Previous Page Table Of Contents Next Page


Participación comunitaria en la gestión de reservas naturales: experiencias y lecciones de China

Q. Lai

Qingkui Lai trabaja en el Centro Comunitario de Estudios Forestales, Colegio Forestal del Suroeste, Kunming, China.

Las experiencias en las reservas naturales de la provincia suroriental de Yunnan, China, ofrecen lecciones para mejorar la gestión conjunta con miras a una integración más efectiva de la conservación de los recursos naturales y el desarrollo de la comunidad local.

Una buena gestión de las reservas naturales debe hacerse de acuerdo con las comunidades que viven en ellas o en su vecindad. Estos habitantes de Miao (Mong), aldea de la reserva de Daweishan, necesitan los recursos de la reserva para su sustento
(Foto: Q. LAI)

Para alcanzar efectivamente los objetivos de la conservación y los fines del establecimiento de reservas, es preciso formar asociaciones con las comunidades que viven en o cerca de las reservas naturales y tener en cuenta sus necesidades de productos forestales para su sustento. Se han desarrollado sistemas de gestión conjunta para integrar la conservación de los recursos naturales con la subsistencia y el desarrollo de las comunidades locales.

En China, a partir de 1990, la gestión conjunta empezó a ser aceptada por los institutos de investigación y adoptada por las agencias gubernamentales responsables de la gestión de los recursos naturales como sistema preferido para las reservas naturales. Sin embargo, la práctica de la gestión conjunta en China tropieza inevitablemente con problemas de varios tipos, derivados de las diferencias de contextos sociales, económicos, culturales e históricos, así como de las diferencias de comprensión y experiencia. Yunnan, una de las provincias con mayor biodiversidad y más numerosas reservas naturales de China, ha estado en vanguardia de la gestión conjunta desde la última década del siglo. En este artículo se examinan algunos de los logros y de los problemas en varias reservas naturales nacionales en la provincia suroriental de Yunnan y se proponen medidas para progresar desde la perspectiva de la sostenibilidad y del desarrollo de la comunidad.

IMPLICACIONES DE LA GESTIÓN CONJUNTA

La gestión conjunta es una aplicación de conceptos de silvicultura comunitaria a la gestión de recursos forestales y reservas naturales. Su premisa básica es que para conservar los recursos forestales y administrar debidamente las reservas naturales, es esencial tomar en consideración en grado suficiente las necesidades de las personas que viven en y en torno al bosque o la reserva (Western y Wright, 1994). Otros términos con significado análogo son «cogestión forestal», «gestión participativa», «gestión en colaboración», «gestión facilitada» y «gestión asociada».

La gestión participativa comunitaria de las reservas naturales debería servir a la finalidad del establecimiento de reservas, esto es, conservar la biodiversidad contenida en la reserva. La gestión de la reserva debe redundar en beneficio de la población local y satisfacer sus necesidades de recursos forestales y otros (Western y Wright, 1994), de las siguientes maneras:

• formulando planes maestros sobre la base de las situaciones prácticas de la reserva;

• formulando objetivos claros de gestión para las diferentes zonas de la reserva teniendo en cuenta las políticas del gobierno y las necesidades y peculiaridades de cada objetivo de conservación;

• formulando planes de gestión adaptables para la participación de la comunidad;

• reforzando el inventario y la investigación de las especies de fauna y flora presentes en la reserva natural;

• reforzando la capacidad institucional y desarrollando los recursos humanos de las comunidades situadas en o cerca de las reservas naturales, y promoviendo el intercambio de información y experiencias entre las reservas;

• reforzando la concientización en toda la sociedad para promover la adopción de políticas adaptables, atraer apoyo financiero y alentar la participación popular.

En el proyecto de la reserva de Daweisha, los debates entre los aldeanos y el personal de la
reserva contribuyeron a la formulación de normas y reglamentaciones para la gestión
de los recursos forestales, que se han incorporado a los reglamentos que rigen la vida de la aldea
(Foto: Q. LAI)

EXPERIENCIAS DE GESTIÓN CONJUNTA EN YUNNAN: ALGUNOS LOGROS

Beneficios para las comunidades locales. Antes de que China prohibiera la extracción de madera en 1998, más de la mitad de la población campesina en torno a la Reserva Natural del estado de Wenshan se ganaba la vida principalmente extrayendo madera y bambú de los bosques comunales y las reservas naturales y vendiendo estos productos en los mercados, especialmente en otoño e invierno. Al entrar en vigor la prohibición, los aldeanos próximos a la reserva perdieron su fuente de ingresos y quedaron reducidos a una extrema pobreza. La mayoría de ellos no ganaban bastante para adquirir alimentos y ropa ni para pagar las tasas escolares, debiendo interrumpir algunos niños sus estudios en consecuencia.

Desde 2000, se ha adoptado un sistema de gestión conjunta llamado gestión comunitaria integrada en las comunidades próximas a la reserva natural, con el apoyo de los gobiernos de la prefectura y del país. La implantación de la gestión conjunta ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de las comunidades vecinas, por ejemplo me-diante la plantación de árboles frutales, y ha proporcionado otros beneficios como la introducción de estufas o fogones de biogás para resolver el problema de la escasez de leña.

Apaciguamiento de los conflictos entre la reserva y las comunidades vecinas. La difícil situación derivada de la prohibición de extraer madera de la Reserva Natural del estado de Wenshan agravó los conflictos entre la reserva y las comunidades vecinas e hizo más difícil administrar la reserva natural y los bosques colectivos de las proximidades. La introducción de la gestión conjunta no solo benefició a las comunidades, sino que también redujo notablemente las actividades forestales ilegales. El conflicto entre la reserva natural y las comunidades se ha apaciguado considerablemente. Se ha despertado el entusiasmo de los aldeanos por la gestión forestal, lo que ha permitido recuperar los recursos de la vegetación y de la fauna forestal que son objeto de la gestión conjunta.

Cambios en los mandatos, las responsabilidades y las funciones de la gestión de la reserva. La gestión conjunta ha dado lugar a cambios en las agencias gubernamentales que administran las reservas. Para que las comunidades participen en la gestión de la reserva, para conservar debidamente los recursos vegetales y animales de la reserva y para realizar con éxito las actividades de gestión conjunta, era necesario redefinir las funciones y responsabilidades de las agencias de condado y de municipio que administran las reservas.

Se han añadido funciones de desarrollo de la comunidad y de extensión técnica a las responsabilidades de gestión de la reserva. Tareas de patrulla, vigilancia y policía, que antes eran las principales funciones de las oficinas de gestión en los condados, han sido delegadas en las estaciones de gestión municipales o en los guardas forestales de las aldeas. Las oficinas de gestión de los condados han extendido sus funciones a los servicios de desarrollo de la comunidad y a la gestión de bosques comunales; se encargan ahora principalmente de supervisar el cumplimiento de las leyes, mediar en los conflictos, ofrecer servicios técnicos a las comunidades y coordinar actividades entre departamentos.

Formulación de normas para la gestión de reservas. En la Reserva Natural del estado de Daweishan se realizó un proyecto de gestión con participación comunal, con el apoyo de la Fundación Ford y con una pequeña subvención del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) de 1998 a 2001. Con la participación del personal de la reserva y de vecinos de las comunidades, se formularon o mejoraron una serie de normas y reglas para la gestión de los recursos forestales en la reserva natural y sus comunidades vecinas. Respetando plenamente las costumbres y los usos locales, las normas para la gestión de reservas se han incorporado a los reglamentos locales de las correspondientes comunidades.

Aceptación de la gestión conjunta por la comunidad. Investigaciones, exposiciones, cursos de formación, viajes de estudios y actividades de concientización en reservas naturales como Daweishan y Wenshan y sus comunidades adyacentes han contribuido a que las poblaciones locales muestren un creciente interés por los sistemas de gestión conjunta y por el trabajo de los investigadores y del personal de la reserva. Mediante estas actividades, la mayoría de los aldeanos se han percatado de la importancia de la conservación de los bosques y del establecimiento de reservas, lo que ha contribuido a mejorar las relaciones entre la reserva y las comunidades vecinas.

Algunas observaciones

Hay que facilitar a las comunidades locales los productos forestales que necesitan. Como la mayoría de las reservas naturales de Yunnan están situadas en zonas remotas mal comunicadas, con difícil acceso a la información y con una economía en desarrollo, los habitantes de esas reservas y de sus cercanías tienen una gran necesidad de los recursos naturales para subsistir. La creación de reservas naturales ha reducido las tierras de que disponen y ha limitado considerablemente sus fuentes de subsistencia y el alcance de sus actividades económicas (Lai, 1997). Es preciso tomar medidas previsoras en lo referente a suministro de leña, mitigación de la pobreza, desarrollo económico sostenible, protección del medio ambiente, servicios técnicos y promoción de la capacidad, de manera que los campesinos puedan utilizar los productos forestales madereros y no madereros de la reserva para sus actividades económicas y culturales.

Actividades de información, capacitación y concientización en las comunidades ubicadas en la Reserva Natural del estado de Daweishan o en su vecindad han despertado el interés de la población por la gestión conjunta
(Foto: Q. LAI)

La gestión conjunta debe adaptarse a las condiciones locales, dentro de planes de gestión y escenarios unificados. Dentro de una misma reserva natural, pueden distinguirse zonas con diferencias físicas, socioeconómicas y culturales. Tales zonas han de recibir un trato diferente, y los planes y reglas de gestión deben reflejar las diferencias (Lai y Wang, 1998). Por otra parte, las condiciones físicas, sociales y económicas de una zona pueden cambiar, y la gestión deberá cambiar en consecuencia; por lo tanto, es preciso revisar periódicamente la gestión para adaptarla a las nuevas condiciones.

Entre los beneficios derivados de los proyectos de gestión conjunta en la provincia de Yunnan están la construcción de depósitos de biogás (en la imagen) y la introducción de estufas y fogones de biogás como solución para la escasez de leña
(Photo: Q.LAI)

Deben ampliarse la asociación y la cooperación para la gestión de reservas naturales. La experiencia ha mostrado que los esfuerzos de los organismos responsables de la gestión de las reservas no bastan por sí solos para realizar las tareas necesarias. Es necesaria la asociación con comunidades locales, agencias gubernamentales en sectores como la silvicultura, la agricultura y la ganadería, e instituciones que ofrezcan apoyo técnico y servicios como universidades y centros de investigación. Hay que aspirar a la cooperación práctica y a la igualdad entre asociados con miras a una gestión conjunta efectiva, al reparto equitativo de los beneficios y al desarrollo de la comunidad.

La participación femenina en la gestión de reservas también requiere una mayor atención. Muchos productos forestales como leña, forraje y productos no madereros son recolectados fundamentalmente por mujeres, y éstas desempeñan por consiguiente un papel importante en la conservación y el uso sostenible de los recursos forestales.

La gestión conjunta debe implantarse de manera gradual, debe dirigirse a resultados prácticos y debe basarse en la participación voluntaria de los aldeanos. La experiencia de los programas de demostración en las dos aldeas próximas a la Reserva Natural del estado de Daweishan mostró que «ver para creer» debería ser el axioma básico para promover la gestión conjunta (Lai, 1998). Por otra parte, los resultados esperados sólo pueden alcanzarse si la gestión conjunta se desarrolla gradualmente y con total respeto a la voluntad y la receptividad de los aldeanos.

Cuestiones pendientes de solución

Planteamientos inadecuados ante la pobreza rural. Para conservar los recursos forestales de la Reserva Natural del estado de Wenshan, el gobierno del Condado de Wenshan contrató como guardas forestales a los vecinos de 11 aldeas contiguas a la reserva. Se pagaron mensualmente 100 yuan (12 dólares EE.UU.) a los vecinos y 200 yuan (24 dólares) a los jefes de aldea. De esta manera, el gobierno del Condado resolvió la urgente necesidad de dinero líquido por parte de los campesinos. No parece haber una práctica similar en otros sitios de Yunnan, y quizás ni siquiera en todo el país.

Contratar a guardas forestales y ofrecer salarios mensuales no debería ser una cuestión controvertida, pero puede tener desventajas. Los pagos regulares en efectivo son un ingreso estable para los guardas forestales de aldea, pero
pueden traducirse en dificultades financieras para el gobierno local. El gobierno del Condado de Wenshan, por ejemplo, ha invertido casi 73 000 dólares anuales en guardas forestales de nombramiento conjunto, inversión que difícilmente puede mantener a largo plazo un condado con tal nivel de pobreza. Además, se ha dicho que 100 ó 200 yuan mensuales apenas son suficientes para el sustento de un estudiante de escuela media. Los aldeanos que dependan de tales magros ingresos podrían dejar pasar otras oportunidades reales de desarrollo.

La práctica de contratar guardas forestales locales ha agudizado en cierto modo los conflictos entre la agencia gestora de la reserva natural y las comunidades. Los aldeanos excluidos del programa se han quejado reclamando las mismas oportunidades y el mismo trato que los de las otras 11 aldeas, ya que sus condiciones son similares. Como represalia, algunos de ellos han recurrido a una mayor explotación ilegal de los recursos de la reserva. Un directivo de la Oficina de la Reserva Natural de Wenshan decía que aun cuando muchos aldeanos disfrutan de salarios mensuales y se han construido depósitos de biogás, recurren todavía a la reserva natural, robando árboles para venderlos y recogiendo leña y productos no madereros.

Ineficacia de la reubicación como medio de resolver los conflictos entre la reserva y las comunidades. En todo el mundo ha sido práctica común facilitar la gestión de reservas reubicando a los pobladores para eliminar los conflictos sobre uso de la tierra, gestión de recursos y conservación entre la reserva y las comunidades vecinas. Estudios realizados en Wenshan, Nangunhe, Gaoligongshan y muchas otras reservas naturales en Yunnan han apuntado que la reubicación podría ser una buena manera de hacer frente a los problemas de la reserva (por ejemplo, la recolección ilegal) (Lai y Wang, 1998); pero la reubicación de aldeas o de aldeanos a menudo produce cambios sociales, económicos y culturales que fácilmente se traducen en problemas sociales. La adaptación al nuevo ambiente es difícil para los aldeanos y a veces hace que sus vidas sean todavía más penosas. Mientras tanto, tras la reubicación de las aldeas o los aldeanos, puede ocurrir que se amplíe la extensión de la reserva natural. La reserva ampliada tendrá ciertamente nuevos límites y nuevos aldeanos vecinos que probablemente tratarán los recursos de la reserva igual que los aldeanos reubicados. Por consiguiente, pueden perdurar los mismos problemas.

Necesidad de políticas y reglamentaciones concordantes. En debates y encuestas, aldeanos y guardas forestales a menudo han expresado su frustración ante las diferentes políticas y reglamentaciones aplicadas en la misma reserva natural. Por ejemplo, la Reserva Natural del estado de Daweishan está situada en los condados de Pingbian y Hekou, y ambos condados difieren mucho en su manera de tratar el Amomum tsao-ko (una especia y planta medicinal valiosa) y la caza en la reserva. Las diferentes reglamentaciones han creado dificultades para los guardas forestales y el personal de la reserva a la hora de aplicar la ley y han agravado los conflictos entre los departamentos gestores de la reserva y las comunidades (Lai, 1998). Aun cuando una reserva natural atraviese varios condados, prefecturas o provincias, sería preferible que se aplicara la misma forma de gestión. Las oficinas o estaciones de gestión en diferentes ámbitos administrativos deberían reforzar sus intercambios y su cooperación para formular y aplicar políticas de gestión unificadas y para reducir al mínimo los conflictos entre departamentos.

Dado que la mayoría de las reservas naturales de Yunnan se encuentran en zonas remotas con una economía en desarrollo, hay que dar cabida en los planteamientos tanto a las necesidades de los aldeanos con miras a mitigar su pobreza como al desarrollo económico sostenible, sin dejar de proteger el medio ambiente y de conservar los recursos forestales
(Foto: Q. LAI)

Importancia de una «zona de transición» para la gestión forestal sostenible. El término «zona de transición» se refiere a cierto espacio fuera de los límites de una reserva natural. Las comunidades contiguas a una reserva participan indudablemente más en la gestión, el uso y el desarrollo del bosque y de sus recursos que las comunidades más alejadas de la reserva, e influyen así más directamente sobre la fauna protegida, las especies vegetales y sus hábitats. Por consiguiente, los departamentos gestores y los gobiernos locales deben prestar atención a las comunidades de la zona de transición y a sus prácticas de uso y aprovechamiento de la tierra.

Una cuestión que merece atención es el establecimiento de plantaciones por las comunidades vecinas a la Reserva Natural del estado de Daweishan. Desde la década de 1980, impulsadas por intereses económicos y por la necesidad de madera, las comunidades de ambos condados en torno a la reserva natural empezaron a establecer grandes plantaciones de abeto chino (Cunninghamia lanceolata) y a plantar árboles rentables como ananás, bananos y cauchos de Pará (Hevea brasiliensis). Para ello eliminaron los matorrales secundarios originales. Las plantaciones han impulsado considerablemente la economía rural en el ámbito local. Sin embargo, si tales plantaciones se realizan sin una planificación general que preste atención a la conservación de la biodiversidad, no solo se limitará la extensión y la regeneración de las especies protegidas fuera de la reserva natural, sino que también la reserva se convertirá en una isla aislada entre las plantaciones, lo que dará lugar a nuevos conflictos y problemas.

Con la debida consideración a las necesidades de los aldeanos en cuanto a recursos forestales y desarrollo económico, se precisan estudios detallados para definir debidamente el papel de la «zona de transición».

Necesidad de definir las funciones y cometidos de las agencias de gestión de las reservas y de los gobiernos. Los servicios técnicos, la gestión de los recursos naturales, la construcción de estufas y fogones con poco consumo de combustible y el desarrollo rural han solido ser, y en opinión del autor deben seguir siendo responsabilidad de los departamentos funcionales del gobierno. Si se ampliara el ámbito de actuación de las agencias gestoras de las reservas abarcando las comunidades vecinas y sus competencias se extendieran a esas cuestiones, ¿cuál sería el papel de los departamentos funcionales? Es preciso definir claramente las funciones y el papel de las agencias gestoras de las reservas para evitar interferencias.

CONCLUSIÓN

A partir del análisis precedente, se proponen las siguientes recomendaciones preliminares.

• Es preciso formular y aplicar por encima de los límites administrativos de las reservas naturales unas políticas y reglamentaciones unificadas o comparables.

• Debe considerarse y planificarse cuidadosamente la gestión de la «zona de transición», y deben trazarse los correspondientes planes de uso integrado de la tierra sobre la base de las condiciones físicas, la presencia de especies vegetales y animales, las condiciones sociales y económicas y la necesidad de las comunidades vecinas en cuanto al uso de los recursos naturales.

• Es preciso definir claramente las funciones y el cometido de los departamentos gestores de la reserva en lo que respecta al desarrollo de la comunidad y a la gestión de los bosques comunales.

• Hay que promover la capacidad de las comunidades vecinas para la gestión integrada (lo que incluye gestión social, económica y de recursos). Hay que reforzar también el papel de la mujer en la gestión de las reservas naturales y sus recursos.

• Deben establecerse conductos para el intercambio entre las reservas naturales y las comunidades, y deben seguirse desarrollando sistemas de incentivos para la participación de la comunidad en la gestión de las reservas.

Bibliografía

Lai, Q. 1997. Conflict and community forestry: a case of the Nangun River Nature Reserve, Yunnan, China. Proceedings, Workshop on Conflict and Collaboration in Community Management of Forestlands. Honolulu, Hawaii, Estados Unidos, East-West Center.

Lai, Q. 1998. Community-based income generation and bio-diversity conservation: a new challenge of integration of conflict management into forestry policy. Proceedings of a Satellite Meeting to theXI World Forestry Congress. Roma, FAO.

Lai, Q. y Wang, L. 1998. Problemas en la gestión participativa de los conflictos sobre recursos forestales. Revista del Colegio Forestal del Suroeste, 18(2): 91-96. (En chino.)

Western, D. y Wright, R.M. 1994. Natural connections: perspectives in community-based conservation. Washington, DC, Estados Unidos, Island Press.


Previous PageTop Of PageNext Page