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La Lucha contra los Incendios Forestales

Viaje de Estudios por los Estados Unidos de América organizado conforme al Programa de Asistencia Técnica de la FAO, por el personal de la Dirección de Silvicultura de la Organización.

Los incendios forestales graves sólo pueden evitarse y combatirse contando con un personal perfectamente preparado para llevar a cabo métodos de ataque bien planeados. Este es el elemento esencial en todo programa satisfactorio de lucha contra incendios. Los detalles de instrucción del personal, el material utilizado y los sistemas de operación deben adaptarse a las condiciones locales de cada país.

Estas fueron las principales lecciones aprendidas por los 34 silvicultores de 22 países 1 que participaron en el Programa de Capacitación para la Lucha Contra Incendios Forestales, que se celebró en los Estados Unidos de América del 5 de septiembre al 12 de octubre de 1951. Destinado a facilitar el estudio de los métodos norteamericanos de prevención y lucha contra los incendios forestales, el proyecto fué patrocinado conjuntamente por la FAO y la Administración de Cooperación Económica de los Estados Unidos de América, y el programa fué organizado por el Servicio Forestal de los Estados Unidos, en cooperación con la Oficina de Relaciones Agronómicas con el Extranjero del Departamento de Agricultura, bajo la inspección del Comandante Evans W. Kelley, como Director del Proyecto.

[1 Alemania. Argentina. Australia, Brasil. Canadá, Chile, Filipinas nao, Francia. Grecia, Guatemala, Honduras. India, Italia. México, Noruega Nueva Zelandia, Países Bajos, Pakistán. Reino Unido Tailandia, Turquía y Venezuela.]

El Jefe del Servicio Forestal de los Estados Unidos ofreció generosamente el personal de la Dirección de Lucha contra Incendios y del Departamento de Investigaciones, con sede en Wáshington, D.C., y todos los servicios de la 1a Región (Idaho, Montana, Wáshington oriental), que radican en Missoula (Montana); de la 5a Región (California), en San Francisco, y de la 8a Región (estados del sur), en Atlanta (Georgia). Los Ingenieros de Montes de los Estados de Idaho, Wáshington, California, Misisipí, Alabama y Georgia, tomaron parte en el programa, con su personal, y buen número de organizaciones privadas y empresas comerciales interesadas.

Los visitantes se congregaron primero en Wáshington, D.C. para ser saludados por el Secretario de Agricultura, Excmo. Sr. Charles F. Brannan, y para recibir instrucciones de los representantes de la FAO, la Administración de Cooperación Económica y la Oficina de Relaciones Agronómicas con el Extranjero. Seguidamente se procedió a un intercambio de información sobre los problemas relacionados con los incendios forestales de los diversos países representados, lo que facilitó considerablemente a los ingenieros de montes del Servicio Forestal de los Estados Unidos de América el dedicar, durante toda la gira, especial atención a las ideas, procedimientos y material más fácilmente adaptables a las necesidades de los países respectivos.

Trabajo sobre el Terreno en el Noroeste

En la primera etapa de trabajo sobre el terreno, todo el grupo se trasladó, en avión, a Spokane, en el Estado de Wáshington, donde los ingenieros de montes regionales explicaron cuales eran las condiciones forestales locales, los problemas relacionados con los incendios y los métodos de lucha. Mostraron a los visitantes el depósito de material y explicaron su funcionamiento para proveer materiales y pertrechos de lucha contra incendios a toda la región. En el informe definitivo se refleja cómo impresionó a los visitantes la preparación del personal al frente de este depósito:

«Como resultado de la experiencia adquirida en varios millares de incendios al cabo de los años, todas las herramientas y material almacenados resultan perfectamente adaptados para esta labor. Debe mencionarse especialmente la dotación normal de una brigada de veinticinco hambres, con su juego completo de herramienta y equipo de cama y rancho para cuadrillas contra incendios de extensión media; las mochilas de pertrechos para 5 a 15 hombres, que pueden dividirse entre cuadrillas de urgencia, de 5, 10 o 15 hombres; y el equipo de un bombero (matafuegos) destacado a incendios pequeños, con pertrechos y raciones para un día por hombre... Particularmente instructivo fué el observar como todo este material, junto con otro, se guarda y mantiene ordenadamente en buen estado en el depósito de Spokane (y en los Parques de Guardabosques) y como un simple puñado de hombres muy bien adiestrados los distribuye con la velocidad del rayo y sin el menor error. Este principio es aceptable en general y los métodos empleados no deben ofrecer ninguna dificultad si se les adapta inteligentemente a las circunstancias locales.»

En la Jefatura de Distrito, del Servicio Forestal del Estado de Wáshington, próxima a Spokane, el grupo de visitantes vió cómo actuaba el personal para combatir incendios en terrenos del Estado o de propiedad particular, y como colaboraba con el Servicio Forestal Federal, particularmente en las actividades de vigilancia y aviso de incendio. Seguidamente, el grupo se trasladó al norte de Idaho, donde pasó una semana provechosa en los Parques Forestales Nacionales de Kaniksu y Coeur d'Alene. Entre otras muchas cosas de interés, los excursionistas presenciaron los trabajos de investigación sobre incendios, de la Estación de Experimentos Forestales de las Montañas Rocosas Septentrionales, donde el Sr. H.P. Gisborne emprendió la labor inicial de pronóstico del peligro de incendio; las operaciones de explotación; los trabajos de disposición de desechos; proyectos de construcción de caminos forestales y aserraderos particulares. Quedó demostrada la labor de colaboración entre el Servicio Forestal de los Estados Unidos con el Estado de Idaho y la Asociación Occidental del Pino.

Luego la escena se trasladó al Estado de Montana. Se visitó un vivero del Servicio Forestal, donde se crían plantones para los terrenos quemados y talados. En Remount el grupo presenció el adiestramiento de los matafuegos y asistió a demostraciones de lanzamiento de paracaidistas sobre un incendio real, y del equipo que se les arrojaba, asistiendo luego a un almuerzo caliente lanzado a sus pies. Tres miembros del grupo excursionista participaron en uno de los aviones a un vuelo de rutina, para arrojar pertrechos a una brigada que sofocaba un incendio en un lugar inaccesible del Parque Nacional Forestal de Payette, en Idaho.

Los visitantes presenciaron el transporte de equipos a lomo de mula, que, cargadas, eran conducidas por veredas a parajes inaccesibles de otro modo y cómo las «bulldozers» abrían cortafuegos en terrenos difíciles en que abundaban troncos derribados. El grupo entero tuvo oportunidad de presenciar el manejo de las comunica clones radiofónicas y telefónicas por el Servicio Forestal, y como complemento de las demostraciones sobre el terreno se proyectaron documentales cinematográficos sobre la lucha contra incendios.

En Missoula el grupo discutió cuestiones de interés con los funcionarios de la Oficina Regional y de la Estación Experimental y pudo ver el empleo que se hace de la cartografía aérea en la lucha contra incendios. A los visitantes especialmente les produjo impresión la forma en que se llevan las campañas de prevención de incendios, por todos los medios publicitarios y divulgativos disponibles, tales como periódicos, revistas, radio, material docente para escuelas y exhibición de películas del Servicio Forestal. Especialmente sorprendente fué la historieta del «Oso fumador» y su advertencia, «Sólo usted puede evitar los incendios forestales», que aparece en carteleras, señales de carretera, escaparates de tienda y emisiones de radio.

En esta atractivo cartel de prevención contra incendios se han combinado la enseñanza y la amonestación.

El Estado Dorado - California

El grupo se dividió entonces en dos partes, una de las cuales se dirigió a California, y la otra, vía Chicago, hacia los estados del sur.

El grupo de California visitó el Parque Nacional de Shasta, donde contempló las trágicas ruinas humeantes del incendio allí sofocado recientemente. La escena fué el corolario de todo lo aprendido sobre el progreso de la organización federal y estatal para la lucha contra incendios, y sobre la importancia del pronóstico del tiempo favorable a los incendios, que se lleva a cabo en colaboración con el Servicio Meteorológico. Este grupo continuó hasta el Cañón del río Sacramento, donde tuvo la oportunidad de escuchar la crónica de la prevención de incendios a lo largo del Ferrocarril del Pacífico Meridional y de la autopista nacional N.° 99.

En la Presa de Shasta se enteró, por las explicaciones del personal del Servicio de Saneamiento de los Estados Unidos, de la forma en que se aprovecharán las aguas embalsadas procedentes de las vertientes de los Parques Nacionales, para el regadío de las tierras de labor. A este respecto, existe una relación muy íntima entre la investigación de la influencia del bosque y la investigación sobre incendios, realizadas en la Estación de Experimentación Forestal de California. En California del Sur reviste especial importancia la protección y regulación de las cuencas hidrográficas y el elevado valor del agua justifica los programas intensísimos de lucha contra incendios emprendidos por las autoridades federales, estatales y locales. Estos programas están coordinados entre sí y con los de diversas organizaciones privadas. La Estación Experimental de San Dimas ofrece un ejemplo excelente de la complejidad de esta correlación entre el agua, el bosque y el fuego.

El grupo asistió a las demostraciones de material de concepción especial manejado por personal cuidadosamente instruido para ello. Las operaciones de aserrío en el bosque y en el aserradero, y las actividades de prevención de incendios de varias empresas madereras privadas. En el Parque Nacional de Plumas comprobaron la práctica seguida en el tratamiento de los desechos forestales, la forma en que se lleva a cabo la prevención y lucha contra incendios en lo que respecta a la venta de la madera de los bosques nacionales a contratistas particulares, y cómo los planes contra incendios se basan en los resultados de las investigaciones.

Visitaron la sede de la Organización de Ingenieros de Montes del Estado de California, y en San Francisco invirtieron algún tiempo con el personal de la Oficina Regional. Con mapas y sobre el terreno, se explicaron la estrategia y tácticas empleadas en varios grandes incendios recientes, para dar a los visitantes una clara idea del funcionamiento de una organización bien montada. En el Parque Nacional de Cleveland se llevaron a cabo operaciones con helicópteros para demostrar la función de estos aparatos en la lucha contra incendios.

Entre los aparatos para combatir incendios forestales el más moderno es el helicóptero. Su misma naturaleza hace que resulte ideal para muchas de las tareas de lucha contra el fuego, especialmente en las de reconocimiento y comunicación. Esta fotografía nos muestra un helicóptero en acción durante un grave incendio ocurrido en Wheeler Springs, Los Padres National Forest, en California.

Los Estados del Sur

El grupo que visitó el sur distribuyó su tiempo entre tres parques nacionales, el del Misisipí, que se caracteriza por las condiciones de sus bosques planos, poblados de pinos longifolios (Pinus palustris - P. caribaea); el de Alabama donde existen tipos montañosos de pino meridional mezclados con especies frondosas; y el de Chattahoochee, en Georgia, donde son típicos los bosques mixtos de frondosas, como en los Montes Apalaches. A los visitantes les intereso saber que gran número de incendios, principalmente en los tipos de hierbas de combustión rápida, requerían formas de ataque muy distintas a las utilizadas en los estados occidentales. La facilidad de acceso al bosque abierto ha permitido el aprovechamiento del arado de tractor, que puede transportarse rápidamente en camiones hasta el lugar siniestrado, para abrir un cortafuegos en el suelo mineral, en torno a la zona incendiada. Las materias combustibles comprendidas entre el cortafuegos y el frente del incendio se destruyen quemándola con teas o fósforo de yesca. Este procedimiento ha resultado satisfactorio para contener incendios de extensión media y requiere menos personal que los métodos antiguos de construcción manual de cortafuegos. En estos arados se han introducido ligeras modificaciones, para adaptarlos a las variaciones topográficas de las distintas regiones del sur.

El grupo tuvo oportunidad de presenciar el funcionamiento de los sistemas de vigilancia y aviso, de expedición de material y personal, y las operaciones de extinción reales. Aquí, como en el oeste, les impresionó la intima cooperación existente entre las organizaciones federales, estatales y de la industria privada, en la prevención y lucha contra incendios. Las excelentes condiciones de los estados del sur para la reproducción forestal y el incesante progreso de las industrias forestales han llevado a apreciar en toda su extensión el valor de la lucha contra incendios, por parte de las explotaciones madereras, compañías papeleras y empresas resineras.

En el Bosque Experimental de Harrison, afecto a la Estación de Experimentación Forestal del Sur, el grupo comprobó los resultados de las investigaciones sobre la aplicación de la «quema prescrita», con fines silvícolas y de reducción de riesgos fortuitos, y en el pronóstico del peligro de incendio. Los resultados de estas investigaciones han sido felizmente puestos en práctica en los parques nacionales para mejorar la eficacia de las organizaciones de lucha contra incendios.

Discusiones Finales en Wáshington D.C.

De regreso a Wáshington, ambos grupos volvieron a reunirse. Los señores C.A. Gustaffson, Jefe de la Lucha contra Incendios, y A.A. Brown, Jefe de Investigaciones sobre Incendios, del Servicio Forestal resumieron la labor presenciada durante todo el viaje.

Se redactó un informe general que sirviera de memorándum a los participantes. Resumiento esquemáticamente la crónica de los incendios forestales en los Estados Unidos y los esfuerzos hechos para su prevención y combate, este informe dice:

«Es interesante observar que los problemas de los diversos países, tal como los han descrito los participantes, difieren de la experiencia de los Estados Unidos, no tanto por su naturaleza como por su importancia relativa. En Norteamérica, la idea de que el bosque era un obstáculo para la agricultura, condujo al empleo del fuego para el desmonte de tierras, y esto, hecho con negligencia, provocaba enormes perjuicios en bosques valiosos. Como en otros muchos países, en ciertos lugares de los Estados Unidos subsiste ano la costumbre de la quema con fines de pastoreo, y esto subraya la constante necesidad de medidas de prevención, y especialmente de toda clase de labor educativa y una legislación adecuada.»

Muchos de los participantes resaltaron las dificultades que impone a una organización de lucha contra incendios la inaccesibilidad de las zonas forestales a vigilar. Los métodos de vigilancia y aviso y el mejoramiento de los sistemas de comunicación y transporte, es lo que para algunos países resulta más necesario.

Indudablemente, el principal problema que afecta a todos los países es la insuficiente ayuda financiera que reciben los servicios forestales para la prevención y extinción de incendios; más concretamente, para que el personal técnico pueda aplicar y adaptar los métodos de lucha conocidos.

En este viaje han estado también representados varios países tropicales, y se ha estimado que los problemas anteriormente enumerados también les afectan, igual o posiblemente más, que a los países de las zonas templadas. La dificultad más relevante en los países tropicales es, quizá, la de la agricultura migratoria, llamada de distintas maneras en diversas partes del mundo, pero con iguales resultados desastrosos. Es una forma parecida y más perniciosa que el desmonte por quemas que se practica en los Estados Unidos. Los resultados en erosión del suelo y en pérdidas de agua, y la esclavitud de toda una población nómada a una vida errante pero de continua pobreza, vienen a resaltar ano más la importancia de la educación y demostraciones prácticas de la legislación y de la asignación de los fondos adecuados para sufragar las tareas de lucha, contra estas practicas, de los servicios forestales como un primer paso en el aprovechamiento planeado de los recursos forestales para el bienestar del pueblo de cada país.

El informe indica que «de la elección...... se des prende que la educación en materia de incendios forestales debe de basarse en el estímulo de los intereses particulares de cada vecino...... Requiere la atención persistente y continuada de las personas que se dedican a la protección de los bosques.»

Respecto a la legislación, el informe sugiere que se preste consideración a una recopilación y análisis de todas las disposiciones legislativas referentes a incendios forestales, como orientación para los gobiernos que deseen formular o modificar sus propias leyes sobre la materia. También debe concederse atención especial. los programas federales y estatales conjuntos, quizá siguiendo en sus líneas generales a la Ley Clarke-Mac Nary, de los Estados Unidos de América.

Se reconoció, unánimemente, el valor de la investigación, y el informe dice: «En general, se cree que allí donde se ha establecido una protección de incendios organizada, deberá destinarse a 1a investigación una pro porción adecuada de los gastos generales.»

En el informe se ponen principalmente de relieve «presupresión» y «supresión». Bajo el primero s, dedica considerable espacio al planeamiento de un sistema de lucha contra incendios; a los principios técnicas de vigilancia y aviso, comunicaciones, transporte y emplazamiento del personal; tipo y emplazamiento del material y sistemas para su distribución construcción y especificación; empleo de la aviación, selección y adiestramiento del personal. La parte dedicada a la «supresión» se estudia bajo los subtítulos de funcionamiento y dirección de la organización de lucha con consideración especial a la inspección y demarcación de autoridad, métodos de vigilancia y aviso; comunicaciones, y organización contra los grandes incendios.

Finalmente, el informe enumera ciertas recomendaciones, entre las cuales figura el párrafo siguiente:

«Se tiene el convencimiento de que el incentivo par el intercambio de conocimientos y experiencias entre los países, resultante de este viaje de estudios, debe ser fomentado constantemente por la FAO. Lo mejor para ello sería que la FAO sirviera, en la medida de lo posible, como centro de coordinación y divulgación de información sobre todos los progresos realizados en la esfera de la dirección, investigación, política y material de incendios forestales... Entre tanto, los participantes desean expresar su agradecimiento y felicitar al Servicio Forestal de los Estados Unidos, a la Administración de Cooperación Económica (ECA) y a la FAO, por los esfuerzos conjuntos que han hecho posible este viaje de estudios.»

Así acabó un viaje de lo más instructivo, que ofrece un ejemplo excelente del tipo de proyecto útil que el Programa Ampliado de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas hace posible.

Estas fotografías dan una idea de la destrucción ocasionada por los escarabajos del pino en los pinares de que trata el articulo en la página siguiente. Arriba, aparece la vista general de un sector de una zona - que en realidad abarca en total más de 4.000 acres - de P. leiophylla destruidos por los escarabajos cerca de Amecameca. Es demasiado evidente el hecho de que las pérdidas afectan no solamente a los recursos madereros actuales y potenciales, sino también al propio terreno, desnudo de vegetación y expuesto a la acción erosiva del clima. La fotografía inferior muestra más de cerca otra zuna vecina a San Rafael, después de poco mas de un año de iniciada la infestación - hecho que pone de relieve la importancia de luchar rápidamente contra una. plaga de carácter mucho más grave que lo corriente.


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