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Extractos de información forestal


Hidrología forestal
Dasonomía tropical
Incendios forestales
Aerofotogrametría
Estudio del trabajo
Extracción con globos y helicópteros
Desmenuzado en el monte
Madera flexible y precomprimida
Madera compuesta
Almacenamiento de madera desmenuzada para pasta

Hidrología forestal

Las notas que a continuación se presentan son selección de artículos aparecidos en el informe correspondiente a 1966-67 de los Commonwealth Agricultural Bureaux, que inicialmente so tomaron de los Forestry Abstracts, Vol. 28, partes 2 y 3, preparados por el Commonwealth Forestry Bureau de Oxford. Se les vuelve a publicar con autorización especial. Los artículos abarcan el período 1964-66 y tienen, como es natural, un carácter sumamente selectivo, no pretendióndose en manera alguna abarcar todo el sector de la ciencia forestal.

Quizás el examen general más importante que se haya hecho de los conceptos contemporáneos sobre este campo se encuentre en las actas y documentos del simposio sobre Hidrología forestal celebrado en Pennsylvania en 1965 (FA 28: 1734). En el estudio hecho por Penman en 1963 (FA. 24: 3144) se examinaban las relaciones generales entre la vegetación y el régimen hidrológico, y se dispone de una versión inglesa de una monografía rusa (FA 25: 4577).

Va cobrando impulso la tendencia de apartarse de los experimentos tradicionales sobre cuencas de captación en favor de investigaciones más intensivas del equilibrio hídrico. Se está prestando especial interés a las relaciones energéticas de la evapotranspiración, como demuestran los trabajos de Penman y de varios investigadores americanos (FA 27: 274, 276; 28: 1742).

Entre tanto, se están estudiando los equilibrios hídricos en macroescala con la ayuda de calculadoras electrónicas. Se están elaborando los rendimientos y otros datos hidrológicos obtenidos en numerosos experimentos de cuencas de captación, a fin de obtener generalizaciones y pronósticos para otras zonas; además, en Harvard se está estudiando el aprovechamiento de las cuencas para múltiples fines al objeto de determinar cuál es la combinación de aprovechamientos que permite un máximo de utilidades económicas (FA 22: 4022; 24: 1523; 28: 1735). En la universidad de Standford se está investigando, mediante procedimientos de simulación numérica (síntesis hidrológica digital), la combinación de estaciones que, por excelencia, componen una cuenca de captación determinada, a fin de predecir las características de caudal fluvial (FA 28: 1735).

Dasonomía tropical

En las actas y documentos de las conferencias o simposios habidos durante el período estudiado se observa un interés constante por los problemas forestales de los trópicos. Se presentaron documentos analíticos a la Conferencia de la UNCSAT¹ (Naciones Unidas) celebrada en Ginebra (1962) sobre la silvicultura en Asia (FA 25: 377, 1546) y en Africa (FA 25: 378) sobre muchos temas, inclusive la silvicultura en Birmania, la forestación en Taiwán, la plantación de teca en Senegal, la mecanización de las operaciones de plantación en Africa Occidental, las prácticas de aclareo de Aucoumea klaineana, en Gabón y la plantación de Tarrietia utilis, A. klaineana y Khaya ivorensis en Costa de Marfil. Entre los documentos del simposio y del viaje de estudio sobre bosques siempreverdes tropicales húmedos de toda la India (1960) (FA 26: 1965) figuran trabajos sobre los problemas silvícolas regionales. La función del bosque en el desarrollo económico de las regiones sabaneras de Nigeria se estudia en una serie de documentos presentados a la primera Conferencia Forestal de Nigeria (1964) (FA 27: 1956); entre los temas incluidos figuran el empleo de Khaya senegalensis, Terminalia spp., Chlorophora excelsa, C. regia y otras especies, problemas de humedad y nutrición de los suelos, y la quema regulada.

¹ Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Aplicación de la Ciencia y la Tecnología al Desarrollo.

En un estudio de la FAO de los tratamientos silvícolas corrientes del bosque higrofítico de diversos lugares del mundo (FA 26: 1991) se llega a la conclusión de que: (1) en el bosque higrofítico, los clareos constituyen la fase más importante del tratamiento, y que (2) a la larga, las plantaciones sometidas a explotación intensiva tal vez resulten la única fuente económica de madera en los trópicos.

Los resultados silvícolas obtenidos en Malaya se han refundido en un manual corregido y aumentado (hojas sueltas) (FA 27: 5682), al paso que se describe la aplicación de las técnicas de muestreo «LSR» para la regeneración establecida del primer turno sometido a ordenación de bosque de dipterocarpos (FA 25: 1076). Se trata de la regeneración de los bosques dipterocarpos de Sabah (FA 27: 415) y de las plantaciones de mejora, especialmente con Dryobalanops aromatica, en Selengor (FA 26: 584).

Se han descrito las técnicas de forestación elabora" das en Papua y Nueva Guinea para Araucaria cunninghamii, A. hunsteinii (A. klinkii), Tectona grandis, Eucalyptus degluta y Ochroma lagopus (FA 27: 1976, 3712). Otros estudios de Asia sudoriental comprenden: el tratamiento silvícola de Acacia auriculiformis en Indonesia (FA 27: 1973), y el empleo de Albizzia falcata como especie exótica de plantación, y como especie nodriza para los dipterocarpos en Filipinas (FA 26: 2030). Entre los trabajos que tratan del crecimiento de los pinos tropicales como especies exóticas cabe mencionar la recopilación de datos en Malasia sobre Pinus caribaea, P. merkusii y P. insularis (FA 27: 1983).

En Africa, merece citarse el amplio estudio de métodos silvícolas realizado por Catinot en Africa occidental y central (FA 27: 3670), en el que se examinan con sentido crítico las técnicas de mejora de masas y de regeneración natural y artificial empleadas en distintos países; se atribuyen los fracasos, en general, a la falta de luz a nivel del suelo. Se describen las nuevas técnicas de equipos franceses para determinar la luz óptima para cada especie, así como el método de regeneración que actualmente se emplea en Gabón (méthode du recrû). En Malawi, el establecimiento feliz de Gmelina arbórea se basa en la siembra en tubos negros de polietileno de 15,2 cm y en la plantación con plantitas de 15,2 a 22,8 cm de altura (FA 26: 3562). Se reseña la literatura sobre la ecología, silvicultura y ordenación de monte claro en Africa (189 rfs) (FA 27: 399). Se ha publicado en Surínam un estudio detallado de la regeneración natural incluyendo técnicas de muestreo, de depuración (principalmente con arboricidas 2, 4 y 5-T) y de liberación (FA 27: 3710).

Incendios forestales

Para localizar los incendios se están empleando cada vez más los aviones; los ensayos a largo plazo realizados en Canadá han indicado que la eficacia general en la localización de incendios es mayor desde el aire que desde las torres de vigía (FA 24: 5122). Un adelanto importante en la localización desde el aire ha sido la introducción en Norteamérica del empleo de registradores infrarrojos que van colocados debajo del avión; esos registradores pueden a la vez localizar el incendio (por ejemplo, un incendio cuya superficie alcance a poco más de 0,36 m² desde una altura de 305 m) y registrarlo fotográficamente (FA 27: 2324, 6121).

Se siguen haciendo pruebas con diversos productos químicos retardadores y supresores, con inclusión de los fosfatos líquidos que también se venden como fertilizantes en los Estados Unidos (FA 26: 798; 27: 790), y con agua, con agentes humectantes para extinguir los incendios de turberas en la U.R.S.S. (FA 27: 791), pero se está prestando especial importancia al empleo de compuestos de gel de algina (FA 25: 802, 2309-10; 27: 2326, 4177). La práctica de aplicar esas sustancias desde el aire se está generalizando cada vez más y se han comparado favorablemente los métodos económicos de emplear helicópteros adaptados («helitanks») con los aviones cisterna de ala fija empleados en las pruebas californianas (FA 25: 5198), si bien sigue planteando algunos problemas la corrosión que se produce a bordo de las naves (FA 26: 5291).

Desde el punto de vista de la ordenación, uno de los principales problemas sigue consistiendo en el de calcular qué cuantía de gastos para el mantenimiento de los servicios de protección contra incendios es económicamente justificable; este tema ha sido objeto de varias encuestas de investigación práctica, tales como las que se han llevado a cabo en California para relacionar el número de personas que componen el equipo de extinción con el costo total de los incendios (por ejemplo, gastos de extinción más pérdidas) (FA 27: 6127).

Aerofotogrametría

Utilizando el método de la diferencia de paralaje con fotografías aéreas de montes tropicales secundarios ha sido posible clasificar los árboles en estratos de 10 m de altura con bastante precisión. Se observó una correlación altamente significativa (r = O,748) entre la densidad de vuelo de los árboles que corresponden al estrato de 31 a 40 m, medida en las fotografías, y el volumen de árboles medido desde tierra, pero una relación muy baja (r = 0,138) para el estrato de 21 a 30 m. También se observó una correlación estrecha (r= 0,806) entre el volumen del estrato de 31 a 40 m y el volumen total. Se puede emplear este método, con las verificaciones oportunas, para estimar el volumen de los montes secundarios (FA 25: 5528).

Se han elaborado dos métodos nuevos para resolver los problemas con que se tropieza en los levantamientos cartográficos de los bosques de montaña desde el aire. (1) En Suiza, se ha ideado un método por aproximación para corregir la distorsión debida a declives en las fotografías aéreas mediante la proyección del negativo original sobre un material fotosensitivo que previamente se ha doblado más o menos en los mismos planos del terreno fotografiado (FA 25: 2623-24). (2) En el transcurso de reconocimientos aéreos realizados en Sabah, donde se necesitaban mapas que mostraran la forma de la tierra para seleccionar las vías de extracción, fue imposible un levantamiento fotogramétrico normal siguiendo las curvas de nivel, debido a que la superficie del suelo estaba cubierta por densos bosques, a la vez que hubiera sido costoso y muy difícil establecer un control de altura mediante reconocimientos terrestres. Por consiguiente, se decidió hacer vuelos sobre franjas paralelas de esa zona empleando el perfilógrafo aéreo y tomando el mar como punto de referencia desde el cual pudieran construirse las líneas de forma de la cubierta de vuelo. Por ese medio se obtuvieron rápida y económicamente mapas a una escala de 1: 25000 con líneas de forma a intervalos verticales de 15 m. Se resolvió el problema de la ubicación precisa de las trayectorias de vuelo sobre un bosque casi desprovisto de características mediante el empleo del aparato de navegación exactísimo Marconi AD 2000 Doppler Navigator (FA 27: 4608).

El estudio de posibles errores debidos a cimbreo por el viento en la medición paraláctica de la altura de los árboles indica que, por ejemplo, en el caso de una picea de 22,8 m de altura con un cimbreo máximo de 2,4 m en presencia de vientos de 25-33 km/h, el margen de error podría ser de ± 18 por ciento. El cimbreo varía según el largo del fuste, el tamaño de la copa, etc. En siete árboles medidos, varió de 0,6 a 3,3 m, lo que representaba errores de altura de ± 4,5 a ± 25 por ciento. Las fotografías aéreas deben tomarse en días serenos o bien en trayectorias de vuelo perpendiculares a la dirección del viento, de ser posible (FA 26: 4114).

Entre los aparatos nuevos y útiles para la interpretación de fotografías figura un estetoscopio de escala variable, ideado en el Instituto de Investigaciones Forestales de Suiza, que permite ver simultáneamente fotografías o mapas a escalas diferentes (FA 25: 1139).

Se han hecho experimentos en el Japón para establecer la posibilidad de distinguir los tipos de montes en las fotografías aéreas por la medición de la fotodensidad. Las positivas hechas con película pancromática fueron exploradas por un microfotodensímetro registrador que traza las curvas del porcentaje de iluminación (T) que pasa a través de la película en cada unidad (0,01, 0,02 ó 0,1 mm²) explorada mientras se observaban fotografías de plantaciones y de distintos tipos de monte natural. Ese método parece prometedor (FA 25: 1132).

Los estudios a largo plazo realizados en Oregón y Wáshington indican que las fotografías aéreas en color y pancromáticas son un medio fidedigno para estimar la destrucción arbórea en gran escala causada por Dendroctonus pseudotsugae, siendo más eficaz la fotografía en color (FA 25: 5382). En relación con el valor relativo y el empleo diferente de película en color y pancromática cabe señalar que los rusos han ideado un método en que se emplean dos cámaras en combinación que forman simultáneamente fotografías con película pancromática de 18 x 18 cm y fotografías en colores de 30 x 30 cm en película espectrozonal (FA 26: 4111).

Se ha realizado una labor apreciable en materia de reflectividad del follaje, en relación con la interpretación de fotografías. El estudio realizado sobre la reflectividad de 64 especies de plantas que son componentes importantes de la vegetación de la región de Tuva (Siberia centro-meridional) reveló diferencias en las curvas de luminosidad espectral de distintos grupos ecológicos de plantas (árboles, arbustos, plantas de las estepas y semidesiertos, musgos y líquenes, etc.). En las fotografías espectrozonales, las frondosas y los alerces tienen mayor luminosidad, siendo más reducida la del pino silvestre y la de la picea, en la región infrarroja del espectro, e intermedia la del Pinus sibirica. Las masas donadas por Dendrolimus sibiricus o por los incendios pueden también distinguirse claramente (FA 25: 1130). En los trabajos continuados de este estudio se empleó un nuevo dispositivo, a saber, una torre móvil montada en un camión desde la cual podía medirse desde lo alto la reflectividad de las copas de los árboles (FA 27: 1590).

En el Canadá se ha ideado un medio para los reconocimientos visuales en relación con el levantamiento aéreo por líneas y franjas de masas de abeto balsámico moribundo, mediante el empleo de un registrador de operaciones. Se registran los datos en un gráfico movible, que luego pueden relacionarse con la trayectoria de vuelo en el mapa, exonerando así al observador de señalar esas informaciones en el mapa a medida que hace el recorrido. Queda entonces libre para observar el bosque constantemente según se va desplegando a sus pies. La registración se hace por medio de una serie de interruptores montados en un cuadro que lleva en la mano, estando codificados los interruptores según una clasificación preordenada que se basa en el objeto del reconocimiento y en la información que se desea recoger (FA 26: 3965).

Estudio del trabajo

La aplicación cada vez mayor de los métodos de estudio del trabajo a las operaciones forestales se realiza en un cuadro de adelantos en la mecanización que ponen de relieve la necesidad de racionalizar el trabajo, conferirle eficiencia operativa y economizar mano de obra (FA 26: 5193; 27: 4009).

Las aplicaciones prácticas de los estudios del trabajo y de tiempos se han referido en su mayor parte a la corta y la conversión primaria (FA 25: 724, 3585, 5117; 26: 691-4, 3740, 3742-4; 27: 2678, 5994); también se han publicado estudios que tratan específicamente de la poda con sierra mecánica (FA 26: 3746), la corta y el arrastre con caballos (FA 27: 2262), la comparación del tiempo invertido en la corta real y el transporte con tractores (FA 25: 3588), la extracción de madera para pasta de diferentes dimensiones (FA 25: 3586), apilado (FA 25: 725), manipulación en almacenes y marcado para flotación (FA 25: 723, 5118), y resinación (FA 26: 645).

La mecanización ha provocado una mayor conciencia, particularmente en los países escandinavos, de los riesgos que supone el trabajo con maquinaria y, por consiguiente, se han intensificado los trabajos en materia de seguridad y prevención de accidentes (FA 26: 661-2, 2246-7, 3722; 27: 668). Se está generalizando cada vez más el uso de ropa y equipo, como botas de seguridad, cascos (FA 24: 3715), tapones para los oídos y orejeras (FA 26: 2248), etc. Se atribuye hoy mayor importancia a la captación detenida y exacta del trabajador en el empleo sin peligro de todas las máquinas y herramientas forestales (FA 26: 3726; 27: 5989).

Los estudios fisiológicos han comprendido la medición del desgaste de energía, ritmo del pulso y cansancio manifestado en la plantación con métodos diferentes (FA 25: 5027), halado del cable del malacate hasta el rodal (FA 27: 2255), y corta y conversión primaria, tanto con hachas (FA 27: 5991) como con sierra mecánica (incluyéndose una comparación del trabajo con maderas blandas y con frondosas) (FA 27: 39985993). Un estudio realizado en Checoslovaquia, en el que se hicieron mediciones de la energía gastada por el trabajador en caminar hasta el lugar de trabajo, pone de relieve las ventajas económicas de proporcionarle transporte (FA 25: 5553). La labor realizada en Alemania ha indicado que el equipo empleado en los cuidados culturales mecanizados y asimismo los discos para aplastar la hierba adaptados a las botas son fisiológicamente inadecuados para la mujer (FA 27: 673). Los estudios realizados en Suecia sobre la relación entre las características individuales y el desempeño en el trabajo han demostrado la importancia que revisten factores tales como la constitución física (FA 27: 5992) y la absorción de oxígeno (FA 27: 4017-8).

Se han hecho muchos estudios sobre los efectos nocivos del ruido y la vibración de la maquinaria en la salud del trabajador y sobre los intentos de disminuirlos, con especial referencia a las sierras mecánicas (FA 24: 3717-20; 26: 3724-5), pero también a los tornos, etc. (FA 27: 6825).

La tendencia observada en las técnicas que realmente se emplean al aplicar el estudio del trabajo a la explotación forestal revela un alejamiento de los métodos cronometrados en pro de procedimientos de muestreo del trabajo o de las actividades (FA 25: 705, 3564; 26: 5187).

Extracción con globos y helicópteros

Estas clases de extracción forestal, aunque fundamentalmente diferentes, suelen estudiarse juntamente denominándolas «extracción aérea» (cf. FA 26: 735, 2287-8) y por eso se tratan así en esta nota.

Los estudios sobre extracción con globos, publicados en el período estudiado, tratan relativamente de pocos ensayos realizados en Oregón y en la Columbia Británica. Esos ensayos han despertado un interés general y se han descrito en diversas oportunidades y maneras por varios autores (FA 25: 3622-3; 26: 3775; 27: 2275, 4086, 6053). La publicación más importante es el amplio estudio en dos partes publicado por la Pacific Northwest Forest and Range Experiment Station (FA 26: 5248-9), que se realizó para el Servicio Forestal de los Estados Unidos, a fin de determinar la viabilidad de los sistemas de extracción con globos, estudiar los parámetros de sistemas y recomendar un sistema viable.

En el estudio se llegó a la conclusión de que, tanto los sistemas estáticos como dinámicos de extracción can globos, eran viables y económicos. Los sistemas dinámicos ofrecen ciclos más breves y mayores cargas útiles; se prefiere el helio al hidrógeno. Se recomiendan ensayos a escala completa con un globo en V de unos 4.250 m³. El halaje rápido del globo en V da una elevación aerodinámica mucho mayor.

Se han descrito tres ensayos de extracción con helicóptero en el período estudiado. Un ensayo realizado en Noruega, en el que se dejaban caer las trozas en el agua, reveló que era económicamente posible la extracción con helicópteros en terrenos difíciles (FA 26: 736, 3777). Un ensayo realizado en la U.R.S.S., en el que las trozas se lanzaban al suelo, también dio buenos resultados técnicos, pero no se sacaron conclusiones económicas (FA 27: 4085). En los Estados Unidos, se empleó un helicóptero para arrastrar (en vez de levantar) las trozas por el suelo y también para remolcarlas por el agua, pero, por lo pronto, el empleo de helicópteros para la extracción en pantanos aparece demasiado peligroso (FA 26: 3776).

Desmenuzado en el monte

En los principales países productores de pasta de madera se está revelando cada vez mayor interés por la posibilidad de desmenuzar la madera en el monte; por ejemplo, en Estados Unidos (FA 26: 3749), Canadá (FA 27: 4047), U.R.S.S. (FA 27: 2235), Suecia (FA 26: 2264), Finlandia (FA 27: 4048), Alemania (FA 27: 721) y Polonia (FA 27: 2233). Esos estudios comprenden algunos sobre maquinaria desmenuzadora, organización del trabajo, economía, etc. y no cabe duda de que este método de transformación y aprovechamiento está destinado a generalizarse cada vez más. En la actualidad, en las explotaciones comerciales se transportan tradicionalmente las astillas en camiones o en tractores-remolque, pero siguen llevándose a cabo investigaciones en Norteamérica y en la U.R.S.S. sobre el transporte de las astillas desde el monte por tuberías. Al parecer, los rusos no han logrado un gran adelanto con este último método (FA 25: 3608, 5147), y en Canadá, los estudios de viabilidad económica no se han dado a conocer aún (FA 26: 708; 27: 730).

Madera flexible y precomprimida

El procedimiento de plastificar la madera con amoníaco ha sido objeto de atención en varios países. En los Estados Unidos se dieron a conocer, en 1963, experimentos acerca de la flexión de chapas de abedul para formar espirales, nudos, etc., sin fendar ni rupturar, después de haberlas macerado en amoníaco líquido por espacio de 15 a 20 minutos; tiras de chapas mantenían su forma sin sujeción ni retención al evaporarse el NH3. También se plastificaron con éxito muestras más grandes de pino, roble y tilo americano (FA 25: 5719). En una descripción más detenida de este procedimiento se expuso la acción del amoníaco sobre lignina y la celulosa y el efecto de las variables de tratamiento. Las probetas de 0,3 x 10 x 101 cm estaban suficientemente plastificadas para someterlas a flexión en el espacio de 4 a 5 horas y las tiras de chapa de 1,5 mm en 15 a 30 minutos. La evacuación y la presión reducían el tiempo de tratamiento. Tiras de chapa de 1,5 mm flexionadas al vapor se abrieron completamente al colocarlas en agua caliente, pero no cuando se maceraban en agua para extraer el amoníaco. Las maderas de poca densidad y de anillos porosos eran las menos adecuadas para el tratamiento (FA 26: 2874). En la U.R.S.S., se ha dado a conocer un procedimiento para ablandar el abedul verde con amoníaco gaseoso o líquido, enfriándolo luego por compresión (a 80 kg por cm²), manteniéndolo en moldes por espacio de 4-8 minutos y secándolo finalmente (FA 26: 1287). Se investigaron las propiedades de la madera sometida a ese tratamiento y se observó que era especialmente apta para manguitos, cojinetes, etc., de la maquinaria (FA 26: 1288). Se han dado otras reseñas del procedimiento con referencia al empleo de métodos ultrasónicos surfactantes y radiactivados para mejorar la penetración del amoníaco, a la química de las transformaciones ocasionadas por la impregnación e irradiación (FA 26: 2875), y a la producción de material resistente termoestable (FA 27: 1244). En el Reino Unido se han ideado métodos en Princes Risborough (que están patentados) para fabricar madera precomprimida» y «madera flexible», a base de material adecuado, por ejemplo, madera de haya. Se fabrica la «madera precomprimida» sometiendo a compresión piezas largas (por ejemplo, 91 cm) de madera tratadas al vapor para reducir su longitud en un 20 por ciento, empleando un apoyo en forma de fuelle para evitar el pandeo y aplicando una fuerza de casi 1.360 kg por cada 6,4 cm². Después de la compresión y salida de la madera de 2,5 cm de espesor, que conserva aproximadamente el 3 por ciento de su tensión residual, puede doblarse, fría, seca y sin apoyo, con radios de cerca de 22,8 y 17,7 cm, con un contenido respectivo del 12 y el 18 por ciento de humedad. Se produce «madera flexible» aplicando a la madera precomprimida, después de una segunda labra, una segunda compresión (fría y seca) hasta más o menos el 20 por ciento de la tensión, lo que exige una presión de casi 4.080 kg cada 6,4 cm². A la salida pueden obtenerse tensiones residuales de casi el 15 por ciento. Las probetas de un espesor de 2,5 cm pueden doblarse con un radio de casi 10,16 cm sin apoyo, y fácilmente pueden reaserrase y labrarse (FA 28: 4676).

Madera compuesta

En varios países se han llevado a cabo investigaciones sobre la laminación continua. En la U.R.S.S. se han descrito ensayos realizados con una máquina experimental y alimentación continua para encolar tablas, basadas en el principio de calefacción por contacto dieléctrico (FA 25: 1326), y se ha ideado una máquina modelo para el encolado automático continuo de piezas de madera con empalmes en cola de pescado, empleando calor dieléctrico y aplicando una presión de 15 kg/cm² a contrario para conseguir en el ensamble una resistencia mixta del 90 por ciento de aquélla de la madera enteriza (FA 26: 4345). En Alemania, se ha descrito un método para encolar maderas laminadas (para durmientes, tablones para cubiertas de barcos, etc.) cuando son más largas que las prensas disponibles, se emplea una resina fenólica que permite un fraguado rápido y calentamiento por radio-frecuencia y los ensamblajes se tratan escalonadamente (FA 25: 2828). En los Estados Unidos se ha ideado un procedimiento por el cual se calienta previamente la madera, se extiende la cola sobre la superficie caliente y se hace el ensamblaje a presión colocando la armadura entre dos bandas de acero en movimiento mientras fragua la cola. Combinando este procedimiento con la ensambladura en cola de pescado y la encoladura de canto, se puede utilizar madera de pequeña dimensión (FA 25: 5714).

Se ha construido en el Reino Unido una máquina en escala experimental para producir en una sola operación una lámina continua que puede cortarse a cualquier longitud deseada, a base de tablas cepilladas de varios largos con la testa encajada en cola de pescado (FA 27: 2895).

Se han descrito trabajos experimentales para reforzar las vigas laminadas con acero. En los Estados Unidos, el empleo de tiras de acero pretensas y de alta resistencia, fijadas sobre la superficie de vigas laminadas de abeto de Douglas, ha sido objeto de estudio; la rigidez, resistencia, trabajo con carga máxima, y cargas teóricas permisibles de esas vigas eran muy superiores a las de otras análogas que no estuviesen pretensas, y fue muy inferior la variabilidad de la resistencia (FA 24: 4301; 26: 5870; 27: 6885). En el Reino Unido, los ensayos realizados para reforzar las vigas con varillas de acero suave, fijadas en surcos en las láminas, han revelado que la construcción es técnicamente viable y que puede aplicársela particularmente a las construcciones de extensa luz (FA 25: 5746; 26: 4387; 27: 6884).

Almacenamiento de madera desmenuzada para pasta

Han proseguido los estudios sobre el almacenamiento de la madera para pasta en astillas en vez de en rollo (FA 24: 2938-9), sobre todo en los países escandinavos. Una de las principales ventajas de almacenar las astillass de algunas especies (por ejemplo, abeto rojo y abedul) es que el envejecimiento de los extractivos se produce rápidamente, lo que permite un período de almacenamiento mucho más breve que en el caso de madera rolliza para pasta (FA 25: 4139, 5871; 26: 5989; 27: 1428-9). En los experimentos sobre almacenamiento por separado de astillas del duramen y de la albura del abeto, el contenido total de materia extractiva de las primeras se mantuvo constante durante 12 semanas, al paso que el contenido de las astillas de altura disminuyó rápidamente (FA 26: 4488). La cantidad y la composición de la materia extractiva de duramen variaron sólo durante el almacenamiento a 50°C (FA 27: 7015). Las diferencias observadas en el contenido de materia éter-soluble y ácidos combinados entre las astillas y los rollizos de abedul después de almacenamiento se atribuyen provisionalmente a mayor área superficial de las astillas y al calor generado en los montones de astillas, si bien la degradación con la acción de enzimas y microorganismos también puede ser un factor; las modificaciones de la composición química variaron con la posición que las astillas ocupaban en la pila. Las reacciones no son siempre favorables para la fabricación de pasta kraft y al sulfito (FA 27: 1430). Las pérdidas de madera ocasionadas por hongos, etc., son más elevadas en el almacenamiento de astillas que en el de rollizos de abedul, álamo temblón, pino y picea (FA 27: 3151), y pueden ser considerables en períodos de almacenamiento más prolongados comprendidos entre 13 meses (abeto) y 4 meses (abedul) (FA 27: 1428); de ordinario, se pierde cerca del 5 por ciento en peso de sustancia leñosa durante los 4-5 primeros meses de almacenamiento (FA 27: 3050). Las pérdidas de sustancia leñosa alcanzaron un promedio del 1 por ciento al mes en la parte más caliente de una pila de astillas de pino (FA 27: 7016).

Los rendimientos en pasta de astillas de albura (pero no de duramen) de picea disminuyeron ligeramente después del almacenamiento, pero los rendimientos como proporción de madera cocida no fueron, en general, afectados por el almacenamiento (FA 26: 5988; 27: 3050). Las pérdidas experimentadas en los rendimientos de pasta de picea, especialmente cuando se trata de pasta al sulfito ácido, cuando se almacenan las astillas a temperaturas elevadas, se atribuyen a los efectos prehidrolíticos que causan la condensación de la lignina, lo cual requiere un cocinamiento más prolongado, con la pérdida consiguiente de hemicelulosa (FA 27: 7015). Quedaba muy poco reducida la resistencia al desgarramiento en comparación con la pasta de madera en rollo (FA 27: 3050); disminuyó el brillo de la pasta de abedul y picea a raíz del descoloramiento durante el tiempo en que las astillas estuvieron almacenadas (FA 25: 5871; 27: 3050), especialmente (tratándose de la picea) después de estar almacenada a 20°C (FA 26: 4488). Disminuyeron asimismo en razón del almacenamiento de las astillas los rendimientos de resina líquida y de trementina del pino antillano (FA 25: 4348); se obtuvieron resultados análogos para el pino silvestre (FA 27: 1429), si bien los rendimientos de la madera rolliza almacenada al interior a 20°C no fueron muy superiores al de las astillas (FA 26: 5989).

La temperatura de las pilas de astillas de abedul alcanzó el máximo de 69°C en 10-14 días y la del pino y la picea, 63° y 58°, respectivamente en 14-30 días (FA 27: 5008). El contenido medio de humedad de las astillas de desperdicios de serrería almacenadas al aire libre bajó tan sólo al 49 por ciento, en comparación con el 43 por ciento que corresponde al material análogo almacenado en un cobertizo y al 26 por ciento a las astillas de trozas largas, almacenadas en un cobertizo, que tenían un contenido de humedad inicial inferior (FA 25: 4347). En los estudios realizados en el Canadá (FA 25: 2958), era lenta la propagación del fuego en las pilas y se limitaba a las capas superiores y, en Finlandia (FA 27: 3049) se consideraba inferior el peligro de incendios que en las pilas de madera rolliza. En Suecia (FA 27: 7016), se considera que los costos menores de manipulación hacen más económico el almacenamiento de astillas que de madera rolliza, pese a las pérdidas de sustancia leñosa y, por ende, del rendimiento total en pasta.


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