4. Sistemas de Gestión

Los sistemas de gestión pesquera para pequeños cuerpos de agua implementados en la Región cubren una amplia tipología que incluye la gestión individual por un pequeño acuicultor, y la gestión por cooperativas, grupos comunitarios y empresas públicas y privadas (Wijsktrom 1989). Los éxitos o fracasos de la explotación de pequeños cuerpos de agua parecerían no estar tan relacionados con el sistema de gestión aplicado como con los presupuestos del mismo. En la región existen casos de éxitos y fracasos para todos los sistemas de gestión implementados, quizás con excepción de la gestión por pequeños acuicultores. Pero aún en este caso, los fracasos serían más adjudicables a las limitantes comunmente citadas para la acuicultura rural (Loria y Martínez 1990, Martínez 1989, Wijsktrom 1989) que a la gestión individual en sí misma. Los sistemas de gestión centralizados basados en un relativamente alto número de pequeños cuerpos de agua, parecerían tener ventajas comparativas. La producción y distribución centralizada de semilla y el manejo global de las pequeñas producciones individuales serían algunas de sus ventajas.

Las especies más utilizadas en la Región para la explotación de grandes cuerpos de agua son la tilapia, la carpa común y varias especies nativas. Los grandes cuerpos de agua en el extremo sur del cono sur se explotan para salmónidos. En cultivos intensivos se utilizan principalmente tilapia. carpa común y varias especies de carpas chinas. El cultivo de los géneros Colossoma y Piaractus parece ser una perspectiva adecuada para el aprovechamiento de embalses, aunque la rentabilidad no esté bien determinada (GTTCP 1992). El cultivo de los aterínidos nativos parecen ser una opción alentadora para el aprovechamiento extensivo de varios tipos de cuerpos de agua.

Los factores más relevantes de los éxitos o fracasos parecerían estar relacionados con la existencia de mercados reales o potenciales, o con condiciones políticas y/o socioeconómicas que justifican el subsidio estatal y su permanencia.

Los efectos sobre las pesquerías de los distintos usos de la tierra y el agua son, en general, de preocupación en toda la Región. Sin embargo, el relativamente bajo nivel de explotación de la gran mayoría de los cuerpos de agua hace que las consideración de los efectos de la explotación acuícola sobre el ambiente sean mínimas. México y Argentina podrían ser casos de planificación de intensificación de la pesca aumentando la intensidad de uso de los embalses sin tomar debidamente en cuenta efectos ambientales indeseados.

La utilización de modelos de regresión basados en el MEI para evaluar el potencial pesquero ha recibido críticas en la Región. Muchas de las mismas tienen base en aplicaciones erróneas del método y otras en su generalidad. Cuba y México han utilizado el MEI como estimador de potencial pesquero, pero sólo Cuba ha desarrollado sus propios modelos (ver Tabla 9). En este último caso, los residuos de la captura total y del rendimiento pesquero están significativamente relacionados con el índice morfoedáfico. Ello indica que, de manera subyacente a la relación directa entre el rendimiento pesquero real y la densidad de esfuerzo, los embalses con mayor índice morfoedáfico presentan mayor rendimiento pesquero.

Tabla 9. Regresiones de los residuos de la regresiones EFF - Yt y eff - Y en función del índice morfoedáfico (MEI), para 50 embalses cubanos. RESYt y RESY respectivamente. Yt, captura total (tm/año); Y, rendimiento pesquero (kg/ha/año); EFF, esfuerzo pesquero total (pescadores/año); eff, densidad de esfuerzo pesquero (pescadores/km²/año), MEI, índice morfoedáfico (conductividad eléctrica / profundidad media, uS/cm).

Los modelos de producción excedente tipo Schaefer han sido aplicados para evaluar el potencial en algunos embalses del nordeste brasileño, Cuba y México.

El uso de los sistemas geográficos de información (GIS) con fines pesqueros es, en general, todavia una rareza en la Región.