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Desarrollo de la Silvicultura en el Valle del Tennessee


por J. O. ARTMAN
Silvicultor, Departamento de Relaciones en Materia de Silvicultura, Administración del Valle del Tennessee

LA Administración del Valle del Tennessee (TVA) fué creada por el Congreso de los Estados Unidos en marzo de 1933. Es un organismo regional del Gobierno Federal, que funciona como corporación de carácter gubernamental. De acuerdo con el preámbulo de la Ley que la creó, la TVA debe:

«mejorar las condiciones para la navegación del río Tennessee y para evitar su desbordamiento; fomentar la repoblación de los bosques y el uso apropiado de las tierras marginales en el Valle del Tennessee;

crear condiciones para el desarrollo agrícola e industrial del citado Valle; ayudar al programa de defensa nacional por medio del establecimiento de una corporación para que administre las Propiedades del Gobierno situadas en Muscle Shoals y en su vecindad, en el Estado de Alabama, y para que se encargue, además, de otras funciones.»

Los éxitos, que en materia de ingeniería ha alcanzado la TVA, se han puesto de manifiesto mediante la construcción de una serie de presas de uso múltiple en el río Tennessee, para refrenar los desbordamientos, ayudar a la navegación y producir energía eléctrica. Las 30 presas y depósitos que ahora funcionan en la cuenca de dicho río, tienen una capacidad para almacenar unos 22.433 000 piés3 por acre (1.570.000 m3 por Ha.). Nueve de estas presas construidas en el propio río Tennessee proporcionan un canal de agua para alimentar un canal navegable de unos 9 pies de profundidad (2,7 m.) desde su desembocadura hasta 630 millas (1.014 Kms.) río arriba, esto es, hasta la ciudad de Knoxville, en Tennessee. En 1950 el sistema generador de energía de la TVA produjo 17.700 millones de kilovatios-hora de fuerza eléctrica. Estos son los hechos por los que mejor se conoce a la TVA. En realidad, la mayor parte de la gente aún cree que la TVA es solamente una compañía para la construcción de presas o para la producción de energía. Muy pocos se dan cuenta de la amplia significación de lo que está ocurriendo en otras fases del fomento de los recursos en toda la cuenca del río, la cual comprende 26 millones de acres (10,5 millones de Ha.), situadas en siete estados diferentes.

La Ley en virtud de la cual el Congreso creó la TVA autoriza a ésta a explorar, estudiar, ensayar y demostrar las medidas más eficaces para restaurar y desarrollar toda la capacidad productiva de la tierras y aguas de esa región, y para utilizar en la forma más eficaz los recursos y productos que proporcionan. Por consiguiente, el programa que se ha trazado de acuerdo con tal autorización tiene, en su mayor parte, un carácter de exploración e investigación. No solamente se buscan métodos mas eficaces para la protección de las vertientes y el fomento de los recursos sino también para poner en práctica procedimientos y medidas que hagan que los intereses y funciones del Gobierno Federal se acerquen más a los habitantes de esa región, a sus problemas y a sus oportunidades. El programa del Valle del Tennessee es también de carácter cooperativo, y se ha hecho ya toda clase de esfuerzos para trabajar con los grupos, institutos y organismos gubernamentales ya establecidos, con el fin de evitar una duplicación de esfuerzos. Como los problemas de regulación de las aguas, aprovechamiento de las tierras y fomento de los recursos están, relacionados entre sí, no pueden resolverse por partes o independientemente unos de otros. Dicho programa, por lo tanto, debe ser completo y unificado, y ha de reconocer la naturaleza común de los recursos y la relación que éstos guardan entre sí. Por último, el programa es, asimismo, de carácter educativo. La TVA no ejerce ninguna autoridad sobre los recursos de esa zona de modo que los progresos dependen casi totalmente de la fuerza persuasiva de los hechos y de las demonstraciones prácticas. Cuando la gente conoce los hechos, manejan de ordinario sus asuntos en forma que beneficien tanto al interés público como a su propio interés privado.

Los Bosques del Valle del Tennessee

De los 26 millones de acres (10,5 millones de Ha.) de este Valle, 14 millones (5,7 millones de Ha.) han sido clasificados como zonas boscosas. La madera en pie está formada principalmente por árboles hojosos, de segundo crecimiento, y sólo una tercera parte aproximadamente de la zona está ocupada por macizas de coníferas. Las aortas excesivas y el fuego han agotado los bosques, de modo que en la actualidad su capacidad productiva se ha reducido a sólo una tercera parte de lo que debería de ser. Unicamente el 17 por ciento de las tierras boscosas pertenecen al Estado y el resto a propietarios particulares, la mitad de cuyos bosques, aproximadamente, están situados en las fincas. Por regla general, las propiedades son pequeñas: más de 7,5 millones de acres (3,0 millones de Ha.) están repartidos en parcelas de menos de 200 Ha.

En 1948 funcionaban 5.075 aserraderos en los distintos condados del Valle del Tennessee. Asimismo, existían más de 1.400 plantas industriales que elaboraban otros productos forestales, incluyendo entre éstas, fábricas de muebles, tonelerías, aserraderos para trabajos por contrata, fábricas de pulpa y de papel, instalaciones para la extracción de tanino, acepilladoras mecánicas y depósitos para la reventa de varias clases de maderas. El valor de los productos fabricados en un año por estos establecimientos, que proporcionan anualmente ocupación para más de 43.000 horas de trabajo por hombre, se calcula en 200 millones de dólares. Sin embargo, esto representa solamente una parte de su capacidad potencial. Con una amplia producción maderera, con una adecuada política de protección y ordenación y una utilización más eficaz de los bosques, el valor de los productos forestales puede elevarse a 900 millones de dólares y el trabajo a 200.000 horas de trabajo por hombre por año.

Comparación de las producciones actual y potencial de los bosques de la TVA. la situación es característica de muchas otras zonas cuyos recursos forestal es no se explotan científicamente.

En este cálculo no se incluyen los valores y beneficios intangibles que se desprenden de una mayor protección de las cuencas que existen en esta región, de gran régimen pluviométrico, ni los atractivos de los bosques como escenario natural, ni tampoco las oportunidades de esparcimiento que éstos ofrecen para el público. Tales valores constituyen ingresos adicionales y es muy posible que, en última instancia, lleguen a exceder las cantidades invertidas en los bosques y en el fomento de los productos forestales.

Los Problemas Principales

El programa de fomento de los recursos forestales del Valle del Tennessee tiene como finalidad la resolución de cuatro problemas:

1. Lucha contra los Incendios. Hasta ahora el peligro de incendios en la zona de la cuenca del Tennessee ha sido tan grande que ha hecho flaquear el deseo de poseer tierras boscosas en esa región. Más del 5 por ciento de la superficie total fué destruída por el fuego en un solo año. Existía una falta de interés público en la lucha contra los incendios y los organismos forestales del Estado carecían de personal y de recursos. Antes de 1933, menos de la mitad de los bosques de propiedad particular gozaban de una protección organizada, pero ninguno de ellos estaba protegido de forma adecuada. La situación es hoy mucho mejor, pero todavía pueden introducirse algunos adelantos. De los 14 millones de acres (5,7 millones de Ha.) de tierras forestales, 11 millones (4,5 millones de Ha.) están en la actualidad protegidos por organismos federales o estatales. Para el 85 por ciento de esta superficie el servicio de protección es adecuado o casi adecuado, y solamente el 15 por ciento recibe una protección que no se considera apropiada. La gran necesidad actual consiste en ampliar dicho servicio en forma que beneficie también a los 3 millones de acres (1,2 millones de Ha.) que todavía carecen por completo de protección.

2. Tierras Boscosas de Propiedad Particular que no Están Ordenadas para la Producción Permanente. En la actualidad, los bosques públicos que existen en el Valle están, en su mayor parte, bajo un régimen de ordenación que les permite rendir una producción continua. Además, casi medio millón de acres (202.000 Ha.) de bosques particulares, que representan aproximadamente el 20 por ciento del total de las tierras boscosas, se explotan de conformidad con planes de ordenación destinados a robustecer el material en crecimiento y a aumentar la producción anual. En el 80 por ciento restante no existe un esfuerzo consciente por parte del propietario para conseguir una producción máxima y permanente, ni para equilibrar el crecimiento y la extracción. La ordenación de bosques es una idea nueva para la mayor parte de los propietarios. Nunca se ha considerado la madera en pie como una cosecha y pocos conocen cómo aumentar la producción y mantenerla a un elevado nivel. Sin embargo, todos desean aprender y, gradualmente, van creándose medios para transmitirles la información respectiva.

En el proyecto de la TVA se incluyen todos los aspectos de la producción maderera. Existen, por ejemplo, escuelas para los administradores de aserraderos, como la que figura arriba, en la cual se ayuda a éstos a producir más madera aprovechable con menos desperdicio y mayores utilidades.

3. La Necesidad de Repoblar los Bosques. Alrededor de 1,5 millones de acres (607.000 Ha.) de las tierras del Valle necesitan ser replantadas. Una tercera parte de ellas han sufrido los efectos de la erosión en forma tal que ya no son aptas para la agricultura; otra tercera parte está formada por tierras que alguna vez se cultivaron sin éxito y que ahora permanecen abandonadas, y la porción restante son zonas boscosas en las cuales, por una u otra razón, la vegetación arbórea es rala y es necesario repoblarlas. Desde 1934, se han replantado 182.000 acres (74.000 Ha.), esto es, cerca del 10 por ciento de la superficie total que debe ser cubierta. Como la plantación se realiza por los propietarios de la tierra, los progresos están limitados por su interés y la buena voluntad que tengan para emplear trabajadores en esta labor. Durante las dos últimas temporadas de plantación, 10.700 propietarios plantaron 32 millones de árboles - en una superficie de 31.939 acres (12.926 Ha). Esto supone un gasto medio anual de cerca de 30.000 horas de trabajo por hombre.

4. Desperdicios. La recolección y utilización de la madera no se han integrado todavía hasta el punto que pudiera considerarse como el de la máxima eficacia. Un empresario está interesado en trozas para aserraderos y esto es todo lo que recolecta; otro compra únicamente piezas para duelas, o madera para pulpa o trozas para chapas; muy pocos hacen un esfuerzo real para aprovechar simultáneamente todos los productos de un fustar determinado. Como resultado de esto, se desperdicia mucha madera y los costes de recolección son mayores de lo que deberían ser.

Otro tanto ocurre en el caso de la utilización. No existe un número suficiente de centros de utilización de la madera donde se elabore la gran variedad de los productos forestales. La industria está muy dispersa y en la mayoría de las ocasiones no sería económico reunir los productos de desecho para someterlos a ulteriores procesos de elaboración. Además, las actividades de casi el 70 por ciento de los aserraderos de sierra circular del Valle del Tennessee son operaciones de carácter auxiliar. No funcionan continuamente y de ellos sale únicamente el 20 por ciento de la producción maderera. Sus propietarios se dedican generalmente a otros negocias y tienen los aserraderos como ocupación adicional. Sin embargo, estas instalaciones compiten en las operaciones de manejo de las trozas, producen una gran cantidad de desperdicios y en épocas de escasez de maquinaria utilizan el material que se destinará al 30 por ciento de los aserraderos que elaboran normalmente el 80 por ciento de la madera aserrada.

Actitud de la Industria hacia la Conservación

Hasta hace poco, los propietarios y los encargados de las industrias de productos forestales han concedido poco interés a la conservación y desarrollo de los bosques. Unicamente un reducido porcentaje de las zonas boscosas que existen en el Valle pertenecía a las industrias que utilizan la madera como materia prima, lo que puede explicar en parte la falta de interés, que puede también atribuirse al hecho de que nunca ha habido una verdadera escasez de madera. Las trozas para aserraderos son de menores dimensiones que en otra época y de inferior calidad, mas pocas industrias se han visto forzadas a cesar en sus actividades por falta de materia prima.

El contacto directo entre los técnicos y los propietarios forestales en todas las fases del trabajo es parte integral de la manera cómo la TVA acomete sus problemas forestales. Arriba, un grupo de vecinos ayudan a un agricultor a plantar un sector de su finca desgastado por la erosión. Las tareas de replantación, así como el debido aprovechamiento de la madera que se obtiene, son obligaciones que corresponden al propietario del terreno. Abajo, una demostración sobre ordenación de bosques cuyo objeto, en esta ocasión, es enseñar a los propietarios los principios de la producción de madera a fin de que el rendimiento sea continuo. Lo mismo que en la demostración sobre prácticas de aserrío ilustrada en la página 149, el orador cuenta con un público evidentemente atento e interesado.

Los encargados de los aserraderos, en particular, están en una posición muy favorable para cualquier programa de fomento forestal. Son ellos quienes recolectan la madera; ellos, antes que los mismos propietarios de la tierra, pueden determinar las prácticas de corta; ellos pueden extraer únicamente la madera de buena calidad, y en esta forma desvalorizar el macizo arbóreo, o bien pueden mejorar la calidad y la capacidad productiva de los bosques. La madera que hoy queda en pie es el resultado de la extracción antes que los árboles lleguen a su edad madura, cortando los mejores y dejando los peores.

En la actualidad, se nota una tendencia a apartarse de este tipo de explotación. Los encargados de los aserraderos empiezan a darse cuenta de que pueden sacar provecho si aplican las mismas prácticas de ordenación que benefician al propietario de los bosques o al silvicultor. El propietario está interesado en cultivar el mayor número posible de árboles de la mejor calidad que den un rendimiento permanente. Si el encargado del aserradero se interesa en conservar su negocio y en aumentar el valor de sus productos, su interés y los del propietario son idénticos. Estos intereses, además son precisamente los que mejor pueden servir al bienestar público.

Un número creciente de fabricantes de productos forestales está adquiriendo tierras boscosas y ordenándolas en forma que su provisión de materias primas quede asegurada. A este respecto, las industrias mayores son más progresistas que las industrias pequeñas, pero estas últimas comienzan también a verse afectadas por la disminución de las provisiones de materias primas.

Cómo Aborda estos Problemas la TVA

Existen varias formas de estimular la conservación y el desarrollo de los bosques. Todas ellas caen dentro de estos cuatro grupos generales: adquisición, subsidio, regulación y educación.

La adquisición de terrenos por el Estado ha sido durante mucho tiempo parte de la política federal. Hoy día, la nación posee 180 millones de acres (73 millones de Ha.) de tierras boscosas, administradas por el Servicio Forestal. Algunos de los estados han seguido el ejemplo del gobierno federal y han adquirido unos 20 millones de acres (8 millones de Ha.) de bosques estatales.

Los subsidios se conceden algunas veces en forma de distribución gratuita de arbolillos a propietarios de tierras, o se les cobra un precio que cobra solamente parte de los gastos de producción. Otro ejemplo de subsidio es la ayuda federal que se proporciona a los estados en las campañas para combatir los incendios. Recientemente el Gobierno ha hecho pagos en efectivo a los propietarios que han adoptado ciertas prácticas de ordenación recomendadas. Otra forma de subsidio es el servicio gratuito que los técnicos forestales del Gobierno prestan a los propietarios. Necesariamente, los gobiernos Federal y estatales han tenido que adoptar medidas de regulación a fin de poner en práctica la protección contra los incendios. Algunos estados han promulgado leyes que regulan las prácticas forestales en los terrenos de propiedad particular. Varias veces se han presentado al Congreso proyectos que contienen disposiciones análogas pero nunca se han convertido en leyes.

El procedimiento educativo para abordar el problema del fomento forestal, especialmente el uso de métodos de enseñanza que persuadan a los propietarios de bosques a adoptar buenas prácticas silvícolas, se ha aplicado desde hace mucho tiempo, pero nunca se ha desarrollado totalmente. Dentro de este procedimiento, las distintas actividades tienen por objeto conseguir el apoyo de todos los ciudadanos y la participación activa de aquellos que estén interesados directamente en la plantación de bosques y en la industrialización de la madera. Se ha creado una amplia colaboración entre los propietarios de tierras boscosas, administradores de bosques y representantes de las industrias forestales y organismos oficiales pertinentes, y se ha reconocido que en todos los aspectos de la vida, debe hacerse lo necesario para desarrollar y utilizar juiciosamente los recursos forestales. Este es el tipo de programa forestal que se está realizando en el Valle del Tennessee.

Repoblación de Bosques

La TVA posee dos viveros de arbolillos con una capacidad conjunta de unos 50 millones de vástagos por año. Uno está situado en la parte oriental del Tennessee y el otro en la parte septentrional. La política que siguen los organismos forestales del Estado que proporcionan a los propietarios el material para la plantación de bosques, es cobrar los arbolillos. El precio no es muy elevado - 2,50 a 3,00 dólares por millar -, pero de ordinario las gentes cuyas tierras necesitan más de la replantación son las que menos pueden pagar el valor de los hijuelos. Por consiguiente, la TVA decidió facilitar gratuitamente los vástagos a cualquier propietario que se comprometa a plantarlos en forma adecuada y a protegerlos contra el fuego y contra el pastoreo. Tal inversión pública está justificada por la protección que, por medio de este procedimiento, reciben las vertientes y por el aumento de la producción futura de madera.

En cada uno de los siete estados por los cuales se extiende el Valle del Tennessee, el técnico forestal respectivo es al mismo tiempo la autoridad en materia de silvicultura, que se encarga del proyecto de repoblación. El o su representante aprueba definitivamente todas las solicitudes de arbolillos formuladas por los agricultores cuando éstas ya cuentan con la aceptación provisional de un agente del condado (representante del servicio de divulgación agrícola del estado). De esta manera, un agrónomo ayuda a los propietarios a decidir qué tierras de cultivo necesitan ser repobladas. En el caso de tierras no cultivadas esta clase de ayuda está a cargo de un silvicultor.

Todos los años los técnicos forestales de la TVA evalúan los resultados obtenidos en la plantación de algunas de las principales zonas geográficas del Valle. La última que se examinó se encuentra al norte de Alabama. Durante la temporada de plantación de 1949-1950, los propietarios de los quince condados de Alabama solicitaron 2.121.850 arbolillos. Un resumen estadístico de estas plantaciones, efectuado a finales de 1950, demostró que se había plantado el 99 por ciento de todos los vástagos y que el 88 por ciento estaban vivos y en período de crecimiento. El por ciento de los brotes se plantaron en terrenos aptos para las especies correspondientes, y el 92 por ciento estaba suficientemente protegido contra el pastoreo. Análisis anteriores efectuados en otras partes del Valle mostraron resultados parecidos.

Lucha contra los Incendios

La contribución más importante de la TVA en lo que respecta a la lucha contra incendios se ha realizado en forma de demostraciones efectuadas en cooperación con los organismos forestales del estado. La mayor parte de éstas comprenden tanto una ayuda económica como técnica. Las actividades de algunas duran de uno a dos años; y las de otras, hasta cinco años. Puede citarse como ejemplo la que en la actualidad se está efectuando en los quince condados de Carolina del Norte comprendidos en el Valle. Su objetivo ha sido lograr que, en un período de cinco años, queden protegidos en forma adecuada 1,6 millones de acres (648.000 Ha.) de zonas boscosas pertenecientes a propietarios particulares. La contribución financiera de la TVA ascendió a un 15 por ciento de los gastos totales. El proyecto se inició en 1947 y continuará hasta el 30 de junio de 1952.

La mayor atención se ha dirigido hacia la prevención de los incendios y hacia la capacitación del personal respectivo. Todas las actividades se basan en planes anuales de trabajo que preparan conjuntamente la TVA y los técnicos forestales del estado. Se analizó minuciosamente la situación creada por los incendios, y las actividades preventivas se han enfocado directamente a eliminar sus principales causas. Durante los cinco años anteriores a 1947, ocurrían por lo general 450 incendios por año en esta zona, que destruían unos 50.000 acres (20.000 Ha.) o sea, el 3 por ciento del total de zonas boscosas; cada incendio arrasaba un promedio de más de 100 acres (40 Ha.). Durante los cuatro años que lleva el proyecto, el promedio anual de la superficie quemada ha sido inferior a la cuarta parte del 1 por ciento, y el área media destruida por el fuego ha quedado reducida de 100 acres (40 Ha.) a 10 acres (4 Ha.). El número de incendios por cada 100.000 acres (40.000 Ha.) de tierras forestales ha disminuido de 26 a 17.

Este proyecto y otros análogos han demostrado que el problema de los incendios puede ser resuelto mediante una planificación y financiación adecuadas. Demuestran también que una parte mucho mayor de los fondos destinados a combatir los incendios debe destinarse a la campaña de prevención. Con demasiada frecuencia, la extinción de fuegos consume todo el dinero, sin que quede nada para las actividades de prevención. La organización de la lucha contra el fuego debe permanecer siempre a la defensiva.

Ordenación de Bosques

En 1942 la TVA emprendió un programa demostrativo de ordenación forestal en el Valle, intentando con ello animar a los propietarios para que adoptasen el sistema de ordenación que tiene por finalidad la producción continua. Este proyecto es también de carácter cooperativo, formulado en colaboración con los organismos de divulgación agrícola que actúan en las zonas donde los bosques están situados, en las haciendas y con las organizaciones forestales del estado que atienden a otra clase de tierras forestales. En la actualidad se están llevando a cabo 285 de estas demonstraciones de ordenación forestal por todo el Valle, que abarcan casi medio millón de acres (202.000 Ha.) e incluyen toda clase de propiedades, de tipos de madera en pie y de condiciones topográficas. En cada caso, los organismos públicos que cooperan en el programa ayudan al propietario a levantar un inventario de sus bosques y a preparar un plan de actividad que asegure una producción permanente y una protección máxima de la cuenca respectiva. Por ejemplo, una importante compañía carbonera en el suroeste de Virginia adoptó en 1948 un plan de ordenación para la madera en pie. En los 18.000 acres (7.285 Ha.) de bosques que posee la compañía, sus representantes han llegado a comprobar que el cultivo de árboles es un buen negocio: en 1950 cortaron, siguiendo un procedimiento de selección, 900.000 pies tablares (4.077 m3) de madera rolliza, que aserraron en sus propios aserraderos. En una extensión de 150 acres (61 Ha.) se circuncidaron los troncos de todos los árboles señalados para el corte para dar espacio al material en crecimiento. En otra sección de 400 acres (162 Ha.) se marearon previamente los árboles elegidos y ya se ha comenzado el corte. Se han plantado más de 200.000 árboles en zonas excavadas y otros campos abiertos. Dos ciudades, una en Carolina del Norte y otra en Tennessee, han iniciado demostraciones en las vertientes situadas en sus terrenos municipales. Ambas están interesadas en la conservación de las aguas y en la creación de lugares de recreo y desarrollo de la vida silvestre, además de la producción forestal, y las dos han conseguido ingresos considerables procedentes de la venta de madera, sin que esto haya perjudicado en modo alguno a los otros recursos. Una compañía maderera en el oeste del Tennessee había casi suspendido sus operaciones en 1943, y los representantes de la firma tenían o que liquidar sus menguadas reservas de madera en pie y retirarse de los negocios, o bien emprender actividades para conseguir un rendimiento continuo. Eligieron esta última alternativa, a pesar de que significó desembolsos adicionales para combatir los incendios, ejercer una estricta vigilancia de la madera cortada y efectuar cambios radicales en las prácticas de elaboración. En cinco años redujeron a menos de 0,5 por ciento las pérdidas ocasionadas por el fuego, que habían ascendido, por lo común, a un 8 por ciento de la zona total. Aumentaron la extensión de sus propiedades de 49.000 a 75.800 acres (20.000 a 30.676 Ha.) y el número de operarios de 80 a 130, en tanto que su rol de pagos anuales se duplicó. En 1943 se dedicaron casi enteramente a la producción de tablones de pino. En la actualidad se han especializado en la conversión de las maderas duras en piezas de reducidas dimensiones. Cada año sus tierras son más productivas.

Otras demostraciones que se realizan en las granjas, en los terrenos de propiedad del estado, en los campos de las Universidades, etc., contribuyen también a convencer a los propietarios de que el cultivo de la madera en pie puede ser un negocio provechoso. Los agentes del condado, al prestar su concurso para la organización de demostraciones en los bosques situados en las granjas, aprenden algo acerca de la ordenación que se proyecta y quedan capacitados para ayudar a otros agricultores. Algunos establecimientos de enseñanza secundaria disponen de bosques escolares, y los instructores agrícolas de las escuelas públicas comienzan a enseñar silvicultura mixta. Los encargados de los aserraderos, que en un principio no se decidían a comprar la madera en pie marcada por el propietario, comienzan ahora a comprender las ventajas de la explotación selectiva.

En silvicultura, lo mismo que en las damas ramas del aprovechamiento de tierras, se considera que la educación tiene una importancia esencial. Aquí se muestra la forma cómo una escuela de un club 4-H mantiene una parcela de demostración la cual se va a someter a la quema anual, para estudiar los daños causados por los incendios. Los propietarios, así como los mismos estudiantes, observan los resultados de proyectos educativos de este tipo práctico, característicos de muchas de las actividades de la TVA.

Utilización

Quizás la mayor necesidad que, en lo que respecta a utilización, existe hoy en el Valle del Tennessee, sea el aprovechamiento remunerativo de las maderas duras de inferior calidad, que acostumbraban dejar en pie los madereros anteriores porque no las consideraban como de valor comercial. En realidad, tales maderas tienen poco valor, según las actuales normas de calidad y sin embargo ocupan un considerable espacio en los bosques. El problema consiste en sacarlas de los bosques con provecho para el propietario.

La TVA ha estudiado dos soluciones: fabricación de madera laminada o de melazas de madera. La primera exigía el funcionamiento continuo de una prensa encoladora para unir los pequeños fragmentos de madera y formar un tablero de tres capas, de 12 pulgadas (30 cms.) de anchura y de longitud continua. Se construyó y probó una prensa de esta clase en una operación llevada a cabo en una planta piloto. El producto resultante demostró ser muy satisfactorio pero la prensa no funcionó con la eficacia que se había esperado. Se ha ideado un nuevo modelo y se ha estimulado a la industria privada para que continúe las labores emprendidas por la TVA y desarrolle el proyecto sobre una base comercial.

Durante los dos años últimos se fabricaron unas 50 toneladas (45 Tm.) de melaza, sometiendo a un proceso de hidrólisis los desperdicios de maderas duras procedentes de las operaciones realizadas en la planta piloto. Este proyecto, llevado a cabo en cooperación con el Laboratorio de Productos Forestales del Servicio Forestal de los Estados Unidos, tiene por objeto aumentar los conocimientos sobre hidrólisis de la madera. Los trabajos anteriores de investigación trataron principalmente de las especies coníferas. En las pruebas que ha realizado la TVA se han utilizado maderas hojosas en rollos y los desperdicios de aserraderos. Se están ensayando las melazas, que contienen cerca del 50 por ciento de azúcar, como alimento complementario para el ganado.

Para estimular a los agricultores u otras personas interesadas a utilizar maderas curadas, la TVA, en cooperación con seis universidades estatales, organizó un proyecto regional para enseñar los métodos de preservación de postes para cerca y llevó a cabo demostraciones sobre el tratamiento de maderas por todo el Valle. El proyecto de investigación tendía a ensayar métodos sencillos para el tratamiento de la madera tal como se aplican a las especies más comunes en la región. El programa de demonstración tenía la finalidad de estimular la creación de pequeñas plantas de tratamiento y a generalizar el uso de la madera curada. Hasta este momento tales instituciones han tratado más de 11.000 postes de cerca (de 26 especies), sirviéndose del pentaclorofenol y del naftenato de cobre. Estos postes se han fijado ya en el terreno y se los examina todos los años. Se creó un equipo móvil para el tratamiento, habiendo asistido más de 12.000 personas a las 56 demostraciones sobre dicho tratamiento. Como resultado de esta actividad, se encuentran funcionando 21 plantas pequeñas de tratamiento, entre comerciales y cooperativas. Antes que se ejecutara el programa de demostración no existía ninguna de esas plantas en el Valle. En relación con este proyecto, la TVA ideó dos descortezadoras portátiles para postes, una de las cuales puede descortezar más de 90 postes de pino por hora. También se estableció una planta piloto para ensayar tratamientos a fin de resolver los problemas técnicos y obtener datos sobre los costos respectivos.

Como se ha dicho antes, cerca del 30 por ciento de los aserraderos de sierra circular que existen en el Valle del Tennessee producen el 70 por ciento de toda la madera elaborada en la región. Para procurar una mayor eficacia en el funcionamiento de estos aserraderos, la TVA efectuó un estudio a base de una muestra representativa. A continuación se dan algunos de los resultados obtenidos: solamente el 15 por ciento de los aserraderos funcionan conforme a los buenos principios de administración; en ellos se asierran muchas trozas pequeñas, cuyo rendimiento es inferior al costo de su obtención; muchos aserraderos no disponen de la fuerza conveniente y carecen de material tan necesario como canteadoras, sierras de respuesta y dispositivos para el manejo de trozas; pierden un promedio de dos horas al día a causa de interrupciones en el trabajo, la mayor parte de las cuales podían evitarse, y trabajan solamente 120 días por año, es decir, menos de la mitad del número normal de días laborables; obtienen un margen de solamente el 10 por ciento por concepto de beneficios y para cubrir los riesgos, cuando podían ganar el doble. Todos estos hechos se analizaron y a base de ellos se hicieron recomendaciones prácticas para mejorar la administración de los aserraderos. Este estudio se distribuyó ampliamente en todas las escuelas de los aserraderos y en las conferencias que sobre la materia se dieron. En la actualidad se está haciendo un estudio análogo sobre la producción de trozas.

CUADRO 1. - BOSQUES PÚBLICOS EN LOS CONDADOS DEL VALLE DEL TENNESSEE1


Acres

Ha

Federales


Servicio Forestal

2 137 410

865 010


Servicio de Parques Nacionales

459 390

185 915


Administración del Valle del Tennessee

323 480

130 912


Departamento del Ejército

70800

28 653


Servicio de Pesca y de la Vida Silvestre

44 010

17 811


Comisión de Energía Atómica

30 600

12 384


Administración de Bienes de Guerra

17 400

7 042


Oficina de Ordenación de Tierras

10 430

4 221


Administración de Crédito Agrícola

5 700

2 307


Servicio de Conservación de Suelos

3 350

1 356


Administración de los Fondos para Veteranos

310

125


Administración de Investigaciones Agrícolas

100

40



Total

3 102 980

1 255 776

Estatales


Bosques del Estado

98 190

39 737


Zonas de Vida Silvestre

60 700

24 565


Parques del Estado

36 970

14 962


Instalaciones de Defensa

24 300

9 834


Tierras Pertenecientes a las Escuelas

14 110

5 710


Otros

15 230

6 164



Total

249 500

100 973

De los Candados


Tierras Pertenecientes a las Es. Cuelas

3190

1 291


Granjas del Condado

2 180

882


Bosques del Condado

160

65



Total

5 530

2 238

Municipales


Cuencas Municipales

52 130

21 097


Parques Municipales

160

65



Total

52 290

21 156

TOTAL GENERAL

3 410 300

1 380 148

1 Se incluyen todas las parcelas de 100 acres (40 Ha.) o más.

CUADRO 2. - INDUSTRIAS DE PRODUCTOS FORESTALES - CONDADOS DEL VALLE DEL TENNESSEE

Datos tomados de las cifras de la Oficina del Censo que enumeré los aserraderos en 1948, los que se refieren a otras plantas fueron proporcionados por el personal del Departamento de Relaciones en materia de Silvicultura, conforme a cifras disponibles en julio de 1951.

1 Tres de estas plantas fabrican también pasta y papel.

Conclusión

Las actividades antes mencionadas constituyen una parte representativa de lo que se está realizando conforme a la fase que, dentro del programa de fomento de los recursos naturales del Valle del Tennessee. corresponde a la silvicultura. Se están desarrollando otras actividades de igual importancia - inventarios de industrias y recursos forestales; investigaciones sobre ordenación de bosques; estudios de las relaciones que existen entre los suelos, las aguas y los bosques; mejoras y ensayos del nogal negro y de otros árboles con frutos dehiscentes - pero la falta de espacio no permite describirlas. Estas y otras actividades forman parte del programa unificado y cooperativo que se lleva a cabo en el Valle.

Mucho se ha conseguido pero mucho queda todavía por realizar. Sin embargo, la TVA está continuamente demostrando que una población instruida puede trabajar en armoniosa sociedad con la naturaleza. La lucha contra el agotamiento de los bosques ha facilitado el camino para una cruzada en favor del fomento de la silvicultura.


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