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Filatelia forestal

L. Boggia

Luigi Boggia, miembro de la Academia de Ciencias Forestales y ex Subdirector General del Departamento de Montes y Economía Forestal del Ministerio de Agricultura y Bosques de Italia, es reconocido internacional mente como experto en sellos de correos ilustrados con motivos forestales y de parques naturales.

Numerosas emisiones de sellos de correos - o timbres postales - representan el mundo forestal

El seis de marzo de 1840 es fecha de importancia histórica para los servicios postales, la economía y el arte de todos los países del mundo porque en ella apareció el primer timbre postal adhesivo: el famoso sello negro de un penique creado por Sir Rowland Hill para los correos del Reino Unido. Después, al generalizarse el uso de los timbres postales se difundió también la costumbre de coleccionar esos rectangulitos de papel engomado; en 1955 el catálogo de Yvert y Tellier citaba más de 108 000 sellos, pero su cantidad hoy supera la cifra de 262 000, de 428 países o territorios. Al principio los aficionados coleccionaban toda clase de sellos. Más tarde, la creciente cantidad de emisiones engendró el concepto de las colecciones por temas.

Primeros sellos forestales

Aunque algunos de los más antiguos sellos se adornaban con hojas o ramas, por ejemplo los de Livorno, Venecia y Módena, hoy ciudades italianas, hasta 1881 no apareció un árbol como motivo principal: una palmera, de Liberia. Siguieron otros con palmeras de Samoa (1887), Congo Belga y Borneo (1894) y uno con un árbol del pan (Artocarpus incisa), el de un penique de Tonga. No obstante, el primer sello verdaderamente forestal fue el de seis centavos emitido en 1897 por el correo de Terranova (entonces colonia británica) con la imagen de un leñador. Posteriormente, entre 1918 y 1925 Mozambique emitió sellos que representaban la industria forestal, el cancho y la extracción de tanino. En Europa, Islandia y Finlandia emitieron en 1930, sellos conmemorativos del acarreo de leña y de la tala de árboles.

El servicio postal de los EE.UU. promovió por primera vez el respeto y el amor a la naturaleza con su emisión del Día del Arbol en 1932, y en 1935 conmemoró el «Roble de la Constitución» presentando en un sello de tres centavos la imagen de ese árbol, famoso porque en él los legisladores que redactaron la Constitución de los EE.UU. escondieron el documento original para que no fuera posible modificarlo - como pretendían los monárquicos - de modo que estipulara el dominio continuado de Inglaterra sobre las colonias. Posteriormente, en ese mismo año, El Salvador emitió un sello conmemorativo del árbol a cuya sombra 300 años antes 50 familias españolas fundaron la ciudad de San Vicente.

Después de la segunda guerra mundial

Acabada la segunda guerra mundial se incrementó rápidamente la cantidad y la calidad de los sellos conmemorativos forestales. Por lo que hace a calidad, los adelantos fueron debidos al perfeccionamiento de las técnicas de impresión a color y también al creciente número de artistas y grabadores que se ejercitaron en este arte. Lo hicieron evidentemente consultando a especialistas, instituciones de investigación y jardines botánicos, por lo cual son muy fieles a la realidad. En realidad, por su color, dibujo, nombres que mencionan, etc. los actuales timbres de motivo forestal rivalizan con los textos de botánica. Del cuadro se desprende que son tan numerosos que no es posible analizarlos todos; el resto de este artículo examina sólo el tratamiento que han recibido varios asuntos de interés forestal en los timbres de correos.

Aprovechamiento de los bosques

El aprovechamiento de los bosques es objeto de extraordinaria atención; hay sellos que abarcan toda clase de actividades forestales, desde la corta al transporte, la transformación, el almacenamiento, la replantación, etc. El transporte ha recibido particular atención; hay sellos que representan el transporte de trozas flotando río abajo o superando alturas colgadas de cables, a lomo de elefante, cargadas en camiones o naves, etc. También se representa profusamente el destino de la madera: para construcción, carpintería, leña, carbón, traviesas, pasta y papel, cerillas, muebles, escultura, etc. Resulta imposible dar una lista completa de los países que han conmemorado el uso y la conservación de los bosques. Cabe, sin embargo, citar como mejor ejemplo de los timbres dedicados a la corta y transporte de madera, la serie de seis sellos emitida en 1975 por la República Centroafricana. También es digna de mención la serie de cuatro sellos emitida por Ghana en 1987, que trataban el uso final de la madera.

Protección de los bosques

Prácticamente todos los aspectos de la protección de los bosques han sido representados en timbres postales. Uno, emitido en 1969 por la República Popular de Viet Nam, refleja la lucha contra los insectos con pulverizadores de mano, mientras que otro, búlgaro de 1957, la representa con aspersiones aéreas; igual tema ilustra una emisión polaca de 1977. No obstante, al comprenderse mejor el delicado equilibrio de las diferentes formas de vida del ecosistema forestal, algunos timbres - una serie polaca de 12 sellos emitida en 1962 - ponen de relieve la necesidad de proteger los insectos benéficos, como la hormiga (Formica rufa).

Es indudable que uno de los peligros a que más expuestos están los bosques es el fuego. Antes de 1970, pocos sellos fueron dedicados a este tema; tal vez el ejemplo más antiguo sea el sello que en 1958 emitió la República Federal de Alemania mostrando un campo de troncos carbonizados con la leyenda «Prevenir los incendios forestales». Otro es el de 1962 de Swazilandia que representa una torre vigía en una plantación de pinos. En 1969, la República Democrática de Alemania emitió una serie de cuatro sellos dedicados a la protección de los bosques, que representan una ardilla, mascota de los servicios de prevención de incendios forestales. Con ese mismo fin la imagen del oso Smokey apareció en sellos emitidos por los Estados Unidos en 1984. En una sucinta, aunque tal vez estrecha manera de ver el tema, la serie de seis sellos que emitió Honduras en 1970 tiene la inscripción «El humo y las cenizas no son exportables». No quedaría completa esta reseña si no se aludiera al mundialmente famoso avión Canadair: aparece en los sellos de varios países en el acto de apagar fuegos; las series más recientes son las de la República de Djibouti (1984) y Yugoslavia (1987).

La «lluvia ácida», causada por la contaminación atmosférica, que tantos daños puede causar a los bosques, es un tema representado, entre otros, por dos series de 1985, una austríaca y otra de la República Federal de Alemania.

Sellos forestales emitidos en 1970 y en 1990, por tema

Región/ Organización

Número total de países

Arboles

Bosques

Vegetación del sotobosque

Reforestación

Protección e investigación forestales

Usos de la madera e industria forestal

Otros

Total



1970

1990

1970

1990

1970

1990

1970

1990

1970

1990

1970

1990

1970

1990

1970

1990

Europa

38

44

132

96

160

66

147

20

25

33

54

29

54

27

43

315

615

Asia

35

32

104

20

46

5

5

37

72

16

31

20

44

9

13

139

315

Africa

64

36

179

25

47

3

11

4

52

10

36

29

69

4

16

111

410

América del Norte

3

7

31

11

28

7

8

3

4

2

12

6

8

2

3

38

94

América Latina

34

39

112

9

47

4

8

2

10

3

27

15

26

6

9

78

239

Oceanía

21

18

54

7

23

1

1

1

4

1

11

11

20

2

3

41

116

Naciones Unidas





6




2

2

2


2



2

12

Total

195

176

612

168

357

86

180

67

169

67

173

110

223

50

87

724

1801

La plantación de árboles es un tema tradicionalmente usado en las emisiones postales. Por ejemplo, las estadísticas de reforestación son objeto de series emitidas por Rumania en 1963, por Francia en 1965 y por Hungría en 1976 (ésta cita un millón de hectáreas replantadas). La cintura forestal erigida en la parte sudoccidental de la Unión Soviética como protección de las cosechas agrícolas, se conmemora en un sello emitido en 1947 como parte de una serie dedicada a promover la deforestación.

Servicios forestales

Se conmemora a los «guardabosques» en sellos emitidos en muchos países. En homenaje a sus servicios nacionales, Finlandia y Suecia (1959), Noruega (1962), Italia en 1984 (en el 150 aniversario), Austria (1975 - 50 años de servicio), Suriname celebrando los 25 años (1972) y Filipinas los 15 años (1950), emitieron series conmemorativas. Digna de especial mención a este respecto por su excelente calidad es la serie de cuatro sellos que publicó Guyana en 1975 con ocasión del centenario de la fundación de la Sociedad Forestal. Otros sellos conmemoran el centenario de diversas asociaciones forestales nacionales: India (1961), Hungría (1966), Japón (1981) y universidades: Turquía (1957) y Austria (1967).

El bosque como ecosistema

La concepción del bosque como un ecosistema y no como una simple colección de árboles, se ha reflejado en la imagen de numerosos timbres postales que, en vez de presentar un solo ejemplar, reproducen alguna combinación de especies de la fauna y de la flora. Los primeros sellos que adoptaron este punto de vista- los precursores - son la edición de 1903 de Madagascar, que reproduce el «árbol de los viajeros» (Ravenala madagascariensis) bajo el cual se refugia un cebú (Bos indicus) y la serie de 13 sellos emitida por Australia en 1937 con un koala (Phascolarctus genus) abrazado a una rama de eucalipto.

Cuando se generalizó el concepto de ecosistema se publicaron muchos sellos entre los que merece especial atención la serie de diez emitida en 1979 por la República de San Marino, que representa entre otras cosas un cerezo (Cornus florida rubra) con un mapache (Procion lotor) y un baobab (Adansonia digitata) con un elefante (Loxodonta africana), y por último las series que emitió en 1985 Bophuthatswana ilustrando pájaros, mamíferos e insectos en un ecosistema forestal.

Arboles históricos

Como ya se mencionó, entre las imágenes forestales que primero aparecieron en timbres postales se cuentan las de árboles históricamente destacados por su tamaño, longevidad, importancia política, etc. Este tema se ha venido repitiendo hasta la actualidad. Lo adoptan las emisiones que conmemoran el árbol de Hipócrates (Grecia, 1959), el roble de Rogalin (Polonia, 1966), la higuera sagrada o árbol boo (Laos, 1956) y el árbol de la virgen (República Arabe Unida, 1967). Como curiosidad se cita el sello emitido en 1974 por Níger para conmemorar el primer aniversario de la muerte del «Arbol de Ténéré», una acacia que tenía tal importancia como hito en el «camino de la sal» a través del desierto de los tuareg, que lo sitúan los mapas de la región.

Celebridades

También hay sellos que rinden homenaje a personas. El primer especialista forestal inmortalizado en un sello fue Axel Heiberg, fundador de la sociedad forestal de Noruega, que apareció en un sello emitido en 1948 para celebrar los 50 años de vida de la sociedad y el centenario del nacimiento de su fundador. Un sello de los Estados Unidos (1964) reproduce el rostro del naturalista John Muir contra un fondo de secoyas. La fecha corresponde al 50 aniversario de la muerte del precursor del sistema americano de parques nacionales. Recientemente, en 1968, el servicio postal de Rumania dedicó un sello a Ion Ionesco, primer silvicultor de Rumania.

Momentos históricos

Los diez congresos forestales mundiales celebrados hasta la fecha han sido motivo de la emisión de sellos conmemorativos en muchos países. En total alrededor de 30 sellos han aparecido con posterioridad al Tercer Congreso (no se produjo o ninguno con ocasión de los dos primeros). En particular, el Quinto Congreso Forestal Mundial, celebrado en Seattle, Wáshington, en 1960, dio lugar a la emisión de 15 sellos en siete países y territorios y en las Naciones Unidas. En la emisión especial del servicio postal de Francia conmemorativa del Décimo Congreso Forestal Mundial celebrado en septiembre de 1991, figura un bosque rodeado por diseños de muchos de sus productos y de los servicios que presta.

Indice de los sellos postales forestales

Es significativa la relación existente entre países y el número y tipo de sellos que emiten, como se observa en las estadísticas del cuadro. Dado que el coeficiente de cubierta forestal expresado como razón de la superficie cubierta de bosque respecto de la superficie total de una determinada zona se puede considerar representativo - en cierto modo - del estado de los suelos y de las aguas de la zona, la razón del número de timbres postales forestales respecto del número total de timbres postales emitidos por un determinado país o territorio se puede considerar indicativa de la importancia que se le atribuye a la divulgación de los problemas forestales y, en el fondo, a la importancia económica y científica que en general se atribuye al tema forestal. Por supuesto, dada la multiplicidad de factores que afectan al índice (número total de timbres emitidos en el curso del tiempo, volumen total de timbres de correo emitidos anualmente, importancia de los sellos como fuente de ingresos para el país emisor, etc.) este no sirve para elaborar estadísticas.

Para valorar el efecto positivo de los sellos de correos forestales sobre la conciencia y preocupación popular por los problemas forestales y del esfuerzo oficial del gobierno al producir los mencionados sellos, hay que tomar en cuenta también el que hacen los coleccionistas al compartir sus «tesoros» con el público en general. Los coleccionistas especializados en sellos forestales de cada país deben procurar que se hagan exposiciones ambulantes para presentarlos en congresos, exposiciones, mesas redondas, televisión y, sobre todo, en las escuelas, con el fin de promover la enseñanza de temas forestales a los jóvenes en cuyas manos recaerá la responsabilidad de cuidar el patrimonio forestal en el futuro. Sólo así esas imágenes diminutas pero preciosas materializarán todo su potencial constructivo.

Bibliografía

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