los bosques de frondosas tropicales era de 327 millones de ha (19% del total mundial) y no menos del 89% de estos bosques eran densos (26% del total mundial), porcentaje superior al de Africa tropical. Sin embargo, debido a la elevada proporción de bosques densos inoperables (35%), los operables representan sólo el 23% del total del mundo tropical. Esta pequeña diferencia la contrarresta de sobra el alto valor comercial de estos bosques, cuyo rendimiento neto en trozas comerciales fluctúa entre 20 y 80 m³ por ha (o más) - por lo menos cuatro veces más que el rendimiento por hectárea de los bosques de Africa y América. Los bosques manejados intensivamente son relativamente extensos (42 millones de ha, de un total de 188 millones de ha de bosques operables, situados principalmente en India y Birmania). Cuatro millones de ha de bosques subtropicales y templados se encuentran en Taiwán y República de Corea, pero un tercio de estos bosques son improductivos o sólo tienen valor protector.

La superficie total de los bosques de frondosas densos tropicales se estima en 243 millones de ha para el año 2000, cifra que representa una disminución de 48 millones de ha (-17%) en el período. Esta disminución adquiere más importancia relativa cuando se toman en consideración los bosques de frondosas densos operables, ya que asciende a alrededor del 24%. Las subregiones más afectadas son Asia sudoriental insular y el subcontinente indio. Aumentará el manejo intensivo de estos bosques; no obstante, la superficie total cubierta de bosques manejados intensivamente disminuirá debido a la ocupación prevista de estos bosques.

Cuadro 6. Superficie estimada de las plantaciones industriales en el año 2000

Regiones/ Subregiones

Frondosas

Coníferas

Frondosas y coníferas

Bajo rendimiento

Alto rendimiento

Total

miles de hectáreas

América tropical

América Central

50

50

100

130

230

CARICOM

20

0

20

50

70

Otros países del Caribe

45

100

145

140

285

América del Sur tropical

615

3655

4270

3165

7435

Total

730

3805

4535

3485

8020

América del Sur templada

115

630

745

1940

2685

Total América Central y del Sur

845

4435

5280

5425

10705

Africa tropical

Región de la sabana del Norte

10

-

10

0

10

Africa occidental

315

205

520

180

700

Africa central

95

130

225

90

315

Africa oriental e islas

225

40

265

715

980

Africa meridional tropical en desarrollo

0

30

30

55

85

Total

645

405

1050

1040

2090

Africa meridional templada en desarrollo

0

20

20

70

90

Total Africa al sur del Sáhara en desarrollo

645

425

1070

1110

2180

Asia tropical y Lejano Oriente

Asia meridional

1330

690

2020

640

2660

Asia sudoriental continental

240

95

335

55

390

Asia sudoriental insular

795

525

1320

515

1835

Asia tropical centralmente planificada

500

25

525

485

1010

Oceanía en desarrollo

75

50

125

260

315

Total

2940

1385

4325

1955

6280

Asia oriental en desarrollo

235

390

625

1360

1985

Total Asia y Lejano Oriente en desarrollo

3175

1775

4950

3315

8265

TOTAL PAISES TROPICALES

4315

5595

9910

6480

16390

En 1975, la superficie total de los bosques de coníferas era de 11,9 millones de ha (26% de la de los bosques de coníferas tropicales del mundo), cifra a la que hay que agregar 2,8 millones de ha de Taiwán y la República de Corea. Los bosques de coníferas tropicales eran operables en un 73% y estaban manejados intensivamente en un 40% (3,5 millones de ha).

Se prevé una disminución de 1,2 millones de ha entre 1975 y 2000, reduciéndose la superficie total cubierta de bosques de coníferas tropicales a 10,7 millones de ha. Esta disminución tendrá lugar principalmente en el subcontinente indio y en menor grado en la península de Indochina.

Plantaciones industriales. Asia y el Lejano Oriente tropical tienen una superficie cubierta de plantaciones industriales igual a la de América tropical (1,9 millones de ha), y la superficie ocupada por estas plantaciones en la subregión «Asia oriental en desarrollo» es igual a la de la subregión «América del Sur templada». La semejanza de estas dos subregiones no se extiende a la composición de las plantaciones industriales ni a la superficie total cubierta de plantaciones no industriales, la que es mucho más intensa en Asia y el Lejano Oriente. Las plantaciones de frondosas de bajo rendimiento representan el 72% de la superficie total de las plantaciones industriales en Asia y el Lejano Oriente tropical, en comparación con menos de 8% en América tropical. Asia meridional y Asia sudoriental insular (principalmente Indonesia) son de lejos las subregiones más importantes por sus plantaciones industriales y no industriales. También merece señalarse la considerable superficie plantada de la República de Corea.

En el año 2000, la superficie total de las plantaciones industriales se multiplicará por 3,3 en Asia tropical y el Lejano Oriente, en comparación con un factor de 4,2 en América tropical y de sólo 2,3 en Africa tropical. Se supone que la proporción de plantaciones de frondosas de bajo rendimiento habrá disminuido a 47%, cifra aún elevada. En ciertas partes de Africa tropical, algunas subregiones no habrán compensado la pérdida de bosques naturales con plantaciones equivalentes.

Las estimaciones y pronósticos de la superficie de los bosques naturales y de las plantaciones industriales de la mayoría de los países en desarrollo sirvió de punto de referencia para evaluar las extracciones netas de madera industrial hasta el año 2000. Las clasificaciones empleadas responden a los objetivos particulares del presente estudio. Por eso se prestó el máximo de atención a los tipos de bosques y plantaciones que producen madera industrial, más bien que a los que sólo producen servicios y madera para fines no industriales. Esta es la razón por la cual no se hizo ningún esfuerzo por pronosticar las tendencias de los bosques claros y de las plantaciones no industriales, a pesar de que estas dos grandes categorías desempeñan funciones importantísimas en muchos de los países estudiados.

Conclusiones

...porque la calidad de la vida humana y animal, el régimen de las aguas y la agricultura dependen del mantenimiento de bosques naturales en el trópico.

Aunque limitadas y parciales, estas estimaciones permiten sacar algunas conclusiones que resumimos a continuación.

1. Para comenzar, la disminución total de la superficie de los bosques densos en el trópico (140 millones de ha en 25 años) se revela menos alarmante de lo que por lo general suele afirmarse (como la indicación de que la pérdida neta de bosques es de 50000 ha al día). Es necesario observar que:

- probablemente se desacelerará la tasa actual de deforestación, no tanto debido al mejor uso de la tierra en el futuro, sino principalmente a la escasa presión que se ejercerá sobre un «núcleo» de bosques de frondosas tropicales (norte del río Amazonas, cuenca del Congo), una vez que la parte más habitada se haya destinado a fines no forestales;

- la superficie de los bosques operables es mucho más propensa a disminuir que la de los bosques permanentemente improductivos/inoperables, que se encuentran en terrenos no idóneos para la agricultura, además la proporción de masas no perturbadas en la superficie restante de bosques operables disminuirá y la de bosques talados temporalmente improductivos representará una parte creciente de esta última;

- la disminución de la superficie de los bosques de coníferas es más grave en términos reales que la de los bosques de frondosas densos, pero menos cuantiosa en términos absolutos

- la disminución de la superficie de los bosques claros tiene que sumarse a la de los bosques densos para obtener un cuadro mundial de la evolución de la superficie de los bosques tropicales; a pesar de que no se hizo ninguna estimación precisa, una apreciación rápida revela que esta disminución será superior a los 70 millones de ha entre 1975 y 2000 (más de 33 millones de ha en América tropical, más de 31 millones de ha en Africa tropical y más de 6 millones de ha en Asia tropical y el Lejano Oriente). Además continuará un proceso de degradación lenta en muchos bosques claros, debido a la corta excesiva (principalmente de leña) y al fuego.

2. La forestación total contemplada hasta el año 2000 es pequeña en comparación con la deforestación total. Sin embargo, hay que darse cuenta de que esta nueva forestación viene a sumarse a la replantación de los bosques artificiales talados, a la reforestación de algunos bosques naturales y a las plantaciones hechas con fines no industriales, tales como la producción de leña, carbón y fruta.

3. Puede ser útil indicar las perspectivas de la oferta de madera industrial de los países tropicales, que se derivan en parte del presente estudio de la base de recursos. En grandes líneas, las extracciones netas del año 2000 serán dos y media veces mayores que las de 1975. Aunque este aumento es significativo, el efecto combinado del crecimiento demográfico y económico de los países tropicales y el aumento consiguiente de la demanda local de productos forestales provocarán una disminución progresiva de su potencial global de exportación de productos madereros tropicales y una agravación de la escasez local. Además se plantea el problema critico de la escasez de leña en las áreas menos boscosas.

No sólo madera

Observando las estadísticas de la superficie boscosa o estudiando las pérdidas y ganancias de superficie boscosa, hay que tener presente dos realidades. La primera es que una hectárea de plantación produce mucha más madera industrial que una hectárea de bosque natural. La segunda es que la pérdida del bosque natural no significa sólo una pérdida económica de madera, sino que significa transformar, perjudicar o perder todos los sistemas ambientales, hacer desaparecer especies vegetales y animales silvestres, destruir hoyas hidrográficas, poner en marcha la erosión y posiblemente perjudicar todo el régimen de las aguas en los valles y en las tierras bajas. El manejo de bosques no significa lisa y llanamente producir madera, sino preocuparse del estado de salud y de la productividad de todo el ambiente, que abarca las áreas agrícolas y urbanas adyacentes y aun las distantes.

El presente estudio revela que la información de nivel nacional y regional sobre la situación actual de los recursos forestales tropicales es por lo general insuficiente. Hay una clara necesidad de elaborar procedimientos de observación constante de los recursos forestales en la mayoría de los países tropicales. Simultáneamente, conviene reunir y recopilar en forma continua información de nivel regional y mundial. Esto es precisamente lo que está haciendo el Departamento de Montes de la FAO con la ayuda del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y su Sistema Mundial de Vigilancia del Medio Ambiente.


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