Arroz

Producción de Arroz

Las perspectivas para las cosechas de arroz de 2004 empeoran en algunos de los principales países productores

El pronóstico de la FAO relativo a la producción mundial de arroz en 2004 se ha rebajado en 5 millones de toneladas desde el informe anterior de junio, a 608 millones de toneladas (406 millones de toneladas en equivalente de arroz elaborado). Esta reducción se debe al empeoramiento de las perspectivas para las cosechas en algunos de los principales países productores como Bangladesh, Brasil, India, Malasia y Filipinas, que compensa con creces las perspectivas mejoradas en China (Continental), Egipto, Indonesia, Japón, Perú, los Estados Unidos y Viet Nam. Según los pronósticos, no obstante, la producción mundial sería todavía superior en un 4 por ciento a la de 2003 y el volumen mayor desde 1999. Sin embargo, el resultado definitivo de la producción arrocera mundial de 2004 dependerá todavía mucho de las condiciones atmosféricas imperantes en los meses venideros en los que muchos países de Asia estarán recogiendo sus cosechas principales o sembrando las secundarias. A este respecto, cabe señalar que algunos centros meteorológicos están indicando la posibilidad de una débil manifestación del fenómeno meteorológico de El Niño en los próximos 3 a 6 meses, lo cual añade a las perspectivas de este año una nueva incógnita.

En Asia, los cultivos de arroz están llegando a la fase de maduración en los principales países productores del hemisferio norte. Tras el comienzo del monzón, algunos países se vieron afectados por las lluvias torrenciales caídas en junio, julio y agosto, que causaron graves inundaciones en el caso de Bangladesh, la India oriental, China meridional, Taiwán Provincia de China, Japón, la República de Corea, Myanmar, Nepal, Tailandia nororiental y Viet Nam. Algunos de estos países habían sufrido anteriormente problemas de sequía localizada que limitaron las siembras y el desarrollo de los cultivos, sobre todo en algunos importantes estados productores de arroz de la India noroccidental, pero también en Malasia y el Nepal. En muchos de los países afectados por las inundaciones, los daños causados a los principales cultivos de arroz podrían todavía mitigarse resembrando o aumentando la próxima cosecha secundaria de regadío, que se beneficiará de reservas de agua abundantes.

Dada, sin embargo, la gravedad de las inundaciones, es inevitable que se produzcan algunas repercusiones negativas en la producción de los países afectados. En la India, la producción se prevé ahora en 127,5 millones de toneladas, casi 9 millones de toneladas menos que el pronóstico anterior y 3 millones de toneladas menos que en 2003. El pronóstico de la producción de Bangladesh en 2004 se ha rebajado en 2 millones de toneladas a 38,3 millones de toneladas, lo que supone una disminución del 2 por ciento respecto al año pasado, debido a los daños sufridos por las cosechas tanto Aus como Aman. El empeoramiento de las perspectivas de 2004 se tradujo también en la revisión de los pronósticos para Malasia y el Nepal que, según las previsiones actuales, producirán menos que el año anterior. También se prevé una merma de la producción en Sri Lanka, donde al principio de este año predominaron condiciones atmosféricas negativas. En cambio, China (Continental) aumentó últimamente el pronóstico de su cosecha a 180,7 millones de toneladas, un 12 por ciento más que en 2003 y el nivel más alto desde 2000. Una gran parte del posible incremento previsto para este año se debe al alza de los precios de mercado pero también a los incentivos gubernamentales otorgados a través de la reimplantación de “precios de protección” mínimos, las subvenciones a los insumos y la desgravación fiscal. El pronóstico oficial para la producción de Indonesia también se ha revisado al alza a un volumen sin precedente de 53,7 millones de toneladas, un 3 por ciento más que el año pasado, debido a una expansión de la superficie plantada de 300 000 hectáreas. Unas condiciones de crecimiento excelentes imperantes en el Japón han impulsado los rendimientos y recuperado la producción a su nivel más alto desde 2000. En Viet Nam, las cifras oficiales indican ahora un aumento del 2 por ciento de la producción con respecto a 2001, a diferencia de las previsiones anteriores que indicaban un descenso. Se siguen previendo incrementos con respecto al año pasado en Filipinas y Tailandia. Con arreglo al pronóstico oficial de la producción publicado recientemente, ahora se prevé una recuperación total en la República de Corea con respecto al retroceso experimentado en la campaña de 2003.

En África, se prevé que la producción total de arroz aumentará en un 3,5 por ciento con respecto al año pasado, a casi 19 millones de toneladas. La mayor parte del aumento debería registrarse en Egipto, donde los pronósticos indican que la producción alcanzará los 6,5 millones de toneladas, un 5 por ciento más que el año pasado, debido en parte a un incremento del 2 por ciento de la superficie plantada. En el África occidental, es posible que Nigeria logre un incremento moderado de la producción como consecuencia de la actual “iniciativa arrocera” y la difusión de las variedades de arroz Nérica. Un brote de la langosta del desierto que está afectando actualmente a la subregión constituye un grave motivo de preocupación ya que podría perjudicar a la producción si no logra controlarse en las semanas venideras (véase el recuadro en la página 15). En otras partes de la región, las condiciones atmosféricas adversas imperantes en la primera mitad de la campaña deprimieron la producción en Mozambique. A diferencia de las previsiones anteriores, se estima que la producción de Madagascar ha aumentado en 2004 a alrededor de 3 millones de toneladas. El incremento se debe a una redistribución de las precipitaciones, que permitió que las pérdidas de cosechas causadas por los dos ciclones que azotaron el norte del país a principios de 2004 se vieran compensadas por el aumento de la producción en otras partes de la isla.

En la región de América Latina y el Caribe, la campaña de 2004 está prácticamente terminada en los países del sur, mientras que en la mayor parte de América Central y el Caribe los cultivos de arroz se encuentran en una fase avanzada de desarrollo. En base a las cifras oficiales más recientes, la producción ha aumentado considerablemente en comparación con 2003 en la Argentina, Bolivia, Brasil (pese a una revisión a la baja efectuada recientemente), Colombia y Uruguay. En cambio, en Chile, Ecuador, Guyana y el Perú la producción ha descendido. En América Central y el Caribe, los cultivos del arroz se han visto afectados por las malas condiciones atmosféricas y, últimamente, por el paso de huracanes. Debido a un empeoramiento de las perspectivas para la campaña, se prevé que la producción descenderá con respecto al año pasado en Costa Rica, Cuba y la República Dominicana. En México, sin embargo, se prevé que la producción de 2004 aumentará en un 18 por ciento, debido a los incrementos tanto de la superficie sembrada como de los rendimientos.

En otras partes del mundo, el pronóstico relativo a la producción arrocera se ha revisado al alza en los Estados Unidos desde el informe anterior de junio. Las primeras perspectivas basadas en encuestas indican ahora una producción arrocera sin precedente de más de 10 millones de toneladas para este año, o sea un 11 por ciento más que el año pasado. También se prevé un aumento de la producción de 2004 en la UE-25, hasta alcanzar los 2,7 millones de toneladas, tras unos aumentos moderados registrados en las plantaciones de los principales estados productores. No obstante, el pronóstico relativo a la producción de Australia se rebajó a 535 000 toneladas, que sigue siendo un resultado mucho mejor que en 2003 pero inferior a la mitad del volumen obtenido en 2002, debido a la sequía registrada en algunas partes de Nueva Gales del Sur, el único estado productor de arroz.

El pronóstico del comercio de arroz para 2004 se ha revisado al alza pero todavía es inferior al nivel sin precedente alcanzado en 2002/03

El comercio mundial de arroz en 2004 se pronostica ahora en 26,5 millones de toneladas, alrededor de 800 000 toneladas más que el pronóstico de junio pero aún así inferior en un 6 por ciento al nivel récord de 28,1 millones de toneladas comercializado tanto en 2002 como en 2003. El incremento con respecto a junio se debe en parte a las perspectivas de mayores entregas a los países africanos, que han intensificado sus compras en los últimos meses. De resultas de ello, se prevé que las importaciones totales de la región alcanzarán aproximadamente los 8,6 millones de toneladas, frente al pronóstico anterior de 8 millones de toneladas, y 300 000 toneladas más que el año pasado. La revisión se debe principalmente a Nigeria, que podría comprar aproximadamente 1,6 millones de toneladas en 2004, 300 000 toneladas más de lo que se había previsto anteriormente. Según las previsiones, Benin, Ghana, el Senegal y Sudáfrica importarán más que el año pasado, a pesar de que los precios internacionales sean mucho más altos. Una demanda en rápido crecimiento, relacionada a menudo con la urbanización, ha continuado impulsando las importaciones arroceras de la región. En Asia, los pronósticos de las importaciones de Bangladesh, Malasia y Filipinas se revisaron al alza tras el empeoramiento de las perspectivas para la producción de esos países. En el caso de Bangladesh, el pronóstico se duplicó a 800 000 toneladas, pero sigue siendo inferior todavía a la mitad del volumen importado en 2003. Sin embargo, las perspectivas para las importaciones están todavía en espera de una evaluación segura de las repercusiones de las inundaciones en los cultivos y en las existencias de las explotaciones. El pronóstico de los envíos a la República Democrática de Corea también aumentó a 700 000 toneladas ya que tanto Japón como la República de Corea han confirmado su compromiso de seguir este año abasteciendo al país con ayuda alimentaria en arroz. Por el contrario, el pronóstico para Indonesia se rebajó a 1 millón de toneladas, volumen muy inferior al de 2003, debido a que la prohibición de las importaciones de arroz se prorrogó hasta diciembre. El pronóstico para la República Islámica del Irán también se redujo, y ahora acusa una pequeña disminución en comparación con 2003. Las compras de China (Continental) continúan previéndose en 800 000 toneladas, frente a menos de 300 000 toneladas del año pasado. En las otras regiones, el pronóstico de las entregas de arroz a Cuba ha aumentado a 600 000 toneladas, o sea 50 000 toneladas más que el año pasado, para compensar el déficit de producción causado por la sequía. También aumentaron desde el informe anterior los pronósticos de las importaciones de los Estados Unidos, a un nivel sin precedentes de 500 000 toneladas, y las del Brasil a 700 000 toneladas, muy por debajo del volumen de 1,1 millones de toneladas de 2003. En cambio, el pronóstico de las importaciones de la Federación de Rusia se ajustó a la baja a 400 000 toneladas, debido al ritmo lento de las entregas realizadas hasta mayo. El pronóstico de las importaciones de 2004 para la Unión Europea ampliada (UE-25) se mantiene en 880 000 toneladas, aunque reina una gran incertidumbre relacionada con la aplicación, a partir del 1° de septiembre, de un nuevo régimen de importaciones que supondrá aranceles mucho menores.

La limitada disponibilidad de suministros y las restricciones impuestas por los gobiernos limitan las exportaciones mundiales en 2004

En cuanto a las exportaciones, algunos de los principales países exportadores continúan experimentando limitaciones en los suministros y, en algunos casos, restricciones a las exportaciones impuestas por los gobiernos. Tailandia ha sido una excepción, pues ahora se prevé que el país exportará un volumen sin precedente de 9,2 millones de toneladas, 700 000 toneladas más de lo que se había previsto anteriormente y un 21 por ciento más que el año pasado. Como continuaron registrándose más envíos de arroz ordinario que de arroz basmati de alta calidad, el pronóstico relativo a las exportaciones de la India también aumentó a 2,8 millones de toneladas, volumen inferior en un 36 por ciento al de 2003. Aunque el Gobierno está examinando actualmente la posibilidad de volver a otorgar subvenciones a las exportaciones de arroz, es improbable que ello se efectúe en el curso del año dado el nivel bajo de las existencias. También aumentaron en 2004 con respecto al informe anterior los pronósticos de las exportaciones de Japón, Egipto, Brasil y el Uruguay, mientras disminuyeron las de China (Continental), Myanmar y el Pakistán, a juzgar por los resultados de sus exportaciones efectuadas en lo que va de 2004 y la escasez de suministros. Todavía se prevé que las ventas de Viet Nam alcanzarán aproximadamente los 4 millones de toneladas, volumen sólo ligeramente superior al del año pasado, pero algo superior al objetivo del Gobierno. En los Estados Unidos, el descenso de la producción de la última campaña y los altos precios internos deberían limitar las exportaciones en 2004 a 3,3 millones de toneladas, o sea un 13 por ciento menos que el año pasado.

Las existencias mundiales se van revisando a la baja a medida que empeoran las perspectivas para la producción

Según los pronósticos actuales, el inventario mundial de arroz al final de las campañas agrícolas que terminan en 2005 será de alrededor de 97 millones de toneladas, 2 millones de toneladas menos de lo que se había previsto en junio. La revisión recoge el empeoramiento de las perspectivas para la producción de 2004 en algunos países pero también las pérdidas de reservas arroceras que poseen los agricultores afectados por las inundaciones. En comparación con su nivel de apertura, el inventario mundial de arroz sería de 6 millones de toneladas menos, debido a la diferencia entre la producción y la utilización previstas, que tendría que colmarse con las existencias actuales. Una gran parte de la disminución con respecto a la última campaña se concentraría en China (Continental) y la India, pero también Bangladesh e Indonesia experimentarían algunas reducciones.

Precios internacionales del arroz

Los precios internacionales del arroz se debilitaron en los últimos tres meses, y el índice de precios de exportación de la FAO para el arroz (1998-2000=100) descendió a 103 en agosto, 6 puntos menos que el nivel de mayo, invirtiendo la tendencia alcista que había predominado desde marzo de 2003 hasta mayo de 2004. Las disminuciones fueron más pronunciadas para los índices del arroz japonica y aromático, que perdieron 7 puntos cada uno. Los índices del indica de alta y baja calidad descendieron sólo un poco, en 1 y 3 puntos, respectivamente. Pero las cotizaciones efectivas no siguieron una pauta coherente, ya que el arroz sancochado se fortaleció debido a una fuerte demanda de Nigeria, Sudáfrica y los países del Cercano Oriente.

La disminución de la demanda de importaciones tendió por lo general a deprimir las cotizaciones en los Estados Unidos, donde el arroz indica de alta calidad (N.2 de los Estados Unidos, 4 por ciento) disminuyó en 69 dólares EE.UU. por tonelada a 352 dólares EE.UU. por tonelada entre mayo y agosto. También en Viet Nam y Pakistán los precios estuvieron bajo una presión a la baja. En Tailandia, las cotizaciones resistieron mejor pese a la llegada al mercado de los suministros de la segunda cosecha y al debilitamiento del Baht frente a la moneda estadounidense, debido a una actividad muy fuerte de ventas durante el período.

En cuanto a las perspectivas a corto plazo, se prevé que la abundancia de los suministros derivados de las principales cosechas que se recogerán en los próximos meses mantenga los precios internacionales bajo presión. En general, sin embargo, la situación global del mercado indica todavía una gran escasez de suministros en algunos lugares, especialmente en los países que han ido reduciendo a escala sus existencias arroceras. Además, el anuncio efectuado por el Gobierno tailandés de que aumentará los precios de compra en 24,5 dólares EE.UU. por tonelada, a 154 dólares EE.UU. por tonelada para el arroz blanco, 100 por ciento, cuando acometa su nuevo programa de compras en noviembre, probablemente contribuya a sostener aun más las cotizaciones mundiales para el arroz.