Acción Global sobre los Servicios de Polinización para una agricultura sostenible

Polinización y subsistencia humana

La polinización es un proceso clave en los ecosistemas terrestres naturales y en los gestionados por el hombre. Es fundamental para la producción de alimentos y para la supervivencia humana, y vincula directamente los ecosistemas silvestres con los sistemas de producción agrícola. En todo el mundo, aproximadamente el 87,5% de las plantas con flores son polinizadas por animales (tanto invertebrados como vertebrados). Sin polinizadores ni polinización, muchas especies y procesos interconectados que funcionan dentro de los ecosistemas se colapsarían.

Reconociendo la «crisis de polinización» y sus vínculos con la biodiversidad y la supervivencia humana, el Convenio sobre la Diversidad Biológica (en inglés Convention on Biological Diversity - CBD) ha hecho de la conservación y del uso sostenible de los polinizadores una prioridad. En la Quinta Conferencia de las Partes (COP V) (en inglés Fifth Conference of Parties), celebrada en el 2000, se estableció una Iniciativa Internacional para la conservación y el uso sostenible de los polinizadores (también conocida como Iniciativa Internacional sobre Polinizadores (en inglés International Pollinator Initiative - IPI) (decisión V/5 de la CP, sección II). En su decimocuarta Conferencia de las Partes (COP 14), la COP adoptó el Plan de Acción 2018-2030 para el IPI e invitó a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a facilitar su aplicación (Decisión 14/6).

¿Por qué considerar la polinización?

Más diversidad es mejor

La diversidad de polinizadores que abarca mas de 20,000 especies de abejas hasta polillas, moscas, avispas, escarabajos, mariposas y diversos vertebrados como murciélagos, aves y ciertos mamíferos. Una polinización adecuada puede mejorarse con una mayor abundancia y diversidad de polinizadores presentes.

Adaptación al cambio climático

La productividad de los cultivos puede mejorar con la presencia de polinizadores, incluidas, entre otras, a las abejas criadas por el ser humano. Conservar o promover la diversidad de polinizadores, cada uno con rasgos y respuestas únicos al clima, contribuye a mejorar la resistencia al cambio climático. Esta diversidad actúa como un "seguro" para una polinización eficaz en las condiciones climáticas actuales y futuras, aumentando la resiliencia de los ecosistemas agrícolas a través de la biodiversidad.

Los ecosistemas tropicales y montañosos dependen en gran medida de los polinizadores

Más del 80 por ciento de todas las especies de plantas silvestres con flores dependen de la polinización por parte de animales, sobre todo insectos. En los ecosistemas tropicales y montañosos, la mayoría de las plantas con flores dependen en gran medida de los animales polinizadores, especialmente de los insectos. Esta dependencia es particularmente fuerte en los bosques tropicales, donde los insectos son clave para la mayor parte de la polinización de los árboles y plantas con flores, y en las regiones áridas y montañosas, donde las diversas comunidades de polinizadores están adaptadas a condiciones climáticas variables.

La polinización es esencial para la subsistencia humana

En los sistemas agrícolas, los polinizadores son cruciales para la producción de una amplia gama de cultivos, como huertos, horticultura y forraje, así como semillas para cultivos de raíces y fibras. Los polinizadores contribuyen aproximadamente al 35% de la producción mundial de cultivos (en volumen), mejorando el rendimiento de 87 de los 115 principales cultivos alimentarios y de numerosas plantas medicinales. Los beneficios de la polinización van más allá de la mejora de la cantidad y la calidad de la producción de alimentos: las plantas que dependen de los polinizadores son responsables de la producción de muchos micronutrientes y vitaminas importantes para la nutrición humana y la diversidad de la dieta.

Abejas y otros polinizadores

La polinización, un proceso crucial para mantener la biodiversidad y la seguridad alimentaria de nuestro planeta, es impulsada principalmente por las abejas y otros insectos polinizadores. Los polinizadores han sido esenciales durante millones de años, no sólo para la producción de alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, frutos secos y semillas, sino también para el mantenimiento de ecosistemas vibrantes. Alrededor del 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de los polinizadores, destacando su importancia en la diversidad de nuestro suministro de alimentos. Sin embargo, cada vez preocupa más la disminución de los polinizadores y de los servicios de polinización.

Tradicionalmente, la polinización se producía de forma natural sin costos directos, pero las prácticas agrícolas modernas, que conducen a la expansión de las tierras de cultivo y a un mayor uso de pesticidas, se han relacionado con la disminución de las poblaciones de polinizadores. Este declive podría repercutir en la disponibilidad y el costo de los cultivos ricos en vitaminas, lo que podría provocar problemas de salud como la malnutrición y las enfermedades no transmisibles.

La salud, la nutrición y el bienestar económico de los pequeños agricultores están ligados a prácticas de gestión menos dependientes de insumos químicos y al mantenimiento y a la mejora del rendimiento de los cultivos. A medida que se hace más difícil mantener unos servicios de polinización adecuados a traves de polizinadores criados por el ser humano, aumenta el interés por las prácticas sostenibles que apoyan a los polinizadores silvestres, garantizando la continuidad de estos servicios naturales vitales. Tanto los polinizadores silvestres como los criados son importantes en la producción de cultivos.

©FAO
Pájaros, abejas, murciélagos y más

¿Qué son? Todo el mundo conoce a las abejas, y hay unas 20,000 especies de abejas, la mayoría de las cuales son silvestres, que polinizan las plantas, pero puede sorprender saber que polillas, moscas, avispas, escarabajos y mariposas, así como algunos animales vertebrados, polinizan las plantas. Entre los polinizadores vertebrados hay murciélagos, mamíferos no voladores, como varias especies de monos, roedores, lémures, ardillas arborícolas, olingos y kinkajús, y aves como colibríes, pájaros del sol (sunbird), mieleritos (honeycreepers) y algunas especies de loros, etc. La abundancia y diversidad de polinizadores garantiza la prestación sostenida de servicios de polinización a las plantas, lo que conduce a una mejor producción de alimentos.

Amenazas para los polinizadores

Las abejas y otros polinizadores se enfrentan a importantes amenazas, y las tasas de extinción actuales son entre 100 y 1,000 veces superiores a las normales debido a las actividades humanas.Las evaluaciones nacionales de la Lista Roja de la UICN que se han completado para las abejas determinan que alrededor del 40% de las abejas están en peligro de extinción; el 16,5% de los polinizadores vertebrados están en peligro de extinción a nivel mundial. La pérdida y fragmentación de hábitats, la agricultura intensiva, los monocultivos, los pesticidas, las plagas, las enfermedades y los efectos del cambio climático, como las temperaturas extremas y los cambios en la época de floración, son los principales factores que contribuyen a este declive de los polinizadores, alterando el equilibrio entre las plantas con flores y sus polinizadores.

 

©FAO/Giulio Napolitano