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B. EXÁMENES REGIONALES(continuar)

B6. ATLÁNTICO SUDOCCIDENTAL
Área estadística 41 de la FAO

Jorge Csirke *

INTRODUCCIÓN

Esta área abarca una superficie total de 17,65 millones de km2 frente a la costa oriental de América del Sur, entre las latitudes 05°00'N frente al Brasil septentrional y 60°00'S frente a la Argentina meridional, e incluye una plataforma continental cuya superficie suma un total de 1,96 millones de km2 (Figura B6.1). En el norte, en la zona del río Amazonas, la superficie de la plataforma continental puede llegar hasta las 160 millas náuticas (casi 320 km) mar adentro, donde el fondo consiste sobre todo en depósitos y influencia del río Amazonas, la plataforma es más estrecha, coralina y en su mayor parte inadecuada para las actividades de arrastre. Es también estrecha y predominantemente rocosa más al sur, frente al Brasil central y meridional, y sólo es más amplia y adecuada para el arrastre al aproximarse a latitudes superiores. Las zonas de arrastre mejores y más amplias se encuentran en la zona del Río de la Plata, en la plataforma patagónica y el área de las Islas Malvinas (Falkland), donde la plataforma se extiende mucho más allá del límite de las 200 millas náuticas (más de 370 km) del litoral, convirtiéndose en la plataforma continental más extensa del hemisferio sur.

Figura B6.1 - Atlántico sudoccidental (Área 41)

Figura B6.1

La variedad y la abundancia de recursos pesqueros y de tipos de pesquerías en esta área son determinadas por la topografía y otras características físicas, incluidas las condiciones ambientales, que van desde las típicamente tropicales en el norte al clima subantártico del sur. Hacia la parte septentrional de esta área, las condiciones ambientales marinas están dominadas por la Corriente Ecuatorial del Sur, que va desde la costa africana hasta la costa de América del Sur, dividiéndose en la Corriente del Brasil Septentrional, que sigue la costa brasileña, y la Corriente del Brasil, que va hacia el sur, a lo largo de la costa central y meridional del Brasil. La parte septentrional de la zona acusa también la influencia del gran aporte de agua dulce del río Amazonas. Más al sur, el ambiente marino está dominado por la Corriente del Brasil, que se dirige hacia el sur y es más templada, y luego por la corriente de Malvinas-Falkland, más fría y en dirección norte; ambas se unen para formar una corriente de convergencia subtropical frente a la zona del Río de la Plata, donde hay también una gran aportación de agua dulce a las áreas costeras (Emílsson 1959; Hempel 1971; Dias Neto y Mesquita 1988; Bakun y Parrish 1991; Bakun 1993; Castro y Miranda 1998).

Figura B6.2 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, de los grupos CEIUAPA en el Atlántico sudoccidental (Área 41)

Figura B6.2

Fuente FAO

El camarón y la langosta y, en menor medida, los peces de arrecife y otras especies demersales tropicales suelen adquirir especial relieve en la parte septentrional de la zona. Más al sur, en las áreas costeras ricas en nutrientes, donde las masas de agua se mezclan frente a las costas del Brasil central y de Uruguay y de Argentina septentrional, esta área sustenta poblaciones importantes de pequeñas especies pelágicas, en particular en la zona del Río de la Plata. Las especies demersales costeras son especialmente importantes frente a las costas del Brasil meridional y en el área del Río de la Plata, mientras que las especies demersales de aguas intermedias y profundas suelen dominar en la mayor parte de la plataforma continental correspondiente al Río de la Plata, la Patagonia y las Islas Malvinas (Falklands), donde hay también una importante pesquería de calamar. Las grandes especies pelágicas se capturan sobre todo en la zona situada frente a las costas del Brasil central y del Río de la Plata.

PERFIL DE LAS CAPTURAS

Las capturas en el área del Atlántico sudoccidental proceden sobre todo de las especies demersales y, más recientemente, de calamares capturados principalmente en la zona de la plataforma y del talud de la Patagonia meridional. Ésta es una de las áreas estadísticas de la FAO donde las capturas han registrado un rápido desarrollo en lo que respecta al volumen total, con una tasa más o menos sostenida de aumento hasta los últimos años. En 1950, el total de las capturas en toda la zona fue de sólo 172000 toneladas, y para esas fechas la mayoría de las poblaciones de peces conocidas en el área estaban explotadas sólo ligera o moderadamente, y varias especies importantes estaban prácticamente sin explotar. Desde entonces se han establecido varias nuevas pesquerías y, con excepción de un breve período de fuerte crecimiento de las capturas entre 1966 y 1968, con un máximo de 599000 toneladas en 1967 debido a la intensa pesca de merluza y, probablemente, de otras especies demersales por la flota de la antigua Unión Soviética, el total de las capturas anuales aumentó casi de forma constante a un ritmo medio del 7,4 por ciento al año, hasta alcanzar un máximo de 2,4 millones de toneladas en 1987. Luego se registró un descenso, con algunas fluctuaciones interanuales, hasta un mínimo de 2,0 millones de toneladas en 1990 y 2,1 millones de toneladas en 1994. En 1997 se alcanzó un nuevo máximo, de 2,8 millones de toneladas. Las capturas han descendido desde entonces, con aproximadamente 2,0 millones de toneladas en 2002 (Figura B6.2 y Cuadro D6). Conviene señalar que el total de la producción acuícola marina ha aumentado en esta área a un ritmo de casi el 42 por ciento anual durante los cinco últimos años, habiendo pasado de 8000 toneladas en 1996 a 72000 toneladas en 2002, pero esta cifra representa sólo el 3 por ciento de la producción total en esta zona.

Las especies demersales del grupo 32 de la CEIUAPA (bacalaos, merluzas, etc.) y los moluscos del grupo 57 (calamares, jibias, pulpos) realizan las principales aportaciones a las capturas de esta área, seguidas de las especies costeras del grupo 33 (corvinones, corvinatas, etc.), las pequeñas especies pelágicas del grupo 35 (arenques, sardinas, anchoas) y otras especies demersales de los grupos 34 (austromerluza, brótulas. etc.) y 38 (tiburones, rayas, quimeras). Las especies dominantes en lo que al volumen se refiere son la merluza argentina (Merluccius hubbsi), la merluza de cola (Macruronus magellanicus) y la polaca austral (Micromesistius australis) dentro de las especies demersales del grupo 32, la pota argentina (Illex argentinus) en el grupo 57, y la sardinela del Brasil (Sardinella brasiliensis) en el grupo 35 de pequeñas especies pelágicas.

La merluza argentina sustenta una de las pesquerías más importantes en la zona del Río de la Plata y en la mayor parte de la plataforma patagónica. Desde 1950 el total de las capturas de esta especie, realizadas inicialmente por los Estados ribereños, Argentina, Brasil y Uruguay, aumntó de forma constante hasta alcanzar las 102000 toneladas en 1965. Tras un volumen excepcionalmente elevado de capturas de merluza realizadas por la antigua Unión Soviética en 1966 (56000 toneladas), 1967 (513000 toneladas) y 1968 (100000 toneladas), las capturas de los mismos Estados ribereños y el total de las capturas de la zona descendieron a 70000 toneladas en 1969 para luego aumentar de forma continuada hasta situarse en 462000 toneladas en 1979. El total de las capturas de merluza bajó a sólo 255000 toneladas en 1984, y volvió a aumentar hasta el máximo histórico de 682000 toneladas en 1996. Desde entonces, el total de capturas de esta especie ha disminuido constantemente hasta el mínimo de los 25 últimos años, 243000 toneladas en 2000, aumentando hasta poco más de 400000 toneladas en 2002 (Figura B6.3).

Figura B6.3 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 32, Atlántico sudoccidental (Área 41)

Figura B6.3

Fuente FAO

Figura B6.4 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, de los grupos CEIUAPA 33 y 34, Atlántico sudoccidental (Área 41)

Figura B6.4

Fuente FAO

Figura B6.5 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, de los grupos CEIUAPA 35 y 36, Atlántico sudoccidental (Área 41)

Figura B6.5

Fuente FAO

La merluza argentina es explotada ahora sobre todo por flotas argentinas y uruguayas. Ambas flotas crecieron entre el final del decenio de 1980 y comienzos del decenio de 1990, y la flota argentina continuó aumentado en el decenio de 1990. Otras especies demersales de aguas profundas del grupo 32 que realizan una aportación significativa al total de la producción pesquera en esta área son la merluza de cola y la polaca austral (Figura B6.3) que produjeron 116000 y 64000 toneladas, respectivamente, en 2002. Estas son particularmente abundantes en la plataforma y talud patagónicos meridionales, donde son explotadas por flotas de altura de la región y flotas de países distantes.

Los peces demersales diversos del grupo 34 (Figura B6.4) que más contribuyen al total de la producción pesquera de esta área son el congribadejo rosado (Genypterus blacodes) y la austromerluza negra (Dissostichus eleginoides), con 20000 toneladas y 11000 toneladas, respectivamente, en 2002. Estas especies son explotadas por las flotas costeras y de altura de la región y de otras zonas. Las especies demersales costeras del grupo 33 producen también importantes capturas dentro de esta área, en particular al verrugato pargo (Umbrina canosai), corvinata pescadilla (Cynoscium striatus), corvinón rayado (Micropogonias furnieri) y corvinones (Cynoscion spp.), que han registrado capturas relativamente elevadas y estables durante los últimos años, con un total de más de 113000 toneladas para el grupo de cuatro especies y 247000 toneladas para todo este grupo total de especies en 2002. Estas especies son explotadas por flotas costeras.

Las principales pequeñas especies pelágicas dentro del grupo 35 son la sardinela del Brasil (S. brasiliensis) y la anchoita (Engraulis anchoita). Después de las capturas sin precedentes de 228000 toneladas de sardinela del Brasil registradas en 1973, el total de capturas de esta especie ha disminuido, aunque con notables fluctuaciones interanuales, hasta alcanzar un mínimo de 17000 toneladas en el año 2000, aumentando ligeramente hasta 35000 toneladas en 2001 y una captura de 28000 toneladas en 2002 (Figura B6.5). Las capturas de anchoa argentina han sido de 10000 toneladas a 25000 toneladas anuales en los últimos años. Las capturas de atún y otros grandes peces pelágicos del grupo 36 han sido más o menos estables, en torno a 50000–60000 toneladas al año, después de alcanzar un máximo de 74000 toneladas en 1996.

Otra pesquería muy importante en esta área es la del calamar (grupo 57). La principal especie dominante es la pota argentina (Illex argentinus), que en 2001 representó el 94 por ciento de las capturas de calamar y el 24 por ciento del total de las capturas marinas en esta área en 2002. La abundancia general y las capturas efectivas de pota argentina han sido muy variables desde que comenzó esta pesquería a finales del decenio de 1970. Después de situarse en 638000 toneladas en 1993, el total de capturas de esta especie descendió a 506000 toneladas en 1994, para aumentar de nuevo hasta un máximo histórico de 1,1 millones de toneladas en 1999 y descender a 930000 toneladas en 2000 y a 511000 toneladas en 2002 (Figura B6.6). Aunque menos abundantes, las capturas totales de calamar patagónico (Loligo gahi) han fluctuado también entre un máximo de 89000 toneladas en 1989 y un mínimo de 22000 toneladas en 1997. En 2002, el total de las capturas de esta especie fue de 25000 toneladas. Otras especies de calamar capturadas ocasionalmente son la pota festoneada (Martialia hyadesi), que con excepción de la cifra récord de 24000 toneladas en 1995, seguida de 3 800 toneladas y 8 300 toneladas en 1996 y 1997, respectivamente, registró en otros años capturas relativamente bajas, que oscilaron entre cero y 1000 toneladas anuales. Las capturas de calamares no identificados han disminuido fuertemente en los últimos años, lo que parece indicar un gran progreso en la identificación de las especies de calamar capturado en esta área.

Los camarones, gambas, langostas, cangrejos y otros crustáceos de los grupos 42, 43 y 45, sustentan también importantes pesquerías locales, desde la zona tropical hasta la región subantártica. En total, estos grupos de especies han producido capturas totales de más de 100000 toneladas desde el año 2000 (Figura B6.7), que son volúmenes importantes considerando su valor de mercado relativamente alto. La especie de crustáceos con capturas mayores es el camarón langostín argentino (Pleoticus muelleri), con capturas muy variables, desde 3000 toneladas a casi 40000 toneladas al año desde que comenzara la pesquería en el decenio de 1980, y una cifra récord de 79000 toneladas en 2001.

Aproximadamente el 8 por ciento del total de las capturas de esta área (176000 toneladas en 2002) se registran como peces marinos no identificados en las estadísticas oficiales de la FAO dentro del grupo 39 de la CEIUAPA (peces marinos no identificados). Estas proceden sobre todo de las pesquerías en pequeña escala, en particular del Brasil, donde la variedad de especies y lugares de desembarque hacen bastante difícil la labor de identificación y registro de las capturas por especies.

Figura B6.6 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 57, Atlántico sudoccidental (Área 41)

Figura B6.6

Fuente FAO

Figura B6.7 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, de los grupos CEIUAPA 42, 43 y 45, Atlántico sudoccidental (Área 41)

Figura B6.7

Fuente FAO

SITUACIÓN DE LOS RECURSOS Y ORDENACIÓN PESQUERA

Hasta finales del decenio de 1970 y comienzos del de 1980, esta área se encontraba entre las pocas grandes zonas pesqueras del mundo que todavía ofrecían un considerable potencial de expansión y donde recursos pesqueros abundantes y potencialmente valiosos aparecían todavía como subexplotados o ligeramente explotados (FAO 1979, 1981, 1983; Otero et al. 1982, 1983; Csirke 1987; Dias Neto y Mesquita 1988). Desde entonces, se han establecido varias pesquerías costeras y de aguas distantes, en su mayoría industrializadas, y la mayor parte de las poblaciones se consideran ahora plenamente explotadas, mientras que algunas están o han estado sobreexplotadas, incluso severamente, en los últimos años (Bezzi, Akselman y Boschi 2000; Dias Neto, Saccardo y Bernardino 2001; FAO 1997, 2002).

La investigación pesquera internacional, la evaluación de poblaciones y las actividades de ordenación pesquera en esta área se llevan a cabo fundamentalmente mediante acuerdos bilaterales. En 1973 se estableció la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo del Río de la Plata, con sede en Montevideo (Uruguay). Uno de sus principales objetivos es la promoción de la cooperación bilateral entre Argentina y Uruguay con respecto a la evaluación y ordenación de las poblaciones compartidas del Frente Marítimo del Río de la Plata (http://www.cofremar.org), adoptando medidas de ordenación en caso necesario. Para ello, la Comisión ha organizado o coordinado estudios conjuntos y otras actividades de investigación en el área de su competencia. Ha promovido también activamente reuniones y publicaciones científicas de alcance regional e internacional, en que se han abordado y examinado diversas cuestiones relacionadas con la evaluación de poblaciones y la ordenación de pesquerías, de interés para los países miembros pero también para los otros países de América Latina y naciones que pescan en la zona. Las actividades de esta Comisión regional, muy intensas en los decenios de 1980 y 1990, han disminuido algo, en particular en lo que respecta a sus actividades científicas de cobertura regional o internacional.

Argentina y el Reino Unido están cooperando también en la evaluación de poblaciones de peces y ordenación de pesquerías en la zona de las Malvinas (Falklands). En noviembre de 1990, los dos gobiernos firmaron una declaración conjunta sobre la conservación de pesquerías, en la que se estableció una Comisión de Pesca del Atlántico Sur, integrada por delegaciones de ambos países (http://www.oceanlaw.net./docs/ficz4.htm, consultada por última vez el 26 de octubre de 2003). Esta Comisión se reúne periódicamente y sirve de foro para el intercambio de información acerca de los recursos marinos vivos y para el debate y aplicación de medidas con el fin de mejorar la conservación de especies comercialmente importantes y la ordenación de pesquerías que las explotan en el Atlántico sudoccidental, con especial referencia a la zona de las Malvinas (Falklands).

El Brasil tiene una decena de grupos permanentes de estudios informales (Grupos Permanentes do Estudos, GPE), que a lo largo de los años han mostrado distintos grados de actividad y en algunas circunstancias han sido muy importantes para coordinar las investigaciones y ofrecer asesoramiento técnico sobre la evaluación y ordenación de importantes pesquerías del Brasil, como las de atún, calamar, langosta, sardinas y especies demersales costeras. A través de algunos de estos grupos de estudio que se ocupan de la parte más septentrional del área 41, hay una cooperación activa con la Comisión de Pesca para el Atlántico Centro-Occidental (COPACO), que se ocupa del área 31 en lo que respecta al estudio y evaluación de poblaciones de peces en la zona de Guyana-Brazil.

La mayor parte de la expansión registrada en la producción del área 41 durante los dos últimos decenios se debe al aumento de las capturas de merluza y, más recientemente, de otras especies demersales así como de calamares, en particular en la plataforma y el talud continental patagónicos. Hay dos especies conocidas de merluza en esta área, la merluza argentina (Merluccius hubsii) y la merluza sureña (M. australis); recientemente se ha descrito una tercera (M. patagonicus , sp. nov, Lloris y Matalallanas, 2003), pero la merluza argentina es, notoriamente, la más conocida, frecuente y abundante, si bien su área de distribución y caladeros suelen superponerse en la parte exterior de la plataforma y el talud patagónicos con la merluza sureña y con la especie recientemente descrita, de las que no puede distinguirse fácilmente por simple observación. Dada la mayor abundancia e importancia relativa de la merluza argentina, es probable que al menos alguna parte de las capturas efectivas de merluza sureña se registren como merluza argentina. Las capturas registradas de merluza sureña han estado muy por debajo de las 10000 toneladas al año recientemente, mientras que las de merluza argentina han oscilado entre 243000 toneladas y 682000 toneladas anuales.

Parece haber al menos dos poblaciones de merluza argentina (M. hubbsi), y algunos autores proponen la existencia de tres, cuatro y hasta cinco unidades de población (Otero y Kawai 1981; Bezzi y Perrotta 1983; Otero, Giangiobbe y Renzi 1986; Perrotta y Sanchez 1992; Bezzi, Verazay y Dato 1995). No obstante, esta posible división en dos o más unidades no se tiene en cuenta en las estadísticas anuales oficiales de capturas ni siempre se considera en la evaluación y ordenación de las pesquerías de la merluza dentro de la zona de pesca común de Argentina y el Uruguay, y en el resto de la plataforma patagónica.

Las evaluaciones disponibles indican que hasta el decenio de 1980 y comienzos del de 1990 las poblaciones de merluza argentina estaban plenamente explotadas, pero pronto se pasó a un estado de sobreexplotación, a mediados del decenio de 1990, y de agotamiento de la población posteriormente (FAO 1983; Csirke 1987; Bezzi, Verazay y Dato 1995; Consejo Federal Pesquero 1998; Aubone et al. 1998; Bezzi, Aubone y Irusta 1999; Aubone 2000; Bezzi 2000; Bezzi, Akselman y Boschi 2000; INIDEP 2001; Tringali y Bezzi 2001; Arena y Rey 2003). Al comienzo, la sobreexplotación de las poblaciones de merluza se debió fundamentalmente a la sobrepesca de crecimiento, que pronto se transformó en sobrepesca de reclutamiento, con un grave agotamiento de la biomasa de la población reproductora. Ello dio lugar a que la población de merluza se declarara en situación de emergencia y a la aplicación de severas medidas restrictivas por parte de los dos principales países pescadores, Argentina y el Uruguay, desde 1998. Estas medidas restrictivas están todavía en vigor y entre ellas figura la reducción de los cuotas de capturas totales permisibles y amplios cierres estacionales y geográficos para proteger a los ejemplares jóvenes y a los reproductores. Si bien se han registrado algunas señales de aumento del reclutamiento, las medidas restrictivas adoptadas hasta ahora no parecen haber provocado la drástica reducción de la presión pesquera que habría permitido una recuperación más rápida y duradera de la población de merluza argentina en la zona.

En comparación con la merluza argentina, la población de merluza sureña (M. australis) es mucho más pequeña y se distribuye más al sur en la región meridional de la plataforma y el talud patagónicos, con posible vinculación con una población más abundante de la misma especie en el área 87, frente a la costa meridional de Chile (Tingley et al. 1995). La población de merluza sureña se considera plenamente explotada, y las capturas actuales están dentro del total de capturas permisibles recomendado para esta especie. No obstante, como indican Bezzi y Dato (1995), la situación podría deteriorarse fácilmente si una parte, aunque pequeña, de la gran flota dedicada a la pesca de la merluza argentina comenzara a pescar merluza sureña.

La merluza de cola (Macruronus magellanicus) se encuentra normalmente en aguas más profundas de la plataforma meridional patagónica y, de acuerdo con estimaciones recientes, se considera que está moderadamente explotada, y las capturas actuales son muy inferiores al total de capturas admisibles estimado. La otra gran población del grupo 32 es la polaca austral (Micromesistius australis), que se encuentra también en aguas más profundas de la plataforma y talud patagónicos meridionales, particularmente en torno a las islas Malvinas (Falkland). Esta especie se consideraba entre moderada y plenamente explotada hasta mediados del decenio de 1990, pero estudios más recientes indican que, con el nivel actual de capturas, la población de polaca austral está sobreexplotada (Bezzi, Akselman y Boschi 2000; Cordo y Wöhler 2000; Wöhler 2000; Consejo Federal Pesquero 2002).

Otras poblaciones demersales del grupo 34, como la australomerluza (Dissostichus eleginoides) y el congribadejo rosado (Genypterus blacodes), se consideran entre moderada y, con mayor probabilidad, plenamente explotadas en esta área, aunque existe la opinión general de que al menos la austromerluza se encuentra en situación crítica debido al considerable volumen de capturas en aguas internacionales que no se registran. Hay varias poblaciones de especies demersales costeras del grupo 33 en toda la región. Las principales especies de este grupo de la CEIUAPA son el corvinón brasileño (Umbrina canosai), la corvinata pescadilla (C. striatus), varias especies de corvinatas (Cynoscium spp.) y el corvinón rayado (Micropogonias furnieri). La mayoría de estas poblaciones se encuentran plenamente explotadas, mientras que algunas poblaciones locales están todavía moderadamente explotadas y otras dan señales claras de sobreexplotación (Otero y Ibañez 1986; Haimovici 1988; Arena 1990; Dias Neto y Dornelles 1996; Arena y Rey 1999; Bezzi 2000; Bezzi, Akselman y Boschi 2000).

La sardinela del Brasil (Sardinella brasiliensis) es una de las principales especies pelágicas del grupo 35 de la CEIUAPA en esta área. Se encuentra en la plataforma continental menos profunda frente al Brasil central, entre 22° y 29°S. Después de la cifra récord de capturas de 228000 toneladas obtenidas en 1973, las capturas de esta especie descendieron y luego fluctuaron entre 100000 toneladas y 250000 toneladas hasta 1986, en que comenzó otro período de descenso. La biomasa total de la sardinela del Brasil bajó de 350000 toneladas en 1977 a 80000 toneladas en 1997, y desde entonces no se han observado signos de recuperación de la población (Saccardo y Rossi- Wongtschowski 1991; Rossi-Wongtschowski, Saccardo y Cergole 1995, 1996; Matsuura 1998; Vasconcellos 2001). Las causas del grave descenso de esta población de sardinela son motivo de gran interés y de intenso debate entre los científicos y encargados de las pesquerías (Saccardo 1983; Saccardo y Rossi- Wongtschowski 1991; Rossi-Wongtschowski, Saccardo y Cergole 1996; Dias Neto, Saccardo y Bernardino 2001; Vasconcellos 2003). Todo parece indicar que, como ha ocurrido con otras poblaciones de sardinela en otras partes del mundo, la sardinela del Brasil está expuesta a ciclos decenales de condiciones ambientales favorables y desfavorables que podrían provocar altibajos de la población más o menos independientemente de la presión pesquera. Ello se suma a los efectos de la intensa pesca, que parece haber mantenido esta población en situación de sobreexplotación casi ininterrumpidamente desde su primer auge registrado hace más de tres decenios. A este respecto, se ha señalado que la excesiva presión pesquera podría contribuir a consolidar las tendencias descendentes de la abundancia de biomasa y a retrasar o poner en peligro las posibles tendencias naturales hacia el aumento.

Otra pequeña especie pelágica particularmente abundante en el Atlántico sudoccidental es la anchoita (Engraulis anchoita), que se encuentra normalmente frente a las costas del Brasil meridional, Uruguay y Argentina septentrional, aunque en algunos años se ha capturado mucho más al norte, frente al Brasil central, en áreas habitadas habitualmente por la sardinela del Brasil (Lima y Castello 1994). Este es uno de los pocos casos mundiales de poblaciones comerciales bien conocidas y muy abundantes que todavía están subexplotadas. El total de capturas es de sólo unas decenas de miles de toneladas al año, mientras que el potencial para toda su zona de distribución sería más bien del orden de varios centenares de miles de toneladas. El total de la biomasa estimada de la anchoita, si bien muy variable, se ha encontrado en general por encima de un millón de toneladas, con estimaciones máximas próximas a los 10 millones de toneladas en algunos años (Ciechomski y Sánchez 1988; Hansen y Madirolas 1999). Se trata de una población que podría sustentar claramente una presión pesquera mucho mayor. No obstante, es claro que, como la especie se encuentra próxima a la base de la cadena alimentaria del sistema de la Patagonia septentrional y el Río de la Plata, todo aumento significativo de la presión pesquera sobre esta especie podría tener efectos negativos sobre otras poblaciones de peces que se alimentan de ella.

Las capturas de atún y otras grandes especies pelágicas han sido más o menos estables en los últimos años y la mayoría de las poblaciones parecen estar plenamente explotadas aunque hay en algunos casos cierto margen para una extensión limitada. El total de capturas de tiburones, rayas y quimeras se ha mantenido más menos estable o ha aumentado ligeramente durante el último decenio, y en 2002 se registraron 57000 toneladas para este grupo de especies. Aunque algunas poblaciones no son objeto de pesca directa, podrían estar moderada o plenamente explotadas como resultado de sus capturas incidentales en otras pesquerías demersales más intensivas de la zona. Debido a su baja fecundidad y a otras características del ciclo vital existe cierta preocupación de que a través de esta pesca indirecta algunas poblaciones de tiburones, rayas y quimeras estén expuestas a una mortalidad por pesca indeseablemente elevada, sean sobreexplotadas y en algunos casos extremos se provoque su agotamiento, aunque no sean objeto de una pesquería dirigida. Se necesitan más estudios en este sentido, en particular en el contexto del Plan de Acción Internacional sobre los Tiburones.

En relación con los crustáceos, la especie más abundante y con el rendimiento más elevado es el camarón langostín argentino (Pleoticus muelleri) en la plataforma patagónica central (Boschi 1989; Bezzi, Akselman y Boschi 2000). Se considera que se encuentra plenamente explotada.

Otra población importante es la pota argentina (Illex argentinus), que se distribuye a lo largo de la plataforma y el talud entre los 22° y 54°S y es explotada por flotas de altura de la zona así como de áreas distantes. Se han llevado a cabo varios estudios sobre la pota argentina en el área de la plataforma y talud patagónicos (Koronkiewicz 1980, 1986; Brunetti 1981; Otero et al. 1982; Hatanaka 1986, 1988; Csirke 1987; Haimovici, y Perez 1990; Haimovici et al. 1998; Bakun y Csirke 1998). Se han realizado algunos estudios para distinguir posibles grupos o unidades de población en esta área, analizando las diferencias en la estacionalidad reproductiva y distribución de las fases iniciales y avanzadas del ciclo vital. Se describen al menos tres grandes poblaciones de desove, la que desova en el verano, la población patagónica meridional y una población bonaerense-patagónica septentrional, con una posible cuarta unidad, la población del Brasil meridional, que podría ser una extensión de la anterior.

Durante los primeros años de rápido desarrollo de esta pesquería había gran incertidumbre y preocupación acerca de la situación de esta población y el riesgo de sobreexplotación. No obstante, los diferentes esfuerzos de investigación y ordenación realizados y, en particular, las medidas conjuntas o coordinadas de Argentina y el Reino Unido en el contexto de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur han contribuido a mejorar la evaluación, seguimiento y control de las operaciones de pesca de las flotas locales y, en particular, de las de altura. Independientemente de la gran variabilidad interanual de la abundancia y de las capturas resultantes, la pota argentina y el camarón patagónico se consideran plenamente explotados.

La mayoría de estas pesquerías están sometidas a una u otra forma de ordenación, con medidas específicas que varían según los países y pesquerías. No obstante, la observancia no es siempre todo lo eficaz que sería de desear. Sólo unas pocas pesquerías se encuentran sometidas a un régimen de acceso libre y son en su mayoría pesquerías costeras en pequeña escala. En la mayoría de los casos, hay planes de acceso limitado, que requieren la expedición de una licencia, que normalmente se combina con otras limitaciones nominales del esfuerzo y total de capturas, para mantener la mortalidad por pesca bajo control. Se utilizan también sistemas como la regulación del tamaño de la primera captura y las vedas estacionales y geográficas para proteger a los ejemplares juveniles y a los reproductores. En particular, Argentina y el Uruguay y su organización subregional, el Frente Marítimo, se han visto obligados a adoptar reglamentos más restrictivos, que combinan los límites del total de captura admisible, el tamaño a la primera captura y las vedas estacionales y geográficas para hacer frente a la situación crítica de la población de merluza argentina.

REFERENCIAS

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* FAO, Servicio de Recursos Marinos, Dirección de Recursos Pesqueros.

B7. ATLÁNTICO SUDORIENTAL
Área estadística 47de la FAO

Kevern Cochrane *

INTRODUCCIÓN

Esta sección sobre el Atlántico sudoriental considera las aguas adyacentes a los litorales de Angola, Namibia y Sudáfrica y las que se extienden en alta mar hacia el sur y el oeste (Figura B 7.1). Se incluyen dentro de esta área las islas de Santa Elena, Ascensión y Tristán da Cunha . Las capturas nominales realizadas por Sudáfrica en el Océano Indico occidental se incluyen en el área 47. No obstante, con excepción de las procedentes del Banco de Adulas, que se considera parte del sistema de afloramiento de Benguela, estas capturas representan una parte muy pequeña del total de la región. El resto de la región está dominado por el sistema de Benguela, que sustenta una producción relativamente alta a lo largo de gran parte del litoral de estos tres países. El límite septentrional del sistema de Benguela se encuentra en el frente térmico con la corriente cálida de Angola, situada normalmente entre 15°S y 17°S en la plataforma costera de Angola meridional. Al norte del frente de Angola, la mayor parte de la plataforma costera del país está dominada por la corriente de Angola, que fluye hacia el sur y es menos productiva. El ecosistema de Benguela se divide en una parte septentrional y otra meridional, separadas por la barrera parcial de una sección de afloramiento muy intenso frente a la ciudad de Lüderitz, unos 300km al norte de la frontera entre Namibia y Sudáfrica. La región abarca una superficie total de unos 18,4millones de km2, de los que menos de 0,5millones corresponden a la plataforma continental.

Figura B7.1 - Atlántico sudoriental (Área 47)

Figura B7.1

Durante el decenio de 1990se observó una considerable variabilidad ambiental en la región, lo que influyó sin duda en la dinámica de varias poblaciones importantes. En la parte septentrional de Benguela, la presencia extendida y poco usual de agua desoxigenada en 1993y 1994fue un acontecimiento ambiental importante. Dio lugar a concentraciones de oxígeno de sólo 0,25ml por litro en gran parte de la mitad septentrional de la plataforma de Namibia, en una zona que se extendía más allá de 50millas náuticas de la costa. En años normales, estas concentraciones tan bajas de oxígeno se producen solamente en una tercera parte de esta área. Además, en la primera mitad de 1995, en la parte septentrional y central de Namibia así como en Angola meridional y central prevalecieron temperaturas anormalmente cálidas con la consiguiente reducción del afloramiento: una specie de Niño de Benguela. A finales de 1995la temperatura había regresado a niveles más normales (Namibia Foundation, 1998). El sistema meridional de Benguela experimentó una secuencia anormal con un breve período de intenso calentamiento en diciembre de 1999, seguido de un rápido período de fuerte enfriamiento a comienzos de 2000. Esta secuencia estuvo asociada con un reclutamiento récord de la población de anchoa local, aunque no se puede determinar si existe una relación de causa-efecto entre los dos fenómenos.

Figura B7.2 - Capturas nominales anuales ('000t) por grupos de especies CEIUAPA en el Atlántico sudoriental (Área 47)

Figura B7.2

Fuente FAO

PERFIL DE LAS CAPTURAS

El total de las capturas nominales del Atlántico sudoriental pasó de menos de 0,5millones de toneladas en 1950a poco más de tres millones de toneladas en 1968(Figura B7.2 y Cuadro D7). Las capturas se mantuvieron elevadas, aunque irregulares y en descenso, hasta los últimos años del decenio de 1980y luego disminuyeron bruscamente, pasando de 2,8millones de toneladas en 1987a 1,3millones de toneladas en 1991, debido en parte a una fuerte caída de las capturas de anchoa y a los cambios normativos adoptados en Namibia después de alcanzar la independencia en 1990. Se ha mantenido por debajo de dos millones de toneladas desde entonces, con capturas totales medias de aproximadamente 1,65millones de toneladas entre 2000y 2002. Las capturas de la región están dominadas por las especies de los grupos 35(arenques, sardinas y anchoas), 37(peces pelágicos diversos, incluido el jurel) y 32(bacalaos, merluzas y eglefinos) de la CEIUAPA (Figura B 7.2). Las poblaciones más importantes dentro de estos grupos estuvieron sometidas a fuerte presión de pesca en diferentes períodos comprendidos entre los decenios de 1960y 1980, lo que dio lugar en algunos casos a descensos muy fuertes de la abundancia, que se reflejaron en la reducción de las capturas. La situación se estabilizó en muchos de estos casos debido a la imposición de regímenes de ordenación más rigurosos.

Las pesquerías de pequeñas especies pelágicas de la región, que en conjunto representan la proporción más elevada de la masa total de las capturas, están dominadas por seis grupos taxonómicos: sardina sudafricana (Sardinops sagax)(conocida también con el nombre de S. ocellatus), anchoa de África austral (Engraulis capensis), sardinelas (sardinela atlántica o Sardinella aurita y machuelo o S. maderensis), sardina angoleña (Etrumeus whiteheadi), jurel del Cabo (Trachurus capensis)y jurel de Cunene (T.trecae). En 2001, el jurel del Cabo representó la parte más considerable de las capturas de pequeñas especies pelágicas, seguido de la sardina sudafricana y la anchoa de África austral y, en un nivel notablemente inferior, las sardinelas y la sardina angoleña (Figuras B7.3y B7.4).

El jurel del Cabo se captura fundamentalmente en Namibia, mientras que en Angola está siendo sustituido de forma gradual por el jurel de Cunene en las aguas situadas más al sur. Las capturas de las dos especies de jurel han disminuido desde el final del decenio de 1970 y mediados del decenio de 1980. En el caso del jurel del Cabo ello se debió probablemente a los efectos de una explotación intensa, sobre todo en Namibia, al final del decenio de 1970 y comienzos del decenio de 1980. En ambas especies, la fuerte explotación durante los últimos años del decenio de 1970y en el decenio de 1980 fue seguida de una gran disminución de la mortalidad por pesca cuando la flota de la antigua Unión Soviética se redujo drásticamente después de 1989. La contracción de las capturas refleja también la reducción del esfuerzo. Las capturas registradas de jurel del Cabo fueron de 354000toneladas en 2001, la cifra más baja desde mediados del decenio de 1970, aumentando ligeramente hasta 386000 toneladas en 2002. Las capturas de jurel de Cunene fueron de poco menos de 47000toneladas en 2001 y 2002, nivel también bajo en relación con las capturas habituales de los dos últimos decenios.

La sardina sudafricana y la anchoa de África austral se ordenan en Sudáfrica mediante la regulación del total de capturas admisibles, que se fija cada año de acuerdo con la biomasa estimada de las poblaciones. Las capturas de anchoa de África austral han aumentado constantemente después de descender hasta un mínimo de 42000toneladas en 1996, en 2001se desembarcaron 289000toneladas, descendiendo ligeramente hasta 255000 toneladas en 2002 (Figura B 7.3). Las capturas de anchoa y sardina sudafricana fueron de 265000toneladas en 2002, las más abundantes registradas desde 1976. Las capturas de sardina angoleña fluctuaron sin una tendencia clara desde los comienzos del decenio de 1980, con una pequeña subida a mediados del decenio de 1990 y un máximo de 97000toneladas en 1997. Desde entonces, las capturas se han situado entre 56000y 64000toneladas, con excepción del año 2000en que cayeron por debajo de 40000toneladas (Figura B 7.3). Las capturas más abundantes de 1995 (79000 toneladas) y 1997 (97000 toneladas) se debieron probablemente, al menos en parte, a que la difícil situación de la pesquería de la anchoa causó que parte del esfuerzo de pesca se desviara hacia la sardina angoleña, que en Sudáfrica no estaba bajo regulación del total de capturas admisibles.

Al norte del frente de Benguela, principalmente en aguas angoleñas, las sardinelas se convierten en el clupeido dominante de las capturas. En los últimos años, se ha registrado un cambio en la abundancia relativa de las dos especies de sardinela, y desde 1994tiende a dominar el machuelo (Bianchi, 1999). Las capturas agregadas de las dos especies alcanzaron un máximo de 286000toneladas en 1977. Después de 1989, tras una reducción sustancial del esfuerzo de pesca en la región como consecuencia de los cambios políticos ocurridos en la antigua URSS, las capturas disminuyeron y cayeron por debajo de las 100000toneladas durante el decenio de 1990 (Figura B 7.3). Subieron a 114000toneladas en 2000pero cayeron de nuevo a menos de 30000toneladas en 2002.

Los grupos taxonómicos más importantes en las pesquerías demersales de la región son las merluzas del Cabo de aguas superficiales (Merluccius capensis) y profundas(M.paradoxus), el rape diablo (Lophius vomerinus), el pez sierra (Thyrsites atun), que se captura también con palangre, y los dentones, con inclusión del de Angola (Dentex angolensis) y, sobre todo, el cachucho (D. macrophthalmus), que es importante en Angola (Figuras B7.4, B7.5 y B7.6). De todas esas especies, las capturas más abundantes correspondían a las merluzas del Cabo, que se mantuvieron bastante constantes en virtud de una regulación del total de capturas admisibles situado entre 260000y 323000toneladas desde 1995. Las capturas de pez sierra se han mantenido por debajo de 20000toneladas desde 1992, y hay algunas evidencias de un posible descenso a lo largo de este período. Las capturas de dentones no identificados se mantuvieron en general por encima de las 10000toneladas desde los comienzos del decenio de 1950 hasta 1968, en que comenzaron a disminuir. Cayeron por debajo de 1000toneladas en 1980, y se mantuvieron por debajo de esa cifra hasta 1993, en que comenzó una recuperación que dio lugar a capturas de más de 16000toneladas en 2001 y 9000 toneladas en 2002. Se registran también considerables capturas de dentón dentro de la partida de capturas de cachucho, que han oscilado entre 40toneladas en 1994y un máximo de 43200toneladas en 1976. En 2002se capturaron 237toneladas de cachucho.

Figura B7.3 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 35, Atlántico sudoriental (Área 47)

Figura B7.3

Fuente FAO

Figura B7.4 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 32 y 37, Atlántico sudoriental (Área 47)

Figura B7.4

Fuente FAO

Además de las especies de peces de especial importancia comercial ya descritas, varios miembros del grupo 33de la CEIUAPA (peces costeros diversos) contribuyen a algunas pesquerías importantes de la región (Figura B 7.6). Las capturas más abundantes dentro de este grupo, aparte del dentón que se incluye también en el grupo 33, fueron las corvinas africanas nep (Pseudotolithus spp.), que son capturadas sobre todo por Angola. En 2002 las capturas alcanzaron un máximo histórico de aproximadamente 26000 toneladas, como continuación de un período de capturas relativamente elevadas comenzado en 1998, en que su volumen pasó de menos de 2000 toneladas a más de 7000 toneladas al año. De 1990a 2002, los siguientes grupos generaron capturas con promedios de más de 1000 toneladas anuales: esciénidos nep (Sciaenidae: promedio, 3285 toneladas); dentones, sargos nep (Sparidae: promedio, 2937 toneladas); panga (Pterogymnus laniarius : promedio, 2513 toneladas; góbidos nep (Gobiidae: promedio, 2460 toneladas); corvina del sur, conocida localmente con los nombre de kabeljou o kob (Argysomus inodorus , anteriormente A.hololepidotus: promedio, 1430 toneladas); meros, chernas nep (Serranidae: 1245 toneladas); pargos nep (Pagrus spp. : 1167 toneladas) y verrugato de Canarias (Umbrina canariensis : promedio, 1017 toneladas). Burro ojón (Brachydeuterus auritus: promedio, 959 toneladas); herreras (localmente “del Cabo”) (Lithognathus mormyrus: 923 toneladas); lisas nep (Mugilidae: promedio, 887 toneladas); barbudos nep (Polynemidae: 806 toneladas) burros, roncos nep (Haemulidae: 707 toneladas), bagres marinos nep (Ariidae: 552 toneladas) y breca (Pagellus bellottii: 535 toneladas) consiguieron promedios de 500a 1000 toneladas durante el mismo período.

Figura B7.5 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 34, Atlántico sudoriental (Área 47)

Figura B7.5

Fuente FAO

Figura B7.6 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 33, Atlántico sudoriental (Área 47)

Figura B7.6

Fuente FAO

Namibia realiza actualmente la mayoría de las capturas de dentones y sargos nep (Sparidae). Las capturas de este grupo alcanzaron un máximo de más de 61000toneladas en 1966, pero pronto descendieron y desde 1970no han superado las 12000toneladas. Las capturas han estado por debajo de las 1000 toneladas desde 2000. La corvina del sur se desembarca sobre todo en Angola. Las capturas de 2001, de más de 3700toneladas, fueron las mayores registradas hasta la fecha. Sin embargo, en 2002 se capturaron 611 toneladas, el registro más bajo desde 1976. Angola es también el Estado ribereño con mayores desembarques de esciénidos nep, mientras que la República de Corea es la que realiza capturas más abundantes de especies de este grupo. Desde 1950, las capturas de este grupo se han situado entre poco más de 750toneladas y un máximo de 6300toneladas. El promedio de capturas relativamente alto de góbidos se presta a engaño ya que con excepción de las capturas muy elevadas realizadas por Namibia en 1998(21000toneladas), las capturas del grupo son en general muy inferiores a 500toneladas anuales. Las capturas de herrera y burro ojón son realizadas sobre todo por Angola. Las capturas más abundantes de herrera (2800toneladas) se obtuvieron en 2002, pero en general son inferiores a 1000toneladas. Las capturas de lisas nep son realizadas sobre todo por Sudáfrica. En general fueron superiores a las 1000toneladas hasta 1997, pero los últimos años han disminuido y fueron de sólo 122toneladas en 2002.

Los tiburones, rayas y quimeras (grupo 38de la CEIUAPA) no aportan capturas considerables en el área 47, aunque éstas han aumentado bastante en los últimos años. Las capturas de este grupo alcanzaron un máximo en 1978, con un total de unas 17700toneladas, integradas fundamentalmente por tiburones y rayas nep; rayas raja nep, y pejegallo del Cabo (Callorhincus capensis). Luego, el total de las capturas disminuyó de forma irregular hasta 1996, en que el total registrado fue de poco más de 3000toneladas. Posteriormente, comenzaron a aumentar de nuevo, alcanzando las 15200toneladas en 2001 y descendiendo ligeramente en 2002 a 13800 toneladas. En esas fechas, las capturas estaban dominadas todavía por los mismos grupos de especies. Se registran también habitualmente capturas de tintorera (Prionace glauca), marrajo dientuso (Isurus oxyrinchus) y cornuda cruz (Sphyrna zygaena).

En los últimos años se ha observado un notable interés en la explotación de las especies de aguas profundas del Atlántico sudoriental, en particular el reloj anaranjado (Hoplostethus atlanticus) y el alfonsino (Beryx splendens), así como también la austromerluza (Dissostichus eleginoides). Las capturas de esta última han tenido lugar en la zona económica exclusiva (ZEE) de Sudáfrica en las Islas del Príncipe Eduardo (Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos del Antártico [CCAMLR], subáreas 58.6y 58.7) y, por lo tanto, fuera del área geográfica incluida en este examen. Casi toda la pesca de aguas profundas en el Atlántico sudoriental se ha realizado en aguas de Namibia. Las capturas de alfonsino alcanzaron un máximo de más de 4000toneladas en 1997pero posteriormente disminuyeron, y en 2002se capturaron poco más de 200toneladas. Las capturas de reloj anaranjado alcanzaron su máximo de más de 18000toneladas en 1997pero luego disminuyeron ininterrumpidamente, y en 2001se desembarcaron sólo 857toneladas. En 2002 las capturas aumentaron de nuevo hasta 2169 toneladas. La explotación de especies de aguas profundas por los Estados ribereños del área 47ha sido realizada casi exclusivamente por Namibia.

Varias especies de crustáceos sustentan valiosas pesquerías en la región (Figura B 7.7). Los geriones, dominados por el geriocangrejo rojo (Chaceon maritae), se capturan en aguas tanto de Namibia como de Angola. Las capturas registradas de geriones alcanzaron un máximo de más de 10000toneladas en 1993pero disminuyeron los años siguientes. Un máximo secundario de casi 6000toneladas tuvo lugar en 2000, pero en 2001el volumen fue de sólo 4500toneladas. Las capturas más abundantes de crustáceos fueron de camarones, en particular de camarón de altura (Parapenaeus longirostris) y de gamba listada (Aristeus varidens), que se capturan sobre todo en aguas de Angola. Las capturas de gamba rosada fueron de más de 5600toneladas en 2001, la cifra más alta registrada desde el comienzo del decenio de 1990, pero descendieron hasta 2000 toneladas en 2002. La misma tendencia se ha observado con las capturas de gamba listada, las cuales alcanzaron en 2001las 3400toneladas, el volumen más alto desde 1987, descendiendo hasta poco mas de 2000 toneladas en 2002.

La langosta del Cabo (Jasus lalandii)y la langosta del sur (Palinurus gilchristi)se encuentran hacia el sur de la región; la primera habita sobre todo en la costa occidental de Namibia y Sudáfrica; la segunda, frente a la costa meridional de Sudáfrica. Las capturas de langosta del Cabo se han estabilizado en aproximadamente 2000toneladas al año por la ordenación mediante una cuota de captura total admisible, después del descenso constante que siguió al máximo de más de 25000toneladas anuales durante el decenio de 1950. Las capturas en 2002 fueron de poco más de 3000 toneladas. Las capturas de langosta del sur, a las que se ha aplicado también una cuota total de captura admisible, se mantuvieron razonablemente constantes entre unas 800y 1100toneladas durante el decenio de 1990, pero descendieron en 1999y 2000, y aumentaron a poco más de 1000toneladas en 2001, disminuyendo de nuevo en 2002 a 651 toneladas. La isla de Santa Elena se encuentra también en el área 47, y ha registrado capturas de langosta de Tristán (Jasus tristani)que oscilan generalmente entre 300y 500toneladas. Las capturas más abundantes, superiores a 800toneladas, fueron las de 1972y 1976. La langosta del Natal Palinurus delagoae vive en la costa oriental del África austral y sustenta una pesquería dirigida con trampas en Mozambique, y se encuentra también en las capturas de una pesquería mixta de crustáceos con arrastre frente a la costa oriental de Sudáfrica. No obstante, recientemente se ha cerrado una pesquería exploratoria de esta especie en Sudáfrica, ya que los resultados obtenidos desde que comenzó la pesca en 1994indicaban un potencial muy limitado en aguas de Sudáfrica (véanse Pollock et al. , 2000, y otros documentos de los mismos autores sobre estos recursos).

Las principales pesquerías de moluscos en la región son las del calamar del Cabo de Buena Esperanza (Loligo vulgaris reynaudii)y de oreja de mar (Haliotis midae). Las capturas más abundantes de calamar, 10730toneladas, se registraron en 1989y a partir de entonces han mostrado una considerable variabilidad, como es de prever en una especie de vida tan breve, y oscilaron entre un máximo de más de 7500toneladas en 1996y un mínimo de 2800toneladas en 1992(Figura B 7.8). Las capturas en 2002 fueron de 7400 toneladas En 2000y en los tres años precedentes oscilaron entre 6000y más de 7000toneladas, pero descendieron a 3370toneladas en 2001. Las capturas de oreja de mar han disminuido de forma bastante constante desde un máximo de más de 4000toneladas a mediados del decenio de 1960, pero se mantuvieron entre 500y 750toneladas desde mediados del decenio de 1980 hasta finales del decenio de 1990, antes de volver a disminuir.

Figura B7.7 - Capturas nominales anuales ('000t) de crustáceos seleccionadas, Atlántico sudoriental (Área 47)

Figura B7.7

Fuente FAO

Figura B7.8 - capturas nominales anuales de especies seleccionadas, de moluscos, Atlántico sudoriental (Área 47)

Figura B7.8

Fuente FAO

SITUACIÓN DE LOS RECURSOS Y ORDENACIÓN PESQUERA

La mayor parte de las poblaciones comercialmente importantes dentro de la región se clasifican entre plenamente explotadas y sobreexplotadas. Esta última situación es en muchos casos, aunque no siempre, consecuencia de una sobreexplotación anterior, más que de excesos actuales. En los años más recientes, aunque también en diferente medida según las distintas poblaciones, se han adoptado en general medidas de ordenación más conservadoras y actualmente los recursos más importantes se administran con el fin de conseguir rendimientos sostenibles o de alentar su recuperación. Tanto Namibia como Sudáfrica tienen sistemas de ordenación desarrollados para las pesquerías que explotan sus poblaciones más importantes, y Angola está progresando también en la supervisión y aplicación de medidas eficaces de ordenación para algunos de los recursos importantes.

No obstante, como en la mayoría de las pesquerías del mundo, hay importantes problemas en muchos casos, debido a una gran variedad de causas entre las que se incluyen la variabilidad del medio ambiente, la incertidumbre científica y la contradicción entre los objetivos biológicos y socioeconómicos. Las dificultades en el seguimiento, control y vigilancia son comunes en toda la región y adquieren especial importancia en algunas pesquerías costeras, donde el acceso y las capturas son difíciles de controlar. En Sudáfrica, se están registrando graves problemas de pesca ilegal en la pesquería de la oreja de mar (perlemoen). Ha sido difícil estimar el tamaño de las capturas ilegales pero un indicador de la magnitud del problema es que en 2002el organismo de observancia de la ley confiscó más orejas de mar de las que se desembarcaron a través de la pesca legal. Además, el 55 por ciento de las orejas de mar capturadas ilegalmente y confiscadas tenían una talla inferior al mínimo establecido en la legislación (Tarr y MacKenzie, 2002). En los últimos años, Sudáfrica ha encontrado también problemas para aplicar la nueva política pesquera, formulada después de las elecciones democráticas de 1994. Los intentos de establecer un sistema adecuado de derechos de acceso encontraron graves obstáculos jurídicos, lo que en algunos casos ha tenido como consecuencia la suspensión de las actividades de pesca hasta que se llege a una solución. En julio de 2001, se puso en marcha un nuevo sistema de asignación de derechos a medio plazo, y las primeras señales son prometedoras (DEAT, 2002).

Las pequeñas especies pelágicas de importancia comercial en los tres países son objeto de atento seguimiento, tanto mediante el registro de las capturas comerciales como mediante la utilización de prospecciones hidroacústicas periódicas. En Sudáfrica, las poblaciones de sardina y anchoas se ordenan mediante procedimientos formales, consistentes en normas negociadas de decisión elaboradas utilizando rigurosos modelos de simulación de la pesquería (Cochrane, Butterworth y Payne, 1997; De Oliveira et al ., 1998). La situación de las pequeñas especies pelágicas de la región varía de una población a otra, y en la actualidad las condiciones parecen ser en general más favorables en el sur que en el norte. La población sudafricana de sardina goza de muy buena salud, y la biomasa estimada de acuerdo con las prospecciones hidroacústicas de noviembre de 2002era la más elevada desde que comenzaron esas actividades en 1985y, con 2,5millones de toneladas, casi un millón de toneladas por encima de la del año anterior. Por el contrario, la de Namibia continúa siendo preocupantemente baja. El episodio anóxico de 1993y 1994y el Niño de Benguela en 1995contribuyeron a reducir el nivel de reclutamiento. Ello y la continua actividad de pesca parecen haber sido las causas principales del declive de Namibia. Después de esas circunstancias ambientales negativas, el medio ambiente mostró condiciones más favorables en la temporada de desove de 1995–1996(Namibia Foundation, 1998). No obstante, no hubo una mejora sostenida de la situación y en 2002el Ministerio de Pesquerías y Recursos Marinos, en respuesta a la grave preocupación acerca de la situación del recurso, estableció un nivel cero de capturas admisibles. Según los primeros indicios, esta medida ha tenido efectos positivos y las prospecciones llevados a cabo en octubre de 2002y marzo/abril de 2003 arrojaron estimaciones de la biomasa de más de 300000toneladas y 550000toneladas, respectivamente, muy por encima de las 40000toneladas estimadas en marzo de 2002.

La población sudafricana de anchoa goza también de buena salud. La biomasa estimada en noviembre de 2002era de 2,5millones de toneladas. Esta cifra es notablemente inferior al récord de 4,4millones de toneladas estimado del año precedente, pero constituye todavía el tercer nivel más alto desde que comenzaron los estudios en 1985. La pesca de sardina angoleña, que tiene lugar sobre todo en Sudáfrica, no está sujeta a regulación directa, ya que las evaluaciones indicaban que estaba subexplotada. No obstante, este enfoque se está revisando tras los recientes aumentos de las capturas de esta especie.

Las estimaciones de biomasa de las dos especies de sardinela en aguas de Angola mostraban una considerable variabilidad durante el decenio de 1990, con cifras que oscilaban entre 164000toneladas en febrero/marzo de 1995y 574000toneladas en agosto del mismo año (Bianchi, 1999). No obstante, el nivel tan bajo de la estimación de febrero/marzo de 1995se atribuye al comportamiento anormal de los cardúmenes de sardinelas, asociado a las situaciones ambientales extremas observadas en ese período (temperaturas del agua muy elevadas y baja salinidad en los 50m de la capa superficial, atribuidas al “Niño de Benguela de 1995”). Las tendencias de las estimaciones de la biomasa procedentes de las prospecciones realizados en la campaña de invierno (agosto–septiembre) son más coherentes y reflejan un aumento de la biomasa a mediados del decenio de 1990 en comparación con mediados del decenio de 1980. Aunque la biomasa parece haber disminuido de nuevo en los últimos años, es todavía mayor que en el momento de fuerte explotación por la Unión Soviética. El machuelo domina todavía en las capturas y representa aproximadamente el 75 por ciento del total de la biomasa de sardinela. Una evaluación de la sardinelas en Angola, el Congo y Gabón, realizada en 1997, indicaba que en este entonces el conjunto del recurso sardinela estaba subexplotada (FAO, 2000). Es preciso actuar con cautela si se desea desarrollar la pesquería, particularmente teniendo en cuenta la incertidumbre acerca de la magnitud de las capturas realizadas por las pesquerías artesanales.

La estructura de poblaciones de jurel del Cabo del Atlántico sudoriental no es clara, aunque a los efectos de la ordenación se tratan de la misma manera que la sardina, es decir, como poblaciones independientes en Namibia y Sudáfrica, separadas por el afloramiento que se observa en las aguas situadas frente a Lüderitz. La población sudafricana se ordena mediante un límite de capturas de ejemplares adultos en el Banco Adulas y un límite de capturas incidentales de ejemplares jóvenes en la pesquería pelágica de la costa occidental. El límite de capturas de adultos sólo se ha suscrito plenamente de forma ocasional en los últimos años, y en general se considera que la especie está subexplotada. No obstante, en 1997, se inició una empresa conjunta con participación de un gran arrastrero pelágico ruso con el fin de incrementar la explotación de la población sudafricana (Verheye, 1998). En 2001se asignaron derechos de pesca de jurel en Sudáfrica a 18compañías en el contexto de un plan para desarrollar la pesquería de manera incremental (DEAT, 2002). En Namibia, esta población contribuye de manera importante a la pesquería nacional, que está integrada por una flota de cerqueros y de arrastreros pelágicos. Se considera que la población tiene gran capacidad de recuperación y su situación es variable, pero había pruebas de descenso de la abundancia entre 1999y comienzos de 2003(MFMR, 2002y G. D'Alemida, NatMIRC, comunicación personal). En 2000, la biomasa total de la población se estimaba aproximadamente en un millón de toneladas (Krakstad, 2002). Esta población, compartida con Angola, se considera plenamente explotada (Namibia Foundation, 1998). El jurel de Cunene es otra importante especie pelágica que se encuentra en el norte del frente de Angola-Benguela. Las estimaciones de la biomasa realizadas durante las prospecciones de invierno revelan una tendencia semejante a la de la sardinelas, con un aumento a mediados del decenio de 1990con respecto a los bajos niveles del decenio de 1980. Las tendencias recientes indican un drástico descenso de la biomasa, que afecta en particular a la población adulta (IIM, 2001). Una evaluación realizada en 1997estimaba que el recurso se encontraba subexplotado, lo que contribuyó al crecimiento de la biomasa a mediados del decenio de 1990. No obstante, estimaciones más recientes del Instituto de Investigaçao Marinha (IIM) revelan una situación de sobrepesca de crecimiento, y se están adoptando medidas para limitar la pesca (IIM, 2001).

Las merluzas del Cabo se encuentran en Namibia y Sudáfrica y la merluza de Benguela (M. polli) al norte del río Cunene, que es la frontera entre Namibia y Angola. Cada Estado administra las pesquerías de sus respectivas ZEE. La merluza del Cabo de aguas poco profundas (M. capensis) solía dominar las capturas procedentes de Namibia, y es todavía dominante en las capturas de la costa meridional de Sudáfrica. La merluza del Cabo de aguas profundas (M.paradoxus) es un componente cada vez más importante de las capturas de Namibia y es dominante en las capturas procedentes de la costa occidental de Sudáfrica, pero las dos especies no se identifican por separado en las capturas comerciales. Hasta hace poco, debido a las dificultades de distinguir entre las dos especies de merluzas del Cabo en las capturas comerciales, Sudáfrica evaluaba las dos como una población única (Payne y Punt, 1995), pero ahora se están probando evaluaciones independientes. En la fecha de redacción de estas páginas, a mediados de 2003, la M. capensis de la costa meridional se evaluaba de forma independiente, mientras que en la costa occidental se realizaba una evaluación conjunta de ambas especies. Se lleva a cabo un ajuste especial en la estimación de la costa occidental para tener en cuenta la presencia de M. paradoxus en la costa meridional. Han comenzado los trabajos para realizar evaluaciones independientes para la M. capensis de la costa occidental y la M. capensis de la costa meridional y una evaluación conjunta de M. paradoxus para ambas costas (R. Rademeyer, University of Cape Town y R. Leslie, MCM, comunicación personal). Evaluaciones recientes estimaban que la biomasa de M. capensis de la costa meridional en 2002alcanzaba niveles semejantes a los del rendimiento máximo sostenible. La de M. paradoxus era, según las estimaciones, considerablemente inferior al nivel de rendimiento máximo sostenible, tanto en la costa occidental como en ambas costas combinadas. La biomasa conjunta de ambas especies en la costa occidental era mayor en relación con el nivel de rendimiento máximo sostenible que la de solamente M. paradoxus . Así pues, en términos generales, la situación de M. capensis en Sudáfrica se considera que es considerablemente mejor que la de M. paradoxus .

Namibia ha aplicado un programa de observadores que permite dividir las capturas comerciales de merluzas por especies y, de acuerdo con los resultados de este programa, se estimaba que la merluza del Cabo de aguas profundas representaba aproximadamente el 80 por ciento de las capturas de merluza de Namibia en 1997(Voges et al. , 1998). No obstante, las evaluaciones realizadas ahora en Namibia consideran ambas especies conjuntamente y utilizan la información de las capturas comerciales por unidad de esfuerzo y los resultados de las investigaciones llevadas a cabo. Se están encontrando problemas para conseguir evaluaciones fiables de los recursos debido al carácter sumamente variable de estos datos. Ello significa que la estimación de datos como el rendimiento máximo sostenible y la situación de las poblaciones, que se obtienen utilizando modelos de producción estructurados por edades, no es precisa y ha variado notablemente en los últimos años, a medida que se dispone de información más abundante. Los resultados de las campañas realizadas en el pasado decenio no permiten deducir una tendencia general aunque, después de un máximo alcanzado en 1998, se observó un descenso en las estimaciones de la biomasa hasta 2001, y una estabilización en 2002. No obstante, el índice de capturas por unidad de esfuerzo revela ahora una clara tendencia descendente. Ello ha dado lugar a evaluaciones cada vez menos optimistas en los últimos años y, en consecuencia, las capturas admisibles para 2003se redujeron en consonancia con el procedimiento de ordenación utilizado para ofrecer recomendaciones acerca de este recurso.

Las pesquerías dirigidas al atún y especies semejantes (grupo 36de la CEIUAPA) son también importantes en el área 47, y atraen a varias naciones que pescan en aguas distantes, además de contar con la participación de los Estados ribereños. El patudo Thunnus obesus sustentó el mayor volumen de capturas en 2001, seguido del atún blanco Thunnus alalunga , el pez espada Xiphias gladius , el atún rojo del sur Thunnus maccoyii y varias otras especies. En 2002, Sudáfrica y Namibia desembarcaron más atún blanco que ninguna otra especie de este grupo de la CEIUAPA, mientras que las mayores capturas de Angola fueron de bonito del Atlántico en 2001 y de túnidos (Scombroidei) en 2002.

La CICAA se encarga de la evaluación de estas especies y poblaciones y de la ordenación de las pesquerías que las explotan. Evalúa periódicamente la situación de algunas de las más importantes. El patudo se considera que está formado por una sola especie distribuida en todo el Atlántico. Según las evaluaciones de la CICAA (ICCAT, 2002), la biomasa de patudo está por debajo del nivel de rendimiento máximo sostenible, y la mortalidad por pesca es superior a la que permitiría conseguir dicho nivel. No obstante, esta evaluación se ve afectada por la falta de datos de varias de las pesquerías más importantes de esta población. El atún blanco capturado en el área 47formaría parte de la población del Atlántico meridional y la biomasa de esta población, estimada en 2000, se considera por encima del nivel de rendimiento máximo sostenible, aunque la CICAA consideraba que esta evaluación no era muy fiable. La CICAA manifestó también su preocupación por el rápido crecimiento de las capturas de atún blanco en 2001. El pez espada de esta región se considera que forma parte del grupo del Atlántico meridional. En 2002, la CICAA comunicó que no había podido completar una evaluación fiable sobre el pez espada debido a las tendencias contradictorias en la serie relativa a las capturas por unidad de esfuerzo. Se observó que el total de capturas del grupo había disminuido desde 1995, tal como había recomendado la CICAA, aunque algunos países habían incrementado sus capturas. Las evaluaciones de la Comisión para la Conservación del Atún Rojo del Sur (según la información de ICCAT en 2002) indicaban que la biomasa de esta población se había mantenido en gran parte estable desde mediados del decenio de 1990, pero siempre por debajo del objetivo establecido: la biomasa estimada en 1980. En los últimos años, el reclutamiento ha sido bajo en relación con el de años anteriores.

La composición por especies de las poblaciones demersales que viven frente a las costas de Angola muestran importantes cambios en sentido norte-sur; la fauna es predominantemente subtropical-templada frente a las costas meridionales de Angola, y tropical y más diversificada en las zonas centrales y meridionales. Los dentones (Sciaenidae) y corvinones (Sciaenidae) son componentes importantes de la fauna tanto por su abundancia como por su interés económico. En la plataforma meridional (al sur de Tombua), las principales especies son el cachucho y la corvinata prieta, que se pescan también comercialmente. Las biomasas estimadas de ambas especies bajaron notablemente en los últimos años (Johnsen et al. , 2003). Se observó también un descenso de la biomasa de dentones (incluidas varias especies de Dentex y Sparus) en la región central, mientras que las estimaciones parecen ser más estables en el área septentrional (al norte de Pta. das Palmeirinhas; Johnsen et al. , 2003).

Además de las principales especies descritas líneas arriba, muchas otras contribuyen a las pesquerías de la región. Por ejemplo, las capturas de la pesquería con línea de Sudáfrica contienen más de 200especies (Verheye, 1998), de las que 20pueden considerarse de importancia económica (Griffiths, 2000). En las capturas globales notificadas a la FAO se incluyen 150grupos taxonómicos diferentes, muchos de los cuales corresponden a géneros o niveles superiores e incluyen varias especies individuales. Dentro de la región, hay mucha menos información sobre la situación de la mayoría de las especies y poblaciones que sobre las pocas poblaciones de mayor importancia comercial mencionadas más arriba. No obstante, las capturas de Sudáfrica de especies como el dentón manchado (Polysteganus undulosus), el dentón del Cabo (Petrus rupestris), la corvinata prieta, conocida localmente con el nombre de geelbek, (Atractoscion aequidens) y otras han disminuido considerablemente desde el decenio de 1960en que las capturas alcanzaron su volumen máximo (Verheye, 1998). En Namibia, hay evidencias de que la abundancia de kob ha disminuido en los últimos años (Namibia Foundation, 1998). Un análisis reciente de las tendencias de las capturas por unidad esfuerzo de las especies de línea en Sudáfrica indicaba que muchas fueron sobreexplotadas severamente durante el siglo XX. Con el fin de tratar de resolver este problema y de hacer posible la recuperación de las poblaciones agotadas, Sudáfrica está tratando de conseguir una reducción del 70 por ciento del esfuerzo de pesca comercial en la pesquería con línea, junto con una reglamentación rigurosa de la pesca deportiva (M. Griffiths, MCM, comunicación personal).

Tanto Namibia como Sudáfrica han formulado planes nacionales de acción de conformidad con el Plan de Acción Internacional sobre los Tiburones.

Namibia ha adoptado un planteamiento prudente para el desarrollo de la pesquería de sus recursos marinos de aguas profundas, que comenzó con una pequeña pesquería experimental en 1994. Evaluaciones recientes del reloj anaranjado indicaron que el alto nivel de capturas del período inicial del desarrollo de la pesquería no sería sostenible, y se ha adoptado un plan de ordenación precautorio. Este plan ha establecido cuatro áreas de ordenación por cuotas, con un total de capturas admisibles distinto para cada una de ellas. Se dispone de pocos datos sobre el alfonsino, pero se prevé que, lo mismo que en el caso del reloj anaranjado, el rendimiento sea considerablemente inferior al total inicial de capturas admisibles.

En respuesta al interés y potencial de los recursos marinos de aguas profundas del Atlántico sudoriental y a la preocupación de garantizar que los recursos de la región se utilicen de forma racional y responsable, los Estados ribereños de la región -Angola, Namibia, Sudáfrica y el Reino Unido, en nombre de Santa Elena y sus dependencias de Ascensión y Tristán de Cunha - tomaron en 1997la iniciativa de entablar negociaciones para el establecimiento de una organización regional de ordenación pesquera, la Organización de Pesca para el Atlántico Sudoriental (SEAFO), en el marco del Acuerdo sobre las Poblaciones de Peces Transzonales y las Poblaciones de Peces Altamente Migratorios, de 1995. Los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, Islandia, Japón, Noruega, Polonia, la República de Corea, Ucrania y la Unión Europea participaron también en las negociaciones como Estados interesados.

El área administrada por la SEAFO comprende una parte considerable de las aguas de alta mar del Atlántico sudoriental e incluye especies como el alfonsino, reloj anaranjado, sagitaria, cherna, merluza de aguas profundas y geriocangrejo rojo. El acuerdo fue firmado el 20de abril de 2001por los Estados ribereños de Angola, Sudáfrica, Namibia y el Reino Unido de Gran Bretaña (en nombre de Santa Elena y sus dependencias de Tristán da Cunha y la Isla de la Ascensión) y las siguientes naciones que pescan en aguas profundas: Estados Unidos de América, Islandia, Noruega, República de Corea y Unión Europea. El Convenio de la SEAFO ha entrado en vigor recientemente tras la ratificación de tres Estados signatarios: Namibia, la Unión Europea y Noruega.

Los resultados de las actividades de marcado de peces parecen indicar que hay una sola población de gerión de Guinea (Chaceon maritae) compartida entre Namibia y Angola. La evaluación de la población indicaba que actualmente está plenamente explotada y que, desde 1990, la biomasa se había mantenido estable en aproximadamente el 40 por ciento de la biomasa de 1980, fecha en que había sido moderadamente explotada durante siete años (Namibia Foundation, 1998). Resultados más recientes parecen indicar que la biomasa de la población está aumentando (MFMR, 2002). A comienzos de 1999se llevaron a cabo evaluaciones preliminares de las poblaciones angoleñas de camarón de altura (Parapenaeus politus) y gamba listada (Aristeus varidens) (FAO, 1999). Los resultados confirmaban que las capturas de camarón de altura en 1997eran superiores al rendimiento máximo sostenible estimado y que la población se encuentra entre plenamente explotada y sobreexplotada, con una biomasa considerablemente inferior a la de 1985/1986. El rendimiento máximo sostenible de la gamba listada era semejante a las capturas medias del período comprendido entre 1993y 1997, aunque las capturas registradas en 1997eran inferiores al rendimiento máximo sostenible. La biomasa de la gamba listada es semejante a la de 1985/86y se considera que la población está plenamente explotada.

La langosta del Cabo (Jasus lalandii) ha sido objeto de intenso seguimiento y evaluación durante casi un decenio, después del repentino descenso de las tasas de crecimiento somático y, por lo tanto, de la productividad al final del decenio de 1980. Según estimaciones actuales, la población ha sufrido un importante descenso desde que las capturas alcanzaron un máximo en el decenio de 1950, y se estima que el recurso está agotado. En consecuencia, recientemente se ha adoptado un procedimiento de ordenación formal para la población de Sudáfrica que, al mismo tiempo que trata de sostener cierta actividad pesquera, debería conducir a un aumento del 15 por ciento del componente de la población apta para la pesca entre 1996y 2006(Cockroft y Payne, 1999, D. Butterworth, UCT, comunicación personal). Las últimas evaluaciones de poblaciones indican un crecimiento de la biomasa desde el final del decenio de 1990. En Namibia, se estima igualmente que la población de langosta del Cabo está agotada, pero ha mostrado signos de una modesta recuperación después del establecimiento de un total de capturas admisibles en 1992(Namibia Foundation, 1998; MFMR, 2002).

La otra población de crustáceos importante de la región es la langosta del sur (Palinurus gilchristi), que al parecer ha disminuido constantemente entre la temporada de 1988/1989 y la de 1998/1999. Entre 1998/99 y 2002/2003 se estima que esta población ha crecido considerablemente, lo que ha permitido un aumento del total de capturas admisibles en la temporada 2003/2004 (MCM, 2004).

La ordenación del calamar del Cabo (Loligo vulgaris reynaudi) está basada en el control del esfuerzo y en un sistema de vedas. Dado que se trata de una especie de vida breve, las capturas de un año determinado dependen fuertemente del reclutamiento a los caladeros en ese año. Las evaluaciones recientes han puesto en tela de juicio la eficacia de la veda pero han indicado que la población está plenamente explotada y que el esfuerzo debe reducirse en el futuro para garantizar la sostenibilidad (MCM, 2000). Este esfuerzo se trata de limitar modificando la duración del periodo de veda (MCM, 2000, 2004).

El pronóstico sobre la población de oreja de mar (Haliotis midae) en Sudáfrica es pesimista, dada la escala actual de capturas ilegales. Desde 1995se han llevado a cabo campañas, independientes de la pesca, por medio de buceadores y hasta hace poco la serie cronológica no era lo bastante larga para su inclusión en las evaluaciones generales de este recurso. La pesquería comercial se ordena mediante un sistema de capturas totales admisibles, que se mantuvieron relativamente constantes en los últimos decenios pero que se han reducido periódicamente desde 1996–1997en respuesta a una serie de señales de alarma (Verheye, 1998). En particular, existe la preocupación de que la pesca furtiva esté teniendo graves efectos en este recurso. En los últimos años, se ha presentado también un nuevo problema ecológico. En los comienzos del decenio de 1990, la langosta de la costa occidental penetró en una parte significativa de la zona de distribución de la oreja de mar. Las langostas redujeron la población local de erizo Parechinus angulosus , de la que se alimentan. Los erizos representan un importante refugio para los ejemplares jóvenes de oreja de mar y su desaparición de la zona los ha dejado expuestos a la depredación de las langostas y otros depredadores, lo que repercutirá negativamente en el éxito reproductivo de la población (Mayfield y Branch, 2000; Tarr y McKenzie, 2002).

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* FAO, Servicio de Recursos Marinos, Dirección de Recursos Pesqueros.

B8. OCÉANO ÍNDICO OCCIDENTAL
Área estadística 51de la FAO

Ross Shotton *

INTRODUCCIÓN

El área del Océano Índico Occidental (Figura B 8.1) tiene una superficie de 30millones de km2, de los cuales aproximadamente el 6,3 por ciento corresponde a la plataforma continental, y abarca regiones con características oceanográficas y recursos muy diversos. El Mar Arábigo noroccidental está bajo la influencia de los monzones del noreste y el sudoeste e incluye zonas extremamente productivas por el afloramiento casi constante frente a la costa de Omán (Sharp, 1995). Hay áreas con afloramiento estacional frente a la costa de Irán, de Pakistán en el Golfo de Omán y de la costa de la India a lo largo del Mar Arábigo, que da como resultado es la existencia de períodos de alta productividad. El Golfo Pérsico, zona cerrada y poco profunda, se caracteriza por sus aguas de temperatura elevada y muy salinas y tiene pesquerías de especies asociadas con arrecifes y mares tropicales de poca profundidad. El agua entra desde el Golfo de Omán, formando un giro en dirección contraria a las agujas del reloj y sale como una masa de agua más profunda, más densa, más cálida y más salina que se desplaza hacia el centro del Océano Indico. El Golfo Pérsico es poco profundo, ya que no alcanza en ningún punto una profundidad superior a los 200m y gran parte de la superficie que se encuentra al norte y al oeste tiene menos de 50m de profundidad. Está rodeado de amplias zonas de corales en la parte arábiga. Alrededor del Golfo de Omán, la plataforma continental es muy estrecha y las pesquerías se concentran en las especies pelágicas, lo que en los últimos decenios ha significado cada vez más especies pelágicas de tamaño mediano, como el carite (Scomberomorus spp.) y varias especies de túnidos.

Figura B8.1 - Océano Indico occidental (Área 51)

Figura B8.1

Los pasados conflictos en esta zona (la guerra entre Irán e Irak en el decenio de 1980, invasión de Kuwait y la posterior operación Tormenta del Desierto) afectaron gravemente a las pesquerías, tanto por la perturbación de la actividad pesquera como por los efectos ambientales derivados de la contaminación petrolífera o, en el momento de la invasión de Kuwait y la operación Tormenta del Desierto, la capa de nubes y la contaminación provocados por el incendio de los pozos de petróleo crudo. Por ejemplo, en 1991, hubo una ausencia total de desove de meros como consecuencia de los efectos de la combustión del petróleo y, en los años inmediatamente siguientes, los desembarques de camarón disminuyeron significativamente (Mathews, Toloday e Ismail, 1993). En general, ha habido una recuperación satisfactoria de estas catástrofes, aunque continúan investigándose todavía los efectos producidos en los arrecifes de coral por la guerra de 1991. El creciente desvío de las aguas que fluyen hacia Shatt al Arab, confluencia de los ríos Tigris y Eúfrates, es motivo constante de preocupación para los países del Golfo Pérsico. Esta reducción de la entrada de agua dulce y, por lo tanto, de nutrientes, se ha debido a cambios provocados por el hombre, en particular el drenaje de las zonas pantanosas próximas a la apertura de Shatt al Arab hacia el Golfo, pero también al desvío de las aguas en los países que se encuentran aguas arriba, como Turquía. Según la teoría ecológica, ello tiene que repercutir en la productividad biológica del Golfo pero no hay ninguna información que permita estimar cuantitativamente las consecuencias. Tras el “cambio de régimen” en Irak, la aportación de agua a la zona pantanosa preexistente se está reanudando y los investigadores de la región tienen previsto hacer un seguimiento de los cambios futuros en el Golfo Pérsico septentrional.

Figura B8.2 - Capturas nominales anuales ('000t) por grupos de especies CEIUAPA en el Océano Índico occidental (Área 51)

Figura B8.2

Fuente FAO

La poca amplitud de la plataforma continental y su carácter cerrado crean también situaciones pesqueras singulares en el Mar Rojo. Se encuentran recursos demersales extensos sobre todo en asociación con las plataformas continentales más amplias situadas frente a la costa eritrea (alrededor del Archipiélago de Dahlak) y casi en frente, a lo largo de la costa del Mar Rojo de Yemen. Las costas del Golfo de Adén y de Somalia son también áreas de afloramiento influenciado por los monzones, con temporadas de alta productividad. El área 51contiene varias pequeñas islas oceánicas - Seychelles, Mauricio y Comoras-, con sus propias pesquerías características que responden a su carácter oceánico o semioceánico. Más al sur, Sudáfrica tiene pesquerías templadas y subantárticas. Muchos de los países de la región tienen importantes pesquerías de camarón peneido, en particular Madagascar, Mozambique, los países del Golfo Pérsico y, en menor medida, Tanzanía, Yemen y Kenya y, en el Mar Rojo, Yemen.

El posible desarrollo de una pesquería de peces linterna (mictófidos - Benthosema pterotum) para la producción de harina de pescado en el Golfo de Omán y en el Mar Arábigo continúa resultando tentador, pero todavía no se ha conseguido instaurar una pesquería rentable de este recurso. La pesca experimental frente a la costa de Omán se abandonó y la compañía pionera cesó sus operaciones por el constante daño de las redes de malla pequeña causado por los dientes del pez sable (Trichiuridae) que se capturaba de forma incidental. Es mucho lo que queda por hacer en lo que respecta a la estructura de poblaciones de los peces linterna, la variación estacional y anual de su abundancia y los factores oceanográficos que la determinan, y al posible efecto de una pesquería de peces linterna en otros componentes del ecosistema de la zona, especialmente los grandes escómbridos migratorios. En el Mar Rojo, el ecoturismo se está convirtiendo en una actividad cada vez más importante, no sólo en los dos golfos septentrionales sino también en Eritrea, y sólo ahora se está valorando plenamente la belleza (y potencial económico) de los arrecifes de coral de la zona. La situación de las pesquerías de Somalia continúa siendo decepcionante, ya que no hay ninguna recopilación de estadísticas de capturas y los casos de pesca no regulada e ilegal continúan siendo frecuentes.

PERFIL DE LAS CAPTURAS

La interpretación de las estadísticas de desembarques del Océano Indico occidental se ve dificultada por el hecho de que muchos países de la región continúan teniendo dificultades para recopilar datos exactos sobre las capturas. En algunos casos, los países han tratado de estimar las capturas mediante extrapolaciones de años anteriores, pero cuando se continúa con este proceso durante mucho tiempo se pueden introducir sesgos considerables y no hay modo de saber si la información sobre las capturas está sesgada por exceso o por defecto. Recientes estudios en uno de los países del área indican que los registros de desembarques del último decenio y más, quizá estarían sobre-estimando en seis veces los valores reales.

Las capturas nominales registradas alcanzaron un promedio ligeramente superior a un millón de toneladas al año durante el decenio de 1960, aumentaron aproximadamente a 2,6millones de toneladas anuales durante el decenio de 1980 y alcanzaron un máximo de 4,2millones de toneladas en 2002 (Figura B8.2y Cuadro D8). De las 153categorías de especies registradas en las capturas de 2002, 21categorías representaron el 80 por ciento del total de las capturas. Si se excluye el grupo agregado “peces marinos nep” (con el 16,5 por ciento), el listado (Katsuwonus pelamys), fue la especie más abundante (9,3 por ciento del total de las capturas), seguida de la sardinela aceitera (Sardinella longiceps) (9,2 por ciento); esciénidos (Scianidae) (6,2 por ciento); rabil (Thunnus albacares) (5,7 por ciento); peces-sable nep (Trichiuridae) (3,0 por ciento); camarones (Natantia) (3,0 por ciento); bumalo (Harpadon nehereus) (2,4 por ciento) y percomorfos pelágicos (Perciformes), (2,3 por ciento) (Figuras B8.3, B8.4, B8.5y B8.6). No es de extrañar que, en una subárea estadística tan grande, haya considerables divergencias regionales. En el Mar Rojo, los “percomorfos” pelágicos representan el 35,1 por ciento de las capturas registradas; los percomorfos demersales, el 6,9por ciento; el carite estriado del Indo-Pacífico (Scomberomorus commerson), el 8,8 por ciento; los peces marinos nep (no especificados en otra partida), el 5,6 por ciento.

Figura B8.3 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, de los grupos CEIUAPA 35 y 37, Océano Índico occidental (Área 51)

Figura B8.3

Fuente FAO

Figura B8.4 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 33, Océano Índico occidental (Área 51)

Figura B8.4

Fuente FAO

Figura B8.5 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 36, Océano Índico occidental (Área 51)

Figura B8.5

Fuente FAO

En la Comisión Regional de Pesca que se ocupa de esta área - RECOFI- (Golfo Pérsico y Golfo de Omán) las principales categorías registradas fueron: peces marinos nep, 23,7 por ciento; sardinela aceitera, 10,1 por ciento; salmonetes (Thunnus tonggol), 7,3 por ciento; emperadores (letrínidos), 6,3 por ciento; meros (Serranidae), 5,0 por ciento y rabil, 4,8 por ciento. Fuera de estas regiones, es decir, en el Océano Índico propiamente dicho, los componentes más importantes de las capturas fueron: peces marinos nep (15,2 por ciento), sardinela aceitera (9,8 por ciento); listado (8,3 por ciento); esciénidos (7,3 por ciento); rabil (5,5 por ciento); bumalo (4,4 por ciento); langostino tigre verde (4,2 por ciento) y cefalópodos (3,2 por ciento).

Figura B8.6 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 45, Océano Índico occidental (Área 51)

Figura B8.6

Fuente FAO

Mar Arábigo oriental: Pakistán, India y las Maldivas

Las capturas registradas en esta área alcanzaron un máximo de 2,55millones de toneladas en 1997, y se han mantenido más o menos estables en ese nivel desde entonces (en 2002, el total fue de 2,56 millones de toneladas). Los cambios en las capturas registradas por los diferentes países en el Océano Indico occidental no han sido consistentes durante el último decenio. India y las Maldivas han notificado incrementos del 12 por ciento y el 78 por ciento respectivamente durante este período, mientras que el Pakistán ha registrado un pequeño descenso del 3,0 por ciento. Durante el período 2000–02 las capturas han cambiado algo, con una disminución del cuatro por ciento en el caso de Pakistán y un aumento del 8 y el 22 por ciento respectivamente en el caso de la India y de las Maldivas.

Durante el período 2000–02, los aumentos más considerables de las capturas (en las categorías con más de 1000toneladas de capturas) correspondieron a los crustáceos marinos nep (Crustacea) que pasaron de 11047 toneladas a 30769 toneladas en 2002. Entre las especies con desembarques significativos, el carite del Indo-Pacífico (Scomberomorus guttatus) registró el mayor aumento relativo de los desembarques, un 175 por ciento, seguido de las mojarras nep (Leiognathidae) con un 136 por ciento, del bregmacero (Bregmaceros mcclellandi), con un 87 por ciento y de los salmonetes (Upeneus sp.) con un 82 por ciento. Entre las pequeñas especies pelágicas, el mayor aumento correspondió al sábalo kelee (Hilsa kelee), que creció más de un 42 por ciento hasta alcanzar casi las 6000toneladas. Entre las especies que no registraron prácticamente cambios se encontraban los meros (-0,07 por ciento), sepias, choquitos, globitos (0,09 por ciento) y el pargo de manglar (-0,09 por ciento). En lo que respecta a las especies que sufrieron un descenso, las reducciones más importantes fueron las de la bacoreta oriental (Euthynnus affinis) (-79 por ciento); agujas (Istiophoridae) (-71 por ciento); melvas (Auxis thazard , A. rochei) (-52.6por ciento) y lagartos nep (Synodontidae) (–42por ciento).

Golfo Pérsico y Golfo de Omán

El análisis de las capturas de esta área revela que la situación de las subáreas 51.2y 51.3de la FAO se ve obstaculizado por el hecho de que una parte de los desembarques de Omán procede de fuera de esta área. No obstante, parece que esta diferencia no es considerable, aunque se ha previsto tenerla en cuenta expresamente en el futuro. El total de desembarques de esta área continua su ascenso con respecto a las cifras registradas en 1998(535000toneladas) hasta un máximo de 586600toneladas en 2001, máximo histórico. Preocupa que una parte importante de los desembarques todavía se presentan en forma totalmente agregada, como “peces marinos nep” (23,7 por ciento poco menos del 25,2 por ciento de 2000), lo que indica que continúa la gran incertidumbre sobre los datos registrados de esta área. La sardinela aceitera sigue siendo la más abundante entre las capturas registradas (10,1 por ciento del total de los desembarques), con un aumento del 47 por ciento con respecto a los resultados de 2000. El atún mogol, que es la siguiente especie más abundante, aportó el 7,3 por ciento (disminuyó un 12 por ciento con respecto al año anterior). El carite estriado del Indo-Pacífico (Scombermorous commerson) mantiene su tendencia descendente iniciada en 1995, año en que se desembarcaron 30610toneladas, hasta llegar a 18454toneladas en 2001, descenso que suscita gran preocupación en la región. Las capturas de camarón, con 15664toneladas, si bien por encima del mínimo del decenio registrado en 1999 (10880 toneladas), han disminuido un 18,9 por ciento con respecto a los desembarques de 2000. Los datos sobre desembarques del otro grupo de especies que es objeto de gran preocupación, los meros y Serranidae, indican que las capturas siguen estables, y el resultado de 2001(6681toneladas) se mantiene dentro de los rangos del decenio (4120–7148toneladas).

Mar Rojo y Golfo de Adén

Las capturas registradas en el Mar Rojo continuaron su aumento del último decenio, alcanzando un total de 299190toneladas en 2001, lo que representa un aumento del 55,8 por ciento durante este período. Parte de ello puede ser consecuencia de las mejoras introducidas en las prácticas de registro, pero en cualquier caso se trata de un aumento relativamente considerable en comparación con los de otras áreas estadísticas de la FAO. Este resultado representaba también un aumento del 6,9 por ciento con respecto a los desembarques de 2000. En lo que respecta a las especies, los “percomorfos pelágicos nep” continuaron como la principal categoría registrada, lo que confirma las deficiencias de las prácticas de registro en la subárea estadística 51.1de la FAO. Ello significó un aumento del 26,6 por ciento en los desembarques absolutos anuales de un grupo que representa más de una cuarta parte de todos los desembarques registrados (27,0 por ciento). Un problema semejante se observa con la siguiente categoría más importante, los “peces marinos nep” que representaron el 10,9 por ciento de los desembarques, acusando sólo un pequeño cambio con respecto al año anterior (-1,1 por ciento). Así pues, poco menos del 40 por ciento de los desembarques registrados se presentan en forma agregada, lo que impide un seguimiento eficaz de las tendencias de los desembarques de especies concretas, y mucho menos de las poblaciones. En los casos en los que se han presentado datos específicos, la especie dominante en las capturas es el carite estriado del Indo-Pacífico (8,5 por ciento del total de los desembarques), lo que representa un aumento del 3,2 por ciento sobre el año 2000, y un aumento del 1029 por ciento durante el último decenio. Este crecimiento, que está en consonancia con el descenso de los desembarques de esta especie en las subáreas 51.2y 51.3, puede ser indicio de una pesquería compartida. Otras especies que registraron aumentos con respecto a los resultados de 2000fueron: Mugilide (56,8 por ciento), Lethrinidae (22,6 por ciento), Serranidae (3,5 por ciento) y elasmobranquios (22,8 por ciento). Se registraron grandes descensos de las capturas de cangrejos (1783toneladas, -43,6 por ciento); Scomberoides (543toneladas, -33,4 por ciento), aunque ello puede ser resultado del mayor desglose de las capturas; natantia no desglosados (-31,1 por ciento), quizá en correspondencia con un aumento de los desembarques de peneidos (7151 toneladas, 7,0 por ciento); lutjánidos (9115 toneladas, -26,8 por ciento, pero todavía por encima del volumen de capturas de 1997); Sardinella spp. (4343 toneladas, -23,9 por ciento), y Synodontidae (10686 toneladas, -23,1 por ciento). Durante el decenio 1992– 2001, los mayores descensos de las capturas registradas fueron: Caranx spp., -90,7 por ciento; langosta (Panulirus spp.), -64,0 por ciento; caballa de la India (Rastrelliger kanagurta), -35,3 por ciento; y cohanas (Nemipteridae), -22,9 por ciento.

Costa de África oriental (de Somalia a Mozambique)

Las capturas de los países de la región sudoccidental del Océano Indico occidental se han mantenido más bien estables durante el último decenio, y las de 2001(319000toneladas) representaron un máximo histórico, aunque los aumentos se registraron sólo en cuatro de los 10 últimos años. Muchas de las capturas registradas no se identifican a nivel de especies (33,4 por ciento en 2001, lo que coincide con una tendencia reciente cada vez más fuerte, aunque la cifra es considerablemente inferior con respecto al 42 por ciento en 1994), y por lo tanto no es posible realizar un análisis válido por especies. El total de las capturas en esta área aumentó un 2,2 por ciento entre 2000y 2001, y fue un 10,6 por ciento superior al del decenio anterior. Los países que pescan en aguas distantes continúan realizando la parte más considerable de las capturas en esta zona, destacando entre ellos España, Taiwán Provincia de China, Japón, Francia y Uruguay. En el período 1997–2002ha tenido gran importancia el desarrollo de las pesquerías de aguas profundas en torno a montes submarinos, en la parte meridional del Océano Indico. Estas pesquerías han seguido a las actividades pioneras de exploración y pesca de la Unión Soviética (Romanov, 2003). Ha habido gran dificultad para obtener datos correspondientes a estas operaciones. No obstante, en 1999, los buques de siete países capturaron 14526toneladas, consistentes en reloj anaranjado, ochavos, oreos, alfonsino, boca negra y pez nariz. En 2000, estas capturas habían ascendido a 39413toneladas, pero para 2001los desembarques conocidos descendieron a 7965toneladas. Las reducciones más considerables ha correspondido al reloj anaranjado. Muchos de los problemas de ordenación relacionados con esta explotación se examinan en FAO (2001y 2002).

En lo que respecta a las especies de particular interés (>500toneladas registradas anualmente) el componente más importante de las capturas fue el listado (18,3 por ciento), seguido del rabil (14,3 por ciento), Sardinella spp (4,9 por ciento) y camarón sin identificar (4,5 por ciento). Los mayores aumentos anuales en las capturas de grupos especificos correspondieron a lutjánidos (356 por ciento), atún blanco (Thunnus allalunga) (51,9 por ciento) y camarón (Penaeus spp.) (51,9 por ciento). Hubo una gran disminución de las capturas de Scombroidei (–52,3 por ciento), aunque ello podría deberse a cambios en las prácticas de registro, Rastrelliger spp. (véase la observación anterior) y aguja negra (Makaira indica) (-50,0 por ciento).

SITUACIÓN DE LOS RECURSOS Y ORDENACIÓN PESQUERA

Mar Arábigo oriental: Pakistán, India, Maldivas y Sri Lanka

El enorme número de pequeñas embarcaciones de pesca en esta área complica el seguimiento de la situación de las poblaciones y dificulta la aplicación de las medidas de ordenación pesquera. En muchos casos, no existe ninguna restricción de acceso a la pesquería, por razones sociales. Los reglamentos controlan más bien el tipo de arte que se puede utilizar. En muchas áreas, es posible vender prácticamente todas las formas y tamaños de peces que se pueden capturar. Dada la escasez de empleo alternativo, la intensidad pesquera continúa siendo elevada, y aumenta siempre que las tasas de capturas y la situación económica lo permiten. Desde el punto de vista socioeconómico, las pesquerías de camarón en pequeña escala son importantes tanto en el Pakistán como en la costa occidental de la India. No hay fuertes restricciones sobre los artes de pesca ni una reglamentación activa de las pesquerías. La mayor parte de las especies comerciales están fuertemente explotadas. En consecuencia, hay preocupación acerca de la sobrepesca y la modificación de los ecosistemas como consecuencia de la pesca con trampas y redes de enmalle en las zonas de arrecifes de coral; y no se ha llegado todavía a comprender los efectos de las actividades intensivas de arrastre demersal, orientadas normalmente al camarón. Al parecer, podrían conseguirse grandes beneficios económicos y aumentos de los recursos pesqueros mediante la reducción del esfuerzo de pesca en las pesquerías del camarón de estas regiones, pero todavía no se han llevado a cabo análisis explícitos de los aspectos bioeconómicos de estas pesquerías.

Golfo Pérsico y Golfo de Omán

La pesca ha sido importante en esta área desde la antigüedad, tanto para la subsistencia como para el comercio. La pesquería de perlas en el Golfo Pérsico, famosa en otros tiempos, es ahora sólo una fracción de lo que fue en el pasado. El aumento de los ingresos y la gran aceptación del pescado como componente de la dieta han dado lugar a la plena explotación de prácticamente todos los recursos pesqueros de esta área, con excepción de la sardinela india, sobre todo por la falta de demanda de consumo debido a que es un pescado muy graso. En la actualidad las actividades de pesca se realizan con dhows y sambuks motorizados, pequeñas embarcaciones de madera y arrastreros industriales, casi todos los cuales utilizan hielo para la conservación de las capturas. Se encuentran en la mayor parte de los países de la región, con excepción de los Emiratos Árabes Unidos, donde se ha prohibido el arrastre, y en el Irán, que ha limitado rigurosamente la utilización de arrastreros dentro del Golfo, donde esta forma de pesca sólo se permite durante la temporada de pesca del calamar. La pesquería industrial del Irán que solía realizarse dentro del Golfo Pérsico se limita ahora a la pesca en el Golfo de Omán y el Mar Arábigo noroccidental.

Tres recursos continúan siendo objeto de gran preocupación en esta área: sierra, camarón (varias especies de peneidos y metapeneidos) y varias especies de Percidae , pero en particular la familia de los meros. Es todavía difícil obtener información precisa sobre la situación de poblaciones y especies concretas, suponiendo que exista, ya que la práctica común es notificar los datos sobre capturas de forma muy agregada. Los datos disponibles sobre capturas parecen indicar que la mayor parte de los grupos de peces están plenamente explotados, y hay gran preocupación acerca de la situación del carite estriado del Indo-Pacífico, pescado muy apreciado que encuentra gran demanda en el mercado.

Mar Rojo y Golfo de Adén

El Mar Rojo y, en menor medida, el Golfo de Adén, que son desde la antiguadad han sido vías marítimas navegables, también han sido, al menos regionalmente, importantes por sus pesquerías. Sin embargo, el carácter oligotrófico del Mar Rojo, masa de agua rodeada por países con plataformas continentales estrechas y afloramientos coralinos, hace que las pesquerías, si bien de importancia local, tengan menor relieve en términos mundiales. Varios Estados ribereños han tenido pesquerías del camarón de importancia regional, en particular la Arabia Saudita y el Yemen y, en menor medida, Eritrea. Como en muchas zonas tropicales, los recursos pesqueros característicos son aquellos asociados con los arrecifes de coral, las pesquerías de pequeñas especies pelágicas y las de grandes escómbridos, más móviles, incluidos algunos túnidos. Cuando ha sido posible, se ha practicado la pesca de arrastre, generalmente con arrastreros de malla pequeña en los copos, y dirigidos a una gran variedad de especies (lo que, sin duda, ha causado grandes daños en los corales). Con excepción de los recursos de pequeñas especies pelágicas, que no tienen mucho mercado, los varios recursos deberían considerarse como plenamente explotados.

En el Golfo de Adén, son las grandes pesquerías industriales basadas en la utilización de arrastreros factoría de aguas distantes las que han explotado los recursos de especies demersales y pequeñas especies pelágicas en el pasado, pero desde hace algún tiempo están paralizadas debido a la falta de rentabilidad. La situación en Somalia continúa siendo incierta, con información oficiosa de la operación de compañías pesqueras y también de una considerable actividad de pesca ilegal, particularmente fuera del Golfo de Adén, protagonizada por operadores extranjeros.

No se dispone de ninguna información expresa sobre evaluación de poblaciones que permita determinar la situación de los recursos pesqueros en esta zona, y el uso de los datos sobre capturas como indicador del estado de explotación es poco fiable debido a que la base de datos de pesca de la FAO integra los datos de la Arabia Saudita correspondientes tanto al Mar Rojo como al Golfo Pérsico. No obstante, los datos disponibles revelan claramente que la tasa de incremento de las capturas de los países de la región ha disminuido fuertemente durante el decenio de 1990, y se ha mantenido de hecho constante en los últimos años. Tendría poco valor hacer un análisis detallado de los datos, debido a la gran proporción de capturas “estimadas” de estos países y a los cambios en las pautas de desglose de los datos. La mejor manera de explicar el aumento de las diferentes categorías sería con un mayor desglose por especies en las cifras registradas.

La pequeña superficie donde es practicable el arrastre y la ausencia de una reglamentación eficaz en muchos lugares del Mar Rojo probablemente hacen que las pesquerías pasen rápidamente a ser plenamente explotadas o sobreexplotadas. Los mercados de pescado en esta área son sólidos, sobre todo en el Yemen y Egipto y, en lo que respecta a las especies de alto valor, en la Arabia Saudita. La baja demanda de las pequeñas especies pelágicas ha dado lugar a una reducción de su pesca, sobre todo tras la retirada de los operadores de Europa oriental que anteriormente habían acudido a la zona para abastecer sus mercados nacionales.

Costa de África oriental (de Somalia a Mozambique)

La costa oriental de África representa una gran variedad de ambientes oceanográficos y es sede de algunos de los grandes ecosistemas marinos con mayor variación dinámica de todo el mundo. La corriente somalí se genera durante el monzón sudoccidental y se convierte en una de las corrientes oceánicas más rápidas del mundo. El afloramiento costero que tiene lugar a lo largo del litoral africano durante la fase intensificada de la corriente somalí es uno de los sistemas de afloramiento costero estacional en gran escala más intensos del mundo. Otras regiones próximas están también fuertemente influenciadas por el régimen anual de reversión del monzón (Tomczak y Godfrey, 1994). No obstante, se observa en la región cierto desconcierto debido a que la producción pesquera en las zonas costeras parece pequeña para una superficie tan grande. El rendimiento de la pesca costera en toda la frontera occidental del Océano Indico, incluidos los diversos Estados insulares de la mitad occidental del mismo, representa menos del uno por ciento de las capturas mundiales. A pesar de ello, se considera que la mayor parte de las poblaciones ícticas costeras de la región están plenamente explotadas.

En otras partes del mundo, la producción de la pesca costera normalmente supera a la producción de las especies oceánicas, como los túnidos, y en general representa aproximadamente el entre el 90y el 95 por ciento del total de las capturas, pero en el Océano Indico sudoccidental las contribuciones de la pesca costera y oceánica son aproximadamente iguales. La plataforma continental del Océano Indico frente a la costa africana es relativamente estrecha, y en cierta medida ello podría explicar el bajo volumen de capturas costeras. No obstante, la divergencia entre la superficie de la plataforma continental y las de otras regiones oceánicas no basta para explicar suficientemente la citada anomalía de la producción pesquera.

Si bien las pesquerías costeras son explotadas fundamentalmente por Estados ribereños, las pesquerías oceánicas, más lucrativas, son aprovechadas principalmente por flotas de aguas distantes procedentes de Europa y Asia oriental. De todas formas, y a pesar del bajo volumen de capturas costeras, la pesca y las actividades económicas asociadas con ella son a menudo importantes para las economías locales. En algunos de los países del Océano Indico sudoccidental, el pescado es casi la única fuente de proteína animal disponible para las poblaciones locales. Además, en una región donde hay gran escasez de divisas, las exportaciones de productos pesqueros representan una fuente vital de ingresos intercambiables. La pesquería del camarón en el Banco Sofala es importante para Mozambique, ya que le permite obtener valiosas divisas, y lo mismo cabría decir de Madagascar. La pesquería industrial del camarón en Mozambique es objeto de seguimiento científico y está sometida a sistemas de ordenación pesquera. Análisis recientes indican que este recurso está plenamente explotado y que el esfuerzo de pesca debería reducirse. El control del esfuerzo debería involucrar no solamente al número de embarcaciones y a las vedas estacionales sino también al tamaño de los artes utilizados.

REFERENCIAS

FAO.2001. Report of the Ad Hoc Meeting on Management of Deepwater Fisheries Resources of the Southern Indian Ocean. Swakopmund, Namibia, 30 May–1 June 2001. FAO Fisheries Report, No.652. 61p.

FAO.2002. Report of the Second Ad Hoc Meeting on Management of Deepwater Fisheries Resources of the Southern Indian Ocean. Fremantle, Western Australia, 20 – 22 May 2002. FAO Fisheries Report, No.677. 106p.

Mathews, C.P., Kedidi, S., Fita, N.I., Al-Yahya, A. y Al Rasheed, K. 1993. Preliminary Assessment of the Effects of the Gulf War on Saudi Arabian Prawn Stocks. Marine Pollution Bulletin, 27:251–272.

Mathews, C.P., Toloday, D. y Ismail, M.S. 1993. Some effects of the 1990–91 Gulf War on Hamoor (Epinephelus tauvina) for the Saudi Arabian Gulf Coast. Asian Fisheries Science , 6: 351–56.

Romanov, E. (ed.)2003. Summary and Review of Soviet and Ukrainian Scientific and Commercial Fishing Operations on the Underwater Ridges of the Southern Indian Ocean.FAO Fisheries Circular, Rome, FAO. 2003. In print.

Sharp, G.D. 1995. Arabian Sea Fisheries and their Production Contexts. In M.F. Thompson y N.M. Tirmizi (eds). The Arabian Sea: Living Marine Resources and the Environment , pp. 239–264. A.A. Balkema, Rotterdam.

Tomczak, M. y Godfrey, J.S.1994. Regional Oceanography: An Introduction . Pergamon. 422pp.

* FAO, Servicio de Recursos Marinos, Dirección de Recursos Pesqueros.


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