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No.1  febrero 2009 | ||
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Perspectivas de cosechas y situación alimentaria | |
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Exámenes regionales
África del Norte En África del Norte, las perspectivas iniciales para las cosechas de trigo y cereales secundarios de invierno de 2009, que se recogerán en torno a junio, siguen siendo favorables, salvo en Túnez, donde la sequía ha retrasado las siembras, lo que indica otra cosecha inferior a la media pese a las medidas adoptadas por el Gobierno para mejorar la producción. En Marruecos, la producción de cereales debería seguir recuperándose en 2009 debido a las lluvias, copiosas y generalizadas, recibidas desde el comienzo de la campaña agrícola, así como a un aumento de la superficie plantada estimado en un 9,5 por ciento. En Egipto, el mayor productor de la subregión, donde la mayor parte de los cultivos es de regadío, se registraron también condiciones atmosféricas generalmente satisfactorias y se prevé en 2009 una producción de cereales entre media y superior a la media. La cosecha de trigo de 2008 en la subregión se estimó en 15,8 millones de toneladas, un 18 por ciento más que el nivel reducido por la sequía del año anterior, mientras que la producción de cereales secundarios (de invierno y primavera) aumentó en un 3 por ciento a alrededor de 11,2 millones de toneladas. El aumento de la producción cerealera en 2008, combinado con una importante disminución de los precios internacionales de los productos básicos, ha contribuido a reducir un poco la inflación y a mejorar algo el acceso a los alimentos. En Egipto, el país más afectado, donde en agosto de 2008 la tasa anual de inflación alcanzó el 23,6 por ciento en las zonas urbanas (frente al 6,9 por ciento en diciembre de 2007), a partir de septiembre se observó un movimiento a la baja y en noviembre la inflación descendió a 20,3. La inflación depende principalmente de las variaciones de los precios en el sector alimentario, en el que la tasa anual de inflación pasó de 30,9 por ciento en agosto de 2008 a 26,4 en noviembre. 
En África occidental, hay poca actividad agrícola en este período del año, con excepción de algunos cultivos limitados en tierras aluviales o fuera de temporada, para los cuales las perspectivas son generalmente favorables. En la mayoría de los países de la subregión se recogieron cosechas entre superiores a la media y de nivel máximo en 2008. No obstante, las perspectivas de los alimentos siguen siendo inciertas para 2009, debido, entre otros factores, al nivel muy bajo de las existencias remanentes al comienzo de la campaña comercial, atribuido a la cosecha reducida del año anterior y a la gran dependencia de los cereales importados por parte de algunos países. Aunque los precios de los cereales secundarios han bajado mucho en toda la subregión desde el comienzo de las cosechas en septiembre, para diciembre de 2008 estaban muy por encima de los niveles de hace un año y a principios de enero hasta se observaba un movimiento al alza en algunos países. Por ejemplo, a pesar de las importantes bajas registradas en los últimos meses, en los mercados de Malí (Bamako), Burkina Faso (Ouagadougou) y Níger (Niamey) los precios del mijo eran un 9, 25 y 41 por ciento más altos, respectivamente, que en enero de 2008. La situación es peor en el caso de los precios del arroz, que se determinan en función de los precios mundiales y han exhibido un alto nivel de transferencia desde el mercado internacional. En el Senegal, el Níger y Burkina Faso los precios del arroz continuaron aumentando, siendo en noviembre un 81 por ciento más altos en el Senegal, y en enero de 2009 un 50 y 60 por ciento más altos que hace un año en el Níger y Burkina Faso, respectivamente. Estos aumentos se han producido a pesar de una serie de medidas adoptadas por los gobiernos con el fin de contrarrestar el impacto del aumento de los precios mundiales, tales como la exención de los aranceles de importación y las distribuciones de alimentos. En la mayoría de los países francófonos de África occidental no se observaron impactos sobre los precios debido a su nivel inicial relativamente bajo y a la reciente devaluación del CFA (moneda vinculada al Euro) frente al dólar estadounidense. Por el contrario, el Gobierno nigeriano redujo el derecho de importación de 100 a 2,7 por ciento por 6 meses, hasta el 31 de octubre de 2008, previendo la importación de no menos de 500 000 toneladas de arroz elaborado. Entre mayo y septiembre de 2008 se observó una sensible disminución de los precios en los mercados de Nigeria (de 16 por ciento, por ejemplo, en el mercado Bodija, Ibadán) debido al nivel inicial del arancel y a la revalorización del Naira. Pero el Naira se ha devaluado mucho en las últimas semanas, hasta perder un 20 por ciento de su valor entre finales de noviembre y finales de diciembre, debido al impacto del descenso de los precios del petróleo en la economía. Es probable que ello se traduzca en un aumento del precio de los bienes importados, incluidos los cereales. En Liberia, la recolección del arroz está casi terminada, y recién ha comenzado la de la yuca, otro importante cultivo básico. En las partes septentrionales, los rendimientos y la producción se ven gravemente amenazados por el brote reciente de una plaga de orugas, que puede propagarse a los países vecinos, perjudicando la seguridad alimentaria de la subregión. La situación requiere una vigilancia estrecha en las próximas semanas.
En el Camerún y la República centroafricana, la recolección de la segunda cosecha de maíz de 2008 (plantada a partir de agosto-septiembre) está casi terminada en el sur y las perspectivas son favorables en general gracias a unas lluvias suficientes recibidas durante toda la campaña agrícola. En el norte, que se caracteriza por una sola estación de lluvias, la recolección del mijo y sorgo está terminada y se pronostica una producción superior a la media. Sin embargo, los precios de los cereales se mantuvieron relativamente altos en el Camerún debido a diversos factores, tales como una fuerte recuperación de la industria avícola, muy afectada por la gripe aviar en 2006, así como la dependencia del país con respecto al arroz importado. Además, en la República Centroafricana, la recuperación agrícola continúa viéndose dificultada por la persistencia de los disturbios civiles y la insuficiente disponibilidad de insumos agrícolas, principalmente en las partes septentrionales, en las que cerca de 300 000 personas han sido arrancadas de sus hogares durante los dos últimos años. Una inseguridad continua tanto en el Chad como en la región del Darfur en Sudán, amenaza con seguir desestabilizando la situación en las partes septentrionales del país.
La recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2008 está terminada en las partes septentrionales de la subregión, mientras la de las cosechas de la temporada secundaria apenas ha comenzado en las partes meridionales, salvo en Etiopía, donde está por comenzar la siembra. Las perspectivas para las cosechas de la temporada secundaria en Kenya y Somalia son malas. En cambio, en Etiopía y el Sudán la producción de cereales de la temporada principal se estima en un volumen superior a la media. La producción total de cereales de la subregión en 2008/09 (temporadas principal y secundaria) se pronostica en cerca de 34,4 millones de toneladas, un 5 por ciento más que el año anterior y un 17 por ciento más que la media de los últimos cinco años (Figura 8). 
En Etiopía, el mayor productor de la subregión, una Misión FAO/PMA de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos que visitó el país al final del año pasado estimó en más de un 7 por ciento el aumento de la cosecha de cereales de 2008/09 comparada con el año anterior. Por el contrario, en Kenya se registra para el mismo período una merma de alrededor del 20 por ciento de la producción de maíz y cereales.
La necesidad de importaciones de cereales de 2008/09 para la subregión debería alcanzar los 5,9 millones de toneladas, en comparación con los 5,5 millones de toneladas en 2007/08, volumen apenas superior a la media de los últimos cinco años (véanse las Figuras 10 y 11). Ello indica la decisión general de los países de impulsar los niveles de sus existencias ante las incertidumbres económicas mundiales. Según las proyecciones, la mayor parte de estas importaciones serán comerciales, mientras el volumen de la ayuda alimentaria se mantiene sin modificaciones.
En las últimas semanas los precios de los cereales se han debilitado algo en toda la región como respuesta estacional normal después de la recolección de las cosechas principales, pero siguen por encima de los niveles medios para este período del año (Figuras 12 y 13). En Kenya, en enero de 2009 el precio del maíz en el mercado de Nairobi, cotizado en 331 USD por tonelada, fue un 49 por ciento superior al del año anterior. Desde octubre de 2008 se ha registrado una fuerte disminución en Etiopía, pero en enero de 2009 el precio medio del maíz era todavía un 31 por ciento más alto que en enero de 2008. También han bajado en la subregión los precios del trigo, pero todavía se sitúan por encima de los niveles medios. En Etiopía, en diciembre de 2008 el precio del trigo bajó a 641 USD por tonelada con respecto a los 837 USD por tonelada de octubre de 2008. Pero sobre una base anual, los precios de diciembre pasado eran todavía un 52 por ciento más altos. En Eritrea, los precios de los alimentos siguen siendo generalmente altos en Asmara. Las últimas informaciones de septiembre de 2008 indican que el precio de la harina de trigo era de 1 951 USD por tonelada, es decir más del doble de hace un año. En el Sudán, los precios del trigo disminuyeron con respecto al récord de 752 USD alcanzado en julio de 2008, situándose en octubre a un nivel bajo de 532 USD, lo que representa una baja del 30 por ciento. Sin embargo, los precios comenzaron a subir nuevamente y en diciembre de 2008 llegaron a 639 USD, con un aumento anual de 18 por ciento.
A medida que se va llegando a la mitad de la campaña agrícola 2008/09 en el África austral, las condiciones de crecimiento han ido mejorando en toda la subregión. La campaña había comenzado lentamente debido a que las siembras se retrasaron con respecto al período mejor (finales de octubre-principios de noviembre) a causa de la llegada tardía de las lluvias. Sin embargo, unas lluvias buenas y consistentes desde la segunda década de noviembre de 2008 en algunas partes y desde mediados de diciembre en otras permitieron terminar las siembras. (Véanse las Figuras de 14 a 17 para el régimen estimado de las precipitaciones en determinadas provincias de determinados países). Las precipitaciones superiores a la media recibidas en los dos últimos meses también han mejorado la situación de los pastizales y del ganado, especialmente en la zona central de la subregión, que se extiende desde la frontera occidental de Angola-Namibia hasta la parte central de Mozambique. Hasta finales de enero, las preocupaciones principales con respecto a las condiciones climáticas se centraban en el triángulo del maíz de Sudáfrica, principalmente en Free State, donde últimamente las precipitaciones han sido más bien irregulares e inferiores a la media (véase la Figura 16). Con respecto a las inundaciones, un fenómeno estacional recurrente, los daños causados hasta ahora han sido mínimos, con excepción de algunas inundaciones localizadas en Mozambique central, Malawi meridional, Zimbabwe nordoriental y algunas partes occidentales de Madagascar. 
La superficie plantada con maíz durante la presente campaña en Sudáfrica, el mayor productor de la región, se estima provisionalmente en alrededor de 2,6 millones de hectáreas, un 7,3 por ciento menos que el año anterior, ya que los agricultores se desanimaron por la tendencia descendente de los precios de SAFEX y los precios internacionales registrada durante el período de siembra. En otras partes de la subregión, los Gobiernos de Angola, Madagascar, Malawi y Zambia realizaron durante la siembra una distribución oportuna de insumos agrícolas a los beneficiarios necesitados con objeto de apoyar la producción de la campaña 2008/09. Sin embargo, se prevé que la persistencia de los precios internacionales altos de los fertilizantes limiten el uso de estos insumos importantes durante la campaña, lo cual podría ser un factor que restrinja los rendimientos en una campaña que por otra parte ha sido hasta ahora muy favorable.
Zimbabwe sigue siendo una excepción importante en la subregión, en la que, pese a unas condiciones atmosféricas satisfactorias, el cultivo del maíz se ha visto gravemente limitado por la escasez de semillas de calidad, fertilizantes, productos agroquímicos y energía para la labranza y/o los precios inasequibles de la mayoría de los insumos agrícolas, así como por las perspectivas de precios no rentables para el maíz durante la cosecha.
En la actual campaña comercial (2008/09) el ritmo de las importaciones de cereales de los países deficitarios de la subregión continúa siendo relativamente más lento que en los dos últimos años (véase el cuadro 7), debido posiblemente a los precios generalmente más altos de las importaciones de este año, particularmente para el trigo y el arroz. Las cifras disponibles para mediados de enero de 2009, a más de dos terceras partes de la campaña comercial, muestran que desde el comienzo de la campaña comercial en abril de 2008 se había recibido y/o contratado/prometido sólo el 50 por ciento de las necesidades de importación de todos los cereales (frente al 56 por ciento del año anterior). Zimbabwe, Mozambique, Angola y otros países todavía tienen que importar grandes cantidades de los cereales necesarios (véase la Figura 18). Dado que el período de carestía comenzó en enero de 2009, se necesitan con urgencia importaciones adicionales para evitar la escasez de alimentos y ulteriores alzas de los precios en los mercados locales.
Aunque el precio del maíz ha disminuido en Sudáfrica desde julio de 2008, en la mayoría de los países deficitarios de alimentos, a saber Zimbabwe, Malawi, Mozambique y Zambia, los precios del maíz todavía están aumentando o se mantienen estables en niveles altos (para los precios de los mercados de las ciudades capitales véanse las Figuras 19 y 20). El ritmo más lento de las importaciones en comparación con el año pasado, especialmente durante el actual período de hambre, es probablemente un factor que contribuye a los precios internos altos en esos paises. En Madagascar, pese a la excelente producción arrocera de 2008, los precios del arroz, el alimento básico principal, han ido aumentando con respecto al nivel posterior a la cosecha de mayo. El precio de enero de 2009 era alrededor de un 22 por ciento más alto que en mayo de 2008. La situación tiene que vigilarse atentamente en las próximas semanas ya que el país está entrando en el período de carestía hasta la próxima cosecha de mayo. Cualquier nuevo aumento de los precios del arroz podría redundar en una situación alimentaria crítica, semejante a la del año pasado.
En China (Continental), la cosecha de trigo de invierno, que representa alrededor de un 95 por ciento de la producción anual de trigo de China, todavía se encuentra en estado de latencia. La superficie plantada se estima en 23,9 millones de hectáreas, muy superior a la superficie ya extensa del año anterior, debido principalmente a los continuos incentivos del gobierno para aumentar la producción de cereales. Con objeto de contribuir a contrarrestar los costos de producción y alentar a los agricultores a seguir plantando cereales, se han aumentado los precios mínimos de compra del trigo blanco, desde 1 540 CNY a 1 740 CNY, y los del trigo rojo y el trigo mixto desde 1 440 CNY a 1 660 CNY por tonelada. Sin embargo, hasta ahora las condiciones atmosféricas han sido desfavorables en las principales regiones productoras de trigo. Una grave sequía se ha señalado en China septentrional y occidental, donde se han registrado niveles de precipitaciones inferiores en un 70-90 por ciento a lo normal. Según los informes, aproximadamente 9,5 millones de hectáreas de trigo de invierno (un 44 por ciento de la superficie total plantada) resultaron gravemente afectados en las provincias de Hebei, Shandong, Henan, Shanxi, Anhai, Shaanxi y Gansu. 
En la India, la cosecha de trigo de invierno está muy avanzada y la recolección comenzará en marzo-abril. Se estima que la superficie plantada ha aumentado marginalmente con respecto a la ya extensa del año anterior hasta alcanzar los 28,2 millones de hectáreas. Sin embargo, las precipitaciones posteriores a los monzones han sido generalmente escasas en la mayor parte del país, ya que 30 de las 36 subdivisiones meteorológicas registraron precipitaciones considerablemente inferiores a lo normal. La cantidad de precipitaciones que se reciba en febrero será decisiva para el resultado de la campaña. El Gobierno prevé revisar su prohibición de las exportaciones de trigo en marzo, después de evaluar la situación de las reservas. En 2007, la India prohibió las exportaciones de trigo para aumentar los suministros locales e impedir que los precios internos se fueran a las nubes. En noviembre, sin embargo, al bajar los precios internos, el Gobierno destinó 2 millones de toneladas de trigo a las exportaciones a determinados países. A diferencia de la situación en China y la India, en enero las cosechas del Pakistán se han beneficiado de unas precipitaciones invernales generalizadas. Aunque la superficie de trigo de 2009, estimada en cerca de 8,4 millones de hectáreas, es inferior en un 1,3 por ciento al nivel del año pasado, sigue siendo superior a los niveles medios recientes y se prevé otra cosecha superior a la media. En la República Islámica del Irán, los cultivos de las partes occidentales del país se encuentran en estado de latencia bajo una capa de nieve. En las partes orientales del país, unas condiciones más secas de lo normal redujeron la humedad del suelo para el arraigo de los cultivos de invierno, y se informa que la situación de los cultivos es peor de lo normal. En 2004, el país había llegado a ser autosuficiente en trigo, pero en 2008/09 (abril/marzo) la necesidad total de importación de trigo se pronostica en 5 millones de toneladas debido a la sequía del año pasado que afectó a la producción interna. Hasta diciembre de 2008, se habían importado alrededor de 3,4 millones de toneladas. En Sri Lanka, casi todos los distritos han recibido precipitaciones muy inferiores a la media en las primeras semanas de la actual temporada Maha. La situación requiere una vigilancia estrecha dado que, de continuar la sequía, las perspectivas para la producción de cereales de 2009 podrían empeorar rápidamente.
En la mayor parte de los países productores de la subregión ya se ha recogido la cosecha principal de arroz cáscara de 2008. Las estimaciones más recientes cifran la producción total de la subregión en 2008 en un volumen sin precedentes de 613 millones de toneladas, unos 18 millones de toneladas más que el año anterior. La producción total de cereales de 2008 se sitúa en 1 077 millones de toneladas, aproximadamente un 2,7 por ciento más que el récord del año anterior, debido principalmente a las excelentes cosechas de China (+19,9 millones de toneladas), Viet Nam (+2,8 millones de toneladas), Indonesia (+2,7 millones de toneladas), y la India (+2,1 millones de toneladas). 
A pesar de que en la subregión reina una situación en general satisfactoria en materia de suministro de alimentos, todavía las poblaciones vulnerables de algunos países se ven afectadas por graves dificultades. La República Popular Democrática de Corea continúa sufriendo inseguridad alimentaria crónica y sigue dependiente de la ayuda alimentaria exterior. En Myanmar, la producción arrocera de la temporada monzónica de 2008 en las zonas afectadas por el ciclón Nargis fue considerablemente menguada. Para la temporada de verano venidera y la próxima temporada monzónica se necesitará asistencia agrícola para ayudar a los pequeños agricultores a recuperar su producción y sus medios de subsistencia. En el Nepal, la situación global de la seguridad alimentaria ha mejorado debido a las cosechas de los cultivos de verano, a la mayor disponibilidad de oportunidades de empleo y a un suministro mejorado de alimentos en los mercados. Sin embargo, la situación debería de empeorar a partir de enero en algunos distritos de colinas y montañas en los que en 2008 la producción de maíz fue menguada debido al mal tiempo. También se prevé una situación de inseguridad alimentaria localizada en algunos distritos de Tarai en los que la producción de la cosecha de arroz cáscara disminuyó en alrededor del 30-50 por ciento debido a unas precipitaciones excesivas y plagas. En Sri Lanka, la situación de seguridad alimentaria continúa viéndose afectada por el conflicto civil que volvió a surgir. Según los informes, hubo más de 100 víctimas civiles y 230 000 personas afectadas por el fuego cruzado entre los Tigres de Tamil y los militares en enero de 2009. En Filipinas, unas 71 000 familias se vieron afectadas por las recientes inundaciones y marejadas.
En muchas partes del país las condiciones de humedad para los cereales de invierno han mejorado con las precipitaciones recibidas durante diciembre y enero. Algunas partes, sin embargo, especialmente desde la costa oriental mediterránea hacia el Iraq septentrional, siguen fundamentalmente secas, aunque se informa que la situación ha mejorado algo con respecto a la sequía del año pasado. En Turquía, a mediados de enero volvió a llover en las partes meridionales y occidentales del país, lo cual aumentó las reservas para riego y la humedad del suelo para los cereales de invierno en estado de latencia o semilatencia. En el Iraq, se señala que durante la preparación/siembra de la tierra las condiciones agrometeorológicas fueron desfavorables para la siembra de los cultivos de invierno debido a las temperaturas elevadas. En el Afganistán, las perspectivas para la cosecha principal de trigo de 2009, que se recogerá a partir de mayo-junio, han mejorado el mes pasado después de unas precipitaciones buenas. Para finales de enero se había acumulado una nevada importante en la mayor parte del país que protegió los cultivos del riesgo de la destrucción invernal y aseguró buenos suministros de humedad para más adelante. Los primeros indicios apuntan a una recuperación de la producción cerealera de este año con respecto a la cosecha muy menguada de 2008.
En el Iraq, el tiempo generalmente desfavorable imperante durante el período vegetativo 2007/08 llevó a una producción de cereales de invierno de 2008 drásticamente reducida. La producción total de las cosechas de trigo y cebada se estima en 1,9 millones de toneladas, aproximadamente un 40 por ciento menos que el nivel medio de 2007 y la cosecha menor de la historia reciente. En la República Árabe Siria, debido a unas lluvias escasas e irregulares recibidas durante el período vegetativo, la producción total de trigo en 2008 se estimó en 2,0 millones de toneladas, la mitad de la mala cosecha obtenida el año anterior y por debajo de los niveles medios por tercer año consecutivo. Como consecuencia de la insuficiencia de pastizales, los pastores vendieron sus animales a precios cotizados en un 60-70 por ciento por debajo de los precios normales, y en muchas zonas han liquidado sus hatos. En el Afganistán, las estimaciones más recientes indican una producción total de cereales de 3,7 millones de toneladas, una tercera parte menos que en 2007 y un 25 por ciento por debajo de la media de los últimos cinco años debido a una grave sequía. La producción de trigo, el principal alimento básico del país, disminuyó en un 40 por ciento respecto del nivel del año anterior. Como consecuencia, la necesidad de importaciones de cereales en 2008/09 (julio/junio) se estima en 2,3 millones de toneladas (principalmente trigo), más del doble del volumen de casi 1 millón de toneladas importado en 2007/08. La capacidad de importación comercial se estima en 1,6 millones de toneladas, y 0,7 millones de toneladas tienen que movilizarse con asistencia exterior. Actualmente, el PMA está proporcionando asistencia alimentaria en el marco de una operación prolongada de socorro y rehabilitación posterior al conflicto. Después de haber importado cantidades considerables de trigo en los últimos meses, los precios del trigo han disminuido pero siguen siendo elevados. En diciembre de 2008, en Kandahra y Kabul el precio medio de la harina de trigo era todavía un 56 por ciento y 37 por ciento, respectivamente, más alto que un año antes.
En la Faja de Gaza, después del conflicto que estalló últimamente ha empeorado la situación ya inestable de la seguridad alimentaria, caracterizada por el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos básicos en 2008. En enero de 2009 la FAO y el PMA aprobaron conjuntamente una operación de emergencia para proporcionar ayuda alimentaria durante un período de 12 meses a 365 000 personas muy afectadas, incluidos los casos sociales difíciles, los grupos vulnerables, las personas desplazadas en el interior y los agricultores afectados.
Un invierno muy frío, precipitaciones inferiores a lo normal y la escasez de agua para riego perjudicaron los rendimientos de los cultivos de 2008 en las partes meridionales de Asia central. Las cosechas de 2008 estuvieron por debajo de los niveles medios en Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán. En Kazajstán, la cosecha de cereales de 2008 se estima en alrededor de 17 millones de toneladas, 3 millones de toneladas menos que el nivel satisfactorio de 2007. Aunque Kazajstán reinició sus exportaciones de trigo el 1° de septiembre, lo cual fue beneficioso para los países vecinos afectados por la sequía que necesitan importar trigo, el factor que limita la seguridad alimentaria en esta región es el poder adquisitivo más que el suministro de cereales. Uzbekistán también se vio afectado por la sequía, pero en menor medida. En cambio, en el Cáucaso las condiciones de crecimiento fueron mayormente satisfactorias en 2008 y Armenia y Azerbaiyán tuvieron cosechas buenas.
La producción total de cereales de 2008 de la subregión se estima en un volumen sin precedentes de 43 millones de toneladas, alrededor de 2,2 millones de toneladas más que el nivel ya bueno del año anterior y unos 5 millones de toneladas más que la media de los últimos cinco años. Esta cosecha excepcional se debe a una producción récord de las cosechas de cereales secundarios recogidas últimamente en México, donde los rendimientos medios han aumentado gracias al uso generalizado de variedades de semillas mejoradas y a una mayor densidad de siembra, así como a las copiosas lluvias recibidas durante la temporada. La plantación de los cultivos de trigo y cebada de invierno de 2009, principalmente de regadío, ya ha comenzado en los estados nordoccidentales de Sonora y Baja California y en los estados centrales de Guanajuato y Michoacán. Oficialmente, las intenciones de siembra apuntan a niveles superiores a la media de 650 000 hectáreas de trigo y 55 000 hectáreas de cebada. La siembra de las cosechas menores de cereales secundarios de invierno de 2009 está muy avanzada en los estados de Sinaloa, Veracruz, Tamaulipas y Chiapas, en una superficie del mismo nivel bueno de 2008. 
En otras partes de América Central, la recolección de las cosechas de maíz y frijol de la segunda temporada de 2008 está casi terminada, y está a punto de comenzar la recolección de las cosechas de maíz y frijol de la tercera temporada de 2008 en Nicaragua, El Salvador y Honduras. Pese a unas inundaciones localizadas y a las pérdidas de cosecha, la producción total de maíz de 2008 en la subregión (excluido México) se estima provisionalmente en alrededor de 3,9 millones de toneladas, volumen ligeramente superior a la producción satisfactoria de 2007. La buena cosecha se debe principalmente a los diversos programas ejecutados por los gobiernos para apoyar la producción local frente al aumento de los precios internacionales de los alimentos.
En el Caribe, Haití y Cuba todavía se están recuperando de la devastadora secuencia de ciclones y tormentas tropicales que afectaron a ambas islas en el segundo semestre de 2008. Se está proporcionando asistencia alimentaria para un período de seis meses a 800 000 beneficiarios en Haití y a alrededor de un millón de beneficiarios en Cuba. En Haití, a pesar de las buenas cosechas de maíz y frijol de la temporada invernal de 2008 (cuya recolección está por terminar) y la gradual disminución de los precios de los alimentos básicos principales, la Coordination Nationale de la Sécurité Alimentaire (CNSA) estima que aproximadamente 3,3 millones de personas, alrededor de una tercera parte de la población total, siguen estando en una situación de inseguridad alimentaria, especialmente en los vecindarios pobres de las ciudades principales y en el departamento noroeste, el valle de Artibonite y la península Sur.
Los precios de los alimentos están mostrando una tendencia descendente en la subregión, pero a menudo sus niveles siguen todavía por encima de la media. En Guatemala, el precio al por mayor del maíz ha bajado en diciembre de 2008 con respecto al nivel máximo alcanzado en septiembre de 2008, pero todavía es alrededor de un 35 por ciento más alto que hace un año. En Nicaragua, el precio medio al por menor del arroz era de 10,2 córdobas/libra en diciembre de 2008, es decir una disminución aproximada del 13 por ciento respecto del nivel máximo de septiembre, pero aún así un aumento anual del 44 por ciento. Una situación diferente se registra en Haití, donde en enero de 2009 el precio al por menor del arroz, el alimento básico principal de la dieta local, era fundamentalmente el mismo de hace un año debido a las subvenciones a la importación y a la llegada de la nueva cosecha al mercado de Puerto Príncipe.
La recolección de la cosecha de trigo de invierno de 2008 ha terminado recientemente en todos los países australes y, según pronósticos provisionales, la producción total de trigo para la subregión se sitúa ligeramente por debajo de los 18 millones de toneladas, alrededor de 4,7 millones de toneladas menos que la media de los últimos cinco años y un 23 por ciento menos que la excelente cosecha de 2007. Este resultado escaso se debe fundamentalmente a una grave sequía y al uso reducido de fertilizantes en la Argentina, el mayor productor de la subregión, donde la producción se estima en cerca de 8,3 millones de toneladas, la menor en los últimos veinte años y prácticamente la mitad de la producción récord alcanzada en 2007. En algunas de las principales provincias productoras de Argentina, como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa, los rendimientos medios alcanzaron sólo a 20 quintales por hectárea en comparación con una media quinquenal de 26 quintales. Este descenso abrupto de la producción de trigo en 2008 reducirá espectacularmente los excedentes exportables de la Argentina a no más de 4 millones de toneladas, lo que representa una disminución del 60 por ciento aproximadamente comparado con las exportaciones medias de los últimos cinco años. Por el contrario, en Brasil y Uruguay, donde las condiciones secas imperantes desde finales de noviembre aceleraron las operaciones de la recolección pero no causaron daños importantes a los cultivos de trigo, se obtuvo una producción de trigo sin precedentes. La buena cosecha se debe al tiempo favorable que reinó durante todo el período vegetativo, así como a un fuerte aumento de la superficie plantada (+30 por ciento en el Brasil y +88 por ciento en el Uruguay, comparada con 2007) en respuesta a los precios internacionales elevados durante el período de la siembra. En la campaña comercial de 2009 (enero/diciembre), Uruguay podría exportar un volumen sin precedentes de 800 000 toneladas de trigo.
La plantación de la importante cosecha de maíz de 2009 está casi terminada en los países australes de la subregión. Las precipitaciones escasas e irregulares, las temperaturas calurosas y los precios relativamente altos de los insumos han retrasado las operaciones de siembra y en algunos casos las impidieron por completo. En otros casos, los daños causados por la sequía al maíz en fase de floración y polinización han sido irreversibles y los agricultores ya han destinado esos cultivos a forrajes sin tratar de recoger el grano. En la Argentina, la superficie plantada con maíz se estima oficialmente en cerca de 3,5 millones de hectáreas, aproximadamente un 16 por ciento menos que en la campaña de 2008. Se señala que en muchas zonas productoras las pérdidas debidas a la sequía oscilan entre 40 y 60 por ciento. En las provincias de Chaco, Entre Ríos y Santa Fe se ha declarado un estado de emergencia agrícola y se concedió a los agricultores una moratoria de seis meses para el pago de impuestos y deudas. En el sur del Brasil, las precipitaciones caídas en diciembre estuvieron un 50 por ciento por debajo de lo normal y los rendimientos de la cosecha principal de maíz de 2009 se pronostican provisionalmente en 3,8 toneladas por hectárea, muy alejados del rendimiento medio sin precedentes de 4,2 toneladas por hectárea de 2008. En Paraguay y Uruguay, la plantación de la cosecha de maíz de la segunda temporada (zafrinha) de 2009 debería comenzar dentro de poco si llegaran a tiempo precipitaciones suficientes para mejorar la humedad del suelo. La sequía actual está perjudicando la disponibilidad de pastos y forrajes en las partes australes de la subregión, razón por la cual han muerto cientos de miles de animales y se redujo drásticamente la productividad de leche y carne. En Bolivia, la cosecha de maíz de verano de 2009 debería recoger para mediados de marzo, y las imágenes de satélite muestran una buena vegetación en las principales zonas productoras de Santa Cruz y Cochabamba, departamentos que reflejan precipitaciones normales bien distribuidas. En Guyana, las intensas y continuas precipitaciones caídas desde principios de diciembre causaron inundaciones en algunas comunidades de zonas bajas ubicadas en la llanura costera y a lo largo de los ríos Abary, Mahaica y Mahaicony, donde se registraron algunas pérdidas localizadas de arroz en cáscara. En el Perú, la siembra de la cosecha de trigo de 2009 está muy avanzada en las tierras altas de los departamentos de Cajamarca, Ancash y La Libertad (que representan alrededor del 65 por ciento de la producción nacional) y las intenciones de siembra apuntan a una superficie superior a la media. En el Ecuador, pese a algunas inundaciones localizadas, las copiosas lluvias estacionales están beneficiando la siembra de la cosecha principal de arroz de secano de 2009 en las provincias costeras de Guayas, Los Ríos y Manabi.
Las perspectivas para la cosecha de arroz de 2009 son variadas. A pesar de la sequía que está afectando a otros cultivos, Argentina ha plantado aproximadamente 204 000 hectáreas, lo que representa un aumento de alrededor del 10 por ciento comparado con el año anterior; mientras en Brasil está por comenzar la recolección en los estados del sur y del centro y los pronósticos iniciales apuntan a una producción de 12,4 millones de toneladas, superior en más de un 2 por ciento a la cosecha superior a la media de 2008, debido fundamentalmente a un aumento de la superficie en el importante estado de Rio Grande do Sul, que representa alrededor del 60 por ciento de la producción nacional. Por otro lado, es probable que la insuficiencia de agua para riego limite las plantaciones y la producción en el Uruguay. Los precios mayoristas y minoristas del arroz se están estabilizando en varios países, sin registrar variaciones o acusando una pequeña disminución desde mediados de 2008.
La superficie sembrada con trigo de invierno en los Estados Unidos, que normalmente representa alrededor del 70 por ciento de la superficie total de trigo, se estima oficialmente en unos 17 millones de hectáreas para la cosecha de 2009, un 9 por ciento menos que el año anterior. La disminución de la superficie estaba prevista debido a las perspectivas de precios más bajos en 2009 y al costo mayor de los insumos, pero la estimación oficial era de unas 800 000 hectáreas menos que los pronósticos provisionales anteriores y una superficie menor que la superficie media sembrada en los últimos cinco años. Al comenzar el invierno, la situación de los cultivos era considerada muy superior a la del año anterior, con un 66 por ciento estimado entre bueno y excelente; pero como a partir de entonces el tiempo ha sido generalmente satisfactorio, hay buenas posibilidades de que al final de enero las tasas de supervivencia invernal sean algo superiores a la media, como el año pasado. En base a estas indicaciones, y suponiendo rendimientos medios, la producción de trigo de invierno se pronostica provisionalmente en alrededor de 42 millones de toneladas, unos 7 millones de toneladas menos que el nivel muy superior a la media del año pasado. También debería disminuir la superficie sembrada con trigo de primavera, debido a la previsión de que otros cultivos serán más rentables a causa de la disminución de los precios del trigo desde el año pasado. Sin embargo, la superficie que se plante en definitiva en esta primavera puede depender todavía de la evolución de los precios de los cereales en las semanas venideras, ya que en enero los precios del trigo comenzaron a subir nuevamente. En Canadá, la mayor parte del trigo es de primavera y la cosecha de 2009 no se sembrará hasta marzo-abril. Según los pronósticos oficiales, la superficie sembrada con trigo descenderá en un 5 por ciento ya que, como en los otros principales países productores de trigo, se prevé que los agricultores elijan cultivos que probablemente sean más rentables en 2009.
Según se estima, la superficie total sembrada con cereales de invierno (principalmente trigo) para la cosecha de 2009 disminuirá con respecto al nivel relativamente alto del año pasado, correspondiendo la mayor parte de la disminución a los países de la CEI situados en el este de la región. En la Federación de Rusia y Ucrania, a pesar de unas condiciones otoñales favorables para la siembra, los productores han respondido a las perspectivas de disminución de los precios y a los costos altos de producción reduciendo sus plantaciones. En la UE, la superficie de trigo de invierno se estima un poco inferior al nivel elevado del año pasado. En lo que va del invierno las condiciones atmosféricas han sido generalmente favorables en toda la región, registrándose una humedad del suelo abundante en la mayoría de los países, que resultará beneficioso para los cultivos al salir del estado de latencia. Sin embargo, el riesgo de destrucción invernal sigue siendo una amenaza en algunas partes septentrionales y orientales de la región en las que las temperaturas han sido benignas hasta ahora y los cultivos carecen de una cubierta de nieve protectora en el caso de que llegue una racha fría.
La cosecha de trigo de 2008 terminada últimamente en Australia, que representa la mayor parte de la producción anual de cereales, se estima oficialmente en cerca de 20 millones de toneladas, una recuperación positiva después de los niveles reducidos a causa de la sequía de los dos años anteriores. Sin embargo, la recolección se vio obstaculizada en algunas partes por unas lluvias fuera de tiempo, que dejaron algunos cultivos casi maduros en condiciones húmedas durante demasiado tiempo, con detrimento de la calidad en algunos casos. Con respecto a los cereales de verano para la cosecha de 2009, se señala que la superficie total plantada con sorgo (el cultivo principal) disminuyó cerca de un 4 por ciento en comparación con el año anterior, ya que en el sur de Queensland y el norte de Nueva Gales del Sur había menos terrenos baldíos disponibles para cultivos de verano, como consecuencia de haberse dedicado una superficie mayor a los cultivos de invierno. Suponiendo un retorno a rendimientos medios después de los niveles máximos alcanzados en la campaña 2007/08, se pronostica que la producción de sorgo en 2008-09 disminuirá a poco menos de 2 millones de toneladas.
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