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La vigilancia por satélite de los bosques del mundo: Breve reseña

J.-P Malingreau

El desarrollo de mejores procedimientos para vigilar el estado y las modificaciones de los bosques en el mundo constituye un factor muy importante de apoyo para las políticas nacionales, as, como para la nueva ciencia de los cambios mundiales. Las técnicas de observación espacial han contribuido durante casi 20 años a la realización de inventarios forestales locales y nacionales. En el presente artículo se evalúa la capacidad de los actuales procedimientos y tecnologías de telepercepción para satisfacer las necesidades que se vienen manifestando en el campo de la evaluación forestal. Se describe brevemente cómo podría estar formado un sistema mundial de información forestal, y cuáles serían los posibles desafíos a los que se debería hacer frente. Los conceptos aquí expresados derivan en parte de las ponencias y deliberaciones de la World Forest Watch Conference (Conferencia Mundial de Vigilancia Forestal) de Sao José dos Campos, Brasil, celebrada en mayo de 1992 (Malingreau, Da Cunha y Justice, 1992) con ocasión del Año Internacional del Espacio.

Jean-Paul Malingreau trabaja en el Instituto para las aplicaciones de la telepercepción del Centro de Investigación Conjunta de las Comunidades Europeas, Ispra, Italia.

En el curso de la historia, los seres humanos han tenido una relación ambivalente con los bosques; las necesidades simultáneas de aprovechamiento y conservación siguen influyendo poderosamente en el papel que los bosques desempeñan en las economías locales, en el desarrollo nacional, en la protección ambiental, en las dinámicas de cambio mundial, etc. Las necesidades de información acerca de los bosques son tan distintas como las opiniones y posturas respecto a las diferentes cuestiones. En el contexto actual, una complicación más la constituye el hecho de que en su mayoría las necesidades de información se expresan normalmente «a escala humana», es decir, en los términos que corresponden más directamente a la observación visual o a la medición en tierra. Los sistemas de clasificación forestal reflejan esta perspectiva, ya que están basados en criterios tales como la composición y estructura de la flora. Obviamente, estos parámetros no son medibles directamente con sensores espaciales, en particular aquellos que trabajan con un nivel bajo de resolución del terreno. Por dicha razón, se podría poner en duda la conveniencia de orientar el análisis por telepercepción únicamente hacia la búsqueda de características conocidas del terreno (por ejemplo, una categoría conocida de bosque), ya sea mediante inversión de alguna señal espectral o de alguna otra manera. Sin embargo, es posible que ese conjunto de datos revele en cambio alguna nueva información sobre la naturaleza y la dinámica de la cubierta forestal, debido al carácter espacial e integrador de la medición. El investigador podría encontrar aquí, evidentemente, un campo privilegiado de estudio. Hoy en día, la mayoría de las necesidades «comunes» expresadas con respecto a la cubierta forestal constituyen un grupo limitado de temas de información básica. Pero los investigadores que realizan estudios cada vez más complejos, como los problemas relacionados con prácticas forestales sostenibles o el papel de la biomasa forestal en los ciclos biogeoquímicos, plantean preguntas más complejas que requieren nuevos métodos de análisis de datos.

Esto conduce a una consideración adicional. Ea complejidad creciente de la demanda de información forestal y el perfeccionamiento gradual de las técnicas de telepercepción han ido creando una situación ambigua con respecto a la tecnología. Por una parte se necesitan inventarios tanto locales como nacionales que permitan atender las necesidades más inmediatas de ordenación, y por otra se incrementa la demanda de técnicas de vigilancia destinadas a detectar variaciones en los bosques a escala mundial. Lo que está resultando cada vez más claro, aunque no siempre se comprenda bien, es cuán difícil resulta conciliar los dos extremos de la gama de los requisitos (Justice, 1992). Las técnicas de telepercepción utilizadas a escala continental y mundial pueden pasar por alto información de interés a nivel local. El esfuerzo todavía necesario de lograr que los análisis mundiales perfeccionen su capacidad de validación local, puede basarse en métodos muy distintos a los que se utilizan en la evaluación local «tradicional».

La tecnología

La tecnología espacial de observación de la tierra aplicable al inventario y a la vigilancia forestales es bastante conocida: el barredor multiespectral Landsat, el cartógrafo temático, los instrumentos multiespectrales y pancromáticos SPOT, el satélite japonés de observación marina y los sensores NOAA-AVHRR (radiómetro avanzado de muy alta resolución de la Administración Nacional del Océano y la Atmosfera de los Estados Unidos) forman virtualmente la lista completa de los llamados instrumentos operacionales para la observación de la tierra. Recientemente se ha añadido el radar de abertura sintética del satélite ERS-1, a pesar de que su aplicación a estudios de vegetación está todavía en la etapa de desarrollo. Sobre el uso de satélites para estudios forestales existe una extensa bibliografía. En los capítulos siguientes se analiza y discute una serie de cuestiones relativas al uso actual y futuro de los mencionados sensores.

En los análisis visual de los datos espectrales constituye una parte esenciales de la interpretación de las imágenes obtenidas por telepercepción

Sensores de baja resolución

En los últimos años se ha ido extendiendo el campo de aplicación, en la vigilancia forestal, de los datos de baja resolución, como son los proporcionados por el instrumento NOAA-AVHRR (1,1 km de resolución). En efecto, dichos datos parecen ser los únicos que logran conjugar de manera satisfactoria la capacidad de resolución del terreno, el contenido de información relativo a la vegetación, la frecuencia de adquisición y la amplitud de la cobertura geográfica. Del mismo modo, actualmente los datos AVHRR parecen ser la única solución práctica al problema de lograr una cobertura total de la tierra, hasta el momento, difícil de conseguir. Aunque dicha técnica todavía adolece de gran número de problemas, parece seguro que el AVHRR constituirá la principal fuente operativa de información sobre la cobertura forestal a escala continental y mundial en un futuro inmediato.

Se ha comenzado a obtener y analizar conjuntos de datos AVHRR globales sin interrupción en diferentes proyectos de gran escala. Actualmente en el proyecto TREES (CEE, 1991) se está reuniendo un conjunto de datos AVHRR (1989-1992) apropiado para el análisis forestal de toda la franja de bosques tropicales. Varias instituciones nacionales e internacionales como la Base Mundial de datos e información sobre recursos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA/GRID, la NASA, el Woods Hole Research Institute, etc.) están realizando labores análogas a nivel regional.

La experiencia conseguida analizando los datos AVHRR para la vigilancia forestal y para la preparación de los proyectos de gran escala antes mencionados puso de relieve varias cuestiones importantes:

· Con excepción de los limitados conjuntos de datos que se registran a bordo, los datos AVHRR con resolución total de 1 km provienen de estaciones locales receptoras (existen más de 150); por lo tanto, para lograr una cobertura mundial se requiere que las estaciones operen en red.

· Se requieren considerables esfuerzos para someter los conjuntos de datos AVHRR a la elaboración preliminar necesaria para las correcciones y la calibración radiométricas.

· En la mayoría de las aplicaciones de cartografía forestal de la metodología AVHRR, una de las operaciones principales la constituye la búsqueda de imágenes aceptables mediante un procedimiento de selección que comprende la presentación visual y la evaluación de cada paso de órbita para evitar la presencia de humo, nubes o de algún otro factor que disturbe la imagen.

· El análisis AVHRR consiste esencialmente en la búsqueda local de contrastes entre formas de vegetación en uno o más canales espectrales. Por lo tanto, no hay una metodología que pueda ser aplicada universalmente, ya que las características de reflectancia, los mosaicos de vegetación, los efectos de la variación estacional, etc. son diferentes en cada lugar;

· La variación estacional de la vegetación tropical constituye otro criterio importante de clasificación y una característica ecológica fundamental. Cuando las variaciones estacionales se captan mediante series cronológicas de datos AVHRR, constituyen aportes muy útiles para identificar la formación vegetal.

· El uso de canales térmicos que detectan la presencia de fuego (en muchas partes del mundo, la quema es una forma sumamente difundida de limpieza de la vegetación forestal), proporciona información adicional para la detección e identificación de los procesos de deforestación. Los incendios activos o las cicatrices de quemadura son muy evidentes en los conjuntos de datos AVHRR.

Sensores de alta resolución

El barredor multiespectral Landsat, el cartógrafo temático, los instrumentos multiespectrales SPOT, llamados instrumentos de alta resolución (10-80 m de resolución), proporcionan datos importantes para la cartografía forestal así como para la detección de modificaciones a nivel local y nacional. Muchos países han emprendido análisis intensivos de los productos de dicha tecnología, que en la mayoría de los casos, salvo con fines de investigación, se llevan a cabo visualmente en productos fotográficos mejorados. Cada vez más se tiende a producir conjuntos de datos de alta resolución sin interrupción, siendo destacables los esfuerzos realizados al respecto por el Brasil. Combinando técnicas de reproducción relativamente poco costosas (impresiones monacales tanto en coloreado artificial como en blanco y negro) con trabajos de análisis que requieren una utilización intensiva de mano de obra, se pueden obtener inventarios forestales exhaustivos de vastas regiones. Existen actualmente propuestas para abarcar partes de bosques tropicales de otras zonas, entre ellas Africa y Asia sudoriental, con los datos históricos obtenidos mediante el barredor multiespectral en el ámbito de las actividades Landsat Pathfinder de la NASA. Otra aplicación, de las muchas que tienen los datos del cartógrafo temático, la constituye el Catálogo de Imágenes Forestales de Europa presentado en la Conferencia Mundial de Vigilancia Forestal.

Satélite Landsat en preparación

Esta tendencia a aplicar los conjuntos de datos de alta resolución a gran escala tendrá numerosas repercusiones en el futuro. Entre otras cosas, implica que los sistemas de clasificación tendrán que tener en cuenta no sólo las necesidades de información, sino también las posibilidades que la técnica de telepercepción of rece para identificar las clases o los atributos. Además, si la alta resolución debe convertirse en técnica obligada para la vigilancia de la vegetación, tendrían que disminuir considerablemente las tarifas para la adquisición de los datos, o de lo contrario se debería poner a disposición una mayor cantidad de recursos, a fin de que las evaluaciones con la frecuencia adecuada resulten rentables. Para poder abarcar en modo sistemático y exhaustivo grandes superficies forestales, será necesario prestar particular atención, en la gestión de los satélites, a lograr las máximas probabilidades de obtener todo el conjunto de datos necesario con la frecuencia deseada.

Los datos de alta resolución desempeñan también un papel importante en la validación de los datos de baja resolución, en el sentido de que, realizando el análisis en diversos niveles de detalle, la información obtenido a un cierto nivel de detalle ayuda a validar la obtenido en otro nivel más bajo. Al contrario, la perspectiva general que el AVHRR facilita puede ayudar a definir el plan de muestreo a utilizarse en la selección de los puntos para el análisis de más alta resolución.

Siguiendo el método empleado por la FAO en el Proyecto de Evaluación de Recursos Forestales de 1990, las imágenes de datos de alta resolución pueden también utilizarse como unidades de análisis en una medición de las variaciones a nivel mundial por medio de un muestreo estratificado combinado con un muestreo aleatorio proporcional al tamaño.

Una imagen de Africa obtenido mediante ARTEMIS (Control del medio ambiente de Africa en tiempo real con imágenes de satélite) de la FAO

Medición de para metros forestales mediante telepercepción

Las exigencias actuales básicas corresponden a tres grupos de parámetros forestales: clasificación de la vegetación; variaciones en la cobertura vegetal; y características físicas del terreno.

Cartografía de la vegetación mediante telepercepción

La cartografía de la vegetación basada en datos de alta resolución constituye la aplicación «clásica» de la telepercepción. Consiste en separar los datos espectrales provenientes de los sensores de satélite en grupos que puedan ser asociados con clases específicas de vegetación. A pesar de que estas clases se identifican generalmente en función de la flora, la estructura, y la zona ecoclimática (por ejemplo, bosque pluvial siempreverde ombrófilo), la clasificación mediante telepercepción se basa exclusivamente en un conjunto de mediciones espectrales. La clasificación directa es exacta siempre que las mediciones estén inequívocamente asociadas con una clase particular de vegetación. Tiene una alta precisión cuando se trata de distinguir entre situaciones que presentan el máximo contraste (es decir, cobertura vegetal y claros), y una precisión menor en presencia de una asociación más compleja de formas de vegetación (como ocurre con las diferentes etapas de sucesión).

En vista de lo enormemente variables en el espacio que son las características espectrales del terreno, y de la capacidad singular del cerebro humano para distinguir entre características espectrales similares pero no idénticas, el análisis visual de los datos espectrales tiende a ser un procedimiento más confiable, aunque más lento, para analizar las imágenes obtenidas por telepercepción. Para asegurar la coherencia de los resultados, es importante que este procedimiento lo aplique el mismo intérprete o equipo de intérpretes. Los resultados de dichos análisis se incorporan luego en sistemas de información geográfica, integrándolos con otros estratos de información.

Los problemas de clasificación son muy diferentes cuando se trabaja con datos de baja resolución, como son los que provienen del instrumento AVHRR. En este caso, puesto que el paisaje proporciona un número menor de indicaciones, el análisis debe basarse más en los valores de reflectancia o eminencia de algunos canales espectrales. El contraste que existe entre una cubierta forestal y otro tipo de cubierta determina la facilidad con la cual se puede identificar una formación. Teniendo en cuenta la gran variabilidad de este tipo de medición, la posibilidad de definir las firmas espectrales es generalmente limitada, y en este caso se utilizan solamente los contrastes espectrales. Por ejemplo, utilizando contrastes de temperaturas de brillo se pueden identificar claramente extensos bloques de bosque aislados en medio de una zona agrícola, mientras que los bloques de bosque primario en medio de vegetación secundaria o menos estructurada se verán como un área de reflectancia menor, casi infrarroja. Al respecto cabe mencionar que, con el incremento de la presión de la población en los recursos forestales, es probable que proporciones crecientes de paisajes forestales se caractericen más por mosaicos de cubiertas de diferentes tipos que por formaciones «puras».

Detección y medición de las variaciones mediante telepercepción

Un área de especial interés la constituyen la detección y la medición de las transformaciones de un tipo de cubierta forestal en otro, o de su sustitución por un tipo totalmente distinto de uso de tierra, como en el caso de la deforestación. La exactitud de la medición de las variaciones depende de la resolución del terreno y de la discriminación espectral de las formas. En teoría, para detectar los cambios utilizando datos espectrales no se requiere identificar previamente los distintos tipos de cobertura de tierras. Sin embargo, esto permite únicamente detectar la desaparición de una clase particular de bosque, sin llegar a identificar la clase sustituida (por ejemplo, determinando únicamente la existencia o no existencia de bosque). Para interpretar las variaciones en términos ecológicos u otros, se requiere conocer las características iniciales y finales.

Definición de telepercepción

Por definición, la telepercepción abarca todas las técnicas necesarias para obtener información acerca de un objeto sin entrar en contacto físico con él. En la práctica, se refiere fundamentalmente a la tecnología relacionada con la cartografía y vigilancia de las características y los recursos de la tierra a partir de dalos recopilados desde avión (sistema aéreo) o satélite (sistema espacial).

En gran medida, la telepercepción depende de la medición de ondas electromagnéticas emitidas y/o reflejadas desde objetos sobre la superficie terrestre. Todos los objetos reflejan y emiten radiación electromagnética; gracias a sus características y a su comportamiento específicos con respecto a longitudes de onda diferentes dentro de los espectros visible e invisible, todos los objetos tienen su propia «huella digital» y pueden ser reconocidos en los datos obtenidos por medio de sensores remotos.

Los sensores remotos pueden montarse en una amplia variedad de plataformas aéreas o espaciales que funcionen a diferente altitud y durante diferentes períodos de tiempo. Los datos proporcionados por los satélites de telepercepción se utilizan de manera creciente para cartografiar y vigilar los recursos terrestres, especialmente sobre áreas extensas. De acuerdo con su resolución espacial, los sistemas de satélite se clasifican generalmente en satélites medioambientales (Meteosat, GOES, NOAA); satélites de media resolución (Landsat MSS, IRS1, JERS1) y satélites de alta resolución (Landsat TM, SPOT, ERS-1, MAK6-M).

Los satélites medioambientales son más adecuados para la vigilancia, con una frecuencia diaria o semanal, de áreas relativamente extensas, tales como continentes, subregiones o países. Se utilizan principalmente en meteorología y oceanografía; recientemente han comenzado a utilizarse también para vigilar las condiciones de la vegetación principalmente de pastizales o áreas forestales extensas, a escalas que van desde 1:10 000 000 hasta 1:2 000 000. Los satélites de media resolución están representados principalmente por el Landsat con su barredor multiespectral (MSS), que funciona desde 1972; proporcionan imágenes de pequeña y mediana escala, de 1:1000 000 a 1:200 000, para el estudio del uso de las tierras, siendo especialmente utilizados en actividades forestales. Los satélites de alta resolución son más recientes y se están utilizando principalmente desde mediados de 1980. Permiten cartografiar a escalas de hasta 1:25 000 (como en el caso de SPOT).

Las ondas electromagnéticas que se reciben a través de los sensores del satélite producen señales eléctricas que se transforman y elaboran posteriormente en productos de aplicación práctica (por ejemplo, fotografías, cintas de computadora con imágenes digitales). Con la ayuda de instrumentos apropiados, tales como elaboradores analógicos y digitales, y del ojo humano, se pueden analizar estos productos para mejorar la comprensión del tipo de recursos presentes en la tierra, así como de sus cambios y variaciones (tanto espaciales como temporales) cualitativos y cuantitativos.

En el caso de las actividades forestales, la telepercepción puede ser útil en la identificación y análisis de las superficies forestales, es decir, su ubicación y tamaño, estado de degradación, y el nivel de presión humana deducible por las fuertes deforestaciones, incendios y actividades agroforestales. Con los satélites de alta resolución, algunos parámetros fisionómicos relacionados con diferentes categorías de cobertura permiten diferenciar entre bosque, tierra boscosa y matorral, mientras que los parámetros de flora permiten determinar los rodales de latifolindas, de coníferas y los mixtos. La telepercepción por satélite también puede ser útil en la ordenación forestal proporcionando información sobre la accesibilidad (es decir, sobre topografía, caminos o carreteras); además, permite vigilar anual o incluso mensualmente los principales rodales y la explotación maderera en muy extensas áreas, tales como provincias o países.

Figura componentes de telepercepción en un sistema de información para evaluación forestal

Componente de baja resolución

· Cobertura continua y global con los canales espectrales apropiados de toda la superficie de tierras, de media a baja resolución (250 a 1000 m) para la vigilancia general de la distribución y de las condiciones de la vegetación.

· El sistema mundial debería tener la capacidad de distribuir datos a los usuarios locales y de crear un archivo completo centralizado de todas las adquisiciones (no maestreadas). Podría utilizarse como modelo la experiencia AVHRR.

· El análisis mundial debería reforzarse con datos de alta resolución y verificaciones sobre el terreno.

· Los sistemas de alta resolución deberían ser utilizados como reserva para enfocar las zonas de deforestación activa detectadas mediante el llamado «sistema de alarma» basado en datos de satélite de baja resolución y otras fuentes convencionales de datos.

Componente de alta resolución

· debería realizarse periódicamente (cada tres a cinco años) una evaluación completa de la cubierta forestal utilizando conjuntos de datos de alta resolución tales como los Landsat TM. Los datos producidos por las actividades cartográficas y de vigilancia locales y nacionales deberían integrarse en la evaluación mundial (por ejemplo, mediante centros regionales). Esto requeriría establecer un acuerdo previo sobre una clasificación jerárquica susceptible de generalización progresiva.

· Debería aumentar cada vez más la disponibilidad de conjuntos de datos de alta resolución. Si con la comercialización se pudiera contribuir a su difusión, debería establecerse una estructura de precios que permita las aplicaciones extensivas y repetitivas que se requieren para la vigilancia forestal.

· El sistema de información geográfica (SIG) constituye un componente importante del sistema avanzado de información forestal que se intenta crear.

Actualmente, es aún difícil asegurar mediante la telepercepción la medición o inclusive la detección de cualquier tipo de variación en la cubierta forestal, y es particularmente difícil identificar y medir el proceso de degradación forestal. Existe la urgente necesidad de caracterizar mejor los patrones espaciales de cambio a diferentes escalas (rodal, región, subcontinente, etc.) y a varias resoluciones. Sería de gran valor una tipología de patrones de existencia o no existencia de bosque, así como de los mecanismos y características de su transformación en el tiempo, lo que además constituiría un paso hacia la definición de un marco común para inventarios y análisis.

Si la información sobre las variaciones forestales obtenido mediante estos datos se integrara con un sistema de información geográfica explícitamente espacial, su valor aumentaría considerablemente, pues esto permitiría la armonización con los datos relativos a otras características del paisaje (es decir, suelos, clima, red fluvial, mediciones de campo de la biomasa y volúmenes de madera) o sociales (carreteras, densidades de población, patrones de migración), elementos importantes en el proceso de deforestación. Además, abriría la puerta a las predicciones de tendencias espaciotemporales.

Carácter estacional de los bosques

La variación estacional de los bosques es una característica que se utiliza específicamente al clasificar los bosques tropicales, y se relaciona principalmente con los patrones de pluviosidad (a diferencia de la variación estacional relacionada con la temperatura, propia de las zonas templadas). Dicha clasificación se utiliza con frecuencia para determinar si un bosque es estacional o no, pero pocas veces proporciona información sobre la intensidad o el carácter facultativo de dicha variación estacional. También en las señales espectrales la variación estacional constituye un importante criterio cartográfico; sin embargo, las series cronológicas de los datos de satélite generalmente permiten identificar gradientes de variación estacional más que distinguir claramente las clases de siempreverdes de las de caducifolias. Más aún, los datos de satélite registrados a lo largo de un período de tiempo prolongado muestran que al efectuar la clasificación debe tenerse en cuenta la variabilidad de uno a otro año. Por ejemplo, son extremadamente variables en el ámbito espaciotemporal las señales de satélites en el sureste de Asia o en Africa, donde las gradientes de altitud y latitud determinan la distribución de las formaciones estacionales; y también es difícil distinguir a nivel espectral un bosque seco de dipterocarpáceas de un bosque mixto de caducifolias del norte de Tailandia o Myanmar, incluso en conjuntos de datos de alta resolución.

Las series cronológicas de datos de satélite sobre índices de vegetación se encuentran disponibles para más de diez años en el producto GAC (Global Area Coverage). En él se presentan un continuo de amplitudes de señal según se va pasando del típico siempreverde a las formaciones más estacionales. Esta información podría ser de gran importancia en una serie de análisis; por ejemplo, en las diferentes estaciones los períodos de crecimiento renovado afectan la evapotranspiración, la productividad primaria y los ciclos geoquímica. Hasta el momento, sin embargo, se han aprovechado poco las series cronológicas de datos sobre copas forestales obtenidos por telepercepción, ya sea para fines de clasificación o de estudio de los procesos. La evaluación exacta de las variaciones en las copas forestales, como las asociadas con modificaciones de clima o degradación, sólo será posible cuando se logren identificar las variaciones estacionales de la vegetación en circunstancias «normales».

Hacia un sistema operativo de vigilancia forestal

Las técnicas de telepercepción para la vigilancia forestal presentan diferentes niveles de madurez, dependiendo de la instrumentación y de la escala de aplicación. Mientras algunos aspectos del análisis de imágenes de alta resolución son bastante sencillos, los que se refieren a coberturas a gran escala o al aprovechamiento de imágenes de baja resolución aún se encuentran en la etapa de desarrollo. Sin embargo, los progresos de los últimos cinco años han demostrado que las perspectivas son mayores de lo que se había imaginado en un principio. Por ejemplo, la disponibilidad creciente de coberturas amplias con conjuntos de datos de alta resolución (Landsat y SPOT) y de coberturas amplias y repetitivas con conjuntos de datos de baja resolución (AVHRR) está abriendo nuevos campos. Como consecuencia de recientes inversiones en el tratamiento y en el análisis de los conjuntos de datos históricos (por ejemplo, el Landsat Pathfinder de la NASA), así como en la recopilación y evaluación de mediciones frecuentes realizadas a largo plazo en áreas extensas (por ejemplo, conjuntos de datos IGBP mejorados y mundiales sobre la cobertura del terreno), se ha procedido a una revisión completa de la dimensión temporal de dichos análisis. Actualmente ya parece existir la capacidad de avanzar hacia un sistema mundial eficaz de vigilancia forestal por satélite. Para que este sistema sea eficaz, necesitaría presentar las siguientes características principales:

· debería incorporar objetivos mundiales y nacionales, lo cual quiere decir que los análisis y los resultados deben ser susceptibles de «anidación» a diferentes escalas;

· la validación debería ser una preocupación constante y estar incorporada dentro del procedimiento operacional;

· los resultados del análisis por telepercepción deberían integrarse en un sistema más amplio de información forestal;

· el sistema debería tener la capacidad necesaria para respaldar tanto la planificación y la ordenación forestales, como la investigación científica;

· debería incluir un componente de vigilancia constante dotado de un «sistema de alarma», así como capacidades de reserva con miras a identificar inmediatamente las áreas de cambio rápido;

· debería prever una cobertura amplia y regular de todas las superficies forestales mediante el uso de instrumentos de alta resolución que permitan medir las variaciones con una exactitud del 10 por ciento.

En la Figura se encuentran resumidos los componentes de telepercepción de dicho sistema de evaluación forestal.

Métodos para la ejecución

La experiencia de estos últimos años ha dividido a los especialistas en telepercepción en dos grupos de opinión con respecto a la vigilancia forestal mundial. El primer grupo recomienda un sistema distribuido de vigilancia, en el que los servicios forestales nacionales realizarían evaluaciones nacionales que posteriormente un servicio central integraría en síntesis mundiales. En cambio, el segundo grupo recomienda que toda la evaluación mundial sea realizada por un servicio central con recursos propios. Ambos métodos presentan ventajas e inconvenientes.

La primera alternativa presenta la ventaja determinante de colocar los inventarios forestales nacionales en manos de los organismos responsables de la ordenación forestal. Obviamente un conocimiento profundo de las condiciones del terreno constituye una garantía para la pertinencia del análisis de los datos obtenidos mediante telepercepción. Sin embargo, este método requiere acceder a técnicas adecuadas de vigilancia (datos de satélite, SIG, servicios e instalaciones de campo, etc.) y una capacidad de realizar la labor de telepercepción según normas estándar «intercambiables». Los problemas del flujo de datos y de la armonización de clasificaciones heterogéneas pueden retrasar considerablemente la agregación de los datos por parte del servicio central de elaboración de datos. El perfeccionamiento y la armonización de los métodos nacionales de vigilancia forestal constituyen una tarea a largo plazo que es necesario afrontar dentro del marco de desarrollo de las capacidades nacionales.

Por otro lado, el método centralizado proporcionaría una respuesta inmediata a las necesidades de datos a escala regional, continental y mundial, debido a que se apoya en tecnologías y procedimientos que podrían utilizarse de inmediato de un modo coordinado, cuando no centralizado.

La capacidad de adoptar una metodología y una clasificación uniformes facilitaría un análisis rápido de los datos de satélites y datos auxiliares. Desde luego, en el proceso de validación se seguiría necesitando el apoyo de expertos y de los servicios forestales que contaran con la experiencia de campo necesaria; todavía no se han evaluado los medios para integrar los servicios forestales nacionales en ese esfuerzo centralizado. Probablemente convenga tener en cuenta las experiencias logradas con otros sistemas de análisis ambiental, pues éstas podrían proporcionar valiosas indicaciones respecto a la manera de proceder. Por ejemplo, la comunidad meteorológica se hace cargo del análisis y de la construcción de modelos a nivel mundial en institutos altamente centralizados y especializados, mientras que las oficinas meteorológicas nacionales continúan su labor de rutina en las escalas de su competencia.

Conclusiones

Es indudable que la urgente necesidad de contar en forma permanente con evaluaciones exactas y actualizadas de las condiciones forestales en todo el mundo está dando un gran impulso a las técnicas de telepercepción. Los bosques constituyen sistemas muy dispersos, complejos y dinámicos, sensibles a la clase de observaciones que suministran los sensores orbitales. Las técnicas de telepercepción ya han hecho un aporte considerable. Ahora los esfuerzos deberán concentrarse en integrar la experiencia y los resultados del pasado en iniciativas efectivamente mundiales y articuladas a más de un nivel. Es más, el nivel de perfeccionamiento de las aplicaciones debería adaptarse progresivamente a la complejidad de los múltiples desafíos surgidos con los intentos de trazar un camino hacia la conservación, la ordenación y el aprovechamiento sostenible de los bosques del mundo. Si bien aún existe una carencia de tecnología y de aplicaciones que habría que solucionar, se deberían colocar en los primeros lugares de la lista de prioridades el incremento del apoyo institucional y el desarrollo de las capacidades científicas adecuadas. De todas formas, la importancia de las cuestiones relativas al uso y a la supervivencia de los bosques del mundo garantiza que los esfuerzos para lograr una vigilancia adecuada continuarán con redoblado empeño.

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