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El mundo forestal

Polen para alimentos

Como sus colegas australianos (véase la reseña sobre el proceso «Scrimber» en esta sección) los investigadores forestales chilenos están también experimentando nuevos productos del pino radiaba. Recientemente, la Corporación Nacional Forestal de Chile (CONAF) ha terminado en Concepción un estudio poco habitual sobre la recolección y elaboración del polen de pino para fines alimentarios. El proyecto nació de una de las ideas ganadoras del concurso convocado en noviembre de 1985 por la Confederación de la Producción y el Comercio para generar nuevas formas de empleo remunerado en el medio rural.

La idea fue sugerida por Manuel Pedreros, investigador químico que ha trabajado para la CONAF, en la región. El proyecto se inició en enero de 1986 con financiamiento de la CONAF de conformidad con las ideas lanzadas por el investigador Pedreros. La fase inicial de trabajo sobre el terreno comenzó en abril. A tal fin, se buscaron los instrumentos y los materiales más adecuados para la tarea de recolección. Se analizaron las distintas alternativas, y se dio preferencia a las de bajo costo y ejecución fácil.

Esta fase continuó hasta fines de junio, cuando se inició el proceso mismo de recolección y elaboración, lo cual dio trabajo a un promedio de 45 personas al mes hasta octubre. La labor se centró en sectores costeros y zonas interiores de secano de la provincia de Concepción, donde se establecieron parcelas de ensayo de 400 m² para la recolección de flores de pino radiaba y pino pinaster o marítimo, de diferentes edades en ambos casos.

Las flores cortadas se trasladaron en bolsas de polietileno a la sala de extracción situada en el Centro Nacional de Capacitación Forestal de la CONAF, en Escuadrón. Allí se logró apresurar la maduración sometiéndolas a temperaturas estables de 20 a 22°C, promedio en que la flor se abría y entregaba los granos de polen que contenía. Estos se sometieron después a un proceso de tamizado con la finalidad de eliminar todas las impurezas, obteniéndose así un producto puro.

En los cuatro meses, se recogieron cerca de 4000 litros de polen equivalentes a 150 kilos de materia prima. Al parecer, es mayor la producción del pino marítimo que crece en estado totalmente natural, sin la intervención del hombre. Se observó que un árbol adulto genera alrededor de 2 litros de polen y que una hectárea puede producir hasta 2000 litros anuales.

Cada trabajador puede recoger diariamente unos 20 litros en estado de flor, pero la elaboración para obtener el polen puro reduce la sustancia en un 90 por ciento. Así pues, esos 20 litros se transforman en 2 litros, equivalentes a 0,75 kg. del producto final por día de trabajo.

No hay noticias de que se haya intentado la recolección natural de polen para fines alimentarios, y las experiencias anteriores se habían orientado siempre al mejoramiento genético de la especie. La extracción del polen por las abejas (polen apícola) había sido, al parecer, el único método conocido hasta entonces en Chile y en el resto del mundo.

Según Manuel Pedreros, el polen del pino posee 22 aminoácidos esenciales para la vida y 28 aminoácidos suplementarios. Además, contiene minerales, aceites especiales, enzimas, carbohidratos y proteínas, así como todas las vitaminas indispensables para el ser humano, y es un producto totalmente homogéneo. Tiene un olor agradable y no posee sabor definido, lo que permite usarlo como aditivo enriquecedor de cualquier alimento sin que cambie de modo perceptible sus características primarias.

FASES DE LA PRODUCCION CON EL PROCESO «SCRIMBER» desde el tronco sin tratar (parte inferior) al tablón acabado (parte superior)

Actualmente se están realizando estudios sobre otros usos del producto, y se considera que tendrá grandes posibilidades de mercado en Europa y los Estados Unidos, donde se comercializa con éxito el polen apícola.

La Corporación ha prestado pleno apoyo a estas investigaciones teniendo en cuenta, por una parte, la posibilidad de que represente otra alternativa de aprovechamiento del pino y, por otra, que constituye una interesante fuente de ocupación para mano de obra no calificada en sectores rurales, evitando la constante migración a las ciudades.

Otra característica interesante es que la recolección se efectúa en invierno, cuando normalmente es más difícil encontrar un trabajo estable.

Algunas compañías forestales privadas han mostrado interés por participar en esta nueva actividad productiva en las vastas plantaciones de pino de la región. Sólo una de esas empresas proyecta producir 100 toneladas anuales de la materia prima pura, dando con ello ocupación a 600 trabajadores rurales.

En cuanto a la posibilidad de causar daños a los árboles con este proceso de extracción del polen, profesionales de la CONAF han realizado inspecciones de seguimiento en las parcelas de ensayo con objeto de detectar los efectos negativos posteriores. Sin embargo, no se han observado tales efectos.

Chile Forestal (enero-febrero de 1987)

Briquetas en vez de leña

Obligados a restringir la corta de leña, que amenaza con producir una rápida desertificación, los países del Sahel han tenido que encontrar combustibles sustitutivos para satisfacer sus necesidades energéticas.

En consecuencia, el Consejo de la Entente, que agrupa a cinco de esos países (Benin, Burkina Faso, Côte d'Ivoire, Níger y Togo) pidió que se iniciara una serie de estudios sobre el uso de residuos vegetales para la producción de energía. Uno de esos estudios trata del uso de residuos agrícolas en forma de briquetas. Se encargó a la Asociación de la Leña, que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, un proyecto experimental sobre el uso doméstico de las briquetas en Níger.

El proyecto, que duró de septiembre de 1984 a julio de 1985, ensayó hornillos y combustibles. Los ensayos indicaron que un hornillo mejorado portátil de metal era el más apropiado para las condiciones del país y que las briquetas podían hacerse, bien de cáscaras de maní producidas localmente, que tienen muy poco mercado por el momento, o de tallos de mijo. Se realizaron encuestas en una muestra representativa de familias para determinar cuánta leña usaban y qué efectos tenía el uso de las briquetas por esas familias durante seis meses. Los resultados de la encuesta indicaron que las mujeres preferían una mezcla de leña y briquetas, que éstas tenían el atractivo de la modernidad, pero que, si se quería difundir su uso, el precio y la disponibilidad tenían que ser iguales que los de la leña.

Las briquetas ganarán probablemente aceptación, sobre: todo si el precio de la leña; aumenta como consecuencia de la escasez y si el material y el equipo que se use, adaptado a las condiciones locales, permite reducir los costos de producción.

Un nuevo proceso: «Scrimber»

De Australia se reciben noticias de una nueva tecnología para el aprovechamiento de troncos de pequeño diámetro que se está preparando como resultado de las investigaciones de la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization (CSIRO). El proceso y el producto se denominan Scrimber.

Mediante ese proceso se transforman troncos pequeños en piezas de gran calidad estructural, separando la madera en paquetes de fibras conectadas y formando con ellos tablones mediante un adhesivo resistente al agua. De ese modo se utiliza más del 85 por ciento del tronco, frente al 40 por ciento aprovechado con los métodos corrientes de aserrado. Se prevé que el método abrirá nuevos mercados para árboles de plantaciones de siete a diez años, cortados en operaciones normales de aclareo. Aunque el principal programa de desarrollo está centrado en el pino radiaba, el proceso «Scrimber» puede aplicarse a una gran variedad de especies.

El método fue inventado hace 10 años por el investigador de la CSIRO John Coleman, que concibió la idea de romper la estructura de la madera sólo en cuanto es necesario para formar el producto final deseado, en vez de destruir la alineación natural de las fibras y reconstituirla luego, como se hace en los procesos más convencionales.

Después de quitar la corteza, los troncos se aplastan mediante una serie de rodillos produciendo paquetes de fibras conectadas y alineadas que mantienen en gran parte su orientación original. Luego se secan, se les aplica un adhesivo y se les da en caliente la forma deseada mediante una prensa.

UNA PLANTACION DE PINO RADIATA la recogida del polen no perjudica A 105 árboles

La producción el método «Scrimber» es el resultado de ocho años de investigación y desarrollo por las divisiones de productos químicos y tecnología de la madera de la CSIRO y por la empresa Repto Research Pty. Ltd, que estableció una planta experimental cerca de Melbourne. Esa planta produce piezas rectangulares de 200 por 80 mm, pero los investigadores afirman que podrán producirse grandes vigas de dos metros de anchura y 500 mm de espesor.

La primera instalación de producción de «Scrimber» ha sido establecida en Mt Gambier, Australia del Sur, por la South Australian Timber Corporation (SATCO), que es la rama de producción y comercialización del Departamento Forestal de Australia del Sur. La instalación usará pino radiaba de los grandes bosques que circundan el Mt Gambier para producir «Scrimber» en cantidades comerciales.

Según el periodista australiano Geoff Wilson, que se ocupa de cuestiones forestales, el proceso «Scrimber» parece ideal para el aprovechamiento de árboles con un período breve de crecimiento cultivados en las explotaciones agrícolas y en las plantaciones forestales. Wilson indica también que el producto puede ser relativamente caro, orientado hacia el sector de «calidad» del mercado, en vez de competir con la madera aserrada normal.

Ensayos de agrosilvicultura en Gabón

La Unesco y el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia han iniciado recientemente un proyecto de agrosilvicultura en Gabón con objeto de cultivar especies forestales locales e incorporar especies perennes en el sistema agrícola que actualmente es de corta y quema. El proyecto comenzó con una observación de las primeras etapas de crecimiento de esas especies, porque la fase de la plántala es fundamental para la vida posterior. El lugar elegido para los ensayos fue la estación del Instituto de Investigación sobre Ecología Tropical en M'Passa, en la reserva del programa «El hombre y la biosfera» de la Unesco, cerca del ecuador, a una altura de 500 m. Los ensayos llevaron consigo el trasplante, en parcelas experimentales, de plantas recogidas en el bosque tropical; la siembra en un vivero de un gran número de semillas también recogidas en el bosque; la identificación de las condiciones necesarias para la germinación de las semillas, y la observación del tiempo que tardan muchas especies forestales y frutales en germinar en condiciones experimentales.

Este proyecto sirvió como base para la tesis doctoral de Sophie Miquel sobre «Plántulas y primeras fases de crecimiento de especies forestales en Gabón: posibilidades de utilización en la agrosilvicultura» (Plantarles et premiers stades de croissance des espèces foresteries du Gabon: potentialités d'utilisation en agro-foresterie).

La autora observa que, al cabo de un año, la tasa de supervivencia de árboles jóvenes recién plantados en las parcelas experimentales era elevada para las especies de crecimiento rápido, mientras que en las de crecimiento lento era elevada la tasa de mortalidad. También señala que el tiempo de germinación en la estación experimental, donde se realizaron las pruebas en un medio uniforme favorable al crecimiento, era distinto del observado en los bosques, donde la vegetación misma influye en los factores que contribuyen a esa germinación. Por último, la falta de dormición y la germinación rápida representan dos elementos que facilitan el cultivo y la planificación de los períodos de siembra.

En la región donde se desarrolla el proyecto, el sistema agrícola tradicional es el cultivo migratorio, de corta y quema; los cultivos están a cargo de las mujeres, mientras que los hombres cuidan los pocos árboles frutales que crecen cerca de las casas. Los encargados del proyecto tropezaron con dificultades para convencer a los aldeanos de la utilidad de introducir los árboles en las plantaciones de cultivos alimentarios donde, una vez efectuada la cosecha, surge rápidamente una vegetación leñosa espontánea.

En el caso de algunas especies en las que los cultivadores estaban suficientemente interesados, la integración se realizó con éxito.

Uno de los principales objetivos del proyecto era, pues, despertar el interés de las comunidades locales, lo cual ha acercado las especies forestales útiles a los centros habitados, aumentando el uso de plantas nitrificantes sin perturbar el sistema agrícola vigente, e integrando los sistemas agroforestales en las prácticas agrícolas tradicionales.

F. Banoun, Roma

EN EL SAHEL los residuos de, los cultivos puedan ser una nueva fuente de combustible

Bosques ricos, suelos pobres

Nutrient cycling in tropical forest ecosystems principies and their application in management and conservation. Carl F. Jordan, Institute of Ecology, University of Georgia, Athens, Georgia 30602, Estados Unidos de América, John Wiley & Sons Ltd. 1985. 190 páginas.

En los primeros años del decenio de 1980, el Instituto de Ecología de la Universidad de Georgia organizó varios seminarios sobre la ecología de los bosques tropicales. El presente libro es uno de los resultados de esos seminarios. Su finalidad principal es establecer una base científica para el debate en curso sobre la deforestación tropical.

La misteriosa paradoja de, los bosques tropicales húmedos es la siguiente: ¿cómo puede el sistema ecológico más exuberante y más rico mantenerse sobre suelos en apariencia pobres de nutrientes? En otros lugares los bosques ricos suponen suelos ricos y cultivos abundantes. ¿Por qué no sucede así en los trópicos?

Resumiendo, la respuesta del Dr. Jordan es que los bosques tropicales han desarrollado métodos efectivos de hacer frente al estrés ambiental. En su caso, la principal causa de ese estrés no es la falta de humedad, como ocurre en los desiertos, o las bajas temperaturas, como sucede en las latitudes mayores. La causa es sobre todo el aprovechamiento marginal de los nutrientes que se pierden por lixiviación. La diferencia más importante de estos bosques y los de otras regiones del mundo son los mecanismos que han creado para combatir el estrés debido a la pérdida de nutrientes. Tales mecanismos sólo pueden existir y funcionar con éxito en un ecosistema complejo. Cuando hay elementos que perturban el sistema, aumenta el estrés debido a la pérdida de nutrientes.

El objetivo fundamental del libro es, pues, examinar el ciclo de los nutrientes, tema que se trata en cinco capítulos.

El capítulo I señala las razones por las que los nutrientes son lógicamente más críticos en los trópicos que en latitudes mayores. Las temperaturas elevadas y el alto grado de humedad durante todo el año eliminan en gran parte el estrés de la sequía y el frío. Pero esas mismas circunstancias pueden dar lugar a una gran pérdida de nutrientes. En la práctica, esas pérdidas son bajas debido a las adaptaciones efectivas del ecosistema.

El capítulo II explica en detalle cómo los procesos naturales contribuyen a mantener los nutrientes. Sobre todo, esos procesos afectan a las raíces y a la vida subterránea. Las formas de las hojas y de la corteza son otros medios para combatir la pérdida de nutrientes. Por otra parte, unos mecanismos perfeccionados de conservación de los nutrientes son característicos de las especies tropicales.

Las condiciones ambientales de las regiones tropicales varían mucho en tres aspectos principales. El primero, que se examina en el capítulo III, es el relacionado con la exposición del suelo a las condiciones atmosféricas en los ecosistemas forestales de hoja perenne. Aquellos en los que los suelos están muy expuestos a los elementos atmosféricos son los que tienen mecanismos de conservación de nutrientes más perfeccionados. El segundo elemento se refiere a la elevación y el tercero a la humedad. Al parecer, los ecosistemas responden al estrés, cualquiera que sea su tipo, de modo similar.

Aunque el número de elementos nutrientes que se considera esencial para la vida aumenta continuamente a medida que mejoran los métodos de investigación, el capítulo IV examina en detalle el ciclo de ocho de ellos, divididos en volátiles y no volátiles. Cada uno sigue un camino distinto, y todos se influyen recíprocamente, contribuyendo a mantener el ecosistema en funcionamiento cuando no se producen perturbaciones. Sin embargo, las perturbaciones son parte del ecosistema. Por consiguiente, un aspecto de suma importancia que es preciso estudiar y comprender es la respuesta de los varios ciclos de los elementos nutrientes a perturbaciones de distinto tipo, intensidad y duración.

Por lo tanto, el capítulo V examina los cambios en los ciclos de nutrientes debidos a perturbaciones. Si bien las perturbaciones naturales pueden ser tan leves como la caída de un árbol o tan graves como los efectos de una erupción volcánica, las más importantes para la humanidad son las causadas por la agricultura migratoria. Además, si no se encuentran sistemas distintos y mejores de producción de alimentos en los trópicos, la agricultura migratoria persistirá aún por mucho tiempo. Las respuestas de los ciclos de nutrientes a esa agricultura son, pues, una cuestión de gran importancia para muchos millones de personas. La conclusión natural del autor es que las perturbaciones más aceptables son las de menor extensión, intensidad duración y frecuencia. Sin embargo, la cuestión de conciliarlas con las necesidades de alimentos, alojamiento y combustible para el hombre rebasan el ámbito del libro.

PLANTACION DE TECA EN HONDURAS una especie exótica popular en América Central

El autor ha presentado de manera clara y lógica un tema difícil y complejo. Hay una impresionante lista de referencias que ocupa 24 páginas.

H. Kernan

Producción de carbón vegetal

Guide technique de la carbonisation. D. Briane, J. Doat y A. Riedacker. EDISUD, Aix-en-Provence. 1985. 179 págs.

Tres organizaciones han colaborado en la preparación de este trabajo: la Agente française pour la maîtrise de l'énergie (organismo francés de la energía) que se ocupa del uso racional de la energía, el desarrollo de fuentes nuevas y renovables y la economía de las materias primas; la Association bois de feu (asociación de la leña), cuyo objetivo es contribuir a resolver los problemas de la leña en los países en desarrollo, y el Centre technique forestier tropical (centro técnico forestal tropical) cuya dirección de energía química estudia las propiedades químicas y las características energéticas de las maderas tropicales.

En el prefacio del manual se esboza la historia del carbón vegetal, sin el cual la raza humana no habría superado probablemente la edad de piedra, y que ha permitido al hombre extraer los metales y, gracias a ello, producir los objetos y las herramientas que han conformado su medio ambiente. La técnica, perfeccionada a lo largo de los años, se empleó hasta el siglo XIX, cuando el coque sustituyó gradualmente al carbón vegetal, aunque éste se sigue usando actualmente en la producción de algunos metales que requieren gran pureza.

El objetivo de este libro es especificar los diferentes factores que influyen en el rendimiento del proceso de carbonización, y describir las muchas mejoras y métodos técnicos que pueden aumentar ese rendimiento. También se pretende identificar los elementos para evaluar la conveniencia de establecer instalaciones de carbonización en Europa y en los países en desarrollo.

La primera parte del libro está dedicada al análisis de la madera y de sus características físicas, al carbón y a la madera torrefactada, que es un producto intermedio prometedor. También se examina el uso del carbón vegetal, que se remonta a tiempos remotos; en los países en desarrollo ese combustible para usos múltiples se ha usado durante siglos para cocinar los alimentos, para la calefacción doméstica y para el trabajo artesanal. Además, se efectúa un análisis de los principales factores que influyen en la carbonización: temperatura de reacción, gradiente de temperatura, duración de la operación y materia prima usada (especies, contenido de humedad, dimensiones).

La segunda parte, que es con mucho la más importante, trata de los diferentes tipos de hornos, según el procedimiento usado (combustión, contacto con gases calientes o calentamiento externo), y el tipo de instalación (artesanal o industrial).

Hay dos anexos importantes en que se describen, respectivamente, los procedimientos artesanales usados actualmente u objeto de investigación, y las diversas instalaciones industriales o semiindustriales.

Este pequeño volumen ofrece en un breve espacio mucha información para los usuarios del carbón vegetal en los diversos países, desarrollados y en desarrollo, y muestra cómo estos últimos pueden obtener el máximo rendimiento del combustible a su disposición y aliviar así la presión, ya intolerable, a que están sometidos sus bosques.

F. Banoun, Roma

Arboles para la producción de energía en América Central

Silvicultura de especies promisorias para la producción de leña en América Central. Publicación copatrocinada por los proyectos Leña y Fuentes alternas de energía. San José de Costa Rica. Serie Técnica, Informe Técnico N° 86, 230 p.

Esta es una valiosa monografía, resultado de cinco años de investigación, que reúne datos e información sobre la madera para leña de 24 especies arbóreas nativas y exóticas de uso actual o que ofrecen posibilidades de cultivo en países de América Central en un futuro próximo.

Las especies incluidas son: Acacia mangium, Alnus acuminata, Azadirachta indica, Caesalpina velutina, Calliandra calothyrsus, Cassia siamea, Causarina cunninghamiana, C. equisetifolia, Eucalyptus camaldulensis, E. citriodora, E. deglupta, E. globulus, E. grandis, E. saligna, E. tereticornis, Gliricidia sepium, Gmelina arbórea, Grevillea robusta, Guazuma ulmifolia, Leucaena diversifolia, L. leucocephala, Melia azedarach, Mimosa scabrella y Tectona grandis.

Entre las 13 especies exóticas, las casuarinas, los eucaliptos, el árbol del paraíso y la teca son las más populares, como indica su penetración progresiva en un nuevo medio forestal tropical.

En el período 1980-85 se efectuaron ensayos y observaciones de campo en muchos lugares de cada uno de los seis países de la región, y se realizaron comparaciones con otras muchas especies. Así pues, la información sobre las 24 especies elegidos indica que forman un grupo muy prometedor para satisfacer la mayoría de las necesidades de los habitantes y que son fáciles de utilizar por la población rural. El número de muestras y de parcelas de estudio es de 670, aproximadamente. En muchos casos se efectuaron tres mediciones en ese período. Las observaciones de campo estuvieron a cargo del personal técnico (unas 600 personas) del Proyecto Leña, bajo la coordinación de los técnicos del CATIE en El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Honduras, Nicaragua y Panamá.

El estudio comienza con un análisis de la importancia de la leña en América Central y de los dos proyectos (Leña y Fuentes alternativas de energía) en que se basa la publicación; una breve descripción ecológica de las zonas biológicas de la región facilita la localización y selección de las especies. Para cada una de ellas, una monografía concisa da información sobre su taxonomía, necesidades ambientales, características silvícolas y factores que limitan el crecimiento.

El estudio identifica el comportamiento de las especies en las condiciones de las diferentes zonas de la región, como tierras altas volcánicas, tierras altas ístmicas y tierras bajas adyacentes, y tierras altas y bajas volcánicas de la costa antillana.

A la vegetación natural se aplica la clasificación de zonas biológicas de Holdridge; las predominantes son las forestales muy húmedas (34 por ciento), seguidas de las húmedas premontañosas (27 por ciento), las forestales tropicales húmedas (15,5 por ciento), las tropicales muy húmedas (7,3 por ciento), y otros tipos (16,2 por ciento).

El estudio abarca toda la región centroamericana, con una superficie de 489000 km² y una densidad de población de 47 habitantes por km², donde la agricultura es la actividad económica fundamental. Los bosques, que ocupan el 40 por ciento del territorio, están expuestos a elevadas tasas de deforestación, que se estiman en un 2 a 4 por ciento anual.

Se estableció, mediante consultas directas con los técnicos de cada país, una lista preliminar de especies de interés potencial para la producción de leña, teniendo en cuenta el rendimiento, el crecimiento y la adaptación al hábitat nuevo o al natural. La lista se depuró progresivamente y se redujo a 34 especies, de las cuales se eligieron 24 que constituyen la base de la información contenida en la publicación que se examina, reservándose las otras 10 para una futura ampliación de los estudios. Casi la mitad de ellas son indígenas aprovechadas directamente o cultivadas en pequeños rodales, en hileras o en setos; las demás son exóticas, algunas de vieja tradición local y otras de introducción reciente.

Los resultados sobre el rendimiento, que se refieren a plantas y plantaciones muy jóvenes (1600 a 2500 plantas por hectárea) son limitadas; la información se centra sobre todo en la adaptabilidad a diferentes medios y suelos y al aumento de altura y diámetro en las primeras fases. Otras observaciones interesantes, básicas para el desarrollo futuro de proyectos concretos de aprovechamiento, se refieren a su comportamiento en condiciones de cultivo (semillas, material de plantación, viveros, costos). La mayoría de esa información se ha registrado en computadoras, por lo que podrá utilizarse en las fases siguientes de programación.

Por ejemplo, en este tipo de cultivos, cualquier experiencia sobre la regeneración a partir de la cepa es muy valiosa para planear la reforestación y prever el rendimiento. Hasta ahora se han podido obtener brotes de cepa de 19 de las 24 especies.

A. Flinta

Manual sobre Prosopis tamarugo

Estado actual de los conocimientos sobre Prosopis tamarugo. FAO, 1985. Mesa redonda internacional. Arica, Chile. Junio de 1984. 483 págs.

La Pampa del Tamarugal es un desierto muy interesante situado en el valle longitudinal en el norte de Chile, entre la Sierra de la Costa y los Andes; un desierto salado con humedad subterránea que en parte se acumuló hace siglos y en parte se renueva anualmente; tropical por la latitud y templado por la altura. Una característica predominante de ese medio es el tamarugo (Prosopis tamarugo) árbol en forma de sombrilla, que tolera la sequía y es muy resistente a la salinidad. Los colonizadores españoles del siglo XVI mencionaban ese árbol y sus usos por los indios locales para alimento, forraje, combustible, postes y otros elementos de madera. Los estudios antropológicos confirman su utilización por el hombre ya hace 6000 años. Aunque actualmente no se usa mucho para la alimentación humana, sigue proporcionando fórrale para el ganado vacuno, ovino y caprino, para las abejas y para la fauna silvestre con sus hojas, polen y frutos.

Hace un siglo, la corta excesiva, agravada por el uso en la minería y por el aumento de la población, se consideraba ya un problema grave, pero hasta el decenio de 1930 no se hizo nada al respecto; entonces se iniciaron las plantaciones y se intensificó la forestación que hoy abarca unas 14000 hectáreas.

PROSOPIS TAMARUGO un informe para el personal forestal de zonas áridas

Varias instituciones y científicos locales han venido realizando investigaciones sobre la especie y difundiendo el interés por ella en todas las zonas áridas del mundo, que desean ensayarla con otras del género Prosopis (P. chilensis, P. juliflora, P. alba, etc.) y algunas afines.

Así pues, la Oficina Regional de la FAO para América Latina, junto con instituciones chilenas, no tuvo dificultades en despertar el interés de varios países de la región y de fuera de ella, preparar la documentación pertinente y participar en una mesa redonda para examinar el potencial de difusión de los usos del tamarugo.

La reunión se celebró en Arica, Chile, del 11 al 15 de junio de 1984. A ella asistieron 91 delegados técnicos, de los cuales 28 procedían de fuera de Chile. Se presentaron 42 documentos técnicos, entre ellos tres sobre Africa y el Cercano Oriente, uno sobre Bolivia, dos subte Brasil y uno sobre Haití.

La Universidad de Tarapacá, la Corporación Nacional Forestal Chilena (CORFO), la Oficina Regional de la FAO y el Departamento de Agricultura de la Organización en Roma han contribuido a la publicación de los documentos de la reunión.

La mesa redonda organizó los debates en varios paneles:

Panel 1: El caso chileno, presentó 6 documentos acerca del estado actual del conocimiento sobre la especie y la región natural, las características ecológicas e hidrológicas de la Pampa del Tamarugal y otros temas, como el valor nutricional de los frutos y hojas del tamarugo.

Panel 2: Ecología, presentó 12 documentos relacionados con esas especies y otras ecológicamente afines, incluyendo experiencias en Brasil, Chile Haití. Cercano Oriente, India Jamahiriya Arabe Libia y Africa. Esos documentos se referían sobre todo al empleo para la alimentación animal (frutos y ramas) que constituyen problemas importantes para las zonas donde crecen o pueden cultivarse esas especies.

Panel 3: Botánica examinó 10 documentos, 9 de ellos sobre el tamarugo en Chile y uno sobre Prosopis chilensis. En el debate se trataron varios temas como anatomía, morfologías de frutos, semillas y hojas, relaciones hídricas y algunos aspectos fonológicos.

Panel 4: Tecnología, presentó cuatro documentos sobre propiedades mecánicas y físicas de la madera, durabilidad natural y permeabilidad, composición química de maderas y cortezas y método para obtener prucílago de las semillas.

Panel 5: Producción ganadera, estudió la cuestión en cuatro documentos sobre temas como capacidad de carga ganadera y utilización de la Pampa del Tamarugal, y valor nutricional del forraje y los árboles, incluida la necesidad de suplementos de vitaminas.

Panel 6: Varios, trató otros aspectos como los problemas de roedores e insectos, así como estudios sobre fijación de nitrógeno en Prosopis tamarugo, P. alba y P. chilensis.

Durante la reunión se organizaron «comisiones» regionales para América; Africa, Cercano y Lejano Oriente, y Chile. Cada una de esas comisiones celebró reuniones sobre sus problemas regionales específicos, e hizo recomendaciones que reflejaban la magnitud de los problemas de la desertificación y la función importante que esas especies pueden desempeñar en su medio natural. El delegado del Brasil hizo una propuesta, aprobada por unanimidad, para que se celebrara una segunda reunión internacional sobre el tamarugo y otras especies de Prosopis en el nordeste del Brasil, a la que seguiría luego una tercera en Argentina. Se convino en que debía invitarse a la industria a participar en futuras reuniones para que presentara sus productos, y en que cada uno de los países interesados debía promover el establecimiento de una asociación nacional de Prosopis. La Universidad de Chile ofreció sus instalaciones para establecer un centro de documentación sobre el género. También se señaló que, además de una coordinación general permanente, los países interesados deberían iniciar el establecimiento de bancos de germoplasma.

En la sesión plenaria final se aprobaron por unanimidad las recomendaciones de las tres comisiones, así como la creación de una Asociación Internacional de Prosopis.

Como nota final, conviene señalar la recopilación bibliográfica sobre el género Prosopis, basada en el Centro de Datos sobre Zonas Desérticas, la CORFO y la biblioteca de la Facultad de Ciencias Agrarias, Veterinarias y Forestales de la Universidad de Chile. Los temas se han organizado según las categorías establecidas por el sistema AGRIS. La clasificación sistemática preliminar indica ya esferas sobre qué conocimientos son mayores o menores, y en las que puede ser más necesaria la investigación.

A. Flinta

Preservación de la madera en los trópicos

Manuel de préservation des bois en climat tropical (segunda edición). G. Deon. 116 páginas. Numerosas ilustraciones y cuadros. 75 FF en Francia (sin incluir impuestos); en el extranjero, 95 FF.

Este manual de preservación de la madera en climas tropicales es una nueva edición, revisada y actualizada, del publicado por el mismo autor con el mismo titulo en 1978.

Está destinado a todos los que desean usar la madera, un material todavía muy poco conocido, del mejor modo posible, tanto desde el punto de vista técnico como económico.

El autor ha intentado que el libro sea sencillo, de fácil lectura y, hasta cierto punto, atractivo, excluyendo términos técnicos difíciles y teorías científicas demasiado complicadas; las expresiones típicas usadas muy a menudo en el campo de la preservación de la madera se introducen del modo más sencillo posible a lo largo del libro.

En general, cada capitulo consta de una parte teórica donde se analiza el problema, una parte práctica donde se explican los métodos usados para resolverlo, una breve conclusión y un resumen de la cuestión.

El manual tiene tres partes principales:

· preservación de la madera en rollo de agentes destructivos, y normas al respecto;

· protección temporal de la madera recién aserrada y de la chapa desenrollada (ataques de insectos y hongos, tratamiento apropiado);

· preservación de la madera antes del uso (causas del deterioro, durabilidad natural de la madera, procesos de preservación y productos para el tratamiento).

El libro puede encargarse a: Centre technique forestier tropical, Division des publications, 45 bis, Av. de la Belle Gabrielle, 94736 Nogent-sur-Marne, Cedex, Francia.


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