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4. La situación mundial en lo que respecta a los insectos forestales


Australia y Nueva Zelandia
Europa
India y Pakistán
Sudamérica y América Central
América del Norte
Resumen y conclusiones

La reunión en que se trató de esta cuestión proporcionó una oportunidad excepcional para que los entomólogos y ordenadores forestales de las principales regiones geográficas del globo se familiarizasen con los problemas de interés mutuo que plantean los insectos forestales, para que escuchasen algo acerca de la consistencia y de los puntos débiles de los diversos servicios de entomología forestal, y para que recibiesen recomendaciones y opiniones sobre el modo en que estos servicios podrían mejorarse o desarrollarse. En un principio se enviaron invitaciones a 20 regiones. En el Simposio estuvieron representadas casi todas las regiones principales, pero fue de lamentar que se recibiese poca información de regiones tan importantes como la U.R.S.S., China, Asia sudoriental y el Japón. Esto abre una gran laguna en este análisis de la situación mundial.

Se recibieron unos 19 informes que se discutieron en el Simposio. Evidentemente, no es posible resumir cada uno de ellos en el espacio de que se dispone, por lo que los puntos salientes de cada informe se han reunido por regiones geográficas con características ecológicas y de una fauna de insectos forestales más o menos comunes. Estos puntos no se examinan forzosamente por orden de importancia.

FIGURA 12. - Arboles muertos en pie de pino torcido (Pinus conforta var. latifolia) como resultado del ataque del gorgojo del pino torcido (Dendroctonus ponderosae) en Payette National Forest, Idaho (E.U.A.). Las epidemias de este gorgojo pueden asumir proporciones destructoras tanto para los valores de protección de cuencas, lucha contra la erosión y recreo, como para la producción comercial de madera. (Foto: Servicio Forestal de los E.U.A.)

Australia y Nueva Zelandia

Las investigaciones de entomología forestal en Australia son limitadas, lo que refleja la contribución relativamente pequeña que la silvicultura hace a la economía del país. Sin embargo, la importancia de la silvicultura crece y hay señales de que próximamente se intensificará el apoyo a la investigación sobre los insectos forestales. Australia posee 12 millones de Ha. de montes naturales y 200.000 Ha. de coníferas plantadas. Normalmente emplea de 6 a 8 entomólogos forestales profesionales y, hasta hace poco, sus investigaciones se referían principalmente a los insectos que atacan la madera labrada y no a los que atacan los árboles vivos. Aunque son muchos los insectos forestales indígenas que se conocen, probablemente la lista de ellos dista mucho aún de ser completa. La necesidad de un estudio de los insectos forestales de Australia ha sido puesta de manifiesto en muchas conferencias forestales de la Commonwealth, pero hasta ahora no existe ningún organismo central que disponga de los recursos necesarios para hacerlo. Los problemas relacionados con los insectos forestales caen dentro de la responsabilidad de varios departamentos de los estados, mientras que en el plano federal, la investigación de los insectos forestales y de la madera la efectúan las Direcciones de Entomología y Productos Forestales de la Commonwealth Scientific, and Industrial Research Organisation (CSIRO) y la Oficina de Montes y Madera de la Commonwealth.

FIGURA 13. - Primer plano ampliado en el que se aprecia la característica gotosidad e hinchazón del extremo de los ramos del pinabete después de un ataque prolongado del pulgón lanígero de los abetos. Los extremos de los brotes quedan achaparrados y deformes por el ataque de estos áfidos. (Foto: Servicio Forestal de los E.U.A.)

En Nueva Zelandia, donde hay 5,8 millones de Ha. de montes naturales y 350.000 Ha. de coníferas plantadas, las investigaciones sobre entomología forestal están encomendadas al Instituto de Investigaciones Forestales, que cuenta con tres entomólogos profesionales y diversos técnicos auxiliares en la Estación de Rotorua. El Servicio de Biología Forestal, creado en 1955, tomando como modelo el análogo servicio canadiense, consta de 12 observadores distribuidos por todo el país, quienes inspeccionan sólo las plantaciones de especies exóticas y toman en ellas muestras de insectos y de organismos patógenos. Este Servicio proporciona un sistema de pronta alarma de la presencia de insectos y enfermedades, mientras que la investigación se dirige sobre todo hacia el desarrollo de medidas de lucha silvícola y biológica. Los inspectores de la madera del Servicio Forestal de Nueva Zelandia inspeccionan toda la madera tanto importada como exportada. A estos inspectores se debe principalmente que no sea mayor el número de insectos peligrosos para la madera en Nueva Zelandia.

En Australia, los montes naturales encierran muchas especies de gran valor comercial y las investigaciones se encaminan a estudiar los problemas entomológicos de estos montes, los de las plantaciones de coníferas y los de la madera transformada. Los problemas principales se relacionan con las plagas de insectos defoliadores en los eucaliptos. Las demás especies arbóreas sufren primordialmente el ataque de insectos taladradores de los brotes. Las plantaciones de coníferas (Pinus spp.) sufren daños menores por causa de los barrenillos de la corteza y las polillas introducidos, y existen pruebas de que algunos insectos indígenas comienzan a adaptarse a los pinos. Ha originado gran preocupación el descubrimiento de Sirex noctilio debido a la amenaza que representa para las grandes plantaciones comerciales, sobre todo para las de Australia meridional. Las principales investigaciones giran actualmente en torno a los problemas planteados por Sirex y los fásmidos.

En Nueva Zelandia, las investigaciones entomológicas efectuadas en los montes naturales son pocas, pues la mayoría se concentran todavía en las plantaciones de coníferas exóticas, especialmente de Pinus radiata, que es la principal especie productora de madera. Los problemas de mayor consideración que actualmente se reconocen en estas plantaciones son los que se deben a Sirex noctilio, los defoliadores, gran número de geométridos y tortrix, Hylastes aster en la regeneración, varias especies de gorgojos y lepidópteros que causan daños en los viveros, insectos que atacan las semillas, diversos barrenillos de la madera y algunas especies de insectos chupadores de savia que no son una gran amenaza.

La situación entomológica en Nueva Zelandia no entraña actualmente problemas graves, pero esta situación es precaria debido al monocultivo de P. radiata en masas regulares y a la escasez de entomólogos. Dos especies de piceae no pueden cultivarse en parte por culpa de un pulgón que las ataca, y las mejores especies exóticas son P. radiata y el abeto de Douglas.

Tanto en Nueva Zelandia como en Australia se estima que es muy necesaria una mayor cooperación en el campo del comercio internacional de la madera para impedir la propagación de insectos peligrosos. Las plantaciones de pinos exóticos se consideran vulnerables a la introducción de plagas graves procedentes de ultramar.

FIGURA 14. - Insecto indígena en bosque indígena. Pies de haya roja de Nueva Zelandia (Nothofagus fusca) muertos por el ataque del bupréstido Nascioides enysii en Westland (Nueva Zelandia). Este latizal, de unos 80 años de edad, crece en suelos de grava lixiviados como resultado de las operaciones de las minas auríferas. (Foto: Servicio Forestal de Nueva Zelandia)

Los intercambios internacionales por breve tiempo de estudiantes que ya han terminado la carrera serían útiles para ampliar los puntos de vista y la experiencia.

Africa

Las condiciones existentes en una faja que se extiende por el norte y el centro de Africa se describieron en los informes relativos al Africa occidental de habla francesa e inglesa y al Africa oriental. En toda esta faja son comunes los barrenillos de los árboles vivos, ya sean éstos frondosas indígenas o coníferas exóticas. Se llamó la atención hacia dos problemas principales planteados en Africa occidental y que aún esperan solución: el barrenillo de los brotes de la caoba, Hypsipyla robusta, y el piojo de la agalla del iroko, Phytolyma lata, y también los barrenillos del leño. Los métodos de lucha actuales son sobre todo silvícolas, pero la lucha es de corto alcance por falta de medios económicos.

En una comunicación se exponían las condiciones particulares de Gambia, Sierra Leona y Nigeria. Inicialmente, las políticas forestales de estos tres países tendían a favorecer el crecimiento y la regeneración de una amplia variedad de especies indígenas. En los años últimos se modificó esta política para dar mayor importancia primero al establecimiento de especies indígenas y posteriormente a la introducción de especies exóticas que se plantan en masas uniformes, sobre todo en las áreas sabaneras septentrionales. Pocas especies arbóreas indígenas han dado buen resultado en las plantaciones, especialmente a causa de las depredaciones de varios lepidópteros taladradores de los brotes. Al igual que en la mayor parte de Africa occidental, los barrenillos de los brotes de la caoba, Hypsipyla spp., constituyen un grave problema. Los barrenillos del leño, varios de los cuales atacan los árboles vivos, dañan y deprecian la madera. Las diversas especies exóticas que se han plantado, entre las que destaca Eucalyptus, son objeto del ataque de los termes, los pulgones y algunos taladradores de los brotes. Aparte los termes, no se conoce en Africa occidental ninguna plaga de insectos que haya limitado la plantación de especies exóticas.

Las investigaciones acerca de las plagas de los árboles forestales en Africa occidental son reducidas. En Nigeria se han hecho y se continúan haciendo reconocimientos de plagas de insectos que atacan los árboles indígenas y exóticos en las plantaciones y en los viveros. Se hizo la sugerencia de que la FAO podría proporcionar mayor asistencia técnica y de que existen razones justificadas para que se emprenda una labor de carácter internacional a propósito de los barrenillos de los brotes, particularmente Hypsipyla que afecta a toda la zona tropical.

El informe relativo al Africa oriental trataba principalmente de Kenia, Uganda y Tanzania, y con menor detalle de Zambia y Malawi. Lo mismo que en Africa occidental, un problema de importancia capital es el de los barrenillos de los brotes de las frondosas indígenas. Hypsipyla spp. son una plaga, pero aún más grave es la de los insectos del género Lamia de la subfamilia Tragocephalini. Un cerambícido, Oemida gahani, es una grave plaga de las plantaciones de cipreses exóticos. Los barrenillos del leño constituyen también plagas considerables. A pesar de la extensa superficie que ocupan las plantaciones de coníferas y Eucalyptus spp. exóticas, sólo se han observado brotes pequeños de defoliadores.

Los entomólogos de la Organización de Investigaciones Forestales y Agronómicas de Africa oriental, juntamente con entomólogos de los territorios, efectúan reconocimientos e investigaciones interterritoriales. En total, hay cuatro entomólogos en Africa oriental dedicados a estas labores. Los reconocimientos se encaminan principalmente al descubrimiento de barrenillos y defoliadores en las plantaciones, en tanto que las investigaciones se concentran en Oemida, los termes y los barrenillos del leño. En el campo internacional, se favoreció el intercambio de información acerca de los problemas de naturaleza análoga, y se recomendó la ejecución de investigaciones combinadas a propósito de los barrenillos de los brotes. También se estimuló la intensificación de la frecuencia de las reuniones de entomólogos forestales.

FIGURA 15. - Un rodal de pino ponderosa en Oregón central (Estados Unidos) muerto por el ataque de barrenillos de la corteza. Las zonas con vastas extensiones de bosque compuesto principalmente de una sola especie y con pies adultos, decrépitos o decadentes, constituyen el medio ideal para estas epidemias. (Foto: Servicio Forestal de los E.U.A.)

En Sudáfrica, las plagas de insectos más graves son las de los montes de especies exóticas, que consisten principalmente en coníferas, aunque también los hay de eucaliptos, acacia negra y álamo. Los diversos distritos forestales existentes están muy separados entre sí. Los ataques de los insectos, exceptuados los que sufren las acacias negras y los eucaliptos, no son continuos y raramente son graves. Excepto unas pocas especies introducidas, los insectos forestales que atacan las plantaciones exóticas son indígenas. En Sudáfrica hay cinco entomólogos forestales.

Las larvas de psíquidos indígenas son la plaga más grave de la acacia negra, hasta el punto de que a veces es necesario recurrir a pulverizaciones aéreas, para impedir una intensa defoliación. Un curculiónido introducido se combatió mediante un parásito de Australia meridional. Existen noticias de haberse interceptado Sirex en Sudáfrica, pero no las hay de que se haya hallado este insecto en montes vivos.

En plantaciones exóticas han aparecido algunas especies extrañas de insectos. El peligro de la introducción de estas especies en Sudáfrica no ha pasado desapercibido, por lo que se lleva a efecto rigurosamente una política de prohibición de importación de árboles. También se considera de la máxima importancia la continuación de los reconocimientos de plantaciones para localizar nuevas introducciones o brotes.

Europa

Este continente tiene tal diversidad de climas, montes y grupos de trabajo que es preferible tratar las diversas regiones separadamente. De acuerdo con esto, se divide Europa para su estudio en las regiones siguientes: países nórdicos, Reino Unido, Europa occidental, Europa central, Europa oriental y países del Mediterráneo.

PAÍSES NÓRDICOS

En esta región existen diversos tipos de montes, desde los de especies predominantemente de hoja caediza en el sur hasta los montes principalmente de coníferas en el norte. Los insectos defoliadores tienen una importancia relativamente secundaria, pero en ocasiones surgen plagas de ellos. Hylobius abietis se ha convertido en una grave plaga de las plantitas en todos estos países, y durante varios años sucesivos los montes de piceae han sido atacados por Dendroctonus micans. Los daños debidos a los insectos de importancia secundaria, principalmente los barrenillos de la corteza y diversos cerambícidos, constituyen un problema crónico por lo que respecta a la madera aserrada y a la madera para pasta.

A causa de la gran variedad de tipos forestales de estos países nórdicos, los problemas relacionados con los insectos son muy diversos, y se ha establecido una estrecha cooperación entre los entomólogos de Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia. Existen 5 instituciones dedicadas a la entomología forestal en las que trabajan unos 19 entomólogos forestales. La cooperación organizada se inició en 1955, cuando dieron principio las investigaciones sobre el gorgojo del pino Hylobius. Desde entonces se han celebrado 15 reuniones de entomólogos. Las reuniones y la organización carecen completamente de carácter oficial. En las reuniones se trata de la situación del problema de los insectos, de los programas y de la marcha de los estudios.

REINO UNIDO

Los montes ocupan en Gran Bretaña un 7,5 por ciento de la superficie del país, principalmente de plantaciones uniformes de Pinus sylvestris y otras coníferas introducidas. La silvicultura oficial dio comienzo en 1919 y la experiencia entomológica se limita por lo tanto, en general, a los viveros y los latizales. Cuando las plantaciones llegaron a tener unos 35 años, comenzaron a plantearse problemas debidos a insectos. En las áreas donde se han efectuado apeos, Hylobius e Hylastes son plagas comunes de las plantas repicadas. Adelges spp. ha resultado ser una plaga grave de las plantaciones jóvenes de Abies, y estos insectos han excluido el amplio uso de este valioso género de árboles grandes productores de madera. Bupalus piniarius ha adquirido proporciones de plaga. Se estima que algunas moscas de sierra, barrenillos de la corteza y barrenillos del leño pueden llegar a convertirse en plagas considerables.

Las investigaciones las efectúa principalmente la Sección de Investigaciones de la Comisión Forestal. Otras instituciones dedicadas a investigaciones pertinentes son la Universidad de Aberdeen, Rothamsted, la Universidad de Edimburgo y la Junta de Conservación de la Naturaleza. Los reconocimientos de insectos no constituyen una actividad característica de la entomología forestal en el Reino Unido, sino que se efectúan reconocimientos especiales para insectos determinados.

En la esfera de la cooperación internacional, se ha señalado la necesidad de registros a largo plazo, de la abundancia de insectos para facilitar los estudios epidemiológicos, de la distribución de mapas de las especies de insectos más abundantes, y de mayor número de reuniones de entomólogos de diferentes países.

EUROPA OCCIDENTAL

El único informe oficial de Europa occidental era el referente a la entomología forestal en los Países Bajos. En los años últimos, los rendimientos de las cosechas forestales no han podido mantenerse a la par con los costos más elevados porque el valor de la madera apenas ha subido y el de la tierra ha aumentado con la creciente demanda de espacio en este país densamente poblado. Por otra parte, es cada vez mayor la necesidad de montes de recreo. Esto sugiere que debieran crearse montes mixtos de gran valor estético y que, al calcular el costo de los mismos, se debieran tener en cuenta los beneficios tanto de orden recreativo como financiero. En los montes de este tipo, la lucha química contra los insectos habría de hacerse con cautela para impedir posibles efectos secundarios adversos.

Se defendió con calor la idea de que debieran crearse en todos los países organizaciones de reconocimiento de insectos forestales, y que los resultados se debieran publicar para permitir a los investigadores adquirir una amplia idea general de la situación entomológica.

Aunque no se presentó ninguna comunicación oficial referente a Francia, se señaló durante las discusiones que en otro tiempo era poco el interés existente en este país por la entomología forestal, pero que actualmente esta situación está cambiando. Si bien los insectos matan pocos árboles, preocupan las pérdidas de crecimiento ocasionadas por los insectos en los álamos y los pinos.

FIGURA 16. - Ejemplar de pinabete (Abies amabilis) recién muerto a consecuencia del ataque del pulgón lanígero de los abetos (Chermes piceae). Este insecto, llamado también piojo de la corteza del abeto, fue introducido en América desde Europa y ataca a varias especies de abetos. Tales importaciones, tanto de insectos como de enfermedades, no hacen sino poner de relieve la necesidad de aumentar las medidas de protección en el comercio internacional. (Foto: Servicio Forestal de los E.U.A.)

EUROPA CENTRAL

El informe de esta región abarca Suiza, Austria y la República Federal de Alemania. Los montes originales de frondosas de la parte meridional de Europa central han cambiado considerablemente en los dos siglos últimos debido al incremento de la plantación, en monocultivo, de coníferas comercialmente superiores, como picea y pino. Sin embargo, estas especies han resultado ser particularmente susceptibles al ataque de los insectos. Varias plagas de defoliadores de pinos y piceae han planteado problemas graves durante diversos decenios. Entre 1925 y 1951, y solamente como recurso extremo, se rociaron desde aviones más de 280.000 Ha. de montes en Alemania. Actualmente domina la tendencia al restablecimiento de una composición más natural de los montes para reducir los peligros de daños por insectos.

El descubrimiento y la evaluación de las grandes plagas de insectos se hace mediante reconocimientos ordinarios efectuados regionalmente. Los insectos recogidos se envían para su identificación a los Institutos de Protección de los Montes, de los que hay tres en la República Federal de Alemania, uno en Austria y uno en Suiza. En la actualidad se efectúan estudios a largo plazo de la dinámica de las poblaciones de defoliadores para obtener un mejor conocimiento de las causas a que se deben las plagas de insectos.

El intercambio de información se mantiene mediante reuniones anuales de la Sociedad alemana de Entomología Aplicada. Sin embargo, se sugirió que la información recopilada por los grupos regionales debiera distribuirse más ampliamente y ser mayor la coordinación entre algunos proyectos fundamentales de investigación acerca de la dinámica de las poblaciones.

EUROPA ORIENTAL

El informe de esta región incluye Alemania Oriental Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria. En la esfera de la entomología forestal, estos países constituyen una región interesante con una gran variedad de tipos forestales y, consecuentemente, de problemas debidos a los insectos. Las partes del nordeste de esta región estuvieron bajo la influencia de las ideas que informaban la silvicultura alemana, por lo que en ellas dominan los monocultivos de coníferas en masas regulares. Esta influencia disminuye hacia el sudeste, donde los montes han conservado más su carácter natural.

En los montes de monocultivo, las plagas más graves son las de varios defoliadores, barrenillos de la corteza e insectos de las plantaciones. En los montes mixtos de haya y abeto, un complejo de insectos ocasiona la muerte descendente del abeto. Los robledales de los Cárpatos sufren plagas periódicas de lagarta peluda, y los del curso inferior del Danubio y el Prut experimentan también daños ocasionados por este mismo insecto, pulgones y otras varias especies. La lagarta peluda constituye también un problema en los robledos de las montañas de Bulgaria. El barrenillo del leño Trypodendron lineatum se ha convertido en una plaga general grave.

Las investigaciones acerca de los insectos se hacen en Europa oriental en varios institutos. Hay uno de éstos en Alemania Oriental, dos en Polonia, dos en Checoslovaquia, uno en Hungría y uno en Bulgaria. Casi todos los problemas se estudian desde el punto de vista de la lucha química y biológica, y la dinámica de las poblaciones.

Los entomólogos forestales de los institutos de Europa oriental se reúnen anualmente para discutir los problemas y los resultados de las investigaciones. Existe la opinión de que sería útil que se estableciese un mayor contacto con grupos análogos de entomólogos de los países de Europa occidental. Se sugirió que el nuevo Grupo de Trabajo de la IUFRO sobre Entomología Forestal podría desempeñar una función importante en el desarrollo del intercambio internacional de información.

PAÍSES DEL MEDITERRÁNEO

En los países del Mediterráneo oriental, Grecia, Turquía, Chipre e Israel, los problemas principales son los que plantean los barrenillos del leño y los de la corteza, las larvas de los viveros, y los defoliadores y las polillas de los brotes de los pinos. Matsucoccus es una amenaza potencial para los pinares. Los robles y los álamos son atacados por varios defoliadores.

En el Mediterráneo occidental, especialmente en España, tienen importancia tres especies de defoliadores, y dos especies de éstos y los insectos de los brotes y de los ápices son una amenaza para los extensos pinares artificiales.

Se puso de relieve la importancia del problema de Matsucoccus en Europa meridional, donde existen varias especies de este género. Se sugirió que se debieran coordinar los estudios de la biología de estos insectos y de los métodos de lucha contra los mismos. En esta región hay pocos entomólogos forestales y laboratorios bien equipados. Hasta la fecha, los entomólogos se han dedicado a labores de reconocimiento y extensión.

Es interesante observar que durante el Simposio los entomólogos de la región del Mediterráneo se reunieron para formar un grupo de trabajo regional permanente con vistas a reunirse periódicamente para intercambiar información y, de ser posible, efectuar programas coordinados de investigación y reconocimiento.

India y Pakistán

En la India, los problemas más graves planteados por los insectos forestales son los que afectan a la teca, que sufre el ataque de varios defoliadores, a Shorea robusta (sal), y a la protección de la madera recién apeada y la madera almacenada contra la infestación de insectos taladradores de la misma. Los insecticidas no se emplean en gran escala. Los insectos recogidos por los oficiales forestales y por los de otros departamentos gubernamentales en toda la India se examinan sistemáticamente, atendiéndose especialmente a la clasificación de las fases inmaturas de coleópteros y lepidópteros. Se ha formado ya una gran colección que consta de más de 20.000 especies y de más de 2 millones de ejemplares. Se dan cursos de entomología forestal en el Colegio Forestal de la India y en el Colegio de Guardas Forestales de los Montes del Norte.

En Pakistán Occidental, el cultivo de árboles Shisham en plantaciones regadas se ve dificultado por un defoliador, y la madera producida en plantaciones y en montes naturales es atacada por insectos xilófagos. En Pakistán Oriental, las trozas de «Sundri», árbol que crece en los manglares, sufren el ataque de un barrenillo del leño y de otras diversas especies de barrenillos. Muchos de los problemas que plantean los insectos en el Pakistán Oriental y en el Occidental no se conocen bien. En vista de la creciente demanda de madera, ha adquirido importancia la protección de los montes. Para evaluar las pérdidas ocasionadas en éstos por los insectos, se inició en enero de 1963, con la ayuda financiera de los Estados Unidos, un reconocimiento de la fauna de insectos.

Sudamérica y América Central

Desgraciadamente, sólo se recibió un informe - de Argentina - acerca de la situación en Sudamérica. En esta región hay un gran número de plagas forestales, y sus problemas principales son de dos tipos:

a) especies que atacan las plantaciones, que se componen sobre todo de pinos y de eucaliptos exóticos;

b) insectos que atacan a los productos forestales.

Las plantaciones son difíciles de establecer a causa de algunas especies de barrenillos del leño que atacan los árboles vivos. Las plantaciones de Pinus radiata son defoliadas por diversos lepidópteros. Los barrenillos, en su mayoría cerambícidos, constituyen el principal problema en el caso de los productos forestales.

Un informe especial referente a una plaga grave de barrenillo del pino meridional en Honduras demostraba la necesidad de que se creen servicios de protección forestal en América central y en Sudamérica. Más de 20 millones de m³ de pinos de gran calidad han muerto, y las masas restantes están amenazadas de destrucción. Esta plaga de barrenillo del pino meridional es la más amplia y dañina que se recuerda. Es demasiado grande y avanza muy rápidamente para poderla detener con los recursos humanos de que se dispone, por lo que es probable que se haga aún mayor.

La entomología forestal no está generalmente muy desarrollada en Sudamérica y América central. Es incompleto el conocimiento que se tiene de la biología de los insectos y escasean mucho los entomólogos forestales. Por ejemplo, en Argentina hay sólo un entomólogo forestal titulado. No se dispone de dinero suficiente para preparar personal; pero dos escuelas de montes de Sudamérica pueden llegar a formar algunos entomólogos.

América del Norte

Este informe comprende México, los Estados Unidos y Canadá. En América del Norte, los insectos figuran entre las principales causas de mortalidad de la madera. Aunque la importancia de los insectos varía de unas partes a otras de la región, los grupos de insectos más destructivos son los barrenillos de la corteza, los defoliadores, los que se alimentan de los extremos de los tallos, los de las semillas y los conos, los taladradores de la madera, los de los productos de madera y los chupadores. Durante muchos años, un gran sector de la economía forestal de América del Norte ha sido sostenido por las masas vírgenes. A medida que éstas se talan, se produce un incremento correspondiente en la superficie de masas de segundo crecimiento, aumentan cada vez más las plantaciones y el desarrollo de los huertos de semillas, las superficies destinadas a la producción de éstas y los árboles madre superiores. Todo esto ha producido cambios en la importancia de la entomología forestal. No se han percibido síntomas de una reducción de las consecuencias ocasionadas por los insectos forestales, antes bien puede esperarse que estas consecuencias sean cada vez más graves.

Desde el punto de vista del volumen de madera muerta, quizá los barrenillos de la corteza son los insectos más dañinos, manifestándose, en general, más activos en el occidente de esta región desde Canadá, a través de los Estados Unidos, hasta México. Entre estos barrenillos los hay de los géneros Dendroctonus, Ips y Scolytus. Como grupo, los defoliadores siguen en importancia a los barrenillos. Los gusanos de las yemas, las orugas geómetras, la falena de penacho, las orugas y otras varias especies matan muchos árboles y reducen el índice de crecimiento de otros. Los montes boreales de Canadá, en particular, parecen predispuestos para varias plagas graves de insectos, de las que es ejemplo destacado el gusano de las yemas de la picea, Choristoneura fumiferana. Un tercer grupo lo forman los insectos que se alimentan de las partes terminales de los árboles, y son especialmente importantes, pues dañan los árboles jóvenes en las plantaciones. Debido al incremento de las plantaciones, la demanda de semillas de alta calidad crece rápidamente y ha hecho que se fije la atención en los daños que causan los insectos que atacan los conos y las semillas.

El problema originado por las plagas indígenas se ha complicado por la continua aparición de insectos procedentes de Europa que han resultado ser muy destructores en su nuevo ambiente. Ejemplos notables de esto son la mosca de sierra del alerce, la mosca de sierra de la picea europea, el pulgón lanígero del pino balsámico, la mosca de los brotes del pino europeo y la mosca de invierno.

Hace ya unos 60 años que se vienen efectuando en los Estados Unidos investigaciones de entomología forestal. El Servicio Forestal de este país cuenta actualmente con más de 80 hombres de ciencia, distribuidos en 10 estaciones de experiencias forestales, en las que efectúan investigaciones teóricas y aplicadas. También se hacen investigaciones en varias universidades y en diversas compañías madereras privadas. El Servicio Forestal de los Estados Unidos emplea además a unos 80 entomólogos cuya misión es efectuar reconocimientos de insectos forestales y su combate. Este organismo trabaja en íntima relación con los estados y la industria privada en los aspectos de los reconocimientos y la lucha, que se hacen en cooperación. Muchos de los servicios forestales de los distintos estados incorporan actualmente entomólogos a su personal, y algunos de tales servicios han formado su propia organización de reconocimientos. En diversas partes del país se han creado comisiones de acción contra las plagas forestales con la misión de estudiar los problemas que plantean los insectos y los planes de lucha.

El reconocimiento en los Estados Unidos de la importancia de la entomología forestal se ha traducido en un rápido incremento del apoyo financiero por parte del Gobierno Federal, de los gobiernos de los estados y de organismos privados, y ha originado una escasez de entomólogos forestales. Esto, a su vez, se ha reflejado en la mayor importancia que se da en muchas universidades a la mejora de la enseñanza de entomología forestal y cuestiones afines.

Desde la designación, hace unos 50 años, del primer entomólogo de jornada completa en Canadá, la ciencia y la práctica de la entomología forestal se han desarrollado y ampliado notablemente en este país. La silvicultura es de importancia capital para la economía de Canadá, cuyos extensos montes sufren el ataque de muchas plagas, y donde hay unos 120 entomólogos forestales. Tres de ellos tienen relación con departamentos oficiales de las provincias, otros tres enseñan en universidades, uno más es consultor y los restantes pertenecen al Departamento de Montes de Canadá. La complejidad de los problemas debidos a los insectos forestales ha hecho que las autoridades provinciales, que constitucionalmente son las responsables de la administración de los recursos forestales, recurran ante todo al Departamento Federal para los reconocimientos de descubrimiento y evaluación, investigaciones y servicios de asesoramiento técnico.

La importancia concedida a la ejecución de continuos reconocimientos de descubrimientos y evaluación es quizá el rasgo más característico de la entomología forestal en Canadá. Se vienen efectuando reconocimientos desde la mitad del tercer decenio de este siglo, y siempre con un carácter nacional general. El programa de investigaciones se puede considerar bajo tres aspectos:

a) estudios generales de la fauna o biotaxonómicos, efectuados frecuentemente dentro del programa de reconocimientos;

b) proyectos de índole bioecológica orientados según un problema, que a menudo hacen hincapié en una sólida base cuantitativa;

c) proyectos orientados de acuerdo con una disciplina, que proporcionan fundamentos generales o establecen principios.

En México escasea el personal capacitado necesario para combatir los insectos forestales. Los barrenillos de la corteza constituyen el problema principal y las pérdidas en los últimos años han constituido el 50 por ciento de todas las ocasionadas por los insectos y las enfermedades. Para combatir estas plagas se ha recurrido a la recuperación, las medidas sanitarias y el empleo de productos químicos, lo cual ha creado la necesidad de una organización de lucha y de personal capacitado.

Los propietarios y administradores de América del Norte se sienten menos inclinados que en otro tiempo a aceptar que las pérdidas causadas por los insectos son inevitables. Los productos químicos desempeñan una función importante en la lucha contra los insectos, y probablemente seguirán desempeñándola, pero actualmente se efectúan intensas investigaciones para determinar las causas de las plagas de insectos y experimentar el mayor uso de métodos biológicos y silvícolas de lucha para reducir los daños que causan los insectos.

La Comisión Forestal Norteamericana, creada en 1961 bajo el patrocinio de la FAO, comprende un grupo especial de trabajo en entomología y patología forestales. Se halla en vías de desarrollo un programa de interés mutuo para los Estados Unidos, México y Canadá. Durante algunos años se han celebrado tres conferencias internacionales en el este, el centro y el oeste de América del Norte. Estas conferencias se celebran generalmente una vez al año y sirven para establecer un buen contacto entre los investigadores de los Estados Unidos y Canadá. La Conferencia sobre los Insectos Forestales del Sur, aunque no es de carácter internacional, sirve también para el intercambio de información con los otros grupos.

Resumen y conclusiones

De los informes presentados y de las discusiones en relación con la creación en la IUFRO de un grupo permanente de trabajo de entomología forestal emergieron varias importantes características y necesidades relativas a la situación mundial en el campo de la entomología forestal. La mayor parte de estas características y necesidades se reconocieron formalmente en las resoluciones aprobadas en la última sesión plenaria del Simposio.

Posiblemente, una de las revelaciones más importantes fue la apreciación del gran desequilibrio que existe en la distribución de entomólogos forestales en el mundo, pues mientras hay países que cuentan con servicios bien dotados de personal y medios materiales, en que se efectúan amplios y equilibrados programas de investigación y reconocimiento, hay otros países de importantes regiones forestales donde es muy aguda la escasez de entomólogos forestales. Por otra parte, quedó claramente de manifiesto que son muchos los graves problemas planteados por los insectos forestales en todo el mundo que no reciben la atención debida. Para ayudar a corregir este desequilibrio, los países ricos podrían proporcionar medios para la capacitación general y especializada de entomólogos forestales de los países en desarrollo. También se sugirió que la inclusión de un entomólogo forestal calificado entre el personal de la Dirección de Montes y Productos Forestales de la FAO podría servir para ayudar a los países necesitados de asistencia y asesoramiento. También se podrían efectuar progresos más rápidos intensificando la cooperación entre los organismos de investigaciones agronómicas y afines, sobre todo en las regiones donde los recursos son limitados.

De los informes resultaba evidente la urgente necesidad de una más completa información acerca de la identificación, la biología y la ecología de las plagas importantes en muchos países y del modo del combatirlas.

La posible propagación de los insectos forestales perjudiciales es causa de preocupación, especialmente en aquellos países que poseen grandes extensiones de masas uniformes y regulares de especies exóticas. Merced al comercio internacional se propagan, y se seguirán propagando, insectos que constituyen un peligro en potencia para los montes de los países a que estos insectos van a parar. Todas las medidas razonables tendentes a reducir al mínimo esta propagación deben, evidentemente, favorecerse.

De los informes regionales se dedujo claramente que existe un gran cúmulo de información sobre la situación y la distribución de los insectos y las nuevas introducciones, pero que gran parte de esta información no se presenta en una forma que permita distribuirla o examinarla ampliamente. En vista de la petición hecha por muchos delegados de que se establezca el intercambio y la divulgación de la información, se espera que los países que la poseen reconozcan su valor internacional.

Se vino a saber que existían ya diversos grupos regionales de trabajo de carácter internacional. Buenos ejemplos de ello son los que operan en los países septentrionales y orientales de Europa y en América del Norte. Se ensalzaron las ventajas de estos grupos, estimándose que, a medida que la red de los mismos se incremente, disminuirá el problema de la comunicación y la cooperación universales. Particularmente interesante es que durante el Simposio los entomólogos forestales de los países del Mediterráneo acordaron formar un grupo de trabajo y reunirse regularmente.

El Simposio de Oxford proporcionó un ejemplo concreto y satisfactorio de los beneficios que pueden derivarse de la estrecha colaboración entre la FAO y la IUFRO, organizaciones ambas que son mutuamente complementarias en muchos aspectos. Los progresos efectuados en la organización y la definición de un grupo de trabajo de entomología forestal dentro de la IUFRO deberán proporcionar una base mejor para la colaboración futura. Esto resultará útil en la disminución de las pérdidas por los insectos forestales, a cuyo fin se sugirió que se organice otro simposio en el decenio próximo.


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