CARACTERISTICAS SOCIO-ECONOMICAS


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En el cuadro 5 se resume las condiciones socioeconómicas para los cinco paises participantes del Proyecto. El producto interno broto por habitante de Argentina, Brasil y Chile superó los EE.UU.$ 2 000 en 1990, lo que sobrepasó al promedio de América Latina, que fue de EE.UU.$ 1 946. Bolivia y Paraguay no alcanzaron el promedio de América Latina.

La tasa anual de crecimiento en la década de 1980 había caído a -3,2% en Argentina, 2,6% en Bolivia y -0,8% en Brasil. Chile es el único país del grupo que tuvo un desarrollo económico positivo, con 1,0% de crecimiento anual.

Estos cinco paises abarcan el 48% de la población de América Latina. En cuanto a la tasa de crecimiento anual de población, en la década de 1980 Argentina y Chile tuvieron tasas de 1,4% y 1,7% respectivamente. En Brasil la tasa de crecimiento de la población alcanzó 2,2%, en Bolivia 2,8% y en Paraguay 3,1%.

En 1990 el porcentaje de población agrícola registrado fue de 10,4% en Argentina, 12,8% en Chile y 24,3% en Brasil, lo que fue inferior al porcentaje de América Latina que alcanzó a 26,7%. En Bolivia y Paraguay éste alcanzó más del 40%. Existe una estrecha relación entre el porcentaje de población económicamente activa en la agricultura y el porcentaje de población agrícola, siendo en la mayoría de los paises casi iguales.

CUADRO 5 : Condiciones socioeconómicas
¹: FAO, 1990 FAO Anuario Producción, Vol. 44, 1991.
²: BID, Progreso Económico y Social en América Latina Informe 1991, 1991.
³: IICA, América Latina y el Caribe: Pobreza Rural Persistente, 1991.

CUADRO 6 : Uso actual de la tierra en el año 1989
Fuente: FAO, 1990 FAO Anuario Producción, Vol. 44, 1991.

En la década del 90 se puede esperar un gradual resurgimiento económico en América Latina, si se mantiene el impulso general de la región hacia la reforma de políticas económicas. En lo que concierne al desarrollo rural, es necesaria una mayor concentración del gasto público en la agricultura, especialmente en infraestructura, servicios de apoyo a la producción y servicios sociales.

En el cuadro 5 se muestran la pobreza rural y la pobreza urbana entre 1970 y 1980. La pobreza rural superó la pobreza urbana en 1970. América Latina presenta una incidencia de pobreza rural que duplica a la urbana, la que a nivel de países muestra diferencias notables. La sobretasa de pobreza rural con relación a la urbana fue en Argentina de un 360%, en Chile y en Brasil fluctuó entre 93 y 78%. Un análisis similar para el año 1980 muestra que la sobretasa de pobreza se incrementa, especialmente en Brasil, donde pasó del 78% en 1970 a 143% en 1980.

Las políticas sociales orientadas a solucionar la pobreza rural no han sido efectivas, lo que ha llevado al desperdicio de gran parte de los esfuerzos realizados en este campo.

CARACTERISTICAS DEL USO ACTUAL DE LA TIERRA

En el cuadro 6 se muestra el uso actual de la tierra para 1989. Argentina y Paraguay tienen una alta proporción de tierra apta para uso agropecuario (tierra de labranza, tierra para cultivos permanentes y pastos permanentes), que corresponden al 65,1 % y 57,9% respectivamente. Los tres paises restantes registraron entre 24 y 29% de tierras aptas para uso agropecuario.

Bolivia tiene una baja proporción de tierras arables o de labranza (3,0%) que no incluyen las tierras temporalmente en barbecho en zonas del altiplano (por más de 6 años), y las tierras de cultivos migratorios en Beni y Santa Cruz. Por el contrario, Argentina tiene una alta proporción de tierras arables o de labranza (9,5%). Los restantes tres paises presentan entre 5 y 8% de estas tierras.

Brasil y Bolivia poseen una alta proporción de terrenos forestales y montes abiertos, (65,4% y 51,3% respectivamente) productivos o no. Chile posee una baja proporción de éstos, registrándose solamente un 11,8%.

Por otro lado, Chile posee una alta proporción de otras tierras, 64,2% de tierras desiertas y terrenos baldíos. Esta proporción fluctúa entre 5 y 21 % en Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay.

Asimismo, Chile tiene una alta proporción de terrenos bajo riego, 7,0% de las tierras con aptitudes agropecuarias, debido a que en la zona donde se encuentran los principales cultivos agrícolas existen regímenes de humedad hiperárido a semiárido.

La tasa de crecimiento anual de la población fue alrededor de 2% (en promedio para los cinco paises) durante los años 80, mientras que el aumento de la tierra arable seria de un 1,7% anual durante el periodo 1975-2000. Se hace necesario, entonces, dar énfasis a la intensificación la agricultura, asegurando el uso sostenido de la tierra mediante medidas de conservación.

DEGRADACION DE SUELO

Definición

Es difícil definir el término degradación de suelo cuando existe una enorme variación de suelos, clima y desarrollo socineconómico. En este documento el término degradación de suelos se define como la reducción, en términos de cantidad y calidad, de la capacidad actual y/o futura del suelo para la producción vegetal. Para precisar mejor este término es importante identificar los límites críticos de las propiedades del suelo y los procesos que limitan su uso potencial. Desde el punto de vista agrícola, este limite critico es el punto en el cual el suelo no puede soportar una agricultura comercial o de subsistencia.

La degradación de suelo puede ser cuantitativa, por ejemplo, la pérdida del suelo debido a la erosión; o cualitativa, como la disminución de la fertilidad, cambios estructurales, cambios en la tasa de aereación/humedad, cambios en el contenido de sales y compuestos alcalinos, contaminación con algunos compuestos químicos y cambios en la flora o fauna del suelo. La degradación del suelo puede ser también un fenómeno natural, por ejemplo, la formación de fragipanes, de lateritas/plintitas, o puede ser causada por el hombre.

La degradación puede ser, también, erosiva y no-erosiva. Los tipos de degradación noerosiva más comunes son:

Metodología utilizada para evaluar degradación de suelo

Este trabajo sólo se limitará a revisar la información disponible en AL sobre la degradación de suelos inducida por el hombre de acuerdo a los criterios formulados por el Proyecto de Evaluación Mundial de Degradación de Suelo¹ (Global Assessment of Soil Degradation (GLASOD))(GLASOD) (ISRIC/UNEP, 1990) y la metodología propuesta por la FAO-Conservation Foundation (1954) para evaluar el grado y la extensión de la erosión hídrica y eólica del suelo en relación con las formas de tierra.

Tipos de degradación

Existen alrededor de 202 millones de hectáreas (mho) de tierras degradadas en los países estudiados (cuadro 7), repartidos de la siguiente manera: Argentina (53 mho, que representa el 19 % de la superficie total), Bolivia (13 mho, 12 % de la superficie total), Brasil (126 mho, 15% de la superficie total), Chile (7 mho, 10 % de la superficie total) y Paraguay (3 mho, 8 % de la superficie total).

CUADRO 7
Degradación de suelo inducida por el hombre en relación con terrenos estables y terrenos malos sin uso (expresado en x 106 ha)

Paises Superficie Degradada % Terreno Malo Sin Uso % Terreno Estable % Area Total Aprox
ARGENTINA 53 19 2 < 1 223 80 278
BOLIVIA 13 12 2 2 94 86 109
BRASIL 125 15 0 0 721 85 847
CHILE 7 10 22 30 43 60 72
PARAGUAY 3 8 0 0 37 92 40
  201 15 26 2 1118 83 1346

 

Los terrenos malos sin uso (dunas activas, planicies salinas, afloramientos rocosos, desiertos, capas de hielo y zonas montañosas áridas) ocupan menos del 1 % en Argentina, 2 % en Bolivia y 30 % en Chile; no hay terrenos malos sin uso en Brasil o Paraguay. El resto de la superficie esta ocupada con terrenos estables (en condiciones naturales, con agricultura permanente y/o estabilizado por acción humana).

Las unidades de mapeo del mapa GLASOD identifican los siguientes tipos de degradación de suelo: erosión hídrica, erosión eólica, deterioro químico y deterioro físico. En el cuadro 8 se aprecia que el 46% de la extensión total de tierras degradadas en los 5 paises en conjunto está afectado por erosión hídrica, 20% por erosión eólica, 31 % por deterioro químico y 3 % por deterioro físico.

CUADRO 8
Degradación de la tierra por erosión hídrica, erosión eólica, deterioro químico y deterioro físico (expresado en x 106 ha)

Países Erosión

Hídrica

% Erosión

Eólica

% Deterioro

Químico

% Deterioro

Físico

%
ARGENTINA 20 37 25 47 2 3 7 13
BOLIVIA 8 59 3 23 2 18 < 1 < 1
BRASIL 59 47 9 7 57 46 < 1 < 1
CHILE 5 66 2 32 < 1 < 1 < 1 < 1
PARAGUAY 2 49 0 0 2 51 0 0
Total(%) 94 (46) 39 (20) 63 (31) 7 (3)

Causas

Las causas principales de los diferentes tipos de degradación de tierras son: deforestación y remoción de la vegetación natural, sobrepastoreo, actividades agrícolas y sobre-explotación de la vegetación para uso doméstico. Se observa en el cuadro 9 que el 40 % de la degradación de tierras en los 5 paises tiene como causa la deforestación, seguido por las actividades agrícolas (30 %), sobrepastoreo (25 %) y la sobre-explotación de la vegetación para uso doméstico (6 %). No se observa degradación por actividad (bio) industrial.

CUADRO 9
Causas principales de degradación do suelo en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay (expresado en x 106 ha)

Países Deforesta-

ción

% Sobre

Pastoreo

% Sobre

Explota- ción

%

Agrícolas

Actividades %
ARGENTINA 9 17 16 30 12 22 16 31
BOLIVIA 4 35 7 54 < 1 1 1 10
BRASIL 61 49 24 19 0 0 40 32
CHILE 4 55 3 40 < 1 < 1 < 1 5
PARAGUAY 1 34 < 1 2 0 0 2 63
  79 (40) 50 (25) 12 (6) 60 (30)

Según el cuadro 10 1a deforestación es responsable del 51 % del deterioro químico, especialmente la pérdida de nutrientes y la acidificación de suelos y 40 % de la erosión hídrica con posible pérdida de la capa superficial del suelo por falta de una buena cobertura vegetal. En los climas secos la deforestación puede provocar el 9 % de la erosión eólica.

CUADRO 10
Causas y tipos de degradación de suelo expresado en porcentaje del área total degradada

Tipo de Degradación Deforestación Sobre Pastoreo Sobre Explotación Actividad

Agrícola

Erosión Hídrica 40 57 30 46
Erosión Eólica 9 28 70 17
Deterioro Químico 51 9 0 30
Deteriorio Físico 0 6 0 7
Total 100 100 100 100

El sobrepastoreo es la causa del 57 % de erosión hídrica, cuya acción se inicia con la compactación de la superficie del suelo por el pisoteo del ganado, provocando un aumento de la escorrentía superficial y una disminución significativa de la infiltración del agua, y en las etapas finales deformación del terreno con la aparición de grandes cárcavas. En los climas secos causa el 28 X de la erosión eólica, igualmente con deformación del terreno en las etapas finales.

La sobre-explotación de la vegetación natural para la extracción de leña causa el 70% de la erosión eólica y el 30 % de la erosión hídrica. Las actividades agrícolas causan diversos tipos de degradación, siendo los más comunes la erosión hídrica (46%) y el deterioro químico (30%) en menor proporción la erosión eólica (17%) y el deterioro físico (7%).

Suelos vs tipos de degradación

Según Blakie y Brookfield (1987) los suelos pueden clasificarse por la relación entre su grado de susceptibilidad a la degradación y su resistencia a la misma.

El cuadro 11 muestra que los Ferralsoles, Acrisoles, Planosoles, Luvisoles, Litosoles, Phaeozems y Arenosoles son suelos de alta susceptibilidad/baja resistencia a la erosión y deterioro químico y físico. Estos suelos se degradan fácilmente y no responden a los esfuerzos de manejo y/o rehabilitación. Esta es una característica común de muchos suelos tropicales y subtropicales, los cuales probablemente deberían o bien dejarlos sin tocar o transformarlos radicalmente por ejemplo, de bosques a cultivos de arroz inundado.

CUADRO 11
Relación entre suelos y tipos de degradación de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay (expresado en porcentaje de área total degradada)

SUELOS

Erosión

Deterioro

  Hídrica Eólica Químico Físico
Acrisole 10,6 1,8 19,7 0,0
Cambisols 5,0 1,5 1,6 0,1
Chernozems 0,0 0,0 0,0 0,0
Podzoluvisol 0,0 0,1 0,0 0,1
Rendzimas 0,0 0,0 0,0 0,0
Ferralsols 26,0 6,1 38,8 0,0
Gleysols 2,9 0,8 5,4 10,3
Phaeozems 6,4 5,2 0,2 24,3
Lithosols 9,5 9,3 4,2 1,5
Fiuvisols 3,0 8,4 1,1 0,1
Kastanozems 1,9 6,6 0,5 0,0
Luvisols 6,3 5,2 9,6 0,0
Greyzems 0,0 0,0 0,0 0,0
Nitosols 4,6 0,1 1,3 0,3
Histosols 0,1 0,3 0,0 0,0
Podzols 0,8 0,3 0,1 0,0
Arenosols 4,5 4,3 8,9 0,0
Regosols 1,9 8,9 1,0 0,3
Solonetz 2,2 3,3 0,9 35,2
Andosols 1,1 2,9 0,2 0,6
Rankers 0,7 0,7 0,0 0,0
Vertisols 1,8 0,5 1,0 8,6
Planosols 4,5 2,9 3,4 18,1
Xerosols 2,2 8,4 0,6 0,2
Yermosols 2,1 17,2 0,6 0,2
Solonchaks 0,7 5,0 0,7 0,1
Total Degradación 100 100 100 100

En un segundo grupo están los Nitosoles, Gleysoles, Solonetz y Regosoles que son susceptibles a la erosión eólica y al deterioro químico y físico pero que a su vez son de alta resistencia. Estos suelos sufren degradación pero responden fácilmente a un buen manejo de tierras y a esfuerzos de rehabilitación.

Los Histosoles, Vertisoles, Rendzinas y Rankers y los suelos de climas áridos Xerosoles, Yermosoles, Solonchacks son de baja susceptibilidad/baja resistencia. Al principio resisten a la degradación, especialmente la erosión eólica y el deterioro físico, pero cuando su nivel critico se sobrepasa es muy difícil rehabilitarlos mediante prácticas comunes de manejo.

También es posible distinguir un grupo pequeño de suelos de baja susceptibilidad/alta resistencia tales como los Kastanozems, Fluvisoles y Andosoles que sólo sufren degradación bajo condiciones de un manejo muy deficiente. Estos suelos relativamente fértiles y de alta saturación de bases son fáciles de manejar y se pueden utilizar para la producción intensiva de cultivos alimenticios y de otros cultivos.

Geografia de la degradación: clima y topografía

Los climas secos favorecen la erosión eólica mientras que los climas húmedos favorecen la erosión hídrica y el deterioro químico y físico (cuadro 12). La distribución de la degradación de suelo inducida por el hombre según Oldeman et al. (1991) subdividida por climas regímenes de humedad) para los Países en estudio se presenta en el cuadro 13.

CUADRO 12
Clima (regímenes de humedad) vs tipos de dearadación de suelos en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile Y Paraguay (expresado en x 106 ha y %)

Regímenes de humedad Erosión Hídrica % Erosión Eólica % Deterioro Químico % Deterioro Físico % Total x 106 ha
Hiper Arido 5,6 6 8,9 23 0,6 1 0,0 0 15,1
Arido 4,0 4 10,7 27 0,6 1 0,0 0 15,3
Semiárido                  
Seco 4,9 5 5,6 14 2,9 5 0,0 0 13,3
Semiárido 6,1 7 4,0 10 4,4 7 0,0 0 14,5
Húmedo                  
Subhúmedo 14,8 16 7,0 18 12,4 20 0,5 7 34,7
Húmedo 46,0 50 3,1 8 40,8 65 6,2 0 96,1
Hiper                  
Húmedo 11,0 12 0,2 < 1 1,6 3 0,0 90 12,8
Total 92,3   39,4   63,2   6,9   201,9
(x 1106 ha)                  

Las zonas áridas se caracterizan por una vegetación natural que puede ser dañada fácilmente, y cuando esto sucede, restituir dicha vegetación puede resultar muy difícil. Los suelos son deficientes en humus y nutrientes, especialmente fosfatos, o ambos, y lo que existe puede ser rápidamente perdido. También es probable que tengan precipitaciones estacionales intensas y erosivas. Los vientos son a menudo fuertes y hay un alto riesgo de incendios forestales espontáneos.

Los términos usados cuando se discuten problemas de degradación en tierras secas incluyen: desertificación, desertización, aridización y xerotización. No solamente hay una diversidad de términos, sino que el mismo término ha sido definido de manera diferente por varios autores. Desertificación es el término más común y en este trabajo lo definiremos como la degeneración de ecosistemas áridos o semiáridos; degeneración que puede ser medida en pérdida de productividad primaria y/o diversidad de especies. Los indicadores físicos, biológicos y socioeconómicos de desertificación están ampliamente definidos por Reining (1978) y Kassas (1987).

CUADRO 1 3
Relación entre regímenes de humedad y tipos de degradación de suelos en Araentina, Bolivia, Brasil, Chile y Paraquay (expresado en millonea de ha)

Países Regímenes de Humedad

Erosión

Deterioro

Area Total Degradada
  Hídrica Eólica Ouímico Físico  
ARGENTINA
Hiper árido 2,9 5,5 0,3 - 8,6
Arido 2,9 9,8 0,5 - 13,3
Semiárido Seco 1,5 4,1 0,4 - 6,0
Semiárido Húmedo 2,1 1,8 0,3 - 4,2
Subhúmedo 5,0 3,9 0,2 0,5 9,6
Húmedo 4,6 <,1 - 6,2 10,8
Hiper Húmedo 0,5 - - - 0,5
Total 19,5 25,1 1,7 6,7 53,0
BOLIVIA
Hiper árido 1,9 2,0 0,3 <,1 4,2
Arido 0,1 0,4 0,0 <,1 0 5
Semiárido Seco 1,6 0,3 0,7 <,1 2 6
Semiárido Húmedo 1,6 0,1 0,3 - 2,0
Subhúmedo 2,0 0,1 0,7 - 2,8
Húmedo 0,3 <,1 0,2 - 0,6
Hiper Húmedo - - - - -
Total 7,5 3,0 2,2 <,1 12,8
BRASIL
Hiper árido - - - - -
Arido <,1 - 0,1 - 0,1
Semiárido Seco 0,5 0,9 1,8 - 3,1
Semiárido Húmedo 1,7 2,0 3,7 - 7,4
Subhúmedo 7,3 3,0 11,3 - 21,6
Húmedo 40,1 3,0 39,6 <,1 82,7
Hiper Húmedo 9 4 0,2 0,9 - 10,6
Total 59,0 9,1 57,4 0,0 125,4
CHILE
Hiper árido 0,8 1,4 - - 2,2
Arido 0,9 0,5 <,1 <,1 1,4
Semiárido Seco 1,3 0,3 <,1 <,1 1,5
Semiárido Húmedo 0,7 0,1 <,1 <,1 0,8
Subhúmedo 0,4 0,1 - <,1 0,4
Húmedo 0,3 <,1 - <,1 0,3
Hiper Húmedo 0,3 <,1 - <,1 0,4
Total 4,7 2,3 0,1 0,1 7,2
PARAGUAY
Hiper árido - - - - -
Arido - - - - -
Semiárido Seco - - - - -
Semiárido Húmedo <,1 - <,1 - <,1
Subhúmedo 0,1 - 0,1 - 0,3
Húmedo 0,7 - 0,9 - 1,7
Hiper Húmedo 0 8 - O 6 - 1 4
Total 1.6 0.0 1.7 0.0 3.4

 

Argentina tiene problemas de desertificación en las provincias de La Rioja, San Luis y la Pampa. El Oeste y el Sur de la Pampa (donde la precipitación es inferior a 450 mm/año) ha sufrido menos que el Este y Norte, los cuales son mas atractivos para los colonos. El sobrepastoreo ha sido tan severo que ha causado un aumento considerable de sedimentos en los ríos como por ejemplo en el Río de la Plata. En el Oeste Argentino, la salinización por mal uso del agua de riego constituye un problema serio.

El Nordeste semiárido de Brasil con predominancia de plantaciones de algodón, antes de caña de azúcar, tiene una alta concentración de pequeños productores de subsistencia. La sequía ha desplazado a los nordestinos pobres a tierras marginales dando lugar a que la agricultura comercial tome posesión de sus tierras (Anon, 1984). A pesar de que las sequías recientes han sido pronosticadas con bastante precisión, las medidas para contrarrestarlas parecen no haber sido muy satisfactorias.

Las áreas de montaña se caracterizan por tener pendientes pronunciadas, en donde la erosión es un problema generalizado. Los derrumbos constituyen un riesgo constante y las avalanchas una amenaza. Las comunicaciones por carretera son difíciles en las áreas montañosas; los suelos suelen ser superficiales y las condiciones climáticas son de alto riesgo.

En algunas áreas montañosas de Chile, con estación de crecimiento de primavera y veranos secos, las tormentas de lluvia causan daños espectaculares. En estas áreas la vegetación natural ha sido reemplazada por pastos degradados por sobrepastoreo y frecuentemente por una cobertura de arbustos afectados por quemas. La sobre-explotación de bosques de Prosopis en los Andes áridos ha dado lugar a un proceso pronunciado de desertificación, erosión de suelos e inundaciones.

Los altiplanos de Bolivia son bastante poblados y están intensamente cultivados con papa y cultivos de grano como quinua y lupinos hasta alturas de 3 800 a 4 000 m.s.n.m., alrededor del Lago Titicaca. Con ganado de llamas y alpacas, pueden ser pastoreados en verano hasta alturas de 4 500 m.s.n.m.. La erosión del suelo debido a la alta intensidad de uso de estas áreas, combinada con elevada utilización de pesticidas, puede causar daños considerables cuesta abajo en tierras húmedas y tierras anegadas. La erosión en áreas de montaña puede ser un problema mayor en los trópicos y subtrópicos debido a que el clima es menos limitante para la agricultura.

El mal manejo de los ambientes de montaña no solamente afecta a la población local sino que los sedimentos y la avenidas de agua hacia las tierras bajas pueden afectar poblaciones y tierras agrícolas a cientos de kilómetros de distancia. Sin embargo, esta relación no ha sido muy bien estudiada y generalmente se culpa a la gente de montaña por las inundaciones de las tierras bajas. (Little y Horowitz, 1987; Ives Pitt, 1988; Ives y Messerli, 1989).

En la regiones húmedas, la deforestación está causando la pérdida acelerada de los bosques de AL. Según Botkin et al. (1989), Brasil ha perdido la mayoría de sus bosques atlánticos y cerca del 4 a 5% de sus bosques pluviales amazónicos.

En los Andes húmedos de Chile, la explotación maderera destructiva y además los incendios forestales han causado la desaparición y la degradación de grandes áreas de bosque nativo. La deforestación, seguida de una agricultura precaria y sobrepastoreo, ha dado lugar en el Sur de Chile, a la formación de praderas caracterizadas por una alta tasa de degradación de suelos y erosión. Es necesario, con carácter de urgencia, efectuar investigaciones en planificación del uso y manejo de cuencas (Solbrig, 1984).

CONTINUED