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El mundo forestal

Comité de Desarrollo Forestal en los Trópicos

El Comité de Desarrollo Forestal en los Trópicos (CDFT) es el único órgano intergubernamental que se concentra específicamente sobre todos los asuntos concernientes a la silvicultura forestal. Las dos funciones principales del Comité son: estudiar los problemas técnicos, económicos, ambientales, institucionales y sociales relacionados con el desarrollo de los bosques tropicales, y examinar los programas y las actividades internacionales relacionados con la conservación y ordenación de los ecosistemas forestales tropicales, y asesorar en lo relativo a la armonización de esos programas y a la adopción de medidas concertadas por parte de los gobiernos y las organizaciones internacionales.

La novena sesión del CDFT se celebró en Roma, en la sede de la FAO, del 11 al 15 de septiembre de 1989. Participaron en la reunión delegaciones de 41 Estados Miembros del Comité, observadores de otros Estados Miembros de la FAO, de organizaciones internacionales y de organizaciones no gubernamentales. Los debates se desarrollaron bajo la presidencia del Sr. W. King, de Guyana.

El Comité se concentró sobre cinco asuntos importantes: medidas complementarias a las recomendaciones hechas a la FAO por la sesión anterior; examen de las actividades internacionales en el sector de la acción forestal en los trópicos; ejecución del plan de acción forestal en los trópicos (PAFT); resultados financieros y económicos de los proyectos forestales; actividad forestal en la planificación del aprovechamiento de tierras.

Medidas complementarias a las recomendaciones hechas a la FAO por la octava reunión del Comité

El Comité expresó su satisfacción por las medidas adoptadas por la FAO para aplicar las recomendaciones de la reunión anterior. Tomó nota, en particular, de que los puestos de asesores regionales del PAFT para Africa, Asia y América Latina y el Caribe hablan sido llenados.

Al ratificar las medidas adoptadas hasta la fecha, el Comité recomendó que se prestara más atención, en el marco del PAFT, al fortalecimiento de las capacidades de los países en desarrollo para prestar apoyo a las actividades forestales en general y para mejorar y armonizar la investigación forestal, especialmente para desarrollar tecnologías que pudieran ser utilizadas a nivel de base, por las agrupaciones de agricultores.

Examen de las actividades internacionales en el sector de la acción forestal en los trópicos, y ejecución del plan de acción forestal en los trópicos (PAFT), incluidos los acontecimientos recientes en la investigación forestal en los trópicos.

Debido a la estrecha relación existente entre las materias tratadas en ambos temas, el Comité aceptó que se presentaran y examinaran juntos.

El Comité tomó nota con satisfacción del mayor apoyo prestado a la actividad forestal en todo el mundo. Sin embargo, también se tomó nota de que a pesar del progreso realizado desde la octava reunión, aún habla una discrepancia entre los gastos efectivos y las estimaciones derivadas del estudio de 1985 «Tropical forests: a call for action» (1985) preparado por el Banco Mundial/PNUD/IMR.

El impacto del ambiente tiene que ser tomado en consideración al evaluar los esfuerzos forestales del punto de vista financiero

El Comité también tomó nota con satisfacción de que el PAFT y sus principios básicos habían sido generalmente adoptados por más de 60 países tropicales como marco de acción para su desarrollo forestal.

La participación de los pobladores es esencial en la planificación de las actividades del PAFT

El Comité acogió con beneplácito el fortalecimiento de la Dependencia de Coordinación del PAFT establecida en la FAO, y la mayor participación de las actividades forestales en el Programa de Labores y Presupuesto propuesto para 1990-91, lo que implica la creación, en la Dirección de Recursos Forestales, de un puesto de categoría superior para la investigación forestal. El Comité recomendó que se aumentara la proporción del presupuesto de la FAO destinado al sector forestal.

El Comité recomendó que las autoridades responsables de la planificación y las finanzas colaboraran estrechamente en las actividades nacionales del PAFT, y que desde el comienzo del proceso se asegurara la participación de otros sectores conexos de la economía nacional.

El Comité recalcó que bebería ayudarse a la población rural directamente interesada en la utilización de los recursos forestales tropicales a desempeñar una función más activa en los trabajos del PAFT, y que también deberían realizarse esfuerzos especiales para proteger sus intereses. En este contexto, el Comité reconoció la creciente función de las organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales y recomendó que a esas organizaciones se suministrara más información y más oportunidades para participar en el PAFT, y que se aprovecharan plenamente sus capacidades.

El Comité reconoció que el sector privado no había participado aún en muchas de las actividades del PAFT, y subrayó la necesidad de que se realizaran esfuerzos para asegurar esa participación en lo futuro.

El Comité recomendó que para poder reducir el lapso entre la formulación del pian de un proyecto y su ejecución efectiva, se bebería reforzar la capacidad de las instituciones nacionales para la preparación de proyectos mediante el desarrollo de los recursos humanos y el suministro de apoyo financiero.

A este respecto, se mencionaron las posibilidades que ofrecían los acuerdos generales entre las instituciones forestales de los países desarrollados y en desarrollo y la cooperación técnica y económica entre países en desarrollo.

El Comité subrayó la necesidad de que se elaborara un mecanismo adecuado para seguir de cerca y evaluar el PAFT a fin de facilitar el perfeccionamiento continuo de los criterios aplicados. El Comité recomendó que, si se dispusiera de los fondos necesarios, se estableciera en la FAO, en la Dependencia de Coordinación del PAFT, una base de datos computadorizada para seguir de cerca el progreso realizado y para mantener la información actualizada sobre la cooperación internacional en el sector forestal suministrada por los Estados Miembros y los organismos internacionales.

El Comité puso de relieve la importancia de conservar la diversidad biológica para mantener la producción agrícola y garantizar la seguridad alimentaria. Destacó que a fin de demostrar la rentabilidad de las actividades de conservación, convenía tomar en cuenta los efectos externos en el análisis de los proyectos. Indicó que era necesario realizar mayores esfuerzos para generar ingresos destinados a la población local mediante actividades de conservación forestal.

El Comité acogió con beneplácito la propuesta incorporación de la investigación forestal en el mandato del Grupo Consultivo sobre la Investigación Agrícola Internacional, así como los esfuerzos realizados por la Unión Internacional de

Organizaciones de Investigación Forestal para prestar apoyo a la investigación forestal en el marco de su Programa Especial para Países en Desarrollo.

El Comité tomó nota de la imperiosa necesidad de abordar los problemas del aprovechamiento y la conservación forestal en las zonas áridas y semiáridas de los países tropicales. La intensificación de los esfuerzos en materia de desarrollo e investigación forestal en estas zonas bebería constituir una componente importante del PAFT.

El Comité invitó a los países y a las organizaciones donantes a movilizar rápidamente los fondos necesarios para la ejecución de los proyectos identificados en los planes nacionales del PAFT. Considerando el gran número de propuestas de proyectos dimanantes de esos planes, el Comité subrayó la necesidad de que los países escogieran áreas prioritarias para la fase inicial de ejecución del PAFT, tomando particularmente en consideración el desarrollo institucional.

Beneficios financieros y económicos de la ayuda y la inversión en el sector forestal

Los resultados financieros y económicos de 26 proyectos que habían sido objeto de evaluación inicial y final al completarse el periodo de desembolso fueron examinados. Los proyectos se habían iniciado durante el periodo comprendido entre 1968 y 1980, y la mayoría de ellos estaban relacionados con el desarrollo industrial de los bosques. Muchos de los proyectos suponían inversiones a largo plazo en el cultivo de árboles y, por tanto, la evaluación no tuvo en cuenta la producción final que sólo se conocería más tarde.

El Comité tomó nota de que las repercusiones sociales y ambientales no hablan sido debidamente consideradas en las evaluaciones presentadas en la muestra. Se reconoció que la evaluación financiera de las funciones secundarias de los bosques podría ser una tarea difícil; sin embargo, deberían evaluarse los méritos relativos de otras alternativas ajenas al sector forestal, y bebería estudiarse la posibilidad de utilizar criterios distintos de los de carácter financiero.

El Comité, reconociendo la importancia de disponer de personal competente para el análisis económico y financiero de las actividades forestales y la evaluación de proyectos, recomendó el incremento de las actividades de capacitación en este sector. Esta capacitación bebería aprovechar al máximo los adelantos logrados en la tecnología de las computadoras.

El Comité propuso que una parte de los recursos extrapresuquestarios suministrados a la FAO para prestar apoyo al PAFT se destinaran a nuevas actividades de investigación y capacitación sobre análisis económico y financiero de proyectos forestales, con objeto de reforzar la dimensión económica de la ejecución del PAFT.

La actividad forestal en la planificación del aprovechamiento de tierras

El Comité notó el papel hasta la fecha limitado, de los especialistas forestales, y la subestimación del valor de los bosques en la planificación del aprovechamiento de tierras. Estuvo de acuerdo con las propuestas formuladas para corregir esta situación, especialmente en los sectores de la capacitación y las instituciones.

La explotación forestal en los países en desarrollo podría ser afectada negativamente por la restricción del comercio de madera tropical

El Comité destacó la naturaleza multidisciplinaria de la planificación del aprovechamiento de tierras y la conveniencia de integrar los planes de ordenación con programas de ordenación de tierras y de desarrollo agrícola más amplios. Subrayó la necesidad de superar la tradicional división en compartimientos estancos de las instituciones y recalcó la importancia de asegurar la cooperación entre los organismos interesados.

El Comité recomendó que se hicieran mayores esfuerzos para suscitar el interés de los dirigentes, planificadores, administradores y especialistas en la materia sobre los beneficios a corto y a largo plazo derivados de los bosques y de los árboles en el aprovechamiento de tierras. Destacó la necesidad de que los expertos forestales presentaran razones convincentes y realistas adaptadas a los diversos grupos y basadas en una cuantificación adecuada de todos los bienes y servicios de los bosques y los árboles.

El Comité subrayó la necesidad de que los países prestaran atención especial a la dimensión regional y subregional de la planificación del aprovechamiento de tierras y de la ordenación de los recursos forestales, y recalcó la función particular que la FAO podría desempeñar a este respecto en lo tocante a la coordinación entre los países.

Programa de trabajo futuro del Comité

El Comité propuso que, además del examen relativo a la ejecución del PAFT, el programa de la próxima reunión incluyera temas de carácter técnico elegidos entre los que se indican a continuación: las repercusiones de la deuda externa y de los obstáculos a los productos tropicales existentes en las politices de conservación forestal de los países en desarrollo; el papel del bosque en la rehabilitación de tierras áridas; estudio de los sistemas agrosilvopastorales; análisis de los bosques tropicales secundarios: posibilidades de mejora y enriquecimiento, diversidad biológica y su posible contribución al desarrollo; estudio de los medios de transformación de los productos forestales para su utilización en los países en desarrollo; capacitación de especialistas en bosques tropicales para satisfacer las necesidades y los desafíos del siglo XXI; repercusiones de la deforestación en el aumento de la temperatura de la tierra y medidas que podrían adoptarse para atenuar sus efectos, y estimación de los recursos financieros necesarios para la ejecución del PAFT basada en la experiencia adquirida hasta la fecha.

El Comité de la Madera de la CEPE se opone a restricciones del comercio internacional de la madera dura tropical

En 1947 se creó el Comité de la Madera de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa con la misión de repartir la limitada existencia de madera aserrada inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Al estabilizarse la economía y a medida que crecía la demanda de productos forestales, se ampliaron las actividades del Comité extendiéndolas a otros productos, sobre todo maderas duras, tableros contrachapados, pasta, y a cuestiones técnicas de la corta, transformación y aprovechamiento de la madera y, finalmente, al análisis de, las tendencias a largo plazo.

En la actualidad pertenecen al Comité de la Madera 34 países de Europa y América del Norte. Además, participan en ciertas actividades otros países miembros de las Naciones Unidas que no lo son del Comité.

En su 47° periodo de sesiones, celebrado en Ginebra en octubre de 1989, el Comité aprobó una enérgica declaración oponiéndose a restricciones unilaterales del comercio internacional de madera dura tropical. Más abajo se reproduce el texto completo de dicha. declaración: «El Comité de la Madera comparte la general preocupación por la deforestación y por la depauperación del recurso forestal en los trópicos y su efecto sobre el medio ambiente. Esos procesos no sólo son ecológica y económicamente perjudiciales para los países donde se encuentran los bosques, sino que pueden tener graves repercusiones para la humanidad en general.»

Las causas de la deforestación son muchas y muy complejas y están estrechamente relacionadas con factores económicos y sociales. Es preciso tener esto en cuenta al juzgar el papel relativamente insignificante de la explotación comercial. Conviene, ante todo, generalizar un mejor conocimiento de la verdadera naturaleza del problema. En este aspecto el Comité de la Madera puede desempeñar un valioso papel haciendo más transparente el comercio internacional de la madera y facilitando el armonioso desarrollo del comercio en provecho tanto de los productores como de los consumidores.

Sólo es posible encontrar soluciones satisfactorias teniendo en cuenta el desarrollo de los países interesados, ya que a ellos incumbe la responsabilidad de administrar su propio recurso forestal. No obstante, una cooperación internacional que incluya también a miembros del Comité de la Madera de la CEE puede contribuir a la conservación y ordenación autosuficiente de los bosques tropicales.

El Comité está persuadido de que toda medida unilateral que tienda a restringir la importación y utilización de maderas tropicales seria contraproducente: efectivamente, eliminando un importante incentivo económico para la buena conservación de los bosques, se reduce el valor de éstos y se proporciona un argumento más a quienes piden que esas tierras sean dedicadas a otros usos. La prohibición de importar maderas tropicales seria, además, incompatible con el movimiento que promueve la liberalización del comercio internacional, particularmente en el marco de las negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT.

El debate sobre medidas apropiadas para conservar los bosques tropicales debe llevarse a cabo teniendo en cuenta, ante todo, los objetivos del desarrollo socioeconómico nacional y su relación con el medio ambiente, y en segundo lugar, basándose en un conocimiento completo de los complejos problemas que se plantean. Para que el debate adelante, tendrán que dar pruebas de su espíritu constructivo todos los participantes, no sólo gobiernos, sino también organizaciones no gubernamentales, científicos y el sector privado, todos los cuales pueden contribuir significativamente al logro de soluciones eficaces que incluyan apoyo financiero y técnico para la ordenación eficaz de los bosques tropicales.

El Comité acoge con satisfacción las iniciativas para enfrentarse con esos problemas a nivel internacional, y en particular, el Plan de Acción de Silvicultura Tropical que se está llevando a cabo bajo la dirección de la FAO. También acoge con satisfacción las actividades de ITTO que está promoviendo la gestión de los recursos de madera tropical con vistas al futuro a través del diálogo entre productores y consumidores, con la participación activa del sector privado y de las organizaciones no gubernamentales.

El Comité encarece a todos sus miembros que examinen la mejor manera de apoyar los esfuerzos de los países en desarrollo y de las organizaciones internacionales que procuran combinar la conservación con un sensato aprovechamiento de los bosques tropicales y con el desarrollo armonioso del comercio de madera tropical. "

Comité sobre Cuestiones Forestales del Mediterráneo

Por invitación del Gobierno de Grecia, el Comité CFA/CFE/CFCO sobre Cuestiones Forestales del Mediterráneo «Silva Mediterránea», celebró su 14a reunión en Atenas, del 9 al 13 de octubre de 1989. Participaron en la reunión los delegados de los 18 países miembros del Comité, observadores de otros países miembros de la FAO, de organizaciones internacionales y de organizaciones no gubernamentales. Los debates se desarrollaron bajo la presidencia del Sr. S. Marraco, de España.

El Comité examinó la situación del sector forestal en los países miembros y trató los cuatro temas principales siguientes: actividades de las redes de investigación establecidas en la 13a reunión; productos forestales distintos de la madera; bosques y turismo; intensificación de la cooperación forestal internacional en la región del Mediterráneo.

Actividades de las redes de investigación

Los cinco temas de investigación adoptados por el Comité de acuerdo con los deseos expresados por los países miembros en la reunión anterior fueron los siguientes: actividades de prevención y lucha contra los incendios forestales; selección de especies de usos múltiples de las zonas áridas y semiáridas; silvicultura de los cedros; silvicultura del pino piñonero; selección de masas forestales de coníferas mediterráneas para la producción de semillas que se utilizarán en los programas de desarrollo forestal.

En la reunión, los progresos realizados a nivel de cada red han sido revisados y el Comité aprobó el programa de trabajo propuesto por los coordinadores regionales de las diferentes redes. El Comité subrayó la importancia de la contribución nacional a las redes.

Productos forestales distintos de la madera

El Comité tomó nota del documento en el que se describían los productos principales distintos de la madera en los bosques del Mediterráneo, el papel en el desarrollo socioeconómico de las zonas rurales, los problemas asociados a la utilización de estos productos, y la posibilidad de mejorar su contribución a la economía rural nacional.

El Comité observó la decadencia de producción de varios tipos de esos productos, particularmente castaños, resina, corcho y plantas aromáticas, que antes tenían una función importante en la economía del Mediterráneo. Los factores desfavorables, incluso la escasez de mano de obra, los productos sustitutivos y la baja productividad han sido identificados como causa de esos problemas. El Comité reconoció que se carecía de datos cuantitativos sobre la producción y utilización de los productos forestales distintos de la madera, y recomendó a la FAO y a las demás organizaciones internacionales que hicieran estudios a fondo de casos y de mercados a fin de identificar los sectores que podrían ser objeto de una acción común.

Los bosques a fines de recreo desempernan un papel siempre más importante

El Comité observó que, en varias situaciones, el aprovechamiento de los productos distintos de la madera, incluso subvencionado, facilitaría el mantenimiento de la población en los lugares donde habitaba, con la cual se reduciría el riesgo de incendios forestales.

Bosques y turismo

Los bosques mediterráneos y las formaciones forestales desempeñan un papel siempre más importante en los sectores del esparcimiento y el turismo, que implica la necesidad de que los técnicos forestales responsables, junto con los demás interesados lo tengan en cuenta en el marco de la planificación de la utilización de las tierras.

El Comité destacó el impacto del turismo y recreo sobre los bosques e insistió en la necesidad de educar a los turistas mediante diversos medios, incluso programas audiovisuales apropiados. El Comité tomó nota además de los peligros que corren los turistas por causa de los incendios forestales y recomendó que se difundiera una guía internacional de seguridad para que sepan cómo comportarse en caso de fuego.

Habiendo observado la fragilidad de los ecosistemas del litoral y su degradación debido a los fenómenos de la urbanización y el esparcimiento, el Comité recomendó a los países que intensificaran las actividades de protección de los lugares naturales amenazados.

El Comité, reconociendo la importancia de promover, sobre todo entre los jóvenes, la protección de los recursos genéticos existentes, recomendó a las organizaciones internacionales que elaboraran planes educativos que pudieran ser adaptados y ejecutados en el marco de los programas nacionales de formación escolar.

Intensificación de la cooperación forestal internacional en la región del Mediterráneo

El Comité insistió en la imperiosa necesidad de una mejor coordinación de las actividades nacionales e internacionales en el sector forestal de la región mediterránea y recordó que «Silva Mediterránea» constituía la estructura y el foro idóneos para esa coordinación.

El Comité reconoció que el Plan de Acción Forestal en los Trópicos (PAFT) había permitido reforzar y armonizar la cooperación internacional al servicio del desarrollo forestal en los países tropicales. Convino en que un instrumento análogo podía ser beneficioso para los países del Mediterráneo. Recomendó en consecuencia que se elabore un plan de acción forestal con unos objetivos y un enfoque general análogos a los del PAFT, para la región del Mediterráneo. Esto podría hacerse adaptando el PAFT a las condiciones especificas de la región y bebería tener en cuenta las estrategias regionales ya elaboradas, en especial las definidas en el marco del «Plan Azul» para el medio ambiente mediterráneo.

Programa de trabajo futuro del Comité

En respuesta a las recomendaciones formuladas por el Comité en su reunión anterior, la Secretaria propuso concentrarse en dos tipos de actividades: coordinación de las investigaciones forestales; estudios técnicos y encuestas.

Con respecto a la coordinación de las investigaciones forestales, el Comité pidió a la Secretaria que tomara todas las iniciativas posibles a fin de obtener los medios necesarios para asegurar el buen funcionamiento de las redes de investigación.

En cuanto a los estudios técnicos, el Comité subrayó la importancia de los temas específicos siguientes: directrices para la evaluación de los danos causados por los incendios forestales; un resumen sobre el estado actual de los conocimientos acerca de los principales productos forestales distintos de la madera; estudios monográficos en profundidad sobre algunos de los productos distintos de la madera y sus mercados, e identificación de los sectores que pueden ser objeto de acciones internacionales comunes; estudio para analizar la situación relativa a la alfalfa (Stipa tenacissima); elaboración de una guía internacional de seguridad para los turistas en caso de incendios forestales; elaboración de planes educativos sobre la silvicultura para su adopción y ejecución en el marco de los programas nacionales de formación escolar.

Unas pautas de evaluación de la deforestación estarán disponibles en 1990

Uniformidad al evaluar el recurso forestal

Con el fin de satisfacer la necesidad universalmente sentida de información sobre los bosques del mundo, la FAO ha iniciado la Evaluación del Recurso Forestal, 1990. Cuando quede terminada constituirá una considerable base documental de referencia sobre la extensión y el estado de la riqueza forestal mundial.

En los países en desarrollo la evaluación se lleva a cabo en el marco del proyecto «Evaluación de los recursos forestales tropicales, 1990», con fondos en fideicomiso de diversas fuentes. Al igual que su predecesora, llevada a cabo conjuntamente por la FAO y el PNUMA en 1980, esta evaluación se hace con ayuda de equipos de expertos en inventarios forestales que estiman el estado actual de los recursos forestales y calculan el ritmo de cambio, con base en un análisis objetivo de los datos más fidedignos existentes en cada país.

En los países desarrollados lleva a cabo la evaluación el Grupo de Trabajo Mixto de la FAO y la CEE sobre Economía y Estadísticas Forestales, filial de la Comisión Forestal para Europa de la FAO, y el Comité de la Madera de la CEE. También se recurre a técnicas de detección remota para poner al día y computadorizar los mapas de la vegetación.

Además de la información que contenía el estudio de 1980, la nueva evaluación incluirá datos sobre biomasa leñosa; sobre distribución de los tipos de vegetación y de las formaciones forestales por zona ecológica; sobre árboles situados en tierras no forestales, y sobre el peligro de degradación a que están expuestos los bosques. Además, un estudio de las repercusiones sobre el medio ambiente de la depauperación de los bosques.

Hay importantes diferencias entre los sistemas de clasificación y definición utilizados, así como entre los datos correspondientes de los países templados y de los países tropicales. En parte eso se debe a las diferencias biológicas y ecológicas existentes entre sus formaciones forestales y, en parte, a las condiciones socioeconómicas prevalecientes. Con el fin de que fuera posible combinar toda la información en una evaluación mundial completa y coherente la FAO ha preparado unas Pautas para la Evaluación de los Recursos Forestales, 1990. Pueden obtenerse copias, e información en general sobre toda la Evaluación, pidiéndolas al Departamento de Montes de la FAO, Roma, Italia.


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