Página precedente Indice Página siguiente


Libros

La polifacética Calliandra

Calliandra: a versatile small tree for the humid tropics. Informe de un cuadro ad hoc de la Comisión Asesora sobre Innovación Tecnológica, Instituto de Ciencias y Tecnología para el Desarrollo Internacional, Oficina de Asuntos Internacionales Consejo Nacional de Investigación, Academia Nacional de Ciencias (NAS) de los EE.UU. En cooperación con Perhum Perhutani, Yakarta, Indonesia. Wáshington, D.C., National Academy Press. 1983

Reseña de Robin Levingston

La monografía semidivulgativa ilustrada de 52 páginas sobre Calliandra calothyrsus Meissn. preparada por un grupo de la NAS, está escrita con entusiasmo y abarca la propagación, las necesidades ambientales, el rendimiento, la producción y la ordenación de la planta; además contiene explicaciones útiles. La especie se introdujo en Indonesia a partir de Centroamérica en 1936 como un posible cultivo leguminoso para dar cubierta al café. Su actual difusión en Java, que tiene una gran densidad de población, reduce la presión sobre la vegetación natural y contribuye a la conservación de los suelos en las muchas laderas empinadas de las cadenas montañosas centrales y en los picos volcánicos de la isla.

Este arbusto leguminoso, alto y leñoso, con una gran capacidad para la producción de monte bajo, es objeto de atención como un posible arbusto de introducción artificial para breves períodos de barbecho que puede producir leña muy calorífica, forraje y néctar para la miel. Calliandra tolera una gran variedad de suelos ligeramente ácidos con un buen drenaje a altitudes entre 150 y 1500 m y climas tropicales húmedos con precipitaciones de más de 1000 mm.

La obra contiene 21 referencias seleccionadas, por desgracia sólo en inglés o con resúmenes en inglés, detalles de proveedores de semillas, de los miembros del grupo y una lista útil de publicaciones de BOSTID (Board on Science and Technology for International Development). Hay algunas lagunas e inexactitudes, por ejemplo (pág. 5) «hasta ahora no se ha obtenido información sobre el crecimiento de Calliandra en diferentes condiciones climáticas y de suelos» y pág. 20, «el hábitat natural de Calliandra es Centroamérica... donde no parece que se haya estudiado ni cultivado». Hay al menos dos estudios de trabajos realizados en Centroamérica que desmienten esos asertos: Especies con potencial para la reforestación en Honduras (J. Bauer, COHDEFOR, 1982) y Comportamiento de Calliandra calothyrsus en dos sitios en Costa Rica» (CATIE, 1980).

Robin Levingston es oficial de la Dirección de Recursos Forestales, Departamento de Montes, FAO, Roma.

Botánica tropical: las publicaciones del laboratorio de Montpellier

Al celebrar su décimo aniversario, el Laboratorio de Botánica Tropical de la Universidad Científica y Técnica de Languedoc, que comenzó sus actividades en 1972, ha puesto a disposición del público un catálogo de sus publicaciones.

Desde su establecimiento, el Laboratorio ha intentado dar a sus actividades una orientación bien definida: una representación gráfica de las formas y estructuras de las plantas, haciendo hincapié en la arquitectura de los árboles y en los perfiles de los bosques; contactos estrechos con los trópicos, con particular atención a los bosques húmedos, especialmente de Gabón, Guyana e Indonesia: un interés marcado en el uso de las plantas por la población de las zonas tropicales, y por consiguiente en los problemas de los países en desarrollo; y, por último, la propagación de sus actividades buscando empleo apropiado para sus antiguos alumnos, de lo cual se ha beneficiado un número considerable de ellos.

La lista de los informes, tesis y publicaciones contenidas en el catálogo, y el catálogo mismo, pueden obtenerse gratuitamente pidiéndolos a: Laboratoire de Botanique tropicale, Institut de Botanique, 165 rue Auguste Broussonnet, F34000 Montpellier (Francia).

Entre las obras citadas, tres, en particular, merecen especial atención:

«Premier temps de la régénération naturelle après exploitation papetière en forêt tropicale humide (ARBO-CEL-Guyane).» Tesis doctoral de H. de Foresta. 1981. 114 págs.

Con la ayuda de una serie excelente de dibujos y fotografías, el autor resume en este documento los resultados de una misión de ocho meses en la Guayana Francesa. Se había talado una parcela de bosque primario situada a algunos kilómetros de la aldea de Sinamary, a fin de obtener material para la producción experimental de papel. El autor estudia el aspecto de esta parcela tres años y medio después de la tala y analiza las especies precursoras que caracterizan su regeneración.

«Autoécologie et developpment de quatre espèces de bois commerciaux de la forêt de Sumatra, Indonésie.» Tesis doctoral de Tri Binarko Suselo. 1983. 100 págs.

Este trabajo, ilustrado también con muchos dibujos y fotografías y seguido de un anexo formado por perfiles forestales, estudia las modalidades de crecimiento vegetativo de cuatro especies útiles. Se analizan tres de las especies, pertenecientes al género Shorea, de crecimiento relativamente rápido, que representan más de la mitad de la madera exportada por Indonesia. La cuarta, Eusideroxylon zwageri T y B, es una especie en peligro de extinción porque su distribución geográfica es muy limitada y la demanda muy grande. La madera posee una característica notable: es tan densa que no flota en el agua.

«Réitération et construction des cimas chez quelques arbres de Malasie.» Diploma de estudios ecológicos avanzados. V. Munsh y S. Bujadoux. 1981. 39 págs.

Durante un curso de dos meses en Malasia los autores de este estudio abordaron la idea de la reiteración como una estrategia de crecimiento, idea que representa una etapa reciente en el análisis de la arquitectura de los árboles. El trabajo examina varios individuos de la misma especie e identifica algunas características arquitectónicas. Señala que la reiteración no se produce en todas las especies del mismo modo y que es necesario definir la estrategia apropiada para cada árbol particular. Fotografías aéreas tomadas desde lo alto de una torre en el bosque de Pasoh permitieron a los autores representar las reiteraciones más frecuentes en la cubierta del vuelo. Las observaciones de los autores son el resultado de una investigación realizada en el arboreto del Instituto de Investigaciones Forestales de Kepong, en las plantaciones de hevea del Instituto de Investigaciones sobre el Caucho de Malasia y en el bosque de Pasoh.

Fay Banoun, Roma

Enseñanzas de la deforestación en el pasado

Global deforestation and the nineteenth-century world economy. Edición a cargo de R.P. Tucker y J.F. Richards. 1983. Duke University Press, Durham, N.C. ISBN 0-82230482- 1

Reseña de L. Roche

Un libro titulado Global deforestation and the nineteenth-century world economy merece seria atención. El título es, desde cualquier punto de vista, exhaustivo, atractivo, e incluso apasionante. Podría pensarse en un grupo de eruditos y expertos trabajando durante muchos años para preparar un volumen definitivo, la última palabra en la materia. Nada de eso. Los encargados de la edición de este libro, un pequeño tomo de 177 páginas, son otra cosa. Su trabajo es rápido, e incluso espontáneo. Las ideas no están concebidas en los jardines de Academo, sino - literalmente, como ellos mismos reconocen sin rodeos - en una taberna. Podría afirmarse que eso no tiene nada de malo, si no fuera porque el libro resultante y en particular la sección introductoria, presenta, tanto por su estilo como por su contenido, señales inconfundibles de ese origen.

Además de un prefacio y de una introducción, hay diez capítulos, escritos por distintos autores, que en su mayoría son estudios de casos, de diversa calidad e interés, sobre aspectos del desarrollo agrícola y la deforestación en varios países. Las regiones geográficas tratadas incluyen, en este orden, el estado de Ohio (Estados Unidos), la costa del Pacífico de los Estados Unidos, las Filipinas, el sudeste del Brasil, el Deccan de Bombay, Karnataka (India), la baja Birmania, China, Japón, el Himalaya occidental y el Níger central.

ESCUELA DEL GOBIERNO EN GUYANA el crecimiento demográfico acelera la deforestación

UN EJEMPLO DE DEFORESTACION TROPICAL visión histórica del tema

¿Quiénes son los destinatarios de este libro y qué se pretende demostrar con él? Los editores dan una respuesta a la última pregunta pero no a la primera:

Partimos de la hipótesis central de que, a lo largo del siglo XIX, antes de que se iniciaran los catastróficos cambios globales de 1914, el gran aumento de la demanda de productos agrícolas, surgido en el núcleo de las sociedades metropolitanas de Europa, América del Norte y Japón, fue la causa principal del rápido agotamiento de la madera y los recursos forestales.

Toda la introducción pretende, seleccionando las referencias a los artículos del libro, justificar esa hipótesis, aunque los propios artículos no la justifican. La introducción va incluso más lejos. Está llena de epítetos tendenciosos como «colonialismo o neocolonialismo occidental», «penetración blanca», «presiones coloniales para el desarrollo»; epítetos que no aclaran la cuestión y sólo logran indicar la preocupación ideológica simplística de los encargados de la edición.

La imprecisión del lenguaje, las afirmaciones inexactas y el uso indiscriminado de términos emotivos invalida la sección introductoria del libro, y en consecuencia influye negativamente en su efecto global. Bastarán algunos ejemplos:

En contraste con esas fronteras de la población blanca, en la India y en la China grandes civilizaciones han cultivado desde hace mucho tiempo grandes cuencas fluviales y han asentado en ellas poblaciones relativamente densas En el siglo XIX se realizaron en esas cuencas nuevos desmontes para cultivos comerciales, incluyendo la extensión acelerada de viejas estructuras agrícolas a los intersticios de las viejas tierras y a tierras más altas de las colinas, más marginales para la agricultura, pero muy boscosas hasta la llegada de los europeos.

No es necesario leer el artículo correspondiente del libro para saber que los europeos no influyeron prácticamente en la deforestación de las tierras montañosas de la China en el siglo XIX y que las causas de la deforestación en ese país eran totalmente distintas y venían actuando desde hacía siglos. Por lo que se refiere a la silvicultura, el principal resultado de la presencia europea en el norte de la India en el siglo XIX fue el establecimiento de uno de los primeros y más eficaces servicios forestales del mundo, y de un sistema de reservas forestales en el Himalaya y en otros lugares del subcontinente donde los bosques estaban amenazados.

Eso es lo que hay que decir de las opiniones y observaciones de los encargados de la edición. En su mayoría son pretenciosas, denotan falta de erudición y simplemente menoscaban el interés general del libro, que contiene artículos valiosos. Seis de ellos están escritos por historiadores, dos por geógrafos y uno por un economista. A pesar de su procedencia académica, es evidente que los autores de los diversos artículos no han logrado cumplir debidamente los objetivos del libro, tal como se concibieron originalmente. Las limitaciones son demasiadas.

En primer lugar la deforestación ha sido un proceso continuo desde los albores de la historia. Sus causas y consecuencias han sido las mismas a lo largo del tiempo y del espacio. La causa principal, cualquiera que sea el sistema político vigente, es casi siempre un aumento de la densidad de la población del hombre y sus animales domésticos, y la consiguiente difusión de la agricultura, la industrialización y la urbanización en los terrenos forestales. En segundo lugar, la deforestación moderna, en una escala y proporción significativas en términos globales, es sobre todo un fenómeno poscolonial; en este caso también, la causa principal es el masivo crecimiento demográfico. A principios del siglo XX la mayoría de los bosques tropicales del mundo estaban todavía intactos.

A pesar de la contradicción entre el propósito proclamado del libro y la información objetiva presentada en sus diez capítulos, hay en él algunas enseñanzas importantes para los economistas y planificadores que participan en la preparación de los planes nacionales de desarrollo. Las enseñanzas son sencillas pero, con todo, de enorme importancia' En primer lugar, en los países en desarrollo la agricultura - en particular, la agricultura campesina - y la silvicultura deben considerarse como sistemas de uso de la tierra del todo interdependientes. La segunda enseñanza, estrechamente vinculada a la anterior, es que la destrucción de los bosques indígenas de los que depende tradicionalmente la población local (quizás 60 millones de personas sólo en la India) es a menudo una causa importante de las perturbaciones en el medio rural en nuestros días, sobre todo cuando la industria no ha progresado lo suficiente para absorber al menos una parte de la población rural pobre. Cientos de miles de personas se ven privadas de una gran variedad de productos y medios de subsistencia procedentes de los bosques, y su modo tradicional de vida amenazado.

Como Adas señala en el capítulo 6, en relación con la deforestación en la baja Birmania, «la falta de acceso a muchos productos que antes se obtenían de los bosques fue una de las causas de las agitaciones agrarias que marcaron el fracaso de la economía de Birmania, basada en el sistema de concesiones, en los últimos decenios del gobierno británico». Vale la pena citar íntegramente una observación de Richards y McAlpin sobre las consecuencias sociales de la deforestación en el Deccan de Bombay y en Karnataka (capítulo 5) porque resume lo que puede decirse sobre las consecuencias de la deforestación para la población local, en muchos países tropicales:

Para varias castas de pastores, la desaparición de gran parte de la jungla no cultivada supuso una grave reducción de los pastos para sus rebaños de ovejas y cabras. Para los cultivadores campesinos, la reducción de las tierras forestales entrañó la necesidad de comprar los materiales combustibles y de techado, que sus padres y abuelos podían obtener fácilmente con el mero trabajo de corta y recogida. Para los pequeños comerciantes de las aldeas, medicinas, tejidos, curtientes, alcohol, frutos, miel, cera y otros productos forestales baratos de obtener, a menudo mediante el trueque, de los Bhils y otras tribus, habían encarecido y ya no eran fácilmente accesibles. Para todos los miembros de la sociedad, la pérdida de las tierras forestales cercanas eliminó una fuente de recursos para el ganado y el hombre en tiempo de sequía y escasez. En momentos muy difíciles, podía encontrarse en la jungla forraje para el ganado y alimento para el hombre.

La historia forestal recibe ahora poca atención en los programas de las instituciones dedicadas a la formación académica en silvicultura. Quizás por esa razón es actualmente raro encontrar especialistas en ese campo que tengan también formación forestal, y los autores de las contribuciones a este libro no tienen, en cuanto puede apreciarse, esa formación. Puede ser también la razón por la que tantos países en desarrollo no parecen haber aprendido mucho de la experiencia de la deforestación anterior en el mundo industrial. Por esos motivos y porque el libro contribuye a dar una idea de las causas y consecuencias de la deforestación, a pesar de los esfuerzos de los encargados de la edición, se recomienda a todos los interesados en el futuro desarrollo de la agricultura y la silvicultura, especialmente en los trópicos.

Laurence Roche es profesor y Jefe del Departamento de Silvicultura y Ciencias de la Madera, Colegio Universitario de Gales del Norte, Bangor, North Wales, Reino Unido.

UNA CARACTERISTICA DEL PINUS CEMBRA L. es su estructura de cinco agujas

El pino de las nieves

Le pin cembro (Pinas cembra L.). L. Contini y Y. Lavarelo. Instituto nacional de investigación agronómica, París, 1982. Ilustrado con dibujos. 197 págs.

Este pino de cinco agujas, que se encuentra en varios lugares de las pendientes subalpinas de los Alpes y los Cárpatos, se consideró durante mucho tiempo en Francia como un pariente pobre entre las diversas especies. En el pasado le superaba en popularidad el alerce, cuya madera no se pudre y arde bien. En este libro Contini y Lavarelo intentan, con ayuda de datos obtenidos del Inventario forestal nacional y de sus propios ensayos, reavivar el interés por el pino cembro en Francia y darle la posición que ocupa en Suiza, Italia, Austria y los países del este.

Diezmado por incendios provocados para formar pastizales y víctima de una mala regeneración natural, el pino cembro ha declinado a lo largo de los siglos, cediendo terreno a otras especies. Su crecimiento es lento, y sólo alcanza la madurez sexual de los 40 a los 66 años. Sus semillas, pesadas y desprovistas de alas, no se diseminan con el viento y generalmente no se propagan más allá de la cubierta de la planta madre.

Dado lo incierto de la regeneración natural, a menudo es necesario acudir a la reforestación, sobre todo mediante plantas producidas en viveros, ya que los injertos, la hibridación y la siembra no han dado buenos resultados.

Sin embargo, en muchos aspectos el pino cembro es una madera de calidad excepcional. Es la especie que crece a mayor altitud en los Alpes y que resiste más a la sequía, a las heladas y a los vientos fuertes. Da buenos resultados tanto a la sombra como al sol. Un sistema de raíces muy desarrollado le permite establecerse en suelos poco profundos. Además, si encuentra una frescura constante, este pino puede incluso crecer en la roca desnuda. Gracias a esas características, el pino cembro es particularmente apropiado para la lucha contra la erosión, la regulación de cuencas hidrográficas y, por su capacidad para estabilizar la nieve, para la contención de aludes.

Aunque han disminuido la presión humana y el pastoreo de montaña, que durante mucho tiempo han sido una amenaza grave para su supervivencia, actualmente está surgiendo un nuevo problema, particularmente grave, que los silvicultores seguramente no habían previsto: el esquí fuera de las pistas.

Fay Banoun, Roma

Los bosques de la Guayana Francesa

Manuel d'identification des bois tropicaux, tomo tercero: Guayana Francesa. P. Détienne, P. Jacquet y A. Mariaux. Centro técnico forestal tropical, Nogent-sur-Marne. 1982. Numerosas ilustraciones, 315 páginas.

Este manual, el tercero de una serie dedicada a la identificación de los bosques tropicales por su anatomía, tiene particular importancia ya que se propone establecer, quizás por primera vez, un inventario de los árboles de la Guayana Francesa. El primer volumen de la serie introdujo un método de identificación mediante tarjetas perforadas y el segundo aplicó este método a una gran selección de árboles en Guinea y en el Congo. El presente trabajo analiza los bosques de la Guayana Francesa.

Los investigadores debían emprender un estudio anatómico de las especies recogidas en los bosques de la Guayana. Se sabe muy poco sobre la flora en esa zona y cada vez hay más interés por el desarrollo y la utilización de esos recursos forestales.

La clasificación adoptada por los autores es la mera enumeración de las familias, géneros y especies por orden alfabético, reduciendo al mínimo la nomenclatura científica y dando los nombres vulgares correspondientes. Al final del manual hay un índice alfabético de nombres científicos, seguido por otro de nombres vulgares.

Esta obra no dejará de interesar tanto al especialista en anatomía, que encontrará en ella información científica valiosa, como al lector profano que desee tener algún conocimiento de los bosques de la Guayana y cuyos esfuerzos se verán facilitados por el uso de nombres vulgares, además de los científicos.

Fay Banoun, Roma

Expansión del monte bajo

Culture de biomass ligneuse-taillis à coarte rotation. Preparado y publicado por AFOCEL (Association Forêt-Cellulose). Paris, 1982. Numerosas ilustraciones. 214 págs.

Ya se trate de la sylvae caeduae de los romanos, que conocían bien el modo en que algunas especies se propagan de nuevo a partir del tocón, a la sylvae minutae de la Edad Media en los alrededores de los bosques de propiedad de los grandes nobles o, por último, el «monte bajo de rotación a corto plazo», como se denomina hoy la técnica, este método de explotación figura entre los más antiguos conocidos en la silvicultura. Pero, mientras los productos que se obtenían en tiempos pasados eran estacas o postes, hoy la demanda industrial (picas y troncos descortezados) requiere una producción muy elevada por unidad de superficie.

Los autores de este libro - todos ellos investigadores y técnicos forestales de AFOCEL - han llegado a la conclusión de que, si se quiere obtener una biomasa aérea anual de 12 toneladas de materia seca por hectárea con un costo mínimo en régimen de cultivo intensivo en los climas europeos, debe disponerse de un material vegetal diferente del que ofrece el bosque natural.

Tomando el sur de Francia como zona de ensayo, AFOCEL ha estudiado en 30000 experimentas el comportamiento y el rendimiento de varios clones de Asia, América, Nueva Zelandia y algunos países de Europa. Los esfuerzos de investigación se han centrado en álamos, eucaliptos. secoyas y algunas coníferas, y han demostrado que la elección de un material básico considerablemente mejorado es el único modo de lograr los niveles deseados de producción.

El libro concluye con un estudio de los aspectos económicos de la producción de monte bajo de rotación a corto plazo, teniendo en cuenta los diferentes métodos de trabajo y los tipos de equipo actualmente usados.

Las investigaciones sobre esta materia están evidentemente lejos de haber terminado. Probablemente no terminarán nunca, si las necesidades de madera para la producción de energía, las industrias químicas y las de trituración continúan aumentando, como prevén los futurólogos. Pero puede decirse ya casi con toda seguridad que la producción intensiva de materia leñosa mediante el monte bajo de rotación a corto plazo aumentará mucho en el futuro.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente