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Informe sobre productos


Tendencias del consumo hasta 1965
Estimaciones de la demanda futura
Fases intermedias de elaboración
Tendencias en los principales sectores de usos finales
Estructura de los usos finales
Conclusión

El consumo de maderas de frondosas tropicales Europa

El texto completo se puede obtener en la Sección de Ventas, Oficina de las Naciones Unidas, Palais des Nations, Ginebra (Suiza), al precio de 0,15 dólares, como suplemento 9 del Volumen XIX (19) del Timber Bulletin for Europe. Basado en un estudio preparado por la División Mixta de la Madera FAO/CEE para la reunión celebrada en 1966 de un Grupo de trabajo mixto especial UNCTAD/FAO sobre la madera y los productos forestales (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo: Junta de Comercio y Desarrollo; Comisión de Manufacturas).

Tendencias del consumo hasta 1965

En 1965, las importaciones europeas de maderas de frondosas tropicales, tanto en forma elaborada como sin elaborar, ascendió a unos 7,8 millones de m³ equivalente en rollo (e. r.), cantidad que se puede comparar con volúmenes de 2 millones de m³ e. r. aproximadamente en 1949-51, y de 6,1 millones de m³ e. r. en 1959-61. Los cálculos, basados en datos elaborados posteriormente, muestran de un modo muy aproximado la distribución por productos de las importaciones netas y el consumo de maderas de frondosas tropicales en 1965 (Cuadro 1).

CUADRO 1. - IMPORTACIONES NETAS DE EUROPA Y CONSUMO ESTIMADO DE MADERA DE FRONDOSAS TROPICALES EN 1965

(Millones de m³ e. r.)

 

Importaciones netas

Consumo

Conversión en Europa

Volumen

Por ciento

Volumen

Por ciento

Volumen

Trozas

5,4

69

0,2

2


Madera aserrada

1,9

25

3,2-3,6

41-46

1,3-1,7

Madera contrachapada

0,4

5

2,6-2,8

33-36

2,2-2,4

Chapas

0,05

1

1,4-1,6

18-21

1,3-1,5

TOTAL (redondeado)

7,8

100

7,8

100


Estas cifras que - es preciso insistir - son sólo aproximadas, indican la amplia distribución del consumo de maderas de frondosas tropicales por clases de productos. Indican que bastante más de las dos quintas partes del consumo total europeo de maderas de frondosas tropicales en 1965 fue en forma de madera aserrada, una tercera parte aproximadamente como contrachapados y una quinta parte en chapas, usándose un volumen relativamente insignificante como madera en rollo o desbastada, principalmente para instalaciones portuarias y obras hidráulicas.

En 1950, la proporción de madera de frondosas tropicales en el consumo total europeo de madera industrial fue mucho más pequeña que actualmente. Durante el decenio 1950-60, esta proporción aumentó rápidamente, en parte debido a la sustitución por especies tropicales de las especies de la zona templada, a lo que contribuye la disponibilidad y accesibilidad de las existencias en los países tropicales. No obstante, en 1965, la maderas de frondosas tropicales representaron todavía menos del 3 por ciento del consumo total europeo - de maderas industriales, proporción que llega al 4 por ciento si se excluye el sector de la pasta y el papel. Sin embargo, la importancia de las maderas de frondosas tropicales reside no tanto en los volúmenes implicados como en el hecho de que satisfacen una demanda de maderas útiles y decorativas que Europa ya no puede satisfacer enteramente con sus propios recursos forestales.

Por tanto, hasta 1960, el consumo de maderas de frondosas tropicales aumentó con mucha más rapidez que el consumo total de madera, y también mas rápidamente que el producto nacional bruto (PNB) global en toda Europa y la construcción de viviendas. Sin embargo, desde entonces, el ritmo de crecimiento ha sido mucho menos rápido. No obstante, aunque faltan datos definitivos, parece que la proporción que corresponde a las maderas de frondosas tropicales en el consumo total de madera continuaba todavía aumentando entre 1960 y 1965 (Cuadro 2).

CUADRO 2. - INDICADORES DEL CRECIMIENTO DEL CONSUMO EN EUROPA

 

1960

1965

1975
(estimación)

1950 = 100

...1960 = 100...

Producto Nacional Bruto (PNB)

166

128

204

Maderas para acabado de viviendas

190

125

152

TOTAL del consumo de maderas industriales

138

117

146

de las cuales: tropicales

1310

1127

175-200

TOTAL del consumo de madera aserrada

122

113

117

de la cual: madera aserrada de frondosas

131

121

129

TOTAL del consumo de tableros contrachapados

315

156

296

de los cuales: tableros contrachapados y chapas

233

124

217

1 Cálculos aproximados o cifras de la Secretaría.

Estimaciones de la demanda futura

En términos generales, el análisis del consumo durante estos años y las estimaciones para el futuro - examinados posteriormente en este capítulo desde el punto de vista de la demanda según los distintos sectores de usos finales - parecen indicar que la estructura del crecimiento de la demanda entre 1960 y 1965 puede que no resulte completamente descaminada como orientación para el futuro, al menos por lo que respecta a la relación entre el ritmo de crecimiento del consumo de maderas de frondosas tropicales y el de los otros indicadores pertinentes. Por consiguiente, si el consumo de maderas de frondosas tropicales se mantiene al ritmo de crecimiento del PNB europeo y de la construcción de viviendas, como ocurrió entre 1960 y 1965, y si se supone que es correcto el pronóstico formulado en el estudio European timber trends and prospects: a new appraisal 1950-1975 sobre las tendencias de la madera entre 1960 y 1975, de que se doblará el PNB y que, dados los indicios actuales, es demasiado bajo el pronóstico de que en 15 anos aumentará en un 52 por ciento la construcción de viviendas, es de esperar que la demanda de maderas de frondosas tropicales en 1975 sea de 1,75 a 2 veces más elevada que en 1960. Esto podría significar al ano un consumo de unos 11 ó 12 millones de m³ e. r., en comparación con los 6,1 millones de m³ en 1959-61 y 7,8 millones de m³ en 1965.

Esta estimación de un aumento en el consumo a lo largo de 15 años de 5 a 6 millones de m³ e. r., que exige, como es natural, un incremento más o menos equivalente de las importaciones, queda por debajo de la estimación dada en el estudio, para los años comprendidos entre 1960 y 1975, de un aumento de las importaciones de frondosas de trozas para chapa (en su mayor parte tropicales) o su equivalente en tableros contrachapados y chapas de 8-10 millones de m³ e. r., más otro millón de m³ e. r. de trozas para aserrío o de madera aserrada de frondosas. En favor del pronóstico más modesto aboga la fuerte disminución del ritmo de crecimiento de la importación en Europa de trozas de frondosas tropicales (que sigue representando la parte principal de las importaciones) entre 1960 y 1965.

Fases intermedias de elaboración

Virtualmente todas las maderas de frondosas tropicales que se importan en Europa se elaboran en las serrerías o fábricas de tableros contrachapados y chapas europeas, o bien llegan en forma de madera aserrada tableros contrachapados y chapas. El estudio sobre tendencias de la madera no se ocupa mucho de la estructura del consumo en estas industrias intermedias, ya que es la estructura de los usos finales la que determina en definitiva el consumo. Sin embargo, se impone formular algunas observaciones generales, una vez debatida la cuestión de la producción y las tendencias de la importación de trozas y productos elaborados.

MADERA ASERRADA DE FRONDOSAS

El Cuadro 3 da una estimación del consumo total de madera aserrada hasta 1975, que engloba las coníferas y frondosas tanto de la zona templada como de la tropical.

CUADRO 3. - CONSUMO EUROPEO DE MADERA ASERRADA POR USOS FINALES

 

1950

1960

1975 (estimación)

Millones de m³ (s)

TOTAL,1 del cual:

61

75

87

nuevas viviendas

13,1

17,3

20,5

nuevas construcciones no residenciales

11,0

15,6

22,8

reparaciones y mantenimiento

5,4

5,7

7,0

muebles

5,0

6,8

8,5

embalajes

7,9

10,2

13,8

vehículos y barcos

2,3

1,8

0,9

minería

3,6

3,3

2,8

traviesas

3,5

2,8

1,8

otros usos industriales


5,5

5,5

usos rurales

9,7

6,2

3,5

FUENTE: European timber trends and prospects: a new appraisal, 1950-1975, pág. 78.
¹ Redondeado al millón de m³ más próximo.

En 1950, la madera aserrada de frondosas (zonas templada y tropical) representó el 17,5 por ciento aproximadamente del consumo total europeo de madera aserrada (coníferas y frondosas, excluyendo las traviesas). En 1960, la proporción había aumentado al 18,5 por ciento y, según las estimaciones obtenidas en el estudio, en 1975 podrá llegar al 20,5 por ciento aproximadamente (Cuadro 4)1 En otras palabras, el ritmo de aumento del consumo de madera aserrada de frondosas ha sido, y probablemente continuará siendo, algo más rápido que el consumo total de madera aserrada.

1 De hecho, hacia 1965 la proporción de madera aserrada de frondosas había aumentado cerca del 20 por ciento.

CUADRO 4. - CONSUMO APARENTE DE MADERA ASERRADA DE FRONDOSAS EN EUROPA


Promedio 1949-51

Promedio 1954-56

Promedio 1959-61

1965

1975(estimación)

Volumen, millones de m³(s)

10,4

11,3

13,6

16,4

17,5

Incremento medio anual en un quinquenio porcentaje anual)


+1,6

+3,8

+3,8

¹+,19

¹ Incremento medio anual proyectado, 1960-75.

En comparación con la expansión esperada de cerca de 4 millones de m³ en 15 anos desde 1959-61 a 1975, el consumo de madera aserrada de frondosas aumentó aproximadamente 2,5 millones de m³ entre 1959-61 y 1965. Así pues, el consumo de madera aserrada de frondosas ha aumentado hasta ahora con mucha mayor rapidez que lo previsto. Naturalmente, no existe seguridad de que esto dé lugar a que el consumo en 1975 exceda en mucho a la estimación de 17,5 millones de m³ obtenido del estudio, aunque es muy probable que esta cifra se obtenga unos años antes de 1975. Como se prevé en el estudio, gran parte de la madera aserrada de frondosas adicional ha sido proporcionada hasta ahora por Europa sudoriental, pero, como se señala antes, el aumento de las importaciones procedentes de las regiones en desarrollo ha sido enorme estos años y hacia 1975 la madera aserrada tropical probablemente será un factor incluso más importante que en la actualidad.

Se calcula que el consumo europeo de madera aserrada de frondosas tropicales ha sido del orden de 1,7 a 1,9 millones de m³ (s) en 1965. Así pues, en dicho año las maderas duras tropicales representaron entre el 10 y el 12 por ciento del consumo total de madera aserrada de frondosas. Más de 1 millón de m³ (s) del volumen anterior se importó en Europa ya aserrada. Esto representó el 45 por ciento aproximadamente de las importaciones totales en Europa de madera aserrada de frondosas, en comparación con el 37 por ciento aproximadamente en 1959-61. Dentro de Europa la proporción varió mucho de un país a otro. Por ejemplo, en 1965 el 85 por ciento aproximadamente de las importaciones francesas fueron de especies tropicales (debido a los grandes suministros indígenas de maderas duras de clima templado de tamaño adecuado para el aserrío). En varios países, incluyendo el Reino Unido, la República Federal de Alemania, los Países Bajos y Bélgica-Luxemburgo, las especies tropicales representaron entre el 45 y el 60 por ciento del total de importaciones de madera aserrada de frondosas, mientras que otros países tales como Italia y Suiza incorporaron a sus importaciones una proporción bastante más pequeña de maderas tropicales.

Por desgracia, no se sabe mucho acerca del porcentaje que corresponde a las maderas tropicales en los países europeos de la producción total de madera aserrada de frondosas; que se sepa, sólo en unos cuantos países existen estadísticas oficiales sobre este particular. Sin embargo, se ha podido obtener información de fuentes extraoficiales de la, que se estima que en 1965 se convirtieron en Europa en madera aserrada entre 1,3 y 1,7 millones de m³ ® de trozas de frondosas tropicales (véase Cuadro 1), dando un volumen aserrado de 700.000 a 900.000 m³ (s).

Tableros contrachapados (incluyendo tableros enlistonados) y chapas

La expansión del consumo de tableros contrachapados y chapas en Europa desde 1950 ha sido muchísimo más rápida que la de la madera aserrada de frondosas, aun cuando en la primera mitad del decenio de 1960, en el caso de los tableros contrachapados y de las chapas hubo indicios de una evidente disminución en el ritmo de expansión. De hecho, en el estudio se calcula un menor ritmo de expansión entre 1960 y 1975 que entre 1950 y 1960. El Cuadro 5 muestra el consumo aparente en Europa.

Con respecto a la futura evolución del mercado europeo de tableros contrachapados, persisten algunas interrogantes. Por ejemplo, ¿podrán los tableros contrachapados conservar, o incluso aumentar, su proporción en el mercado total de paneles (tableros contrachapados, chapas, tableros de fibra y tableros de partículas) que en el estudio se calcula ha de triplicar entre 1960 y 1975? Según el estudio, la respuesta es negativa, es decir, que el consumo de tableros contrachapados solamente se duplicará en un período de 15 años. E, indudablemente, dada la tendencia del consumo entre 1960 y 1965, cabe incluso dudar si se llegará a este ritmo de expansión. Los tableros contrachapados tienen que enfrentarse con la seria competencia que les hacen los tableros de partículas, cuyo consumo, incidentalmente, aumentó hasta 1965 con muchísima más rapidez que el ritmo previsto en el estudio hasta 1975.

CUADRO 5. - CONSUMO APARENTE DE TABLEROS CONTRACHAPADOS Y CHAPAS EN EUROPA


Promedio 1949-51

Promedio 1954-56

Promedio 1959-61

1965

1975(estimación)

Tableros contrachapados (frondosas y coníferas)






Volumen, millones de m³

1,37

1,99

2,77

3,74

6,10

Incremento medio anual en un quinquenio (porcentaje anual)


+7,7

+6,8

+6,2

1+4,9

Láminas






Volumen, millones de m³

20,40

20,70

21,10

21,40

12,60

Incremento medio anual en un quinquenio (porcentaje anual)


+11,8

+9,4

+4,9

+6,4

¹ Incremento medio anual proyectado, 1960-75.
² Cálenlos aproximados o cifras de la Secretaría.

Otra cuestión: ¿podrán aumentar los tableros contrachapados de maderas duras tropicales su proporción en el mercado total europeo de tableros contrachapados? De acuerdo con las mejores estimaciones disponibles (pero no enteramente fidedignas), en 1965 el consumo europeo de tableros contrachapados tropicales ascendió a una cifra entre 1,1 y 1,2 millones de m³ (2,6 a 2,8 millones de m³ e. r.) o sea, entre un cuarto y un tercio del consumo total de tableros contrachapados (de coníferas y frondosas de las zonas templada y tropical). Esta participación en el mercado fue, como lo indican las pruebas, igual o quizás algo menor que en 1960. Prescindiendo de las fluctuaciones en las preferencias y costumbres del consumidor, que podrían influir en pro o en contra de un aumento de las maderas de frondosas tropicales, los tableros contrachapados fabricados con estas especies tendrán que enfrentarse con la seria competencia de los tableros contrachapados de especies de las zonas templadas (coníferas y frondosas) en el mercado europeo. Un tercer punto muy importante es la capacidad de los fabricantes de tableros de frondosas, que emplean especies tropicales, ya sea en Europa o en los países en desarrollo, de aprovechar los rápidos adelantos tecnológicos en sus métodos de producción y en la calidad del producto.

Igualmente, por lo que respecta a la manufactura de tableros contrachapados en Europa misma, ¿aumentará la proporción correspondiente a las especies tropicales? En este caso es más fácil una respuesta afirmativa debido a la esperada situación estática del suministro en Europa de trozas de calidad adecuada, aunque depende mucho de la disponibilidad de trozas tropicales para la exportación, así como del aumento de la demanda de estas trozas por parte de las industrias manufactureras de contrachapados en los propios países en desarrollo.

Lo mismo que en el caso de la madera aserrada de frondosas, no se dispone de suficiente información acerca del volumen de producción que en Europa corresponde a las especies tropicales. Sin embargo, se sabe que de la producción total europea de tableros contrachapados y enlistonados en 1965, entre un 25 y un 35 por ciento era de maderas duras tropicales. Este porcentaje fue considerablemente más elevado en la República Federal de Alemania, Francia, España, Bajos, Bélgica-Luxemburgo y algunos otros, y en cambio fue nulo en Finlandia (el mayor productor de tableros contrachapados de Europa) y Suecia, y muy pequeño o inexistente en Yugoslavia y muchos países de la Europa oriental. Se estima que una cuarta parte o poco menos de los tableros contrachapados importados eran de maderas tropicales, proporción que fue algo mayor en Francia, Países Bajos, República Federal de Alemania y Suiza, pero que en el Reino Unido representó aproximadamente el 20 por ciento del total. Sólo un 40 por ciento de las importaciones totales en Europa de tableros contrachapados tropicales (el 11 por ciento total de importaciones de tableros contrachapados) procede directamente de las regiones tropicales, y el resto corresponde a partidas de contrachapados fabricados con trozas de frondosas tropicales en la misma Europa, o en Israel o el Japón.

Dado lo incompleto del alcance estadístico actual, resulta imposible evaluar con precisión las tendencias del consumo de chapas en Europa. Los datos disponibles indican que el ritmo de crecimiento ha disminuido desde 1960, al parecer más marcadamente que lo previsto hasta 1975 en el estudio. Esto se puede atribuir, por lo menos en parte, al sorprendente progreso conseguido en estos años en las imitaciones de chapas.

Se calcula que alrededor de la mitad, o poco más, de la producción de chapas europeas procede de especies tropicales. Los Países Bajos, Bélgica-Luxemburgo y el Reino Unido constituyen las principales excepciones, ya que importan trozas tropicales en mucha mayor medida (8090 por ciento). El consumo anual de trozas tropicales por la industria de chapas europea se estima que ha sido aproximadamente de 1,3 a 1,5 millones de m³ ® en 1965, con una producción de unos 700.000 a 900.000 m³ de chapas de maderas duras tropicales. La producción europea cubrió más del 90 por ciento de las necesidades de la región en cuanto a chapas de maderas duras tropicales en 1965, mientras que las especies tropicales representaron del 50 al 60 por ciento de su consumo total de chapas (zonas templada y tropical) en dicho año.

Aunque las importaciones europeas de chapas elaboradas directamente en los países en desarrollo fueron todavía pequeñas en 1965 (24.000 m³), el comercio interior europeo de chapas, fabricadas en la región con trozas importadas, fue considerable. A las especies tropicales correspondió entre el 65 y el 70 por ciento total de importaciones de chapas de los países europeos, pero sólo alrededor de una quinta parte de las importaciones totales de chapas tropicales en Europa procedían directamente de las regiones tropicales productoras.

Tendencias en los principales sectores de usos finales

Se verá más adelante que, en la mayoría de los países europeos donde se emplean en volúmenes sustanciales maderas de frondosas tropicales, la construcción, incluyendo la de viviendas, y las industrias de muebles absorben la mayor parte - aproximadamente cuatro quintas partes de estas especies. Por consiguiente, la evolución en estos sectores tiene vital importancia en la demanda de maderas de frondosas tropicales.

VIVIENDAS

Entre 1950 y 1960, el número de viviendas construidas por año en Europa aumentó en un 90 por ciento, llegando a 2,77 millones y, según el estudio, el consumo de madera aserrada (de coníferas y frondosas) y la construcción de nuevas viviendas ascendieron a un 32 por ciento en dicho período. Entre 1960 y 1965 hubo un ulterior aumento del 25 por ciento, 3,45 millones de viviendas, y un incremento del 13 por ciento en el empleo total de madera aserrada. Mientras que en la década anterior los países de Europa oriental fueron los que registraron los mayores índices de aumento en maderas para acabado de viviendas, este aumento después de 1960 se limitó a la Europa occidental, que consume casi toda la madera importada de frondosas tropicales.

En el estudio se calcula que el número de viviendas que se construyen en Europa cada año aumentará en más del 50 por ciento entre 1960 y 1975, lo que hará que aumente el consumo de madera aserrada en este sector en un tercio aproximadamente. La tendencia del consumo de maderas para acabados de viviendas hasta la fecha indica que la cifra prevista para 1975 (4,1 millones de viviendas) puede ser superada a pesar del estancamiento registrado en 1966, que quizá continúe en 1967. Se ha pronosticado que el empleo de madera aserrada para construcciones no residenciales ha de aumentar el 46 por ciento en 15 años. El consumo de paneles en todo el sector de la construcción se calculó que aumentaría cuatro veces durante el mismo período. Sin embargo, es difícil analizar el consumo dentro de estos sectores de los diferentes tipos de madera aserrada (de coníferas, de frondosas, de las zonas templada o tropical) o de paneles (tableros contrachapados, tableros de partículas, tableros de fibra).

MUEBLES

En el sector de los muebles, el estudio estima que el empleo de la madera aserrada, que ya aumentó un 36 por ciento entre 1950 y 1960, aumentará otro 25 por ciento entre 1960 y 1975, y el consumo de paneles, que se ha triplicado entre 1950 y 1960, se duplicará. No obstante, en la manufactura de muebles las fluctuaciones en los gustos y preferencias del consumidor complican el pronóstico en cuanto a determinadas calidades o especies. Los ejemplos de cambios de moda, que en el caso del roble, la teca, el palisandro o el castaño se han registrado en estos últimos años, ilustran este punto, y son pocos los que pueden predecir con detalle cuál va a ser la evolución de la moda en el sector de los muebles. En muchos países se registra ya una creciente por otros materiales ajenos a la madera; es preciso tener en cuenta la adaptabilidad del plástico, en especial, desde el punto de vista de la forma, color, resistencia y textura. Incluso en este caso, la tendencia en la sustitución se complica por el hecho de que muchos sucedáneos para superficies, tales como los plásticos, requieren un material de apoyo, para el cual se prestan los tableros contrachapados. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que la combinación de la madera con otros productos no leñosos puede ser también un factor determinante de las tendencias de la demanda. El análisis de los sectores de usos finales que se da a continuación pone de relieve la importancia que tiene la evolución de la industria del mueble para las maderas de frondosas tropicales.

Estructura de los usos finales

Dado el carácter aproximativo de las estimaciones disponibles, resulta arriesgado extraer conclusiones firmes en cuanto a las divergencias de la estructura media de usos finales para las maderas de frondosas tropicales en Europa. Sin embargo, el Cuadro 6 indica que en unos cuantos casos existen diferencias que no se pueden explicar del todo, atribuyéndolas a posibles inexactitudes en la estimación de la estructura de los usos finales.

En el caso de los muebles, se puede observar que más de la mitad del consumo total de maderas de frondosas tropicales en la República Federal de Alemania correspondió a este sector. Esto fue más perceptible que en otros países, salvo Dinamarca, en cuyo caso se obtuvieron estimaciones que oscilaban entre el 35 y el 45 por ciento.

Casi todos los países citados emplearon en la construcción entre el 30 y el 40 por ciento de su consumo total de madera de frondosas tropicales. Suiza se distingue en que utilizó una mayor proporción (aproximadamente el 50 por ciento) y los Países Bajos una menor proporción (un 27 por ciento). En este último caso, es posible que la diferencia se deba a las disposiciones sobre edificación, que limitan el empleo de los materiales más caros.

En cambio, los Países Bajos emplean una proporción relativamente grande (17 por ciento) de sus maderas duras tropicales para obras hidráulicas, lo que no es de extrañar dada la amplitud de sus proyectos de rescate de tierras y la regulación de las aguas.

En la categoría de la construcción y reparación de embarcaciones, se puede observar un empleo relativamente elevado de maderas de frondosas tropicales en Noruega y Suecia, donde estas industrias tienen en las economías nacionales más importancia de lo corriente.

Es de advertir que el promedio ponderado del Cuadro 6 probablemente refleja en modo bastante exacto los usos finales de las maderas de frondosas tropicales en Europa considerada globalmente, ya que a los ocho países indicados correspondió en 1965 más de las tres cuartas partes del consumo total de la región.

Si bien de los dos sectores más importantes de usos finales la industria del mueble europea sigue siendo el principal, ya que consume más de 3 millones de m³ e. r. de madera de frondosas tropicales, existen indicios de que en los últimos años, en muchos de los países europeos, el consumo de maderas de frondosas tropicales, si ha aumentado´, lo ha hecho con relativa lentitud. Por el contrario, el sector de la construcción en Europa, que actualmente consume al año unos 3 millones de m³ e. r. de madera de frondosas tropicales, a principios del decenio de 1950 empleaba muy poca. En este sector, el auge rápido alcanzado por las maderas de frondosas tropicales se debió a haber desplazado a las maderas de coníferas usadas tradicionalmente, así como a las maderas de frondosas de la zona templada, y existen pruebas que indican que, en un futuro no muy lejano, la madera de frondosas tropicales para la construcción superará en cantidad a la de mueblistería.

Aunque la industria del mueble sigue todavía en Europa absorbiendo la mayor parte de la producción de chapas para aplicaciones decorativas, así como gran parte de los tableros contrachapados y de la madera aserrada de especies tropicales, ha sido y continuará siendo muy importante en este sector la competencia que hacen otros materiales fabricados a base de madera, como los tableros de partículas y los de fibra, al igual que otros productos no leñosos, como los plásticos.

CUADRO 6. - RESUMEN DE LOS USOS FINALES PARA LAS MADERAS DE FRONDOSAS TROPICALES A MEDIADOS DEL DECENIO DE 1960

Muchas de las mismas especies tropicales se emplean tanto en mueblistería como en la construcción (usos que además coinciden a veces, como ocurre con los muebles empotrados), y así ocurre en mayor o menor grado en todos los países europeos. De este modo, las especies más blandas, frecuentemente en forma de contrachapados y chapas, se emplean en ebanistería y en mueblistería, así como en la decoración de interiores de casas, embarcaciones, vehículos, etc. La especie más importante de esta clase es el okume, que se emplea sola o recubierta con láminas de maderas de mejor clase.

Cuanto más duradera es una madera, más se emplea para exteriores, aunque muchas de ellas sean también muy decorativas y por ello se usan mucho en la fabricación de muebles, artesonados, etc. En Francia constituye una especialidad el empleo de sipo y niangon en aplicaciones de ebanistería exterior, pero no puede decirse lo mismo de otros países. Esto indicaría que se podría ampliar la gama de aplicaciones para muchas especies que no son ni muy blandas ni muy duras, aumentando la variedad de usos tradicionales. En análisis anteriores se observó que en varios países estas maderas se dedican a diversos usos especiales y, aunque no se sabe si en otros países se emplean en aplicaciones parecidas, es muy posible que en ciertos casos representen una novedad. Hay otros muchos tipos de usos bien conocidos en Europa: el empleo del azobé para traviesas, el de maderas duraderas para construcciones pesadas, tales como instalaciones portuarias, puentes o, como ocurre en la República Federal de Alemania y los Países Bajos, especialmente para construcciones hidráulicas; o el de especies asiáticas y maderas duras africanas, por ejemplo iroke, kambala y afrormosia, para pisos de parquet. Esencialmente las maderas tropicales se dividen en dos clases: a) decorativas, b) utilitarias, aunque algunas, como la caoba, pertenecen a ambas. Se cree que continuará siendo fuerte, e incluso aumentará, la demanda de especies para aplicaciones decorativas, siempre que siga elevándose el nivel de vida. La principal amenaza para estas maderas procede de los sucedáneos no leñosos, como plásticos, melaminas, etc. En este caso, la cuestión del precio tiene relativamente poca importancia, ya que, si lo que la gente quiere es madera, la conseguirá sin preocuparse demasiado del costo. Es probable que pesen mucho más los factores técnicos que influyen en los métodos de producción.

En cambio, si se trata de maderas de tipo utilitario, el precio y la conveniencia (factores técnicos) tienen probablemente igual importancia. En este caso, la demanda se refiere a un material de calidad consistente en cantidades relativamente grandes y que se pueda abastecer de modo regular. Los productos fabricados con especies tropicales deben poder competir en precio con otros productos madereros, madera aserrada de coníferas, maderas duras de la zona templada, así como tableros de partículas y tableros de fibra, todos los cuales son eficaces competidores en términos de calidad, regularidad y disponibilidad suficiente de suministros. (lomo consecuencia, las especies que actualmente se conocen menos (o que se mantienen fuera del mercado), son más difíciles de introducir en el mercado de la madera utilitaria, ya que no puede demostrarse que existen en grandes cantidades.

De un año a otro, determinadas especies adquieren importancia en comparación con otras, como lo muestra un análisis de las exportaciones totales de trozas tropicales de Africa en 1955/56 y 1962/63 (Cuadro 7).

CUADRO 7. - EXPORTACIONES AFRICANAS DE TROZAS

 


1955-56


1962-63

Cambio

Volumen

Por ciento

...Miles de m³...

Okume (1963)1

774

1201

+427

+55

Obéché (1963)

486

1142

+656

+135

Sipo (1963)

74

399

+325

+439

Limba (1960)

231

318

+87

+38

Caoba (1960)

194

233

+39

+20

Sapelli (1960)

91

162

+71

+78

Nakoré (1961)

74

112

+38

+51

Ilomba (1963)

35

94

+59

+169

Kokrodua (1963)

5

66

+61

13 veces

Abura (1962)

66

77

+11

+17

Tiama (1963)

15

71

+56

+373

Iroko (1959)

34

56

+22

+65

TOTAL, 12 especies

2079

3931

1852

89

FUENTE: Statistics of tropical timber, de la OCDE.
1 El año entre paréntesis indica el de máxima exportación entre 1955 y 1963

En 1962/63, también se exportaron de los países africanos, en cantidad, trozas de las siguientes especies: azobé, dibetou-sida, niangon, ako, doussié, tola, douka, tchitola, framiré y guarea.

Las especies más importantes exportadas desde Africa en forma de madera aserrada en 1962/63 fueron: obéché, sipo, caoba, sapelli, kokrodua, tali, limba, tola, nakoré, iroko, azobé y framiré. En el cuadro anterior podrá observarse que el aumento más espectacular lo logró kokrodua (afrormosia), pero sipo y tiama aumentaron a un ritmo muy superior al promedio de las 12 especies que se consideran. Otras dos especies cuyo consumo ha aumentado mucho fueron dibetou y bété (mansonia).

El desglose de las importaciones de maderas de frondosas tropicales por ciertos principales países importadores da una indicación más de la composición por especies de las importaciones europeas (Cuadro 8).

Los cambios más importantes que se observan en el Cuadro 8 son el porcentaje mucho mayor de «otras especies» en la composición típica de las importaciones de trozas tropicales en el Reino Unido, en 1963, en comparación con 1956, y la reducción de la importancia del okumé en las importaciones de trozas realizadas por los Países Bajos. En ambos países, la tendencia ha sido un aumento del consumo, que abarca bastante uniformemente una amplia variedad de especies, si bien el incremento de las disponibilidades de varias de las más populares ha perdido mucho terreno en relación con el aumento general en la utilización de maderas de frondosas tropicales y, en algunos casos, no sólo no ha habido incremento, sino que incluso las disponibilidades han disminuido. En ambos países, dos especies asiáticas continuaron manteniendo los primeros lugares en las importaciones de maderas duras aserradas. Un factor importante en los años últimos fueron las crecientes importaciones de lauan por varios países europeos.

El Cuadro 9 ilustra algunos de los cambios habidos en la composición por especies de las importaciones de trozas realizadas por la República Federal de Alemania, Francia y España.

CUADRO 8. - DISTRIBUCIÓN POR ESPECIES DE LAS IMPORTACIONES DE MADERAS DE FRONDOSAS TROPICALES EN EL REINO UNIDO Y LOS PAÍSES BAJOS

 

Reino Unido

Madera aserrada

Trozas

1956

1963

1956

1963

...Por ciento...

Ramin

19

17



Keruing

14

14



Obéché

7

8

18

15

Sipo

5

8

9

10

Caoba1

8

6

30

19

Meranti

2

5



Kokrodua

1

5



Teca

6

3



Sapelli

5

4

3

5

Iroko

1

2

3

3

Abura



11

13

Todas las demás

32

28

26

35

TOTAL

100

100

100

100


Países Bajos

Keruing-Yang

45

47



Teca

9

8

4

2

Caoba

4

5

14

13

Kokrodua

6

5


10

Ramin

6




Obéché

4

4


8

Okume


43

27


Azobé




17

Todas las demás

26

31

39

23

TOTAL

100

100

100

100

FUENTE: Statistics of tropical timber, de la OCDE.
1 Incluido okumé.

Debido a la falta de otras estadísticas, las cifras de 1956 correspondientes a las importaciones de la República Federal de Alemania indican únicamente el porcentaje de las importaciones de los países africanos, y por esto no son comparables con las cifras de 1963. Sin embargo, expresan el cambio en la importancia relativa entre el obéché y el okumé, las dos principales especies importadas. En Francia hubo un notable aumento de las importaciones de trozas de sipo, y la disminución de las importaciones de niangon, que es una especie utilizada para usos finales, se puede atribuir, por lo menos en parte, al aumento de la popularidad de la madera de sipo. En España, la proporción de okumé e ilomba, en los suministros de la Guinea Española, fue en 1963 más elevada que cuatro años antes, lo que significa que disminuyó la proporción de casi todas las demás especies, aunque en las estadísticas de la OCDE correspondientes a 1963 aparecen varias especies que se importan en grandes cantidades y que no están incluidas en las cifras correspondientes a 1959. Entre las especies de considerable desarrollo potencial figuran: niangon: muy útil para ebanisteria interior y exterior; tiama: especialmente para ebanistería interior; agba (tola bronca): duradera, para interiores y exteriores; tchitola: para ebanistería, fabricación de muebles y de tableros contrachapados; danta: duradera, para construcción, muebles y usos en el sector del transporte; merbau: duradera, para ebanistería exterior, transporte, obras hidráulicas; tali: duradera, para construcción pesada, ebanistería exterior, obras hidráulicas, pavimentos; douka: similar a nakoré, adecuada para chapas obtenidas por desenrollo o rebanado para muebles y ebanistería interior.

Existen otras que también podrían mencionarse en este sentido.

Especies menos conocidas

En este estudio se han mencionado en varias ocasiones las especies menos conocidas. Como en casi todas partes está disminuyendo la disponibilidad de las especies comercialmente populares,1 se ha convertido en una cuestión de gran importancia la posibilidad de incrementar el consumo de las especies menos conocidas. A este respecto se está trabajando desde hace años, pero los progresos son lentos. En general, los comerciantes en madera y los usuarios finales han tendido a depender principalmente de especies bien conocidas, que ya han sido probadas y experimentadas durante mucho tiempo, y dudan mucho antes de arriesgar su dinero en intentar popularizar especies desconocidas o poco conocidas. En este caso se impone una mayor cooperación con los institutos de investigación y otros organismos similares de los países consumidores y exportadores que han logrado ya conocer muy bien las propiedades de una amplia serie de especies tropicales y que pueden prestar su ayuda.

1 O bien, por disminuir la accesibilidad, los gastos de extracción aumentan hasta niveles antieconómicos.

Un estímulo podría consistir en disminuir los precios de estas maderas desembarcadas en Europa, habiéndose emprendido ya negociaciones con ciertas organizaciones para reducir los fletes de las especies menos conocidas, ya que éstos constituyen un elevado porcentaje del costo definitivo para el consumidor.

Sin embargo, hay que subrayar que muchas especies, que hace unos 10 a 15 años se citaban como valiosas pero poco conocidas, se importan ahora regularmente y se consumen en gran escala. Esto ha ocurrido concretamente, entre otras, con framiré, ilomba, mueva, muhuhu, agba (tola bronca) y afrormosia.

Conclusión

Durante los años de la posguerra se han obtenido bastantes conocimientos acerca de las propiedades y usos de las maderas de frondosas tropicales gracias a la labor de los laboratorios de investigación y de las empresas comerciales. El presente estudio se propone llamar la atención sobre la existencia de estos conocimientos, investigar la estructura del consumo de maderas de frondosas tropicales en Europa y relacionar ésta con las pasadas tendencias del consumo y comercio de productos forestales en la región, así como las estimaciones de la demanda futura. Ya en un principio se previó que una dificultad importante sería la carencia de información detallada, en lo que difiere de la generalizada, acerca de la estructura de usos finales. Por consiguiente, se dedicaron grandes esfuerzos durante la labor preparatoria a tratar de llenar esta laguna, por lo menos en parte. Este tipo de información es importante tanto para los productores como para los importadores, si es que no quieren tropezar con dificultades en sus esfuerzos para desarrollar plenamente el mercado potencial para las maderas de frondosas tropicales en Europa.

CUADRO 9. - PORCENTAJE DE LA DISTRIBUCIÓN DE ESPECIES DE LAS IMPORTACIONES DE TROZAS DE FRONDOSAS TROPICALES EN LA REPÚBLICA FEDERAL DE ALEMANIA, FRANCIA Y ESPAÑA

En los últimos años, las industrias forestales y el comercio maderero en Europa, así como en las regiones que exportan a Europa, se han dado creciente cuenta de la importante función que las actividades de mercadeo y promoción pueden desempeñar para ampliar la demanda de sus productos. Contrasta esto con los tiempos pasados en que existía la tendencia a suponer que los productos forestales no necesitaban de una actividad promotora de ventas, sino que se venderían bien a causa de sus evidentes méritos - al menos para los vendedores. Una competencia más intensa realizada por otros materiales, respaldada frecuentemente por campañas de promoción basadas en cuidadosas investigaciones del mercado, han hecho comprender a las industrias de productos forestales las debilidades de sus pasadas políticas de mercadeo. Sin embargo, la buena voluntad de estas últimas de emprender actividades de mercadeo se ha visto obstaculizada por la falta de información adecuada sobre la que basar una campaña con probabilidades de éxito. En el caso de las maderas de frondosas tropicales, es esencial disponer de información sobre los seis puntos que se enumeran a continuación. Tales datos son especialmente importantes cuando se trate de fomentar la expansión de la demanda de las especies menos conocidas, e incluyen:

1. cuantía de recursos en los países proveedores;

2. propiedades físicas de las especies tropicales;

3. composición del producto y estructura del costo de las maderas de frondosas tropicales utilizadas en el país consumidor;

4. usos finales ya bien establecidos de estos productos y, basándose en el punto 2 anterior, nuevas aplicaciones potenciales para las que podrían servir;

5. técnicas para aplicarlas y emplearlas en los usos finales mencionados en el punto 4;

6. información comparable sobre las maderas competidoras y los sucedáneos no leñosos.

La compilación de estos datos debe tener un carácter continuo; la situación de la oferta, así como la estructura de los costos y usos finales, en particular, son propensas a cambiar considerablemente de un año a otro.

El presente estudio no se propone abarcar todos estos problemas, e incluso en el campo del consumo de la madera de frondosas tropicales se ha demostrado que los datos son escasos. Sin embargo, se delinea una estructura precisa que permite hacer ciertas generalizaciones en cuanto a los tipos de consumo en Europa. Si bien algunos de los detalles se han tenido que rellenar basándose en las estimaciones comunicadas, por lo menos se dispone ahora de un resumen de la situación actual que se espera ha de servir de estímulo a la comercialización de las maderas duras tropicales en Europa.

No es de esperar que tales actividades produzcan resultados inmediatos. Sin embargo, a la larga, son indispensables para aprovechar del mejor modo posible los recursos madereros disponibles en las regiones tropicales. Además, las maderas duras tropicales constituyen uno de los productos para los que existen buenas perspectivas de expansión de las exportaciones de los países en desarrollo, los cuales pueden contribuir útilmente a mejorar las condiciones de vida en estas regiones con sus ingresos en divisas. Al mismo tiempo, las maderas de frondosas tropicales continuarán desempeñando un importante papel, contribuyendo a satisfacer las necesidades de las zonas de Europa deficitarias en madera.


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