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Ordenación forestal particular parte baja del sur de los Estados Unidos de América

por WILLIAM A. DUERR y W. E. BOND de la Estación Experimental del Sur del Servicio Forestal de los Estados Unidos

MAS del 30 % de los bosques que en los Estados Unidos se destinan a fines comerciales se hallan en la parte baja del Sur. En esta gran extensión forestal, donde las nueve décimas partes de la tierra son de propiedad privada, se ofrece una oportunidad sin igual para observar cómo marcha la ordenación forestal particular. Son notables el elevado nivel de productividad de casi toda esta zona, la multiplicidad de las actividades de extracción y de aprovechamiento de la madera que por doquier se observan, así como también los contrastes que existen entre una localidad y otra. Se caracteriza esta región, además de su gran variedad, por poseer una excelente red de carreteras principales y secundarias que facilitan el acceso a estos bosques y representan una preciada ayuda a su ordenación.

Imaginémonos que realizamos una excursión, partiendo del extremo de Luisiana y el sur de Misisipí y dirigiéndonos hacia el norte y el este, atravesamos las tierras altas de Misisipí, Tennessee y Alabama, cubiertas de árboles de madera dura, de pinos de incienso (pinus taeda) y de pinos de hojas cortas (pinus echinata). Después de penetrar profundamente en Georgia y Florida volveremos hacia el oeste bordeando la franja de productos resinosos y los bosques de pino longifolio o pino del sur (Pinus palustris) y pino antillano (P. caribea) que bordean la costa del Golfo.

La segunda parte de nuestra expedición nos llevará al oeste del río Misisipí. Comenzaremos por ver la franja de pinos longifolios del sudoeste de Luisiana y del sudeste de Texas. Luego atravesaremos las tierras altas de Texas, Oklahoma, Luisiana y Arkansas en las que predominan también los árboles de madera dura, los pinos de incienso y los pinos de hojas cortas. Finalmente, desde el nordeste de Arkansas volveremos por las riberas del Misisipí hasta Nueva Orleáns, atravesando las tierras bajas donde crecen muchos árboles de especies hojosas y cipreses. A esta faja que se extiende de Cairo, en Illinois, hasta el Golfo de México, se le llama el Delta.

Una extensa empresa particular de explotación forestal

Bogalusa, en Luisiana, es quizás la mayor plantación particular del mundo. En Bogalusa tiene la Gaylord Container Corporation una enorme fábrica de pasta kraft y de papel, que consume diariamente más de 1.000 cuerdas de madera para pulpa y suministra papel a varias fábricas subsidiarias. Las actividades de silvicultura en las explotaciones Gaylord se remontan a 1920, época en que la Great Southern Lumber Company, que se fundió con la Gaylord en 1937, inició un amplio programa de replantación en los terrenos de los cuales había estado extrayendo el pino longifolio. Para 1937 había ya plantado a mano 30.000 acres (12.000 hectáreas) de pino, principalmente pino antillano y algo de pino longifolio y pino de incienso. Evitando los incendios y dejando árboles apropiados para la producción de semillas, se repobló en forma natural muchos millares de acres de terreno talado. Desde 1937, la zona plantada se elevó a 68.000 acres (27.500 hectáreas), comprendido todo ello prácticamente en un radio de 15 millas (24 kilómetros) de la fábrica de pulpa.

Los bosques están administrados por 14 ingenieros forestales titulados y unos 40 capataces forestales prácticos. Los trabajadores forestales disponen del equipo más moderno: plantadoras mecánicas, un grupo de jeeps, aparatos transmisores-receptores de radio, un aeroplano para la patrulla de vigilancia de los incendios y elementos completos para tomar e interpretar fotografías aéreas. Como consecuencia de sus esfuerzos y merced a las condiciones favorables del suelo y del clima de la región del Sur, las tierras taladas adquiridas recientemente van tomando el aspecto de bosques productivos. Se encuentran ya en ellas plantaciones de pino antillano de 21 años, especie que da un promedio de 32 cuerdas de madera en pie por acre (202 metros cúbicos por hectárea) y que ha producido ya 9 cuerdas por acre (57 metros cúbicos por hectárea) en las entresacas.

La norma seguida por la compañía consiste en abastecer a su fábrica de la cantidad de madera para pulpa que necesite y, al mismo tiempo, obtener todo el beneficio posible de sus bosques, aprovechando los árboles maduros y convirtiéndolos en los productos más valiosos que puedan proporcionar. Así, la compañía vende anualmente 15 millones y medio de pies tablares (70.200 m³) de trozas de aserrar y de estacas de pino y 15 millones y cuarto de pies (69.000 mí) de rollos y traviesas de maderas duras. Mediante este método adquiere las tres cuartas partes de la madera para pulpa que necesita, no de sus propias posesiones, sino comprándolas a los pequeños propietarios de bosques.

Divulgación y asistencia

Partiendo de esta región emprendemos la marcha hacia el norte a través de los bosques y granjas intercalados de los cuales se extrae gran parte de la madera que utilizan las fábricas de pulpa y de papel y los aserraderos. Muchos de estos rodales muestran indicios de cortas recientes e intensivas y su vegetación arbórea ha quedado reducida principalmente a maderas duras de baja calidad y a pinos todavía demasiado pequeños para ser utilizados. ¿Qué es lo que impide a las grandes compañías aplicar en estas tierras procedimientos de corta que tiendan a la conservación de los bosques?

Estas dos fotografías dan una idea de los hermosos bosques que se producen bajo ordenación particular en la parte bija del sur de los E. U. A. Arriba aparece un pinar típico, mientras que abajo puede verse una entresaca ordinaria en una plantación de pinos antillanos. Se extraen 10 cuerdas por acre, lo que equivale a Un volumen dos veces mayor que el que se deja en pie.

Estas dos fotografías dan una idea de los hermosos bosques que se producen bajo ordenación particular en la parte bija del sur de los E. U. A. Arriba aparece un pinar típico, mientras que abajo puede verse una entresaca ordinaria en una plantación de pinos antillanos. Se extraen 10 cuerdas por acre, lo que equivale a Un volumen dos veces mayor que el que se deja en pie.

Este mapa esquemático de la región a que se refiere el artículo proporciona una buena idea de la gran diversidad de tipos de montes que pueden encontrarse en la parte baja del sur de los E.U.A. Las coníferas predominan, con un gran cinturón de frondosas en la parte alta de la zona aluvial del valle del Misisipí.

Parte de la dificultad estriba en que el propietario de las pequeñas plantaciones forestales insiste en vender toda la madera comercial o se ve obligado a ello debido a las pequeñas cantidades de que puede disponer. También en este caso, más de las dos terceras partes de las cortas son realizadas por los que directamente aprovechan la madera o por sus representantes, personas que no siguen un método constructivo en lo que respecta a cortas. Ocurre también que ni aún los madereros que adoptan tal método están en condiciones de vigilar personalmente las actividades de los cortadores de madera, a no ser en sus propios terrenos. Cuando se trata de empresas para la fabricación de pulpa, por ejemplo, las cortas son realizadas por contratistas y no por empleados de dichas compañías.

Para rectificar esta situación, cualquier compañia progresista tiene que influir sobre los propietarios de estas tierras proporcionándoles instrucción y ayuda técnica en materia de silvicultura. La mayoría de las compañías dedicadas a la fabricación de pulpa y algunas otras compañías madereras, lo mismo que los grandes contratistas, dedican a tales parte del tiempo de su personal de silvicultores. La industria de la pulpa por intermedio de la Southern Pulpwood Conservation Association y la industria de la madera aserrada, por intermedio de la Southern Pine Association y la Southern Hardwood Producers Inc., complementan los esfuerzos de las demás entidades particulares y de los organismos estatales y federales, en la realización de un programa cada vez más amplio que tiene por finalidad persuadir y ayudar a los propietarios de tierras boscosas a que las administren conforme a las prácticas de conservación. A este programa le queda todavía mucho camino por recorrer.

Prácticas de corta en pequeñas explotaciones

Las pequeñas explotaciones (menores de 5.000 acres, o sea 2.000 hectáreas) ocupan las siete décimas partes de todos los terrenos forestales de propiedad particular situados en la parte baja del Sur de los Estados Unidos. En una encuesta realizada en 1945 por el Servicio Forestal de los Estados Unidos se observó que solamente se practica un buen sistema de cortas en un dos por ciento de esas explotaciones. A partir de tal fecha, sólo se han realizado pequeños progresos. Estas explotaciones, tanto las formadas únicamente por terrenos forestales como las que son también granjas agrícolas, constituyen el punto culminante del problema de la ordenación de bosques en esta región. La mayor parte de los propietarios tienen poca o ninguna participación en las fábricas que aprovechan la madera y venden libremente sus productos en el mercado. Sus explotaciones se convierten en el principal centro de las actividades de un ejército móvil de madereros, contratistas y pequeños propietarios de aserraderos.

En la parte baja del sur de los E.U.A. existen unos 5.000 aserraderos. Este es uno de los mayores y puede servir como ejemplo. Entre todos producen las tres décimas partes de toda la madera de los Estados Unidos. Abajo tenemos una vista característica del Misisipí, donde se utilizan barracas para transportar las trozas grandes a los aserraderos de la orilla. En la otra margen del río crecen nuevas generaciones de álamos y sauces. (Fotografías cedidas por el Servicio Forestal de los Estados Unidos).

En la parte baja del sur de los E.U.A. existen unos 5.000 aserraderos. Este es uno de los mayores y puede servir como ejemplo. Entre todos producen las tres décimas partes de toda la madera de los Estados Unidos. Abajo tenemos una vista característica del Misisipí, donde se utilizan barracas para transportar las trozas grandes a los aserraderos de la orilla. En la otra margen del río crecen nuevas generaciones de álamos y sauces. (Fotografías cedidas por el Servicio Forestal de los Estados Unidos).

Sin embargo, algunos pequeños practican un buen sistema de cortas. Por ejemplo, el propietario de un rodal de 25 acres (10 hectáreas) situado en Bullock County, en Alabama, durante los 31 años que ha venido administrando su terreno realizó seis ventas de madera en pie, y obtuvo beneficios netos por valor de 1.038 dólares en efectivo además de madera para sus necesidades. Esto significa un promedio de utilidad de 33,50 dólares por año en una parcela de 25 acres (10 hectáreas) de terreno arbolado o sea 1,35 dólares aproximadamente por acre (3,34 dólares por hectárea) y por ano. Para su propio uso corto además madera para cercas por valor de varios centenares de dólares. Hoy día, el propietario puede todavía mostrar un buen rodal de pinos y árboles de madera clara. Su bosque crece en forma rápida y probablemente triplicará su volumen actual en los diez años próximos. Aúnque nadie le ha enseñado a seleccionar los árboles que debe cortar, ha marcado los que consideró que debían talarse y, en los últimos tiempos, pidió ayuda al ingeniero forestal de la localidad para perfeccionar su sistema de corta.

En contraste con una pequeña propiedad de este tipo hay docenas de otras en las que los procedimientos de corte han sido deficientes o destructores. Hablando con los propietarios o explotadores de estos terrenos forestales, descubrimos que muchos de ellos no tienen idea de que sus bosques pueden producir una renta elevada y regular si se administran bien. Otros están demasiado ocupados con sus labores agrícolas u otras actividades para dedicar tiempo a la silvicultura. Todavía existen otros, que han vendido su madera de valor comercial para atender a sus necesidades monetarias aceptando a menudo la primera oferta que se les ha hecho, sin saber la cantidad o el valor de la madera de que disponían.

Prácticas de corta - grandes explotaciones

De la superficie total de las propiedades forestales situadas en la parte baja del Sur, en las cuales se realizaban buenas cortas en el momento de efectuar la encuesta de 1945, las tres cuartas partes correspondían a grandes explotaciones de más de 50.000 acres (20.000 hectáreas). El interés primordial de muchos grandes propietarios en esta región es mantener su negocio. Sus bosques constituirán siempre una fuente de materia prima - en muchos casos para el presente y en general para el futuro - cuando en el mercado libre no haya tanta facilidad para obtener madera como en la actualidad. En el Informe Forestal correspondiente a 1945 se pone de manifiesto que el 75 % de los terrenos que pertenecen a las compañías que poseen fábricas de pulpa y el 50 % de las explotaciones de las grandes compañías madereras, se administraban con buenas prácticas de corta. A partir de esa fecha se ha realizado un progreso espectacular en el perfeccionamiento de las prácticas en las grandes explotaciones.

Puede citarse como ejemplo a la Tennessee Coal, Iron and Railroad Company, de Birmingham, Alabama. Esta compañía dispone de 275.000 acres (111.000 hectáreas) de tierras forestales. Cuatro quintas partes aproximadamente están situadas en el norte de Alabama y pobladas de pinos de hojas cortas, pinos de incienso, pinos del sur y árboles de maderas duras. El resto está constituído por pinos longifolios o del sur y pinos antillanos en la parte sur de Alabama. Una parte considerable de la madera cortada en los bosques del norte de Alabama se emplea en las actividades de las millas y fábricas de la Compañía. Estas aplicaciones permiten el aprovechamiento de maderas duras de baja calidad, al mismo tiempo que se protegen las clases de pino más valiosas. En sus terrenos del sur de Alabama cubiertos de pino longifolio y pino antillano, la Compañía está suprimiendo todos los árboles enfermos y deteriorados y efectuando entresacas en el fustar subsistente para hacer sitio al material en crecimiento. El principal producto que se extrae son las trozas para aserraderos, obteniéndose la madera para pulpa del estrato aéreo superior y de las entresacas. Todos los bosques de la compañía están protegidos contra incendios. Un jefe de ingenieros forestales y cinco silvicultores ayudantes marcan la madera y ordenan todos los bosques de la compañía para lograr que los beneficios sean constantes y lo más altos posibles.

Protección contra incendios

Uno de los grandes inconvenientes con que tropieza la ordenación forestal en la zona hoja del sur ha sido, durante mucho tiempo, el problema de los incendios. Precisamente en este territorio se encuentran algunas de las regiones no cubiertas por la red nacional de protección estatal-federal y cooperativa contra los incendios. En la encuesta realizada por el Servicio Forestal en 1945 se vió que sólo un 32 por ciento de los terrenos forestales comerciales de propiedad particular, situados en la zona hoja del sur, disfrutaban de una protección contra incendios que, según las normas mínimas oficiales podía considerarse como buena o regular.

La superficie protegida, que era en 1945 de 63 millones y medio de acres (26 millones de hectáreas), se había elevado en 1950 a más de 9.5 millones y medio (39 millones de hectáreas), aumento que representa más del 50 por ciento; pero aún quedan muchos bosques sin defensa contra el fuego. La protección contra incendios es una tarea que se realiza mejor cuando se organiza en gran escala. Aunque la falta de un buen servicio público de protección en algunas zonas es grave para todos, lo es todavía más para los pequeños propietarios que para los grandes, ya que estos últimos pueden complementar el sistema público con uno particular establecido por ellos mismos.

Actividades de aprovechamiento de la madera

En el este del Misisipí se dice que de cada dólar de que disponen los habitantes de la región del sur, de 10 a 20 centavos proceden de los beneficios que produce el bosque. Aunque esto no sea una cifra exacta, da idea de la gran importancia que tienen las actividades de aprovechamiento de la madera en esta región. Como fuente de ingresos, los bosques producen aproximadamente la mitad que la agricultura y muchas ciudades de la parte baja del sur obtienen principalmente sus medios de vida de algún aserradero fábrica de pulpa u otra instalación que utiliza la madera. A lo largo de la carretera pueden verse innumerables camiones qué transportan trozas, madera para pulpa o madera de construcción y en muchos apartaderos ferroviarios se procede a cargar estos productos forestales en los vagones. En las zonas rurales, los extractores de madera despliegan gran actividad y junto a los bosques existen centenares de pequeños aserraderos. En la zona baja del sur existen en total unos 15.000 aserraderos, en su mayor parte pequeños, los cuales producen las tres décimas partes de toda la madera aserrada de los Estados Unidos. Las 42 fábricas de pulpa de esta región utilizan más del 40 por ciento de la producción total de madera para pulpa y elaboran más de la tercera parte de la pulpa de madera del país.

Los bosques de la región no están lo suficientemente bien poblados ni ordenados para resistir toda esta actividad basada sólo en la producción natural de madera. La madera en pie, apropiada para los aserraderos, disminuyó en un 40 por ciento entre 1935 y 1945. Esto constituyó una sangría de las reservas del bosque, aparte de la población vegetal que se destina al crecimiento.

Desarrollo de una gran explotación

Para asegurar los futuros suministros de madera, muchas compañías están comprando grandes extensiones de bosques productores para destinarlas al material en crecimiento. Una de las mayores explotaciones de esta clase es la de la División Southern Kraft de la International Paper Company. En conjunto, pertenecen a la Southern Kraft unos dos millones y medio de acres (un millón de hectáreas) de terrenos madereros que están situados en nueve estados del sur. Existen en ellos pinos antillanos (P. caribaea), longifolios (P. palustris), de hojas cortas (P. echinata) y de incienso (P. taeda), además de árboles de madera dura en distintos grados de desarrollo desde la etapa de reproducción hasta ejemplares robustos propios para los aserraderos. Las nueve grandes fábricas de pulpa que posee la Compañía, así como las fábricas de papel, consumen aproximadamente unos tres millones y medio de cuerdas (8,9 millones de metros cúbicos) de madera para pulpa anualmente, o sea, aproximadamente una tercera parte de toda la madera para pulpa que se corta en el sur y alrededor de una quinta parte de las necesidades totales del país.

En 1925 se organizó la División Southern Kraft y empezó sus actividades silvícolas. En la actualidad, su personal forestal comprende 155 silvicultores técnicos. Los terrenos de la Compañía se ordenan en forma intensiva, pero como las cortas se hacen atendiendo a la conservación de los bosques, sólo están proporcionando menos de un 10 por ciento de las necesidades totales de madera para pulpa. La principal preocupación de la División en lo que respecta a estas tierras es mejorar las condiciones de producción y ampliar el material en crecimiento. Un sistema de 217 torres de observación, grupos de vigilancia dotados de aparatos de radio y varios miles de millas de líneas telefónicas, lo mismo que zanjas cortafuegos y caminones de penetración para llegar hasta los lugares en que ocurran los incendios, han permitido a los diversos organismos estatales de defensa contra el fuego, así como a la Compañía, reducir considerablemente las pérdidas causadas por los incendios. La superficie quemada se ha reducido anualmente al uno por ciento del área de las explotaciones de la Compañía.

Se han eliminado los árboles hojosos de copas espesas en centenares de acres de pinos y se han clareado los macizos tupidos de pinos jóvenes En una extensión de 250.000 acres (100.000 hectáreas), se han cortado y vendido las trozas de maderas duras propias para aserradero, a fin de dejar espacio a los pinos. La División ha iniciado un programa decenal que tiene por finalidad repoblar unos 40.000 acres (16.000 hectáreas), plantando mecánicamente cuatro millones de vástagos al año. La Southern Kraft suministra anualmente a otras industrias forestales y a los clientes locales más de 100 millones de pies tablares (453.000 m³) de pino y maderas duras producidas en sus terrenos.

Los técnicos forestales de la Southern Kraft proporcionan instrucción a los propietarios de bosques, a los que se compra la madera para pulpa. Cada año los técnicos forestales de la Compañía marcan, sin cobrar nada por ello, unas 240.000 cuerdas (612.000 metros cúbicos) para efectuar las cortas parciales en una superficie de alrededor de 80.000 acres (32.000 hectáreas) que pertenecen a algunos centenares de propietarios. Además la Compañía celebra reuniones en las que hace exhibiciones y enseña prácticas de conservación y distribuye gratuitamente más de 3 millones de hijuelos de pino al año para que los planten los muchachos de los Clubes 4-H, Futuros Agricultores de América, y los propietarios de tierras.

El problema de las maderas duras

El problema de las maderas duras, al que los técnicos de la Southern Kraft dedican mucha atención, atañe a una gran parte de la región del sur. En los terrenos de los pinares, las maderas duras de poco provecho pueden reproducirse vigorosamente y constituir una amenaza de invasión para el rodal.1 Muchos cientos de miles de acres que anteriormente estaban constituidos por fustares de pinos, son actualmente bosques de maderas duras. Tanto en ellos como en las estaciones de especies hojosas, la madera dura de inferior calidad tiende a aumentar en el rodal al ser cortados los mejores elementos. El único remedio consiste en encontrar la forma de aprovechar esta madera dura de calidad inferior o destruirla.

1 Ver Unasylva, vol. V., N° 3, pág. 108, «El pino de Incienso», por Thomas Lotti y R. D. McCulley.

En Prescott, localidad situada en el suroeste de Arkansas, la Ozan Lumber Company, se ha preocupado activamente de resolver el problema que presentan los árboles de madera dura. Esta Compañía tiene unos 120.000 acres (49.000 hectáreas) de pinos de hojas cortas y pinos de incienso (P. echinata - P. taeda) y de especies productoras de maderas duras. Posee tres eficientes aserraderos de mediana categoría y produce principalmente madera de pino aserrada. Las trozas para los aserraderos proceden tanto de los bosques de la Compañía, como de las compras efectuadas a otros productores. La Compañía ha empleado a un técnico forestal durante unos 15 años y ha venido haciendo cortas conservadoras y de selección. Durante la última guerra mundial se utilizó una gran cantidad de la madera dura de hoja calidad cuyo tamaño permitía cortar trozas apropiadas para los aserraderos. A partir de aquella fecha un equipo de 15 trabajadores, que actúa bajo la dirección del técnico, ha utilizado los árboles de especies hojosas que existían en la mayor parte de los terrenos de la Compañía, o los ha circuncidado para que perezcan y ha aclarado muchos fustares de pinos jóvenes, con el fin de obtener madera para pulpa. Este equipo de operarios se ha empleado también para marcar gratuitamente los árboles destinados a la corta en los terrenos pertenecientes a otros propietarios forestales. La Compañía ha donado un gran número de pequeñas parcelas para que sean utilizadas como bosques escolares.

Investigación forestal

El trabajo de investigación es parte importante de las actividades silvícolas de la parte baja del sur. La investigación forestal ha progresado mucho con el empleo de nuevos métodos perfeccionados para el aprovechamiento de la madera, el estudio de la regeneración arbórea y de las prácticas de cultivo, el uso de técnicas modernas en la producción de resinas y artículos derivados, y el desarrollo y la demostración de sistemas provechosos para la administración de los bosques en producción.

Esta investigación la llevan a cabo tanto los organismos públicos como los privados. Entre los primeros pueden citarse las Estaciones Forestales Experimentales del Sur y del Sureste establecidas por el Servicio Forestal de los Estados Unidos. Desde sus respectivas sedes en Nueva Orleans, Luisiana, y Asheville, en Carolina del Norte, estas estaciones dirigen 12 oficinas locales situadas en la zona baja del sur.

Una de las subestaciones más importantes es la de Crossett, localidad situada en la parte meridional de Arkansas. Los descubrimientos que en 16 años de investigación ha realizado esta subestación, han producido notables efectos en la ordenación de los fustares de pinos de incienso (P. taeda) y de pinos de hojas cortas (P. echinata) en toda la zona sur.

Especialmente notable como ejemplo de ordenación intensiva, es la parcela llamada «Los Cuarenta de Silvicultura Mixta» en el Bosque Experimental de la Estación. Formado para demostrar lo que un agricultor podría obtener de sus bosques por medio de cortas anuales selectivas, la parcela de 40 acres (16 hectáreas) ha estado sometida a un régimen de ordenación durante 13 años. En este período se han cortado 161.000 pies tablares (729.000 m.³) de trozas (regla de Doyle); 294 cuerdas (750 m.³) de madera para pulpa; 228 cuerdas (483 m.³) de leña y 418 postes para cercas. Estos productos tenían un valor al pie de árbol de 2.851 dólares, o sea 5,48 dólares por acre (13,54 dólares por hectárea) al año. La madera en pie ha mejorado y el bosque está actualmente en condiciones mucho mejores que cuando se inició la corta.

Una sección de unos 1.000 acres (400 hectáreas) del Bosque Experimental ha estado bajo régimen de ordenación selectiva durante 10 años y las cortas se han verificado a pequeños intervalos. Durante este período se ha extraído de cada acre un promedio de 1.755 pies tablares (8 metros cúbicos-norma internacional de ¼ pulgadas) de trozas de pino. No obstante esta corta, el volumen medio por acre de los pinos de tamaño apropiado para aserraderos aumentó de 4.800 pies tablares por acre (54 metros cúbicos por hectárea) que tenía antes de iniciarse la corta en 1937, a 6.253 pies tablares por acre (70 metros cúbicos por hectárea) después de la corta de 1946. Esto significa un aumento del 30 por ciento en volumen, además del 37 por ciento del volumen primitivo de la madera en pie, que se cortó en el transcurso de estos 10 anos.

El terreno para el Bosque Experimental de 3.500 acres (1.450 hectáreas) fué facilitado por la Crossett Lamber Company. Esta compañía emplea actualmente 23 técnicos forestales para realizar la ordenación intensiva de sus bosques y mantenerlos en rendimiento constante en una extensión de 550.000 acres (223.000 hectáreas) de pinos de hojas cortas, pinos de incienso y diversas maderas duras. La compañía ofrece también a los agricultores el servicio de marcas para el corte. La ciudad de Crossett, que es un lugar agradable cuya población llega a 10.000 habitantes, se sostiene con los aserraderos de pino y de maderas duras, las fábricas de pulpa y de papel, la planta de destilación de maderas duras y las instalaciones para la cura de la madera, industrias de propiedad de la Compañía, las cuales utilizan la madera recogida en sus bosques y en los que poseen los agricultores particulares.

Ordenación forestal en las tierras bajas

Aunque en la parte baja del sur existe una mayor cantidad de árboles de madera dura que de pinos, es evidente que en esta región se sabe mucho más de la ordenación de los pinares que de los bosques de árboles hojosos. La silvicultura de las especies productoras de maderas duras sigue constituyendo un problema que exige solución. La gran sección de la parte baja del sur en la que ya no aparece el pino es el Delta, la llanura que ha inundado el río Misisipí.

Uno de los propietarios forestales con espíritu progresivo en esta región, es la Anderson-Tully Lumber Company, de Memphis, Tenessee. Esta compañía, una de las primeras que practicaron la ordenación de las tierras boscosas en que prevalecían las maderas duras, posee más de 200.000 acres (80.000 hectáreas) de bosques en las tierras bajas, que comprenden una de las pocas grandes extensiones que todavía existen - cubiertas de árboles hojosos adultos y de alta calidad. Esta empresa es uno de los más grandes productores de madera aserrada y de chapas de especies hojosas en el país. La mayor parte de las trozas de calidad superior que utiliza la compañía proceden de sus propios terrenos, pero compra muchas trozas de buena calidad y la mayor parte de la madera corriente en las granjas con bosques y en otros mercados. Además de trozas, compra también mucha madera de aserrar en estado verde.

Para que el aprovechamiento de las maderas duras sea beneficioso, tiene que producir una gran proporción de madera aserrada de superior calidad, que sirva para las necesidades de la construcción de muebles y otras aplicaciones. En consecuencia, cuando algunos años antes de la última guerra, escasearon las maderas duras provenientes de los árboles adultos que crecían en las tierras bajas, la compañía, empezó a seleccionar los árboles que habían pasado la edad de madurez o que estaban dañados, con el fin de talarlos, y reservar los árboles jóvenes para las cortas futuras. En los macizos de álamos, por ejemplo, no se cortó ningún árbol sano que no llegara a las 28 pulgadas (71 centímetros) de diámetro DBH (a la altura del pecho). Actualmente la compañía practica unas cortas estrictamente selectivas de los árboles maduros, quitando solamente los que se considera que han de perder en calidad o morir antes de la corta siguiente, que se hace después de 5 ó 10 años. En el caso de los rodales más jóvenes, se utilizan también los árboles dañados e inferiores para los productos de baja calidad y los más limpios y sanos de las especies más valiosas se reservan para la producción posterior de trozas de calidad superior. Un equipo de unos 10 operarios capacitados está exclusivamente dedicado a recorrer los bosques y determinar y marcar los árboles para el corte, tanto en las propiedades de la compañía como en otras. Los incendios de bosques, que son especialmente dañinos para los de maderas duras, se reprimen con energía y la reproducción de las especies valiosas después del troceado es muy satisfactoria. El objetivo principal de la ordenación es lograr un rendimiento adecuado de trozas de alta calidad con el fin de que la producción futura de todas las fábricas se mantenga a la capacidad actual.

Perspectivas forestales

¿Qué reserva el futuro a la ordenación forestal particular en la parte baja del sur?

Un hecho es evidente: si el éxito de la silvicultura particular depende de factores tales como el rápido crecimiento de árboles maderables, abundancia de mano de obra y facilidad de acceso a las fábricas que utilizan la madera y al mercado de este producto, entonces la parte baja del sur ofrece unas oportunidades magníficas a la silvicultura particular. También es bastante cierto otro punto: la tendencia observada en el pasado hacia una buena ordenación en las grandes explotaciones forestales continuará en el futuro. Pero, ¿ qué ocurrirá a los pequeños propietarios de bosques? No existe una clara respuesta a esta pregunta. Hasta la fecha, los esfuerzos que en gran escala se han hecho para impulsar la instrucción de los pequeños propietarios en lo que respecta a ordenación forestal, no han inducido a muchos de ellos a practicar una buena administración de sus rodales, y hasta ahora los programas de asistencia técnica y educativa no han producido muchos efectos en las pequeñas explotaciones silvícolas. Estos pequeños propietarios, sin embargo, poseen la mayor parte de los terrenos forestales y es probable que sigan poseyéndolos siempre. Sus explotaciones, que tienen demasiada importancia para el público y para la industria, no pueden desatenderse.

Teniendo presente que la industria depende en grado considerable de estas pequeñas explotaciones, ¿ puede aquélla reformar las prácticas de corta que emplea al extraer la madera que existe en las pequeñas propiedades? ¿Qué carácter podría adoptar esta reforma? ¿Debería ser regulada por la ley? ¿ O será mejor dirigir los esfuerzos exclusivamente a la educación y a la asistencia técnica? ¿Se precisa alguna forma de crédito? ¿Cuáles son las posibilidades de que los pequeños propietarios se unan en asociaciones cooperativas para la administración de los bosques y la industrialización de la madera? Todas éstas son cuestiones urgentes no sólo en la parte baja del sur de los Estados Unidos, sino también en otros muchos países, puesto que de su solución depende la prosperidad futura de muchísimas personas.


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