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ALMACENAJE DE LA SEMILLA

La programación cronológica de la cosecha de la semilla de Prosopis y de la subsiguiente plantación puede hacer que sea ventajoso disponer de facilidades para almacenar semilla viable de gran calidad. Antes de almacenar, por supuesto, la semilla debe ser secada correctamente. Durante el almacenaje, la respiración de la semilla debe reducirse al nivel más bajo posible bajando la temperatura de conservación.

La duración del depósito puede ser para plazos cortos, por ejemplo, de hasta un año, o para largos plazos, según las circunstancias. De cualquier modo, las semillas deben guardarse a temperaturas ambientales o en refrigeración.

Almacenaje de corta duración

Si no se dispone de refrigeración, la semilla de Prosopis puede tener que guardarse a la simple temperatura ambiental, aún con sus fluctuaciones diarias y estacionales. Como ya se ha mencionado, la semilla puede ser empaquetada en cajones o bolsas; sin embargo, es preferible empaquetarla en envases herméticos cuando hay que guardarla a la temperatura ambiente, para mantener una humedad constante y, si fuese necesario, para protegerla de los insectos y de otras pestes. Para reducir la humedad y prolongar así la viabilidad pueden colocarse en los envases con las semillas, productos químicos resecantes, como cloruro de calcio, dentro de pequeñas bolsas de tela.

Debe tenerse cuidado de mantener los envases separados del piso y de las paredes, práctica que ayuda a mantener lejos de los envases los insectos, otras pestes y la humedad. Los envases deberán también guardarse de manera que el aire pueda circular a su alrededor, conservando la semilla más seca y más fría. Los excesos de temperatura pueden destruir la capacidad de la semilla de germinar.

Un método más efectivo de conservar la semilla de Prosopis, aún para períodos cortos, es en envases con cierre hermético en una temperatura fría constante, alrededor de 0°C. El contenido de humedad de la semilla guardada en almacenaje frío no debe salir del arco de 4 a 12 por ciento. Para mantener el control de la humedad, deben tomarse mediciones periódicas, de la siguiente manera: se saca una pequeña muestra de semilla del almacenaje en frío y se pesa; se seca la semilla en una estufa a 105°C durante 16 horas y se vuelve a pesar; y el contenido de humedad de la semilla se calcula de la siguiente manera en porcentaje:

Un ambiente para la conservación en frío se trata por lo general de un cuarto aislado y ventilado, y enfriado por medio de equipos de refrigeración. Sin embargo, este tipo de instalación puede no ser accesible debido a razones financieras u otras, en cuyo caso debe buscarse alguna alternativa útil. Por ejemplo, los refrigeradores grandes caseros pueden a menudo ser usados para conservar por lo menos pequeñas cantidades de semilla.

Si falta fuente de energía, puede construirse un ambiente para el almacenaje usando corcho o planchas de madera con estratos de paja intercalados. Las temperaturas en depósitos de este tipo variarán menos que en los externos; por lo general, esto es bueno ya que las semillas conservarán su viabilidad durante más tiempo cuando las temperaturas no están expuestas a grandes fluctuaciones. Un depósito de este tipo de construcción, que es relativamente económico de fabricar, deberá ser diseñado en forma tal que más tarde puedan agregarse unidades refrigeradoras, si se vuelven accesibles las fuentes energéticas.

Almacenaje de larga duración

La mayor parte de lo que se ha dicho arriba para el almacenaje de corta duración para la semilla, se aplica también para una larga duración. Pero cuanto más larga es la duración de la conservación, tanto más importante es mantener un control continuo del ambiente interno del depósito.

La semilla de Prosopis secada al aire a temperaturas ambientales puede mantenerse viable durante varios años. En una oportunidad, semilla de Prosopis juliflora que había sido secada al aire y guardada a temperatura ambiente en un herbario en el sudoeste de los Estados Unidos, mantuvo una viabilidad satisfactoria (60%) durante 50 años. Sin embargo, se repite que la forma más efectiva de conservar la semilla, especialmente por períodos de 3 a 10 años, es dentro de un depósito con enfriamiento.


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