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La Identificación de los Eucaliptos sobre el Terreno

Empleo de un Sistema de Clasificación por Fichas

por NORMAN HALL y R. D. JOHNSTON,

Miembros del Departamento de Silvicultura y Asuntos Madereros de Canberra, Australia

El sistema corriente para la identificación de las especies de vegetales es la clave dicotómica. Tales claves están destinadas normalmente para su utilización dentro de una zona geográfica limitada. Las claves correspondientes a los géneros y a las familias suelen emplearse en una zona más amplia y pueden ser de aplicación general. La creación de claves para distinguir un número limitado de especies dentro de un género no presenta, por lo común, grandes problemas. Sin embargo, cuando se trata de distinguir un gran número de especies dentro de un género, especialmente si éste no es divisible en secciones bien definidas, se pueden presentar mayores dificultades. El género Eucalyptus presenta grandes dificultades a este respecto, ya que por su gran amplitud no es posible dividirlo satisfactoriamente si no es empleando la clasificación por anteras.

La única clave que comprende a todos los eucaliptos es la de Blakely (2). Se basa ésta en la clasificación de las anteras y, aunque útil para el especialista en sistemática, no cumple su objeto cuando se trata de un profano. Existen muchas claves dicotómicas que comprenden los eucaliptos de una zona limitada, como por ejemplo, un estado o parte de un estado. Sin embargo, incluso estas claves, cuando tienen que abarcar un gran número de especies, utilizan frecuentemente las anteras como medio para distinguir los grupos de especies. Algunas de estas claves, cuando no se basan en la clasificación por anteras, tienen un valor local considerable y cumplen admirablemente el objeto para que fueron ideadas. Desde hace muchos años se ha puesto en evidencia la necesidad de un tipo diferente de clave para todo el género como unidad. Kessell y Gardner (9) en 1924 idearon un sistema numérico de clasificación para su empleo en Australia Occidental. En 1934, Hall (7) lo adaptó a los eucaliptos de Nueva Zelandia. El sistema de clasificación numérica lo mismo que las claves dicotómicas se podía aplicar a zonas limitadas, pero era demasiado engorroso para su aplicación general. En 1935 Jacobs (8) adoptó el principio de utilizar ilustraciones de los frutos y hojas para facilitar su identificación.

Las posibilidades de un sistema de fichas de clasificación para la identificación de las plantas viene ocupando la atención de los técnicos forestales y de los especialistas en botánica forestal desde hace algún tiempo. En 1939 escribía Dunkley (6): «El sistema de claves con fichas perforadas descrito por S.H. Clarke (3) ha resultado tan práctico para la identificación de maderas, que se consideró valía la pena ensayarlo en las determinaciones botánicas». Se preparó una clave para Uganda y otra para Honduras Británico. En 1948, Walker (11) propuso para Malaya una clave que comprendía 81 caracteres, inclusive territorio, habitat, forma, aspecto de la corteza y caracteres principales de las hojas.

Empleo del sistema

El empleo de los sistemas de clasificación por fichas en el ramo de la identificación de maderas no es en modo alguno nuevo. Los primeros trabajos a este respecto, llevados a cabo por S.H. Clarke en Inglaterra, fueron continuados en Australia por la Dirección de Productos Forestales de la C.S.I.R.O. (Consejo para la Investigación Industrial y Científica) desde el año de 1936(5). Durante la segunda guerra mundial se prepararon más de 60.000 fichas para la clasificación de madera en Nueva Guinea y las islas al norte de ésta.

Según las noticias de los autores, la primera aplicación de la clasificación por fichas, como método de identificación botánica de especies dentro de un solo género, fué la de R.H. Anderson, botánico del Gobierno de Nueva Gales del Sur, quien, hacia 1940, ideó un sistema de fichas para su empleo en la identificación de ejemplares de eucaliptos en los herbarios.

Las ventajas de una clave para la clasificación por fichas, destinada a la identificación de eucaliptos en el terreno, han sido reconocidas por los autores desde hace tiempo y en 1949 idearon un modelo de tarjeta. Después de varias pruebas modificaron el modelo y actualmente están ya en condiciones de presentar un sistema que puede ser práctico para los técnicos forestales.

El sistema de clasificación por fichas presenta varias ventajas evidentes, así como algunas desventajas, respecto a la clave dicotómica. Entre las ventajas figuran:

1. no se requiere un material botánico completo. Las claves dicotómicas fallan frecuentemente en este punto. No hay para qué insistir en el hecho de que, más que una regla, la posibilidad de recoger flores, capullos y frutos al mismo tiempo constituye una excepción;

2. se puede clasificar en cualquier orden. La mayoría de los eucaliptos tienen una o dos características distintivas, circunstancia que se puede aprovechar al máximo en un sistema de clasificación por fichas;

3. se presta también para su utilización por los no especialistas;

4. se pueden añadir especies adicionales sin que ello suponga ninguna variación fundamental de la clave.

Entre las desventajas figuran las siguientes:

1. la producción de la clave es relativamente costosa;

2. su gran volumen.

FIGURA 1. Anverso de las fichas normalmente usadas en el sistema descrito por los autores de este articulo.

FIGURA 2. Reverso de las fichas normalmente usadas en el sistema descrito por los autores de este articulo.

El objeto de un sistema de por fichas como el de que estamos tratando, no es conseguir la identificación inequívoca de un ejemplar, sino más bien que el usante logre circunscribir un ejemplar desconocido en unas cuantas especies posibles en vez de cien o más. Una vez dado este primer paso, se podrán comprobar los detalles con las descripciones botánicas.

El grado de individualización dependerá de la especie de que se trate. Las especies distintivas como E. globulus pueden clasificarse en una sola ficha, mientras que en ciertos casos los límites de la clasificación producirán un grupo de especies muy semejantes que ni los mismos especialistas en eucaliptos pueden distinguir fácilmente. Un ejemplo de este último caso lo constituyen algunas de las especies incluidas en la clasificación de eucaliptos white stringybark de Blakely.

Conviene señalar que el sistema de fichas no substituye en ningún modo a los tratados sistemáticos de las plantas de una zona determinada. Su objeto es el de servir como auxiliar al tratado de Blakely o a cualquier otro de la flora regional.

Al preparar las fichas se tuvieron en cuenta las siguientes consideraciones:

1. la unidad debería ser de tamaño conveniente y fácil de manipular sobre el terreno. El tamaño de ficha elegido por los autores es el de 4 1/4 x pulgadas (11 cm. x 16 cm.);

2. la posible combinación de características consignadas debería ser suficiente para comprender todas las especies del género;

3. las características seleccionadas deberían ser de tal naturaleza que en un momento cualquiera y sobre el terreno se pueda determinar un número suficiente de ellas;

4. todas las características deberían ser fácilmente reconocibles sin necesidad de aparatos ópticos;

5. las características empleadas deberían ser relativamente constantes en un determinado nivel;

6. en los grupos de características deberían dejarse alternativas suficientes para conseguir que:

(a) se puedan distinguir las diferencias específicas;

(b) se comprenda en ellas la variabilidad normal;

(c) se puedan clasificar directamente las formas intermedias comprendidas entre dos formas extremas. Algunas claves de fichas presentan una característica menos que el número de alternativas posibles; las características omitidas se clasifican «por defecto». Pero este sistema falla si, como ocurre en los eucaliptos, en una especie se pueden encontrar dos alternativas entre tres.

A continuación se indican las características que se escogieron finalmente para la clasificación:

A. Distribución geográfica

Estado:

1. Australia Occidental


2. Australia Meridional


3. Victoria


4. Nueva Gales del Sur


6. Queensland


6. Tasmania


7. Territorio Septentrional


8. Fuera de Australia

Subdivisiones:

9.


10.


11.


12

(Se aplican éstas a las divisiones geográficas dentro de cada Estado y no son, por tanto, de aplicación para un sistema general de fichas. Por ejemplo, como modelo de subdivisión geográfica tenemos, en Nueva Gales del Sur, la distinción entre las llanuras occidentales, los terrenos occidentales de montaña, las mesetas y la costa).

B. Porte

13. Arboles


14. Arboles pequeños o arbustos


15. Mallees

C. Corteza

16. Descortezables


17. Semidescortezables


18. Stringybarks


19. Peppermints y boxes


20. Ironbarks


2l. Otros tipos

D. Hojas adultas


Filotaxia:

22. Opuestas


23. Sentadas

Forma:

24. Lanceolada aguda


26. Lanceolada


26. Aovada


27. Redondeada, acorazonada, incluyendo las peltadas, etc.


28. Falciformes

Textura y color:

29. Coriáceas


30. Glaucas


31. Color uniforme por ambas caras


32. Algo más oscuras por la cara superior


33. Mucho más oscuras en la cara superior

Nerviación: Visibilidad de la nerviación general

34. Ligera


35. Regular


36. Destacada

Angulo:

37. 25°


38. 25-60°


39. 60°

Nervio intramarginal:

40. Visible y separado del borde de la hoja

E. Inflorescencia



41. Solitarias


42. Umbelas - capullos en grupos de 3


43. Umbelas - capullos en grupos de 4 a 7 principalmente


44. Umbelas - capullos en grupos de más de 7 generalmente abundantes


45. Panoja o corimbo

Pedúnculo:

46. Pedúnculo claramente aplanado

Opérculo:

47. Hemisférico o hemisférico achatado L = D o < D


48. Cónico a cónico agudo L < D a = 2D


49. Alargado. L > 2D.

Señales en los botones o en los frutos o en ambos

50. Estriadas o angulares


51. Verrugosas o rugosas

Pedicelos:

52. Carentes o muy cortos


53. Cortos, es decir < ¼ de pulgada (0,6 cm.)


54. Largos, es decir > ¼ de pulgada

F. Fruto


Tamaño:

55. Pequeño, D < ¼ de pulgada


56. Mediano, D = ¼ a 3/8 de pulgada (0,6 a 0,9 cm.)


57. Grande, D = ½ a 3/8 de pulgada (1,3 a 0,9 cm.)


58. Muy grande, D = ¾ de pulgada y mayores

Valvas:

59. Hundidas


60. Más o menos al nivel del borde


61. Salientes

Forma:

62. Globular o globular-truncada


63. Ovoide


64. Urceolada


65. Piriforme o maciforme


66. Hemisférica o aplanada


67. Cilíndrica u oblonga


68. Acampanada


69. Coniforme o en forma de cono invertido

Disco:


Posición:

70. Elevado


71. Más o menos plano (nivelado)


72. Hundido

Anchura:

73. Estrecho


74. Regular


75. Ancho.

(Los números desde el 76 al 84 han quedado en blanco en las tarjetas).

Algunos especialistas han abogado por el uso de las hojas jóvenes como elemento para la identificación, y se estima que es necesario explicar su exclusión de las características de clasificación. Este elemento fué utilizado en el modelo de tarjeta, pero se vio que no podía emplearse como dato para la clasificación de las especies de eucaliptos, ya que no existían descripciones satisfactorias de gran número de especies. Por otra parte, conviene indicar que las hojas juveniles no aparecen corrientemente en los árboles adultos. Si las hojas jovenes corresponden sólo a plantas jóvenes y no se pueden asociar positivamente con los brotes y frutos de los árboles adultos, son de un valor escaso para la identificación. En algunas localidades de Australia se puede observar que se han clasificado juntas las fichas de E. dalrympleana, rubida y viminalis. Unas notas al frente de la ficha distinguirán fácilmente E. viminalis de las otras dos especies, por las diferencias de su follaje juvenil. La distinción entre las dos especies restantes es más difícil, sobre todo para el principiante.

Aparte de las 75 características registradas, se ha dejado margen para que cada usante incorpore al fichero otros datos especiales si lo considera oportuno, a cuyo fin quedaron en las fichas nueve números en blanco. La idea es que cualquier dato suplementario se consigue en la parte anterior de la ficha, donde existe espacio para consignar el número de Blakely, el nombre vulgar y científico, las especies afines, las características distintivas de la especie y su distribución natural.

Para facilitar la utilización de la clave se han preparado definiciones de las características utilizadas y explicaciones sobre la técnica de la clasificación. Hasta donde ha sido posible, se han empleado los significados botánicos usuales de los términos, pero en algunos casos ha sido necesario emplear una interpretación modificada de un término; por ejemplo, una hoja lanceolada aguda ha sido definida arbitrariamente como aquella en que la relación entre la longitud y la anchura de una hoja madura típica es mayor que 10:1. Algunos de los términos empleados, sobre todo los que se refieren a la forma del fruto, no son tan fácilmente definibles en palabras, por lo que se ha preparado una lámina para ilustrar las características 24-28, 37-39 y 47-75.

Así como los anatomistas de la madera comprendieron que se precisaban fotografías para ilustrar la estructura de la madera, también se ha estimado que era de gran utilidad el empleo de ilustraciones de los frutos y brotes en estas fichas. Dichas ilustraciones se han basado en los ejemplares retratados por Maiden 10 y realizados en forma conveniente para emplearlos en las fichas.

La primera clasificación se efectuó de acuerdo con las descripciones de Blakely, atendiendo también a las publicaciones aparecidas posteriormente. Aquélla fué ampliada con un detallado examen de muchos millares de ejemplares de herbario de los principales herbarios de Australia, especialmente de Nueva Gales del Sur. La idea fundamental al realizar la clasificación fué la de abarcar los tipos de una especie botánicamente normales, sin atender a los ejemplares anormales o dudosos. Cuando una especie muestra solamente una tendencia a una determinada condición, se señala la característica con una raya, por ejemplo «24». La raya se aplica también a la distribución geográfica, cuando su presencia es limitada o muy escasa, y a las características que aparecen como alternativas excepcionales de la condición normal. Cuando se trata de las valvas, la clasificación consiste en hundidas, más o menos niveladas y salientes. Una especie en la que las valvas sean generalmente hundidas, pero que a veces tienden a ser más o menos niveladas, se clasificaría en 59, 60.

Reconocemos la valiosa ayuda que nos prestó el Sr. Anderson proporcionándonos un ejemplar de la ficha empleada en su herbario, y al permitirnos el accesso al amplio material de herbario que dirige. También debemos dar las gracias al Sr. D.A.N. Cromer, Funcionario Encargado de la Dirección de Recursos del Departamento de Silvicultura y Maderas, por habernos ayudado a realizar las ilustraciones con sus sugerencias y con la prestación del material necesario, así como a los botánicos de los Gobiernos de Queensland, Victoria y Australia Occidental, y de las Universidades de Adelaida y Tasmania.

NOTAS RELATIVAS A UN SISTEMA DE CLASIFICACION POR FICHAS PARA LA IDENTIFICACION DE LOS EUCALIPTOS SOBRE EL TERRENO

Introducción

1. Este no constituye un sistema de clasificación de eucaliptus. Sirve solamente para que los forestales no familiarizados con las especies existentes en una zona determinada lo utilicen como medio auxiliar para determinar esas especies

2. Este sistema esta destinado a ser empleado por forestales que posen algunos conocimientos de botánica, pero que no son especialistas en eucaliptus.

3. La nomenclatura esta basada en la de Blakely (1934). También se han incluído las especies publicadas a partir de dicha fecha. En los casos que los botánicos actuales no coinciden con Blakely se han hecho constar sus opiniones respecto a la nomenclatura en los casos en que se conocían estas.

Base para la clasificación

Se insiste en que la clasificación, basada en las descripciones origínales de las especies y en un amplio estudio del material de los herbarios, se ha hecho lo más extensa posible de forma que figuren en ella todas las variaciones normales.

Quienes manejen la clave deberán conocer bien las definiciones sobre las que se ha basado la clasificación.

Procedimiento para seleccionar las fichas

Cuando haya que seleccionar las fichas de un grupo se colocarán éstas todas juntas teniendo cuidado de que todas estén colocadas en el sentido debido, operación que se facilita por el corte que lleva la tarjeta en su ángulo superior derecho. El mejor procedimiento para seleccionar las tarjetas consiste en utilizar una robusta aguja de hacer punto. Para seleccionar una determinada característica se pasa la aguja a través de los agujeros que corresponden al número de la característica que se busca. Se levanta el grupo de tarjetas dándole una pequeña sacudida, con la cual caerán las que tienen una entalladura en el sitio correspondiente a dicha característica. Se comprueban las tarjetas que quedan sujetas por la aguja para cerciorarse de que han caído todas las que tienen entalladura. En la misma forma continúese seleccionando las tarjetas caídas en lo que se refiere a las demás características.

Clasificación de una especie

El principiante deberá anotar las características que distinguen a una especie desconocida, estableciendo una separación entre las características distintivas - que serán las primeras en utilizarse para la clasificación - y aquellas otras que tienen menos importancia y sirven principalmente para la confirmación. Clasifíquese en orden de la cualidad distintiva de las características existentes y no precisamente en orden numérico. El que maneja la clave no deberá intentar llegar en la selección hasta la última ficha, a no ser que existan características muy destacadas que te permitan hacerlo, como, por ejemplo con E. globulus en Victoria o Tasmania. Generalmente, es más práctico seleccionar hasta que quedan sólo unas cuantas fichas y examinar después éstas, una a una observando las ilustraciones V las notas que figuren sobre la especies correspondiente. A continuación, se deberá confirmar la especie en la nomenclatura de Blakely o en algún otro tratado estatal de consulta de que se disponga.

Selección de las características para su empleo en la clasificación

A continuación se da un resumen de las indicaciones sobre el grupo de características empleado en la clasificación. Las ilustraciones correspondientes a las características 24-28, 37-39 y 47-75 figuran en las páginas...

Distribución geográfica, 1-12. Compruébese que la especie es indígena de un estado y no importada. Entre las especies que se encuentran corrientemente figuran E. ficifolis, cladocalyx y citriodora.

Porte, 13-15. Algunas especies que normalmente se presentan como árboles pueden aparecer con un porte achaparrado en sitios muy desfavorables

Corteza, 16-21. Si existiese alguna duda en cuanto al tipo de ésta, omítase en la c clasificación.

No clasificar los «mallees» por la corteza.

Hojas adultas, 22-40. Utilícense solamente hojas típicas procedentes de la copa. Las características más selectivas para la clasificación son: 22-24, 27, 30, 33, 37 y 39. Los demás números tienen poco valor en la c clasificación inicial, pero sirven para la confirmación.

Inflorescencia, 41-4g. Cerciórese de que las umbelas solitarias o con poros frutos no se deben a la falta de desarrollo de los capullos. Compruébese el número de los capullos. Las características de mayor valor son las 41-42,

Opérculo, 47-49. Compruébese que los opérculos están maduros. La característica 49 es muy selectiva, y la 48, algo menos.

Señales en los botones o en los, frutos, 50-51. Clasifíquese solamente sobre ejemplares buenos, comprobando que las señales no han sido producidas por insectos.

Fruto, pedicelos, 52-54. la característica 52, así como la 54 son muy selectivas; utilícese esta última solamente en ejemplares bien desarrollados.

Fruto, tamaño, 55-58. Conviene basarse en cápsulas representativas. La C. 58 es muy selectiva, y en menor grado, las 55 y 57.

Fruto, valvas, 59-61. Los ejemplos típicos de as características 59 y 61 son siempre valiosos para la clasificación, pero los casos marginales sobre todo 60-61, deberán omitirse en la clasificación inicial.

Fruto, forma, 61-69. La mayor parte de las especies presentan variedad ríe formas por lo que constituye una excepción, el que una especie figura clasificada en una forma solamente. Algunas especies no corresponden exactamente a ninguno de los ocho grupos de formas indicados y deben clasificarse en las formas más aproximadas. Casi siempre conviene no clasificar por la forma hasta las últimas fases, a no ser que aquélla sea muy distintiva, como, por ejemplo, la característica 64 para E. urnigers, etc.

Fruto, disco, 70-75. El disco se define fácilmente casi siempre, y por lo general es de valor considerable e en la clasificación. Sólo en el casó de la C. 73, dieron estrechos es preciso prestar especial atención, ya que ratos discos como se observa en muchos mallees y boxes, pueden presentar las características 70, 71 ó 72 en la misma especie. Los ejemplos bien desarrollados de 70 ó 72, así como de 74 ó 75, son siempre datos importantes para poder clasificar.

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

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11. WALKER, F.S. - Field Identification of Trees by Multiple Entry in a Perforated Card System. Empire Forestry Journal, Vol. 27, págs. 130 a 133. 1948.

INDIA: El Sr. S. Kamesam, de la Junta Nacional de Producción, haciendo demostraciones de un nuevo material patentado de construcción, Sansteel, hecho de bambú y de cemento. Las piezas que figuran en el grabado tienen 4 1/2 pulgadas (11 cm.) de espesor y 20 pies 6 pulgadas (6 m.) entre los apoyos y cuestan, aproximadamente, un dólar E.U.A. por m2.


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