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Los recursos forestales de los países industrializados: Evaluación CEPE/FAO

A. V. Korotkov y T. J. Peck

Hoy en día se considera que los inventarios forestales deben proporcionar informaciones útiles para una gama cada vez más amplia de personas en diferentes disciplinas, incluyendo legisladores, encargados de formular políticas, personas de los medios de comunicación de masa, de grupos de intereses particulares (especialmente los que se ocupan del medio ambiente) y el público en general. Estas nuevas exigencias se plantean tanto en el ámbito de los inventarios nacionales como de los regionales y mundiales. En el presente artículo se resumen los resultados de la evaluación más reciente de los recursos forestales en los países industrializados, emprendida en 1990 por la División Mixta CEPE/FAO de la Agricultura y de la Madera (los datos principales se resumen en los cuadros 3a, 3b y 4 en las páginas 26, 27 y 28).

Alexandre V. Korotkov es Oficial de Asuntos Económicos de la Dirección Mixta CEPE/FAO de la Agricultura y de la Madera, Ginebra.

T.J. Peck fue Director de la misma Dirección hasta marzo de 1993.

Un parcela de plantación de abetos en el Reino Unido antes de un aclareo con fines comerciales

LA EVALUACION DE 1990

La evaluación de los recursos forestales de los países industrializados de 1990 se llevó a cabo (como en el caso de las versiones anteriores) a través de una encuesta detallada que comprendía diversos términos, definiciones y un cuestionario pormenorizado. El cuestionario, que abarcaba la información más importante para fines del inventario forestal, se distribuyó en todos los países de Europa, en la ex Unión Soviética, el Canadá, los Estados Unidos de América, el Japón, Australia y Nueva Zelandia. La coordinación de esta labor de evaluación se encomendó a la Dirección Mixta CEPE/FAO de la Agricultura y de la Madera. El informe principal de la evaluación se publicó en dos volúmenes; el primero es un informe general sobre los recursos forestales (CEPE/FAO, 1992), y el segundo trata sobre los beneficios y funciones de los bosques (CEPE/FAO, en prensa).

Definiciones

· Bosques. Se define como bosque la tierra con una cobertura de copas de árboles (densidad del rodal) de más del 20 por ciento de la superficie. Se incluyen tanto las formaciones forestales cerradas, donde árboles de diversos niveles de altitud y el sotobosque cubren un alto porcentaje del suelo, como las formaciones forestales abiertas con un estrato continuo de gramíneas en las que una sinusia de árboles cubre como mínimo un 10 por ciento de la superficie.

· Otras tierras boscosas. Tienen algunas características forestales sin constituir un bosque según la definición que antecede. Comprende masas forestales y de malezas, arbustos y matorrales abiertos, utilizadas o no para pastoreo. No comprende la tierra ocupada por árboles fuera del bosque (por ejemplo los linderos de tierras de cultivo, los terrenos destinados a cultivos arbóreos permanentes tales como huertos de frutales, y las arboledas de zonas urbanas).

En comparación con las evaluaciones precedentes, que se remontan a 1947, la nueva evaluación contiene un mayor número de datos de calidad generalmente mejor y que abarcan una gama más amplia de aspectos de los recursos forestales. Sin embargo, fue muy pronto evidente, aun antes que el informe de la evaluación fuera publicado, que tampoco la información contenida en él alcanzaría a satisfacer totalmente las necesidades actuales. Cuando aparezca este número de Unasylva, se habrá ya celebrado (en mayo de 1993, en Kotka, Finlandia) una reunión de expertos CEPE/FAO para determinar las necesidades de información que deberá satisfacer la próxima evaluación mundial, y examinar en qué medida los países pueden desarrollar sus sistemas de inventariación para reunir los datos necesarios, y cómo los organismos internacionales interesados pueden proporcionar la organización y los recursos a que hubiera lugar para recopilarlos y analizarlos.

El número de reservas forestales y de zonas protegidas en Europa está destinado a seguir aumentando

Superficie forestal

Para el conjunto de los países industrializados, la superficie total ocupada por los bosques y otras tierras boscosas (véase el recuadro «Definiciones», p. 20) es de 2 060 millones de hectáreas, lo que equivale al 39 por ciento de la superficie total de las tierras. Sin embargo, la proporción de los bosques y otras tierras boscosas respecto a la superficie total de las tierras varía considerablemente entre países, pasando del 68 por ciento en el Japón y el 77 en Finlandia al 20 por ciento en Bélgica y a menos del 10 por ciento en el Reino Unido.

La mayor concentración de bosques y otras tierras boscosas se encuentra en los países que conforman la ex Unión Soviética (942 millones de ha), a la que siguen América del Norte (749 millones), Europa (195 millones) y las demás regiones industrializadas (178 millones de ha).

En valores per cápita encontramos, para una población estimada de 1 270 millones de habitantes en los países industrializados, un promedio de 1,6 hectáreas de bosques y otras tierras boscosas por habitante. También en este aspecto las diferencias entre países son muy pronunciadas. Canadá, por ejemplo, tiene más de 17 ha per capita; la ex Unión Soviética y Suecia tienen 3,3 ha per cápita Al otro extremo encontramos Alemania, Italia y Japón con 0,2 per cápita o menos de tierras forestales u otras tierras boscosas, mientras Holanda y el Reino Unido cuentan con sólo 0,02 y 0,04 ha per cápita respectivamente.

Estructura de la propiedad

La estructura de la propiedad de los bosques y otras tierras bascosas varía en los diferentes países según los factores históricos, sociales, políticos y de otra índole. Actualmente, la mitad de la superficie de los bosques y otras tierras bascosas de Europa es de propiedad privada y la otra mitad de propiedad pública. Entre los países con economía de mercado, Portugal, Noruega y Austria tienen las participaciones más altas de propiedad privada (91, 83 y 82 por ciento, respectivamente); Turquía y Grecia tienen las más bajas (1 y 17 por ciento, respectivamente). En cuanto a los países de Europa central y oriental que se encuentran en proceso de transición hacia economías orientadas al mercado, donde actualmente el estado es dueño del 100 por ciento de los busques (como es también el caso de la ex Unión Soviética) es posible que en los años venideros surjan también otros tipos de propiedad, dando lugar a una estructura más diversificada y comparable con la de Europa occidental; pero es muy pronto ano para predecir su alcance.

En América del Norte existe un fuerte contraste entre (Canadá, donde el 94 por ciento de los bosques son de propiedad pública, principalmente en manos de las Provincias; y los Estados Unidos, donde el 72 por ciento de los bosques son privados, y las industrias forestales son propietarias de extensas áreas. En Australia, entre el 70 y el 75 por ciento de los bosques (sin incluirlas otras tierras boscosas) son de propiedad privada.

En la evaluación se distingue entre áreas aprovechables y áreas no aprovechables. En el Cuadro 1 se compara la tierra forestal aprovechable con la superficie forestal total. Si bien en los países industrializados se atribuye a la categoría aprovechable también una parte de las otras áreas boscosas, se trata de una porción relativamente pequeña del total que, entre otras cosas, plantearía algunos problemas de definición, por lo cual se ha optado por no incluirlas en el Cuadro 1. Se define como bosque aprovechable aquél donde la producción maderera no está sujeta a restricciones legales, técnicas o económicas. El término «aprovechable» se utiliza para dar la idea de un bosque (u otra área boscosa) que se utilice para producir madera, o que, aun estando sin utilizar, sea disponible y accesible para tal fin. Se define como bosque no aprovechable toda área boscosa donde las restricciones a la producción maderera, ya sea por razones de protección, como es el caso de los parques nacionales y las reservas natura les, o por razones de productividad física demasiado baja o costos demasiado elevados, no justifican una extracción regular de madera.

CUADRO 1. Subdivisión estimada de bosques aprovechables y no aprovechables en las regiones templadas

Región

Bosque aprovechable

Bosque no aprovechable

(millones de ha)

(% del total)

(millones de ha)

Europa

133,0

89,1

16,3

Ex Unión Soviética

414,0

54,8

340,9

Canadá

112,1

45,3

135,1

Estados Unidos

195,6

93,3

14,0

Australia

17,0

42,7

22,8

Volumen de madera en pie y existencias en formación

La diferencia entre volumen de madera en pie y las existencias en formación representa el volumen de los árboles muertos. No todos los países han podido proporcionar datos exhaustivos sobre los árboles muertos ni sobre todas las categorías de recursos forestales y de árboles. Por lo tanto, el volumen total estimado de 170 000 millones de m³ de madera en pie, calculados incluyendo la corteza (c.c.), para los países industrializados representa un valor aproximado que probablemente es inexacto por defecto.

Por otra parte, los datos correspondientes a los bosques aprovechables son mucho más fidedignos. Se estima en 112 000 millones de m³ c.c. el volumen total de existencias en los bosques aprovechables de los países industrializados. Los promedios de existencias por hectárea de bosque aprovechable manifiestan, en efecto, diferencias tan profundas a nivel subregional como cabía esperar de la variedad de condiciones de crecimiento, regímenes de ordenación y distribución por categorías de edad.

Por ejemplo, en los países de Europa centro-oriental el promedio es de 204 m³ c.c/ha, en la ex Unión Soviética (con exclusión de Belarús y Ucrania) es de 121 m³ c.c/ha, y en la península ibérica es de sólo 70 m³ c.c./ha.

Distribución de las especies

Los datos relativos a las existencias en formación evidencien la distribución de las especies mejor que los datos sobre áreas forestales, debido a las dificultades en encontrar definiciones comunes de «bosques de coníferas» y «bosques de latifoliadas» atendiendo al área forestal. De un total de 112 000 millones de m³ c.c. de existencias en formación presentes en los bosques aprovechables de los países industrializados, 75 500 millones de m³ c.c. o casi dos tercios están constituidos por coníferas. Debido, en gran parte, a las condiciones de crecimiento, pero también, en alguna medida, a la ordenación y a la utilización, la presencia relativa de las distintas especies varía considerablemente de región a región. Las especies de coníferas predominan en los países nórdicos, en Canadá y en la ex Unión Soviética. Las especies de latifoliadas, en cambio, predominan únicamente en el sureste de Europa y en Oceanía. Sin embargo, existen algunos países, situados dentro de regiones predominantemente de coníferas, donde la presencia de las especies de latifoliadas es mayor; en Francia, por ejemplo, el 62 por ciento de las existencias en formación de bosques aprovechables está conformado por especies de latifoliadas.

Incremento anual

En la evaluación se distingue entre incremento anual bruto e incremento anual neto (IAN): la diferencia está constituida por las pérdidas naturales. El valor del incremento anual neto reviste una importancia particular, pues representa un indicador de la productividad del bosque y permite además una comparación directa con la «salida» de madera. Tal como ocurre con las estadísticas sobre existencias en formación, por lo general las cifras más fidedignas sobre el incremento son aquellas correspondientes a los bosques aprovechables; sin embargo, no fue posible obtener datos de todos los países. El IAN total de bosques aprovechables ha sido en Europa de 577 millones de m³ c.c., y en la ex Unión Soviética de 700 millones de m³ c.c. Para los Estados Unidos y el Canadá, la Dirección Mixta CEPE/FAO estima estos datos en unos 640 y 210 millones de m³ c.c. respectivamente. En valores por hectárea, el incremento medio neto correspondiente a Europa ha sido de 4,3 m³ c.c/ha. Para la ex Unión Soviética, la estimación es de 1,7 m³ c.c./ha; para los Estados Unidos de América, de 3,9 m³ c.c/ha y, para el Canadá, de 1,9 m³ c.c./ha.

Figura 1. Total estimado de cortas en las regiones industrializadas en torno a 1990

Figura 2. Incremento neto anual y cortes en bosques aprovechables por subregiones

Corta y extracción

En la evaluación se distingue entre la corta y la extracción, siendo la diferencia el volumen de madera cortada que no se retira del bosque. Se estima en 1860 millones de m³ c.c. el total de las cortas realizadas en los países industrializados en 1990 (véase el desglose por regiones en la Fig. 1). Las estadísticas sobre las cortas c.c. son importantes, ya que comparando éstas con las cifras de IAN se obtiene una indicación del balance forestal, que permite determinar si las existencias están creciendo o disminuyendo.

Como puede observarse en la Figura 2, en 1990 el volumen de cortas en los bosques aprovechables fue en Europa considerablemente menor que el incremento neto anual, lo cual nos dice que hubo crecimiento neto de las existencias en formación. Lamentablemente, la falta de datos impide hacer una comparación análoga para América del Norte.

CAMBIOS EN LOS RECURSOS FORESTALES DESDE EVALUACIONES PRECEDÉNTES

En los últimos años se ha incrementado considerablemente el interés en el modo y la medida en que los recursos forestales de los países industrializados han ido modificándose, en parte como respuesta a las noticias de grave reducción de la superficie de los bosques tropicales. El cuestionario para la evaluación de 1990 constituye una modificación y simplificación del cuestionario de 1980, con el fin de permitir un mejor análisis de los cambios ocurridos a través del tiempo en los recursos forestales. No obstante, este objetivo se ha logrado sólo en parte debido a que la información recibida es aún incompleta; no ha sido posible emplear exactamente las mismas clasificaciones y definiciones que en las encuestas precedentes; y la calidad, la cobertura, la exactitud y amplitud de los datos han sufrido variaciones en el tiempo.

Figura 3. Variaciones estimadas en la superficie de los bosques y otras tierras bascosas de Europa entre 1980 y 1990

En los países industrializados, se está dejando que las tierras agrícolas excedentes vuelvan a la condición de bosque

Variaciones en la superficie forestal

Un parámetro sobre el que más de un país ha encontrado dificultades en proporcionar información fidedigna es la variación a lo largo del tiempo de la superficie ocupada por los bosques y otras tierras boscosas. No ha sido posible presentar datos exactos para los países industrializados en conjunto; sin embargo, parece haber habido un ligero incremento en la superficie forestal total entre 1980 y 1990. En el caso de Europa, se puede afirmar categóricamente que la superficie forestal se incrementó entre 1980 y 1990, tendencia que viene manteniendo desde 1950. En la Figura 3 se muestra un balance provisional de las variaciones registradas en el curso del decenio (se ha recurrí do a hipótesis acerca de la evolución de las superficies forestales para los países que proporcionaron datos incompletos o no los proporcionaron en absoluto).

Si bien, según las estimaciones, la superficie total de los bosques y otras tierras boscosas se incrementó en Europa en 2 millones de hectáreas entre 1980 y 1990, la superficie forestal aprovechable no parece haberse incrementado en medida significativa. Parece ser que los incrementos debidos a repoblación forestal, desarrollo natural o conversión de otras categorías de bosques y otras tierras boscosas han sido compensados por la reclasificación de algunas áreas en la categoría de no aprovechables, en razón, por ejemplo, de su designación como parque nacional, reserva natural u otra área protegida, o asignación a otros usos del suelo.

La ex Unión Soviética notificó oficialmente un aumento neto de 22,6 millones de ha de sus bosques y otras tierras boscosas entre 1980 y 1990. Según las estimaciones de otras fuentes no oficiales, pero generalmente fidedignas, el incremento ha sido mucho menor, a saber, de 10,6 millones de ha entre 1978 y 1988, considerando un incremento de la superficie de los bosques de 21,7 millones de ha, contrarrestado en parte por una reducción de 11,1 millones de ha de las otras tierras boscosas. Considerando la importancia mundial de los bosques de la región que constituye ahora la Federación de Rusia, es absolutamente necesario aclarar lo antes posible estas cifras.

No se han recibido tampoco datos del Canadá sobre las variaciones en el tiempo, por lo que será importante, por las mismas razones que las anteriormente señaladas, conocer la evolución de sus recursos forestales. Los Estados Unidos y Japón fueron los únicos países de la zona templada que notificaron una reducción de sus superficies de bosques y otras tierras boscosas. En Japón hubo una pequeña pérdida neta de 48 000 ha entre 1980 y 1990; en los Estados Unidos la pérdida neta fue de casi 3,2 millones de ha entre 1977 y 1987.

CUADRO 2. Resumen de las respuestas a la encuesta sobre la importancia de las funciones forestales

Región y función

Importancia atribuida

Alta

Mediana

Baja

(porcentaje de la superficie toral)1

Europa2

Producción de madera

54

24

22

Protección

11

17

72

Agua

9

17

74

Pastoreo (pastizal)

10

15

75

Caza

27

55

18

Conservación de la naturaleza

4

37

59

Recreo

12

39

49

Ex Unión Soviética

Producción de madera

0

18

82

Protección

9

15

76

Agua

7

17

76

Conservación de la naturaleza

0

19

81

Recreo

2

11

87

Estados Unidos

Producción de madera

36

41

23

Protección

36

30

34

Agua

16

79

5

Pastoreo (pastizal)

16

17

67

Caza

9

45

46

Conservación de la naturaleza

8

42

50

Recreo

19

33

48

1 Bosques públicos y privados combinados.
2 Total de las respuestas recibidas de 26 países, que representan entre el 83 por ciento (para el pastoreo) y el 98 por ciento (para la producción de madera, la protección y la caza) de la superficie forestal de Europa abarcada por la encuesta.

Variaciones en las existencias en formación, el volumen y las cortos

Las cortas en los países industrializados han ido aumentando en los cuatro últimos decenios, en que la corta de madera para usos industriales ha compensado con creces la tendencia descendente, al menos hasta mediados del decenio de 1970, en la corta de madera para leña. Después de la primera crisis petrolera, la corta de madera para leña empezó nuevamente a aumentar para nivelarse nuevamente durante el decenio de 1980, pero sin dejar de constituir una porción muy pequeña del total correspondiente a los países industrializados. A pesar de que se han incrementado las cortas en dichos países, en casi todos ellos han sido inferiores, en términos de volumen, al incremento neto anual, que también ha ido creciendo a largo plazo. Una de las principales conclusiones de la evaluación de 1990 es, por lo tanto, que los recursos forestales de los países industrializados han aumentado constantemente en términos de volumen de las existencias en formación. Estas conclusiones tienen consecuencias importantes para la política forestal a largo plazo.

Cabe señalar que en la evaluación de 1990 no se han considerado explícitamente las variaciones debidas a los daños causados a los bosques, a la disminución de los bosques y a las amenazas a los ecosistemas forestales templados y boreales. Estos aspectos, que repercuten potencialmente más en el volumen y calidad de la madera en pie que en la superficie, están sometidos a la vigilancia de la CEPE y la FAO a través de las encuestas anuales sobre disminución de los bosques e incendios forestales.

BENEFICIOS Y FUNCIONES DE LOS BOSQUES

Se ha hecho mención anteriormente del interés que la creciente comunidad de usuarios de información sobre los recursos forestales viene manifestando, no sólo en la descripción física de éstos sino también, cada vez más, en el papel que ellos desempeñan, o pueden desempeñar, al proporcionar una gama de servicios diferentes. La evaluación CEPE/FAO de 1980 sobre los recursos forestales de la región que la CEPE cubre constituyó un primer intento a nivel internacional de reunir y publicar información sobre el papel que desempeñan los bosques en proporcionar bienes y servicios ambientales y otros no madereros. No obstante todas sus deficiencias, este experimento fue considerado lo suficientemente satisfactorio como para repetirse en la evaluación de 1990, aunque con algunos cambios de enfoque.

En la evaluación de 1990, se solicitó a los países que clasificaran la superficie de los bosques y otras tierras boscosas de acuerdo con el nivel de importancia (alta, mediana, baja) que ellos atribuían a cada una de las funciones siguientes: producción de madera; protección; agua; pastoreo (pastizal); caza (y caza con trampas); conservación de la naturaleza; y recreo.

La mayoría de los países industrializados pudieron proporcionar estimaciones para cada una de esas siete funciones en relación con los bosques públicos y privados, pero relativamente pocos lo hicieron con respecto a las tierras boscosas. Como era de esperar, se reveló una variación considerable entre países en cuanto al nivel de importancia asignado a las diferentes funciones, variación que en alguna medida se puede atribuir a factores tales como la extensión de la cubierta forestal, la topografía, el clima, la densidad demográfica y los niveles de vida; por lo que se requiere mucha prudencia al interpretar datos globales (véase el Cuadro 2). No obstante esta reserva, se puede afirmar que la evaluación deja en claro que la producción de madera sigue siendo la función más importante de los bosques en todos los países industrializados.

En el cuestionario también se incluyó una pregunta referente a los cambios en las políticas nacionales con respecto a las funciones de los bosques, tanto a lo largo del decenio de 1980 como lo que cabría esperar durante el decenio de 1990. Las respuestas parecen indicar que en los países industrializados se está dando una reorientación de las políticas en favor de la protección, del agua, de la conservación de la naturaleza, y del recreo.

Productos forestales no madereros

La información obtenido con respecto a los productos forestales no madereros ha puesto en evidencia el elevado número de tales productos que de hecho se aprovechan, algunos de ellos inclusive a escala comercial. Entre los productos alimenticios mencionados con mayor frecuencia en las respuestas se encuentran las bayas y las nueces de distintos tipos, las setas, la carne de animales de caza y la miel de abeja. Entre los productos no alimenticios, los principales mencionados fueron los árboles de Navidad, las hierbas aromáticas y medicinales, el follaje para decoración, la resina y el forraje. Algunos productos son de gran importancia comercial a nivel local, siendo el corcho el ejemplo más evidente por su importancia para Portugal.

Algunos países han hecho progresos significativos en la cuantificación de la producción y la cosecha de algunos productos no madereros, e inclusive de su valor; dicha información, en la medida que ha sido posible, se ha publicado en el Volumen II de la evaluación (CEPE/FAO en prensa). Sin embargo, falta todavía un largo trecho para que se puedan aplicar a las distintas funciones o productos forestales metodología tales que permitan evaluar la importancia de cada uno, ya sea en términos monetarios o de otra naturaleza. Este sigue siendo un importante desafío para los investigadores.

CUADRO 3a. Resumen de los principales datos estadísticos sobre los recursos forestales de los países industrializados: bosques y otras tierras boscosas

Países

Año(s) considerado(s)

Bosques

Otras tierras boscosas

Variación neta en los bosques y otras tierras 1980-1990

(miles de ha)

Albania

1990

1 449

1 046

1

Alemania

1987-1989

10 7351

10 4901

-

- Nuevos Länder

1988-1989

2 981

2 938

33

- República Federal

1987-1989

7 754

7 552

436

Austria

1986-1990

3 677

3 877

142

Bélgica

1980

620

620

19

Bulgaria

1990

3 683

3 386

78

Ex Checoslovaquia

1988

4 491

4 491

20

Chipre

1990

280

140

21

Dinamarca

1979

466

466

10

España

1990

25 622

8 388

9

Finlandia

1980-1989

23 373

20 112

55

Francia

1976-1988

14 155

13 110

80

Grecia

1964-1987

6 032

2 512

9

Hungría

1990

1675

1 675

82

Irlanda

1989

429

396

48

Islandia

1970-1985

134

11

-

Israel

1989-1990

-

102

-

Italia

1988

8 550

6 750

-

Luxemburgo

1989

87

85

1

Noruega

1980-1986

9 565

8 697

0

Países Bajos

1982-1985

334

334

10

Polonia

1989

8 672

8 672

50

Portugal

1980-1986

3102

2 755

138

Reino Unido

1988-1989

2 380

2 207

242

Rumania

1990

6 265

6 190

2

Suecia

1965-1989

28 015

24 437

0

Suiza

1983-1985

1 186

1 130

66

Turquía

1990

20 199

8 856

31

Ex Yugoslavia

1987-1988

9 4532

8 370

345

Total Europa

-

194 953

149 305

1 909

Ex Unión Soviética

1988

941 530

754 958

22 600

- Belarús

1988

6 256

6 016

273

- Ucrania

1988

9 239

9 213

240

Canadá

1986

453 300

247

164

Estados Unidos

1987

295 9891

209 573

-3 165

Total América del Norte


749 289

456 737

-

Japón

1985

24 718

24 158

-48

Australia

1990

145 6133

39 837

6

Nueva Zelandia

1987-1989

7 472

7 472

-

de la cual:





- plantaciones

1989

1 244

1 244

-

- bosque natural

1987

6 228

6 228

-

Total otros


177 8031

71 467

-42

TOTAL


2 063 5751

1 432 467

-

¹ Estimaciones de la Secretaría CEPE/FAO.
2 Sin considerar otras tierras boscosas y árboles fuera de los bosques.
3 Pastizales.

CUADRO 3b. Resumen de los principales datos estadísticos sobre recursos forestales de los países industrializados: bosques aprovechables

País

Bosques aprovechables

Superficie

Existencias en formación

Incremento neto anual

Cortas

(miles de ha)

Total

Coníferas

(millones de m3 c.c.)

(miles de m3 c.c.)

Albania

910

73

15

1001

1629

Alemania

9 852

2 6741

-

-

-

- Nuevos Länder

2 476

476

340

16 546²

10 833

- República Federal

7 376

2 198

1 476

-

31 819

Austria

3 330

953

788

21 980

17 272

Bélgica

620

90

54

4 457

3 326

Bulgaria

3 222

405

-

-

4 755

Ex Checoslovaquia

4491

991

725

31 023

20 152

Chipre

88

3

3

45

577

Dinamarca

466

54

29

3 515

2 285

España

6 506

450

276

27 750

15 014

Finlandia

19 511

1 679

1 376

69 664

55 857

Francia

12 460

1 742

663

65 855

48 000²

Grecia

2 289

149

77

3 317

3 376

Hungría

1 324

229

35

8 231

6 057

Irlanda

394

30

26

-

1 568

Islandia

-

-

-

-

-

Israel

80

4

2

239

69

Italia

4 387

743

271

-

7 960

Luxemburgo

82

20

-

-

360

Noruega

6 638

571

468

1 7633

11 814

Países Bajos

331

52

29

2 394

1 300

Polonia

8 460

1 380

1 074

30 464

27 318

Portugal

2 346

167

110

11 286

10 879

Reino Unido

2 207

203

111

11 088

8 133

Rumania

5 413

1 202

482

31 594

15 950

Suecia

22 048

2 471

2 104

91 005

57 543

Suiza

1 093

360

264

5 8202

5 300

Turquía

6 642

759

549

-

17 152

Ex Yugoslavia

7 768

1056

308

27 654

21 957

Total Europa

132 9583

18 5091

11 8191

576 7001

408 3001

Ex Unión Soviética

414 015

50 310

37 061

699 852

517 609

- Belarús

5 392

720

506

12 958

11 618

- Ucrania

5 820

895

509

20 800

14 560

Canadá

112 077

14 8551

11 134

-

151 720

Estados Unidos

195 596

23 092

13 128

-

619 587²

Total América del Norte

307 673

37 947

24 262

-

771 307

Japón

238 2911

2 861

1 7851

-

-

Australia

17 005

1796

2671

35 840²

19 9592

Nueva Zelandia de la cual:

2 0601

3511

3191

-

14 2881

- plantaciones

1 240

250

247

26 676

13 906²

- bosque natural

620

101

72

-

382²

Total otros

42 894

5 008

2 371

-

-

TOTAL

897 5403

111 7741

75 5131

-

-

¹ Estimaciones de la Secretaría CEPE/FAO.
² Estimaciones de los corresponsales nacionales.
³ Datos sobre montes altos y pequeños explotables.

Parques nacionales y reservas naturales

Los parques nacionales y reservas naturales de los países europeos que han participado en la encuesta suman en total unos 2,7 millones de ha de bosques y otras tierras boscosas, y los de la ex Unión Soviética suman 10,6 millones de ha. Los Estados Unidos de América han notificado 339 parques nacionales sin indicar su superficie, mientras que Australia ha notificado 514 con una superficie de 18,6 millones de ha. Además, Australia ha notificado 2 712 reservas naturales con una superficie de 2,4 millones de ha. Estas superficies parecen destinadas a aumentar en el futuro (véase el recuadro «Arcas protegidas»).

Conflictos existentes entre las diferentes funciones de los bosques

Otra pregunta que se formuló a los países hacía referencia a los temas forestales de interés público y a los conflictos entre las diferentes funciones de los bosques con el propósito de delinear una visión de conjunto de la naturaleza y alcance de los problemas y conflictos a que da lugar la utilización de los recursos forestales. De las respuestas se desprende con claridad que en los dos últimos decenios se ha producido un cambio en la actitud de parte del público hacia los bosques y en lo que se espera de ellos. En los países industrializados aumenta cada vez más la importancia que la sociedad (el público en general, los líderes de opinión y los encargados de la formulación de políticas) atribuye a los bienes y servicios medio ambientales y otros no madereros.

Los conflictos mencionados con mayor frecuencia son los que surgen entre la producción maderera y alguna de las demás funciones de los bosques, particularmente la protección del medio ambiente, la conservación de la naturaleza, la caza o el recreo. También hay preocupación sobre el uso de determinados tipos de maquinaria en los bosques (causando compactación del suelo), de sistemas de explotación (como la tala rasa) o el uso de sustancias químicas. Otros conflictos surgen entre la función de conservación o protección de la naturaleza y la del recreo, como en el caso del daño que el esquiar ocasiona a las plantas jóvenes, el incremento del riesgo de incendios en las áreas turísticas, el número excesivo de excursionistas en los ecosistemas sensibles, etc.

CUADRO 4. Recursos forestales en los países industrializados: datos comparativos

Países

Proporción de busques y otras tierras boscosas en la superficie de tierras

Bosques y otras tierras boscosas per cápita

Proporción de bosques y otras tierras boscosas en propiedad privada

Bosques
aprovechables

Existencias en formación por ha de bosque aprovechable

Existencias en formación en bosques aprovechables per cápita

Proporción de coníferas en las existencias en formación de bosque aprovechable

Incremento neto anual por hectárea de bosque aprovechable

Relación entre cortas e incremento neto anual en bosque aprovechable

Proporción del total de bosques y otras tierras boscosas

Per cápita

(%)

(ha/cápita)

(%)

(%)

(ha/cápita)

(m³ c.c./ha)

(m³ c.c/ha cápita)

(%)

(m³ c.c./ha)

(relación)

Albania

52,2

0,45

0

62

0,28

80

22,5

21

1,1

1,62

Alemania

30,71

0,13

-

921

0,121

-

33,5

-

-

-

- Nuevos Länder

28,3

0,18

31

83

0,15

192

28,6

71

6,7

0,65

- República Federal

31,8

0,12

46

95

0,12

298

34,8

67

-

-

Austria

47,0

0,50

82

86

0,43

286

123,6

83

6,6

0,76

Bélgica

20,5

0,06

56

100

0,06

145

9,1

60

7,2

0,75

Bulgaria

33,4

0,41

-

87

0,36

126²

45,0

-

3,3

0,45

Ex Checoslovaquia

35,8

0,29

113

100

0,29

2214

63,3

73

6,9

0,65

Chipre

30,6

0,40

42

31

0,13

351

4,3

100

0,5

-

Dinamarca

11,0

0,09

73

100

0,09

116

10,5

54

7,5

0,65

España

51,3

0,66

70

25

0,17

69

11,6

61

4,3

0,54

Finlandia

76,7

4,68

70

83

3,91

86

336,5

82

3,6

0,80

Francia

26,1

0,25

74

88

0,22

140

30,9

38

5,3

0,73

Grecia

46,7

0,60

17

38

0,23

65

14,6

52

1,5

1,02

Hungría

18,2

0,16

1

79

0,13

173

21,7

15

6,2

0,74

Irlanda

6,2

0,12

22

92

0,11

76

8,6

87

8,4

0,48

Islandia

1,5

0,54

-

-

-

-

-

-

-

-

Israel

6,1

0,03

3

65

0,02

45

0,9

50

3,0

0,29

Italia

28,4

0,15

60

51

0,08

169

12,9

37

4,1

0,48

Luxemburgo

33,9

0,24

55

94

0,22

245

54,1

-

8,1

0,54

Noruega

31,2

2,26

83

69

1,57

86

134,7

82

2,7

0,67

Países Bajos

9,8

0,02

52

99

0,02

157

3,5

56

7,2

0,54

Polonia

28,5

0,23

17

98

0,22

163

36,1

79

3,6

0,87

Portugal

35,8

0,29

91

76

0,22

71

15,9

66

4,8

0,96

Reino Unido

9,9

0,04

60

93

0,04

92

3,5

55

5,0

0,73

Rumania

27,3

0,27

0

86

0,23

222

51,8

40

5,8

0,53

Suecia

68,6

3,27

70

79

2,58

112

288,7

85

4,1

0,63

Suiza

29,8

0,18

32

92

0,16

329

53,7

73

5,3

0,91

Turquía

26,2

0,34

1

33

0,11

114

12,9

72

3,1

0,82

Ex Yugoslavia

37,0

0,40

-

82

0,33

136

44,4

29

3,6

0,79

Total Europa

35,4

0,35

501

68

0,24

139

32,8

64

4,3

0,71

Ex Unión Soviética

44,0

3,26

0

44

1,43

122

174,3

74

1,7

0,74

- Belarús

30,2

0,61

0

86

0,53

134

70,6

70

2,4

0,90

- Ucrania

15,9

0,18

0

63

0,11

154

17,3

57

3,6

0,70

Canadá

49,2

17,09

6

25

4,23

133

560,1

75

1,9

0,73

Estados Unidos

32,4

1,18

72

66

0,78

118

92,4

57

3,9

0,81

Total América del Norte

40,8

2,71

-

41

1,11

123

137,2

64

3,2

0,79

Japón

67,8

0,20

573

96,41

-

1205

23,2

-

-

-

Australia

-

-

83

12

1,00

1061

105,1

15

2,1

0,57

Nueva Zelandia de la cual:

27,9

2,231

263

281

0,61

1701

104,8

91

-

-

- plantaciones

4,6

0,37

483

99,7

0,37

202

74,6

99

21,5

0,52

- bosque natural

23,3

1,86

213

13

0,24

123

30,2

71

-

-

Total otros

21,7

-

-

-

-

117

34,8

-

-

0,54

TOTAL

38,6

1,62

-

43

0,70

1256

87,8

681

2,6

0,73

1 Estimaciones de la Secretaría CEPE/FAO.
² Valor calculado asumiendo que las «existencias aprovechables» en los bosques búlgaros son de 405 millones de m³ c.c., y que la «superficie forestal aprovechable» es de 3,2 millones de ha.
³ Proporción de los «bosques» privados en la superficie de los «bosques y otras tierras boscosas».
4 Estimaciones de los corresponsales nacionales.
5 Valor calculado asumiendo que la «superficie forestal aprovechable» en el Japón es de 23 829 000 ha (superficie de monte alto).
6 Valor calculado sobre las hipótesis de las notas 2 y 5.

Areas protegidas

PARQUES NACIONALES

Europa (22 países)

Número

Más de 220

Superficie total

7,66 mill. de ha*

de la cual:


Bosques y otras tierras


bascosas

22 %

Ex Unión Soviética

Número

21

Superficie total

2,24 mili. de ha

de la cual


Bosques y otras tierras


bascosas

46 %

Estados Unidos

Número

339

Japón


Número

82

Superficie total

3,34 mili. de ha

Australia

Número

514

Superficie total

18,61 mili. de ha

de la cual:


Bosques y otras tierras


bascosas

22 %

RESERVAS NATURALES

Europa (24 países)

Número

Más de 10 500

Superficie total

9,65 mili. de ha*

de la cual:


Bosques y otras tierras


bascosas

36 %

Ex Unión Soviética

Número

167

Superficie total

22,03 mili. de ha

de la cual:


Bosques y otras tierras


boscosas

43 %

Australia

Número

2 712

Superficie total

2,37 mili. de ha

de la cual:


Bosques y otras tierras


bascosas

22 %

* Valor aproximado.

Comentarios y conclusiones

La tarea de reunir información internacional sobre recursos forestales nos permite llegar a comprender que 'cuanto más sabemos, más nos damos cuenta de lo poco que sabemos'. En el transcurso de los cuatro decenios y medio que la FAO lleva reuniendo y publicando este tipo de información, los países han logrado mejorar y aumentar considerablemente sus conocimientos acerca de dichos recursos. La evaluación de 1990 de los recursos forestales en las regiones industrializadas proporciona una gran cantidad de nueva información, que indudablemente será de utilidad para una amplia gama de usuarios, entre ellos, muchos que en el pasado habrían mostrado poco interés al respecto. Pero, al parecer, aún nos encontramos muy lejos de satisfacer las necesidades de información de los usuarios que, a su vez, están creciendo a ritmo acelerado.

En la reunión de expertos CEPE/FAO en Kotka, Finlandia, a la que se hace referencia al inicio del presente artículo, uno de los temas principales del debate será la necesidad de identificar mejor a los usuarios de la información procedente de la evaluación de los recursos forestales (principalmente los «nuevos» usuarios), así como de determinar sus necesidades. Es probable que muchos de los «nuevos» usuarios estén entre los primeros en señalar las carencias de información y en solicitar la renovación de esfuerzos para subsanarlas. Este es un reto que deberán enfrentar los responsables de los inventarios nacionales, así como quienes trabajan a nivel internacional, los cuales son plenamente concientes de tales deficiencias y de las dificultades para superarlas. Su nivel de éxito dependerá del apoyo político y financiero con que cuenten para emprender la investigación necesaria, desarrollar nuevas metodología de vigilancia y evaluación, y reunir la información adicional necesaria. En todo caso, se deberán ponderar equilibradamente los deseos de nueva información manifestados por individuos o grupos particulares frente a la información realmente importante a nivel internacional. No faltan algunos signos alentadores, como por ejemplo el hecho de que, en la CNUMAD de Río (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo), haya sido reconocida al más alto nivel la importancia mundial de los bosques para la humanidad, y en consecuencia la necesidad de llegar a comprenderlos mejor.

El análisis detallado de la evaluación de 1990 de los bosques de los países industrializados está sólo en sus inicios. Se han mencionado ya dos conclusiones importantes: la primera es que los recursos forestales de los países industrializados en su conjunto han ido creciendo gradualmente, ciertamente en términos de existencias en formación y porcentaje de aumento y, en muchos países, también de superficie; y la segunda es que prácticamente está creciendo por doquier la importancia de las funciones no madereras de los bosques, tanto en términos absolutos como en relación con la que sigue siendo su más importante función: la producción maderera.

Si los recursos forestales seguirán expandiéndose en las zonas templadas - y no hay razón para pensar que no lo harán en el futuro inmediato - planteará, sin duda, algunos problemas de política forestal. Por ejemplo, ¿en qué medida el incremento de los volúmenes de existencias en formación puede favorecer la salud y vitalidad de los bosques, teniendo en cuenta que tal incremento se debe al envejecimiento de los bosques y al creciente atraso de los aclares en algunos países? ¿Se debería tal vez prestar más atención a la comercialización de la madera y de sus productos para asegurar que las cortas sean suficientes para permitir la regeneración de los bosques? o ¿sería preferible dejar que los bosques maduren hasta el punto en que las pérdidas naturales causadas por enfermedades, insectos, incendios etc. reduzcan a cero el incremento neto, más o menos como sucede en el bosque virgen? Aquellos que adoptan una postura estrictamente conservacionista probablemente darán una respuesta afirmativa, otros se preguntarán si la humanidad puede permitirse seguir sin utilizar - de manera sostenible - la variedad de bienes y servicios que un bosque bien administrado es capaz de suministrar.

La evaluación de 1990 no nos proporciona - y quizás sea éste un aspecto que deberá tomarse en cuenta en evaluaciones futuras - una visión clara del estado de salud de los recursos forestales ni de su calidad. Los bosques de los países industrializados se están expandiendo en términos físicos, pero en muchas zonas se encuentran sometidos a agotamiento a causa de diversos agentes externos, lo cual podría ocasionar una pérdida paulatina de vitalidad [Ndr: véase el artículo de O. Kandler, p. 39]. Los incendios forestales ocasionan graves daños ecológicos y económicos en las áreas más secas, tales como la cuenca del Mediterráneo, extensas áreas de los territorios de la ex Unión Soviética, América del Norte y Australia. En los bosques europeos parecen haberse hecho más frecuentes, hoy en día, los múltiples daños ocasionados por las tormentas. En estas condiciones, queda aún sin respuesta la pregunta de cuánto tiempo pueden continuar los bosques proporcionando la cantidad de bienes y servicios que han ofrecido hasta ahora.

La labor de la Dirección Mixta CEPE/FAO en Ginebra ha evidenciado numerosos aspectos que necesitan ser cuidadosamente considerados al elaborar los planes para la próxima evaluación mundial. Uno de ellos es que, para mejorar la calidad y cobertura de encuestas futuras, será necesario asignar más recursos, tanto a nivel nacional como internacional.

Otro aspecto prioritario del trabajo futuro es el que se refiere a las clasificaciones y definiciones. A pesar de que existe un acuerdo universal sobre los clasificadores que se deben utilizar en los estudios a nivel mundial, se plantean problemas de claridad o falsa interpretación en algunas de las categorías de mayor detalle; se trata de un reto que deberá afrontarse antes de la próxima evaluación.

Por último, en los países industrializados se deberían vigilar con mayor atención las variaciones que se producen en los recursos forestales en el transcurso del tiempo, tanto en términos físicos como de calidad. En este aspecto, y no es el único, podrían aprender de la experiencia que se está adquiriendo en las regiones en desarrollo.

Los resultados de la evaluación de 1990 demuestran que hoy en día se sabe mucho más acerca de los recursos forestales de las regiones industrializadas de lo que se sabía hasta hace poco tiempo, pero también que lo que hoy se sabe es mucho menos de lo que se necesitaría saber para poder administrar y utilizar dichos recursos de una manera sostenible. Esta consideración, si bien nos da qué pensar sobre la magnitud del problema, nos pone al mismo tiempo frente a un desafío apasionante.

En los países industrializados se manifiesta una corriente por le efectos potenciales de la contaminación atmosférica en los recursos forestales.

Bibliografía

CEPE/FAO. 1992. The forest resources of the temperate zones: the UN-ECE/FAO 1990 forest resource assessment, Vol. I. General forest resource information, ECE/TIM/62. Nueva York, Naciones Unidas.

CEPE/FAO. The forest resources of the temperate zones: the UN-ECE/FAO 1990 forest resource assessment, Vol. II. Benefits and functions of the forest. Nueva York, Naciones Unidas (en prensa)


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