Foro Global sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (Foro FSN)

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Fortalecimiento de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos para alcanzar la seguridad alimentaria y afianzar la nutrición en el contexto de la urbanización y la transformación rural

El Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición  (GANESAN) está elaborando el informe “Fortalecimiento de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos para alcanzar la seguridad alimentaria y afianzar la nutrición en el contexto de la urbanización y la transformación rural”, a petición del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA). El informe del GANESAN se presentará en el 52.º período de sesiones del CSA en octubre de 2024.

Con esta consulta electrónica, el GANESAN desea conocer su opinión sobre el alcance propuesto para este informe y las preguntas orientativas que figuran a continuación.

ALCANCE Y JUSTIFICACIÓN

Casi el 60 % de la población mundial vive actualmente en núcleos urbanos (ONU DAES, 2018; Acharya et al., 2020). En general, se consideran motores de crecimiento y empleo, donde se produce más del 80 % del producto interno bruto (PIB) mundial. Pero también se enfrentan a enormes desafíos para garantizar el acceso de todos sus residentes a servicios esenciales, como sanidad, educación, transporte y alimentación. La población urbana está aumentando rápidamente, con un incremento particularmente acusado en África y Asia. Por ejemplo, las 15 ciudades del mundo cuya población crece de forma más rápida se encuentran en África. Además de la urbanización, se ha producido una “disociación geográfica” (Langemeyer et al., 2021) entre las ciudades y el suministro de alimentos, debido a la reorientación del uso de la tierra urbana y periurbana en búsqueda de “mayores beneficios”. En este sentido, las ciudades y municipios están perdiendo con rapidez tierras agrícolas periurbanas, que históricamente les han proporcionado alimentos frescos y saludables. Las zonas urbanas también están sufriendo un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos que afectan a los medios de vida e ingresos de su población, mientras aumentan las desigualdades entre sus habitantes (Pelling et al., 2021). Estas tendencias implican que las zonas urbanas y periurbanas también concentran riesgos para la inseguridad alimentaria y la malnutrición, tal y como se puso de manifiesto durante la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) (véase, por ejemplo, Rede PENSSAN, 2021), agravada por desastres naturales y conflictos. Al mismo tiempo, las zonas urbanas y periurbanas tienen múltiples recursos y sirven como centros para la educación, la tecnología y la innovación, los servicios sanitarios y sociales y la producción, elaboración y distribución de alimentos. Todas estas funciones se podrían potenciar.

A menudo, las relaciones económicas y comerciales informales en los sistemas alimentarios en zonas urbanas empobrecidas pueden ser fundamentales para la seguridad alimentaria, pero son ignoradas por políticas y regulaciones. Los sistemas alimentarios informales están formados por una red compleja de proveedores, transportistas, vendedores ambulantes, minoristas y vendedores de alimentos en la vía pública y en los mercados, además de los agricultores, y contribuyen a que los alimentos sean más accesibles y asequibles para los consumidores urbanos. Sin embargo, estos actores del sector informal dependen principalmente de sus propios recursos y capital, y cuentan con muy poco respaldo político para reforzar sus empresas y garantizar la calidad, como apoyo para el acceso a información sobre los mercados, transporte y logística, cadenas de frío o instalaciones de reutilización de residuos (Tefft et al., 2017). De hecho, en ausencia de una planificación específica de los sistemas alimentarios, la venta y el consumo de alimentos altamente procesados está creciendo en la mayoría de los centros urbanos, mientras que el comercio local ­—que ofrece alimentos saludables y frescos a precios asequibles, y a menudo en cantidades más pequeñas— queda relegado, contribuyendo a los denominados “desiertos alimentarios”. Estas tendencias suelen afectar a la seguridad alimentaria y la nutrición de forma negativa (Peyton, Moseley y Battersby, 2015; Battersby, 2017; Acharya et al., 2020).

Esta falta de coherencia en materia de políticas pone de relieve una falta general de coordinación entre las políticas y los actores relacionados con la seguridad alimentaria, la agricultura o el medio ambiente y la planificación urbana. Y se ve agravada por la escasez general de datos, análisis y evidencias empíricas a nivel urbano para fundamentar la toma de decisiones sobre políticas alimentarias urbanas y periurbanas. Es por ello que los responsables de formular las políticas tienen dificultades para planificar, priorizar, diseñar y realizar un seguimiento de las intervenciones en los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos, así como para garantizar la coherencia entre políticas y sectores. Además, los gobiernos y otros órganos —como los sistemas de alerta temprana para casos de hambruna (FEWS, por sus siglas en inglés)— no han logrado que el seguimiento de la inseguridad alimentaria en zonas urbanas esté al mismo nivel que el de zonas rurales, limitándose a indicadores muy básicos como precios de los alimentos (Moseley, 2001; Krishnamurthy, Choularton y Kareiva, 2020).

Las ciudades pueden desempeñar un papel vital en la formulación de políticas de los sistemas alimentarios para reforzar su resiliencia de varias maneras. Pueden producir alimentos cultivados localmente o de forma regenerativa cuando proceda, facilitar la producción urbana y periurbana sostenible de alimentos nutritivos, evitar el desperdicio de alimentos aumentando la inversión en bioeconomía circular (definida en términos generales como una economía basada en el uso sostenible, la reutilización y la regeneración de los recursos naturales) y construir mercados inclusivos invirtiendo en infraestructuras para que pequeños comerciantes y minoristas puedan comercializar productos alimenticios más saludables. También pueden promover la resiliencia mitigando los efectos negativos del cambio climático y adaptándose a ellos (GANESAN, 2020; Heck y Alonso, 2021).

La agricultura urbana y periurbana es una opción importante, con efectos potencialmente positivos en la diversidad dietética, la calidad de los espacios urbanos, las acciones comunitarias, y el empoderamiento. Pero, en la mayoría de las ciudades —especialmente en el Sur del mundo— el apoyo estatal a la agricultura urbana y periurbana es limitado. Por el contrario, la regulación actual de las ciudades y el creciente valor de mercado de la tierra periurbana limitan las oportunidades para la producción local. Un estudio reciente de la FAO concluyó que los gobiernos municipales desempeñan un papel sumamente importante en la identificación y conexión de los actores de los sistemas alimentarios a fin de fomentar iniciativas innovadoras comunitarias que contribuyan a mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición (FAO, 2020). Por ejemplo, ante las dramáticas consecuencias de la pandemia, los huertos domésticos proporcionaron complementos alimenticios nutritivos y saludables y servicios ecosistémicos (Lal, 2020). Los mercados locales se multiplicaron, al igual que las iniciativas de productores familiares para entregar cestas de alimentos frescos a domicilio y las iniciativas de donación de alimentos a comunidades de bajos ingresos. Muchos habitantes de las zonas urbanas —en especial nuevos migrantes, personas sin papeles y trabajadores informales— se vieron obligados a acudir a bancos de alimentos y organizaciones benéficas, con gran detrimento de su dignidad y arbitrio (Rao et al., 2020). Estas experiencias ponen de relieve la importancia y el potencial de la dimensión territorial de los sistemas alimentarios para la realización del derecho humano a la alimentación (Recine et al., 2021).

Dada la importancia social y económica de las zonas urbanas, es imprescindible abordar los desafíos que plantea la urbanización en relación con la transformación rural, a fin de “reconstruir mejor” tras la pandemia de COVID-19 y las perturbaciones de las cadenas de suministro causadas por la guerra en Ucrania, los conflictos internos y los desastres naturales. Es de vital importancia que las políticas aborden la pobreza y la desigualdad, fomenten la resiliencia y la inclusión social y promuevan medios de vida sostenibles. Las necesidades específicas de los diversos contextos rurales y urbanos, la diferencia entre los distintos tipos de zonas urbanas (p. ej. megaciudades y municipios en zonas mayoritariamente rurales) y los vínculos entre ellas en zonas rurales y urbanas deberían tenerse en cuenta a la hora de formular políticas alimentarias. Por ejemplo, la Nueva Agenda Urbana insta a integrar la seguridad alimentaria y nutricional en la planificación urbana y territorial (ONU-Hábitat, 2016). El informe también podría examinar cuestiones específicas relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición a las que se enfrentan las ciudades en situaciones de conflicto, desastres naturales y otras crisis, en especial cuando dependen de alimentos importados y son vulnerables la volatilidad de los precios.

Es necesario un análisis más profundo de los sistemas alimentarios en el contexto de la urbanización y la transformación rural para garantizar la realización del derecho a la seguridad alimentaria y nutricional en sus seis dimensiones (GANESAN, 2020). En particular, el informe podría investigar el potencial de los mercados territoriales e informales, la economía circular y las cadenas de suministro más cortas para reforzar los vínculos entre la producción y el consumo de alimentos urbanos y periurbanos. El papel de los entornos alimentarios en zonas urbanas es especialmente importante, dada la coexistencia de la distribución organizada (supermercados) y los mercados territoriales e informales, y los efectos negativos de la proliferación de supermercados, que relegan a los establecimientos minoristas de venta de alimentos pequeños y/o informales (Peyton et al. 2015). Es por ello que, algunas partes de las ciudades a menudo las más pobres se han convertido en “desiertos alimentarios” sin apenas productos frescos y saludables. Esto afecta a las dietas urbanas, que ya se caracterizan por dar mayor prioridad a alimentos procesados y precocinados. Además, los centros urbanos y sobre todo las zonas de asentamientos informales se suelen caracterizar por la falta de infraestructuras básicas como el acceso a agua potable y aguas residuales. Por tanto, es necesario prestar atención específica a las necesidades de agua y saneamiento en relación con la utilización de alimentos en zonas urbanas y periurbanas.

Al mismo tiempo, en las zonas urbanas y periurbanas albergan hay innovaciones interesantes para la producción, transformación y distribución de alimentos como huertos verticales, grupos de compra ética e innovaciones de comercialización, que podrían reproducirse en otros contextos. Para reforzar el papel de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos, es fundamental reflexionar sobre la estructura de la gobernanza de la seguridad alimentaria y la nutrición. Y en especial sobre cómo los ayuntamientos, los expertos en planificación urbana y otros asociados pueden colaborar con actores tradicionalmente involucrados en los sistemas alimentarios y las políticas de seguridad alimentaria y nutrición para potenciar las sinergias. Algunas de las medidas en materia de políticas que se han recomendado en los últimos años para reforzar el papel de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos están relacionadas con la promoción del acceso equitativo a la tierra y los recursos agrícolas productivos para los pequeños productores; la inversión en infraestructuras rurales y urbana; el desarrollo de mercados territoriales y cadenas de suministro cortas; la priorización de la población en situación de pobreza en ciudades y zonas rurales para pueda acceder a alimentos nutritivos y condiciones de vida más saludables; y la anticipación al futuro interconectado de la urbanización y la transformación rural (GANESAN, 2020; Heck y Alonso, 2021).

Sobre la base de los resultados del Grupo de trabajo de composición abierta del CSA sobre urbanización, transformación rural e implicaciones para la seguridad alimentaria y la nutrición (CFS 2017/44/6 y CFS 2016/43/11), la bibliografía reciente y los debates sobre políticas, el informe examinará estas cuestiones y formulará recomendaciones sobre políticas para el CSA.

PREGUNTAS PARA ORIENTAR LA CONSULTA ELECTRÓNICA SOBRE EL ALCANCE DEL INFORME DEL GANESAN

El GANESAN desea conocer su opinión sobre el alcance propuesto del informe “Fortalecimiento de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos para alcanzar la seguridad alimentaria y afianzar la nutrición en el contexto de la urbanización y la transformación rural”. En particular, les invita a:

A

Compartir sus comentarios sobre los objetivos y el contenido propuesto de este informe. ¿Considera que el alcance propuesto es suficientemente amplio para analizar y debatir las cuestiones fundamentales relacionadas con el papel de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos en el logro de la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición? ¿Hay alguna laguna u omisión importante?

B

Compartir buenas prácticas y experiencias exitosas sobre el fortalecimiento de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos en el contexto de la urbanización y la transformación rural, incluidos casos de emergencias o conflictos.

C

Compartir bibliografía, estudios de casos y datos recientes que puedan ayudar a responder a las siguientes preguntas:

1.            ¿Cuáles son los principales obstáculos que dificultan la contribución de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos a la seguridad alimentaria y la nutrición?

2.            ¿Cómo se pueden transformar los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos de forma que sean más equitativos y accesibles, tanto para sus actores como en términos de los resultados en materia de seguridad alimentaria y nutrición?

3.            ¿Cómo se puede reforzar la resiliencia de las cadenas urbanas de suministro de alimentos —formales e informales, locales y mundiales— a fin de garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición en entornos urbanos?

4.            ¿Qué se debe cambiar en la planificación urbana para proporcionar mejor apoyo a todas las dimensiones de la seguridad alimentaria, incluido el apoyo a los derechos humanos, el arbitrio y la sostenibilidad? ¿Cuáles son algunas de las medidas que pueden fortalecer el arbitrio de los actores locales en los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos? 

5.            ¿Cómo pueden los gobiernos nacionales y municipales fomentar ciudades y pueblos con bajas emisiones de carbono, inclusivos, relativamente autosuficientes y resilientes, a fin de impulsar la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición a raíz del cambio climático y otras crisis?

6.            ¿Cuáles son las políticas más apropiadas (y las lagunas en las políticas ya existentes) en zonas urbanas y rurales para abordar cuestiones relativas a la tenencia de la tierra, la expansión urbana en tierras agrícolas y la creciente competencia por los recursos naturales?

7.            ¿Cómo pueden los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos garantizar que se satisfacen las necesidades alimentarias y nutricionales de grupos específicos de personas, como migrantes, desplazados internos, niños, adolescentes, etc.?

8.            ¿Cuáles son los posibles beneficios y desafíos de los mercados territoriales para el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y la nutrición de las poblaciones urbanas?

9.            ¿De qué forma puede generar beneficios climáticos secundarios para todos y reforzar la resiliencia al cambio climático la incorporación de prácticas de agricultura resiliente al clima y economía circular?

10.         ¿Cómo se puede involucrar y empoderar a la ciudadanía a fin de impulsar procesos inclusivos, transparentes y participativos para las transformaciones urbanas, velando por las sinergias y complementariedad con los ayuntamientos?

11.         ¿Qué experiencias de comunidades urbanas para aumentar el acceso a alimentos frescos y dietas saludables pueden inspirar políticas públicas más amplias?

EL GANESAN utilizará los resultados de esta consulta para elaborar el borrador cero del informe y realizar una nueva consulta electrónica. Posteriormente será revisado por pares y se presentará al equipo de redacción y al Comité Directivo del GANESAN para su finalización y aprobación.

Les agradecemos de antemano sus comentarios y contribuciones sobre el alcance de este informe del GANESAN. Los comentarios son bienvenidos en los idiomas inglés, francés y español.

¡El HLPE-FSN espera una consulta rica!

Évariste Nicolétis, Coordinador del GANESAN-FSN

Paola Termine, oficial de programas del GANESAN-FSN

 


BIBLIOGRAFÍA

Acharya, G. Cassou, E. Jaffee, S., Ludher, E.K. 2020. RICH Food, Smart City: How Building Reliable, Inclusive, Competitive, and Healthy Food Systems is Smart Policy for Urban Asia. Washington, DC, World Bank. https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/35137   

Battersby, J. 2017. Food system transformation in the absence of food system planning: the case of supermarket and shopping mall retail expansion in Cape Town, South Africa. Built Environment, 43(3): 417-430.

FAO. 2020. Ciudades y gobiernos locales a la vanguardia en la construcción de sistemas alimentarios inclusivos y resilientes: Principales resultados de la encuesta de la FAO "Sistemas alimentarios urbanos y COVID-19". Roma.

Heck, S. & Alonso, S. 2021. Resilient Cities Through Sustainable Urban and Peri-Urban Agrifood Systems. Montpellier, France, CGIAR. Resilient-Cities.pdf (storage.googleapis.com)

GANESAN. 2020. Seguridad alimentaria y nutrición: elaborar una descripción global de cara a 2030. Un

informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de

Seguridad Alimentaria Mundial, Roma. https://www.fao.org/3/ca9731es/ca9731es.pdf

Krishnamurthy, P. K., Choularton, R. J., & Kareiva, P. 2020. Dealing with uncertainty in famine predictions: How complex events affect food security early warning skill in the Greater Horn of Africa. Global Food Security, 26: 100374.

Lal, R. 2020. Home gardening and urban agriculture for advancing food and nutritional security in response to the COVID-19 pandemic. Food Security, 12: 871-876. https://link.springer.com/article/10.1007/s12571-020-01058-3

Langemeyer, J., Madrid-López, C., Mendoza Beltrán, A. & Villalba Mendez, G. 2021. Urban agriculture — A necessary pathway towards urban resilience and global sustainability? Landscape and Urban Planning, 210: 104055. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0169204621000189

Moseley, W. G. 2001. Monitoring urban food security in Sub-Saharan Africa. African Geographical Review, 21(1): 81-90.

Pelling, M., Chow, W. T. L., Chu, E., Dawson, R., Dodman, D., Fraser, A., Hayward, B. et al. 2021. A climate resilience research renewal agenda: learning lessons from the COVID-19 pandemic for urban climate resilience. Climate and Development, 0(0): 1–8. https://doi.org/10.1080/17565529.2021.1956411

Peyton, S., Moseley, W. & Battersby, J. 2015. Implications of supermarket expansion on urban food security in Cape Town, South Africa. African Geographical Review, 34(1): 36-54.

Rao, N., Narain, N., Chakraborty, S., Bhanjdeo, A. & Pattnaik, A. 2020. Destinations Matter: Social Policy and Migrant Workers in the Times of Covid. The European Journal of Development Research, 32(5): 1639–1661. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7590571/

Recine, E., Preiss, P.V., Valencia, M. et al. 2021. The Indispensable Territorial Dimension of Food Supply: A View from Brazil During the COVID-19 Pandemic. Development, 64: 282–287. https://doi.org/10.1057/s41301-021-00308-x    

Rede Brasileira de Pesquisa em Soberania e Segurança Alimentar (Rede PENSSAN). 2021. VIGISAN National Survey of Food Insecurity in the Context of the Covid-19 Pandemic in Brazil https://olheparaafome.com.br/VIGISAN_AF_National_Survey_of_Food_Insecurity.pdf

Tefft, J., Jonasova, M., Adjao, R. & Morgan, A. 2017. Food systems for an urbanizing world. Washington DC, World Bank and Rome, FAO.

UNDESA (UN Department of Economic and Social Affairs). 2018. 2018 Revision of World Urbanization Prospects. New York. Cited June 2022. https://desapublications.un.org/file/615/download

ONU-Hábitat (Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos). 2016. The New Urban Agenda. Nairobi. https://unhabitat.org/sites/default/files/2021/10/nueva-agenda-urbana-ilustrada.pdf

 

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Dear Concern,

Thank you so much for inviting me to contribute to the creation of effective policies to support urban and peri-urban food systems in order to achieve food security and nutrition in the context of urbanization and rural transformation. The following suggestions are provided for your evaluation and consideration: 

Achieving food security and improved nutrition status in an era of rapid urbanization requires considerably more understanding of the relationship between urban and food systems. In case of urban settings for low-income groups, awareness raising about the benefit of healthy food and its accessibility in the neighboring stores is needed. The adverse impact of trans fatty acids containing unhealthy food like singara, puri, samosa, burger, which are frequently consumed around tea time at 11:0am and at tea break, should be avoided from the food consumption list. The person responsible for making such unhealthy food should be discouraged, and given assistance to start a business for selling healthier food.

In the per-urban areas, water logging and improper fecal waste management are the major source of microbial contamination in water and soil (Dey et al. 2017), which increases the risk of child stunting and wasting. Improving the household environment through safely managed water and sanitation, and hygiene practices reduce the risk of childhood diarrhoeal disease (Dey et al. 2019), and child stunting and wasting caused by nutritional imbalances.  Protection of soil and water contamination from industrial waste, tubewell’s waste water, and agro-chemicals are urgently needed to ensure safe production of high value crops, such as fruits and vegetables in the peri-urban areas. Conservation of surface water, its sustainability (Dey et al. 2017) in terms of availability and quality (Dey et al. 2018), timely its application, adoption of smart technology for remediation of degraded soil and water quality aiming to smart farming for enhancing food production and thus food security in the changing climate is urgently needed. It is very important to get insights on people’s knowledge on issues like this, which critically impact food safety and hygiene, but which have received little attention so far (Rabbi and Dey, 2013). Proper handwashing with soap and water before eating, after defecation, proper management of child faeces and periodic monitoring for adopting hygiene behavior including cleanliness of latrine can prevent under-five children diarrhoea in households (Dey et al., 2019).

Pesticides, for example, are often used even right before harvest, selling, and consumption, posing a serious risk to public health (Dey al. 2010; WHO 2022). In peri-urban environments where vegetables are produced, supply water or TW water is not always accessible, especially during the dry season. As a result, many farmers wash their produce using contaminated surface water, increasing the risk of microbiological contamination, food safety, and health. There is an urgent need for more education campaigns on the harmful effects of pesticides and tainted surface water on human health and food safety. Establishment of a community-based monitoring system to safeguard against the improper application of pesticides prior to harvest and sale. As a skilled employee earns more, development of skill in a specific area by each member of a family may enhance income generation as a whole to purchase healthy food. A strong understanding of cooking techniques can maintain an ideal level of nutrients in food for healthy life.

Thank you,

Dr. Nepal C Dey

Founding Managing Director, Research and Entrepreneurship Development Ltd.

References

Damalas, C.A. and Eleftherohorinos, I.G. (2011). Pesticide Exposure, Safety Issues, and Risk Assessment Indicators, Int J Environ Res Public Health. 2011 May; 8(5): 1402–1419. doi: 10.3390/ijerph8051402

Junaid, S.A., Umeh, C., Olabode, A.O., Banda, J.M. (2011). Incidence of rotavirus infection in children with gastroenteritis attending Jos university teaching hospital, Nigeria. Virol. J. 8, 233.

Dey, N.C., Parvez, M., Islam, M.R., Mistry, S.K., Levine, D. (2019). Effectiveness of a community-based water, sanitation, and hygiene (WASH) intervention in reduction of diarrhoea among under-five children: Evidence from a repeated cross-sectional study (2007–2015) in rural Bangladesh, Intl. J. Hygiene and Environmental Health, 222 (8): 1098-1108. https://doi.org/10.1016/j.ijheh.2019.08.006.

Dey, N.C., Parvez, M., Dey, D., Saha, R., Ghose, L., Barua, M., Islam, A, Chowdhury, M. (2017). Microbial contamination of drinking water from risky tubewells situated in different hydrological regions of BangladeshIntl. J. Hygiene and Environmental Health,2017, 220 (3), 621–636. https://doi. 10.1016/j.ijheh.2016.12.007.

Rabbi, S.E. and Dey, N.C. (2013). Exploring the gap between hand washing knowledge and practices in Bangladesh: a cross-sectional comparative studyBMC Public Health, 13, 89. [[https://doi:10.1186/1471-2458-13-89%5dhttps:/doi:10.1186/1471-2458-13-8….

WHO (2022). Pesticide residues in food. World Health Organization. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/pesticide-residues-in-food (entered on 6 March 2022).

 

Hola! Actualmente estoy participando en un proyecto de posgrado sobre el tema de la deforestación en zonas rurales y peri-urbanas, debido a expansión urbana, tomando como base el proceso de deforestación en la sierra de Guadalupe , una zona montañosa ubicada entre Ciudad de México y la región Estado de México, la zona más poblada e industrializada de México (con alrededor de 22 millones de personas).

Dicho proceso de deforestación perturbó definitivamente agroecosistemas y ecosistemas de la región en los últimos 40 años, vulnerando las capacidades de resiliencia agroambiental de la región. Sin embargo, creemos que en el análisis de dicho proceso y las estrategias a seguir para ralentizarlo, existen oportunidades sobre resiliencia que deberíamos tomar en cuenta para su posible réplica en otras regiones con problemáticas similares.

Este fenómeno de deforestación lo estamos abordando considerando desde la noción de sistemas complejos y su análisis a través de la modelización de su dinámica como sistema social .

Entre los resultados esperados, están: 

1.- Información sobre mejores políticas de planeación rural-urbana

2.- Estrategias de recuperación de sistemas agroecológicos en la zona

3.- Generación de indicadores de sustentabilidad y economía circular para la región (en términos de conservar, recuperar y mejorar los recursos naturales de la zona)

4.- El involucramiento de actores locales ( institucionales, privados, municipales, civiles, etc.) en dichos procesos a fin de generar, a mediano y largo plazo proceso de participación ciudadana y transformación urbana hacia una economía verde.

Atte.

Felipe Nuñez

 

 

 

 

 

 

 

  1. You all did a good job stating the principal issues and the references are fairly well represented.
  2. Missing though are several points:
  3. The complete omission of the concept of CITY REGIONS, instead of the rural vs urban
  4. The extremely relevant experience of the MILAN URBAN FOOD POLICY PACT, that is based on very relevant experiences and proposes an approach of 6 axes that are very appropriate and opportune
  5. MORE in-depth analysis? Perhaps in certain regions/countries but not as the main activity!!! The Milan pact has plenty tools to start with, and lets not “loose” time in further duplications

Sr. GERVAIS NZOA

Centre d'accompagnement des alternatives locales de developpement
Camerún

Formuler un plan de travail pratique sur le "strengthening urban and peri-urban food systems to achieve food security and nutrition in the context of urbanization and rural transformation" avec les parties prenantes en mettant en relief les points A, B, C, du questionnaire comme outils d'evaluation participative et les elements de la composante de la matrice aux niveaux communautaire, local, sous-regional, regional et international. 

Le resultat de ce plan constituerait un cadre et une serie d'outils pour les Etats membres, les agences onusiennes, les ONGs, les organisations intergouvernementales et la societe civile afin de faire le suivi systematique du strengthening urban and peri-urban food systems.

A.Encouraging all people to cultivate according to their own knowledge is very important whether those in the urban or rural areas increase their productivity to feed themselves to avoid importing food from foreign countries which is expensive and unsafe for the health of consumers because imported food poses a high risk to health.

B. Increasing agricultural productivity has both good and bad effects on the natural environment. Due to the growth of the population in the rural areas as well as in the cities, it is impossible to avoid the negative effects, the main reason is the expansion of urban residential areas and agricultural areas.

C:

1. What hinders the contribution of urban and urban food systems to food security and nutrition is the lack of understanding and the role of all people in increasing agricultural production.

2. The parties involved in food production must compete with each other to promote awareness, technology, and capital in production in a way that takes the work to be effective and the sharing is reasonable.

3. The food supply chain is a good thing during normal village conditions, it is diverse, fast, and abundant, but it also has a negative effect when there is a crisis, epidemic, or war, there is a lack of aid and there is no food.

4. The promotional agency must be strong to encourage the people to increase their production to support themselves if more production is to be sold.

Since 2019, in addition to my emeritus academic role, I have been an elected city councillor and have developed a clearer understanding of how to translate policy into municipal action. I welcome this consultation as it highlights the important role local government can play in enhancing resilient local food systems. Important to this is listening to local people and understanding drivers to behaviour. Food security in all dimensions is critical to allow consideration for the key rate limiting steps that limit food security. Availability is obviously important, but may depend on adequate income, linked to employment. Use of urban spaces, such as allotments ( UK model) can contribute if access is equitable ( refugees etc)and linked to communities so produce is available to all. We have local experience of establishing food co-operatives that support poor families, while also stopping food being wasted. Our group takes food that would otherwise be discarded by big supermarkets and distributes it to families and vulnerable groups including homeless people. While better to grow food locally, can’t ignore role played by big supermarkets that use longer supply chains. Local councils also have a role in regulating the marketing and promotion of unhealthy food. We have also found that to get councils to act, need a nutrition in all policies approach, with responsibility and accountability at leader level and regularly scrutinised by full council. School feeding, incorporating using school space to grow food, is a key part of local food security. Local government can also affect supply through their local procurement policies and insisting on local suppliers thus bringing jobs and shorter supply chains. This keeps the money local.