FAO/SMIA: Perspectivas alimentarias no 5, Noviembre 1998

UTILIZACION

EXAMEN DE 1997/98 Y PERSPECTIVAS PARA 1998/99

Según las estimaciones, la utilización mundial total de cereales en 1997/98 ha aumentado a 1 874 millones de toneladas, alrededor de 21 millones de toneladas, o sea el 1 por ciento, más que en 1996/97 y superior en un 0,6 por ciento a la tendencia a largo plazo (1985/86 - 1997/98). A nivel mundial, se estima que el volumen de los cereales utilizado para el consumo humano directo ha aumentado en un 1 por ciento, mientras que su utilización para piensos ha crecido en un 1,4 por ciento, debido principalmente a que los precios de los cereales bajaron respecto a la temporada anterior. Se calcula que la mayor parte del aumento de la utilización total se ha producido en los países desarrollados, debido a un rápido incremento de la utilización de forrajes por segundo año consecutivo. En cambio, se estima que la utilización de piensos en los países en desarrollo se ha contraído algo, especialmente entre los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA) de Asia.

UTILIZACION MUNDIAL DE CEREALES

Para 1998/99 se pronostica un aumento mar-ginal de la utilización mundial de cereales a 1 878 mi-llones de toneladas, volumen inferior, aunque ligera-mente, a la tendencia a largo plazo por primera vez desde 1995/96. Ello se deberá principalmente a las dificultades económicas registradas en Asia, donde la demanda de piensos empezó a descender ya en la segunda mitad de la campaña anterior. Teniendo en cuenta las continuas dificultades económicas que han afectado también en los últimos meses a las eco-nomías de la CEI, especialmente a la Federación de Rusia, es improbable que la utilización mundial de ce-reales aumente significativamente al menos por un año más.

El consumo humano directo representa casi la mitad de la utilización mundial de cereales. En ge-neral, se estima que el crecimiento del consumo hu-mano a nivel mundial ha seguido el ritmo del cre-cimiento demográfico en 1997/98. Por consiguiente, el consumo humano mundial de cereales per cápita se estima que se ha mantenido cercano al nivel del año anterior, de alrededor de 162 kg. Sin embargo, el consumo humano per cápita en los PBIDA, excluidos China y la India, ha descendido en 1 kg., a alrededor de 152 kg. Se estima que la disminución se ha producido principalmente en Africa, debido a los déficit de la producción interna registrados en varios países. En cambio, en América Central y Europa Oriental, el consumo de cereales ha aumentado debido a unas existencias internas más abundantes.

CONSUMO PER CAPITA DE CEREALES

FUENTE: FAO

Se prevé que el consumo de cereales per cá-pita en 1998/99 registrará nuevamente pocos cam-bios. En general, los hábitos alimentarios tienden a cambiar muy lentamente, y las variaciones registra-das en el consumo anual de alimentos a nivel nacio-nal se ven muy condicionadas por los cambios que se registran en la producción interna y en los precios mundiales, que afectan, en este último caso, la mag-nitud definitiva de las importaciones y, por consi-guiente, del consumo. En tales circunstancias, es pro-bable que una característica sobresaliente en 1998/99 sea la disminución del consumo de arroz per cápita en algunas de las principales naciones produc-toras de Asia. Es posible que la disminución de la producción interna de arroz en algunos países asiáti-cos, como Indonesia, no se vea compensada total-mente por importaciones más costosas, dado que los precios internacionales del arroz son más fuertes este año y las monedas de algunos países importadores se han devaluado.

En los últimos diez años, la proporción anual del arroz y del trigo utilizados para el consumo hu-mano directo ha cambiado muy poco, representando alrededor del 90 y 70 por ciento respectivamente de su utilización total. El consumo humano de maíz representa sólo un 20 por ciento de la utilización mundial de dicho producto, aunque la proporción es más significativa en el caso de Africa y América Central, donde representa más del 60 por ciento. El centeno se usa también en varios países principalmente para el consumo humano. El consumo humano de centeno representa el 40 por ciento de la utilización mundial, y se consume principalmente en Europa y América del Norte. El mijo y el sorgo se consideran también importantes cereales destinados al consumo humano en un gran número de países. El consumo humano representa más del 80 por ciento de la utilización mundial de mijo, principalmente entre los países en desarrollo de Africa y Asia. El consumo humano de sorgo representa más del 40 por ciento de la utilización mundial, y se consume principal-mente en Africa y Asia. En Africa, el consumo humano directo de sorgo per cápita ha sido el más elevado (alrededor de 19 kg. por año). En Asia, el consumo humano representa alrededor del 60 por ciento del consumo mundial de sorgo, aunque el consumo humano anual per cápita es sólo de alrededor de 6 kg.

La utilización de cereales para piensos volvió a aumentar en 1997/98 pero el aumento, situado en el 1,4 por ciento, fue considerablemente menor que el año anterior. Dada la baja de los precios de los cereales, la utilización de piensos en los países desarrollados aumentó en un 2,8 por ciento, lo que representa un aumento considerable, aunque inferior al 5 por ciento observado el año anterior. En los países en desarrollo, sin embargo, disminuyó en 1997/98 la utilización total de piensos en un 1,7 por ciento.

Para 1998/99, pese a una continua baja de los precios de los cereales registrada en los primeros meses de la campaña, las informaciones actuales indican una ligera disminución de la utilización mundial de cereales para piensos a 665 millones de toneladas, un 0,3 por ciento menos que el año anterior. Esta disminución se atribuye en parte a las continuas dificultades económicas registradas en Asia, que limitan la compra de productos forrajeros por parte de los consumidores y, por consiguiente, la demanda de piensos. Además, se prevé que la utilización mundial de piensos en los países desarrollados se contraerá en un 0,2 por ciento en 1998/99, debido principalmente a la continua crisis que enfrentan los sectores ganaderos de las economías emergentes, particularmente la Federación de Rusia. Se pronostica que allí la demanda de piensos disminuirá de forma pronunciada en vista de las dificultades económicas por las que atraviesa el país y del fuerte descenso de su producción interna de cereales. En cambio, en Europa el aumento de los suministros de cereales debería impulsar la utilización de piensos en varios países. En la CE, es probable que la utilización total de trigo forrajero llegue a un nivel máximo en 1998/99, debido a la gran cantidad de existencias y al nivel bajo de los precios internos. Además, como el trigo de calidad inferior que se destina a la preparación de piensos no sirve para existencias de intervención, compite con otros cereales, tales como la cebada, en el mercado de piensos. En los Estados Unidos, las últimas estimaciones oficiales indican un fuerte aumento de la utilización de maíz para piensos, de casi 4 millones de toneladas, o sea alrededor del 3 por ciento, debido a la gran cantidad de existencias y al nivel bajo de los precios.

UTILIZACION MUNDIAL DE CEREALES POR CEREAL

FUENTE: FAO
Nota: Los totales se han calculado a partir de datos no redondeados.
1/ Entre los otros usos figuran semillas, usos industriales y desechos.

Es probable que la utilización total de piensos en los países en desarrollo disminuyan por segundo año consecutivo en 1998/99. La mayor parte de la disminución se registra en Asia, a causa principal-mente de la continua contracción de la demanda de piensos en los países más afectados por las dificul-tades económicas. En China, se prevé que la deman-da de piensos de las industrias avícolas y ganaderas, que había ido aumentando constantemente en los últimos años, crecerá a un ritmo más lento en 1998/99, a causa principalmente del alza de los pre-cios internos del maíz registrada desde el comienzo de la temporada.

Según las estimaciones, los otros usos de cereales, que incluyen las pérdidas postcosecha, las semillas y la utilización industrial, han alcanzado un nivel máximo en 1997/98, situándose en 261 millones de toneladas, a causa principalmente de las excelentes cosechas obtenidas en 1997. Para 1998/99, se prevé que debido a una disminución de la producción en 1998, los otros usos, incluidas las pérdidas post-cosecha, volverán a los niveles más normales situados en torno a los 254 millones de toneladas. Aunque las variaciones anuales de las pérdidas postcosecha suelen ser la razón principal que explica los cambios importantes, la utilización industrial de cereales ha ido creciendo lenta pero constantemente en los últimos años. La mayor parte del incremento de la utilización industrial de cereales, particularmente del maíz, se ha producido en los países desarrollados, especialmente en los Estados Unidos, favorecido por los precios interesantes. En los Estados Unidos, según las estimaciones oficiales la utilización de maíz en 1997/98 para jarabe de maíz de alto contenido de fructosa (HFCS), almidón y etanol representó cerca del 20 por ciento de la utilización total, lo que representa un aumento del 1 por ciento respecto a 1996/97. En 1997/98, se estima que el volumen de maíz utilizado para la producción de HFCS ha au-mentado en un 7 por ciento, debido principalmente a una fuerte demanda de los fabricantes de bebidas no alcohólicas, que se cuentan entre los usuarios principales. Se estima que el maíz utilizado para fabricar edulcorantes (tales como la glucosa y la dextrosa) ha aumentado en un 2 por ciento en 1997/98, debido a su creciente aplicación en los productos de panadería. El maíz utilizado para la producción de almidón ha aumentado en un 5 por ciento, según las estimaciones, debido principal-mente a la fuerte demanda de almidón de las com-pañías recicladoras de papel y de los fabricantes de materiales de construcción. El maíz utilizado para producir etanol alcanzó un nivel máximo en 1997/98, superior en un 20 por ciento al del año anterior, debido a que la producción de etanol continuó recuperándose de los efectos de los altos precios de maíz en 1995/96.