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Labor de la FAO


Comisión latinoamericana de silvicultura y productos forestales
Tercer congreso internacional del Alamo
Nuevo programa de asistencia técnica

Comisión latinoamericana de silvicultura y productos forestales

El primer periodo de sesiones de la Comisión Latinoamericana de Silvicultura y Productos Forestales tuvo lugar en Río de Janeiro del 23 al 30 de mayo de 1949. A la reunión asistieron delegados del Brasil, Columbia, Franela, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay, Estados Unidos de América y Venezuela; y lea representantes de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para la América Latina (CEPAL), la Organización Internacional del Trabajo (ILO), la Organización Internacional de Refugiados (IRO) y el Comité Técnico de Bosques Inexplotados de la FAO. El señor Sebastián Aníbal Romero, Director de Silvicultura del Ministerio de Agricultura de Venezuela, fué elegido presidente de la asamblea, y el señor Julio César Lafitte, jefe de la Dirección de Silvicultura, Administración Nacional del Uruguay fué escogido como vicepresidente. El jefe de la Sección de Productos Forestales de la Dirección de Silvicultura y Productos Forestales, señor Egon Glesinger, representó al Director General de la FAO, y la secretaría fué servida por el Grupo de Trabajo de Silvicultura y Productos Forestales Latinoamericanos de la FAO.

La materia principal de la agenda fué el informe preparado por la FAO acerca de la Utilización de los Recursos Forestales de la América Latina y de las Necesidades de Equipo. Después de haber entrado a considerar este informe, la Comisión recomendó que fuera presentado en la segunda reunión de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para la América Latina (CEPAL), la que al mismo tiempo se estaba reuniendo en la Habana. (La resolución de la CEPAL acerca del informe aparece al final de este articulo.)

La creación de un Instituto Central Latinoamericano de Investigación e Instrucción, fué recomendado por la Conferencia de Teresópolis en 1948. La Comisión estudió en detalle las posibilidades de esta idea y convino en que dicho Instituto y cinco estaciones para el servicio especial de determinadas regiones latinoamericanas, serían fundadas dentro de un lapso de tres años. La FAO inmediatamente formulará el presupuesto para el establecimiento, construcción y funcionamiento del Instituto en vista de los numerosos ofrecimientos oficiales hechos a la Comisión en relación a los legares facilidades y ayuda de capital.

Otros puntos considerados extensamente por la Comisión y tratados en el Informe de la reunión, fueron las medidas que serían adoptadas para mejorar la compilación de las estadísticas de silvicultura y productos forestales; los procedimientos a seguir para establecer normas fijas comunes de la nomenclatura de la madera comercial y la iniciación de los estudios dentro de las mismas normas del mercado internacional para determinar los grados y tamaños de los árboles de madera blanda y madera dura, la participación de los países latinoamericanos en la Conferencia para la conservación y utilización del suelo en las regiones tropicales y subtropicales que está siendo organizada por la FAO para 1950; y los medios para satisfacer rápidamente la necesidad de un personal técnicamente idóneo en los países latinoamericanos, principalmente mediante el empleo de las personas desplazadas de Europa.

La Comisión reconoció que el programa de trabajo requerido para la América Latina ea casi imposible que pueda dejarse a cargo de la oficina de Silvicultura y Productos Forestales de la FAO para la América Latina, pues de esta suerte sería preciso que la FAO aumentara su personal o que los respectivos gobiernos destinaran a sus técnicos a colaborar con el actual personal por un determinado período de tiempo.

La primera reunión de la Comisión fué clausurada dando un voto de agradecimiento al gobierno brasileño por su generosa hospitalidad en Río de Janeiro. El informe acerca de la Utilización de loa Recursos Forestales Latinoamericanos fué trasmitido después a la Habana. A causa de su especial significación, el discurso con el cual se presentó este informe a la CEPAL se reproduce aquí por completo.

Presentación del informe a la CEPAL

El relator de la Comisión señaló ante lea delegados de la CEPAL que alrededor del 42 por ciento de la superficie terrestre de la América Latina cataba cubierta de selvas, o sea más del dable del área ocupada por las fincas, incluyendo a los terrenos de pastoreo. Estos 850 millones de hectáreas representan casi la cuarta parte de la superficie forestal del globo y da a la América Latina el más elevado porcentaje de terrenos de bosques que los de cualquier otro continente.

"Con estas cifras podría esperarse que la América Latina fuera uno de loo mayores productores de productos forestales. Pero ese no es el caso.

"El corte anual en los bosques se estima en unos 170 millones de metros cúbicos, pero el 93 por ciento de esta cantidad se emplea en combustibles. La actual producción anual de madera industrial es únicamente de 15 millones de metros cúbicos, en otras palabrea, aproximadamente la producción anual de la Franela metropolitana. El consumo anual de la madera industrial es estimada en 80 kilogramos por persona, comparado con los 1,300 de la América del Norte y los 300 de Europa. Aun para satisfacer sus excepcionalmente bajas necesidades, la América Latina en conjunto es un fuerte importador de pasta de madera y madera aserrada de coníferas, y debe clasificarse al presente como una región que cuenta con un déficit neto en el tráfico de los productos forestales.

"Hay numerosas razones técnicas y económicas para explicar esta paradójica situación, pero ninguna de ellas es suficiente para justificar que siga continuando. Mediante la aplicación de técnicas modernas sería posible que para la próxima generación se haga de la América Latina uno de los mayores abastecedores de productos forestales para el resto del mundo, que elevara su consumo general al nivel de otras regiones y creara ano industrias forestales, las que constituirían una fuente de riqueza y de oportunidades de empleo en la mayoría de los países comprendidos en esta región.

"En este sentido es conveniente aclarar un concepto falso muy común. A menudo se ha dicho que nada se pierde con dejar intactas las selvas latinoamericanas por que ellas constituyen una valiosa reserva para las futuras generaciones. Una selva virgen no constituye un capital lucrativo, porque cada año se destruye tanta madera como la que se añade por el crecimiento. Con una administración apropiada, un bosque es capaz de producir de 1 a 5 toneladas de materia prima por hectárea, y hasta 20 toneladas bajo condiciones especialmente favorables como las que se encuentran en ciertas zonas de Chile y el Brasil. Abrir las selvas por medio de la tala de los árboles vírgenes y llevar a cabo la regeneración de los nuevos bosques, es particularmente importante en la América Latina, porque dicha administración resultaría en beneficio de la composición arbórea que viene creciendo y de la adaptación de las maderas para llenar los requisitos exigidos por las modernas industrias forestales. El pronto desarrollo a gran volumen no destruye una valiosa reserva, sino que transforma las inútiles regiones de tierras en un importante fondo económico.

"El programa de la FAO es auxiliar a los gobiernos en la ejecución de este desenvolvimiento. Con ese fin se reunió el año pasado en Teresópolis la Conferencia de Silvicultura y Productos Forestales; en febrero último se instaló en Río de Janeiro una oficina Latinoamericana de Silvicultura y Productos Forestales, y hace dos semanas la Comisión Latinoamericana de Silvicultura y Productos Forestales celebró sus primeras sesiones y adoptó un informe relativo a las necesidades de capital y equipo para el desarrollo de los bosques latinoamericanos.

"El objetivo original de este informe fué la determinación de las necesidades de los países latinoamericanos con respecto al equipo forestal, especialmente como un corolario a un informe similar sobre requisitos agrícolas debido a que, con frecuencia, los mismos tractores, por ejemplo, pueden ser usados tanto en arboricultura como en agricultura. Nuestra oficina latinoamericana ha estado en contacto con todos los países y ha recibido de muchos de ellos una lista de los implementos que necesitan. Pero haciendo estas investigaciones se descubrió que la cuestión del equipo no constituye el primordial obstáculo, debido a que ante todo es necesario contar con una industria capaz de usar las máquinas. Hasta el momento, una industria semejante solamente se halla en algunos ejemplos aislados y - comparadas con la importancia de la región - su volumen es relativamente pequeño.

"El informe ha intentado, por lo tanto, estimar las necesidades probables del desarrollo sistemático de las modernas industrias forestales en los diferentes países. Las cifras dadas para llenar las necesidades, tanto de corto como de largo plazo, deben ser consideradas muy provisionales e incompletas, y la tarea de la FAO consistirá en mejorarlas. Hasta ahora el primer paso ha sido el de tratar de enfrentarse a los problemas forestales latinoamericanos, y las deliberaciones que tuvieron lugar durante y después de la primera reunión de la Comisión Latinoamericana de la FAO, llegaron a interesantes conclusiones.

"Desde un punto de vista estrictamente práctico, es preciso hacer distinción entre dos categorías de bosques, cada una de las anales ofrece posibilidades sumamente diferentes para el desarrollo industrial.

"Maderas Blandas de las Zonas Templada y Subtropical. Esta es la clase de madera con la cual se surten el 90 por ciento de las necesidades industriales del mundo. Aunque muy abundantes en el Hemisferio Septentrional, son relativamente escasas entre las selvas naturales al sur del ecuador. Sin embargo, particularmente en el Brasil, se encuentra una bien determinada y extensa región de pinos del Paraná.

"A esta región de maderas blandas indígenas hay que agregarle las grandes plantaciones de pino que existen principalmente en Chile y México, y ya que estos bosques alcanzan su madurez en la América Latina en un lapso de veinte a cuarenta años, las plantaciones pudieran extenderse fácilmente.

"Ya existe una industria en la región de los pinos del Paraná. La actual producción de madera aserrada y de pasta es muy pequeña comparada con el rendimiento potencial de los bosques, aun cuando el rendimiento potencial es calculado sobre estimaciones bastante prudentes de la capacidad de crecimiento. Los molinos de pasta y las fábricas de madera multilaminar recientemente establecidas son de tipo moderno, pero en cambio la madera aserrada se produce en un gran número de pequeños aserraderos que, en conjunto, producen artículos de baja calidad, desperdiciando demasiado material y, en consecuencia, también resultando de un costo bastante elevado.

"Aquí debiera de ser posible establecer dentro de un corto plazo una importante industria forestal. Lo halagüeño de este propósito de corto plazo no puede ser negado, aunque solamente se refiera a menos del 10 por ciento de todos los recursos forestales de la América Latina.

"Maderas Tropicales. Con mucho, la mayor parte de los recursos forestales latinoamericanos está constituida por especies de las zonas tropicales y subtropicales. Hasta ahora, esta heterogénea mezcla de toda clase de maderas ha sido un gran obstáculo para los usos industriales. Las caobas, los cedros, el laurel de Guayana y otras maderas preciosas han sido extraídas de los países tropicales durante siglos, pero por tomar solamente dos o tres árboles de cada hectárea y no ocuparse del resto, el bosque ha desmejorado y los costos de producción han seguido siendo exorbitantes.

"El problema consiste en darles un empleo apropiado a todas las diferentes clases de árboles que se encuentran en las selvas tropicales. Sobre la base de un trabajo de laboratorio esto se manifiesta posible y ya en las instalaciones del Africa Occidental está en camino de ser conseguido o se halla en plena función. Pero las investigaciones y ensayes deben de preceder al establecimiento de las industrias forestales en el valle del Amazonas o en otras regiones de bosques tropicales de este continente.

"En este caso, por lo tanto, conviene organizar tan pronto como sea posible una o dos llamadas "combinaciones forestales" en las áreas tropicales. Dicha combinación se basa en los principios de la plena utilización y administración sistemática de una bien determinada y extensa región forestal. Esto se consigue con la organización de una variedad de industrias que se complementen entre sí, tales como molinos de pasta, aserraderos fábricas de madera multilaminar, y posiblemente fábricas elaboradoras de diferentes productos químicos. En este sentido, el desperdicio de una operación viene a convertirse en materia prima para otras, y los rendimientos, que en las industrias aisladas quedan reducidos al 20 por ciento del volumen de los cortes de madera, pueden elevarse hasta el 60 u 80 por ciento.

"Si esta ruta consigue su meta, proporcionará la llave para abrir las puertas de uno de los más grandes almacenes de riqueza inagotable del mundo capaz de suministrar casi toda clase de productos tanto para satisfacer las necesidades internas de los pueblos latinoamericanos, como las de la exportación.

"Estas, pues, son las posibilidades técnicas. Pero para hacerlas efectivas se necesita más, particularmente: mercados capital y dirección y conocimientos industriales.

"No es sencilla la respuesta a lo que acaba de decirse. Pero permítasenos anotar algunos hechos importantes:

"1. No debiera de haber mucha inquietud con respecto a los mercados para esta clase de productos, ano cuando se tratara de una industria forestal grandemente ensanchada. Todas las estimaciones de la FAO muestran una creciente escasez mundial de madera aserrada, particularmente en Europa y el Cercano Oriente. A menos que la Unión Soviética se encamine rápidamente a llenar ese vacío algunos países tendrán que contener considerablemente su consumo de madera y la escasez de madera aserrada puede retardar su desarrollo económico.

"Las cantidades de madera aserrada que probablemente vendrán a ser disponibles con el pronto desarrollo de los recursos de maderas blandas latinoamericanas, son de unos 100,000 a 200,000 standards al año. Ya que el déficit europeo después de 1952 se estima alrededor de un millón de standards y una cifra apreciable, aunque un tanto pequeña viene asomándose en el Lejano Oriente, no debiera de perturbar las ventas de cualquiera producción adicional, si proporciona las calidades satisfactorias y los requisitos del precio.

"Debería de ser recordado que, fuera de la América Latina, solamente existen dos fuentes importantes de abastecimientos adicionales de maderas blandas para aserraderos: La Unión Soviética, la cual es más incierta, y la América del Norte, la cual significa dólares. La contribución de los abastecimientos de la América Latina seria, desde luego, mejor recibida por los países importadores.

"2. La pasta de madera es el complemento de mayor significación en la manufactura racional de la madera aserrada. La Conferencia Preparatoria acerca de los Problemas Mundiales de la Pasta que se reunió en Montreal recientemente, llegó a ciertas conclusiones muy patentes. En particular, las estimaciones para 1955 indican que Europa, la cual solía suplir sus necesidades de pasta de todas las otras regiones con excepción de la América del Norte, producirá justamente lo suficiente para cubrir sus propias necesidades. La América Latina pudiera tener que comprar su pasta por dólares. Pero, i por qué importar la pasta de madera cuando todos los elementos para fabricarla están en sus manos?

"3. Todo contribuye a creer que hay esperanzas de una elevación en el con sumo latinoamericano de madera aserrada y de pasta. La proporción en la cual tal consumo puede resultar, está pendiente de discusión. Pero con respecto a la disponibilidad de los mercados de exportación para la madera aserrada y la pasta, no debiera de haber mucho riesgo. Y lo mismo es valedero en cuanto a otros productos forestales para los que hay gran demanda en la América Latina y más inadecuada producción.

"4. Un considerable capital extranjero pudiera necesitarse para equipar a una industria forestal moderna. Pero es evidente que las exportaciones de madera aserrada darían lo suficiente para pagar con facilidad esos equipos.

"Suponiendo las exportaciones anuales en 200,000 standards, el valor f.o.b. sería alrededor de 35 millones de dólares anualmente, con lo cual se compraría en el lapso de cinco años más equipo forestal que el que pudiera ser empleado aun por una industria que fuera expandiéndose rápidamente.

"5. La dificultad estriba indudablemente en lo relativo a la dirección y conocimientos acerca de la industria. Las industrias forestales no presentan más dificultades que las de cualesquiera otras, pero requieren una cierta estructura industrial y una gran experiencia técnica.

"En la mayoría de los países hay compañías fomentadoras de la riqueza, pero solamente en pocos de ellos les han prestado atención a las industrias forestales. El ejemplo de Chile, donde una industria moderna ya va a comenzar sus actividades por medio de la Corporación de Fomento y la ayuda del Banco Internacional, constituye un estímulo. Si se le diera una atención parecida en otros países, pudiéramos hacer lo mismo en cualquier otro.

"Y en cuanto a los conocimientos técnicos, el programa de asistencia técnica de las Naciones Unidas pudiera prestar ayuda. Además, existen ahora extraordinarias oportunidades al respecto. Muchos especialistas en industrias y administración forestales están prontos y ansiosos de salir de Europa. Ellos podrían hacer de las industrias forestales en la América Latina, lo que los hugonotes hicieron por el comercio y la industria alemanas hace 300 años.

"Los problemas que he planteado se encuentran dentro de lo que corresponde a la FAO, porque precisamente las actividades de la Organización se hallan en todos aspectos de la agricultura, esto es producción, comercio y consumo, de esta manera, en lo que se refiere a los productos forestales y de la silvicultura, su interés está en las industrias forestales y su comercio, tanto como en la administración forestal.

"La silvicultura y la agricultura no pueden andar separadas. El desarrollo de las riquezas de las selvas vírgenes es tan importante para el agricultor como para el arboricultor; esto es, en realidad, una proposición que frecuentemente puede ser clasificada como "establecimiento de colonos."

"Pero estos problemas no corresponden tan solo a la FAO. El desarrollo de las industrias forestales también necesita ser ajustado dentro de la más amplia armazón del desarrollo económico general. La movilización del capital que resultaría del establecimiento de las industrias forestales modernas, los créditos necesarios que se conectan con ellas - tanto nacionales como internacionales - y el efecto que tendrán las exportaciones de los productos forestales en las balanzas comerciales latinoamericanas, son problemas muy patentes que pueden ser considerados solamente en relación con los más extensos problemas que están confiados a la Comisión Económica para la América Latina.

"Estas fueron las razones que impulsaron a la Comisión Latinoamericana de Silvicultura y Productos Forestales para instar al Director General de la FAO a presentar el informe acerca de la utilización de los recursos forestales latinoamericanos a la presente reunión, a pesar de su carácter preliminar. En este sentido estuvo también muy interesada en prestar la mayor atención para guiarse por los siguientes principios:

"1 El informe va a ser considerado como un documento preliminar que solamente será corregido y completado por la secretaria y las agencias gubernamentales antes de presentarse a la segunda reunión de la Comisión. En particular, se piensa que será suplementado por un estudio de las necesidades de equipo para la reforestación y para la conservación de bosques y suelos. En cambio, debería de constituir una base para fomentar la preparación de un plan quinquenal y decenal para el desarrollo de los recursos forestales y de las industrias.

"2. Además de estas consideraciones generales, la Comisión desea llamar la atención de la CEPAL acerca de los tres principios básicos siguientes:

"(a) El objetivo señalado no es simplemente el de un incremento de la producción, sino la modernización y diversificación de las industrias forestales. En particular, la mira debe ser el desarrollar la manufactura de la pasta y el papel, planchas de fibra y otros productos que en la actualidad tienen que ser importados por la América Latina.

"(b) Al escoger las fuentes para procurarse el equipo necesario, se recomienda el siguiente orden de prioridad: América Latina, los países de monedas febles y la región del dólar.

"(c) El desarrollo de la producción forestal debiera de ser acompañado por los esfuerzos hacia el mejoramiento de la calidad de los productos y de los métodos para su concurrencia a los mercados especialmente en lo relativo a las exportaciones. Este último punto debería de ser iniciado con la cooperación del Comité de la Madera de la FAO/ECE.

"3. La Comisión decidió poner en la agenda de su segunda reunión el problema de las exportaciones de madera. Be procurará llevar a las estimaciones de la calidad en relación con las posibles exportaciones de madera a otras regiones, en especial a Europa y al Lejano Oriente durante 1950-51. Convendría que los delegados llevaran a la segunda reunión una información relacionada con estos puntos.

"El informe es, pues, preliminar, pero señala que los recursos forestales e industriales son lo suficientemente importantes para la economía y desarrollo de la América Latina, no debieran ser desdeñados. Su desenvolvimiento tiene como consecuencia, tanto la expansión agrícola como el de un importante avance en el camino de la industrialización.

"Otro segundo término del cual hay que hacer mérito, es la intima relación que pudiera haber entre los varios aspectos del desarrollo forestal y los problemas de la economía general que se relacionan con la CEPAL. Una situación similar ha conducido a la organización de una más satisfactoria conexión en el trabajo que se está haciendo entre la Comisión Económica para Europa y la FAO. Los problemas en la América Latina son diferentes y requieren soluciones también diferentes. Además, hay una urgente necesidad de cooperación.

"Finalmente, a fin de ir más allá de generalidades y aspectos administrativos, hay dos proyectos que parecen estar preparados para su inmediata experimentación.

"Lo primero es desarrollar las exportaciones de madera aserrada para Europa y establecer las industrias consiguientes a este fin. Las conversaciones con el Brasil ya han sido iniciadas. Las deliberaciones con el Banco Internacional y con la ECE están planeadas. Lo dicho pudiera ser tratado en conjunto o por lo menos la CEPAL debiera de ser informada.

"El segundo proyecto, o sea el establecimiento de las combinaciones forestales, sugiere por lo menos dos urgentes preguntas: ¿Dónde deberían estar localizadas? ¿Cómo deberían de ser financiadas ? Este asunto también requiere ser tendido al mismo tiempo y debiera de ser examinado sin dilación."

RESOLUCIÓN DE LA CEPAL

Después de un debate general acerca del tema, la asamblea aprobó la siguiente resolución:

LA COMISIÓN ECONÓMICA PARA LA AMÉRICA LATINA

CONSIDERANDO que ano cuando los bosques de la América Latina constituyen la cuarta parte de los recursos forestales del globo, su actual contribución a las economías regional y mundial, es exigua;

CONSIDERANDO además, que si el desarrollo de dichos recursos estuviera basado en técnicas industriales modernas, y en la aplicación de una administración forestal y de un sistema de reforestación científicos, podría contribuir considerablemente al bienestar de las naciones latinoamericanas, facilitar la racionalización y expansión de la producción agrícola y constituir un importante paso hacia el establecimiento de nuevas tierras para colonos, y a crear oportunidades de empleo industrial en las zonas rurales;

TOMA NOTA de que la FAO ha establecido una Comisión Latinoamericana de Silvicultura y Productos Forestales servida por una oficina regional cuyo centro principal se halla en Río de Janeiro; y

(1) RECOMIENDA que los gobiernos incluyen en sus programas económicos el desarrollo de las industrias forestales y la conservación de los recursos forestales

(2) INVITA al Secretario Ejecutivo (a) a celebrar convenios con el Director general de la FAO a fin de promover el desarrollo de las industrias forestales de la América Latina mediante el esfuerzo conjunto de ambas organizaciones; y (b) a explorar, mediante el estudio del mercado internacional que él va a iniciar, las medidas prácticas para ir desarrollando y fortaleciendo las exportaciones de los productos forestales de la América Latina a otras partes del mundo.

(3) INSTA a las organizaciones internacionales a las anales corresponde, el emprender los estudios necesarios para la determinación de los sitios apropiados en donde establecer las modernas industrias forestales. Dichos estudios deberán contar con aprobación de los gobiernos con los cuales están vinculados, y tomar en consideración las posibilidades tanto interiores como exteriores, en cuanto a su financiamiento.

Tercer congreso internacional del Alamo

El Tercer Congreso Internacional del Alamo, organizado al mismo tiempo que la tercera reunión de la Comisión Internacional del Alamo, tuvo lugar en Bélgica y los Países Bajos del 18 al 28 de abril de 1949 por invitación de los Ministros de Agricultura y los Jefes del Comité Nacional de la FAO en estos dos países.

Tomaron parte en el Congreso representantes de Bélgica, Franela, Italia, Hungría, Luxemburgo, los Países Bajos, Suecia, Suiza y el Reino Unido. La FAO y la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal estuvieron también representadas. El Congreso, y las reuniones de la Comisión, fueron presididas por el Sr. Ph. Guinier, el delegado francés, que es Director Honorario de la Escuela Nacional de Aguas y Bosques. El vice-presidente fué el delegado de los Países Bajos, Dr. Houtzagers, que es profesor del Instituto Agronómico de Waegeningen.

Aparte de las recepciones oficiales dadas por los Ministros de Agricultura de Bélgica y los Países Bajos, el Congreso consistió de una excursión de estudios y discusiones en grupos. La excursión de estudios tuvo lugar en las regiones de álamos de ambos países, principalmente en las provincias belgas de las Ardenas nor orientales, y en las provincias centrales y sureñas de los Países Bajos Los miembros del Congreso visitaron almácigos, centros de regeneración natural, plantaciones industriales, establecimientos agrícolas, institutos de investigación, fábricas de fósforos, de zuecos, de papel, y aserraderos. Las reuniones se efectuaron en el Palacio de las Academias de Bruselas, y en Eindhoven, Holanda. Los asuntos disentidos fueron las pestes y enfermedades e insectos del álamo, métodos de cultivo, genésica, y exámenes de la madera.

Las reuniones de la Comisión Internacional del Alamo fueron dedicadas a sus propios trabajos que se están llevando a cabo en diferentes países sobre genésica, a los índices de identificación de los álamos, los índices de ex imanes de la madera y la nomenclatura de los álamos.

Dicho Congreso, al cual asistieron los principales miembros de administraciones forestales, así como los representantes de los productores, científicos y técnicos, e industriales, tuvo un éxito singular debido a la excelente organización lograda por las Comisiones Nacionales del Alamo de Bélgica y los Países Bajos. Desde un punto de vista internacional también constituyó un magnífico ejemplo de lo que la FAO siempre ha abogado: colaboración entre productores, técnicos y consumidores.

Nuevo programa de asistencia técnica

En su reunión de junio en París, el Consejo de la FAO estudió detenidamente las proposiciones para incrementar la asistencia técnica a los países menos desarrollados, el cual es un asunto que ha llamado mucho la atención desde que el discurso inaugural del Presidente Truman recalcó la urgente necesidad de divulgar los conocimientos técnicos en el mundo.

El Consejo tenía antes un extenso informe sobre la Asistencia Técnica, un Programa de Cooperación Amplia, preparado para el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas por el Secretario General de las Naciones Unidas en colaboración con los Directores Generales de las agencias especializadas de las Naciones Unidas.

Se le dió particular atención a la parte del informe que contenía las propuestas hechas por la FAO en su esfera de acción. La FAO propuso que unos 57 tipos de proyectos sobre agricultura, silvicultura, pesquería, nutrición, bienestar rural, y economía y estadísticas agrícolas, podrían comenzarse muy pronto poniendo en efecto el programa de asistencia técnica.

Tanto la realización del programa como sus costos, dependerían del grado de participación de los países beneficiarios, que soportarían una parte considerable del gasto.

Posteriormente, en agosto, el Consejo Económico y Social, reunido en Ginebra, aprobó, para someterla a la Asamblea General, una extensa resolución sobre la maquinaria de la organización, arreglos de capital y principios a ser aplicados en conjunto con las Naciones Unidas en el programa de las agencias especializadas.

Si fuera aprobado por la Asemblea General, sería convocada una conferencia de asistencia técnica para determinar la suma de contribución disponible por los gobiernos participantes para la ejecución del programa durante el primer año, y dar la aprobación final a las cuotas proporcionales de la cantidad total de contribuciones para ser asignadas a las diferentes organizaciones participantes.

El plan recomendado provee sobre dos categorías de desembolsos de la cuenta especial a las organizaciones participantes. Los primeros 10 millones de dólares y el 70 por ciento de los segundos 10 millones de dólares recibidos serían disponibles automáticamente para distribuirlos a las organizaciones. El 30 por ciento restante de los segundos 10 millones de dólares, y todas las contribuciones de 20 millones de dólares arriba, serían retenidas para subsiguientes entregas. La parte de la FAO de los fondos disponibles automáticamente sería del 29 por ciento.


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