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Los aspectos forestales en la conferencia de las naciones unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo

Jean-Paul Lanly

Jean-Paul Lanly es Director de Recursos Forestales del Departamento de Montes de la FAO
NdR: Primero de una serie de artículos que examinan el significado y las repercusiones probables de la CNUMAD en el sector forestal, en los niveles mundial, regional, nacional y local. Los comentarios por parte de los lectores serán sumamente bienvenidos.

Reseña de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) con particular referencia a los aspectos forestales.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) reunida en Rio de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992, tuvo como objetivo general «colocar los cimientos le una colaboración mundial de los países en desarrollo con los países más industrializados, con base en las necesidades e intereses comunes, para asegurar I porvenir del planeta» (Maurice Strong, Secretario General de la Conferencia). Participaron en ella más de 40 000 personas, entre ellas más de 100 jefes de Estado y gobierno, lo que hace de la CNUMAD la más amplia reunión cumbre jamás celebrada.

Después de exponer los antecedentes y preparativos de la Conferencia, este artículo presenta el contenido de carácter forestal de los diferentes textos aprobados y de las decisiones tomadas por la CNUMAD: la Declaración de Río, los «Principios Forestales», el marco de la convención sobre el clima, el marco de la convención sobre biodiversidad y los elementos pertinentes del «Programa 21». Trata también de las disposiciones financieras e institucionales y de los debates de CNUMAD sobre transferencia de tecnologías.

ANTECEDENTES Y PREPARATIVOS DE LA CNUMAD

En el curso de los últimos decenios se ha estado creando ininterrumpidamente la conciencia de que es necesario proteger el medio ambiente y usar sosteniblemente los recursos naturales para el desarrollo. La primera gran manifestación mundial de inquietud por el medio ambiente fue la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano celebrada en Estocolmo en junio de 1972. Consecuencia directa fue la institución del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); y muchos gobiernos crearon por entonces Ministerios del Ambiente. Otro hito en el «camino a Río» fue la publicación en 1987 del informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. La llamada Comisión Brundtland (su presidente fue el por entonces Primer Ministro de Noruega) en Nuestro futuro común definió la relación que necesariamente había de tener la humanidad con el medio ambiente, plasmándola en el concepto de desarrollo

«A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada. "
Del Principio 4. Declaración de Rio

En 1989, en su 44° período de sesiones, la Asamblea General de la Naciones Unidas, evocando la declaración de la Conferencia de Estocolmo, el informe de la Comisión Brundtland y la continua degradación del medio ambiente. adoptó la Resolución 44/228 mediante la cual convocaba a una Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) para junio de 1992 en el Brasil, Conferencia que «debe elaborar estrategias y medidas para detener e invertir los efectos de la degradación del medio ambiente en el contexto de la intensificación de esfuerzos nacionales e internacionales hechos para promover un desarrollo sostenible y ambiental mente racional en todos los países».

«Los países desarrollados reconocen la responsabilidad que les cabe en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible, en vista de las presiones que sus sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y los recursos financieros de que disponen. »
Del Principio 7, Declaración de Rio

El preámbulo de la Resolución 44/228 menciona todos los prerrequisitos esenciales del crecimiento económico y de un clima económico internacional favorable a la protección del medio ambiente, confirma la soberanía de cada Estado sobre sus recursos y su responsabilidad por los daños que cause sobre sus fronteras, recuerda la responsabilidad concreta de los países industrializados por la contaminación y las dificultades de los países en desarrollo por sus problemas en materia de deuda externa. y finalmente reafirma la necesidad de reforzar la cooperación internacional, particularmente entre países desarrollados y en desarrollo, en las actividades de investigación y desarrollo y en la utilización de tecnologías ambientalmente racionales. La importancia y la frecuencia de los conceptos relacionado con asuntos forestales mencionados colocaba automáticamente los problemas forestales entre los que la CNUMAD de bía considerar prioritarios.

Como mecanismo para organizar 1, Conferencia, la Resolución 44/228 creó un Comité Preparatorio abierto a todos los países miembros de las Naciones Unidas. Después de una reunión de organización que tuvo lugar en marzo de 1990 en Nueva York, el Comité Prepara" torio celebró cuatro períodos de sesiones: del 6 al 31 de agosto de 1990 en Nairobi; del 18 de marzo al 5 de abril de 1991 en Ginebra; del 12 de agosto al 4 de septiembre de 1991 en Ginebra y del 2 de marzo al 3 de abril de 1992 en Nueva York. Esas relmiones de trabajo sirvieron para discutir y tomar acuerdos provisionales sobre los principales resultados que se obtendrían de la CNUMAD, es decir:

· una Carta de la Tierra: un documento que no obligue jurídicamente pero que defina los principios por los que se regirán las naciones por lo que respecta a protección del medio ambiente y desarrollo sostenible (en su última reunión el Comité Preparatorio decidió cambiar el nombre de Carta de la Tierra por el de Declaración de Río);

«El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda... Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación del público poniendo la información a disposición de todos.»
Del Principio 10, Declaración de Rio

· convenciones y otros acuerdos sobre asuntos ambientales y del desarrollo que debían ser aprobados y firmados durante la Conferencia (concretamente los «Principios Forestales», la Convención General sobre los Cambios Climáticos y la Convención sobre Diversidad Biológica);

· el Programa 21, que será la base operativa, hasta el año 2000 y aún después, de la comunidad internacional en todos los sectores más importantes relacionados con el medio ambiente y el desarrollo sostenible;

· recursos financieros adicionales para que los países en desarrollo puedan aplicar las decisiones de la CNUMAD y, en particular, los diferentes elementos del Programa 21;

· procedimientos y medios para la transferencia de tecnologías en todas las esferas relacionadas con la Conferencia, para que los países en desarrollo puedan vencer los obstáculos con que tropiezan para un desarrollo ambientalmente racional y sostenible;

· disposiciones institucionales internacionales, particularmente en el sistema de las Naciones Unidas, que faciliten la aplicación del Programa 21 y otras decisiones de la Conferencia.

REALIZACION DE LA CONFERENCIA

La Conferencia se celebró en los alrededores de Rio de Janeiro, en el RioCentro, del 3 al 14 de junio de 1992, y fue precedida por una reunión de dos días para tratar cuestiones de procedimiento. Del 3 al 11 de junio tuvo lugar el segmento a nivel ministerial de la Conferencia; comprendió discusiones en un Comité Principal y en una serie de grupos oficiosos. Esta parte de la Conferencia se caracterizó por las intervenciones en sesiones plenarias de los gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales y otros grupos; incluyendo una declaración del Director General de la FAO.

En los días 12 y 13 de junio tuvo lugar el segmento cumbre de la CNUMAD, en el que 102 jefes de Estado y gobierno hicieron uso de la palabra. El 14 de junio se celebró la sesión de clausura que culminó con intervenciones de Maurice Strong, Secretario General de la Conferencia, Boutros Boutros-Ghali, Secretario General de las Naciones Unidas, y Fernando Color de Mello, Presidente del Brasil.

«Las medidas de política comercial para fines ambientales no deberían constituir un medio de discriminación arbitraria o injustificable ni una restricción velada del comercio internacional. Se deberla evitar tomar medidas unilaterales para solucionar los problemas ambientales que se producen fuera de la jurisdicción del país importador.»
Del Principio 12, Declaración de Rio

RESULTADOS DE LA CONFERENCIA

La Declaración de Rio

La Declaración de Rio contiene 27 principios generales «proclamados» por la CNUMAD para conducir a Estados y pueblos hacia una «alianza mundial nueva y equitativa» en la vasta esfera del medio ambiente y el desarrollo y en todas las políticas y programas relacionados.

Algunos de los principios proporcionan prerrequisitos para la acción: seres humanos en el centro de las preocupaciones (Principio 1); el derecho al desarrollo (Principio 3); y la tarea esencial de erradicar la pobreza (Principio 5). Otros tratan del derecho soberano de aprovechar los recursos propios según las propias políticas ambientales y de desarrollo (Principio 2); la necesidad de atribuir prioridad a la situación y a las necesidades especiales de los países en desarrollo (Principio 6); la responsabilidad que cabe a los países desarrollados en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible (Principio 7); la necesidad de un consenso internacional sobre medidas ambientales destinadas a tratar problemas ambientales globales (Principio 12); el espíritu de solidaridad de los Estados y los pueblos en la aplicación de los principios (Principio 27); y en reforzar la creación de capacidades endógenas para lograr un desarrollo sostenible (Principio 9).

Los objetivos de sostenibilidad se hacen resaltar en varios principios: se cita a la protección del medio ambiente como parte integrante del proceso de desarrollo (Principio 4); la necesidad de reducir y eliminar los sistemas de producción y consumo insostenibles (Principio 8); la necesidad de adoptar legislación y normas ambientales eficaces (Principio 11); y la de emprender una evaluación del impacto ambiental en calidad de instrumento nacional (Principio 17).

Se expresa la necesidad de hacer que participen todos los grupos, en el nivel que corresponda (Principio 10). incluidas las mujeres (Principio 20), los jóvenes (Principio 21) y los pueblos indígenas y sus comunidades (Principio 22).

Aunque los principios de la Declaración de Rio no tienen la finalidad de dar recetas detalladas sobre disposiciones institucionales a ningún sector concreto, proporcionan útiles orientaciones de carácter general. La Conferencia expresó la opinión de que se siguiera perfectamente la Declaración de Rio para presentarla como una «Carta de la Tierra» en 1995, en el 50° Aniversario de las Naciones Unidas.

«Los pueblos indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo debido a sus conocimientos y prácticas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y prestar el apoyo debido a su identidad, cultura e intereses y velar porque participaran efectivamente en el logro del desarrollo sostenible."
Principio 22, Declaración de Rió

Los «Principios Forestales»

La idea de adoptar principios forestales internacionales sobre la ordenación, conservación y desarrollo sostenible de los bosques tiene su origen en la propuesta presentada en junio de 1990 por el Plan de Acción Forestal en los Trópicos (denominación cambiada posteriormente a Programa de Acción Forestal Tropical) de formar una misión independiente que revisara la situación con vistas a llegar a una convención internacional sobre bosques. Esta idea estaba también implícita en la petición del Comité Preparatorio de la CNUMAD, formulada en su primera reunión en agosto de 199O, en el sentido de que el Secretario General de la Conferencia propusiera diferentes maneras de coordinar las actividades forestales en los planos nacional, regional e internacional.

«Los bosques son indispensables para el desarrollo económico y el mantenimiento de todas las formas de vida. »
Preámbulo, «Principios Forestales»

Aunque pronto se llegó a un acuerdo sobre la necesidad de formular principios. aplicables a todos los bosques del mundo y sobre la oportunidad de aprovechar e proceso preparatorio de la CNUMAD para formularlos, faltaba llegar a un consenso sobre la forma y el contenido que en definitiva debían tener. Gracias al intensa labor desarrollada por la Secretaría de la CNUMAD. asistida por la FAO la reunión de clausura del Comité Preparatorio presentó una «declaración autorizada, sin fuerza jurídica obligatoria, de principios para un consenso mundial res pacto de la ordenación, la conservación cl desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo". llamada también «Principios Forestales». Estos son el fruto de detenidas discusiones celebradas a lo largo de todo cl proceso preparatorio de la CNUMAD e incluso durante la propia Conferencia. Como afirma el preámbulo, reflejan un primer consenso mundial sobre los bosques que los países han decidido mantener «en constante evaluación a fin de determinar su idoneidad para proseguir la cooperación internacional respecto de las cuestiones relacionadas con los bosques.» Los países se han comprometido a aplicarlos con prontitud y a «explorar la necesidad y la viabilidad de todas las clases de arreglos apropiados concordados internacionalmente para fomentar la cooperación internacional en materia de ordenación, conservación y desarrollo sostenible de todos los tipos de bosques.»

Esos principios reflejan la mayoría de los que han sido incorporados en la Declaración de Río, pero son mucho más concretos y detallados. Hacen hincapié en el uso múltiple de los bosques y en la necesidad de un punto de vista holístico y equilibrado para su conservación y desarrollo (Preámbulo, Principios 2b, 3c, 4 y 6). Definen el derecho soberano que tienen todos los países a sus recursos forestales (Principios la, 2a). Insisten en que el marco de referencia para la ordenación y uso sostenible de los bosques debe estar constituido por las políticas, estrategias y prioridades nacionales (Princ. 3a y 8d).

Los principios 9c y 13d mencionan la necesidad de engranar e integrar internacionalmente las políticas forestales con otras políticas pertinentes. En varios principios se recomienda la participación en la conservación y desarrollo de distintos segmentos de la sociedad: Comunidades locales y habitantes de los bosques (Princ. 2d y 5a), las industrias, la mano de obra, las organizaciones no gubernamentales y las personas particulares (Princ. 2d) y la mujer (Princ. 2d y 5b).

Se señala repetidamente la necesidad de crear o fortalecer las instituciones relacionadas con la ordenación, conservación y desarrollo sostenible de los bosques tierras arboladas, bien sea de una manera general (Princ. 3a), o bien en relación con la educación, capacitación. investigación y tecnología (Princ. 12b) o con las comunidades locales interesadas (Princ. 12d).

«Los Estados tienen el derecho soberano e inalienable de proceder a la utilización, la ordenación y el desarrollo de sus bosques de conformidad con sus necesidades de desarrollo y su grado de desarrollo socioeconómico y sobre la base de una política nacional compatible con el desarrollo sostenible y la legislación, incluida la conversión de las zonas boscosas para otros usos en el contexto del plan general de desarrollo socioeconómico y sobre la base de una política racional de uso de la tierra.»
Principio 2a, «Principios Forestales»

No hay aspecto en que más insistan los «Principios Forestales» que en la necesidad de cooperación internacional y asistencia técnica y financiera para la ordenación. conservación y desarrollo sostenible de los bosques. Después de invocar en términos generales la urgencia de una mayor cooperación internacional para compartir equitativamente «el costo adicional total convenido de alcanzar los beneficios relacionados con la conservación y el desarrollo sostenible de los bosques» (Princ. 1b),, hacen varias recomendaciones a la comunidad internacional en el sentido de que apoye financiera y. de ser posible, técnicamente a los países en desarrollo para que puedan ordenar, conservar y desarrollar sosteniblemente sus recursos forestales. Estas recomendaciones se aplican «especialmente en los países en desarrollo» (Princ. 8c), en términos generales (Princ. 9a), con referencia a «recursos financieros nuevos v adicionales» (Princ. 10) y a «recursos financieros específicos» para los países que establezcan programas de conservación (Princ. 7b).

Otras recomendaciones de los «Principios Forestales», se refieren a: la provisión e intercambio internacional de información (Princ. 2c y 12c); las investigaciones científicas y los inventarios y evaluaciones (Princ. 12a); una completa evaluación de los valores económicos y no económicos de los bienes y servicios forestales (Princ. 6c); la función de los bosques en la producción de energía (Princ. 6a); la protección de ejemplos singulares de bosques (Princ. 8f); el acceso a los recursos genéticos y a la participación en sus beneficios (Princ. 8g); y la transferencia de biotecnología y otras tecnologías ecológicamente racionales (Princ. 8g y 11).

«En la adopción de decisiones sobre la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de los recursos forestales debería recurrirse, en la medida de lo posible, a una completa evaluación de los valores económicos y no económicos de los bienes y servicios forestales y del costo y los beneficios para el medio ambiente. »
Principio 6c, «Principios Forestales»

La adopción de los principios debería dar realce al sector forestal a ojos de los gobernantes y de la opinión pública, contribuyendo a consolidar el apoyo a un punto de vista equilibrado sobre la conservación y el desarrollo forestales. El uso que llegue a hacerse de los «Principios Forestales" dependerá. por supuesto, de las decisiones que se tomen en el piano político. sobre todo en lo que respecta a la pertinencia de un instrumento jurídico internacional; su cotidiana aplicación, sin embargo. dependerá en gran parte de todas las personas e instituciones interesadas.

«La aplicación de políticas y programas nacionales de ordenación forestal, conservación y desarrollo sostenible, especialmente en los países en desarrollo, debería apoyarse mediante cooperación financiera y técnica internacional, incluso con participación del sector privado, cuando precediera.»
Principio 8 c, Principios Forestales»

Convención sobre los cambios del clima

El 4 de junio se puso a la firma la Convención General sobre los Cambios Climáticos, y fue suscrita por 150 países; la Convención entrará en vigor en cuanto sea ratificada oficialmente por 50 de esos países. Su propósito es estabilizar la concentración de gases de invernadero en la atmósfera a un nivel que evite peligrosos cambios provocados por el ser humano en el sistema climático mundial. Ese nivel se alcanzaría en un plazo de tiempo suficiente para que los ecosistemas se adapten con naturalidad al cambio de clima, para que no quede amenazada la producción de alimentos y para que el desarrollo económico prosiga sosteniblemente.

La Convención compromete a los países principalmente a reducir la emisión de gases de invernadero, y prevé disposiciones para facilitar su ejecución a los países en desarrollo. No obstante. no hubo acuerdo sobre los límites de emisión ni sobre los plazos en que se deberían alcanzar las metas. Aunque la Convención General reconoce la importancia de los aspectos forestales en los cambios de clima, no los trata específicamente. Se espera que estos aspectos serán cubiertos por los protocolos que se adoptarán en el futuro.

Convención sobre biodiversidad

La Convención sobre la Diversidad Biológica, negociada en el curso de siete sesiones de un comité intergubernamental y aprobada por una conferencia diplomática en Nairobi, Kenya, en mayo de 1992, quedó abierta a la firma el 5 de junio. La suscribieron en Rio de Janeiro 154 países y entrará en vigor en cuanto la ratifiquen 30 de esos países. Los objetivos de la Convención son «la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus elementos, así como la participación equitativa en los beneficios que se deriven del uso de los recursos genéticos, incluido el fácil acceso a los mismos y la transferencia de tecnología apropiada...». Hace resaltar el derecho soberano que tienen los Estados a explotar sus propios recursos y hace hincapié en la responsabilidad de asegurar que las actividades nacionales no causen daños al medio ambiente de otros Estados. Solicita a los signatarios que cooperen directamente o a través de organizaciones internacionales en asegurar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica mediante medidas adecuadas de conservación.

La Convención insta a los gobiernos para que compartan «de manera justa y equitativa los resultados de la investigación y el desarrollo. y los beneficios que se deriven del aprovechamiento comercial y de otra naturaleza de los recursos genéticos, con la parte contratante que provea esos recursos... en términos mutuamente convenidos». Hace hincapié en el derecho de acceso a la tecnología, mencionando explícitamente las tecnologías biológicas pertinentes. Se creará un mecanismo financiero gobernado por la Conferencia de las Partes para que provea de recursos financieros a modo de subsidio o donaciones a los países en desarrollo que ceno Partes

«En las políticas o leyes nacionales para la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de los bosques se debería contemplar la protección de ejemplos representativos o singulares ecológicamente viables de bosques, con inclusión de bosques primarios o antiguos, bosques de importancia cultural, espiritual, histórica o religiosa y otros bosques singulares y valiosos de importancia nacional.»
Principio 8f, «Principios Forestales»

Las repercusiones de la Convención en materia forestal son considerables, particularmente en relación con las áreas protegidas, la conservación in situ y ex situ de los recursos de la fauna y flora silvestres y la disponibilidad, desarrollo y uso sostenible de dichos recursos.

Los aspectos forestales en el Programa 21

El Programa 21 es un amplio programa de acción que se extiende desde el presente hasta el año 2000 y aún después. En 500 páginas agrupadas en cuatro volúmenes (aspectos socioeconómicos; conservación y ordenación de los recursos naturales; función de los principales grupos [sociales]: y medios de ejecución). el Programa 21 abarca 1 15 áreas programáticas.

El Capítulo 11 del Programa 21 está especialmente consagrado a los aspectos forestales; aunque su titulo es «Medidas contra la deforestación», se trata de un bien equilibrado programa que abarca todas las prioridades del sector forestal. No obstante, también hay actividades y aspectos relacionados con bosques y árboles en otros varios capítulos y perticularmente en el Capítulo 9: «Protección de la atmósfera»; 10: «Enfoque integrado de la planificación, y la ordenación de los recursos de tierras»; 12: «Gestión de los ecosistemas frágiles: desarrollo sostenible de las zonas de montaña»; 14: «Fomento del desarrollo agrícola y rural sostenible»; 15: «Conservación de la diversidad biológica»; y 16: «Gestión ecológicamente racional de la biotecnología». También tienen relación con el sector forestal la mayor parte de los temas de la Sección 1: «Dimensiones sociales y económicas», de la Sección III: «Fortalecimiento del papel de los grupos principales» (mujeres, jóvenes, pueblos indígenas, ONG, autoridades locales, trabajadores y sindicatos, industria y comercio, comunidad científica y técnica, agricultores) y de la Sección IV: «Medios de ejecución».

«Los gobiernos y la comunidad internacional deberían abordar los problemas que obstaculizan los esfuerzas por lograr la conservación y el uso sostenible de los recursos forestales, que obedecen a la falta de otras opciones accesibles a las comunidades locales, especialmente los pobres de las zonas urbanas y las poblaciones rurales pobres que dependen económica y socialmente de los bosques y los recursos forestales.»
Principio 9b, «Principios Forestales»

El Capítulo 11, «Medidas contra la deforestación», abarca cuatro áreas de programas: (A) «Mantenimiento de las múltiples funciones de todos los tipos de bosques, tierras forestales y regiones forestales", es decir. aspectos de política e instituciones: (B) «Aumento de protección. ordenación sostenible y conservación de todos los bosques y aumento de la cubierta vegetal en las tierras degradadas. mediante la rehabilitación, la siembra de árboles la reforestación y otras técnicas de bonificación de tierras» es decir, ordenación, protección. desarrollo y creación de bosques; (C) «Promoción de métodos eficaces de aprovechamiento y evaluación para recuperar el valor integro de los bienes y servicios derivados de los bosques, las tierras forestales y las regiones forestadas», es decir, producción comercial y no comercial. transformación. comercio y comercialización; (D) «Establecimiento o fortalecimiento de la capacidad para la planificación, la evaluación y la observación sistemática de los bosques y de los programas, perspectivas y actividades conexas, incluido el comercio y las operaciones comerciales».

La versión original del Capítulo 11 contenía una quinta área de programa titulada «Cooperación internacional y regional», que incluía actividades como el fortalecimiento del Programa de Acción Forestal Tropical (PAFT), la creación de un «fondo verde», la promoción de la investigación forestal internacional y la negociación internacional de acuerdos forestales. No obstante, el Comité Preparatorio decidió distribuir los elementos de esta área entre las otras cuatro áreas de programas. El hecho de que la cooperación internacional y regional ya no sea una área separada podría considerarse deplorable, pues afecta mecanismos de cooperación existentes o potenciales que abarcan toda la gama de asuntos forestales. Uno de los más importantes entre ellos. el PAFT, está ahora incluido en el área (B) con un llamamiento a todos los países - tropicales o no tropicales industrializados o en desarrollo - para que formulen y apliquen programas o planes forestales nacionales análogos a los que los países tropicales llevan a cabo en el marco del PAFT.

RECURSOS Y MECANISMOS FINANCIEROS

Como era de suponer, las discusiones en torno a los recursos financieros necesarias para alcanzar las metas de la CNUMAD fueron particularmente difíciles. El costo de ejecutar el Programa 21 habla sido calculado en 625 mil millones de dólares EE.UU. anuales como promedio para el período 19932000, de los cuales se estimó que un 2() por ciento, es decir, 125 mil millones de dólares serían fondos internacionales con un alto componente en donación. A modo de comparación la asistencia oficial no militar para el desarrollo (AOD) para todos los sectores asciende a unos 55 mil millones de dólares anuales.

La FAO había calculado la cantidad total y la de origen internacional de los fondos anuales necesarios para ejecutar las actividades de tipo forestal que se prevén en el Programa 21 para el período 1993-2()()() sobre la base de la situación bosques, sector forestal, desarrollo socioeconómico y capacidad para absorber ayuda internacional de cada país en desarrollo. Las cifras eran 32 mil millones de dólares y 6 mil millones de dólares, respectivamente, para todos los países en desarrollo en su conjunto.

«El intercambio internacional de información sobre los resultados de las actividades de investigación y desarrollo relativas a los bosques y la ordenación forestal debería mejorarse y ampliarse, según procediera, aprovechando plenamente los servicios de las instituciones de educación y capacitación, incluidas las del sector privado.»
Principio 12c, «Principios Forestales»

Esta última cifra es 4,5 veces más elevada que la AOD otorgada para asuntos forestales en 199(). Eso no implica que los objetivos forestales del Programa 21 sean irreales, pues encuestas de la FAO revelan que la AOD para cuestiones forestales se incrementó a una media anual del 16 por ciento entre 1986 y 1990. Si prosiguiera al mismo ritmo durante el resto del decenio de 1990, la AOD media en el penado de referencia 19932000 sería de 3 740 millones de dólares en lugar de los 6 18() millones que prevé el Programa 21. Dicho de otro modo. la AOD para el sector forestal tendría que aumentar anualmente en un 24 por ciento durante el resto del decenio de 199(), en lugar del 16 por ciento a que aumentó en 1986-1990. Este objetivo no es necesariamente inalcanzable dada la actual prioridad internacional de que gozan los asuntos forestales.

La CNUMAD había recibido el mandato de «determinar medios de proporcionar recursos financieros adicionales en especial a los países en desarrollo, para programas y proyectos ambientalmente racionales, de conformidad con los objetivos, las prioridades y los planes de desarrollo nacionales», así como de «adoptar medidas orientadas a resolver problemas ambientales importantes de interés mundial», y de «examinar diversos mecanismos de financiación ... y de considerar la posibilidad de establecer un fondo especial internacional y otros criterios innovadores".

Se convino que los fondos para el Programa 21 y los demás resultados de la Conferencia sean provistos de manera que se maximice la disponibilidad de recursos financieros nuevos y adicionales y se aproveche todos los recursos y mecanismos financieros disponibles. Conviene citar a este respecto que se recomendó que el Fondo para la Protección del Medio Ambiente sea reestructurado de modo que, entre otras cosas, tenga suficiente flexibilidad para abarcar las áreas de programa del Programa 21, obteniéndose beneficios ambientales de carácter mundial. Las nuevas áreas que posiblemente abarcaría el Fondo para la Protección del Medio Ambiente son forestación y lucha contra la degradación de la tierra y la desertificación.

Aunque la CNUMAD no tenía la finalidad de recolectar fondos, varios países y organizaciones donantes anunciaron contribuciones adicionales que, en su totalidad o en parte, se destinarían a proyectos forestales en países tropicales. La CEE indicó que aumentaría su AOD anual en 4 000 millones de dólares; Francia confirmó su compromiso de otorgar como AOD un equivalente al 0,7 por ciento de su PNB; el Japón aumentaría su AOD anual a más del doble haciéndola pasar de 3 000 a 7 000 millones de dólares durante los próximos cinco anos: los Países Bajos alcanzarían una AOD equivalente al 0,8 por ciento de su PNB a condición de que otros países siguieran su ejemplo; España triplicaría su actual AOD, y los Estados Unidos harían el año próximo un primer pago de 150 millones de dólares en ayuda bilateral para conservación de bosques con la iniciativa de duplicar la actual AOD forestal.

Hubo además compromisos de principios para reponer en términos reales los fondos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) y para tomar seriamente la propuesta del Presidente del Banco Mundial en el sentido de añadir un «Incremento de la Tierra».

Se estimuló la adopción de nuevas y novedosas maneras de generar recursos financieros públicos y privados: canje de la deuda externa, incentivos económicos y fiscales, permisos comerciables (en dióxido de carbono. por ejemplo), y nuevos planes para recaudar fondos y contribuciones voluntarias por canales privados incluidas las ONG.

TRANSFERENCIA DE TECNOLOGIA

Entre los temas más importantes y espinosos que se negociaron en la CNUMAD se cuenta la transferencia de tecnología. A pesar de que numerosos países industrializados habían declarado su intención de continuar facilitando la transferencia y el acceso a técnicas ecológicamente racionales a los países en desarrollo, los debates en el Comité Preparatorio y en la propia CNUMAD revelaron notables diferencias de opinión en asuntos como derechos de propiedad intelectual (patentes). mecanismos adecuados y la posibilidad de establecer un código internacional de conducta sobre la transferencia de tecnologías, así como en aspectos financieros. En su versión final el Programa 21, al referirse a la transferencia de tecnologías ecológicamente racionales, hace hincapié en la cooperación y en la creación de capacidad a un costo medio anual para 1993 - 2000 calculado entre 450 y 600 millones de dólares.

ARREGLOS INSTITUCIONALES INTERNACIONALES PARA EJECUTAR LAS DECISIONES DE LA CONFERENCIA

El Capítulo 38 del Programa 21 examina la función de las diferentes partes en el seguimiento de la Conferencia. Establece que:

«Las actividades intergubernamentales a que dé lugar el proceso de la Conferencia se realizarán en el marco del sistema de las Naciones Unidas y la Asamblea General será el foro normativo supremo encargado de proporcionar una orientación general a los gobiernos. al sistema de las Naciones Unidas y a los organismos pertinentes creados en virtud de tratados. Al mismo tiempo, los gobiernos, así como las organizaciones regionales de cooperación económica y técnica, deberán desempeñar un papel importante en las actividades a que dé lugar la Conferencia. Sus compromisos y acciones deberán ser debidamente apoyados por el sistema de las Naciones Unidas y por las organizaciones financieras internacionales. De esta forma, habrá una relación de beneficio mutuo entre los esfuerzos nacionales y los internacionales."

El Capitulo 38 también reconoce la importancia de «la participación ininterrumpida, activa y eficaz de las organizaciones no gubernamentales, la comunidad científica y el sector privado. así como de los grupos y comunidades locales».

En lo que respecta a los arreglos institucionales, se designa a la Asamblea General de las Naciones Unidas como principal órgano normativo y de evaluación sobre las actividades a que dé lugar la Conferencia, asistida por el Consejo Económico y Social (ECOSOC). La Conferencia recomendó que la Asamblea General establezca una comisión de alto nivel del ECOSOC sobre desarrollo sostenible para que revise y coordine el estado de adelanto del Programa 21 y otros acuerdos y convenciones de la CNUMAD. El proceso de seguimiento contará con la asistencia de una estructura de apoyo secretarial y hará partícipe no sólo al sistema de las Naciones Unidas, sino también a otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

«Deberían eliminarse o evitarse las medidas unilaterales, incompatibles con las obligaciones o acuerdos internacionales, destinadas a restringir y/o prohibir el comercio internacional de la madera u otros productos forestales con el objeto de lograr la ordenación sostenible a largo plazo de los bosques.»
Principio 14, «Principios Forestales»

CONCLUSION

Dado que la gran mayoría de los resultados de la CNUMAD tienen horizontes a largo plazo, es difícil y hasta temerario intentar una evaluación de la Conferencia a apenas seis meses de su clausura. En cualquier caso. hay que evaluarla no comí un fin en sí misma, sino más bien como un paso adelante en dirección a las meta a largo plazo. Cabe, sin embargo, hace algunos comentarios. El más importante es que la Conferencia fue genuinamente singular: nunca antes se habían reunido tantos jefes de Estado y gobierno par alcanzar un acuerdo en tantas áreas sobre cl porvenir de la humanidad y cl medio ambiente local y global. Nunca antes habían llegado tan lejos los preparativos para una conferencia internacional (tal vez para ningún otro acontecimiento) por lo que respecta a la creación de conciencia en todos los países y a todos los niveles, sobre la necesidad de prestar atención y de actuar en lo relacionado con el medio ambiente y el desarrollo. y nunca antes se había llegado a un acuerdo tan amplio sobre un documento tan completo y detallado como el Programa 21. Las conclusiones de la Conferencia, y en particular el contenido del Programa 21, constituirán un obligatorio y esencial punto de referencia, por lo menos hasta el año 2000, para las políticas, planes y programas mundiales, regionales y nacionales en todas las áreas del medio ambiente y el desarrollo. con particular referencia al sector forestal.

A pesar de que los diferentes textos aprobados y las decisiones tomadas por la CNUMAD representan un considerable adelanto en la obra de unir países de muy diverso nivel de vida en la lucha por armonizar desarrollo y medio ambiente a escala mundial, hubo desilusiones por no haberse adoptado iniciativas ano más audaces ni compromisos de mayor alcance (financieros, en particular). La CNUMAD es una base para el progreso. pero a todos nos incumbe la responsabilidad de ir adelante con renovada energía y empano. Quede bien claro para todos que por muy importante que haya sido el camino a Río, el que más importa es el que viene después de Rio.

Pueden obtenerse copias de los documentos y acuerdos de CNUMAD pidiéndolos a la Secretaría de la CNUMAD, 160 Route de Florissant, P.O. Box 80, CH - 1231 Concheles, Suiza.


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