Página precedente Indice Página siguiente


Una ciudad africana a corto de combustible

Henri Chauvin

Henri Chauvin es una autoridad francesa en materia de explotación y transporte de la madera de las zonas tropicales, y ha estado durante muchos años al servicio de la FAO. Este artículo es una adaptación de una parte del trabajo que escribió para que la FAO lo presentara a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Fuentes de Energía Nuevas y Renovables, celebrada en Nairobi en agosto de 1981. El trabajo original se titula Evaluación comparativa de las posibilidades de abastecer con leña de bosques lejanos a las zonas deficitarias.

Ouagadougou, capital del Alto Volta, afronta una situación grave. La cubierta arbórea que la rodea está desapareciendo con rapidez. No cabe pensar en la importación de combustibles fósiles; el carbón y la leña provienen de muy lejos. Tal vez los bosques de la Costa de Marfil sean la respuesta.

PARTE I: El abastecimiento de Ouagadougou

Ouagadougou es un ejemplo típico de centro urbano cuyos habitantes utilizan casi exclusivamente la leña como fuente de energía para cocinar. El crecimiento de la población y la rápida desaparición de los recursos forestales que servían de fuente de abastecimiento a la ciudad han provocado un creciente desequilibrio entre el consumo y la oferta. Los combustibles fósiles y en especial el petróleo, que habrían podido reemplazar hasta cierto punto a la leña, han alcanzado precios tan altos que han dejado prácticamente de utilizarse. Constituyen, además, una pesada carga para el país, que tiene que importar todo el combustible de este tipo, por lo que no se puede estimular el aumento de su consumo. La situación es grave, pues está desapareciendo rápidamente la cubierta arbórea que rodea los pueblos y aldeas, por lo que urge encontrar rápidamente una solución.

Los programas de repoblación forestal - presentes y futuros - son totalmente insuficientes para restablecer el equilibrio, y sus efectos no se sentirán todavía durante varios años. Los obstaculiza, además, una escasez muy grave de recursos financieros, materiales y humanos. Las demás fuentes de energía propuestas siguen siendo poco seguras, difíciles de utilizar y demasiado costosas para servir de gran ayuda en el futuro próximo.

Sin descuidar el desarrollo de plantaciones ni las investigaciones sobre otras fuentes de energía, dos medidas inmediatas podrían modificar considerablemente las actuales tendencias y restablecer un cierto equilibrio:

· estimular el uso, en escala muy grande, de hornillos que hagan arder mejor tanto la leña como el carbón vegetal, lo que permitiría ahorrar la máxima cantidad posible de la energía que producen estos combustibles, y continuar las investigaciones en este dominio, a fin de obtener rendimientos caloríficos cada vez más elevados;

· importar una proporción considerable de leña de otros países, por ejemplo de la Costa de Marfil, preparada de forma que su transporte sea más barato que el de la madera.

Estas dos medidas podrían tener efectos rápidos y apreciables. A ellas podría añadirse un mayor aprovechamiento de los recursos locales, evitando que se desperdicie madera dar. rente su corta y preparación.

Este estudio trata de las necesidades de energía producida por la madera de Ouagadougou, y de la posibilidad de satisfacerlas utilizando los excedentes de leña de la Costa de Marfil.

Aquí se considera solamente la energía consumida para cocinar, así como para la fabricación de «dolo» - o sea la cerveza local - y de pan, actividades que usan leña como principal fuente de energía. Solamente una parte muy pequeña de la población utiliza la electricidad y las bombonas de gas, por su costo y por las inversiones que requieren. Además, el gas se considera peligroso. El petróleo, que se utilizaba con creciente frecuencia para cocinar por su fácil empleo, su precio relativamente bajo y por no requerir grandes inversiones, ha registrado enormes aumentos de precio. Pocos lo usan ahora, y sirve casi exclusivamente para la iluminación. Se conocen la energía solar y el biogás, pero se encuentran todavía en la fase estrictamente experimental y funcionan sólo unas pocas instalaciones. Evidentemente, su repercusión en el consumo de productos de la madera será escasa en el próximo futuro. El uso de carbón vegetal es relativamente limitado, pero está aumentando lentamente, a un ritmo más rápido que la población, porque lo han adoptado ciertos grupos étnicos y estratos sociales cuya importancia relativa va en aumento.

Consumo de energía

Los estudios para determinar el consumo de energía de una población dada suelen producir resultados diferentes. Aunque se conocen bien las causas de estas diferencias no es fácil eliminarlas. En el caso de Ouagadougou, se han hecho numerosos estudios sobre cuyas conclusiones, sin embargo, subsisten ciertas dudas. No obstante, de los datos existentes es posible obtener ciertos valores que se adoptarán como hipótesis de trabajo.

Se supondrá, pues, que en 1980 la población de Ouagadougou era de 260 000 personas y el consumo diario de leña por habitante de 1,2 kg. (1 m³ = 2 estéreos = 700 kg.): por consiguiente, el consumo anual de leña por habitante es de 438 kg. y el consumo anual total de 114000 toneladas. La cantidad que se necesita diariamente son 312 toneladas, cifra que incluye la que requiere la fabricación de «dolo», el 15% aproximadamente.

No se ha hecho recientemente ningún estudio sobre el consumo de carbón. Los últimos cálculos datan de 1974 ó 1975 y dan para Ouagadougou una cifra de 905 t/año. En 1978, el Centro de Inversiones del Programa Cooperativo FAO/Banco Mundial supuso, al calcular la rentabilidad de las plantaciones forestales proyectadas, que el porcentaje de aumento del consumo de carbón vegetal era del 9% anual. Estas cifras pueden aceptarse, ya que no hay ningún elemento nuevo que permita confirmarlas o anularlas. El consumo de carbón vegetal de Ouagadougou en 1980 puede calcularse, por consiguiente, en 1 500 t/año aproximadamente, o sea un consumo por persona de 5,77 kg./año. El equivalente en leña de este carbón vegetal es de 7 500 t/año aproximadamente, que habría que añadir al consumo anual de leña.

El abastecimiento de leña

En la actualidad, la leña llega sólo por carretera, transportada desde las sabanas boscosas de la región. Se corta durante el desmonte para los cultivos, o expresamente para destinarla a la venta. En ambos casos, el trabajo lo efectúan los campesinos, que obtienen así ingresos extra nada despreciables.

La distancia que hay que recorrer para encontrar leña es, actualmente, de 70 a 100 km. por las carreteras principales. En otros lugares se puede también encontrar alguna leña a menos distancia, pero las dificultades de transporte son entonces mucho mayores. Camiones ligeros, de 3,5 toneladas o más, van sustituyendo con creciente frecuencia a las camionetas y carretas tiradas por burros, que a su vez habían sustituido a los burros, bicicletas y cargadores. Las carretas tardan ahora 5 ó 6 días para transportar unos 450 kg. de leña. El constante aumento de las distancias que tienen que recorrer los suministros, se debe a la desaparición de los árboles en un radio cada vez más amplio en toreo a la ciudad. El consumo en ésta es muy superior a la producción de los rodales remanentes que la circundan, y la producción misma va disminuyendo, al desaparecer los árboles.

Si se aceptan las cifras indicadas en algunos informes, el volumen en pie de los rodales naturales intactos en la región de Ouagadougou es de 20 a 25 m³ por ha, y la producción anual, de 0,5 a 1 m³ por ha, lo que representa un rendimiento potencial de 500 a 700 kg./ha/año, En tales circunstancias, para satisfacer las necesidades actuales de Ouagadougou habría que talar cada año de 7 000 a 8 000 ha de rodales intactos o explotar, según el principio del rendimiento continuo, un bosque de 200 000 a 300 000 ha. Estas cifras, aunque aproximadas, dan una idea de la magnitud del problema. Si se aplica el mismo tipo de cálculo a las plantaciones que, según la información existente, producen de 2 a 3/t/ha/año de leña, la ciudad necesitaría de 30 000 a 40000 ha de plantaciones en plena producción. Ahora bien, en torno a Ouagadougou hay solamente de 5 000 a 6 000 ha de plantaciones, de las cuales sólo 1 500 a 2000 ha están por entrar en producción. Es difícil saber a qué ritmo se ejecutarán los proyectos actualmente en preparación, que de todos modos son muy inferiores a las necesidades. El sólo aumento de la población de Ouagadougou requeriría la producción de 30 000 ha, que habría que plantar de inmediato.

Como el carbón vegetal se puede transportar a mayores distancias, se puede obtener en rodales más lejanos y de más difícil acceso que la leña, pero esto representa una pérdida de energía que hay que tener en cuenta cuando la madera es cara y escasa. La fabricación de carbón vegetal sólo se puede justificar cuando hay excedentes de recursos de madera en regiones demasiado alejadas para que su transporte pueda realizarse económicamente.

Producción y comercialización

Son principalmente los campesinos los que producen leña, ya sea de sus campos, una vez satisfechas las necesidades familiares, o bien extrayendola directamente de los rodales vecinos. Las operaciones de tala y labrado se efectúan con el hacha local, que no es una herramienta muy eficaz. Se producen pérdidas porque los troncos se cortan a una altura excesiva, no se trozan los grandes troncos y ramas, y las astillas de estas operaciones suelen dejarse donde caen. Las pérdidas pueden calcularse de 5% a 10% de la madera, pero los troncos y las grandes ramas abandonados pueden significar una pérdida de 10% a 30%, lo que requeriría un estudio y la divulgación de métodos de trabajo y herramientas más adecuados: sierras de cadena, sierras de arco, mazos y cuñas, etc. Estos métodos y herramientas podrían utilizarse al menos en los lugares que se están talando para labores de repoblación forestal, donde podrían servir de modelo.

La madera talada por los campesinos se divide en trozos de 1 m de largo, cortados en trozos más pequeños cuando es necesario y posible, y se lleva al lado de la carretera o sendero, donde se apila para cargarla en la carreta o camión. En estas condiciones la compra un intermediario, que es a menudo el transportador. El precio es de 2 a 2,5 F CFA/kg.; una vez transportada, la madera se revende al precio de 9 a 11,50 F CFA/kg. o más, según se la entregue en cargas, rajada, o en pequeñas cantidades. A estas variaciones del precio hay que añadir las debidas a la estación, ya que durante las lluvias los campesinos no tienen tiempo de preparar la madera, por ser también la estación de cultivo. La madera escasea entonces en el mercado. Debe también señalarse que tradicionalmente se utilizan trozos largos, de modo que los trozos cortos tienen menos valor.

Leña destinada a Ouagadougou: transportada desde muy lejos

El carbón de leña se hace en pequeños hoyos; en el mejor de los casos se obtienen de 80 a 100 kg. de carbón por carga, cada 24 horas. Este carbón, transportado en bicicleta a la ciudad en sacos de unos 17 kg. se vende al precio de 35 F CFA/kg. a vendedores al por menor, que lo revenden en pequeñas pilas al precio de 60 a 65 F CFA/kg. Además, los precios aumentan constantemente. La venta del carbón vegetal, como la de la madera, plantea el problema de los márgenes de beneficios que se fijan los vendedores al por menor. El Centro Técnico Forestal Tropical (Centre technique forestier tropical, CTFT) ha hecho experimentos y pruebas de fabricación de carbón vegetal. La producción llegó a más de 3 000 kg. y los vendedores al por menor ofrecieron 15 F CFA/kg. El carbón se vendió a un hotel a 45 F CFA/kg. El fabricante tradicional de carbón vegetal no compra la madera, sino que él mismo la recoge, y los impuestos que tiene que pagar son mínimos. Los gastos son muy bajos: una bicicleta para el transporte, viejas hojas de metal para cubrir los hoyos, unas cuantas herramientas y sacos. El precio al productor es de unos 10 a 12 F CFA/kg., incluido el trabajo del carbonero, pagado a la tarifa de los jornaleros. Durante sus pruebas con un horno Mark V, el CTFT logró un precio de costo, puesto en la fábrica, de 25 F CFA/kg. Dicho precio se debe confirmar, pues se obtuvo con cargas experimentales, y calculando ciertos factores con mucha aproximación.

Cuadro 1. Energía de la madera: kWh producidos en el Alto Volta con 1 kg o su equivalente de carbón vegetal, según el rendimiento del hornillo

Tipo de hornillo

Rendimiento térmico

kcal útiles por kg. de madera o su equivalente


kWh

porcentaje

kcal

Hornillo abierto

3

129

0,15

Hornillo medio

5

215

0,25

Hornillo medio

8

344

0,40

Modelo kamper

10

430

0,50

Hornillo mejorado, de barro

28

1 204

1,40

Hornillo de barro, para carbón vegetal

28

437

0,50

Hornillo mejorado, para carbón vegetal

35

546

0,63

Cuadro 2. Economía de los diferentes combustibles: precio de costo de 1 kWh en el Alto Volta, obtenido de diversos combustibles, según su rendimiento térmico

Combustible

Precio1

Valor calorífico

Equivalente

Precio1 por kWh

Rendimiento térmico

Precio1 de costo por kWh

F CFA/kg

kcal/kg

kWh/kg

F CFA/kg

porcentaje

F CFA/kg

Madera

11,50

4 300

4 998

2 301

3

76,80





5

46,00





8

28,75





10

23,00





26

8,85

Carbón vegetal

65,00

7 800

9 048

7 184

28

25,66





35

20,52

Petróleo

105,50

12 000

13 920

7 583

50

15,17

Bombona de gas

480,00

12 000

13 920

34 782

60

57,47

Electricidad




110/kWh

76

144,75

1Precios cobrados en Ouagadougou en abril de 1980.

Rendimiento energético

La energía bruta producida por un kilogramo de leña muy seca es de 4 300 kcal. Esta leña, quemada en un hornillo tradicional con un rendimiento calorífico del 5% proporciona 215 kcal útiles, y 215 X 0,00116 = 0,25 kWh. El mismo kilogramo de leña producirá 0,2 kg. de carbón, que puede suministrar una energía bruta de 0,2 x 7 800 - 1 560 kcal. Este carbón, quemado en un hornillo tradicional de barro con un rendimiento del 28% suministrará, por consiguiente, una energía útil de 437 kcal, y 437 X 0,00116 = 0,50 kWh (véase el Cuadro 1). Con un consumo medio anual de 438 kg. de leña quemados en un hornillo con un rendimiento del 5 %, la energía consumida será de 109 kWh por persona al año. Si la leña se quema en un hornillo con rendimiento de 10%, bastarán 219 kg. para obtener la misma energía. Si a esto se añade el consumo de carbón, que es de 5,77 kg. por persona al año, en un hornillo con un rendimiento de 28%, la energía consumida por persona al año será: 109 + 14,6 = 123,6 kWh. Si en vez de leña se utiliza carbón vegetal, en un hornillo con un rendimiento del 28%, los 109 kWh podrán obtenerse de 43,6 kg. de carbón vegetal, para cuya fabricación se han necesitado 218 kg. de madera.

En términos económicos dichos resultados arrojan las cifras siguientes: para producir los 23,6 kWh necesarios para preparar alimentos, es preciso tener:

· un hornillo de leña con un rendimiento del 5 %; 467 kg. a 11,50 F CFA = 5 300 F CFA;
· un hornillo de leña con un rendimiento del 10 %; 234 kg. a 11,50 F CFA. = 2650 F CFA;
· un hornillo de carbón vegetal; 49,4 kg. a 65 F CFA = 3 200 F CFA.

Cuadro 3. Producción de las plantaciones para Ouagadougou (1981/1990)

Año

Superficie en producción1 (1 000 ha)

Producción (1 000 t)

1981

2,0

5,0

1982

2,3

8,7

1983

3,5

8.8

1984

5,4

13,6

1985

6,5

16,4

1986

8,9

22,4

1987

11,4

28,4

1988

13,7

34,4

1989

16,1

40,2

1990

18,5

46,2

1La producción se iniciaría a los siete años de plantación.

Uses más eficientes

Se podría objetar que los hornillos de carbón vegetal no siempre dan un rendimiento del 28%, pero los hornillos tradicionales de tres piedras tienen un rendimiento calorífico más bien del 3% que del 5%. Además, la leña se cotiza como producto al por mayor, mientras que el carbón vegetal se cotiza como producto al por menor.

La conclusión más evidente es que habrá que procurar el máximo rendimiento de la leña, y que el uso en gran escala del carbón no implicará un gasto suplementario para la población. Los hornillos de barro para carbón vegetal son de fácil fabricación y precios razonables, así como los que se fabrican con metal viejo en planchas. En las circunstancias actuales, quemar carbón vegetal equivale a consumir menos madera. Sin embargo, no se ha tenido en cuenta un aspecto importante: los hábitos alimentarios de la población, es decir, sus métodos de preparación de alimentos, que no es el menor de los problemas.

Cuadro 4. Plan decenal para el abastecimiento de Ouagadougou (1980/1990)

Ano

Consumo teórico

Aportación de las plantaciones

Déficit por cubrir

Número de hornillos mejorados que deben construirse anualmente

Cantidad de leña ahorrada

Objetivos de producción

Importaciones carbón vegetal

Equivalente en leña del carbón vegetal

Cantidad de producción que deben cubrir los bosques naturales

1000 t

1000 t

1000 t

1000 t

1000 t

t

1000 t

1000 t

1980

121,5

-

121,5

500

0,8

120,7

-

-

120,7

1981

131,2

5,0

126,2

2 000

4,0

122,2

1 500

15,0

107,2

1982

141,7

5,7

136,0

3 500

9,7

126,3

3 000

30,0

96,3

1983

152,9

8,8

144,1

5 000

18,0

126,1

3 600

36,0

90,1

1984

165,2

13,6

151,6

7 000

29,5

122,1

4 800

48,0

74,1

1985

178,5

16,4

162,1

8 500

43,5

118,6

6 000

60,0

58,6

1986

192,7

22,4

170,3

9 500

59,1

111,2

6 000

60,0

51,2

1987

208,1

28,4

179,7

9 500

74,7

105,0

6 000

60,0

45,0

1988

224,7

34,4

190,3

8 500

88,7

101,6

6 000

60,0

41,6

1989

242,9

40,2

202,7

7 000

100,2

102,5

6 000

60,0

42,5

1990

261,2

46,2

215,0

5 000

108,4

106,6

6 000

60,0

46,6

Nota: El consumo teórico comprende el de leña más el equivalente en madera del consumo de carbón vegetal. El consumo teórico general por habitante se considera estable.

Evolución de las necesidades energéticas

El petróleo sigue siendo, teóricamente, el combustible más barato (véase el Cuadro 2), pero sus bruscas variaciones de precio y las probables dificultades de abastecimiento han provocado la desconfianza de la población, y es difícil corregir las costumbres adquiridas. La leña sigue siendo, pues, y lo será durante largo tiempo, el combustible preferido para la preparación de alimentos. Pero el carbón vegetal puede reemplazarla fácilmente, pues es cómodo, limpio y de precio competitivo y hasta ventajoso, si se tiene en cuenta el rendimiento calorífico. Este combustible se utilizaría mucho más, si se pusieran en el mercado pequeños hornillos de alfarería. Los pronósticos para el próximo decenio se basan en el uso de leña y carbón vegetal como fuentes de energía, y suponen que no aumentará el consumo de leña o de equivalente de leña por persona, pese a un crecimiento económico del 1,1 % anual.

Partiendo de una población de 260 000 habitantes en 1980 y suponiendo un aumento del 8 % anual, que es el porcentaje calculado por las Naciones Unidas, Ouagadougou tendrá más de 500000 habitantes antes de 1990. Dado el consumo actual de leña y del equivalente en leña de carbón vegetal - 467 kg. por persona al año - el consumo total será entonces de 261 200 toneladas al año, en vez de las 121 500. toneladas actuales. Los programas de repoblación forestal en curso distan de alcanzar dichos objetivos: sólo servirán para disminuir la presión, y ello si se los ejecuta con vigor y se los amplía.

Quedan, pues, dos posibles medidas aplicables en un plazo relativamente breve: economizar leña empleando mejores hornillos, y traer combustibles de madera de fuentes lejanas pero abundantes. De aquí la propuesta de fabricar carbón vegetal en la Costa de Marfil y transportarlo al mercado de Ouagadougou, para cubrir el déficit y tratar de invertir las actuales tendencias. Así se podría reconstituir la cubierta arbórea, administrar los recursos forestales y restablecer el equilibrio ecológico en la región.

Plantaciones

Según las informaciones, las plantaciones para abastecer de leña a Ouagadougou tenían, a finales de 1979, una extensión total de 8 970 ha. Persisten ciertas dudas, ya que algunos datos son contradictorios. Con los actuales programas se espera plantar otras 2 400 ha al año, al menos de aquí a 1983. Estas plantaciones deben producir, en las condiciones del país, una media de 7 estéreos/ha/año, es decir, unas 2,5 t de leña (v. Cuadro 3).

Empleo de hornillos perfeccionados

Los estudios empezaron hace pocos años, y dieron como resultado la construcción de un hornillo de adobes revestidos de piedra, con una chimenea, adaptado a los hábitos culinarios de las amas de casa del país. Existen varios modelos, y los estudios prosiguen. Una misión forestal alemana ya ha comenzado una campaña de promoción de esos hornillos y a enseñar a varios albañiles a construirlos en pocas horas. Hasta ahora se han construido más de 500 y, al parecer, han encontrado aceptación entre las mujeres que los utilizan. Se venden a unos 3 000 F CFA el modelo más sencillo. Las pruebas han mostrado que se puede ahorrar un 50% de combustible, si se los usa correctamente, lo que requiere cierta práctica. Naturalmente, se espera que con nuevas mejoras, el hornillo sea más fácil de utilizar, más sólido y de mayor rendimiento calorífico.

Africanos del oeste se preparan a comer: el combustible es por lo menos tan importante como los alimentos

Para saber el efecto que podría tener sobre el consumo la adopción de hornillos perfeccionados y la cantidad que habría que fabricar al año para obtener el resultado deseado, tomaremos como base un ahorro del 50% de combustible y un hornillo destinado a una familia media de 7,5 personas. Una familia consume actualmente 7,5 x 438 = 3 285 kg. de leña, con un hornillo perfeccionado se podría reducir este consumo a 1643 kg. de leña al año. La construcción de 1000 hornillos representaría, por consiguiente, un ahorro de 1643 toneladas de leña al año. Si se tiene presente el rendimiento calorífico de las cocinas de carbón vegetal, una tonelada de carbón vegetal equivale a diez toneladas de leña: por consiguiente, un consumo de 1000 toneladas de carbón vegetal en el mercado de Ouagadougou supondría un ahorro de 10 000 toneladas en leña del país.

El Cuadro 4 muestra cómo un programa de construcción de hornillos perfeccionados, combinado con nuevas plantaciones e importaciones de carbón vegetal, podría aliviar la excesiva explotación a que se someten los bosques naturales, y reducir las 121500 toneladas que de ellos se extraen actualmente para el abastecimiento de Ouagadougou, a 46 500 toneladas en 1990, cubriendo al mismo tiempo el mayor consumo debido al aumento de la población. La cantidad de hornillos necesarios y de carbón vegetal que habría que importar dependería del efecto deseado y de los resultados que se obtuvieran. El cuadro muestra que una importación de cantidades razonables de carbón vegetal, podría tener una influencia decisiva en la cantidad de leña que habría que extraer de los bosques naturales, reduciéndola a un nivel compatible con la supervivencia y el equilibrio del bosque.

En la segunda parte del informe se trata de la posible fuente de importación del carbón vegetal, así como si su producción y transporte son económicamente factibles.

PARTE II: La leña de la Costa de Marfil

Se toma en cuenta solamente la leña que puede obtenerse en zonas fácilmente accesibles, situadas a distancias aceptables de los probables centros de consumo. Hay excedentes de leña que no se pueden comercializar en las condiciones actuales, y que por lo general se queman o abandonan, según haya o no que proceder al desmonte del terreno.

La Costa de Marfil tiene un programa de repoblación forestal a largo plazo, de 4 000 a 6 000 ha al año como mínimo. Esta repoblación forestal está a cargo de una compañía estatal, la SODEFOR, que también administra estas plantaciones y es responsable de las restantes. En la actualidad, el programa, parcialmente financiado por el Banco Mundial, se ejecuta en cuatro bosques reservados, divididos en bloques de unas 1 000 hectáreas cada uno. En la próxima fase, las plantaciones se ampliarán a otras dos reservas forestales. Terminado el desmonte, se proyecta recuperar una media de 50 m³ de trozas por hectárea. Después de esta operación, quedará un mínimo de 60 m³/ha de leña que podría recogerse, equivalente por lo menos a cien estéreos por hectárea. Algunos de los grandes troncos y tocones tendrán que dejarse donde están, pues es demasiado difícil aprovecharlos. Las operaciones de desmonte necesarias para plantar cultivos industriales, como palmeras de aceite, hevea, frutales, cafetos, cacaos, deben cesar, en principio, hacia 1985 y están actualmente limitadas a 100000 ha al año. Teniendo en cuenta los tipos de bosque donde se llevarán a cabo tales operaciones, se espera obtener una media de 50 estéreos por hectárea, es decir, 5 000000 de estéreos al año, por lo menos hasta 1985. Por cierto, se podrá obtener fácilmente al menos 1 000000 de estéreos al año. Hasta la fecha se han repoblado más de 35 000 ha en la Costa de Marfil, habiéndose confiado la explotación de los rodales a la SODEFOR, que la lleva a cabo en la medida de sus posibilidades. En la actualidad tiene a su cargo más de 20000 ha y cada año tiene que proceder al aclareo de 2 500 a 3 000 ha.

El programa de trabajo prevé una producción media de 40 estéreos de leña por hectárea, o sea que cada año se obtendrán por lo menos 100 000 estéreos que actualmente no encuentran salida, lo que a su vez retarda los programas de aclareo.

En la sola región de Bouaké - sin contar los aclareos ya mencionados - se podrían recoger de 60 000 a 810 000 estéreos de las plantaciones ya maduras de teca y casia, sin perjuicio para las existencias locales. En esta misma región, se estima que podrían recuperarse de los terrenos en barbecho unos 590 000 m³ de madera que actualmente no se utilizan.

Las industrias madereras desechan actualmente de 300000 a 400 000 m³ al año, pero las tres cuartas partes de esta cantidad ya se utilizan para las calderas, o para fabricar carbón vegetal o tableros de partículas, o bien las consumen como leña los vecinos de las fábricas. Como la política de la Costa de Marfil es conseguir la autosuficiencia en el dominio de la energía, se propugna el pleno aprovechamiento de estos desechos. No se debe, pues, contar con este recurso, que podría agotarse rápidamente.

Este breve examen, sin ser exhaustivo, muestra que la Costa de Marfil dispone de grandes cantidades de madera, que actualmente se queman o abandonan. De las cantidades que acabamos de citar, por lo menos 1 000 000 de toneladas son de acceso relativamente fácil.

El carbón: su fabricación y precio de costo

El único modo de encauzar económicamente este recurso hacia los lugares de consumo potencial es convertirlo en carbón en el lugar mismo en que se lo recoge. Cualesquiera que sean los planes de los organismos gubernamentales de la Costa de Marfil para utilizar la energía de los desechos de madera, la cantidad disponible no deja dudas sobre la posibilidad de abastecer mercados externos. Las cantidades de madera antes mencionadas, que representan sólo una parte de las disponibilidades, podrían garantizar, una vez reducidas a carbón en hornos de metal o de ladrillos, o incluso en hoyos, una producción anual de 125 000 a 150 000 toneladas de carbón vegetal. Aunque el rendimiento que se obtiene en carbón y subproductos es mucho mayor cuando se usan retortas, no se tomarán en consideración, dadas las inversiones y los gastos de transporte de la madera que requieren.

A la luz de la experiencia adquirida y de los resultados ya obtenidos, se eligen de preferencia los hornos de acero del tipo Mark V o semejantes, utilizados en baterías de cuatro, que ofrecen una buena productividad y, al mismo tiempo, una gran flexibilidad de utilización. Con baterías de dos hornos se obtiene un rendimiento económico menor pero todavía aceptable. Las baterías mayores pueden ser más rentables, pero requieren una mayor organización. Es mejor agrupar varias unidades relativamente independientes. La unidad patrón de cuatro hornos tipo Mark V es manejada por un equipo de cinco personas. Los hornos tienen una capacidad de seis estéreos cada uno. Las herramientas necesarias son: una sierra de cadena, hachas, machetes, sierras de arco, volteadores de trozas, agarradores y raspadoras, a las que se podría añadir un aparato Tirfor u otro semejante.

Los parámetros para los cálculos son los siguientes: cada horno se amortizará en tres años; su precio actual se estima en 525 000 F CFA. Se fabrican en el país, son de buena calidad, con diez ciclos completos de carbonización al mes y un rendimiento, cada ciclo, de 500 kg. de carbón, obtenidos de seis estéreos de madera seca. La sierra de cadena debe ser fuerte, y de un tamaño adaptado a la madera elegido. Su precio actual es de 210 000 F CFA y se amortiza en un año y medio. El precio de las herramientas es de unos 52 000 F CFA y se amortizan en un año. El dinero invertido da un interés del 10% anual, que en la Costa de Marfil es también actualmente el interés de amortización de las pequeñas empresas. Los equipos encargados de los hornos recogen la madera ya cortada, la labran, la transportan al horno y después envasan el producto en sacos. Han de tener experiencia, y haber recibido la instrucción necesaria. Cobran el salario de un obrero calificado de la categoría correspondiente al trabajo que desempeñan: El salario medio es de 26 200 F CFA al mes más los seguros sociales, que son el 21 % de este salario.

La cantidad total que hay que invertir asciende a 2 362 000 F CFA: 4 hornos, a 525 000 F CFA cada uno, o sea 2 100 000 F CFA; una sierra de cadena, 210 000 F CFA; herramientas, 52000 F CFA. Los intereses medios anuales devengados por las inversiones son: por cuatro hornos, 46 667 F CFA; por una sierra de cadena, 11 667 F CFA; por las herramientas, 5 200 F CFA; en total 63 534 F CFA. La batería de cuatro hornos efectuará 40 ciclos al mes, consumiendo 240 estéreos que producirán 20 toneladas de carbón vegetal al mes, o sea 240 toneladas al año. El costo de la madera, antes de recogerla y labrarla, es de 80 F CFA por estéreo, que es el precio que pagan los fabricantes de carbón de la región de Abidján. La compra de la madera requiere, pues, 240 x 12 x 80 = 230 400 F CFA/año. Por sueldos y seguros sociales se pagan 26 200 x 5 x 12 x 1,21 = 1 902 120 F CFA/año. Los impuestos y la licencia forestal se han calculado según las tarifas de 1976, pues no se ha podido obtener datos más recientes. Suman 1 F CFA por kilogramo y 18 000 F CFA/año respectivamente, o sea 258000 F CFA/año (véase Cuadro 5).

Transporte y costos

El estudio del precio de costo del transporte se basa en los datos siguientes. El punto de llegada es Ouagadougou en Alto Volta, y se han tomado en consideración dos zonas de producción de carbón vegetal: el sur de la Costa de Marfil, conocido con el nombre de Basse Côte, y la región de Bouaké. Se han escogido en la Basse Côte seis puntos de partida, que corresponden a los diversos lugares de repoblación forestal y aclareo de SODEFOR. Son las reservas forestales de Mopri cerca de Tiassalé, Irobo en la región de Rabino, Téné y Sangoué cerca de Oumé, Bouaflé en la carretera de Bouaflé a Daloa, y Séguié entre Agboville y Tiassalé. En la región de Bouaké se ha escogido la zona situada en un radio de 60 km. alrededor de la ciudad.

Se han estudiado dos métodos de transporte: el primero, por carretera hasta la estación de ferrocarril más cercana, transbordo al vagón, transporte por ferrocarril y descarga en el camión en la estación de Ouagadougou. El segundo sería el transporte por carretera, sin transbordo, desde el lugar de producción hasta Ouagadougou, donde se descarga en un almacén. Las distancias desde los lugares de producción a las estaciones ferroviarias más cercanas varían de 15 a 220 km. y los recorridos por vía férrea van de 1 070 km. hasta Agboville, a 830 km. hasta Bouaké. Si el transporte se efectúa enteramente por carretera, las distancias varían de 820 km. a 1185 km. La tarifa de precios elegido es la fijada por el Ministerio de Transporte; el transporte por carretera para mercancías diversas tiene in precio máximo autorizado de 26 F CFA/t/km. Esta tarifa es tratable, según las posibilidades de carga de regreso o el establecimiento de contratos. En general, se aplica a cargas de 20-25 toneladas. Como el carbón vegetal es voluminoso, convendría emplear cajas a medida. Si se quiere que el transporte funcione eficazmente, se deben preferir camiones con carga útil de diez toneladas, con remolques también de diez toneladas, y cajas a medida.

Cuadro 5. Precio de costo de una producción anual de 240 toneladas de carbón vegetal en la Costa de Marfil


F CFA

1) Amortización: Hornos

700 000


Sierra de cadena

140 000


Herramientas

52 000




892 000

2) Intereses: Hornos

46 667


Sierra de cadena

11667


Minutería

5 200




63 534

3) Compra de leña

230400


4) Sueldos y seguros sociales

1 902 120


5) Impuestos forestales

240000


6) Licencia

18 000


7) Costos generales, 20% de (3) y (4)

426504




2817024

Total


3 772 558

· o sea 15 700 F CFA/t en el horno, sin ganancias. Suponiendo un beneficio para el productor del 30 por ciento se obtiene un precio de 20 400 F CFA/t sin envasar. El envase está a cargo del equipo de fabricación del carbón.

Cuadro 6. Precio de costo del carbón vegetal de la Costa de Marfil entregado en Ouagadougou

 

 

Baja Costa de Marfil

Bouaké

F CFA/bolsa

Bolsa de plástico (25 kg.)

Carretera + ferrocarril

1 028,75

980,00


Carretera

1 345,50

1 211,75

Bolsa de papel (10 kg.)

Carretera + ferrocarril

386,50

367,00


Carretera

513,00

459,70

Bolsa de yute (25 kg.)

Carretera + ferrocarril

938,75

890,00


Carretera

1 255,50

1 121,75

Nota: Precios de costo del carbón de la Basse Côte y de Bouaké, calculados para una distancia media.

Transporte por vía férrea, tarifa para el carbón vegetal, coke y leña; carga mínima de 18 toneladas por vagón: Rubino-Ouagadougou, 13 140 F CFA/t; Agboville-Ouagadougou, 13 327 F CFA/t; Dimbokro-Ouagadougou, 12 268 F CFA/t; Bouaké-Ouagadougou, 11 079 F CFA/t. Por cruzar la frontera se cobra un impuesto por tonelada de 245 F CFA. Hay vagones de 28, 30, 35 y 40 toneladas: Los costos de la carga, transbordo y descarga se estiman en 150 F CFA/t por operación.

La aplicación de estas tarifas a las distancias consideradas, según el método de transporte adoptado, arroja las cifras siguientes: Carretera + vía férrea: los precios varían de 13 770 F CFA/t a 17 050 F CFA/t, con una media de 15 310 F CFA/t. Los gastos de conservación son 450 F CFA/t, lo que da un precio medio general de 15 760 F CFA/t. Carretera: los precios varían de 26 200 F CFA/t a 30 840, F CFA/t, con una media de 28 100 F CFA/t. Los gastos de conservación son 300 F CFA/t, o sea un precio medio de 28 400 F CFA/t.

El transporte a granel tiene muchos inconvenientes y no es fácil de organizar cuando se trata de las producciones de pequeñas unidades. Hay también que proporcionar vehículos a medida. El transbordo es difícil y causa pérdidas considerables, por lo que el único envase posible son los sacos. Si no se pueden devolver, el precio de costo es elevado, pero la devolución de los sacos vacíos siempre plantea problemas.

Se han estudiado tres tipos de sacos: sacos de yute de segunda mano: son sacos que ya han servido para importar mercancías. Se pueden encontrar en Abidján, al precio unitario de 35 F CFA. Habría que saber si pueden obtenerse en caso de que se utilicen como envase sin devolución. Un saco puede contener unos 25 kg. de carbón; bolsas de plástico: las producen diferentes fábricas en Abidján. Los precios indicados son de unos 125 F CFA por bolsa de 74 x 120 cm, con un espesor de 1/10 mm. En una bolsa caben unos 25 kg. Se pueden sellar con un soldador; bolsas de papel: el precio de costo de las bolsas para cemento es de aproximadamente 20 F CFA la unidad en Abidján. Este tipo de bolsa puede contener 10 kg. de carbón vegetal.

Cuadro 7. El carbón vegetal en la Costa de Marfil: resumen del análisis de costos

Costo de producción sin envasar1

Costo de la después ganancia sin envasar2

Costo con envase devolución 3

Costo del producto entregado en Ouagadougou, carretera + ferrocarril 4

Costo del producto entregado en Ouagadougou, carretera 5

Margen 6

F CFA/kg.

Producción en la Bala Costa de Marfil (Basse Côte)

15,70

20,40

22,40

37,71

-

27,29

15,70

20,40

22,40

-

50,80

14,20

Producción en la región de Bouaké

15,70

20,40

22,40

35,73

-

29,27

15,70

20,40

22,40

-

45,45

18,55

1 Con amortización e intereses. - 2 Ganancia de 30% sobre el costo de producción. - 3 Los precios indicados son los de carbón vegetal envasado en bolsas de papel de 10 kg. Para el envase en bolsas de yute de 25 kg. réstense 0,60 F CFA/kg., y para el envase en bolsas de plástico, súmense 3 F CFA/kg. Para el cálculo se suponen siempre bolsas sin devolución. - 4 Costo del transporte calculado según las tarifas medias: 15 760 F CFA/t desde la Basse Côte y 13 384 F CFA/t desde la región de Bouaké, para la combinación de carretera más ferrocarril. - 5 Precio medio del transporte por camión exclusivamente: 28 400 F CFA/t desde la Basse Côte, 23 060 F CFA/t desde la región de Bouaké. - 6 El margen representa la diferencia entre el precio de costo del producto entregado en el almacén de Ouagadougou, o al camión en la estación, y el precio de venta al por menor, que es actualmente de 85 F CFA/kg. Este margen debería, en principio, cubrir los costos de comercialización.

Precio de costo del carbón vegetal entregado en Ouagadougou

Los precios de costo calculados para el carbón vegetal entregado en el punto de destino, suponen el uso de bolsas que no se pueden devolver.

El precio de costo del carbón vegetal entregado en Ouagadougou - ya sea en un almacén o a un camión en la estación; - varía según el tipo de envase y el medio de transporte adoptado (véase Cuadro 6). La solución «carretera con ferrocarril» es indudablemente la que presenta más ventajas, pero la disponibilidad de vagones puede ser un problema. Análogamente, los sacos de yute parecen ser el tipo más económico de envase, pero pueden encontrarse dificultades de suministro. Las bolsas de papel son fáciles de encontrar, y las hay de diferentes tamaños: 5, 10 y 20 kg.

Evaluación general

Los actuales precios al por menor del mercado de Ouagadougou son de 65 F CFA/kg. para el carbón vegetal, y de 11,50 a 13 F CFA/kg. para la leña. La comparación de estos precios con el precio de costo del carbón vegetal procedente de la Costa de Marfil entregado en Ouagadougou, muestra que la operación es factible (véase el Cuadro 7). La producción sería por pequeñas unidades, pero habría que organizar rigurosamente toda la operación. En el informe no se hacen sugerencias sobre la elección de una fórmula: cooperativa, compañía estatal o empresa privada.

El transporte por vía férrea exige disponer de vagones con regularidad: la cifra de 6 000 t/año representa cargar un vagón cada día. El transporte por carretera está sujeto a la competencia, a las fluctuaciones estacionales en la disponibilidad de fletes, y a las dificultades de utilizar vehículos completamente cargados. Con una unidad especial de transporte se aseguraría un abastecimiento regular a precios más convenientes. Para las 6 000 t/año haría falta un camión al día, aproximadamente, lo que requeriría una flota de cuatro a siete vehículos. Los márgenes que se indican en el Cuadro 7 son relativamente amplios, pero quizá no lo suficiente para permitir el uso de canales comerciales ya existentes; habría que modificar, por consiguiente, los canales de distribución.

La afluencia relativamente grande de carbón vegetal al mercado de Ouagadougou para reemplazar a la leña, podría también ocasionar cambios en los hábitos de la población; por esto harían falta más estudios y un mayor esfuerzo en el sector de la educación, a fin de facilitar el paso de la leña al carbón vegetal como método de preparación de alimentos. La fabricación de carbón vegetal en la Costa de Marfil para abastecer a Ouagadougou puede crear problemas en materia de inversiones o en el establecimiento de compañías, problemas que hay que definir claramente y resolver por adelantado. La fabricación de briquetas de carbón, solución preferible a otras alternativas menos ventajosas (densificación), ofrece buenas posibilidades, va que se aprovecha una parte considerable de los desechos de la fabricación del carbón, como el polvo de carbón, y de los que se acumulan en su manipulación. La importación de carbón vegetal de regiones ricas en recursos forestales es una solución aceptable, y podría ayudar considerablemente a modificar las actuales tendencias, ofreciendo, al mismo tiempo, una gran flexibilidad.

Un estudio de los excedentes de leña de la Costa de Marfil muestra que las cantidades disponibles para la preparación de carbón son muy supe rieres a la demanda probable, incluso a largo plazo. Los cálculos del precio de costo de la fabricación del carbón y los gastos de transporte, muestran que el carbón podría llegar Ouagadougou a un precio que haría la operación económicamente viable. Habrá que organizar bien la fabricación del carbón así como su transporte y comercialización. Estas operaciones, ya se encomienden a un organismo gubernamental, a una compañía privada o a una cooperativa, tendrán que ser controladas para que no se conviertan en un monopolio. Es menester entender claramente estos temas. Independientemente del ahorro de energía, de la importación de carbón vegetal y de la utilización y ampliación de las plantaciones, se debe mejorar la utilización de los rodales naturales, a fin de desperdiciar la menor cantidad posible de madera durante las operaciones de explotación. Este mejoramiento podría lograrse perfeccionando los métodos, utilizando herramientas adecuadas e instruyendo a la fuerza de trabajo. Por último, es esencial proceder a la ordenación de los bosques reservados o protegidos, para que desempeñen su función en la producción de madera y se expanda su potencial.

Si se combinan juiciosamente estas diversas medidas - en particular el ahorro de combustible, la importación de carbón vegetal y la creación de más plantaciones - en diez años podría conseguirse una considerable disminución de las demandas que hoy se imponen al bosque natural, permitiendo así su regeneración. De acuerdo con las sugerencias hechas en este estudio, se podría reducir la demanda de leña de las actuales 114 000 toneladas a 45 000 ó 50 000 dentro de diez años, sin dejar por ello de satisfacer las necesidades de una población dos veces mayor.

Es evidente que lo que puede hacerse por Ouagadougou podría también hacerse por otros pueblos y aldeas.

Referencias

B.D.I. 1980 Indicateurs économiques de la Côte d'Ivoire. Bureau de développement industriel. Abidján.

BERTRAND, A. 1975 Besoins en bois de la villa de Ouagadougou. Aménagement des vallées des Volta. Fascículo I. República del Alto Volta. CTFT, Nogent.

BERTRAND, A. 1977 Le problème du bois de chauffage et du charbon de bois en Afrique tropicale. Bois et Forêts des tropiques, N° 173. Nogent.

BERTRAND, A. 1979 Consommation et utilisation des combustibles ligneux en Afrique occidentale et centrale. Informe preparado para la FAO. CTFT, Nogent.

BOOTH 1980 Charcoal in the energy crisis of the developing world. Roma, FAO

CILSS 1978 L'énergie dans la stratégie du Sahel. Situation, perspectives, recommandations. Informe preparado por Lahmeyer International GmbH, Frankfurt, R.F. de Alemania, ORGATEC, Dakar, Senegal; SEMA, Francia, y Eric T. Ferguson, Países Bajos.

CILSS 1979 Grandes ligues d'un programme révisé de satisfaction des besoins en produits forestiers et de lutte contre la désertification. Programa del equipo Ecologie/Forêt del CILSS, Club du Sahel.

DELVAUX, J. 1973 Développement des ressources forestières du Togo. Production et traitement des teckeraies togolaises. Informe técnico PNUD/FAO n° 10. FO:SF/TOG 10. - Roma, FAO.

DOAT, J. 1978 Bois tropicaux, source potentielle d'énergie. Bois et Forêts des tropiques, N° 181. Nogent.

VON WENDORF, G. 1974 Etude des possibilités de développement des industries et artisanat du bois. Service du développement industriel et de l'artisanat. SIS/UPV/72/024/11-01/03. ONUDI, Ouagadougou.

FAO/BIRF 1978 Projet de reboisement en Haute-Volta. Programa de cooperación FAO/BIRF. Informe N° 28/78 UPV3. Centro de Inversiones. Roma, FAO.

FAO/BIRF 1978 Projet de développement forestier. Programa de cooperación FAO/BIRF. Informe N° 27/78 IVC5. Centro de Inversiones. Roma, FAO.

KI-ZERBO, J. 1979 L'amélioration des foyers pour l'utilization domestique du bois de feu; ses possibilités et son impact au Sahel. En colaboración con G. Lapeleire. Informe preparado para el CILSS y la FAO.

MONNIER, Y. 1972 L'approvisionnement d'Abidjan en bois et charbon de bois. En Travaux et Documents de Géographie tropicale, N° 7. CNRS. Centre de Géographie tropicale.

MONTALEMBERT, M.R. DE 1979 Note complémentaire à l'étude de la consommation de combustibles ligneux du district de Bamako en 1978. Roma, FAO.

OUEDRAOGO, MME. M.M. 1974 L approvisionnement de Ouagadougou en produits vivriers, en eau et en bois. Universidad de Burdeos III. CRVS.

O.N.P.R 1977 Les choix alternatifs de sources d'énergie en milieu rural. Ministère de l'agriculture y Ministère de l'économie et du plan. Office national de promotion rurale, Abidján.

PIOT, J., BREYSSE, J. y NANOT, R. 1980 Elude pratique de carbonisation en forêt classée de Gonsé. República del Alto Volta, Ministère de l'environnement et du tourisme, Ministère de l'enseignement supérieur et de la recherche scientifique. CTFT, Ouagadougou.

SAMYN 1980 Travaux d'entretien de 540 ha de plantation de Dinderesso, décembre 1979 à février 1980. Informe de servicio, Bobo Dioulasso.

S.I.G.E.B. 1975 Elude de la rationalisation de la production et de la commercialisation du charbon de bois en Côte d'Ivoire. Ministère de l'économie et du plan. Office de la promotion de l'entreprise ivoirienne. Abidján.

Eucaliptos para su estantería....

Los arboles de eucalipto revisten particular importancia para los países en desarrollo, por su rápido crecimiento, su amplia adaptabilidad a ambientes que van de semidesérticos a temperados fríos, y sus múltiples usos: madera para aserraderos, pulpa, tableros de madera, construcciones livianas, parques y arboledas, leña de crecimiento rápido.

La presente edición FAO de El eucalipto en la repoblación forestal es de nueva redacción. Este volumen práctico y manejable se destina a bibliotecas públicas, servicios forestales y, en general, a quienes deseen adquirir nociones básicas sobre plantación y aplicación de los eucaliptos.

Sección de Distribución y Ventas FAO
Vía delle Terme di Caracalla
00100 Roma, Italia


Página precedente Inicìo de página Página siguiente