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Bosques
tropicales:
paradigmas
divergentes
de desarrollo

J.A. Sayer

Jeffrey A. Sayer es Director General
del "Center for International Forestry
Research"(CIFOR) Bogor, Indonesia.

¿Cómo será la gestión de los bosques tropicales en 2050? Hay varios escenarios imaginables. Por ejemplo, la eficiencia económica puede empujar hacia una explotación forestal especializada muy intensiva con objetivos específicos y limitados. Por ejemplo, la fibra se obtendrá de plantaciones de rotación corta de árboles extraordinarios genéticamente modificados, y se explotarán intensivamente plantaciones de castaños de Pará, rotén etc. genéticamente modificados. Entre tanto, la biodiversidad se conservará en bosques «prístinos» rigurosamente protegidos. Pueden imaginarse, no obstante, otras trayectorias de desarrollo. Frente a la tendencia hacia sistemas de producción a gran escala basados en productos uniformes y que se beneficien de economías de escala, hay también una tendencia hacia la autosuficiencia a pequeña escala haciendo hincapié en la sostenibilidad.

En muchas de las zonas más pobres del mundo la agricultura de precisión -en la que una combinación de ciencia moderna y conocimientos tradicionales hace posible altos rendimientos de diversos productos en pequeñas superficies- parece ofrecer la mejor esperanza de mejorar la calidad de vida de los pobres. Esto se refleja en las tendencias en los países ricos en que los consumidores muestran preferencia por los alimentos producidos por granjas orgánicas en las que se minimizan los insumos externos y la sostenibilidad y la calidad del producto son los objetivos principales. Entonces, ¿qué es lo que impide avanzar hacia la silvicultura de precisión? La ciencia está llegando a una fase en que sería posible la explotación intensiva de sistemas forestales muy complejos. Las simulaciones mediante computadora podrían facilitar una gestión forestal que optimice la combinación de todos los productos y servicios.

Este ideal es ya una realidad parcial en huertos familiares en muchas zonas tropicales y en los sistemas agroforestales complejos de Sumatra y América Central. Ha existido desde hace mucho, en pequeña escala, en los bosques cuidadosamente administrados de muchas partes de Europa. Biodiversidad, amenidad, caza, madera y productos no madereros pueden obtenerse de un mismo bosque pequeño, privado o comunal. El problema es compensar a los propietarios de pequeños bosques por las contribuciones de éstos al medio ambiente mundial. Con las nuevas tecnologías de teledetección y modelación espacial se podría evaluar la contribución de estos bosques a la retención de carbono y a la conservación de la biodiversidad, proporcionando así una base para el pago de bienes públicos medioambientales.

La silvicultura local o social no es nueva en los países tropicales; pero su promoción tiene lugar sobre todo en situaciones en que los bosques naturales están próximos a desaparecer. Tiene éxito principalmente en los países «de baja cubierta forestal» y se orienta casi exclusivamente a satisfacer las necesidadeslocales de productos forestales. En los países de bosques abundantes, en los que está en peligro la valoración de los bosques como bienes públicos medioambientales, el paradigma dominante se basa todavía en el control estatal y las economías de escala. Para que los bosques aporten su plena contribución a la vida de las poblaciones de los países tropicales en 2050, creo que habrá que combinar esos dos modelos de desarrollo. La silvicultura local en pequeña escala no será competitiva en los mercados mundiales ni en la gestión de grandes reservas de la biodiversidad. Pero si los propietarios de pequeños bosques pudieran beneficiarse de los valores mundiales de la retención del carbono y de la biodiversidad podrían disfrutar de una mejor calidad de vida y conservar al mismo tiempo sus bosques.

La Conferencia de las Partes en el Convenio Marco sobre el Cambio Climático está discutiendo sobre la medida en que los bosques han de incluirse en el Mecanismo para un desarrollo limpio. El Convenio sobre la Diversidad Biológica se enfrenta con la cuestión del pago de los costos suplementarios de conservación. El futuro de los bosques tropicales puede depender de que estos dos mecanismos intergubernamentales consigan canalizar recursos hacia la pequeña silvicultura local integrada. Si lo único que hacen es operar con el modelo segregado en gran escala, sus actividades serán irrelevantes para una gran parte de las poblaciones tropicales. La gente actúa racionalmente, y si la mayor parte de los habitantes de los trópicos no obtienen beneficio directo de la conservación de los valores medioambientales de sus bosques, tales valores no se conservarán.


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