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6. Estrategias para la Intensificación de la Pesca. conclusiones y Necesidades.

Sobre un total de 15 millones de hectáreas de lagos y embalses, a lo sumo se estarían explotando intensivamente con pesquerías de captura unos 2 millones. Una proporción importante del total estaría siendo utilizada con fines recreativos con rendimientos muy por debajo del máximo sustentable. De los 2 millones de hectáreas de cuerpos de agua con superficies menores a 100 ha el porcentaje explotado intensivamente es prácticamente despreciable. En América Latina y el Caribe se dan actualmente las dos posibilidades que existen para aumentar la producción total de pescado de agua dulce: la expansión del área explotada y la intensificación de la explotación pesquera. La información disponible indica que, para la Región, las posibilidades de expansión serían inmensas.

La intensificación de la pesca por el aumento del área explotada, dada su envergadura y la magnitud de los conflictos entre usuarios que implica, parecería ser una decisión a tomar en los máximos niveles del gobierno de la actividad. El ejemplo de Cuba en su expansión planificada para la década de los noventa puede ser tomado como ejemplo a despecho de las diferencias en el manejo de la economía global de los países.

La intensificación de la pesca por el aumento de la intensidad de explotación parece ser un problema de menor escala. Decisiones provinciales/estatales, zonales o comunales pueden estar implicadas. La intensificación del uso de cuerpos de agua grandes y medianos por: aumento de la densidad de esfuerzo pesquero acorde con el rendimiento pesquero potencial basado en la productividad natural o en el que se logre por el uso intensivo de zonas específicas de los embalses, intensificación de las densidades de siembra en número y en peso, el uso de bahías por cerramiento y siembra, o corrales y jaulas con o sin repoblación, y el uso de la zona pelágica para instalación de jaulas, son algunas de las alternativas. Algunas de ellas ya se están implementando en la Región (Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba, México, entre otros).

La intensificación de la pesca en pequeños cuerpos de agua pasa por su uso intensivo con fertilización y alimentación externa. La experiencia en explotación de pequeñoas cuerpos de agua en la Región sería limitada, si consideramos su escasa representación en las estadísticas. Sin embargo, la similitud de los rendimientos pesqueros de ciertas experiencias de crí intensiva en el nordeste brasileño con algunos de los resultados de la aplicación de técnicas de acuicultura integrada, altamente intensiva, en China, induce a pensar que la tecnología para intensificar la pesca en pequeños cuerpos de agua de América Latina y el Caribe está actualmente disponible en la Región. Información fragmentaria sobre la explotación pesquera de pequeños cuerpos de agua en otros países de la Región (ver por ejemplo GTTCP 1992) apoyaría tal afirmación. El concretar la intensificación pasaría principalmente por un problema de toma de decisiones políticas y de disponibilidad de inversiones para este fin, y el mucho menor medida, por adaptar tecnologías al cambio de escala necesario para lograrlo. La experiencia china del desarrollo de pesquería en grupos de pequeños embalses manejados como una red y el cultivo de peces integrado en grupos de embalses (Lu 1992) tendría posibilidades de ser asimilada con éxito en la Región.

América Latina y el Caribe no es una región homogénea en el desarrollo de la explotación de sus recursos pesqueros continentales. Algunos países se encuentran bastante avanzados mientras otros tienen sus recursos prácticamente no explotados. La transferencia de experiencias entre los países de la Región puede ser altamente beneficiosa para el desarrollo de sus recursos pesqueros continentales. En líneas muy generales, las estrategias para lograr la intensificación de la pesca (ver RTPA 1989 y Novoa 1992) deberían contemplar:

Las consideraciones más específicas quedarán delineadas una vez establecidas las estrategias de desarrollo. Por ejemplo, la necesidad de desarrollar metodologías de evaluación de la capacidad de carga de pequeños cuerpos de agua, así como de zonas específicas de grandes embalses; la capacidad de producción de semilla a instalar y su distribución, dependencia y gestión; el tipo y el nivel de la tecnología pesquera a aplicar; la conveniencia de instalar estructuras para pasaje de peces hacia aguas abajo o para impedir su escape; la conveniencia de limpiar el vaso de embalses para facilitar las operaciones de pesca, etc. Algunos de los anteriores son considerados factores limitantes en algunos de los países de la Región.

Los modelos de regresión desarrollados aquí muestran los efectos del accionar humano sobre el rendimiento pesquero. Sus relaciones con la densidad de esfuerzo pesquero y la densidad de siembra son altamente significativas. Recopilar más datos para mejorar los modelos y relacionar los con el rendimiento potencial será beneficioso para el manejo de las pesquerías de América Latina y el Caribe, y en particular la explotación de los pequeños cuerpos de agua. La particularidad de las relaciones entre el rendimiento pesquero y las densidades de esfuerzo y de siembra para comparaciones entre embalses y dentro de un embalse específico necesita ser estudiada con mayor detalle. El efecto subyacente del potencial pesquero (como morfometría y carga total de nutrientes) podría así hacerse evidente. Para analizar tales relaciones la información ya estaría disponible en la Región.


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