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Los diez primeros años

Marcel Leloup

Marcel Leloup, primer Director de Montes de la FAO, examinó el primer decenio de actividades forestales en el número que conmemoraba el décimo aniversario de Unasylva. Formular una política global aplicable a países con diferentes condiciones geográficas, políticas, culturales y económicas fue una tarea ardua y lenta. Los objetivos y el plan de acción se combinaron en una política forestal global. A continuación se indican algunos de los Puntos más importantes.

Objetivos

Facilitar a un mundo en expansión los productos forestales útiles, en las cantidades y calidades deseables, para asegurar su subsistencia y bienestar: tal era en términos muy generales el objetivo que la Conferencia de Quebec (1945) habla señalado a la FAO.

Teniendo en cuenta estos hechos, la Dirección de Montes de la FAO no tardó en percatarse de que debía concentrar su programa de actividades en cuatro objetivos técnicos esenciales. Esos cuatro objetivos eran y siguen siendo:

a. El aumento del rendimiento de los montes explotados actualmente. Incluso en los países más adelantados desde el punto de vista forestal, se reconoce que este aumento es factible, bien sea sometiendo los montes a métodos racionales de ordenación, o bien aprovechando en mayor medida las técnicas que gracias a las investigaciones forestales se perfeccionan sin cesar.

b. La reducción de residuos. Esto se refiere no sólo a los residuos resultantes de la transformación primaria de la madera, sino también a los de explotación, inclusive los árboles abandonados en las cortas, por no existir actualmente para ellos aprovechamiento económico. También en este campo pueden conseguirse progresos considerables.

c. La explotación de las selvas vírgenes. La explotación de nuevos bosques se impone de manera casi automática cuando, como sucede en el Canadá o en la URSS, tales bosques son capaces de proveer maderas de alto valor económico, particularmente de especies de coníferas. Mucho más difícil resulta en las regiones tropicales donde existe una gran masa de bosques, ya que exige por de pronto la valorización de las maderas que encierran, luego la instalación de industrias capaces de transformarlas y, con frecuencia, por último, una verdadera colonización humana de las zonas en cuestión.

d. La plantación de nuevos bosques. Aparte toda consideración económica, la constitución o la reconstitución del bosque en los terrenos peligrosamente expuestos a la erosión es una necesidad. Pero, bien sea en escala local para ciertas colectividades, en escala nacional para numerosos países, o, como lo han demostrado los estudios efectuados en el transcurso de estos últimos diez años por la Dirección de Montes, en escala regional para ciertos continentes, la plantación de nuevos bosques es indispensable si se quiere hacer frente al incremento previsible de las necesidades de madera.

Plan de acción

Tomando en cuenta los progresos que hay que lograr, la Dirección de Montes ha elaborado un plan de acción que consta de quince puntos. A pesar de haber sido formulado en 1951, dicho plan es todavía válido. Los puntos en cuestión corresponden a las quince líneas de actividad de la Dirección y pueden describirse esquemáticamente como sigue:

1. Política forestal. Asesorar a los gobiernos en la formulación y ejecución de una política forestal nacional que corresponda a la importancia económica relativa de los montes en cada país, y que tenga por objetivo a la vez el aprovechamiento correcto de las masas forestales y el desarrollo racional de las industrias forestales correspondientes.

Coordinar las políticas forestales nacionales en el ámbito internacional mediante la labor de las Comisiones Regionales Forestales y de la Conferencia de la FAO.

2. Inventarios forestales. Asesorar y ayudar a los gobiernos en la preparación de sus programas nacionales de inventariación forestal y en la aplicación de los mismos, con objeto de obtener resultados más exactos e internacionalmente más comparables.

Compilar las estadísticas obtenidas para la preparación y publicación de estimaciones regionales y mundiales que sirvan de base a la coordinación de las políticas forestales nacionales en un plano internacional.

3. Economía y estadística forestales. Estimaciones tipo del costo de las operaciones forestales y compilación de las cifras correspondientes para que puedan compararse los diferentes métodos de llevar a cabo económicamente dichas operaciones, y de calcular el precio de costo de los diversos productos forestales.

Recoger. compilar y divulgar regularmente las estadísticas sobre los montes y los productos forestales, con objeto de facilitar a los gobiernos cifras al día, completas y objetivas. Mejorar las estadísticas nacionales mediante métodos de recogida más fidedignos.

4. Enseñanza. Asesorar y ayudar a los gobiernos a difundir entre el público la noción de la importancia que los montes y la silvicultura tienen en la economía nacional.

Brindar las facilidades necesarias para la enseñanza a los técnicos madereros y silvícolas, para la formación profesional del personal forestal subalterno y la capacitación de los obreros forestales e industriales.

5. Conservación de aguas y suelos. Conseguir que todos reconozcan el papel esencial que desempeñan los montes y los pastos en la regularización del régimen de aguas y la conservación del suelo.

Asesorar a los gobiernos en la implantación de una política de aprovechamiento racional de las tierras, principalmente de los terrenos emboscados y de los pastizales que ocupan la mayor parte de las cuencas colectaras.

6. Conservación y mejoramiento de los pastizales forestales. Asesorar y ayudar a los gobiernos con vistas a la adopción de una política racional de aprovechamiento y conservación de las vastas extensiones que, al mismo tiempo que sirven de pastizales naturales para el ganado, desempeñan una función eminente, aunque desgraciadamente con harta frecuencia ignorada, de protección de los suelos agrícolas y regularización del régimen de aguas.

Coordinar estrechamente tal política con la política forestal.

7. Silvicultura y ordenación de montes. Asesorar y ayudar a los gobiernos en la aplicación de métodos silvícolas apropiados a todo tipo de monte, bien sea que cumplan una función protectora, de producción, u otra importante.

Fomentar las investigaciones forestales; estudiar y divulgar las técnicas que aseguren un mayor incremento de las masas y el mejoramiento de la calidad de los productos forestales.

8. Plantaciones y repoblaciones. Fomentar las investigaciones y ayudar a los gobiernos a conseguir la extensión de los montes a las tierras rasas o denudadas de acuerdo con los objetivos fijados en cada caso por las políticas forestales nacionales.

Perfeccionar y divulgar las técnicas modernas tendientes a la creación 0 a la restauración de montes mediante plantaciones 0 siembras artificiales, técnicas que habrán de adaptarse debidamente a las diferentes condiciones edificas y climáticas.

9. Protección de los montes. Ayudar a los gobiernos en la búsqueda de métodos técnicos y administrativos de lucha contra los incendios, los insectos y las enfermedades.

Fomentar la firma de convenios internacionales para la lucha contra la propagación de tales plagas.

10. Equipo y maquinaria. Fomentar el empleo del material moderno indispensable para una explotación económica y racional de los recursos forestales y la transformación industrial de sus productos.

Recoger los datos facilitados por los fabricantes de maquinaria y equipo, analizarlos y publicarlos en forma de catálogos. Estimular a dichos fabricantes a que produzcan herramientas y máquinas que respondan exactamente a las necesidades de la explotación forestal.

Mejorar las condiciones de trabajo en los montes.

11. Modernización e integración de las industrias forestales. Fomentar en todos los países una transformación gradual del aprovechamiento de los montes en una integración debidamente estudiada de las industrias forestales con el bosque. Tal integración implica la ordenación de los terrenos emboscados en base al rendimiento sostenido, de forma que el monte pueda alimentar con productos forestales en cantidad y calidad determinadas a un grupo óptimo de industrias.

Mejorar y modernizar las industrias existentes consiguiendo un mayor rendimiento de todas las operaciones.

12. Conversión química de la madera. Fomentar las investigaciones en el campo de la química de la madera.

Asesorar y ayudar a los gobiernos en la creación de nuevas industrias, la aplicación de técnicas modernas y el mejoramiento general de la utilización química de los productos forestales, ya que dicha utilización constituye la única posibilidad de explotar económicamente las masas mixtas, las maderas de calidad inferior y los residuos de las operaciones de explotación así como los de la transformación mecánica.

13. Transformación mecánica y normalización. Tratar de conseguir un aprovechamiento más racional de las maderas.

Facilitar el intercambio comercial de productos forestales buscando especialmente la uniformación de los contratos de exportación.

Conseguir llegar a un acuerdo general sobre la normalización en cuanto a terminología, medición, dimensiones, calidades y ensayo de las maderas comerciales y de todos los productos forestales primarios.

14. Políticas de producción y de distribución. Ejercer un control permanente sobre el curso de la situación en cuanto a la producción y el comercio de productos forestales primarios y actuar en el plano internacional con vistas a ajustar, en la medida de lo posible, las disponibilidades a la demanda.

15. Fomento del consumo. Actuar en escala nacional e internacional para elevar el consumo de productos forestales a un nivel capaz de asegurar a los habitantes de todo el mundo habitaciones decentes y un tenor general de vida adecuado.


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