Página precedente Indice Página siguiente


Productos forestales: Madera blanda aserrada


Evaluación regional
Precios

El año 1953 señalaba la vuelta a la estabilidad en los mercados mundiales de madera blanda aserrada tras las excesivas y breves fluctuaciones de los años precedentes. La situación tendía a mantenerse estable en 1954. Un nuevo impulso dado a la industria y a la edificación en Europa trajo consigo cierto aumento en la producción y comercio de esta clase de maderas, al par que, en Norteamérica, el retraimiento experimentado por las actividades de la economía a finales de 1953 y principios de 1954, afectó a la demanda y a la producción de dicho artículo. Las cifras preliminares para 1954 indican que toda la producción mundial de madera blanda aserrada (la U.R.S.S. excluida) fué ligeramente inferior a la de 1953, aunque el volumen global del comercio ha alcanzado probablemente un nuevo máximo.

Pese a ciertos factores perturbadores, los precios del mercado también se mantuvieron, por lo general, bastante estables en 1954, y las subidas registradas en los principales mercados fueron relativamente reducidas, si bien en algunos países europeos los precios nacionales experimentaron aumentos desproporcionados hacia finales del año. Parece evidente que exportadores e importadores de madera blanda aserrada han dado muestras de mucho más juicio y reserva que en el transcurso de 1950 a 1952.

Síntoma interesante en 1954 fué el progreso constante que se registró en ciertas zonas tradicionalmente importadoras, tales como la región del Pacífico y Sudáfrica, que lograron llegar a un estado de menor dependencia con respecto a las importaciones. Quizás esto signifique que la repercusión de las perturbaciones y de las breves fluctuaciones del mercado en la demanda de madera blanda aserrada, o bien en las actividades económicas en general, será de efecto más localizado y regional. Tal fenómeno influirá lógicamente en la actual tendencia general hacia un más intenso aprovechamiento de los recursos madereros locales, en los países que todavía no han hecho gran uso de su riqueza forestal. Es posible que, a la larga, se tienda a disminuir gradualmente los envíos a gran distancia entre unas y otras regiones, en contraste con un mayor volumen del comercio intrarregional, salvo, probablemente en Europa, donde el nivel general y la tónica del comercio quizá se mantengan invariables por algún tiempo.

CUADRO 1. - PRODUCCIÓN DE MADERA BLANDA ASERRADA (INCLUSIVE TABLAS PARA CAJONES)

Región

1950

1951

1952

1953

1954

Miles de standards

NORTEAMÉRICA

19356

18907

18653

19400

18496

Canadá

3436

3657

3503

3730

3536

Estados Unidos

15920

15250

15150

15670

14960

EUROPA

9440

9380

8550

8760

9080

Alemania Occidental

1709

1598

1380

1275

1263

Alemania Oriental

(670)

(660)

(650)

(650)

(650)

Austria

697

694

629

684

804

Bélgica

50

51

51

54

54

Dinamarca

62

60

80

62

*60

Finlandia

875

1055

750

870

1028

Francia

655

792

578

556

687

Grecia

20

15

18

21

25

Irlanda

3

3

2

2

*2

Italia

222

217

242

227

*200

Luxemburgo

3

8

3

6

7

Noruega

358

310

400

375

350

Países Bajos

28

28

14

16

14

Reino Unido

73

65

56

54

62

Suecia

1140

1300

1195

1330

*1340

Suiza

181

173

197

195

197

Yugoeslavia

503

363

345

374

287

U.R.S.S.

(10000)

(11000)

(11000)

(11640)

(12000)

AMÉRICA LATINA

600

850

1090

1060

*1070

AFRICA

190

200

200

*210

*220

ASIA

2960

3080

3290

3300

*3280

ZONA DEL PACÍFICO

*340

370

400

390

*420

TOTAL

42890

43790

43180

44760

44570

* Datos extraoficiales. () Estimaciones hechas por la Secretaria.
Fuente: Estadísticas de la FAO y de la Comisión Económica para Europa.

CUADRO. 2 - EUROPA OCCIDENTAL: ALGUNOS DATOS ECONÓMICOS

Evaluación regional

Europa

En 1953 salía Europa de un período de excesivas fluctuaciones de mercado. La demanda de madera blanda aserrada empezó después a aumentar e intensificarse, de forma que la producción combinada de los países que facilitaron datos a la FAO había alcanzado en 1954 los mismos elevados niveles que en 1950 y 1951.

En los principales países importadores, la producción nacional de madera blanda aserrada subió algo más que en 1953, además de que, en realidad, el volumen del comercio llegó a registrar un nuevo incremento de postguerra en 1954, debido, en parte, al estímulo que, hacia finales de 1953, ofrecía la supresión de las restricciones del consumo de dicha madera en el Reino Unido. Con ello, el comercio británico de importación empezó a hacer compras con premura y actividad inusitadas, de modo que a principios de 1954 se había ya contratado en Europa la mayoría de las cantidades exportables. El comercio era también espoleado por el progreso económico general de la Europa Occidental, pues el índice de la producción industrial señalaba un 7 por ciento más con respecto al de 1953. Sobre todo, el ramo de la construcción mantúvose a un elevado nivel en la mayoría de los países occidentales de Europa y, en algunos casos, batió nuevas marcas. La combinación de todos estos factores provocó en los principales países exportadores una enorme demanda, quizá inesperada. En verdad, resultó que mientras el Reino Unido importó en el año sólo unos 40.000 standards más que en 1953, la Alemania Occidental e Italia recibieron, cada una, casi 100.000 standards más que en el año anterior, y los restantes importadores de categoría - Bélgica, Dinamarca, Irlanda y los Países Bajos - unos 130.000 más, entre todos ellos.

Los principales países exportadores de la Europa Occidental tuvieron que hacer frente a cierta situación de tirantez para servir tales cantidades, pues los aserraderos trabajaban para el comercio de exportación probablemente casi al máximo de su capacidad. Un considerable aumento en la producción austríaca de madera blanda aserrada permitió exportar un 19 por ciento más que en 1953. Pero las exportaciones de los países del norte de Europa fueron más o menos iguales a las de 1953, y las yugoeslavas disminuyeron en unos 45.000 standards. Las exportaciones canadienses al Reino Unido subieron bastante, mientras la Europa Oriental (la U.R.S.S. incluida) enviaba mayores cantidades a los países de la Europa Occidental; todas sus exportaciones han venido elevándose constantemente en los últimos años, y en el de 1954 ascendieron a unos 510.000 standards, en contraste, por ejemplo, con sólo 200.000 en 1951, año de actividad extraordinaria.

Una interrogante obvia es determinar la magnitud que representa el volumen de la producción y el comercio en 1954, en términos del nivel real de consumo, y la forma en que éste último se puede comparar con los primeros años de postguerra. La respuesta parece estar en que, en 1954, el consumo de madera blanda aserrada llegaba en toda Europa casi al promedio de 1946-1951, o sea, a unos 9,4 millones de standards, cifra que, no obstante, era inferior al máximo de postguerra calculado en 9,6 millones de standards y registrado en 1951. De esta manera, el consumo apenas había recobrado los niveles precedentes, en momentos en que toda la actividad industrial de la región era superior en un 45 por ciento a la de 1948/49, y la del ramo de la construcción, en más de 50 por ciento. Con ello se llega a la conclusión de que el consumo de madera blanda aserrada ha cedido terreno con relativa rapidez, y que la situación de dicho producto como materia prima, posición muy apreciada por el comercio maderero, se ha debilitado. En anteriores informes de Unasylva se ha sugerido que a la madera aserrada - blanda o dura - le será difícil recuperar totalmente el terreno perdido como consecuencia de las excesivas fluctuaciones del mercado. Los hechos registrados en 1954, pese a que las condiciones económicas son generalmente favorables en Europa, parecen confirmarlo.

CUADRO 3. - COMERCIO

Región

1951

1952

1953

1954

Exportaciones

Miles de standards

Norteamérica

2217

2002

1984

(2352)

Canadá

1799

1726

1745

2102

Estados Unidos

418

276

239

*250

Europa

2762

2145

2699

2910

Austria

516

522

594

704

Finlandia

838

592

675

729

Francia

185

70

97

101

Suecia

908

696

956

937

Yugoeslavia

139

105

152

109

Europa Orien.1 2

61

94

143

234

U.R.S.S.2

136

129

222

280

América Latina

320

240

300

(280)

Brasil

233

136

198

180

Africa

5

4

5

(5)

Asia

100

25

25

(20)

Japón

93

19

21

*15

Zona del Pacífico

11

9

10

(20)

Nueva Zelandia

11

8

10

*16

TOTAL

5550

4550

5240

5870


Importaciones

Miles de standards

Norteamérica

1184

1200

1332

(1501)

Estados Unidos

1145

1153

1287

*1450

Europa

2946

2393

2903

3290

Alemania Occid.

172

396

386

490

Bélgica-Luxemburgo

118

106

104

129

Dinamarca

163

124

146

174

Italia

198

236

298

387

Países Bajos

378

274

332

383

Reino Unido

1640

981

1427

1469

U.R.S.S.3

62

123

71

67

América Latina

320

310

320

(300)

Africa

350

260

280

(310)

Africa Septentr. Francesa

66

83

86

*90

Egipto

132

60

81

91

Unión Sudafric.

122

81

83

*100

Asia

140

160

200

(210)

Israel

47

34

42

*35

Japón

29

5

27

*30

Turquía

11

36

67

70

Zona del Pacífico

210

140

90

(130)

Australia

202

126

79

*115

TOTAL

5210

4590

5200

5810

1 Alemania Oriental, Bulgaria, Checoeslovaquia, Polonia y Rumania.
2 Cifras de los países importadores. Exportaciones destinadas a los países de la Europa Occidental.
3 Cifras de los países exportadores. Importaciones procedentes de los países de la Europa Occidental.
* Datos extraoficiales.
() Estimación hecha por la Secretaria.
Fuente: Estadísticas de la FAO y de la Comisión Económica para Europa.

NOTA. - Cambiadas inadvertidamente las cifras de importación para los países agrupados bajo Europa en el Cuadro 2, pág 77, Unasylva, Vol. VIII, N° 2, aparecen ahora en su debido orden.

Sin embargo, la situación del mercado europeo se consideraba en general satisfactoria a principios de 1955. La temporada de compras anticipadas para embarque en 1955, fué iniciada con bastante antelación el Reino Unido, que ya en el primer trimestre del año había contratado hasta un 90 por ciento de la cantidad en que se estimaban sus necesidades anuales. La mayoría de los restantes países importadores se apresuraron también a comprar y, en los exportadores principales, el grueso de las disponibilidades del año se consideraba ya colocado. El hecho de que las restricciones impuestas por el Gobierno austríaco a las exportaciones de madera blanda aserrada podrían provocar una reducción hasta de 200.000 standards en las disponibilidades exportables del país, en comparación con el elevado nivel de 700.000 standards registrado en 1954, es motivo de cierta preocupación en los círculos comerciales, pues no se sabe cómo hacer frente al resto de las necesidades del año, aún no cubiertas, sin perturbar excesivamente el mercado. No parecen ser muchas las probabilidades de que los demás países exportadores de Europa puedan aumentar sus envíos hasta cubrir toda la reducción prevista para las exportaciones austríacas, por lo cual el curso que el mercado de la madera blanda aserrada haya de seguir, dependerá del carácter que la demanda asuma realmente a fin de año, y de las perspectivas de recibir mayores cantidades procedentes de la U.R.S.S., de otros países de la Europa Oriental y de ultramar.

América del Norte

La producción estadounidense se mantuvo firme durante todo el año de 1953, como consecuencia del alto nivel de la industria y demás actividades económicas, y sólo fué un 1,5 por ciento inferior al elevado índice de 1950, no superado en ningún momento. Sin embargo, importantes recortes hechos por el gobierno en sus compras de artículos para la defensa, y cierta reducción, en la demanda de artículos durables por parte del productor y el consumidor, provocaron una contracción en la actividad industrial durante el primer trimestre de 1954, pero, a finales del año, la producción había casi recobrado, en la mayoría de las industrias, los elevados niveles precedentes. Considerado el año en conjunto, el nivel de la actividad industrial fué inferior, en un 6 por ciento, al de 1953. Esta disminución se reflejó en una menor producción de madera blanda aserrada en toda la región, bajando de 19,4 millones de standards en 1953 a unos 18,5 en 1954, o sea, el 5 por ciento. No obstante, y como compensación a la menor demanda por parte de otras industrias, el ramo de la construcción continuó desarrollando gran actividad en los Estados Unidos y en el Canadá, por lo cual el consumo aparente de madera blanda aserrada bajó sólo 3 por ciento, aproximadamente. Por ello hubo que recurrir a las existencias, sobre todo cuando la huelga de los aserraderos, en el verano de 1954, redujo el abastecimiento de abeto Douglas en el mercado. Aunque aumentaron las exportaciones canadienses con destino a los Estados Unidos, las existencias de las serrerías estadounidenses hacia finales del mismo período de 1954 eran un 15 por ciento menores que las del cuarto trimestre de 1953. Entre tanto, sin embargo, la producción volvió a recuperar su ritmo desde mediados de 1954.

CUADRO. 4. - PEDIDOS NUEVOS, PEDIDOS PENDIENTES Y EXISTENCIAS EN LOS ASERRADEROS DE LOS ESTADOS UNIDOS

El valor de las nuevas construcciones hechas en los Estados Unidos en 1954 se calculó, como nueva cifra sin precedentes, en unos 37.000 millones de dólares, en contraste con 35.000 millones en 1953, operándose la mayor parte de este aumento más bien en la edificación de tipo comercial que en la de viviendas.

A finales de 1954, las perspectivas del mercado norteamericano de madera blanda aserrada eran francamente optimistas. La actividad de la construcción parecía querer superarse y se estimaba que la disminución temporal del ritmo de la actividad industrial habla ya cambiado de dirección y que como consecuencia de la campaña «Construya usted mismo», la demanda de madera blanda aserrada por parte de todos los sectores más importantes, incluido el consumidor particular, sería bastante alta en 1955.

América Latina

Casi toda la producción de madera blanda aserrada de este continente, o sea, alrededor del 85 al 90 por ciento, está localizada en el Brasil, cuya producción de pino del Paraná se ha elevado a más del doble desde que terminó la guerra. A pesar de que los sistemas de clasificación y las condiciones de transporte son mejores, las exportaciones no han tenido un correspondiente aumento en volumen; en realidad, se mantienen más o menos inalterables desde 1946, con la salvedad del auge general del año de 1951. La explicación está en el enorme incremento de la demanda nacional, sobre todo en Sao Paulo y otras ciudades importantes. La gran expansión económica del Brasil en los últimos años ha hecho que el consumo de madera blanda aserrada aumente en mas del doble en los principales centros industriales, factor principal que ha inducido a los productores a perfeccionar sus métodos de trabajo y a construir aserraderos modernos. El número de aserraderos en los principales estados productores del pino del Paraná ha pasado de unos 5.600 en 1947 a más de 6.900 en 1953.

Si bien el volumen total de las exportaciones brasileñas de madera blanda aserrada no ha sufrido considerable alteración, se han observado cambios interesantes en lo que respecta a los puntos de destino. La Argentina, que fuera tradicionalmente el principal oliente de este tipo de pinos, ha reducido en forma gradual sus pedidos desde 1946/47. En 1954 importó sólo una cantidad equivalente, poco más o menos, a la mitad del promedio de 1946-53. Por el contrario, las exportaciones brasileñas al Uruguay han subido bruscamente y en 1954 superaron al doble del promedio de 1945-48. Las exportaciones destinadas al Reino Unido continúan a un nivel bastante elevado desde 1950, mientras que las efectuadas a otros mercados en 1954 se mantuvieron más o menos a la altura que el año anterior.

Sin embargo, en 1954 los aserraderos brasileños tropezaron con dificultades como consecuencia de las abundantes lluvias que cayeron inusitadamente en los principales distritos productores. El ritmo de la producción disminuyó considerablemente por la dificultad de mantener el abastecimiento de trozas, y las malas condiciones de las carreteras entorpecieron también la distribución de madera blanda aserrada, dando lugar a escaseces momentáneas en algunos de los principales centros consumidores. Las lluvias agravaron la situación de las operaciones de manipulación, cuyos gastos resultaban ya elevados antes de que la madera pudiera llegar a los puntos de embarque.

Aparte del Brasil, los principales países productores de madera blanda aserrada son México, Chile, Nicaragua y Honduras, pero el primero de ellos, por amplio margen, es el más importante. El pino representa alrededor del 85 por ciento, casi 300.000 standards, de toda la madera aserrada de México. La producción no ha variado notablemente en los últimos catorce años, salvo un descenso bastante brusco en 1947-49, provocado, al parecer, por una menor actividad en la construcción de edificios. El gobierno ha mostrado gran interés en contener la explotación excesiva de la riqueza forestal del país y en 1952 impuso restricciones sobre la tala y gravámenes sobre la madera aserrada, lo que ocasionó un descenso en el consumo que no guardaba relación con la actividad industrial. A pesar de ello y de la fuerte competencia de la creciente industria de la pasta y el papel, las exportaciones de madera blanda aserrada, principalmente a los Estados Unidos, siguieron siendo relativamente elevadas y equivalieron a unos 47.000 standards en 1952 y 37.000 en 1953. Probablemente en 1954 fueron del mismo orden. Por otra parte, México importa anualmente de los Estados Unidos unos 15 a 20.000 standards de madera blanda aserrada, y parece que estas importaciones continuarán durante algún tiempo.

Chile ha elevado su producción de madera blanda aserrada a 25.000 standards en los últimos años, gracias en su mayor parte, a que las plantaciones han llegado a estado de madurez, especialmente las de pino radiaba. Sus envíos a la Argentina han disminuido y, debido al aumento de la demanda interna, es probable que ocurra cierta reducción en el total de las exportaciones. El consumo nacional en Nicaragua y Honduras ha venido subiendo paulatinamente, pero las exportaciones, sobre todo las destinadas a los estados vecinos, se han mantenido a un mismo nivel, de modo que la totalidad para ambos países, tomando en cuenta todos los puntos de destino, es de unos 40.000 standards al ano.

Las perspectivas para la América Latina en 1955 se presentan halagüeñas, especialmente si se consigue introducir mejores procedimientos de clasificación,: lo cual beneficiaría mucho al comercio. Es posible que, con el tiempo, haya que hacer frente, en forma más amplia, al incremento continuo de las necesidades del consumo interior, recurriendo a las especies frondosas que, poco empleadas hasta ahora, constituyen una enorme reserva para cuando su aprovechamiento llegue a una etapa más avanzada. Probablemente los recursos que en materia de coníferas existen en la región sean absorbidos cada vez más por las industrias de la celulosa, a expensas de la producción de madera blanda aserrada.

Asía

Desde el punto de vista comercial, los países importantes del Cercano Oriente son Turquía e Israel, que durante los últimos años han importado, entre los dos, unos 60.000 a 100.000 standards anuales. En 1954 las importaciones turcas aumentaron ligeramente.

En la región central de Asia y en el Lejano Oriente, el Japón es el único productor y consumidor de significación, en lo que respecta a madera blanda aserrada. La considerable expansión industrial del país, junto con el aumento de población y de sus necesidades de viviendas, continúan ejerciendo cierta presión sobre los recursos nacionales, que en la actualidad no pueden satisfacer más que el 60 por cientos aproximadamente, de todas las exigencias del país en productos forestales. Aunque la producción de madera blanda aserrada ha subido ininterrumpidamente desde la terminación de la guerra, la industria de la pasta y el papel es un fuerte competidor de los aserraderos, por lo cual se hacen esfuerzos para complementar los abastecimientos de madera blanda con especies frondosas y con mayores importaciones. Los industriales han deseado vivamente obtener abastecimientos adicionales de Alaska y, con este fin, han hecho ya algunas negociaciones.

En 1954, el consumo de madera blanda aserrada se mantuvo en el Japón casi al mismo nivel de 1953. Toda la construcción, incluida la de edificios no destinados a vivienda, reflejó un ligero descenso, del orden del 2,5 por ciento, poco más o menos, respecto del año anterior, pero el número de casas en construcción se mantiene prácticamente inalterable. El empleo de madera para la edificación de viviendas sufrió un descenso del 6 por ciento y, aunque no muy importante en términos de volumen absoluto, es signo de que los nuevos proyectos se han elaborado con la idea de economizar dicho material.

En la mayoría de los restantes países asiáticos, el empleo de madera blanda aserrada es relativamente insignificante y las necesidades son cubiertas, por lo general, con maderas duras. El suministro nacional de maderas blandas, cuando existe, interesa más a las industrias de la celulosa, y los requerimientos de esta clase de maderas tienen que ser atendidos con importaciones, que suman tanto como la producción regional de coníferas o quizás más. Por exigencias de la reconstrucción, en Corea del Sur se está importado un considerable volumen de madera blanda aserrada, aunque no hay datos exactos. Este material procede principalmente de los Estados Unidos.

Probablemente, la situación del mercado asiático para esta clase de maderas será en 1955 más o menos la misma que en 1954, si bien mucho depende de la medida en que las industrias japonesas de la celulosa puedan afianzar su posición respecto a recepción de materias primas Tanto el Cercano como el Lejano Oriente tendrán que seguir siendo zonas deficitarias en lo que respecta a maderas resinosas, y la mayoría de los países deberán poner todo su interés en hallar nuevas aplicaciones para la maderas duras menos conocidas.

Zona del Pacifico

En 1952-53, el mercado australiano de madera blanda aserrada sufrió una depresión insólita, pues las importaciones experimentaron un recorte drástico después del auge de 1951. En 1952 sólo llegaron a la mitad, poco más o menos, que las del año anterior, y en 1953 se vieron aún reducidas en un 40 por ciento. Un detalle interesante fué la inalterabilidad, bastante notable, de las importaciones de Norteamérica, mientras que las de Europa bajaron del extraordinario nivel alcanzado en 1951 con 86.800 standards, a sólo 5.300 en 1953. Al mismo tiempo, las importaciones de Sudamérica pasaron de los 14.300 standards de 1951 a 5.700 en 1953, descenso éste relativamente menor en comparación con las importaciones de Europa. Las de Nueva Zelandia, principal país productor de aquella zona, mantuviéronse más o menos a un nivel de 8 a 10.000 standards al año.

CUADRO. 5. - Evolución TRIMESTRAL DE LOS PRECIOS DE LA MADERA BLANDA ASERRADA

Al panorama del comercio hay que oponer el hecho de que la producción regional de madera blanda aserrada ha subido de un modo constante desde que terminó la guerra. En 1950, toda la zona produjo unos 340.000 standards, en 1953 ascendió a 390.000 y se oree que en 1954 llegará a 420.000. Ello obedece, en gran parte, a la expansión de la industria maderera neozelandesa y al creciente aprovechamiento de los recursos en pinos exóticos, notablemente el radiaba. Pero también se han registrado progresos en las especies nativas de maderas blandas incluso en Nueva Guinea.

La reactivación de la demanda de madera blanda aserrada en Australia y Nueva Zelandia, desde finales de 1953, debióse mayormente a la elevación del nivel de la actividad industrial, al mantenimiento de las operaciones de edificación en un plano casi sin precedentes y a la mejora general de la situación económica. En 1954, las exportaciones neozelandesas de madera blanda aserrada con destino a Australia alcanzaron una cuantía jamás igualada, ya que probablemente se acercaron a los 16.000 standards. Las importaciones australianas de otras procedencias se calcularon en aquel mismo año casi en 100.000 standards, cifra que se aproxima ya al volumen medio de las importaciones efectuadas en los primeros años de postguerra. A la favorable mutación experimentada por el mercado maderero en 1954 ha contribuido considerablemente la estabilización general de los precios que han prevalecido para estas maderas en los mercados internacionales, tras las fluctuaciones sufridas entre 1950 y 1952, junto con la marcada estabilidad que en todos estos países mostraron los precios generales para las ventas al por mayor.

A principios de 1955, las perspectivas eran bastante satisfactorias. La demanda de madera blanda aserrada continuaba a un nivel más bien elevado, mientras que las actividades de construcción en Australia y Nueva Zelandia presentaban un buen panorama. Se entrevé la posibilidad de elevar un tanto las importaciones procedentes de ultramar en 1955. Al tiempo, cabe esperar lógicamente que la producción -regional de madera blanda aserrada siga en aumento. La aparición de la primera publicación periódica sobre el comercio maderero en Nueva Zelandia, evidencia el impulso que ha adquirido en aquella zona la fabricación de madera aserrada.

Precios

Como se indicaba en un informe previo (Unasylva, Vol. VIII, N° 2), los precios de la madera blanda aserrada han sufrido considerables fluctuaciones durante los tres años anteriores a 1953. En Norteamérica, donde el comercio de ultramar es marginal y solamente representa una fracción de todo el consumo regional, no hubo demasiadas alteraciones violentas (Cuadro 5). En Europa, sin embargo, donde aproximadamente el 30 por ciento de todas las necesidades de la región pasan por el mercado internacional, los precios son mucho más sensibles a los cambios bruscos de las políticas que rigen la compra y la venta de este producto.

En 1954 se manifestó cierta tendencia hacia una nueva alza en los precios internacionales y nacionales casi en todo el mundo. En Norteamérica, la creciente demanda provocó durante el segundo semestre de 1954 una manifiesta subida de los precios de la madera blanda aserrada, si bien éstos no llegaron al nivel de 1952. En Europa, las cuantiosas compras efectuadas por los importadores a fines de 1953 llevaron consigo el alza de las cotizaciones de exportación y, hacia finales de 1954, gracias al mantenimiento de una fuerte demanda durante todo el año, se registraron nuevos avances. El nivel de los precios para ciertas calidades inferiores se ha considerado ya excesivo, y se esperaba que para la primavera. de 1954 fuera necesario hacer algunos reajustes. Sin embargo, la huelga declarada en los aserraderos de la costa estadounidense que da al Pacífico, movimiento que provocó un aumento en la demanda de la madera aserrada que procedía del Canadá, dió lugar a ciertas subidas de precios que regían en este país para la mercancía destinada a Europa. Como una parte del suministro canadiense compite en el mercado europeo principalmente con las calidades inferiores de la madera aserrada procedente del norte de Europa, este hecho no sólo impidió el esperado reajuste de precios, sino que, por el contrario, dió lugar a nuevas alzas.

Hacia finales de 1954, la reanudación algo prematura, de las compras británicas para entregas futuras, a la que se adhirieron de inmediato la mayoría de los restantes países importadores, dió nuevo impulso a los precios, además de provocar en los principales países productores de Europa un alza general en las cotizaciones de la madera en pie, y, como consecuencia de la subida de los fletes, un aumento en los precios c.i.f. puertos europeos, en lo que respecta a la madera aserrada de origen canadiense. En la Alemania Occidental y en Austria, la fuerte demanda experimentada en el último semestre de 1954 elevó los precios considerablemente.

No se dispone de datos acerca de los movimientos de precios en otras regiones. En el Brasil, la cotización del pino del Paraná en los principales centros consumidores, fluctuaba entre un máximo de 2,20 cruceros por pie cuadrado, en 1945, y 1,42 cruceros en 1949. Sin embargo, a partir de 1950 hubo una brusca subida, llegando a los 4,40 cruceros por pie cuadrado en 1954. Este movimiento, debido en parte a la continuada inflación, tuvo, no obstante, por principal origen el ritmo de los precios de exportación, que siguieron la misma tendencia que los que prevalecían para la madera aserrada europea.

En México, el índice de precios para la producción autorizada de pino aserrado ha reflejado un paulatino avance, pasando de I00 en 1948, a 184 en 1953. El pino aserrado subió, en la propia capital de dicho país, de 450 pesos en 1941 a unos 1.100 posos en 1953/54, por cada millar de pies tablares. Los precios del mercado interior han ascendido en México más o menos al mismo tenor que el nivel de vida, pero, en general, el alza fué más lenta que en otros materiales de construcción. Cabe esperar nuevos aumentos como consecuencia del encarecimiento de la mano de obra en las industrias de extracción y transformación de la madera, así como en la distribución y en los transportes por carretera y ferrocarril, puesto que las zonas de extracción se han alejado de los centros de consumo.

La evolución de los precios en México, lo mismo que sus causas, pueden considerarse como un fenómeno bastante característico de la mayoría de las zonas donde la industria del aserrío empieza a registrar un gran desarrollo. Como los recursos fácilmente accesibles se agotan temporalmente, hay que extender la extracción maderera a montes más distantes, a menudo antes de que se haya oreado una red de transportes. Por consiguiente, es forzoso que la madera aserrada suba de precio. Si no se practica la explotación forestal vigilada, todas las zonas forestales, debido a una demanda en constante aumento, pueden llegar a agotarse, y la consiguiente escasez de madera aserrada repercutirá de nuevo en los niveles de precios.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente