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CAPÍTULO IX RESIDUOS SECOS DE LOS CULTIVOS


Los principales cultivos, especialmente los cereales, producen grandes cantidades de tallos y de hojas, además del producto principal, que por lo general es el grano. La paja constituye casi siempre la mitad de la vegetación que se puede cosechar de un cultivo. Tales materiales ordinarios no pueden ser consumidos por el ser humano, pero el ganado los puede transformar en productos con valor económico. Algunos cereales y leguminosas forrajeras también son cultivados específicamente para heno; los detalles de su cultivo se presentaron en los Capítulos III a VI.

Este capítulo se refiere a los residuos de los cultivos que son cultivados con otros objetivos, diferentes de la producción de forraje. Si bien esos residuos son ordinarios, por lo general no son peores, y a veces son probablemente mejores, que los pastos tropicales maduros y secos. Esto debe ser tenido en consideración especialmente cuando se trabaja con agricultura en pequeña escala en los sistemas tropicales: un mejor tratamiento de la cosecha y almacenamiento de la paja, posiblemente con urea, puede ser mas económico y productivo que enfrentar las dificultades de cosechar heno natural. Los detalles del valor alimenticio de algunos residuos se encuentran en el Capítulo X.

La paja está constituida por los tallos y las hojas de los cereales menores; la paja triturada son las envolturas y las glumas de los granos que se separan durante la trilla -por lo general más rica que la paja pero más difícil de comer por el ganado a causa de las aristas y otros inconvenientes. Las cosechadoras modernas por lo general descargan conjuntamente la paja y la paja triturada; otros equipos de trilla pueden entregarlos separadamente. El maíz y el sorgo producen como residuos tallos y hojas más grandes y rústicos. Las hojas y los tallos de las leguminosas de grano son descriptos en varias formas, por ejemplo como tallos verdaderos o como tallos de plantas trepadoras. Los rastrojos son los restos de tallos y raíces que quedan en el campo después de la cosecha. Los residuos agroindustriales son subproductos del procesamiento primario de los cultivos, incluyendo afrechillo, residuos de molienda, puliduras de cereales, tortas de extracción de aceites y melazas. Estos por lo general son alimentos para el ganado, concentrados o casi concentrados, y al depender del procesamiento y no de la producción de cultivos, están fuera del objetivo de esta publicación. El afrechillo que se obtiene en la finca de la remoción de las coberturas de los cereales sirve para alimentar directamente el ganado o las aves domésticas.

Los distintos tipos de paja han sido siempre una parte importante de la agricultura. Antes de la aparición de los fertilizantes inorgánicos y de la mecanización, estos elementos eran una parte integral de la producción agrícola en gran escala como parte de la alimentación de los animales de tiro y otros animales y como base para la producción de abonos orgánicos que eran esenciales para el mantenimiento de la fertilidad. En la pequeña agricultura y en la agricultura a niveles de subsistencia, los residuos agrícolas mantienen y aumentan su importancia en razón del acceso cada vez más limitado a la tierra de pastoreo por el incremento del área cultivada. Con los cambios en las tecnologías de producción de la agricultura mecanizada, se pensó que la paja podía tener menor valor y podía ser quemada en el campo. Sin embargo, la legislación ambiental y el desarrollo del tratamiento de la paja para mejorar su digestibilidad, han eliminado la quema de la misma en la mayoría de los países desarrollados donde ahora es usada para alimentar el ganado o con fines industriales.

El cambio de uso de la tierra del pastoreo a la producción de cereales por lo general no reduce la cantidad de material ordinario disponible para el ganado ya que la cantidad de paja será tan voluminosa o mayor que la producción anterior de las pasturas naturales. En las grandes áreas regadas que se han desarrollado en zonas áridas y semiáridas -por ejemplo en Asia, en Egipto y en Sudán- la cantidad de materiales ordinarios producidos por los cultivos es varias veces mayor que la producción anterior de las praderas naturales. Los sistemas de producción basados en el arroz producen grandes cantidades de paja. Frecuentemente, el cambio del pastoreo extensivo a los cultivos arables o la producción mixta lleva a un incremento en el número del ganado que se mantiene. Muchos sistemas de producción agrícola son mixtos, con cultivos y ganado, a menudo con varios propósitos; con la disminución de la disponibilidad de tierras de pastoreo, el ganado depende de los residuos de los cultivos como base para su nutrición. Es esencial, por lo tanto, que esos residuos sean usados en la mejor forma posible y sean almacenados correctamente de modo de que el ganado cuente con un aporte adecuado durante todo el año. Dado que los residuos de los cultivos no constituyen una ración adecuada para la producción o para el ganado joven, se debe prever su complementación con forraje verde de alta calidad y, en algunos casos, con concentrados.

La practicidad de la cosecha y el secado de los residuos depende, por supuesto, de las condiciones climáticas. En los climas subhúmedos y más secos y en las regiones templadas hay por lo general pocos problemas con la cosecha de paja. En los trópicos húmedos y en los subtrópicos, el tiempo en el momento de la cosecha puede dificultar estas tareas o incluso hacer imposible conservar estos materiales, especialmente los tallos de leguminosas frescos. La parte aérea de las plantas de maní cosechadas en condiciones cálidas y secas son, por ejemplo, un excelente alimento, pero cuando la cosecha se hace bajo condiciones más húmedas esas partes son atacadas por enfermedades y se ennegrecen antes de poder ser secadas. El secado adecuado de la paja de arroz durante la estación lluviosa y sobre la tierra húmeda es difícil y muchas veces imposible, sobre todo cuando hay otras tareas urgentes en el campo.

Los restos de la cosecha que permanecen en el campo por lo general son pastoreados inmediatamente después de la cosecha del cultivo. Estos restos a menudo contienen, además de la parte basal de las plantas y de la paja, alimento valioso bajo la forma de grano que se ha perdido en el proceso de la cosecha -sobre todo en el caso de la cosecha mecánica- y plantas de malezas. Algunos métodos de cosecha de granos dejan la planta en pie después que se han recogido a mano las espigas o mazorcas; esto es común en los sistemas agrícolas a pequeña escala, en el caso del arroz, mijo perla, mijo africano y sorgo. En los casos de abundancia de alimento o cuando la mano de obra es escasa, estos residuos pueden ser pastoreados in situ. Esta es una situación favorable para el ganado ya que le permite hacer un pastoreo selectivo y probablemente encontrar al menos una dieta de mantenimiento en lo que pudiera haber sido una alimentación de sub-mantenimiento si hubiera sido consumida en forma masiva. Esta operación, si embargo, lleva a gran cantidad de desperdicio del forraje en virtud del pisoteo. En las zonas en que hay un déficit general de materiales ordinarios para la estación seca o para el invierno, es preferible cosechar, secar y almacenar tantos residuos de cultivos como sea necesario para asegurar el abastecimiento de los mismos en la épocas de penuria forrajera.

Las formas tradicionales de organización del pastoreo de los residuos de los cultivos pueden ser desarrolladas donde hay comunidades agrícolas y ganaderas especializadas en la misma área tales como la integración de los rebaños de los grupos Fulani en África occidental con varios grupos agrícolas establecidos. Los derechos de pastoreo de estos residuos pueden ser concedidos a los pastores -pagos o gratuitos- con un beneficio común para ambas comunidades: el ganado consume los residuos y recicla la fertilidad a la tierra arable; los rebaños a menudo son encerrados en corrales durante la noche para construir la fertilidad en zonas bien delimitadas. Sin embargo, recientemente y sobre todo en períodos de sequía, ha habido un cambio hacia la cosecha de los residuos y su venta para alimentar a los rebaños transhumantes. En el norte de África, los pastores de los rebaños transhumantes, quienes según la estación pastorean su ganado desde el borde del desierto hacia las zonas agrícolas más al norte, compran residuos y pastorean el rastrojo en las áreas de mayor lluvia, productoras de cultivos, con el fin de alimentar el ganado en primavera y verano. Los pastores tienen gran habilidad para estimar la cantidad de forraje para pastoreo disponible en cualquier tipo de tierra y para encontrar campos sucesivos a través de la temporada.

Los residuos de los cultivos y la conservación de suelos

Es bien conocido el importante papel quejuegan los residuos de los cultivos para proteger el suelo de la erosión hídrica y eólica. La cobertura con los residuos de los cultivos junto con la labranza mínima conforma una técnica bien establecida para proteger el suelo y conservar la humedad en la agricultura en gran escala en las regiones frías semiáridas. Los residuos que permanecen sobre el suelo lo protegen; el corte de cultivos como el maíz y el sorgo bien por encima del nivel del suelo pueden proveer una protección útil. En los sistemas agrícolas a pequeña escala, sin embargo, la paja y los residuos son muy codiciados como forraje, para el techado de las casas, para cama de los establos y como combustible, por lo que frecuentemente las plantas son cortadas a nivel del suelo; incluso las raíces del maíz pueden ser desenterradas para ello.

Usos competitivos

La paja, los restos más ordinarios y la paja triturada, tienen muchos otros usos dentro de la economía de la finca además de ser un alimento animal; esto debe ser tomado en consideración cuando se evalúa la disponibilidad y el rendimiento de los sistemas de alimentación del ganado. Dentro de los sistemas de producción ganadera, la paja también es usada como cama para los animales -lo que proporciona abono orgánico o composte- y la paja de trigo triturada por lo general es requerida para la cama de las aves de corral. La paja, especialmente la paja de arroz, a menudo es comprada por fábricas de papel y también es usada para hacer materiales para embalaje; la paja y la cáscara de arroz se usan para la confección semiartesanal de ladrillos; la paja triturada mezclada con barro es usada para revoques internos y, en los climas cálidos y secos, para revoques externos. Los tallos fuertes de maíz, sorgo y mijo perla son usados para hacer construcciones tradicionales, cortinas y depósitos de granos; la paja larga es usada para techos. La paja y los tallos gruesos son usados como combustibles en áreas en que estos son escasos, ya sea solos o triturados y mezclados con estiércol.

Paja

La proporción de paja o tallos gruesos varía según los cultivos y el nivel de rendimiento -bajos rendimientos de grano tienen una mayor proporción de paja, su relación tiende a infinito cuando un cultivo no produce debido a la sequía- pero, por lo general, es ligeramente superior a la de la biomasa que se puede cosechar. La altura de corte también afecta la cantidad de residuos que quedan sobre el campo: muchos cultivos cosechados con cosechadoras automotrices se cortan altos; los cultivos en las fincas a pequeña escala, donde la paja es escasa, pueden ser cortados a nivel del suelo con una guadaña o arrancados a mano, como ocurre en el Plateau de Loess (China).

Paja de arroz

El arroz es uno de los cereales más importantes del mundo, especialmente en Asia. Gran parte del mismo es cultivado por pequeños agricultores que utilizan la paja como alimento para los animales de trabajo o para las lecheras.

Los métodos de cosecha son muy variables. A menudo, en los sistemas en pequeña escala, tanto las espigas como toda la planta son cortadas con hoz; por lo general el cultivo es cortado cuando está aún inundado a causa de las lluvias o de la falta de control del riego. El grano se trilla batiéndolo contra una superficie dura o usando pequeñas trilladoras manuales. La producción mecanizada de arroz es común en áreas donde pueden ser usadas las cosechadoras automotrices.

La paja del arroz, a diferencia de lo que ocurre en otros cereales, presenta la particularidad de que su tallo es más digerible que las hojas. Por esta razón, para alimentar el ganado es más conveniente cortar las plantas contra la superficie del suelo. En el caso de la cosecha manual, el cultivo es cortado cuando la paja está aún relativamente verde lo cual producirá una paja de mayor calidad que las plantas maduras. Cuando se cosechan solamente las espigas, la paja debería ser cortada tan pronto como sea posible después de la cosecha de las espigas y secada para conservar su calidad forrajera.

El secado de la paja del arroz es a menudo un problema en las áreas de altas precipitaciones ya que al usarse cultivos anuales, la cosecha de por lo menos uno de ellos se produce en condiciones muy húmedas. Con la presión de trabajo que puede ocurir en el momento de la trilla es difícil disponer del tiempo necesario para desparramar la paja para su secado; como consecuencia se obtiene un producto pobre, con hongos. Siempre que sea posible la paja de arroz debe ser secada -en lomas o en áreas secas- tan pronto como sea posible después de la trilla a fin de asegurar la producción de una paja de calidad como alimento animal. En áreas inundadas o de grandes lluvias como en algunas partes de Bangladesh, es prácticamente imposible secar la paja durante la estación de las lluvias. En los casos en que el secado sea difícil, debería ser analizada la posibilidad de usar un tratamiento con urea para preservar el producto y para mejorar su digestibilidad y absorción.

Lámina 36. Paja de arroz almacenada cerca de la casa; las hojas de los árboles son un forraje verde suplementario. Nepal

La paja de arroz es generalmente usada para alimentar rumiantes en casi todos los países que cultivan arroz. A menudo es el principal forraje para la alimentación del ganado adulto de trabajo -vacunos y búfalos- durante todo el año, y con cuya alimentación trabajan y sobreviven, a pesar de su baja digestibilidad y contenido proteico. Por lo general, el ganado es alimentado ad libitum y algunas veces es pastoreado, lo cual da a los animales la posibilidad de seleccionar las partes que consumen. En los países productores de arroz y donde se consume tradicionalmente leche, la paja de arroz también se usa para alimentar el ganado lechero y más especialmente búfalos, pero con la adición de forrajes verdes y concentrados. La paja y la cáscara del arroz tienen muchos usos además del forraje para animales, y tradicionalmente son usadas en la producción de ladrillos, como material para embalaje y para la producción de papel.

Pajas blancas

Las pajas de los cereales comunes de las zonas templadas han sido tradicionalmente usadas como alimento animal y aún hoy día son sumamente importantes en los países en desarrollo. Los progresos hechos en los métodos de cosecha pueden haber afectado la calidad de la paja en algunas partes del mundo, especialmente en las zonas templadas. El método tradicional consistía en cortar el cultivo antes de que se iniciara el desgrane, hacer gavillas y parvas -inicialmente cortado con hoz o guadaña, manejadas a mano y más adelante mecanizado con la segadora atadora- donde se completaban la maduración y el secado del grano antes de la trilla, la cual podía tener lugar mucho más tarde con el cultivo almacenado en las parvas. Los métodos mas modernos, especialmente con la introducción de las cosechadoras automotrices y el secado artificial del grano, usualmente llevaron a que el cultivo fuera cortado en un estado ligeramente más maduro que con los métodos anteriores, con mas pérdida de hojas y paja de menor valor alimenticio. Los sistemas modernos de control de malezas, con herbicidas, han reducido en forma sensible la presencia de gramíneas y otras especies comestibles que anteriormente estaban mezcladas con la parte inferior de la paja.

Las opiniones de los agricultores respecto al valor alimenticio de la paja difieren sensiblemente de país a país. En Europa occidental es considerada un alimento muy pobre usado solo en casos de emergencia -avena y cebada eran las únicas especies recomendadas en el Reino Unido hasta el momento de la introducción de nuevas técnicas de tratamiento de la paja- pero hoy día son ampliamente usadas en base al tratamiento con amoníaco. En los países de Asia y África del Norte donde el trigo es un cultivo tradicional, la paja de trigo es altamente apreciada y su recolección y almacenamiento son hechos cuidadosamente.

La forma de la paja depende del método de trilla. Cuando la trilla se hacía con un látigo se producía paja larga y las trilladoras modernas dan el mismo resultado. Cuando la trilla se hacía con el pisoteo de animales o con un rodillo rugoso la paja se rompía en trozos de 5-10 cm de largo (tibn, bhusa); este sistema estaba difundido en Asia y África del Norte. El pisoteo ahora ha sido reemplazado a menudo por trilladoras; los equipos usados en India y Pakistán son construidos para triturar la paja durante la trilla. La paja triturada es así almacenada en parvas comprimidas y recubiertas con un revoque de barro para protegerla de la lluvia y del ganado. El revoque con barro también se usa para sellar las parvas y hacer el tratamiento con urea.

La paja de avena es un forraje ordinario tan bueno y palatable como la paja de cebada. Estas pajas son fácilmente recolectadas, manejadas y enfardadas en sistemas mecanizados con equipos adecuados para henificar.

Paja de mijos

La paja de la moha de Hungría (Setaria italica) -que es un cultivo importante en el noroeste de China- es bien aceptada por el ganado. La paja del mijo africano (Eleusine coracana) es considerada un buen forraje en India y Nepal; las espigas maduran en forma desuniforme y son cosechadas a mano en diversas etapas y después de ello se corta y se seca la paja. La paja del mijo común (Panicum miliaceum) es villosa y su palatabilidad es baja.

Tallos gruesos

Los residuos del maíz, los sorgos y los mijos son los forrajes principales en los países en desarrollo y los tallos de maíz son también usados en la agricultura comercial. En los sistemas de los pequeños agricultores los tallos por lo general son manejados y secados en su estado natural, sin cortar, amontonados en el borde o dentro del campo del cultivo. En los sistemas en gran escala pueden ser enfardados o recolectados con un recolector de forraje y ensilados con o sin tratamiento con urea.

Tallos de maíz

Los tallos del maíz, entre todos los cereales, son los más apreciados para la alimentación del ganado. Cuando son muy abundantes en relación al número de animales pueden ser pastoreados directamente; de lo contrario, en los grandes establecimientos pueden ser ensilados o recolectados y secados. En muchos sistemas agrícolas en pequeña escala los tallos se recolectan después de la cosecha de las mazorcas y se hacen secar en el campo o en el depósito. En algunos lugares de escasez de combustible se desentierran las raíces junto con la base de los tallos para ser usadas como tal. Los tallos cortados para ser ensilados se trituran, humedecen y compactan y se cierran herméticamente.

Lámina 37. Fardos comunes de paja de cebada apilados en el campo para su secado y posterior transporte. Dunecht, Escocia

Lámina 38. Paja de moha de Hungría (Setaria italica) en parvas cuidadosamente hechas y cubiertas. Gansu, China

Los tallos de maíz tienen un valor alimenticio mayor que muchas pajas, con cerca de 6 por ciento de proteína cruda. En América del Norte frecuentemente se dan a las vacas secas preñadas, como ración básica; de lo contrario pueden ser pastoreados o triturados y dados al ganado, pudiendo o no ser ensilados. A menudo es almacenado en pilas o fardos después de haber sido secado en el campo.

Los olotes -marlos, zuros- del maíz dulce, actualmente muy difundido como hortaliza para consumo fresco, envasado o congelado, son cosechados cuando la planta está aún verde por lo que producen como subproducto una gran cantidad de forraje ordinario de alta calidad. Los tallos del maíz dulce mejoran en calidad si se dejan en el campo unos pocos días después de la cosecha de las mazorcas. El maíz a menudo es cosechado para asar las mazorcas en las zonas periurbanas; dado que se cosecha en un estado de madurez mas avanzada que el maíz dulce, los tallos frescos de tales plantas son un forraje superior -o secas, como heno- cuando se las compara con las de un cultivo completamente maduro.

Lámina 39. Almacenamiento de paja y tallos de maíz en el techo de las casas; además mantiene la temperatura del recinto de los animales. Gilgit, Pakistán

Tallos de sorgo

Son un forraje de buen valor, sobre todo si se cortan y secan inmediatamente después que han sido cosechadas las espigas para grano. Por lo general, las espigas son cosechadas a mano a medida que maduran y los tallos son cosechados por separado, cortados preferiblemente tan verdes como sea posible después de la cosecha del grano; son secados en el campo de la misma manera que se procede con el heno de sorgo. En algunos países se realiza el pastoreo in situ, pero es potencialmente peligroso a causa de la posibilidad de aparición de substancias cianogénicas en los rebrotes además de generar una gran cantidad de desperdicios como ocurre en el caso del pastoreo de los tallos. Los tallos de las variedades más altas y fuertes son usados para cercos, cribas para granos y otros trabajos livianos de construcción.

Mijo africano

Es un forraje pobre y ordinario, generalmente reconocido como de baja palatabilidad; de cualquier manera su uso está difundido en algunas partes de la India. En las condiciones de los pequeños agricultores, las espigas se cosechan a mano y los tallos son cortados una vez que se ha terminado la cosecha.

Residuos de leguminosas alimenticias

Muchas de estas plantas tienen un valor forrajero mayor que el de muchas pajas de cereales, pero son mucho mas difíciles de manejar; en los climas húmedos las hojas tienden a decolorarse o caer en el momento de la cosecha o antes de la misma y en condiciones secas las vainas se abren rápidamente. Cuando el secado final del cultivo se hace en los depósitos, es más fácil recuperar las hojas y los tallos. Las hojas y los tallos de otras especies de leguminosas alimenticias -que no se describen- también constituyen alimentos valiosos como los distintos Phaseolus spp., caupíes verdes y negros, y las partes foliares del gandul. Las habas tienen tallos ordinarios, leñosos y la paja de los garbanzos (Cicer arietinum) tiene un alto contenido de ácido oxálico, es impalatable y posiblemente sea tóxica.

La parte vegetativa de los maníes usada como heno

En las zonas donde hay un clima apropiado para el secado en el momento de la cosecha es posible producir un heno de buena calidad a partir de los tallos de los maníes. Los maníes deberían ser desenterrados cuando las hojas comienzan a cambiar color a un amarillo oscuro y los tallos comienzan a secarse. Una vez desenterrados los maníes se separan los tallos de las raíces y se hileran para secar el follaje. Los tallos parcialmente secados se pueden amontonar en pequeñas parvas. En las partes más secas de Asia la parte superior de la planta de los maníes es cosechada y se seca en el patio cercano a la casa o en el techo de la misma o en otros lugares fuera del alcance del ganado. La planta completa también puede ser secada en armazones durante tres a seis semanas y después trillada; en este caso, la paja obtenida es útil a pesar de su apariencia pobre.

Los tallos de los guisantes

Los restos verdes provenientes de las plantas de procesamiento de guisantes (arvejas) verdes o congelados son un subproducto valioso y se conservan en buenas condiciones en ensilaje. En los países desarrollados, el cultivo de guisantes para congelar es importante y la paja de las plantas maduras es un buen forraje ordinario.

Los tallos de la soja

Los tallos de las plantas cosechadas a mano, cuando son secados adecuadamente constituyen un alimento valioso. La cosecha es, sin embargo, dependiente del clima favorable, y las hojas pueden estar enfermas o senescentes en el momento de la cosecha.

Los tallos del caupí

Son un excelente forraje y en los países en los que las condiciones climáticas en el momento de la cosecha son adecuadas, son cuidadosamente almacenados. Son la fuente tradicional de forraje para engordar ovejas en la zona del Sahel.

Sistemas tradicionales de almacenamiento y utilización del forraje

Los sistemas de almacenamiento han evolucionado junto con los distintos sistemas de producción de agrícola y ganadera asociados con los residuos de los cultivos. A menudo son similares a aquellos usados para la producción de heno descriptos en el Capítulo III. Los métodos para almacenar pajas blancas dependen del sistema de trilla, por ejemplo, si se obtienen pajas largas o cortas. La paja larga a menudo es colocada en parvas o techos y cuando se manejan pequeñas cantidades se almacena en el techo de las casas, en heniles o al aire libre. También se pueden almacenar sobre los árboles, fuera del alcance de los animales. Las parvas deben ser hechas sobre bases secas de piedra o madera. La paja cortada es producida prevalentemente en zonas semiáridas; un sistema común de conservación son las parvas protegidas con un revoque de barroç se construyen en una esquina del campo, en tierras inutilizadas o cerca del lugar de uso. En las zonas secas, las parvas se construyen directamente sobre el suelo.

La paja del arroz es siempre larga y casi imposible de cortar. El manejo para su almacenamiento y conservación varían considerablemente según los lugares. Por lo general se hacen parvas simples a lo largo de los cercos o donde se recoge el ganado por la noche; este tiene acceso directo a la misma y come en forma selectiva. Esta paja debería ser complementada con otros forrajes. Cuando hay una escasez general de materiales ordinarios la paja de arroz es tratada con mayor cuidado y puede ser almacenada en las horquetas de los árboles o en parvas protegidas de los animales. En algunas áreas se conserva sobre los techos planos de los refugios para el ganado.

En algunos países, sobre todo en algunas partes de África, los tallos gruesos del maíz y del sorgo son pastoreados directamente; este método genera grandes pérdidas de material pero ahorra mano de obra y devuelve estiércol al campo. En los casos en que los materiales ordinarios secos son de alto valor y en que hay un período seco después de la cosecha, los tallos son secados en gavillas y en las áreas secas a menudo son almacenados reuniendo varias gavillas en forma vertical.

Mejor cosecha y almacenamiento

El mejoramiento de la producción y la conservación de la paja para alimento animal puede ser hecha de varias formas. Los cereales de doble propósito -donde la calidad y la cantidad de la paja son adicionales a la producción de grano- constituyen uno de los enfoques posibles, pero su extensión depende de la economía de la producción de paja y de la producción ganadera vis à vis la producción de grano, así como de la calidad del grano cuando este es un cultivo de subsistencia. La tendencia general en el desarrollo de variedades de cereales ha sido dirigida a la obtención de cultivares más bajos con menos paja; por otro lado los maíces que se mantienen verdes incrementan su rendimiento de grano pero también proporcionan mejores tallos para alimentar los animales.

Es posible introducir varias mejoras para aumentar la recuperación de la paja y consecuentemente su rendimiento sin necesidad de cambiar los cultivares, sólo considerando algunos detalles agronómicos en el momento de la cosecha o inmediatamente después de esta. Cuando se corta toda la planta en el momento de la cosecha la paja debería ser secada tan pronto como sea posible y almacenada adecuadamente. Cuando se cosechan sólo las espigas o las mazorcas, el corte y el secado de los tallos o de la paja debería ser hecho tan pronto como se ha completado la cosecha del grano, teniendo la precaución de evitar la entrada del ganado al predio entre la cosecha del grano y la recolección de la paja. La formación de gavillas del maíz y del sorgo permite completar la madurez del grano después del corte de la planta; esto proporciona a la paja un mayor valor alimenticio que si el cultivo completara su madurez en el campo. Topps y Oliver (1993) presentan algunos datos obtenidos en Zimbabwe (Cuadro 7). Como sucede con el heno, el transporte y el almacenamiento cuidadosos, en fardos o a granel, son sumamente importantes.

Cuadro 7. Efecto del engavillado del maíz sobre la composición de los tallos

Estado del corte

NDT (%)

Proteínas (%)

Proteínas digestibles (%)

Engavillado

45

4,0

1,0

Corte tardío

40

3,0

2,0

Manejo en el campo y enfardado

El manejo mecanizado de la paja de los cereales pequeños es similar a la del heno, tal como se describe en el Capítulo II. Dado que la paja procede de partes de la planta relativamente maduras y secas, es mas fácil de secar que el forraje verde. El hilerado seguido por el enfardado pueden ser hechos muy pronto después que ha pasado la cosechadora automotriz. La paja a ser transportada fuera de la finca, por lo general se acondiciona en fardos de alta densidad, por lo general de más de 200 kg/m3.

En los sistemas de las pequeñas fincas, el cultivo se lleva para su trilla, por lo general, a un punto central que puede o no estar dentro del predio. La paja es posteriormente llevada fuera del área de trilla para su secado final, sobre todo en el caso del arroz, ya que puede no estar lo suficientemente seca. En el caso de algunos cultivos y sistemas de cosecha, la paja puede permanecer en el campo después de cortar las espigas o mazorcas como por ejemplo en el caso de algunos sistemas en el arroz o en el mijo africano; esta paja debería ser cosechada y secada tan pronto como sea posible. Los pequeños productores usualmente almacenan la paja sin enfardar, ya sea larga o cortada, de acuerdo con el cultivo y el sistema de trilla.

Tratamiento de la paja

El tratamiento de la paja mejora su calidad y su conservación. Cuando la paja es tratada con un álcali, el éster se une con la lignina y la celulosa de la pared celular y los polisacáridos y las hemicelulosas se hidrolizan de modo que los carbohidratos se presentan en forma mas fácilmente disponible para los microorganismos del rumen. En un primer momento se utilizó el hidróxido de sodio pero presentaba problemas de costo y manejo. Actualmente se utiliza amoníaco anhidro o una solución de amoníaco en agua. El amoníaco gaseoso es más adecuado para operaciones de gran magnitud y puede ser usado solo donde esté disponible un sistema de distribución con tanques o cilindros; tiene la gran ventaja de que la paja puede ser tratada en el fardo. El amoníaco actúa como un fungicida en un proceso que crea condiciones anaeróbicas y también incrementa el contenido de proteínas crudas. Este tratamiento requiere condiciones herméticas.

Para los pequeños productores por lo general es más conveniente generar amoníaco a partir de la urea -fertilizante conocido por casi todos los agricultores y fácilmente disponible- por medio del proceso de ensilaje húmedo. El amoníaco se produce a partir de la urea que es descompuesta por medio de la ureasa de la acción bacteriana cuando es mezclada con paja húmeda: (NH2-CO-NH+ H2O -> 2NH+ CO2); el proceso a altas temperaturas es rápido, adecuado a las condiciones tropicales y subtropicales y algo menos a los climas templados o a los inviernos subtropicales.

La siguiente descripción del tratamiento de la paja con urea se ha extraido de la publicación de la FAO (1993) Tropical Feeds:

Entre los tratamientos químicos disponibles, el tratamiento con urea es de la mayor importancia para los pequeños agricultores: la urea se agrega a la paja a razón de 5 por ciento (base seca). La cantidad de agua puede variar entre 0,3-1 l/kg de paja secada al aire, con el valor mínimo aplicado en las áreas de escasez de agua. Si la paja estuviera húmeda por la lluvia o por ser recién cosechada, con mucho material verde, la urea puede ser aplicada sin ser disuelta.

La paja puede ser mantenida en varias formas durante el tratamiento. Las condiciones herméticas producen los mejores resultados. El método convencional consiste en usar láminas de plástico. Un silo de cemento, sobre la tierra y forrado con plástico producirá, con seguridad, buenos resultados, pero en algunos casos estos silos pueden ser difíciles de obtener. La fabricación de ladrillos de tierra -arcilla mezclada con paja- tal como se usa para construir casas en algunas regiones de África, puede ser adecuada. Los tanques de petróleo o bolsas de plástico pueden ser utilizados en muy pequeña escala, por ejemplo, para un solo animal. Otras alternativas se deben desarrollar en el propio lugar de uso: en las zonas secas pueden ser pozos forrados con paja, hojas de banano o tejido de hojas de bambú; en las áreas mas húmedas las gavillas pueden ser colocadas contra una pared o en contenedores con un cerco tipo gallinero. Cuando la paja es almacenada contra estructuras firmes como paredes, pozos o alambres, se puede compactar el material y la paja húmeda de modo de no permitir la entrada del aire. Aun cuando no se obtengan condiciones de eliminación total del aire es posible llegar a buenos resultados pero las partes no tratadas -exteriores- pueden ser dadas a los animales con menores exigencias como los animales de tiro o las vacas secas, mientras que la parte interna se dará a los animales en lactación.

El tiempo del tratamiento puede durar de una a cuatro semanas. En un trabajo intensivo llevado a cabo en Bangladesh y Sri Lanka a inicios de la década de 1980, el tiempo normal fue de siete a diez semanas, sin que se obtuviera ningún beneficio para los animales con un tratamiento más largo. Sin embargo, la temperatura y el tiempo están en relación inversa y en invierno o en los climas fríos el tiempo necesario es mayor. Cuando la paja está bien compactada, la temperatura aumenta más de 10°C después de una semana.

Lámina 40. Paja tratada con urea en una parva revocada con barro. Detrás se nota un cultivo de trébol de Alejandría. Punjab, Pakistán

Una descripción detallada del procesamiento de la paja a pequeña escala es presentada por Dolberg en Better Farming Series (FAO, 1995c) y presenta diferencias entre paja tratada y no tratada que se encuentran en el Cuadro 8.

Las indicaciones de que el tratamiento de la paja ha sido exitoso son:

la paja cambia de color al amarillo oscuro o marrón;
la paja tiene un fuerte olor a amoníaco;
la paja es mas suave que la paja sin tratar; y
los animales, después de un período de adaptación, comen un tercio más que de la paja sin tratar.

Cuadro 8. Efecto esperado de los tratamientos de la paja

Paja no tratada

Paja tratada

Alimento de mala calidad

Alimento de calidad aceptable

Impalatable, los animales comen poco

Palatable, los animales comen más

Los animales pierden peso

Los animales ganan peso


Los animales producen algo de leche

El equipo necesario para su preparación es simple y el tratamiento a pequeña escala es una forma de pesar la paja: por lo general, se pesan varios manojos o canastos, y después se usan medidas de volumen. Son necesarios una medida de volumen para una medida estándar de urea, un recipiente de 10 litros y un depósito grande de agua; la concentración usada es de cinco por ciento o medio kilo en diez litros de agua por cada 10 kg de paja tratada. Mientras que la paja no debe ser triturada antes del tratamiento, esta operación es necesaria en el caso de los tallos, excepto cuando están bien compactados.

El tratamiento con urea debe ser programadojunto con las operaciones de cosecha de los cultivos y, siempre que sea posible, antes que la paja o los tallos sean almacenados para evitar la repetición del trabajo. Esto contribuye a asegurar que la paja está en buenas condiciones; la paja sucia, con hongos o en mal estado nunca debe ser tratada ya que el resultado será un alimento de mala calidad y potencialmente peligroso.

La paja en fardos estándar grandes es adecuada para el tratamiento con amoníaco ya que el gas se difunde a través de la misma sin necesidad de un mezclado previo o de abrir los fardos. Muchos agricultores usan hoy día amoníaco anhidro como fertilizante; parte del amoníaco reacciona con la paja para proporcionar algo de nitrógeno disponible para la flora del rumen. En general se utiliza amoníaco anhidro o una solución acuosa al 35 por ciento. La paja debe ser colocada en condiciones herméticas, generalmente bajo una lámina de plástico. Los fardos estándar se apilan en grupos de 50 × 4 o 5 de ancho, con un peso total de cerca de 30 t, bajo una cubierta de plástico con la parte superior ligeramente inclinada para permitir la caida del agua. El conjunto es cubierto con otra lámina de plástico la cual es sellada con pesos varios. El conjunto debe ser atado o cubierto con una red como protección contra el viento. El amoníaco es inyectado a través de las láminas de plástico la que inmediatamente después de la aplicación es sellada con una cola especial. Los fardos más grandes son apilados, cubiertos por mangas de plástico, en grupos de una o más pilas, y entonces son inyectados. El lugar para almacenar las pilas grandes debe ser cuidadosamente elegido para asegurar el drenaje y el acceso en el momento del uso.

Otros cultivos

Caña de azúcar

La parte superior de la planta de caña de azúcar, las hojas terminales, las vainas y los tallos con uno o más nudos de esta especie son un alimento valioso para los animales. El punto de corte depende de las necesidades del ingenio azucarero, pero por lo general está a la altura del nudo bien formado más alto. Las cantidades varían con los cultivares, las prácticas de manejo y las condiciones de crecimiento, pero son de cerca del 18 por ciento de la biomasa aérea: un buen cultivo puede rendir 5 t/ha de materia seca. En los lugares en que el corte de la caña es estacional, el ganado a menudo depende de la misma para la alimentación invernal, cuando otros forrajes son escasos. Por ejemplo, en las áreas azucareras de los llanos del Indo-Ganges, al final del invierno la caña de azúcar es una fuente apreciada de forraje ordinario. Los cortes de la caña son rápidamente aceptados por el ganado pero son pobres en proteínas y deben ser suplementados. Cuando los animales pueden pastorear dichos materiales en forma selectiva o si se han quitado las hojas secas, su valor alimenticio es mayor. La parte superior de los cortes puede ser conservada como ensilaje.

La caña de azúcar también puede ser cultivada como forraje y a diferencia de otras gramíneas tiene su mayor contenido de azúcar en el momento de la madurez. Puede ser triturada u ofrecida al ganado entera o ensilada; la caña también puede ser fraccionada utilizando prensas simples de modo que el jugo pueda ser usado para animales monogástricos y el residuo para los rumiantes.

Los residuos del procesamiento como el bagazo y las melazas también son buenas fuentes de alimento, sobre todo las últimas que son ricas en energía fácilmente disponible; sin embargo, son considerados subproductos industriales. El bagazo también es usado como combustible y en la fabricación de tableros de compensado. Los residuos de las prensas artesanales contienen mas azúcar que el bagazo de las usinas industriales y son, por lo tanto, más valioso para la alimentación animal.

Capítulos del girasol

Los capítulos del girasol, siempre que hayan sido secados antes de la trilla -lo cual depende del clima- son un forraje apreciado. En la región de Trans-Nzoia de Kenya, donde el girasol se cultiva como alimento para pájaros, el cultivo se cosecha cuando las semillas están completamente formadas cortando el tallo en forma aguda a la altura de la cintura del operador, cortando el capítulo, e insertándolo invertido en el tallo que queda en el campo para su secado final sin que sufra daños de las aves. Si es necesario, los capítulos son secados al sol antes de la trilla. Los capítulos trillados, que pueden aún contener alguna semilla, se pasan a través de un molino de martillos para ser adicionados como alimento de los rumiantes. El contenido de proteína cruda de este material es de 7 a 9 por ciento y una vez que está seco puede ser almacenado largo tiempo. En un cultivo razonable (2 t/ha) de un cultivar de tallo gris y alto, la relación semilla/capítulo fue de cerca de 1:2. Los tallos constituyen un alimento pobre y por lo general son enterrados o usados como combustible. En Zimbabwe, algunas veces los capítulos son secados una vez que se han formado las semillas y entonces molidos, sin trillar, y usados como forraje. Topps y Oliver (1993) indican un contenido de proteína cruda de la harina de 14 por ciento y de 25 por ciento de fibra cruda.

Tallos de algodón

Las hojas, los brotes y las cápsulas inmaduras del algodón que quedan después de la cosecha son comidas por los rumiantes menores y constituyen un buen alimento, pero solamente si el tratamiento previo con insecticidas del cultivo lo permite. Los tallos secos pueden ser secados como alimento para el invierno y los tallos más gruesos usados como combustible.

Residuos húmedos varios

No todos los residuos adecuados para alimentar el ganado son secos. Muchos residuos con un alto contenido de humedad son importantes, en casos locales, como fuentes de alimento para el ganado. La parte aérea de las plantas de remolacha azucarera son un buen alimento pero deben ser conservadas en ensilaje y no secas; la pulpa es un alimento muy valioso, pero es considerado un subproducto industrial. Los productos hortícolas producen grandes cantidades de vegetación la que en los casos en que no es consumida por los seres humanos es usada como un buen alimento animal. Las partes no comercializables de las crucíferas -una hectárea de coliflor puede rendir una gran cantidad de materia verde- son por lo general adecuadas como alimento fresco. La parte aérea de las batatas y boniatos son un excelente forraje, equivalente al de buenas leguminosas. Las peladuras de estas raíces también son una fuente tradicional de alimento para los animales domésticos menores en África occidental. El follaje de los bananos es un buen forraje ordinario muy usado para alimentar el ganado, y si bien no es adecuado para ser secado puede ser ensilado. Algunas podas de árboles son un buen alimento, sobre todo para los pequeños rumiantes, pero están disponibles solo en forma esporádica y son consumidas en el lugar; también, en algunos casos los animales comen la corteza de los árboles como en el caso de la morera en la región del Himalaya.

Cuando las podas de los árboles son abundantes, las hojas pueden ser conservadas para el uso local. Los olivos que son ampliamente cultivados en la zona mediterránea de Europa y norte de África y que actualmente son cultivados en forma comercial en América, proporcionan después de la poda una gran cantidad de brotes y hojas que son altamente palatables para el ganado; es preferible usar las hojas cuando están verdes pero también pueden ser secadas o arrancadas de las ramas y ensiladas. Las frutas no comercializables y algunos residuos del procesamiento de frutas y hortalizas -orujo de citrus, restos de piña, tallos de guisantes- son conservados como ensilaje.


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