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Sistemas de información en el sector forestal

D.P. Dykstra

Dennis P. Dykstra es el Director General Adjunto del Centro de Investigación Forestal Internacional, Bogor, Indonesia.

Este artículo considera algunas nuevas tecnologías de la información que están adquiriendo importancia para machas organizaciones forestales como instrumentos para perfeccionar la planificación estratégica y táctica y la gestión y control de las operaciones.

Como en todas las eras del desarrollo de la civilización humana, también en el mundo de hoy el poder de la información impulsa a los gobiernos, hace que las industrias sean productivas y competitivas y enriquece la vida personal. En la actualidad, los seres humanos están mejor informados que en cualquier otro período histórico, pero es cierto también que se ven abrumados por un aluvión de información en la que no tienen interés directo, que no pueden utilizar porque no la comprenden o porque carecen de la tecnología adecuada o que resulta engañosa y puede ser perjudicial para ellos o para sus organizaciones. En el mundo actual no basta con que los cargos directivos conozcan el negocio u organización de los que son responsables, sino que además deben ser capaces de manejar el flujo incesante de información, seleccionar la que es pertinente para el buen funcionamiento de su empresa u organización e ignorar la que carece de interés o resulta engañosa. Deben ser conscientes también de que existe información que necesitan pero que por el momento no pueden conseguir o utilizar y que deben iniciar el proceso que finalmente les permita obtenerla y utilizarla.

Esto es fácil de decir pero difícil de hacer. Son pocos los especialistas forestales que han recibido formación en el ámbito de las ciencias de la información. Incluso en el caso de los especialistas en sistemas de información, se estima que la vida media de los conocimientos en este campo es de aproximadamente dos años. Esto significa que transcurridos dos años, la mitad de lo que en este momento se considera la vanguardia en materia de gestión de la información habrá quedado obsoleto. La razón fundamental de ello es la rapidez del desarrollo tecnológico en lo que respecta a los sistemas de información.

Sin duda, éste ha sido siempre el dilema de los cargos directivos; corren el riesgo de que a medida que transcurre el tiempo, sus conocimientos técnicos puedan quedar desfasados. En la actualidad, eso ocurre más deprisa que nunca, ya que para realizar una gestión eficaz los directivos, además de tener capacidad técnica, deben conocer la tecnología de la información y saber cómo utilizarla en beneficio de su organización.

La información ha sido siempre un «activo» importante de los administradores forestales. Desde hace mucho tiempo, conocer las especies arbóreas, la edad de la masa forestal, las características de crecimiento, la calidad del sitio, los tipos de suelo y de terreno, los costos de la explotación forestal y los mercados de los productos son requisitos esenciales para una gestión forestal rentable. Lo que ha cambiado es la tecnología utilizada para obtener, analizar y presentar esa información y, en particular, la rapidez con que todo eso se puede hacer. Les guste o no, los administradores forestales han de ser también especialistas de la información. Especialmente, deben comprender qué efectos tendrán las nuevas formas y tecnologías de la información y en qué manera la necesidad de información afectará al personal y a la estructura de su organización.

Por norma general, los especialistas en sistemas de información forestal consideran que las necesidades de información son de tres tipos (FAO/CEPE/OIT, 1992):

i) información para la planificación y análisis estratégicos;

ii) información para la planificación táctica (a corto y medio plazo); y

iii) información para la gestión y control operacionales. Aunque cada una de esas categorías tiene sus propios requisitos, las tecnologías coinciden en cierta medida.

PLANIFICACION Y ANALISIS ESTRATÉGICOS

La cuestión estratégica más importante que debe plantearse cualquier organización es la siguiente: «¿A qué debemos dedicarnos?» En ocasiones, como en el caso de los organismos forestales oficiales, la respuesta a este interrogante es más o menos obvia, aunque puedan variar algunas cuestiones de detalle (por ejemplo, la organización puede verse privada de algunos bienes a través de la privatización, o puede variar la importancia relativa concedida a la actividad productiva y a la actividad de esparcimiento). En cambio, cuando se trata de una empresa privada, la respuesta no es tan evidente. Las empresas deben cambiar a medida que se modifican las condiciones, pues de otro modo dejarán de ser competitivas. En definitiva, las empresas forestales deben hacerse constantemente esta pregunta y estar abiertas a la posibilidad de encontrar respuestas nuevas.

La historia de dos empresas

«¿A qué debemos dedicarnos?»

A principios de los años setenta, dos empresas forestales del Estado de Oregón, en los Estados Unidos, tenían una fuerte dependencia del Servicio Forestal de los Estados Unidos en lo que respecta al suministro de madera. Al plantearse la pregunta a la que se ha hecho referencia más arriba, de las empresas dio la siguiente respuesta: «Somos productores de madera de construcción y de madera terciada a partir de la materia prima procedente de los bosques nacionales de los Estados Unidos». En cambio, la segunda empresa respondió: «Producimos madera de construcción y madera terciada, en este momento con la madera que compramos a los bosques nacionales de los Estados Unidos, pero nuestro objetivo es conseguir para 1985 la autosuficiencia en el suministro de materia prima». Esta segunda empresa puso en marcha un programa, costoso y difícil, de adquisición de tierras maderables, tanto en Oregón como en la región sudoriental de los Estados Unidos y durante los decenios de 1970 y 1980 obtuvo menos beneficios que la primera empresa. En 1991, un tribunal de distrito prohibió temporalmente la extracción de madera en los bosques nacionales del Pacífico noroccidental hasta que el Servicio Forestal hubiera preparado un plan adecuado para garantizar la protección de la lechuza moteada y de otras especies animales y vegetales cuya supervivencia dependía de los bosques primarios. Este plan ya ha sido elaborado y su aplicación reducirá la extracción de madera en los bosques de Oregón en dos tercios con respecto a los niveles de mediados de los años ochenta. La actividad de la primera empresa está prácticamente paralizada y probablemente acabará en la bancarrota. En cambio, la segunda empresa es más rentable y el valor de sus terrenos forestales ha aumentado enormemente.

¿Qué tiene que ver todo esto con la información estratégica? Ambas empresas disponían de la misma información sobre los cambios que se estaban produciendo en la sociedad estadounidense, pero una de las empresas llegó a la conclusión de que el movimiento ecologista no influiría de forma significativa en la ordenación de los bosques nacionales por parte del Servicio Forestal de los Estados Unidos. Esta empresa resultó beneficiada a corto plazo porque el costo de su materia prima era barato. Por su parte, la otra empresa consideró que los bosques nacionales acabarían siendo una fuente de madera poco segura. A corto plazo, esta conclusión resultó costosa, pero a largo plazo le ha permitido florecer en medio de una situación que, de haber tomado otras decisiones, podría haber resultado insostenible.

Una importante diferencia entre ambas empresas radica, posiblemente, en la forma de afrontar la planificación estratégica. Mientras que la primera de las empresas confió a su consejo de administración las decisiones de política estratégica, prácticamente sin otros instrumentos que los balances y los estados de ingresos y gastos, la segunda encargó a un equipo de planificación con dedicación exclusiva que elaborara una serie de modelos de simulación, con objeto de analizar las consecuencias de distintas estrategias en relación con las materias primas y la producción. Además, el equipo de planificación recurrió a consultores externos especializados en la predicción de los cambios sociales. Gracias a las aportaciones cuantitativas y cualitativas de ese equipo de planificación, el consejo de administración de la empresa adoptó la difícil decisión de poner en marcha un programa que permitiría conseguir la autosuficiencia de materias primas.

¿Qué información y qué tecnologías de la información pueden ayudar a adoptar decisiones estratégicas? A continuación se enumeran algunas de ellas, que probablemente son de utilidad para todas las organizaciones forestales.

Modelos de simulación

Son de utilidad no tanto para predecir lo que es probable que ocurra, como para hacer proyecciones de las posibles consecuencias de los acontecimientos que podrían registrarse en el futuro. Si una empresa es consciente de que el resultado probable de su política actual es la bancarrota, es posible que se plantee esa cuestión con mayor seriedad.

Gracias a la disponibilidad de programas informáticos de carácter general, como las hojas de cálculo electrónico, la elaboración de modelos de simulación es mucho más fácil ahora que hace sólo unos pocos años. Lo que no ha experimentado cambio alguno es el hecho de que una organización que valora la importancia de la planificación estratégica debe realizar en esta esfera un esfuerzo permanente que cuente con el pleno apoyo de los niveles más altos de la dirección.

Datos forestales

Una empresa u organismo forestal que no dispone de información precisa y actualizada sobre sus bosques no está en condiciones de adoptar decisiones estratégicas eficaces. Necesita poseer sobre los límites de los bosques, la calidad de la parcela, las clases de edad, las condiciones de la topografía y de los suelos y la situación y condiciones de la infraestructura Por otra parte, en la planificación estratégica cada vez tiene más importancia la información sobre los recursos no madereros, como las posibilidades de esparcimiento y la situación del hábitat de la vida silvestre. Naturalmente, es de importancia crucial realizar continuamente inventarios de la riqueza forestal y se han de elaborar modelos que permitan realizar proyecciones sobre el crecimiento y el rendimiento en el futuro, para poder ensayar distintas alternativas utilizando modelos de simulación por ordenador.

Desde una perspectiva estratégica, las organizaciones forestales no sólo han de poseer información sobre sus propios bosques, sino también sobre los de las organizaciones competidoras y clientes y sobre aquellas de las que dependen para el suministro de la materia prima.

Información sobre el mercado

Las empresas privadas, y también en cierta medida los organismos oficiales, dependen del mercado, que establece los niveles de la demanda y los precios de los bienes y servicios que proporcionan. En el proceso de adopción de decisiones estratégicas es esencial poseer información sobre esos mercados y sobre su posible evolución en el futuro. En todo momento, las empresas u organismos forestales deben preguntarse constantemente qué tipos de productos y servicios deben ofrecer. La respuesta a esa pregunta será distinta a medida que cambie la sociedad. La información y análisis del mercado son necesarios para poder prever esas posibilidades.

Información relacionada con consideraciones socioeconómicas y de política

El cometido de las organizaciones forestales, tanto del sector público como del sector privado, es ofrecer bienes y servicios valorados por la sociedad. Por consiguiente, para que todas esas organizaciones puedan efectuar una planificación estratégica adecuada es indispensable que recurran a expertos que ayuden a identificar las tendencias respecto al valor relativo que concede la sociedad a esos productos y servicios, así como a cuestiones como la tenencia de la tierra, la condición jurídica, los aspectos organizativos (sindicatos, asociaciones, etc.), la demografía, la descentralización, el sistema de gobierno local, etc. En el mundo actual, en rápida evolución, es cada vez más claro que las organizaciones forestales que no evalúan periódicamente este tipo de información tienen cada vez más dificultades.

PLANIFICACION TACTICA (A CORTO Y MEDIO PLAZO)

En su mayor parte, lo que normalmente se considera planificación forestal es, en realidad, planificación táctica (Davis y Johnson, 1987; Dykstra, 1984). Aun cuando los técnicos forestales están acostumbrados a pensar en términos de uno o más períodos de rotación de la madera, habitualmente sus planes se concentran en un horizonte temporal de cinco o diez años, en el futuro inmediato, y las proyecciones a plazo más largo son menos detalladas, a fin de evitar posibles sorpresas.

Al formular sus planes tácticos, las organizaciones forestales tratan de responder a la pregunta «¿qué tipo de operaciones emprenderemos durante este período de planificación y dónde se realizarán?» Son los interrogantes de este tipo los que otorgan su atractivo a la profesión forestal y los profesionales dedican una gran parte de su carrera al intento de encontrar una respuesta. Las respuestas son siempre provisionales porque factores imprevisibles como la evolución de los mercados y las catástrofes naturales pueden obligar a introducir cambios decisivos en el plan. Esto no pone en tela de juicio la importancia de la calidad del plan. De hecho, los mejores planes tácticos prevén esas posibilidades y hacen más fácil adaptarse a los cambios.

¿Qué tecnologías de la información pueden contribuir a mejorar la planificación táctica en el sector forestal? La respuesta fácil consiste en decir que la mayor parte de las fuentes «tradicionales» de información, tales como mapas e inventarios, así como los nuevos sistemas de información, están directamente orientados a la planificación táctica. Sin embargo, es más difícil dar una respuesta detallada y completa porque en este sector los cambios se suceden a ritmo vertiginoso y se necesitan conocimientos especializados para adaptarse a ellos. Además, es preciso tener en cuenta ciertas consideraciones socioeconómicas y no todas ellas pueden ser objeto de «soluciones» relacionadas con la tecnología de la información. Es cierto, no obstante, que casi todas las organizaciones forestales resultarían beneficiadas, en muchos casos de forma notable, con la aplicación de las tecnologías de la información que se describen a continuación.

Imágenes obtenidas por teledetección

La fotografía aérea es, desde hace más de una generación, un instrumento fundamental para recopilar información forestal a distancia. Puede utilizarse con un equipo relativamente poco costoso, junto con la toma de muestras sobre el terreno, para elaborar con rapidez y precisión mapas que reflejen las variedades vegetativas, los suelos, ríos y lagos, la infraestructura y el relieve. Esta tecnología se conoce perfectamente y se ha integrado plenamente en muchas organizaciones forestales.

Las ortofotografías son reproducciones efectuadas con fotografías aéreas en las que se corrigen los desplazamientos de imagen causados por el balanceo de la cámara y el relieve topográfico (USDA Forest Service, 1994). Cuando se unen las ortofotografías en forma de mosaico se obtiene un mapa fotográfico de una escala y detalle planimétrico de gran fiabilidad. Frecuentemente, en los ortofotomosaicos se reproducen en sobreimpresión las curvas de nivel. Para trazar estos mapas ortofotográficos es necesario un equipo fotomecánico especial que normalmente está fuera de las posibilidades técnicas de las organizaciones forestales, pero en la mayor parte de los países el gobierno u organizaciones del sector privado pueden realizarlos.

Las ortoimágenes digitales constituyen un proceso relativamente nuevo en la tecnología de levantamiento de mapas (Dams y Larsson, 1992). Es similar a la ortofotografía salvo por el hecho de que las imágenes se hallan en forma digital y, por tanto, pueden ser manipuladas mediante un programa informático o ser utilizadas conjuntamente con un sistema de información geográfica.

Las imágenes obtenidas por satélite resultan adecuadas para detectar cambios en la superficie tomatal o en la condición de los bosques

Las imágenes obtenidas por satélite que se utilizan en el sector forestal proceden, por norma general, de dos tipos de satélites: Landsat (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos) o SPOT (Sistema francés de satélites). Las imágenes pancromáticas de SPOT tienen mayor resolución, pero las imágenes de cartografía temática de Landsat proporcionan más longitudes de onda. Las imágenes obtenidas por satélite resultan adecuadas para la clasificación de datos digitales en clases amplias de cubierta vegetal y para detectar cambios en la superficie forestal o en la condición de los bosques. No pueden sustituir a la fotografía aérea porque tienen una resolución mucho menor. Además, el análisis de las imágenes obtenidas por satélite es un campo relativamente especializado que exige una gran inversión en equipos y programas informáticos y personal especialmente capacitado. Al igual que la interpretación de las fotografías aéreas exige una comprobación sobre el terreno.

Sistemas de información geográfica

Los sistemas de información geográfica (SIG) informatizados constituyen un adelanto importante en el campo de la tecnología de la información. Un SIG es un sistema informático (equipos y programas) diseñado para organizar, almacenar, recuperar, analizar, mostrar y publicar datos referenciados especialmente. Aunque casi todos los sistemas de información geográfica pueden elaborar mapas de gran calidad, su capacidad va mucho más allá. De hecho, la clave de la importancia de los SIG es su gran capacidad analítica, que permite a las personas responsables de la gestión analizar rápidamente situaciones complejas, en ocasiones en una forma completamente distinta (Berry, 1986). Por ejemplo, con un SIG es posible «superponer» mapas que representan las clases de madera, el tipo de suelo y el relieve, de manera que es posible elaborar un mapa que muestre todas las zonas de árboles maduros en suelos frágiles en los que la pendiente supera el 40 por ciento. Como este mapa superpuesto se encuentra en el sistema informático se puede calcular rápidamente su superficie. Además, se puede combinar la información procedente de los inventarios con los datos que figuran en el mapa para estimar la reducción del volumen de la corta anual admisible que tendría lugar si se eliminara esta zona de la base de corta admisible.

El SIG es un instrumento extraordinariamente útil que puede aumentar enormemente la capacidad de las organizaciones forestales en lo que respecta a la planificación táctica. Para aprovechar ese potencial la organización debe estar dispuesta a dedicar recursos importantes tanto de personal como financieros.

El SIG sólo será útil para el análisis forestal en la medida en que lo utilicen los técnicos forestales. Esto significa que todo el personal forestal profesional (incluidos los altos directivos) debe recibir al menos capacitación sobre los SIG que les haga ser consciente de su importancia, y quienes han de utilizar el sistema para obtener información deberán recibir una formación adicional de carácter más técnico. También será necesario suministrar equipos informáticos, de manera que todos los profesionales que utilicen el SIG puedan acceder a los mismos. En la mayor parte de los casos, el SIG reside en una estación informática de gran rendimiento y los usuarios se conectan a ella a través de una red a la que pueden acceder desde sus ordenadores personales.

Sistema mundial de determinación de posición

Uno de los adelantos en el campo de la tecnología de la información que ha asombrado a los técnicos forestales de todo el mundo es el Sistema mundial de determinación de posición Navstar (SDP), un sistema de navegación y determinación de posición que funciona en cualquier situación meteorológica, basado en señales de radio transmitidas por satélites que lanza y mantiene el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Esta red comprende una flota de satélites que en conjunto ofrecen la posibilidad de determinar cualquier posición en el planeta, de día o de noche. Una de las aplicaciones importantes del SDP es suministrar datos para el SIG y, de hecho, el sistema permite recopilar un determinado tipo de datos referenciados especialmente que de otra forma no sería factible obtener por razones económicas.

Como todas estas tecnologías, para perfeccionar la capacidad de utilizar el SDP es necesario practicar y las organizaciones que adoptan el sistema deben admitir que la precisión de los datos será relativamente baja al principio pero que aumentará con el paso del tiempo, a medida que quienes manejan el sistema aumentan su capacidad para utilizar correctamente el equipo.

GESTION Y CONTROL OPERACIONALES

Los adelantos en la esfera de la tecnología de la información, además de ser de una enorme importancia para la planificación táctica y estratégica, están modificando la forma en que las organizaciones forestales llevan a cabo sus operaciones cotidianas. Al igual que en el caso de las tecnologías de la planificación, los sistemas de información para la gestión y control operacionales son de muy diferente tipo y son utilizadas en formas distintas por las diferentes organizaciones. Entre los sistemas de información más comunes que ya pueden utilizarse o que se están desarrollando figuran los siguientes:

Registradores electrónicos de datos

Son, básicamente, ordenadores portátiles para registrar electrónicamente datos sobre el terreno. Muchos de ellos disponen de programas informáticos elaborados especialmente para facilitar el acopio y análisis preliminar de los datos de los inventarios forestales. Los que se utilizan en el sector forestal han de ser resistentes para que soporten la exposición a la lluvia, al frío y al calor, así como un manejo poco cuidadoso. Además de un teclado, una pantalla y memoria para registrar y almacenar datos, deben contar con un sistema (por lo general un puerto de serie) para transferir los datos a un ordenador con el fin de incorporarlos a la base de datos permanente de la organización (que podría ser, por ejemplo, un sistema de información geográfica).

Ordenadores de a bordo

Cada vez es más frecuente que las máquinas tronzadoras incluyan ordenadores de a bordo que pueden ayudar a decidir sobre la estrategia más adecuada para el tronzado de los troncos. Probablemente, en el futuro los ordenadores de a bordo estarán conectados por radio a un ordenador central en el aserradero, lo cual permitirá efectuar el tronzado de acuerdo con los requisitos de los pedidos, más que considerar cada tronco de forma independiente y permitirá también modificar las normas sobre el tronzado a intervalos durante el día, a medida que se disponga de nueva información acerca de los pedidos.

Los registradores electrónicos de datos son ordenadores portátiles utilizados para registrar electrónicamente datos sobre el terreno

Tronzado manual por ordenador

En aquellos lugares en donde los árboles son de gran tamaño y la topografía accidentada, como en el Pacífico noroccidental en los Estados Unidos, predominan todavía el apeo y tronzado manuales. Pero también en este caso está disponible la tecnología, por medio de ordenadores portátiles, que permite optimizar rápidamente las decisiones acerca del tronzado (Garland et al., 1989). Gracias a esas prácticas, el valor de los troncos puede superar en un 10-15 por ciento el que poseen cuando se utilizan métodos de tronzado convencionales.

SDP montado sobre camión

Algunas organizaciones forestales están experimentando la utilización del SDP para aumentar la eficiencia en la programación e itinerario de los camiones. El hecho de que los camiones estén equipados con equipos de SDP y con transmisores de radio automáticos para enviar datos de SDP a una central hace posible el seguimiento en tiempo real del equipo de transporte en un mapa de la zona de operaciones. La viabilidad de esos sistemas depende en buena medida de la disponibilidad de comunicaciones de radio fiables. Estos sistemas han alcanzado tal vez su máxima difusión en los países nórdicos.

Transmisiones de datos en tiempo real

En un intento de reducir los inventarios y mejorar el servicio de los pedidos, algunas organizaciones forestales están experimentando la transmisión de datos sobre la producción y el transporte desde el lugar de producción hasta el aserradero y la transmisión de los requisitos de los pedidos desde el aserradero al lugar de producción. Generalmente, por el momento esto se hace por radio a intervalos a lo largo del día. El propósito es llegar a utilizar sistemas de transmisión automatizados que exigirían muy escasa o ninguna intervención humana. Teóricamente, sería posible no llevar inventario alguno en el aserradero y extraer y cortar los árboles en función de los pedidos específicos. Para ello deberá existir una mayor capacidad de transmisión de radio fiable que la que existe actualmente en la mayor parte de los países.

OBSERVACIONES FINALES

La gestión de las tecnologías de la información es, sin ninguna duda, una parte esencial de la ordenación forestal. Los administradores forestales deben comprender al menos las implicaciones estratégicas y tácticas de esas nuevas tecnologías y estar preparados para introducir cambios fundamentales en sus organizaciones para poder aprovechar las posibilidades que encierra una información puntual y precisa. En casi todos los casos esas tecnologías exigirán inversiones cuantiosas, no sólo en las propias tecnologías sino también en la capacitación del personal y en la obtención y verificación de datos. Por consiguiente, para que puedan aplicarse las nuevas tecnologías en beneficio de la organización, es indispensable un compromiso decidido y activo de los responsables de más alto nivel de la organización.

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