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Informes sobre Productos

Madera blanda aserrada

El año de 1951 se caracterizó, para muchos importantes países productores y consumidores de madera, por el apresuramiento de los programas especiales de defensa, la reposición de existencias y, en algunos casos, el acaparamiento de materiales estratégicos.

Todas estas actividades se planearon en forma que no interfirieran seriamente con las necesidades del consumo civil. Sin embargo, en cierto número de países esto dió origen a la adopción de regulaciones que directa o indirectamente afectaron a la producción, consumo, comercio y precios de la madera blanda aserrada.

El alcance de esta intervención variaba mucho. En los Estados Unidos dichas regulaciones abarcaban diferentes fases de la comercialización y del consumo, incluso los precios, mientras que en el Canadá fueron muy limitados, a pesar de haberse creado el Departamento de Producción para la Defensa, con poderes relativamente amplios.

La fuerte demanda de madera blanda aserrada que al finalizar el año agrícola de 1950/51, se produjo con motivo de la situación en Corea hizo que se elevaran los precios y que se mantuvieran altos durante casi todo el año de 1951. Ni las ligeras bajas que mostraron éstos en Norteamérica durante el verano, ni la franca resistencia por parte de muchos importadores a aceptar las cotizaciones fijadas por los exportadores del norte de Europa, tuvieron efecto duradero. Resultaba, sin embargo, evidente que sólo mediante un profundo cambio en la relación de la oferta y la demanda, derivado, por una parte, de una gran producción y de la acumulación de reservas, y por otra, de una reducción en el consumo, se conseguiría aliviar temporalmente la escasez de madera blanda aserrada que parece haber sido axiomática en los años de postguerra. Al final de 1951 se nota. ron algunos indicios de tal cambio.

A principios de diciembre de 1951 parcela que la producción de los Estados Unidos en dicho año, en lo que respecta a madera blanda aserrada, iba a acercarse bastante al nivel alcanzado en 1950, y que en el Canadá y en Europa excedería posiblemente a la del año anterior. Mientras en Norteamérica no había el menor indicio de una grave disminución en el consumo, los países importadores europeos que en 1951 redujeron sus compras de madera blanda aserrada, no mostraban todavía ningún afeo especial de reintegrarse al negocio en gran escala.

Simultáneamente la vigorosa mejoría del aprovisionamiento en el Reino Unido estaba creando una situación nueva en el comercio europeo de madera aserrada.

Debido a las cuantiosas reservas con que evidentemente contaría dicho país y a las cantidades adquiridas en 1951 que acrecentarían las existencias para la temporada de embarques en 1952, el total de las nuevas necesidades de importación del Reino Unido en el nuevo año se calcularon solamente en 650.000 standards. A los importadores, previa inscripción, se les permitirá cerrar contratos de compra hasta por 350.000 standards a principios de 1952, cantidad que representa solamente el 25 por ciento de las compras totales del país en 1951. La adquisión de los 300.000 standards restantes sólo será permitida más tarde, en el transcurso del año.

Por esta razón, parecía que la apertura de la temporada de 1952 en Europa, prometía ser menos agitada que en el año anterior y se daba más importancia a la cuestión de los precios.

Varios factores tendían a reforzar el nivel de los precios que prevalecían para la madera aserrada a finales de 1951, siendo el más importante el alza en los precios de las trozas, debido a la reñida competencia con las fábricas de pulpa, e incluso con los productores de ademes. En las subastas de los Bosques del Estado en Finlandia y Suecia, durante octubre y noviembre, los precios medios resultaron de un 60 a un 70 por ciento superiores a los de 1950. Sin embargo, en diciembre se produjeron algunas fluctuaciones bruscas y según informes recibidos, en una provincia de Suecia los precios de la madera bajaron repentinamente a la mitad. La importancia de tal fenómeno no podía apreciarse claramente a primeros de enero de 1952, pero, sin duda alguna, empezaba a cundir entre los países exportadores cierta falta de confianza en el mantenimiento del nivel de los precios de la madera aserrada. En muchos airearlos se tenía el convencimiento de que la nueva situación creada por la tendencia de buscar un mercado comprador iba a obligar a los países exportadores a reducir los apeos en la temporada maderera de 1951/52 y a disminuir su producción de madera blanda aserrada en 1952.

Generalmente, el comercio maderero es capaz de una notable flexibilidad y los esfuerzos de los círculos mercantiles podrán salvar cualquier situación grave que pudiera producirse el año que viene. Puesto que, en caso necesario, el Canadá siempre puede acudir en ayuda de Europa y de otras muchas partes del mundo, la situación futura depende principalmente de las políticas financieras con respecto a las disponibilidades de dólares.

EUROPA

En la mayoría de los países europeos el alza de precios obligó a los importadores a adoptar una actitud cautelosa al tratarse de cerrar contratos para 1951 y no se registró la misma agitación que en el año anterior. Al propio tiempo, las medidas restrictivas adoptadas por las industrias de la construcción en algunos de los países importadores, debido en parte a la escasez de materias primas y en parte a los elevados precios, así como las crecientes dificultades para financiar las compras de madera, hacen ya prever una posible reducción del nivel general de consumo civil de maderas blandas aserradas.

El aumento de las existencias en la mayoría de los países importadores contribuyó indudablemente a un aflojamiento de las compras, ya que no existía una inmediata necesidad de reposición de las mismas. La adquisición efectuada por dichos países de los embarques proyectados para 1951 finalizó prácticamente en el mes de marzo de dicho año, pasado el cual sólo se hicieron compras insignificantes. Sin embargo, el Reino Unido, y también hasta cierto grado la Alemania Occidental, continuaron comprando madera durante todo el invierno y toda la primavera hasta el verano de 1951, época en que aparecieron los primeros síntomas de resistencia a adquirir sin discriminación lo que se les ofrecía. Puede considerarse que las compras efectuadas por el Reino Unido durante este período cubren sus necesidades para todo el año e incluso para parte de 1952. Las grandes cantidades vendidas por la mayoría de los países exportadores hicieron posible prever el que las existencias de madera blanda aserrada alcanzarían un nivel más alto y que la situación para las compras en 1952 iba a ser más sólida.

Al llegar el verano de 1951 la mayor parte de los países exportadores habían colocado prácticamente toda 14 madera blanda aserrada de que disponían para la exportación durante 1951, y las pequeñas cantidades que quedaban todavía en su poder consistían principalmente en artículos de calidad inferior o de dimensiones de poca aceptación, que no atraían a los importadores, especialmente debido a los precios solicitados.

Desde entonces, el mercado europeo de madera blanda aserrada puede decirse que se mantuvo práctica. mente en letargo. Tanto los países importadores como los exportadores estaban dispuestos a esperar y ver lo que la evolución futura del mercado traería consigo. Se observaban no sin cierta inquietud por ambas partes, los nuevos precios de la madera rolliza para el invierno de 1951/52 y para 1952, que son los que determinan los que corresponderán a las trozas para aserraderos en la siguiente temporada. Los importadores parecían decididos a oponerse al alza de precios de la madera blanda aserrada y por su parte los exportadores contemplaban con un sentimiento de incertidumbre la elevación continua de los precios de las trozas ocasionada principalmente por la competencia entre los fabricantes de pulpa y los productores de ademes en la obtención de materias primas. En muchos casos se advirtieron indicios de que los precios que se esperaba obtener por las trozas para aserraderos correspondían ya a los precios máximos que se habían pagado durante la temporada de 1951 por la madera blanda aserrada. En los principales países exportadores los pequeños aserraderos que no funcionaban en coordinación con otras industrias, y como, por ejemplo, las fábricas de pulpa, de papel o de tableros para divisiones, se mostraban al parecer, especialmente inquietos, ya que no tenían medios de compensar, mediante la obtención de precios más altos para otros productos, las pérdidas eventuales que sufrirían en sus ventas de madera blanda aserrada.

Consumo

En Europa, el consumo total de madera blanda aserrada aumentó en el año de 1950 como resultado de la fuerte actividad industrial y al comenzar el año de 1951 parecía que continuaba a igual nivel. El consumo civil presentó algunos síntomas de reducción, debido a los precios altos y a las medidas restrictivas impuestas por los distintos gobiernos. Esta disminución, especialmente en la construcción de viviendas, parece haber sido compensada por las crecientes necesidades de madera para fines industriales y militares, particularmente, de embalaje, y por consiguiente el consumo total para 1951 puede muy bien resultar elevado.

Producción

Durante el otoño de 1950 se dió un gran impulso a las operaciones de aorta en la mayoría de los países cuando parecía evidente que el alza de los precios de la madera iba a proseguir. Aunque hasta entonces la competencia se había circunscrito solamente a las trozas para aserraderos y a la madera para pulpa, la creciente demanda de ademes de mina y también de madera para combustible introdujo un nuevo elemento competidor, el cual en aquellos países en que existe escasez de mano de obra forestal puede haber ejercido efectos perjudiciales en la extracción de trozas para aserrar, ya que no se alcanzaron en todos los casos las metas que se habían fijado. Sin embargo, en la mayoría de los países europeos aumentaron los apeos y la producción de trozas resultó algo mayor que en años anteriores. El aumento en la producción de madera blanda aserrada en los principales países exportadores durante los primeros seis meses de 1951, debido a las condiciones extremadamente favorables del mercado, prosiguió con mayor vigor en la segunda mitad del año y las cifras que se han comunicado indican que la producción total de Europa en 1951 excederá a la de 1950, a posar de las disminuciones registradas en varios países. Los cambios registrados en la producción figuran en el Cuadro I.

Existencias

Durante todo el año de 1950 la fuerte demanda de madera blanda aserrada dió como resultado una importante reducción de las existencias en la mayoría de los países exportadores a pesar del incremento ocurrido en la producción. Al mismo tiempo en la mayor parte de los países importadores aumentaron notablemente las reservas, siendo en general mucho mayores que en el año anterior. Esto se debió principalmente al hecho de que, con el fin de acumular existencias en previsión de una escasez de suministros e incluso de una elevación de precios, las compras fueron mucho mayores de lo que exigían las necesidades normales. Las existencias en el Reino Unido siguieron una dirección contraria: disminuyeron en forma constante y al finalizar el año de 1950 llegaron sólo a la mitad, aproximadamente, de la cantidad registrada el año anterior.

Durante el primer semestre de 1951 la posición del Reino Unido mostró una mareada mejoría que se creyó que llegaría a ser todavía de mayor consideración como consecuencia de la recepción de grandes cantidades contratadas para 1951.

Aunque se dispone de pocos datos sobre las existencias en los países exportadores al finalizar el año de 1951, suponiendo que hubieran proseguido normalmente los embarques de las partidas vendidas para entrega en dicho año, no parecía verosímil que pudieran ser tan grandes como al terminar el año anterior. importaciones

Las importaciones de madera blanda aserrada en 1951 excedieron en mucho a las del año de 1950, debido principalmente al aumento de las importaciones del Reino Unido que compensaron con creces las ligeras reducciones registradas en otros países europeos. La reducción de las importaciones de Bélgica, Dinamarca y los Países Bajos parceló deberse a las ingentes reservas acumuladas a principios de temporada y a la disminución de las actividades de la construcción.

Aunque el grueso de las importaciones recibidas en 1951 por los países continentales procedía de los países del norte de Europa, estos exportadores embarcaron menos que en 1950. Las importaciones efectuadas por la Europa Central y Oriental, por el contrario, marearon un pronunciado ascenso; siendo especialmente interesante la reanudación de grandes importaciones procedentes de Polonia y Checoeslovaquia y destinadas a otros países continentales, especialmente a Bélgica y a los Países Bajos, las cuales durante 1950 habían sido casi insignificantes.

CUADRO I. - PRODUCCIÓN DE MADERA BLANDA ASERRADA
(Millares de Standards)

Países productores

1951

1950

Enero-junio

Enero-junio

Enero-diciembre

Total para Europa 1,2 del cual corresponden a:

4 400,0

4 200,0

8 180,0


Alemania (Rep. Federal)

836,8

793,2

1 679,3


Austria

376 7

286,8

567 3


Bélgica

25,7

18,2

31,0


Dinamarca

a30,0

a30,0

a51,3


Finlandia

551,0

508,0

874,8


Francia

b299,6

299,6

b620,6


Italia

...

...

222,1


Noruega

...

...

b, c343,9


Portugal

...

...

a128,0


Reino Unido

a23,7

a27,9

144,9


Suecia

...

...

1 199,7


Suiza

47,1

79,2

184 9


Turquía

a26,5

35,5

79,3


Yugoeslavia

172 1

234,0

415,6

1 En parte estimaciones
2 Sin incluir a la URSS

Fuente: Estadísticas CEE/FAO

a cantidades estimadas
b cifras preliminares
c inclusive madera dura aserrada

CUADRO II. - IMPORTACIONES EUROPEAS DE MADERA BLANDA ASERRADA
(Millares da Standards)

Países importadores

1951

1950

Enero-junio

Enero-junio

Enero-diciembre

Alemania (Rep. Federal)

51,4

47,0

151,5

Bélgica

49,0

56,4

151,1

Dinamarca

57,7

58,2

229,2

Francia

15,6

26,8

58,9

Grecia

34 2

34,0

73,6

Irlanda

27,5

32,1

76,1

Italia

101,5

92,0

231,7

Países Bajos

177,1

144,7

430,1

Reino Unido

562,2

226,3

770,6

Suiza

9,9

4,3

12,0

Otros países de Europa Occidental

19,1

30,2

41,9


TOTAL

1 105,2

752,0

2 220,0

Fuente: Estadísticas CEE/FAO.

Las importaciones del Reino Unido procedentes del Canadá y de los países septentrionales aumentaron también y en junio de 1951 los suministros canadienses eran cinco veces superiores a los del período correspondiente de 1950. Las importaciones originadas en los países de la Europa Oriental y de Yugoeslavia se redujeron notablemente. Las importaciones procedentes de Polonia fueron menores en 1950 que en 1949 y se preveía que cesarían por completo, mientras que los embarques efectuados por la URSS y Checoeslovaquia continuaron muy por debajo de los efectuados en años anteriores.

En el siguiente cuadro figuran los cambios que se produjeron en las importaciones de madera blanda aserrada efectuadas por algunos países europeos hasta mediados de 1951:

Exportaciones

El aumento en las exportaciones de madera blanda aserrada de la mayoría de los países exportadores continuó de 1950 a 1951. En conjunto, las condiciones del mercado prosiguieron siendo favorables por lo que el total de las exportaciones de 1951 puede alcanzar e incluso superar el nivel de los años inmediatos a la anteguerra.

La reducción en la demanda continental de maderas blandas procedentes del norte no afectó el total de ventas y de exportaciones, ya que el Reino Unido ofreció un mercado prácticamente ilimitado hasta el verano de 1951 mostrándose también firmes los mercados de ultramar, principalmente los de Sudamérica Africa del Sur y Australia, lo que hizo que las ventas a dichas zonas superaran en muchos casos a las del año de 1950.

En resumen, los países septentrionales exportadores aumentaron sus exportaciones al Reino Unido y a ultramar mientras que las de los países de Europa Central y Oriental se dirigieron principalmente al continente occidental.

En el Cuadro III se presentan las cifras comunicadas sobre las exporta europeas (a exclusión del bloque ruso) durante 1950 y el primer semestre de 1951.

CUADRO III. - EXPORTACIONES EUROPEAS DE MADERA BLANDA ASERRADA
(Millares de Standards)

Países exportadores

1951

1950

Enero-junio

Enero-junio

Enero-diciembre

Alemania (Rep. Federal)

18,4

21,6

47,3

Austria

272,9

229,1

475,5

Finlandia

225 5

187,4

657,0

Francia

107,4

49,5

130,5

Noruega

8,2

9,0

16,9

Suecia

277,6

278,4

747,2

Yugoeslavia

66,3

65,1

157,3

Otros países de Europa Occidental

24,2

13,2

16,5


TOTAL

1 000,5

853,3

2 250,0

Fuente : Estadísticas CEE/FAO.

Precios

A posar de la fuerte reacción de los importadores, los precios continuaron subiendo durante todo el segundo trimestre aunque menos abruptamente que en el primero. Sin embargo, esto puede atribuirse en parte al tradicional aumento de precios en las ventas de las cantidades remanentes, una vez que se hubo dado salida al grueso de las existencias y, por consiguiente, no cabe considerarlo como indicativo del nivel general de precios.

La cuestión general de los precios de la madera blanda aserrada ha sido ampliamente discutida en la prensa comercial de todo el continente pero todavía la reacción del consumidor definitivo sigue siendo una incógnita. En la mayoría de los países importadores existía el temor de que un alza brusca de los precios al por menor, ocasionada por la llegada de mercancía más cara, pudiera ejercer efectos desfavorables sobre el consumo futuro. El aumento de los precios al por menor reflejaría no sólo los precios más altos de exportación, sino también la elevación de los fletes y de los gastos de expedición, cargándose todo ello al consumidor.

El Cuadro IV que presenta los precios medios f.o.b. de madera blanda aserrada sueca, demuestra el curso de los precios desde enero de 1949 a agosto de 1951. La contención del alza de precios a partir de abril de 1951 se refleja claramente.

CUADRO IV. - PRECIO MEDIO DE MADERA BLANDA ASERRADA SUECA (en coronas suecas por Standard. f.o.b. distrito de. Härnösand)

Fuente : Kommersiella Meddelanden Kommerskollegium, Stockholm

AMÉRICA DEL NORTE

CANADÁ

Consumo. La construcción de viviendas en el Canadá empezó a presentar una tendencia descendente hacia finales del primer semestre de 1951. A fines de junio, las estadísticas sobre casas terminadas estaban todavía por encima de las del año de 1950, pero las cifras correspondientes a las casas empezadas en los primeros seis meses de 1951 totalizaban algo menos de 38.500 en comparación con 42.150 para el período correspondiente de 1950. El número de inmigrantes llegados al país durante el primer semestre de dicho año se aproximó a 80.000, excediendo ya la cifra total de inmigración correspondiente a 1950 (73.700) lo que ocasionó que la situación de la vivienda empezase a ser apurada. En el otoño de 1951 el Gobierno canadiense levantó algunas de las restricciones, concediendo especial importancia a la erección de edificios que se necesitaban urgentemente para el programa de defensa. Aunque en 1950 se terminaron unas 91.000 casas, se creía que en 1951 sólo podrían levantarse un poco más de 85.000.

En contraste con la erección de viviendas, la actividad total de la industria de construcciones continuaba a un alto nivel gracias a la mayor proporción de grandes edificios, que se levantaron, en gran parte, en cumplimiento de los contratos de construcciones para la defensa. La cifra cumulativa correspondiente al valor de las construcciones durante los primeros 8 meses de 1951 fué de 1.693 millones de dólares canadienses aproximadamente, en comparación con alrededor de 882 millones en 1950. Esta tendencia continuó manifestándose durante el otoño.

Producción. En 1950 la producción de madera blanca aserrada alcanzó un nivel muy alto, que según las primeras estimaciones, llegó a un total de 3,2 millones de standards en comparación con 2,9 millones de standards en 1949, debido en gran parte al aumento de las exportaciones a los Estados Unidos. La producción durante el primer trimestre de 1950 continuó su curso ascendente y fué en realidad, casi un 30 por ciento superior a la obtenido en los tres primeros meses de 1950.

La producción de toda clase de maderas, hacia el final de julio de 1951, fué calculada en una cantidad que excedía en un 18 por ciento a la cifra del período correspondiente del año anterior. En junio y julio de 1951 la producción de madera blanda aserrada resultó un 15 por ciento y un 5,5 por ciento, respectivamente, más elevada que en los mismos meses del año precedente, habiéndose registrado los mayores aumentos en la Columbia Británica.

Al final del verano, una excepcional sequía que se presentó en la Columbia Británica ocasionando un grave riesgo de incendios, obligó a las autoridades a decretar la clausura de los bosques. Las cortas en las zonas afectadas quedaron paralizadas y las operaciones cesaron en gran número de aserraderos. Esta prohibición que sólo se levantó en septiembre, después de las primeras lluvias de otoño ocasionó fuertes pérdidas en las operaciones de extracción y de aserrío.

Exportaciones. Los embarques de madera blanda aserrada con destino a los Estados Unidos alcanzaron en 1950 el volumen excepcional de 1.443 millones de standards, lo que significa un aumento de alrededor del 114 por ciento sobre el año anterior. Si bien los embarques a Europa, principalmente al Reino Unido, disminuyeron considerablemente, el total de las exportaciones, que llegaron a 1,85 millones de standards, resultó un 42 por ciento más alto que la cifra correspondiente a 1949.

Durante el primer trimestre de 1951, los despachos de madera blanda aserrada continuaron manteniéndose a un alto nivel, alcanzando un volumen total de 389.000 standards, en comparación con 290.000, el año anterior. Sin embargo, se registró un cambio en el tipo de comercio, ya que los embarques a los Estados Unidos disminuyeron mientras que las partidas enviadas al Reino Unido aumentaron considerablemente.

Al finalizar el primer semestre de 1951, las exportaciones de toda clase de maderas resultaban ya casi un 13 por ciento superiores a las cifras correspondientes al año anterior, y un mes más tarde, un 6,5 por ciento.

Precios. En el Canadá, los precios de la madera aserrada se vieron afectados por las fluctuaciones registradas en el mercado de los Estados Unidos así como por los cambios ocurridos en la demanda interior. En el otoño de 1951 se sintió cierta inquietud por la posible cesación de los programas de construcción en muchos centros. En las provincias occidentales de Nueva Escocia y de Nueva Brunswick, los costos de extracción por unidad habían mostrado una tendencia ascendente en los últimos años, haciendo que los gastos de explotación se mantuvieran a un elevado nivel y obligando a muchos contratistas a efectuar negocios con un margen relativamente estrecho entre los costos y los precios de venta.

En septiembre de 1951, una vez levantada la prohibición para las operaciones madereras en la Columbia Británica, los precios de las trozas se mantuvieron firmes para todas las especies. Según informes recibidos el pinabete tsuga se estaba vendiendo a un nivel sin precedente debido a la fuerte demanda creada por las fábricas de pulpa y de papel. Hacia mediados de octubre, sin embargo, aflojó el mercado nacional de madera para pulpa y ejerció menos efecto sobre los precios pagados por los aserraderos.

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

Consumo. Durante todo el año de 1950, la actividad de la industria de construcciones fué muy intensa, y siguió el mismo ritmo durante los tres primeros trimestres de 1951, especialmente en los sectores industriales y gubernamentales. Durante el primer semestre de 1951, las actividades de construcción no alcanzaron el nivel del año anterior. En este período, los edificios que se comenzaron a construir, tanto públicos como particulares, totalizaron 583.500 en comparación con los 705.700 levantados un año antes. En julio de 1951 disminuyeron las obras de nuevas viviendas no rurales, pero en septiembre volvieron a ascender, aunque ligeramente, debido a que se aliviaron las restricciones crediticias.

La demanda de madera aserrada, que fué relativamente fuerte a principios de 1951, disminuyó en el segundo trimestre, como resultado de las restricciones que impuso el Gobierno a los créditos, y de las regulaciones del mercado. En mayo y junio, el aflojamiento del mercada se reflejó en la reducción de los embarques y de las nuevas notas de pedido, mientras que las existencias en los aserraderos siguieron aumentando. Las necesidades militares de madera aserrada no habían compensado todavía la amortiguación sufrida por la demanda. Durante el tercer trimestre se creyó que el levantamiento parcial de las restricciones para la concesión de créditos destinados a la construcción de viviendas baratas estimularía la demanda de madera aserrada, además de que, por otra parte, se esperaba que en el otoño se harían compras, posiblemente cuantiosas, para fines militares.

Producción. De acuerdo con las estimaciones respectivas, la producción total de madera en los Estados Unidos fué de 36.722 millones de pies tablares en 1950, o sea, la mayor que se ha registrado desde 1929. De este total, corresponden a la madera blanda aserrada 29.160 millones, que equivalen a 14.725.800 standards, es decir a un incremento de casi el 10 por ciento sobre 1949.

Según la Asociación Nacional de Madereros, la producción de los aserraderos que han facilitado datos correspondientes a 44 semanas del año de 1951, vino a ser más o menos la misma que el año anterior. En ese momento, la producción de la madera blanda de la especie más importante el abeto Douglas (Pseudotsuga taxifolia), había llegado a un 104 por ciento del total correspondiente a 1950, mientras que la producción de pino Western, que le sigue en importancia, fué de 94 por ciento; la de pino del Sur, 95 por ciento, y la del menos importante, pino del Norte, del 131 por ciento.

Hacia primeros de noviembre de 1950, los balances de pedidos no despachados y las existencias brotas de las principales especies de madera blanda aserrada, fueron en conjunto tan satisfactorios como en el año anterior.

Comercio. Las exportaciones de madera blanda aserrada en 1950 totalizaron 195.200 standards en comparación con 254.600 en 1949. Al mismo tiempo, las importaciones de madera blanda aserrada procedentes del Canadá, excedieron a las importaciones de 1949 en más de un 110 por ciento, en tanto que la producción interior se elevó, tal como se indica en la sección precedente, y las importaciones de madera blanda aserrada adquiridas en fuentes distintas del Canadá, llegaron casi a duplicarse.

Durante el primer trimestre de 1951 las exportaciones ascendieron a más del doble del período enero-marzo de 1350. debido especialmente al aumento de los embarques destinados al Reino Unido y a la América Latina. Por el contrario, las importaciones que se efectuaron en dicho período resultaron prácticamente iguales a las de 1950.

Precios. Los precios se mantuvieron relativamente firmes después de la agitación que se notó en el verano de 1950. A principios de 1951 se experimentó una nueva alza, cuando se hizo evidente que el Gobierno estaba a punto de prolongar la regulación de precios. El nivel de los precios topas alcanzó su punto más alto en enero de 1951. La fuerte demanda limitada parcialmente por la carencia de vagones de transporte, la escasez de trozas y las desfavorables condiciones meteorológicas, hizo que los precios se mantuvieran firmes hasta el final del segundo trimestre de 1951 en que se registró una caída gradual en el promedio de los precios al por mayor fijados para la madera aserrada. En conjunto, las bajas de precios experimentadas en el verano fueron algo más amplias que en el Canadá. Esta situación se modificó, sin embargo, bastante rápidamente cuando las operaciones de construcción mostraron una mayor actividad y era preciso restablecer las existencias que durante el período de incertidumbre habían disminuído. Hacia octubre y noviembre, los precios habían vuelto a adquirir la debida firmeza.

OTRAS REGIONES

BRASIL

La producción de Pino Paraná que había disminuido en 1948 y 1949 mostró una tendencia ascendente durante 1950 y los primeros seis meses de 1951. Esto, en parte, se debió a la política más enérgica del Instituto Nacional del Pino, que funciona bajo la vigilancia del Gobierno y que está actualmente fomentando el aumento de la producción de pinos y procurando nuevos mercados de exportación. Durante 1950, se exportaron cantidades comparativamente mucho mayores da pinos aserrados de tercera y cuarta calidad principalmente al mercado de La Plata, lo que ocasionó cierta preocupación acerca de la producción nacional de cajones y de la construcción de las viviendas sencillas que utiliza una gran parte de la clase obrera del Brasil.

Ya en octubre de 1951, los embarques destinados a la Argentina, que en 1948 y 1949 llegaron al 70 y al 80 por ciento del total de las exportaciones, fueron inferiores al 50 por ciento de dicho total. Las exportaciones al Uruguay se sostuvieron, más o menos, en su nivel anterior. Los Estados Unidos y Australia han adquirido algunas partidas pero la terminación del programa de trueque que protegía al comercio brasileño en 1951 paralizó virtualmente las nuevas compras de Pino Paraná, que intentaba hacer el Reino Unido, ya que los precios f.o.b., que oscilaban entre 60 y 70 libras esterlinas por standard, subieron B 90 y 100 libras esterlinas por standard de conformidad con el correspondiente tipo oficial de cambio. El total de las exportaciones en 1950 ascendió a 175.000 standards.

MÉXICO

En 1950, la producción de madera blanda aserrada, procedente de los bosques de la elevada meseta central, totalizó 1.169.000 m3 aproximadamente, o sea, 250.000 standards. Las exportaciones, que se dirigieron principalmente a los Estados Unidos llegaron a casi un tercio de la madera blanda producida en el país, lo cual se debía principalmente a que el transporte hacia el norte es más fácil que hacia el principal lugar de consumo nacional, que es la ciudad de México y sus alrededores, donde existe una gran demanda de madera blanda aserrada que no llega a satisfacerse. En 1951 el Gobierno estuvo esforzándose en limitar la explotación de los bosques lo mismo que las exportaciones destinadas a los Estados Unidos.

Entre les demás países latinoamericanos, parece que el único productor en gran escala es Honduras cuya producción en 1950 ascendió a 180.000 standards.

JAPÓN

Según los informes respectivos, el Japón está comenzando a sufrir una grave escasez de madera. La prosecución de las cortas excesivas, que se han permitido durante los últimos 25 años, sólo puede acarrear la eliminación total de los restantes recursos de madera blanda, en un período relativamente breve. En los últimos años, conforme a los datos recibidos, se han clausurado más de 8.000 aserraderos, debido a la escasez de trozas. Se ha informado que la producción en 1950 fué de 1,738 milliones de standards.

En el futuro, es bastante probable que la producción de madera blanda aserrada se reduzca a un nivel más bajo, ya que se están tramitando leyes que imponen nuevas restricciones a los apeos con el fin de acrecentar el pequeño volumen del material en crecimiento. Al mismo tiempo, el Gobierno tiene el propósito de intensificar la fiscalización de las exportaciones madereras para conservar las menguadas reservas del país.

NUEVA ZELANDIA

La construcción de viviendas en Nueva Zelandia, calculada a base de las licencias de edificación concedidas en 22 grandes centros, se mantuvo a un nivel relativamente estable durante 1950. En 1951 se notó una disminución en las actividades de construcción, a posar de la ampliación del programa de viviendas y del aumento de la producción nacional de madera.

La producción de madera blanda aserrada, durante el año que terminó el 31 de marzo de 1950, fué de 225.000 standards, o sea, casi igual a la del año procedente. En el siguiente año la producción llegó a 247.600 standards, cantidad que es la más alta que se ha registrado. La producción de maderas exóticas aumentó un 24 por ciento, y la de madera indígena, un 4 por ciento. La madera del P. insignis constituyó el 35 por ciento del total de la madera aserrada. Por el contrario, el kauri representó una menguada proporción en la producción total, es decir, menos del uno por ciento. La producción de madera aserrada de especies exóticas elaborada por los aserraderos de los Bosques Estatales, alcanzó la cifra nunca vista de 32 millones de pies tablares, o sea casi 19.000 standards de producto aserrado.

Nueva Zelandia ha estado exportando cierta cantidad de madera blanda aserrada, cuyo total ha sido destinado prácticamente a Australia.

AUSTRALIA

Las actividades de la industria de construcciones en Australia se han intensificado considerablemente durante el período de postguerra. El promedio mensual del número de nuevas viviendas subió de 4.038 en 1948 a 4.407 en 1949, y a 5.157 en 1950. El número total de viviendas terminadas durante 1950 fué de cerca de 62.000. En el primer trimestre de 1951 se registró una disminución de las operaciones de construcción, que limitó el promedio mensual pero tal descenso fué sólo estacional.

En 1949/50, la producción nacional de madera blanda aserrada ascendió a 46.400 standards y, de acuerdo con los primeros pronósticos, se cree que en 1950/51 alcanzará aproximadamente el mismo nivel.

No obstante, la importación de esta clase de madera alcanzó un total de 129.500 standards en 1950, excediendo grandemente a la producción doméstica. Aunque se creía que en 1950/51 las importaciones se acercarían a 200.000 standards, inclusive el aumento de las compras a Escandinavia y las cantidades adicionales que se adquirieron en el Brasil y Rumanía, se tiene entendido que el Gobierno australiano propone construir 96.000 casas por año. Si se supone que el volumen de madera que se requiere para cada casa es de 4,5 standards, harían falta más de 400.000 standards sola mente para la construcción de viviendas. Con objeto de afrontar la actual escasez de madera, el Gobierno ha prohibido totalmente las exportaciones de este producto. e incluso el comercio entre los diferentes estados.


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