Un puente entre los seres humanos y las plantas

El chef Rodrigo Pacheco, embajador de Buena Voluntad del AISV, pone en práctica la biodiversidad en la alimentación y la agricultura

"Debemos educar al mundo para que ame y respete la flora que nos rodea".

Quito, 26 de abril de 2021. A pesar de su importancia, las plantas y su diversidad a menudo se dan por hecho. Las plantas no solo son un componente esencial de las dietas saludables, sino que proporcionan el 80% de los alimentos que consumimos. Nuestra salud, nuestra alimentación, nuestros medios de vida y nuestros ecosistemas dependen de ellas. Como embajador de Buena Voluntad del Año Internacional de la Sanidad Vegetal para América Latina y el Caribe, el chef ecuatoriano Rodrigo Pacheco se ha comprometido a seguir abogando por la sanidad vegetal, la biodiversidad y la urgente restauración de los ecosistemas naturales.

“Las plantas son como mi familia. Cultivar una fuerte relación con ellas y trabajar mano a mano con la naturaleza se ha convertido en mi forma de vida", admitió. "Debemos educar al mundo para que ame y respete la flora que nos rodea. Mi misión es capacitar a la gente y ayudarla a reconocer la importancia de proteger la salud de las plantas para mantener la vida”.

© Bocavaldivia

El enfoque culinario del chef Rodrigo es resiliente, impulsado por la biodiversidad y transformador. Utiliza su creatividad culinaria para tender un puente entre los seres humanos y las plantas, y ayudar a las personas a restablecer una relación sana con la naturaleza. "Los cocineros y los productores de alimentos desempeñan un papel crucial en la reconexión de las personas con el medio ambiente. Es nuestro deber promover los productos que mejor reflejan y permiten una relación más inteligente y sostenible con la flora del planeta", dijo.

Según la FAO, a lo largo de la historia se han cultivado hasta 7 000 especies de plantas para la alimentación. Sin embargo, el 40 por ciento de nuestras calorías diarias provienen de solo tres cultivos: el arroz, el trigo y el maíz. Muchas especies de plantas están luchando frente a los cambios ambientales actuales, mientras que otras pueden seguir desempeñando un papel vital en el apoyo a las dietas saludables y nutritivas. "Las plantas pueden ofrecer una gran variedad de sabores, aromas, texturas, colores y nutrientes. ¿No es increíble?", subraya el defensor del AISV. Su pasión por la gastronomía regenerativa ha llevado al chef Rodrigo a emprender acciones concretas para la restauración de los ecosistemas, empezando por su país natal.

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Pacheco trabaja actualmente en la creación de un "corredor de biodiversidad" en Ecuador que va desde la costa del Pacífico hasta el Chocó andino, atravesando diferentes ecosistemas y microclimas. Mediante la restauración de diez ecosistemas diferentes, incluidos los manglares y los bosques de coral, la ambición del defensor del AISV es crear “el mayor bosque comestible de un extremo a otro de la Tierra, una red biológica en la que los seres humanos desempeñen un papel positivo". Como explica el defensor del AISV, "un bosque comestible biodiverso puede aportar una gran variedad de soluciones locales a problemas globales, como el cambio climático, la malnutrición, la degradación ambiental, el desperdicio de alimentos y agua, la pobreza, etc.”.

Articulado en tres programas −ecología, educación y bioeconomía−, el proyecto del "corredor de la biodiversidad" también contribuirá a capacitar y ofrecer nuevas oportunidades económicas a las comunidades locales, que desempeñaron un papel crucial durante la realización del proyecto desde su inicio hace casi una década. La experiencia culinaria del chef Rodrigo es muy propia de las tradiciones y conocimientos ancestrales de las comunidades locales de Ecuador. Su restaurante celebra el pasado culinario ancestral de la cultura valdiviana utilizando ingredientes producidos en condiciones agrícolas prístinas con el apoyo de las comunidades locales.

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“Nuestras tradiciones ancestrales han sido de gran inspiración y orientación. Estos conocimientos siguen vivos, pero corren el riesgo de desaparecer porque la gente ha tomado mucho de ellos sin darles el debido reconocimiento. Es nuestro deber escuchar y amplify indigenous communities’ voices amplificar las voces y los mensajes de las comunidades indígenas”, instó el chef Rodrigo. El planteamiento del defensor del AISV de vivir en armonía con el medio ambiente y su plan de crear el mayor bosque comestible del mundo han llamado la atención de líderes políticos, activistas, empresas privadas y ciudadanos de todo el mundo. Su motivación y compromiso seguirán inspirando a otros a emprender acciones en favor de la salud de las plantas y a replantearse su relación con la naturaleza y la flora que nos rodea.

Para saber más sobre los defensores del AISV, consulte http://www.fao.org/plant-health-2020/our-advocates/es/

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