Foro Global sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (Foro FSN)

Consultas

Enfoques agroecológicos y otras innovaciones en favor de la sostenibilidad de la agricultura y los sistemas alimentarios que mejoran la seguridad alimentaria y la nutrición - Consulta electrónica del HLPE

Durante su 44ª sesión plenaria celebrada del 9 al 13 de octubre de 2017, el CSA solicitó al Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición (HLPE, por sus siglas en inglés) redactar un informe sobre “Enfoques agroecológicos y otras innovaciones en favor de la sostenibilidad de la agricultura y los sistemas alimentarios que mejoran la seguridad alimentaria y la nutrición”, que se presentará en la 46ª sesión plenaria del CSA en octubre de 2019.

Como parte del proceso de redacción, el HLPE está organizando una consulta electrónica para recabar opiniones y comentarios sobre el alcance y elementos básicos del informe, descritos a continuación, según lo propuesto por el Comité Directivo del HLPE. 

 

Por favor tenga en cuenta que, de forma paralela a esta consulta, el HLPE desea recibir candidaturas de expertos interesados en incorporarse al equipo del proyecto para este informe. El Equipo de proyecto será seleccionado a finales de 2017 y desarrollará su labor hasta junio de 2019. La convocatoria para la presentación de candidaturas está abierta hasta el 15 de noviembre de 2017; visite la página web del HLPE http://www.fao.org/cfs/cfs-hlpe/es para obtener más información.  

Borrador de alcance del informe del HLPE propuesto 

por el Comité Directivo del HLPE

La innovación ha sido un motor importante para la transformación de la agricultura en las últimas décadas y será fundamental para satisfacer las necesidades de una población que aumenta rápidamente y hacer frente a la creciente presión sobre los recursos naturales (incluyendo la biodiversidad, la tierra y el agua) en un contexto de cambio climático. La agroecología y otros enfoques, prácticas y tecnologías innovadoras pueden desempeñar un papel crucial para fortalecer la agricultura y los sistemas alimentarios sostenibles a fin de luchar con éxito contra el hambre, la malnutrición y la pobreza y contribuir avanzar en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Crear sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición (SAN) no sólo requerirá desarrollar nuevos conocimientos y tecnologías sino también: subsanar las carencias tecnológicas; facilitar el acceso y el uso efectivos de las tecnologías existentes; y desarrollar soluciones específicas para cada contexto, adaptadas a los sistemas alimentarios y a los ecosistemas locales.

Más allá de los aspectos técnicos, este informe evaluará la importancia de los enfoques ascendentes (bottom-up) y centrados en las personas, basándose en diferentes formas de conocimiento, así como en el papel de la buena gobernanza y las instituciones sólidas. Estudiará las condiciones propicias necesarias para fomentar las innovaciones científicas, técnicas, financieras, normativas e institucionales para mejorar la SAN.

Este informe estudiará la agroecología, descrita simultáneamente como una ciencia, un conjunto de prácticas y un movimiento social, como ejemplo de dichos enfoques integrales e innovadores que combinan ciencia y sistemas de conocimientos tradicionales, tecnologías y procesos ecológicos, y que involucran a todas las partes interesadas relevantes en mecanismos de gobernanza inclusivos, participativos e innovadores.

Este informe analizará también las limitaciones y riesgos potenciales de los enfoques innovadores para la SAN, la salud humana, los medios de subsistencia y el medio ambiente. Enfrentados a importantes desafíos medioambientales, económicos y sociales, los responsables de las políticas deben comprender cómo optimizar y ampliar las aportaciones de la agroecología y otros enfoques, prácticas y tecnologías innovadoras, abordando al mismo tiempo estos riesgos potenciales asociados.

El informe del HLPE abordará las siguientes cuestiones:

  • ¿Hasta qué punto pueden la agroecología y otros enfoques, prácticas y tecnologías innovadoras mejorar la eficiencia de los recursos, minimizar la huella ecológica, fortalecer la resiliencia, asegurar la equidad y responsabilidad social, y crear empleo decente -especialmente para los jóvenes- en la agricultura y los sistemas alimentarios?
  • ¿Cuáles son las controversias e incertidumbres relacionadas con las tecnologías y prácticas innovadoras? ¿Cuáles son sus riesgos asociados? ¿Cuáles son los obstáculos para la adopción de la agroecología y otros enfoques, tecnologías y prácticas innovadoras y cómo abordarlos? ¿Cuáles son sus consecuencias para la SAN en sus cuatro dimensiones (disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad), la salud y el bienestar humanos, y el medio ambiente?
  • ¿Qué reglamentos y normas, qué instrumentos, procesos y mecanismos de gobernanza se necesitan para crear un entorno propicio para el desarrollo e implementación de la agroecología y otros enfoques, prácticas y tecnologías innovadoras que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición? ¿Cuáles son las consecuencias de las reglas comerciales y los derechos de propiedad intelectual en el desarrollo e implementación de dichas prácticas y tecnologías?
  • ¿Cómo evaluar y supervisar las posibles consecuencias en la SAN, ya sean positivas o negativas, de la agroecología y otros enfoques, prácticas y tecnologías innovadoras? ¿Qué criterios, indicadores, estadísticas y parámetros se requieren?

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Andreea Petre-Goncalves

Brooke
United Kingdom

Brooke is an organisation with 80 years of experience working with smallholder livestock keepers in Africa, Asia, the Middle East and Latin America. We would like to see a strong focus on the needs and priorities of smallholder farmers who produce nearly 70% of the food consumed in the world, primarily through agroecological approaches. These approaches are referred to as innovations in the proposed draft scope, even though they are largely (albeit not exclusively) built on traditional knowledge and age-old agricultural practices. The HLPE report should ensure these knowledge systems and practices are adequately recognized and that solutions are put forward to support and enhance them in the interests of small-scale food producers. In particular, we believe special attention should be paid to the resource systems used by agroecological producers. When it comes to livestock, these systems include food producing animals, as well as food-facilitating animals used for traction and transport. We believe that understanding of these resource systems can be improved through multi-stakeholder engagement and the development of a more comprehensive body of knowledge. We will also be contributing our experience to the HLPE process by supporting the work of the CSM Agroecology working group.

Michelle Miller

UW-Center for Integrated Agricultural Systems
United States of America

There are a number of system dynamics concepts that could be used to ensure the report is useful to practitioners. Fundamentally, agroecology is about processes in a system (verbs) more so than things (nouns). So it is important to keep in mind that we are talking about food flow, not simply food production or consumption. Understanding food flow allows us to see local and regional differences and make systemic changes to improve food access. Food flow varies greatly by region, depending on the type of production sector in proximity to markets; the size of markets; government subsidies for transportation, water, and labor; location in relation to mountains, lakes and seas, etc.. It is possible to meter food flow, much like blood flow is monitored throughout a body, and is a key metric.

Governance of food flow is accomplished by different entities with different goals and frames of reference. Much of food flow management (governance) is dependent on ownership. Farmers are looking at the farm land under their control and ownership, while vertically integrated food companies are looking at the business enterprises under their control and ownership. While we have very clear diagrams depicting natural processes, these human governance processes lack the same clarity. Diagraming ownership, capital flow and other measures of systemic power in food systems is needed.

The role of civic government in food access has ebbed and flowed in relation to varying scales of ownership and control in the private sector. There are times when it is advisable to engage public resources to tweek food flow to acheive public benefits. Identifying this threshold may be accomplished by considering settlement dynamics in combination with food flow.  Such an overlay may produce a kind of moire pattern.

We can see that there is a need to optimize both diversity and efficiency throughout the system to improve food flow. For many businesses, this requires a shift in mindset because maximizing efficiency within their enterprise has been their management focus - efficiency in fuel and labor costs primarily. It is important to remember that optimization is different than maximization and that both diversity and efficiency must be optimized concurrently. Measurement that identifies this sweet spot is key.

There are a number of critical thresholds that must be met for agroecological systems to better function and food flows to be improved. Optimizing dIversity at the genetic, farm, and landscape level makes it possible to optimize efficiencies in food flow, such as fuel spent delivering product to rural and urban settlements. Optimizing diversity in farming allows farmers to make logical decisions based on localized limits, such as soil type and quality, water availability, slope % and aspect, pest pressure, vulnerability to extreem weather, etc.. These decisions are made in the context of market access and economic viability. Measuring market access is key.

Diversity in the size of supply chains and webs adds resilience to the system. supports small business ownership, and promotes business start ups. Decent work in farming depends on the ability of small local direct and wholesale supply chains to emerge and grow as farmers age over time. The same is true of entrepreneurs in other parts of the food system. Decent work rests on the availability of jobs, and is enhanced when one is self-employed, whether through simple or cooperative ownership. Supporting small supply chains to become economically viable is necessary to ensure that hired labor is paid fairly for work performed. This is particularly important in the youth labor market. A measure of success would be that youth are paid sufficiently for their labor so that they may accumulate the capital necessary to start a small business in some aspect of the food system.

This is all part of food sovereignty. An excellent example of how this functions at the public and private level is the Ontario Food Terminal. On a smaller scale, the Oneida Nation of Wisconsin is balancing community food provisioning with enterprise development on the land they hold in common. Other proofs of concept show the diversity of approach and the importance of civic engagement to incubate small supply chains.

Djibrila RAÏMI

France

Le défi de nourrir convenablement (en qualité et quantité) la population mondiale ne se résume plus à une problématique unique de performance agronomique. Il est indispensable pour garantir un développement agricole durable de penser des modes de production plus respectueux de l’environnement et qui garantissent à tous de vivre décemment sans compromettre les ressources pour les générations futures. Cependant, l’enjeu actuel de l’augmentation de la production agricole mondiale à l’horizon 2050, pourrait pousser des systèmes de production traditionnels à s’intensifier (monoculture, engrais, mécanisation, herbicide, etc.), au détriment de l’environnement si les réflexions excluent les agriculteurs et que les solutions proposées ne tiennent pas compte des contextes locaux, des contraintes des producteurs et de leurs objectifs.

Face au constat de la détérioration de l’environnement engendrée par la production agricole conventionnelle, l’agroécologie peut être envisagée comme une alternative qui ne compromet pas les performances technico-économiques de l’agriculture et qui permet une utilisation parcimonieuse des ressources. L’agroécologie s’intéresse aux interactions entre les plantes, les animaux, les êtres humains et l’environnement au sein des systèmes agricoles. Elle s’intéresse également à une échelle plus globale que l’exploitation agricole. Un des enjeux de l’évaluation/conception des systèmes agroécologiques est  de considérer d’autres échelles que le système de culture comme celle de l’exploitation ou du territoire où s’établissent les contraintes à l’adoption des innovations. Cela permet de surmonter les freins à l’adoption des techniques proposées. En octobre 2015 à Ifangni dans le Sud du Bénin (diagnostic agraire en vue d’identifier les activités agricoles sur lesquelles s’appuyer pour promouvoir le développement des activités économiques des femmes), j’ai identifié les facteurs contraignants le développement d’alternatives agroécologiques. Les producteurs doivent répondre à la demande et aux souhaits des consommateurs locaux sur les productions vivrières. La consommation locale des produits issus de semences traditionnelles est priorisée (ce qui est favorable à l’agroécologie et qui peut ne pas être pris en compte par un intervenant extérieur si ce dernier n’associe pas les populations locales à son intervention). D’autres acteurs des filières leurs imposent des cahiers des charges à respecter s’ils veulent écouler leurs productions. Certains producteurs sont dans des territoires où ils sont également souvent contraints de partager les terres avec les éleveurs en périodes de vaine pâture. Il leur est donc impossible de suivre certaines recommandations techniques telle que faire des légumineuses en culture intercalaire d’une culture de vente en cycle décalé si les animaux rentrent en vaine pâture à la fin de la récolte de la culture principale de rente. De 2008 à 2009 à l’Institut International d’Agriculture Tropicale (IITA/Bénin) j’ai participé à des travaux pour permettre aux populations agricoles atteintes du VIH/SIDA de pouvoir accéder à des sources de protéines par la production de niébé (vigna unguiculata). Nous avons fait la promotion des méthodes agroécologiques (lutte raisonnée, production d’extrait aqueux de plantes) pour lutter contre les ravageurs des cultures. Seulement, ces producteurs ne pouvaient pas correctement adopter les techniques proposées car elles demandaient trop d’efforts physiques pour des personnes déjà affaiblies par la maladie. La technologie n’a donc pas été adoptée et diffusée convenablement car elle ne prenait pas en compte le contexte socio-économique des agriculteurs concernés. Lors de mes travaux de terrain en 2013 à Zangnanado dans le Sud du Bénin (Etude sur l’impact d’une plante agrocarburant « le jatropha » dans les exploitations agricoles familiales) j’ai conclu que l’introduction de plantes agrocarburants (en monoculture) dans un contexte de production de subsistance n’est pas opportune pour les populations locales. Dans les conditions prévalant au moment de l’étude, les producteurs n’ont pas intérêt à investir dans la production de jatropha. De plus, l’adoption de cette culture (non vivrière) rend plus vulnérables les plus petites exploitations agricoles familiales. L’introduction de cette plante concurrence dans l’espace et le temps les autres cultures plus rentables et plus durables. De plus, la priorité des agriculteurs est la production de cultures vivrières. Les promoteurs du jatropha espéraient apporter des sources de revenus complémentaires aux producteurs et aussi une alternative au gasoil indispensable à faire fonctionner leurs unités de transformation de produits agricoles en produisant eux même leur énergie. Mais les producteurs ont utilisé les subventions du projet et ont abandonné la culture à la fin des subventions car elle ne correspondait pas à leurs priorités et objectifs. Ces exemples, mêmes s’ils ne sont pas tous des innovations agroécologiques (en l’occurrence le jatropha), prouve que la prise en compte de contexte locale, des objectifs et des contraintes des agriculteurs sont primordiales dans toute adoption de systèmes de culture alternatifs.

  • Malgré les effets bénéfiques de l’agroécologie, les options sont très peu souvent adoptées et diffusées en milieu paysan. Pour essayer d’y remédier, les responsables de développement ainsi que les chercheurs doivent sortir le plus possible du cadre des approches descendantes pour co-concevoir les alternatives agroécologiques avec les agriculteurs. Il est nécessaire de s’appuyer sur la diversité locale des systèmes de culture et des savoirs locaux pour co-concevoir des systèmes de culture écologiquement intensifs. Ces systèmes répondront ainsi mieux aux préoccupations des agriculteurs et pourront être adoptés avec une aversion moindre aux risques. La démarche doit mettre les agriculteurs, principaux acteurs de la production agricole, au centre des réflexions car :

. Les agriculteurs sont confrontés à leur contexte socio-économique et environnemental et le maitrisent mieux que les intervenants extérieurs. C’est ce contexte qui ne leur permet pas d’adopter les solutions proposées actuellement pour accroitre durablement leurs productivités agricoles. Cet échec est notamment dû à l’approche descendante utilisée pour promouvoir des solutions, qui ne tiennent pas compte du contexte local (Dawson et al., 2016; Dugué et al., 2004). Les approches basées uniquement sur le transfert de technologie ont montré leurs faiblesses et la recherche développe désormais d’autres approches qui impliquent plus activement les agriculteurs (Tittonell et al., 2012).

·  Puisque les agriculteurs connaissent mieux leur environnement et possèdent un savoir empirique sur leur système, la co-construction de systèmes de culture écologiquement intensifs doit se baser sur leur savoir-faire. Par de la conception distribuée (conception en se basant sur les connaissances des agriculteurs locaux), l’enjeu sera ensuite de rendre plus performant ces systèmes traditionnels (performances agronomiques, environnementales et économiques) (Falconnier et al., 2017; Albaladejo, 1997; Dugué et al., 2004).

Les solutions doivent donc correspondent au contexte local. Pour cela, les agriculteurs et ceux qui les conseillent ont surtout besoin aujourd’hui de méthodes pour construire et évaluer des systèmes de culture innovants, adaptés à leur situation précise, plus que de « paquets techniques », clef en main pensés et construits à l’extérieur de leurs territoires et auxquels ils n’ont pas participé. Un des enjeux par exemple est peut-être de faire adopter des innovations agroécologiques qui marchent bien « en station expérimentale » mais qui sont très peu adoptées spontanément par les agriculteurs et sans l’appui de projet. Ce qui revient à faire de l’évaluation/conception en milieu paysan et non uniquement en milieu expérimental. Il faut également penser à des indicateurs de performance localement pertinents, qui parlent aux agriculteurs et non un set d’indicateurs externes. Les approches d’accompagnement de la transition agroécologiques doivent également être itératives (boucles de diagnostic, conception et évaluation).

Ainsi, en tenant compte des contextes locaux pour intervenir, l’agroécologie permettra de garantir la pérennité de l’agriculture et des systèmes alimentaires. Elle renforcera également la sécurité alimentaire et la nutrition des régions sous-développées.

 

Albaladejo, C. (1997). La recherche-action: ambitions, pratiques, débats. Editions Quae.

Dawson, N., Martin, A. & Sikor, T. (2016). Green Revolution in Sub-Saharan Africa: Implications of Imposed Innovation for the Wellbeing of Rural Smallholders. World Development 78(Supplement C): 204-218.

Dugué, P., Vall, E., Lecomte, P., Klein, H.-D. & Rollin, D. (2004). Evolution des relations entre l’agriculture et l’élevage dans les savanes d’Afrique de l’Ouest et du Centre. OCL 11(4-5): 268-276.

Falconnier, G. N., Descheemaeker, K., Van Mourik, T. A., Adam, M., Sogoba, B. & Giller, K. E. (2017). Co-learning cycles to support the design of innovative farm systems in southern Mali. European Journal of Agronomy 89(Supplement C): 61-74.

Tittonell, P., Scopel, E., Andrieu, N., Posthumus, H., Mapfumo, P., Corbeels, M., van Halsema, G. E., Lahmar, R., Lugandu, S., Rakotoarisoa, J., Mtambanengwe, F., Pound, B., Chikowo, R., Naudin, K., Triomphe, B. & Mkomwa, S. (2012). Agroecology-based aggradation-conservation agriculture (ABACO): Targeting innovations to combat soil degradation and food insecurity in semi-arid Africa. Field Crops Research 132(Supplement C): 168-174.

Carline MAINENTI

C2A - Coordination Sud
France

Cette contribution est proposée par la commission Agriculture et alimentation (C2A) de Coordination SUD qui regroupe des ONG françaises de solidarité internationale qui agissent pour la réalisation du droit à l’alimentation et un soutien renforcé à l’agriculture familiale dans les politiques ayant un impact sur la sécurité alimentaire mondiale : ActionAid France, Action contre la Faim, AEFJN, aGter, Artisans du Monde, AVSF, CARI, CCFD-Terre Solidaire, CFSI, CRID, Gret, IECD, Inter Aide, Iram, ISF AgriSTA, MADERA, Oxfam France, Plate-Forme pour le Commerce Equitable, Secours Catholique-Caritas France, SOL, UNMFREO et Inter-réseaux.

La C2A assure la représentation de Coordination SUD auprès des institutions traitant de l’agriculture et de l’alimentation tels que le Groupe interministériel français sur la sécurité alimentaire (GISA) et le Mécanisme de la société civile (MSC) pour le Comité de la sécurité alimentaire mondiale (CSA).

Cette contribution reprend l’ordre des questions proposées par le HLPE pour le plan du rapport, c’est une synthèse des principales conclusions du rapport publié par la C2A : « Répondre aux défis du 20ème siècle avec l’agroécologie : pourquoi et comment ? » (En pièce jointe)

 

Dans quelle mesure les approches agro-écologiques et autres approches, pratiques et technologies innovantes peuvent-elles améliorer l'efficacité des ressources, réduire au minimum l'empreinte écologique, renforcer la résilience, garantir l'équité et la responsabilité sociales et créer des emplois décents, en particulier pour les jeunes, dans les systèmes agricoles et alimentaires ?

Les organisations de solidarité internationale membre de la Commission Agriculture et Alimentation (C2A) de Coordination Sud, considèrent que l’agroécologie constitue un élément de réponse à la crise dont souffre souvent l’agriculture, aux limites du modèle « productiviste » et aux défis à venir de l’humanité :

La sécurité alimentaire,

L’agroécologie contribue à la sécurité alimentaire des populations paysannes, mais également des sociétés dans leur ensemble. Elle permet en effet bien souvent une importante augmentation du rendement agricole global à l’hectare et une réduction de sa variabilité d’une année sur l’autre, et donc des risques encourus par l’agriculteur. C’est le cas notamment quand l’agroécologie répond à la crise de fertilité des écosystèmes et qu’elle est mise en œuvre dans des conditions agroclimatiques adverses.

Les situations sont plus contrastées lorsque l’agroécologie se substitue à des systèmes issus de la révolution verte. Cependant, même dans ces situations, au terme d’une période de transition, le rendement est généralement au moins équivalent au niveau initial. L’agroécologie permet aussi, du fait de la diversification des productions agricoles, une amélioration de la qualité nutritionnelle de l’alimentation des familles paysannes et des populations locales.

Les revenus et l’emploi,

L’agroécologie contribue à l’accroissement des revenus agricoles, non seulement du fait de son impact sur les rendements, mais également du fait de la diminution des coûts de production (moindre utilisation d’intrants). En utilisant plus de travail, l’agroécologie contribue aussi à générer des emplois. Globalement, la valeur ajoutée et le revenu s’accroissent, même si l’impact sur le revenu de chaque actif agricole est plus limité.

Par ailleurs, l’augmentation et la diversification de la production permettent souvent une amélioration du revenu et de l’autonomie des femmes paysannes. Au niveau du territoire, les effets indirects en matière de revenus et d’emplois sont également fréquents (création de nouvelles filières, stimulation du commerce local, etc.)

La santé et l’environnement

La diminution de l’utilisation des intrants chimiques contribue à supprimer certains risques pour la santé des populations et pour l’environnement. L’agroécologie permet également une moindre utilisation (voire la non-utilisation) des ressources non renouvelables : eau agricole, énergie (plus faible recours aux engrais chimiques, motorisation raisonnée, etc.), phosphore et potassium.

Elle contribue à restaurer la biodiversité et à améliorer la fertilité des sols. La mise en œuvre de pratiques adaptées peut permettre une véritable restauration de terres devenues pratiquement improductives. Elle améliore la résistance aux phénomènes climatiques extrêmes, grâce notamment à la diversité des activités et aux pratiques de protection des sols (arbres, couverture végétale).

Alors que l’agriculture contribue pour un tiers aux émissions de gaz à effet de serre, l’apport de l’agroécologie à la lutte contre le changement climatique doit enfin être souligné (moindre utilisation de carbone fossile et capture de carbone dans la matière organique des végétaux et du sol).

 

Quelles sont les controverses et incertitudes liées aux technologies et pratiques innovantes? Quels sont les risques associés ? Quels sont les obstacles à l'adoption de l'agroécologie et d'autres approches, technologies et pratiques innovantes et comment les aborder? Quels sont leurs impacts sur la sécurité alimentaire et la nutrition dans leurs quatre dimensions (disponibilité, accès, utilisation et stabilité), ainsi que sur la santé humaine et le bien-être, et sur l'environnement? 

Les pratiques agricoles conditionnent à la fois la production de court terme et l’évolution plus durable de l’écosystème cultivé (fertilité du sol, biodiversité, micro-climat). Depuis la naissance de l’agriculture, diverses révolutions agroécologiques ont visé une amélioration du potentiel productif (la fertilité) de l’écosystème : meilleure intégration des productions végétales et animales, culture de plantes produisant des protéines à partir de l’azote de l’air, etc. Cependant dans de nombreuses régions du monde, l’agriculture souffre d’une crise écologique qui affecte en premier lieu l’agriculture familiale. D’anciens systèmes de gestion de la fertilité comme l’agriculture forestière ont par exemple disparu du fait de la pression démographique sans être remplacés par de nouveaux systèmes.

Par ailleurs les impacts négatifs et les limites de la révolution verte sont multiples : dégradation de la fertilité des écosystèmes (et en particulier des sols), pertes de terres agricoles (érosion, aridification, etc), diminution de la biodiversité, épuisement de ressources non renouvelables, contaminations de l’environnement et des hommes, dégradation des paysages, contribution au changement climatique. Dans les milieux fragiles et où le climat est instable, la révolution verte a donné peu de résultats et les paysans s’y opposent souvent. Ailleurs, après avoir permis une forte augmentation des rendements à l’hectare, la révolution verte semble atteindre ses limites.

 

Quels règlements et normes, quels instruments, processus et mécanismes de gouvernance  faut-il mettre en œuvre créer un environnement favorable au développement et à la réalisation de l'agroécologie et d'autres approches, pratiques et technologies innovantes qui améliorent la sécurité alimentaire et la nutrition?   Quelles sont les incidences des règles commerciales et des droits de propriété intellectuelle sur le développement et la mise en œuvre de telles pratiques et technologies? 

Soutenir l’agriculture familiale : La transition agroécologique devrait concerner l'ensemble des systèmes agricoles au bénéfice des producteurs, des consommateurs et de la société. Mais la généralisation de l’agroécologie suppose un soutien prioritaire à l’agriculture familiale. Celle-ci regroupe en effet l’immense majorité des agriculteurs et elle est à l’origine de près de 70% de la production agricole mondiale. De plus, l’agroécologie repose largement sur un ensemble de connaissances et de savoir-faire locaux accumulés au cours des siècles par l’agriculture familiale.

Enfin, l’agriculture familiale est bien plus à même que l’agriculture capitaliste de mettre en œuvre une agriculture agroécologique. La famille paysanne a fondamentalement intérêt en l’amélioration de l’écosystème cultivé car sa reproduction sociale à long terme en dépend directement. Lorsqu’elle dispose de la main d’œuvre familiale nécessaire, elle n’hésite pas à l’utiliser pour des pratiques de préservation et d’amélioration de l’écosystème, cette utilisation n’impliquant pas de coût supplémentaire. Pour l’entreprise capitaliste, la rentabilité immédiate du capital investi constitue le critère de gestion essentiel. Or les pratiques d’entretien et d’amélioration de l’écosystème sont des pratiques à rentabilité différée. De plus, elles sont coûteuses pour une agriculture qui recoure fondamentalement à du travail salarié.

Aussi, il importe que les politiques agricoles génèrent un environnement stable et favorable à l’agriculture familiale (prix rémunérateurs et stables, accès aux ressources naturelles, soutien aux investissements, investissements publics). Soulignons que si l’agriculture familiale concilie aisément les objectifs de court terme et de long terme (dont la reproduction de l’écosystème) lorsqu’elle connaît une relative prospérité, elle privilégie par contre le court terme –voire sa survie immédiate- dés qu’elle est en situation de crise. La mise en œuvre de pratiques agroécologiques devient alors illusoire, d’autant plus que la transition vers une agriculture écologique peut impliquer des investissements initiaux importants (plantations, terrasses, animaux, etc.).

Encourager les investissements et la transition vers l’agroécologie : Souvent, les agriculteurs sont réticents à mettre en œuvre des pratiques agroécologiques. En effet, l’agriculture issue de la révolution verte leur permet parfois de dégager un revenu suffisant ; l’agroécologie peut impliquer de renoncer à certaines subventions (intrants chimiques) et remettre en question l’utilité d’équipements déjà acquis, impliquer de nouveaux investissements, apparaître trop exigeante en travail ou générer dans un premier temps une stagnation ou une perte de rendement. C’est pourquoi il importe que l’Etat encourage les investissements dans l’agroécologie, notamment durant la période de transition. Il doit se préoccuper de l’accessibilité de certains moyens de production (jeunes pousses d’arbres, animaux, etc.) et favoriser leur acquisition, y compris au moyen de subventions ou de crédits spécifiques.

La sécurisation de l’accès à la terre constitue également un élément clé car l’agroécologie implique des investissements dans l’écosystème cultivé qui peuvent difficilement être mis en œuvre si la famille n’est pas certaine d’en tirer des résultats.

Connaissances et savoir-faire : L’agroécologie suppose des connaissances et des savoir-faire spécifiques, souvent préexistants localement. C’est pourquoi il importe de promouvoir les expérimentations paysannes et les échanges d’expériences, le conseil agricole devant jouer un rôle de facilitation, ainsi que d’explication, de mesure et diffusion des résultats. Les réseaux d’échanges de connaissances, du local à l’international, peuvent jouer un rôle important.

Dans le même temps, la recherche agronomique doit travailler beaucoup plus sur des solutions agroécologiques aux problèmes rencontrés par les agriculteurs, en articulation étroite avec les expérimentations paysannes et avec une participation des organisations de producteurs à la définition des objectifs de recherche.

L’enseignement agricole doit, beaucoup plus qu’aujourd’hui, porter sur le fonctionnement des écosystèmes cultivés, les logiques économiques paysannes et valoriser les connaissances et les savoir-faire paysans. L'enseignement de l'agroécologie doit sortir des niches (spécialisation, options, etc.) dans lesquelles il reste trop souvent cantonné.

La valorisation des produits issus de l’agroécologie : L’Etat peut contribuer à la valorisation des produits issus de l’agroécologie en soutenant la création de nouvelles filières, notamment plus localisées, en appuyant des signes de reconnaissance spécifiques, ou au moyen de politiques d’achats publics. Les collectivités locales peuvent avoir un rôle important dans la promotion de marchés paysans, d'achats publics, de participation à des systèmes de garantie participative.

Promotion de la biodiversité cultivée et protection contre les OGM : L’agroécologie repose sur la préservation et la valorisation d’une grande diversité génétique. C’est pourquoi il importe que les législations nationales reconnaissent la possibilité pour les agriculteurs de réutiliser, échanger et vendre les semences. Les Etats doivent également protéger l’agriculture des contaminations par les OGM, en interdisant leur usage.

Des politiques agricoles et de coopération cohérentes : De véritables choix politiques doivent ainsi être réalisés en matière de politique agricole, de façon à privilégier durablement l’agroécologie. Il ne s’agit donc pas seulement de "verdir" quelques composantes d'une politique agricole, mais bien de s’assurer que l’ensemble de celle-ci contribue au développement de l’agroécologie et que les autres politiques publiques soient cohérentes avec cet objectif. Ceci implique une évolution des conceptions de l’agriculture et une résistance aux influences des secteurs et lobbys liés à la diffusion des techniques de la révolution verte.

La coopération internationale a un rôle à jouer, non seulement en termes d’appui aux politiques nationales, mais aussi au niveau international, notamment pour orienter les programmes de recherche et promouvoir les échanges d’expériences entre pays. La mise en place d’une plateforme mondiale d’échanges de pratiques et d’expériences propres à l’agroécologie serait ainsi particulièrement pertinente. Il convient aussi que, face aux puissants lobbys privés, les Etats et les institutions internationales soutiennent effectivement le concept d’agroécologie au côté des organisations de la société civile.

Marijana Todorovic

German NGO Forum on Environment and Development, Working Group on Food and Agriculture
Germany

Comments on the Draft Scope of the report ‘Agroecological approaches and other innovations for sustainable agriculture and food systems that enhance food security and nutrition’

The proposed draft scope is clearly missing a holistic approach concerning agroecology reflecting on why agroecology is taken into the center of the report. The report would benefit from a stronger framing of the urgent need for agroecology resulting from the failure of conventional agricultural and food systems in terms of food security, nutritional adequacy, environmental protection, climate resilience and social equity.

  • Challenge the “growth” narrative

Research has shown that the global problem of hunger and malnutrition is not caused by a lack of food supply but rather its root causes are factors such as unequal access to resources (land, water etc.), poverty and lack of democratic representation with a special exclusion of the most vulnerable groups. Therefore, the emphasis on the growth narrative in the first paragraph should be reconsidered. Agroecology and other innovations should be assessed with regard to their impact on food sovereignty, which is the people’s right to produce, distribute, and consume their food sovereignly and independently from the influence of the food corporations and market institutions which are increasingly dominating the global food system. Food Sovereignty frames agricultural production in a much wider socio-political-context and demands that particularly small-scale food producers have the capacity, information, resources, and power to access and use appropriate techniques and innovations, and that productivity gains occur in places where food is desperately needed. As women are especially suffering from structural and institutional inequalities, gender inequality should be addressed explicitly in the scope of the report.

  • Draw clear lines between agroecology and other concepts / practices (such as precision agriculture & genetic engineering)

Agroecology is based on working with the nature and with people, not against both of them. One goal of agroecology is to minimize the bad effects of agriculture’s interference with nature and environment. This means the precautionary principle is absolutely at the core of agroecology. Accordingly risky technologies that manipulated and change nature such as old and new forms of genetic engineering can never ever be a part of agroecology. In fact agroecology and genetic engineering are antagonistic concepts. Agroecology works with nature. Genetic engineering works against nature and wants to manipulate it. The HLPE report will have to respect that these two are completely different concepts. The HLPE should be considered as failed when blurring these core values.

Agroecology is a concept that is routed in circular economy trying to achieve independence from external inputs in order to secure long term FSN without negative impacts on the environment. The report should highlight that holistic thinking is at the core of agroecology. This needs to be considered especially when it comes to new technologies such as digitalization and precision agriculture. So whether for example precision agriculture can be a part of agroecology needs to be very critical analyzed. Since for the production and maintenance of precision agriculture products (satellites, tractors, drones, computers and so on) huge amounts of minerals (to be extracted from the environment, maybe even former farm- or grassland or forests and destroying these places of agro ecological importance) and energy and external knowledge are necessary, precision agriculture should be considered rather and at the least as an external input. This would imply that agroecology would try to use this technology as little as possible and try to replace it with local, traditional and participatory knowledge and low input machinery, maybe even based on animal drag force.

  • Elaborate indicators about how agroecological innovations are developed:

It should be made very clear in the report that agroecology and agroecological innovations require participatory research that involves farmers and recognizes their central role in defining the research needs. Smallholders and other vulnerable groups have to play a central role to define strategies and elaborate innovations. This is important to make sure to elaborate approaches they will benefit from and which fit to the local context and local conditions. Therefore it is important that people in the territories have the possibility to organize themselves and be represented in the debates around agroecology. There should be no debate on agroecology without having grassroots organizations involved. Agroecological innovations can be distinguished from other innovations as they are build bottom up and not top down, and also as they promote holistic solutions instead of technical solutions.

  • Put biodiversity and farmer seed systems at the core of agroecology

Agroecology is a concept of minimizing risks and reaching resilience. Therefore it is deeply rooted in diversity. Agroecology is impossible without a huge diversity of crops grown and a huge diversity of livestock reared. This means working with and for biodiversity is again at the core of the concept of agroecology. Concerning seeds this clearly calls for focusing von traditional and farmers seed systems and not industrial seeds. This especially while facing natural disasters such as climate change. The report should look at how farmers managed to cope with recent disasters such as earthquakes in Nepal based on their agro-ecological practices such as setting up seed banks. Also it should be looked at on how Vietnamese farmers managed via participatory seed breeding and farmers field schools to breed new rice varieties well adapted to the changing climate in the Mekong area. 

  • Emphasize the connection between agroecology and food systems

The scope should also include:

A clear definition of what is meant by “innovative approaches”

  • A Human Rights and people-centered perspective should be central throughout the report
  • How agroecology is a viable option for dealing with the issue of resource management from a rights-based perspective e.g. land, water and seeds
  • How agroecological practices enable small-scale and marginal farmers/producers, pastoralists, fisher folk, forest dwellers, gatherers, hunters, indigenous peoples, the rural landless, who are large in number, to maintain and/or improve their food sovereignty and food and nutrition security.
  • How diverse public policies can be elaborated that provide localised solutions and actually respond to farmers’ and local communities’ collective needs

Angel Leyva

Cuba

Si de algo les sirve mi punto de vista (basado en investigaciones (4 MsC y 3 PhD) le confieso que no veo otra alternativa más sólida que fundamentar la sostenibilidad de los Agroecosistemas individuales y locales que la propuesta que estamos hacienda basados en la Agrobiodiversidad. (solo indicador con muchas variables)

Pero hay que tener en cuenta, que esa diversidad debe considerar segun los resultados de las investigaciones:(I) diversidad para alimento humano ( formadores, energéticos y reguladores) (ii) diversidad para  alimento para los animalres, (Iden) (iii) diversidad para mantener la fertilidad del suelo y la diversidad complementaria para los restantes  formas de vida y no alimenticia necesaria para otros fines.

Cada localidad tiene sus hábitos y tradiciones (que hay q respetar, pero hay que aplicar los adelantos científicos y mejorar la dieta donde no se corresponda con los requerimietos humanos y en las cantidades necesarias). Por ello la planificación local en  especio y tiempo,  require atención . así como, la introducción de nuevas especies que respondan a esas necesidades.

Cada actor siembra en funcion del mercado y sus necesidades familiars, pero eso hay que mejorarlo con nuevas propuestas y nuevas variedades más productivas y de aceptación local. Mi experiencia en Cuba es que los hábitos de consume se adquieren en corto tiempo si se le da la promoción necesaria.

Hemos creado un Nuevo Indicice de Agrobiodiversidad  (IDA) cuyos principios generales fueron publicados en la Revista electrónica de Agroecología que drige Altieri (No 7.,  2012) y pronto saldrá una información mas completa en la revista Internacional  Elementa: Science of the Anthropocene Universidad Estadounidense .

Se trata de una propuesta facil y efectiva de medir el grado de acercamiento a la Soberanía Alimentaria, y a la sostenibilidad de los agroecosistemas  y por tanto de las localidades que me parece bueno se conozca,  para que se pueda probar si es  o no efectiva en otros países.

Si lo considera importante, me envía  de nuevo la información y la puedo argumentar más mi punto de vista. SOY DEL CRITERIO QUE LOS CAMPESINOS NECESITAN MAS APOYO DE INFORMACION , ELLOS CON SUS CONOCIMIENTOS ANCESTRALES SOLAMENTE NO AVANZARAN MUCHO.

Saludos

Dr. LEYVA

Pilar Galindo Martinez

La Garbancita Ecológica. Soc. Coop. Consumo Responsable Agroecológico. Madrid
Spain

Aportación desde la experiencia -durante 2 décadas- de una experiencia de construcción de consumo responsable agroecológico desde los movimientos sociales. La Garbancita Ecológica es un proyecto de emprendimiento social a través de una cooperativa sin ánimo de lucro para el suministro de alimentos, la producción de contenidos y la educación alimentaria.  La Garbancita Ecológica está constituida por consumidores y agricultores agroecológicos. Fue creada en 2009 como logística propia de los Grupos Autogestionados de Konsumo (GAKs) que inician su andadura en 1996. Hemos participado en la creación del movimiento agroecológico en el estado español, en la crítica a la globalización, mercantilización e industrialización de la alimentación.

Quien realiza esta aportación es presidenta de La Garbancita Ecológica, vicepresidenta de la Asociación de Panaderías Biológicas con levadura madre, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Agroecología (SEAE) y coordinadora del libro "Agroecología y consumo responsable. Teoría y práctica". VVAA. Ed. Kehaceres, Madrid 2006. http://www.caesasociacion.org/b2-img/agroecolog_a_y_consumo_responsable_...

Más info en: http://www.lagarbancitaecologica.org/quienes-somos

Patrick Winterhoff

Germany

Thank you for offering the opportunity to comment on the proposed draft scope. After having reviewed the scientific competencies required in the call for experts as well as the above listed scope of the report my impression is that a few key points of view are missing in order to fully inform the report and create a more holistic and effective outcome.

Expertise that should be sought (likely outside of the official expert team) is from the business/entrepreneurial world for the following topics:

- Tech (specifically fintech/insurtech and related fields): Long term sustainability and success of agroecological principles and management methods for small holder farmers etc. will depend on accessing individual customers (consumers) directly and engaging with them by circumnagivating the established agroindustrial players. Communications technology has the huge potential of disrupting established industrial market practices but it requires representatives of the agroecological method to engage directly with tech entrepreneurs/developers to inform and establish products/systems that can achieve this. Please see the example of Agrocenta (Ghana) and Farmdrive (Kenia) for interesting approaches that attempt to support small holder farmers with access to finance and access to market.

- Financial systems: Financial flows being at the heart of the world economy, focusing only on academic economics ignores the real world actions that drive many developments behind the scenes. Impact investors that have a real world understanding of current trends and financial flows in the markets may offer a realistic appraisal of challenges and dangers that an independent agroecological system will face. While the agroecology and finance are in many ways diametrically opposed, understanding the motivations/challenges of investors will inform the report and should make its conclusions more pertinent and effective to achieve the aims of defending agroecology from cooption.

Agroecology as a holistic approach needs to broaden its horizon to make use of other parts of the economy that are trying to reshape the current industrial paradigms.

Francois Delvaux

CIDSE

"CIDSE welcomes the effort made to develop this draft and looks forward to the process and report. CIDSE particularly welcomes the attempt to look at agroecology from a more holistic orientation, attempting to understand agroecology’s multiple contributions and dimensions as a science, a movement and set of practices. We think this should ultimately be the central approach for the research" (...) See the attached document

Willis Owino

Jomo Kenyatta University of Agriculture and Technology
Kenya

Smallholder producers in Africa may potentially benefit from agroecological and  innovative approaches in food systems in terms of higher productivity, income, and also nutrition. However, consumption of processed exotic foods in these countries is still often limited to population strata of higher socio-economic status and also potentially contributing to diet-associated health problems. Hence there is the need for shifting attention towards the production, processing and consumption of affordable, healthy, and high-quality indigenous local foods in order attain nutrition and food security. These indigenous crops have provided local communities with nourishment for thousands of years and they are not only typically highly nutritious, but also provide much-needed diversity in peoples’ diets. There is need to close the knowledge and information gap as increasing global attention is turned towards mobilizing local biodiversity for food nutrition and health. Transformation of hitherto underutilized and under studied food value chains into market oriented ventures has the potential of ensuring their competitiveness, and providing job opportunities and improving the livelihoods of women and youth.