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Plantaciones en el Sahel

J.D. Keita

J.D. KEITA es el Oficial Regional de Montes pare Africa. Tiene sede en Accra y viaja por todo el continente. Se ocupa en particular de la situación del Sahel.

Sobre el Sahel se cierne la amenaza de una crisis ecológica a plazo medio, cuyas principales causes son las males prácticas agrícolas y pastorales. Frente a esta crisis - que comprende graves escaseces de la leña necesaria pare los usos domésticos - os expertos en montes han reaccionado estableciendo plantaciones de especies arbóreas exóticas pare satisfacer las necesidades de leña. Según sus diseños, estas plantaciones serán establecidas y mantenidas con ayuda de maquinaria pare desmontar la sierra y labrar el terreno. Habrá, pues, que importar maquinaria que a su vez requerirá combustible importado, todo lo cual se deberá pagar con divisas escasas. ´¿Por ventura la silvicultura saheliana no estará consumiendo demasiada energía pare producir energía? No es ésta una pregunta de fácil respuesta. Su contestación, que se intenta dar en este articulo, podrá ser útil igualmente más allá de las fronteras del Sahel, en cualquier parte del mundo donde exista la combinación de factores similares de orden ecológico, económico y humano.

Con objeto de evaluar dichas plantaciones mecanizadas, hay que formular ciertas preguntas.

· Dicho en términos de las condiciones biológicas que prevalecen en el Sahel y en las sabanas del Sudán, ¿disponen los ingenieros forestales de otros métodos probados pare el establecimiento de plantaciones?

· ¿Permite el sistema rural saheliano, con su índole intensamente estacional, con sus condiciones biológicas y actividades humanas estacionales, que los ingenieros forestales prescindan de las máquinas, realicen una buena labor y lleven a efecto sus programas? Antes de contestar, examinemos brevemente el actual modelo de plantación, modelo que garantiza éxito.

En breve, la solución está en plantaciones más a medida humane; en una silvicultura a nivel de los poblados y de la agricultura local.

Este modelo, que se ha descrito ampliamente en numerosas publicaciones sobre silvicultura tropical, se base en los principios siguientes:

· Labranza profunda del terreno, que trace posible la absorción de un máximo de las precipitaciones, principal factor que condiciona el crecimiento arbóreo.

· Utilización de plantas de semillas sanas y vigorosas, plantadas en macetas individuales pare evitar así toda conmoción producida por el trasplante.

· Por ultimó, una cuidadosa vigilancia del crecimiento pare eliminar toda competencia de las hierbas en el consumo de agua.

En los primeros dos anos, la plantación es más de índole agrícola que forestal. Las principales operaciones de este periodo son: desmonte de la sierra, labranza del terreno, cuidado del vivero, instalación de la plantación, mantenimiento y supervisión de la misma y, por último, solución de los problemas organizativos.

En el cuadro de consumo de petróleo tomado de Jean Morel, del Ministerio de Aguas y Bosques de Malí, encontramos fácilmente el número de horas de trabajo y el consumo de aceite combustible de los diversos tipos de motores destinados a cada una de las operaciones específicas. En dicho cuadro figura solamente el trabajo mecanizado.

Obtenemos así la cifra de casi 500 litros de aceite combustible por hectárea al terminar el primer ano de plantación. No se incluyen las estimaciones del costo de mantenimiento durante el segundo ano, ni de la organización y supervisión de grupo.

Otros expertos consideran que estas estimaciones son demasiado bajas y dan otras más elevadas pare el consumo por hora de los mismos motores. Así pues, Weinstabel, en su trabajo en las afueras de Ouagadougou, Alto Volta, observe que el consumo fluctúa entre 28,4 y 35,6 litros por hora del D7G, mientras que en el proyecto que estudiamos se indican 28,2 litros por hora pare la misma máquina. La mano de obra no calificada representa 15% del costo y 85% la mecanización, alcanzando el aceite combustible un 20% al momento de la planificación del proyecto. Desde entonces hasta el momento actual, se ha duplicado el precio del aceite combustible.

Es posible criticar esta plantación modelo por su excesivo consumo de divisas y energía. Pero en primer lugar hay que decidir si se podrían obtener los mismos resultados técnicos en materia de conservación de aguas reemplazando las máquinas por mano de obra, si no en todas las operaciones, en algunas de ellas. La cuestión siguiente es saber si esta mano de obra se encontraría disponible en el momento mismo en que es preciso efectuar las diferentes operaciones.

Problemas técnicos

¿Cuáles son las operaciones que se podrían realizar manualmente sin desmedro de la rápida instalación de las plántulas y del buen crecimiento de la plantación? La experiencia indica que se pueden realizar dos grupos de operaciones:

· El primer grupo abarca labores que en el modelo, por razones de velocidad, se efectúan mecánicamente: éstas comprenden todas las operaciones de desmonte (remoción de tocones, eliminación de desperdicios) y el mantenimiento y supervisión del vivero. El ingeniero forestal prefiere utilizar máquinas, en primer lugar por temor de no obtener mano de obra suficiente, ni tampoco adecuada supervisión de grupo; en segundo lugar, debido al temor de verse agobiado por problemas de todo tipo inherentes a la movilización y manejo de la mano de obra. Mejor es estar a cargo de máquinas y no de personas, pues es evidente que se corren menos riesgos. Pero en realidad, desde el punto de vista puramente técnico, nada se opone al uso de mano de obra en vez de máquinas en estas operaciones.

· El segundo grupo de operaciones comprende principalmente faenas de tierra - excavación profunda, roturación, labranza del subsuelo - destinadas a mejorar la conservación del agua. La mayoría de los ingenieros forestales de las regiones secas y semisecas tienen la convicción de que es difícil lograr mejor penetración de las precipitaciones por métodos diferentes de la excavación profunda y la labranza del subsuelo.

El desmonte de terrenos exige algunas operaciones que, si bien efectuadas por el ingeniero forestal, en realidad no se pueden cargar en cuenta a la plantación. Tales operaciones tienen que ver principalmente con la eliminación de troncos, ramas, tocones y otros desechos que pueden ser elaborados pare producir carbón de leña o utilizados como leña. En el proyecto, el costo del transporte de troncos y leña por medio de camiones de remoción, que corresponde a más del 40% del aceite combustible consumido, se incluyó en el presupuesto primitivo de la plantación. En realidad, sola mente se pueden cargar en cuenta a la plantación las faenas de abatimiento y apilamiento de restos. Las operaciones de enterramiento de los restos apilados produce también la nivelación del terreno, rellenando los hoyos deja dos por la remoción de los tocones. Por consiguiente, si se sustraen a los costos de plantación todas las faenas de remoción y transporte de material, se ahorra 5% de aceite combustible. Pero sólo se elude el problema, pues permanece aún en pie la cuestión de saber si se han de efectuar o no estas operaciones mediante mecanización intensiva. El problema principal es que los que establecen plantaciones tienen que desmontar el terreno oportunamente, y la solución depende de la disponibilidad de mano de obra . Debería evitarse todo desperdicio de madera, recuperar todo lo que sea recuperable, en vez de utilizar toda esa energía en apilar los restos y quemar como a desperdicio» toda esta madera producida.

Consumo de petróleo en una plantación saheliana

Productos del petróleo utilizados pare la plantación de 500 ha de Gmelina en Barnako

Operaciones

Material utilizado

Horas de utilización o km

Volumen en litros

Desmonte del terreno

Tractor de oruga 140 hp

400

11288


Tractor de oruga 140 hp

160

4515

Abatimiento

Tractor cargador 140

90

1327

Extracción de troncos

Tractor de báscula 12 t

32000 km

12976

Extracción de leña

Tractores de 2 cubiertas 65 hp

1680

12310


Tractor de báscula

200000 km

81100

Apilamiento de restos

Tractor de oruga 140 hp

1090

30760

Eliminación de desechos

Tractor de neumáticos

544

3985


Tractor cargador 140

50

740

Labranza del terreno

Excavación profunda

Tractor de oruga 140 hp

544

15352

Roturación

Tractor de oruga 140 hp

326

9200

Subsolado

Tractor de oruga 140 ha

523

14760

Vivero

Preparación de materiales

Tractor de oruga 140 hp

30

847

Acarreo de materiales

Tractor cargador 25

370



Tractor de báscula

3000 km

1217

Mezcla de materiales


Roturadores

100

550


Harneadora

100

550


Elevador

200

1100

Riego

Bombas a motor

1200

4092

Plantación

Transporte de plántulas de semilla

Tractores de neumáticos

800

5862

Mantenimiento y supervisión

Trazado de caminos de servicio

Tractores de oruga 140 hp

10

282

Desmonte primer ano

Tractores de 2 cubiertas 65 hp

2000

14654

Mantenimiento de cortafuegos

Tractores de 2 cubiertas

44

322

Total

228150

A nivel puramente técnico, a menudo se critica la eliminación de tocones por medios manuales; todos convienen en que puede hacerse de forma mejor. El problema real estriba una vez más en la mano de obra y la supervisión del grupo.

El cultivo de plántulas en viveros no requiere verdaderamente maquinaria compleja, pese a la creencia contraria bastante extendida. Con todo, las consideraciones de orden técnico favorecen la mecanización de las faenas del vivero, pues en los países secos en que escasean las aguadas se trace necesario optar por viveros fijos que tienen que funcionar durante anos, pare lo que hay que transportar sierra desde lugares distantes y no simplemente de la vecindad inmediata del vivero. Además, el bombeo del agua no puede realizarse en condiciones sahelianas en forma exclusivamente manual, y los viveros no son grandes consumidores de aceite combustible importado.

Es difícil transportar las plántulas a las zonas de plantación empleando solamente mano de obra, con lo que se ahorraría aceite combustible en el proceso de plantación.

La escarda de las plantaciones puede realizarse con mano de obra en los primeros años, y asimismo pueden mantenerse manualmente carreteras y cortafuegos que los vehículos utilizan rara vez.

Al comparar la labranza del terreno con medios manuales y mecánicos, Delwaule, del Centre Technique Forestier Tropical (CTFT), Niamey, llegó a la conclusión de que una buena labranza mecánica del terreno permite obtener mejores resultados que la buena labranza manual. Observó, sin embargo, que en la preparación del terreno por medios manuales los resultados siguen siendo buenos, y que en la elección de uno u otro de estos métodos pueden influir otros factores. Habría que observar que estos fueron los resultados obtenidos de una prueba realizada en condiciones sahelianas con 625 mm de precipitaciones y subsolado cruzado con una máquina de marcha ultralenta D-7 y pozos de 60 x 60 cm horadados a mano.

El medio rural avanza muy despacio, y no se debe ni pensar en implantar a la carrera la silvicultura.

Es posible decir como conclusión, pues estas son cuestiones puramente técnicas, que pueden efectuarse de forma manual todas las operaciones que conducen al éxito de las plantaciones forestales en el Sahel. Han sido otras las consideraciones que han impulsado las plantaciones sahelianas hacia una tecnología en la que se consume demasiada energía. Estas son el tamaño de las parcelas forestales, su organización, la mano de obra disponible, la supervisión de grupo y los problemas de índole económica y social.

La crisis energética tiende a afectar el modelo actual. Pero, ¿hasta qué punto puede ser reemplazada por máquinas la mano de obra de las zonas rurales, que ya de por si es muy solicitada?

Conciliación de los calendarios

Para contestar a la pregunta hay que empezar por estimar las necesidades de mano de obra, examinar el calendario de las operaciones y confrontarlo con el calendario agrícola y sus necesidades de mano de obra. Si están en conflicto estos dos calendarios, habrá que decidir que se permita a las faenas evolucionar hacia la mecanización intensiva. Si no hay conflictos, convendrá que los ingenieros forestales sahelianos retornen a métodos en que se utiliza más la mano de obra. Con todo, quizás sea posible llegar a ciertos acuerdos.

Suponiendo que todas las operaciones se hagan a mano, será posible estimar la mano de obra necesaria y su disponibilidad.

La eliminación de árboles y tocones puede efectuarse solamente durante el periodo de las lluvias, cuando el terreno se encuentra empapado de agua, desde el 20 de junio hasta el 10 de octubre, es decir, durante 110 días, con la fuerte probabilidad de que en algunos anos este periodo se reduzca a 90 días (1° de julio a 30 de septiembre). Esta faena requiere 7,7 días de trabajo por m² de superficie básica (T.G. Allan y E.C.G. Akwada) y en la sabana con madera en pie, de 7 a 10 m² de superficie básica por hectárea, se necesitan 65 hombres por hectárea. Tratándose de un rodal de 500 ha, esta cifra es de 32500 días/hombre, es decir, hay que emplear permanentemente 295 trabajadores durante los 110 días en que es posible extraer los tocones.

Extracción de madera y apilamiento de restos

La extracción de madera después de la remoción de los tocones, así como el apilamiento de los restos y la quema de desechos, son operaciones que se pueden llevar a cabo durante casi toda la estación seca, hasta el 31 de mayo como limite máximo. Estas operaciones requieren asimismo 65 a 70 días laborables por hectárea y 32 500 a 35 000 días/hombre pare 500 ha. Aun con el modelo sumamente mecanizado de que aquí se trata, estas operaciones requieren 25 270 días de trabajo. Para llevar a cabo estas operaciones en 230 días (10 de octubre 31 de mayo) se necesita una fuerza laboral permanente de 152 trabajadores no calificados.

Con todo, aún suponiendo que la plantación funcione enteramente a mano, la excavación constituye por cierto una labor del terreno pare la que hay que horadar, antes de las primeras lluvias, agujeros de 60x60 cm. Según Delwaule, si ha de ejecutarse bien esta faena, no debe esperarse más de 10 hoyos por día/hombre en terreno ferruginoso tropical con textura arenosa.

Si se tiene en cuenta que el terreno estará ya algo reblandecido por la extracción de los tocones y se espera obtener 30 hoyos diarios por hombre, suponiendo una densidad de plantación de 1 372 plantas por hectárea, esta faena representará casi 22 000 días/hombre que habrá de realizarse en 80 días, es decir, que habrá que tener 275 hombres empleados permanentemente desde el 10 de marzo hasta el 31 de mayo. Delwaule trace notar asimismo que habría que organizar a esta - fuerza laboral en grupos de 20 trabajadores bajo la supervisión de un jefe de equipo cada uno. Si se tiene en cuenta la colocación de estacas, habrá que movilizar una fuerza laboral permanente de más de 300 personas.

SE PREPARA LA TIERRA PARA UN NUEVO BOSQUE EN MALÍ el costo de utilizar maquinas, contra la necesidad de recursos renovables

Para la plantación efectuada en la intersección de los surcos del subsolado se necesitan 1 322 días/hombre pare 500 ha. A esta cifra debe agregarse, en el cave de excavación manual, el relleno de hoyos que se estima en 25 días/hombre/ha, es decir, 1 250 días/hombre. Por consiguiente, pare 2 572 días/hombre de trabajo efectuado en 70 días se requieren 37 trabajadores permanentes.

Para la escarda por medios manuales se necesitan 20 días/hombre por hectárea. En el primer ano se requieren dos operaciones de escarda, entre el 10 de julio y el 10 de octubre, fin del periodo de las lluvias. Para 500 ha se necesitan 20 000 días/hombre en un periodo de 90 días, lo que significa emplear permanentemente durante dicho periodo a 223 trabajadores no calificados.

Para la protección contra incendios hay que escardar cuidadosamente los contrafuegos al terminar la temporada lluviosa entre el 1° de octubre y el 30 de noviembre a más tardar. El sistema de protección involucra unos 675 m² de contrafuegos por hectárea plantada, a razón de 500 m² por días/hombre. Es preciso movilizar un personal de 675 trabajadores durante 60 días.

Calendario agrícola

Cuando el agricultor desmonta sus campos, corta los retoños de los tocones, recolecta y entierra los desechos que quedan en la cosecha, quema los restos, etc., bien sabe que todo tiene que hacerse oportunamente pare que no se le pase el periodo de siembra. Dicho periodo es pare el campesino un momento de frenética actividad y gran inquietud, pues dispone de un limitado número de días pare hacer un éxito de la campana.

Quedan aún ciertas incertidumbres. En efecto, en el clima de Bamako, hay un 50% de probabilidades de que llueva lo suficiente pare que las plantas alcancen la etapa critica de la floración antes del 30 de agosto, por lo que las necesidades de agua restantes se podrán satisfacer únicamente con la lluvia. Con todo, el campesino continuara sembrando y volviendo a sembrar hasta el 10 de julio aproximadamente, con posibilidad es siempre de crecientes de obtener la cosecha correspondiente. Aun en el cave de una variedad temprana de sorgo sembrada el 10 de julio, que llega a su etapa de floración alrededor del 20 de septiembre, Las plantas tendrán únicamente un 50% de probabilidades de satisfacer sus necesidades de agua de lluvia. En la mitad de los caves, las plantas dependen de la reserve que encuentren en el terreno.

Por consiguiente, el periodo de la siembra es de importancia capital pare las poblaciones del Sahel, siendo casi imposible movilizar trabajadores pare actividades como las de la silvicultura desde el momento en que caen Las primeras lluvias hasta que los campesinos se convencen de que han tenido éxito sus propias siembras.

Otro tanto ocurre con el periodo de la escarda, que comienza antes de terminar la siembra. Tres semanas después de la primera siembra, las plantas jóvenes del cultivo alimentario tienen que ser protegidas contra la competencia de las malezas. Las lluvias ocasionan una verdadera explosión de gramíneas y otras plantas herbáceas.

Desde el 20 de junio hasta el 30 de agosto, los campesinos se preocupan constantemente por el estado de sus campos. A ningún miembro de la familia se permite viajar sin motivos válidos. La escarda prosigue hasta la cosecha misma, pero reviste menos intensidad. En esta época, los hombres jóvenes a menudo dejan a la familia en busca de posibles trabajos y de ganar algo de dinero. Luego llega la época de la cosecha, y una vez más se reúner todas las personas sanas pare ejecutar las faenas agrícolas familiares.

La breve pause que deja la escarda se aprovecha igualmente en el desmonte de nuevos campos. El periodo critico de este calendario agrícola se prolonga desde fines de mayo hasta fines de agosto, por espacio de unos cien días. El mundo rural tiene conciencia de que durante este breve periodo se decide su propia supervivencia, y sólo un acontecimiento excepcional puede distraer a los campesinos de sus faenas agrícolas. Este calendario - muy estrecho ya en el cave de las regiones húmedas, como Bamako, en que caen al ano aproximadamente 1100 mm de lluvia - lo es aún más en regiones con precipitaciones inferiores a esta cifra. En Segou, a unos 200 km al norte de Bamako, donde las precipitaciones medias son de 750 mm al ano, el periodo favorable pare la siembra se extiende del 5 al 10 de junio, y el 20 de septiembre es la fecha de la floración del sorgo precoz. La esperanza de que las necesidades de agua se satisfagan con la lluvia unicamente, se reduce en Segou al 10% en vez del 50% previsto en Bamako.

El calendario agrícola indica que los dos períodos críticos de los anos agrícola y forestal coinciden desde fines de mayo hasta fines de agosto. Si hubiera que realizar manualmente todas las operaciones silvícolas, habría que emplear permanentemente pare este periodo unos 600 trabajadores, a los que se sumarían sus jefes de equipo. Esta cifra representa casi el 10% de la población situada dentro de un radio de 10 km, suponiendo que la densidad sea de 20/km², lo cual representaría más de 20% de las personas sanas de la zona. Este cálculo no es realista ni recomendable. Si se considera la estabilidad de las comunidades rurales hay que disponer, pues, de un cierto volumen de mecanización. Pero también hay que tener en cuenta que la mayor parte del trabajo de una plantación consiste en despejar y labrar el terreno. No es menester que estas operaciones se efectúen inmediatamente antes de colocar las plántulas, sino que pueden realizarse igualmente meses antes, pare evitar conflictos con el calendario agrícola durante períodos en que la fuerza laboral local se encuentra disponible e incluso deseosa de encontrar empleo.

Actividad forestal comunitaria: solución del futuro

Arduo es el problema que afrontan los ingenieros forestales sahelianos. Por una parte existe la absoluta necesidad de emprender faenas de repoblación forestal en gran escala pare rehabilitar el Sahel, que ya está degradado ecológicamente, y abastecer a la población y sobre todo a los centros urbanos con los productos forestales indispensables pare su supervivencia, tales como leña gruesa, leña menuda y madera de construcción. Este objetivo parece estar ahora al alcance de la mano gracias a algunos progresos realizados en la elección de especies y de técnicas pare establecer plantaciones.

Subsiste al mismo tiempo la necesidad de mantener dentro de limites razonables la factura de la energía, lo cual induce a utilizar mano de obra humane.

Al parecer la solución estriba en reducir los rodales a dimensiones más humanas, sin contradecir los objetivos generales de la repoblación forestal. El modelo de reducción que se deberá aplicar, por consiguiente, consistirá en llevar los rodales al nivel de la granja. Es preciso llevar las actividades forestales al nivel de las aldeas y la agricultura local, lo cual se intenta conseguir en el Programa Forestal pare el Des arrollo de las Comunidades Locales. No cabe dude de que el porvenir ecológico del Sahel depende fundamentalmente del éxito de la silvicultura comunitaria. Para una explotación racional de los frágiles ecosistemas del Sahel se necesita que todos los agentes económicos que utilizan recursos naturales apliquen el principio del rendimiento sostenido, principio que constituye la base fundamental de la silvicultura.

No obstante, es preciso que se comprenda que la silvicultura comunitaria es una actividad exigente y de larga duración: el mundo rural avanza con lentitud, y no podemos pensar en la silvicultura comunitaria como en una carrera de velocidad.

Por consiguiente, este pensamiento trace volver a los ingenieros forestales a sus responsabilidades inmediatas: la creación de plantaciones industriales con efectos y resultados más inmediatos, siendo inevitable que se llegue en este punto a un acuerdo.

En primer lugar, hay que procurar desarrollar rodales pare madera de construcción de tamaño óptimo, que hagan posible movilizar cantidades de trabajadores fáciles de agrupar y dirigir. Al mismo tiempo es menester que las necesidades forestales no desbaraten ni contraríen los calendarios agrícolas locales basados en el sistema de lluvias. Todas las operaciones que requieren mucha mano de obra y que deben efectuarse en períodos muy activos del calendario agrícola, deberían encomendarse a las máquinas. Hay dos operaciones que pueden caer bajo este titulo: la eliminación de tocones y la preparación del terreno, a las que corresponde solamente algo más del 20% de la factura de aceite combustible.

No es correcto afirmar que la silvicultura saheliana consume demasiada energía. En primer lugar, es muy limitado el desarrollo de operaciones de repoblación forestal de carácter industrial. Por término medio, hay únicamente una operación de este tipo por cada uno de los estados miembros sahelianos del Comité Permanente Interestatal pare la Lucha contra la Sequía en la Zona Saheliana (CILSS).

La explotación y retiro de productos forestales suelen figurar a menudo entre los costos de las plantaciones. Sin embargo, comienza a delinearse ahora una nueva tendencia y en el futuro tendremos que tomar note de sus ventajas y limitaciones. Uno de los objetivos de la silvicultura saheliana es ciertamente producir energía. Seria una paradoja si pare lograrlo se consumiera demasiada energía. Pero la mayoría de los forestales del Sahel y de otros lugares deben recordar que en todas sus actividades el papel principal corresponde al hombre y sus necesidades, que constituyen la razón por la cual él practica la silvicultura.


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