Exámenes regionales

África

África del Norte

La recolección de las cosechas de cereales secundarios y arroz de verano de 2006 está casi terminada, a la vez que ha comenzado la siembra del trigo y los cereales secundarios de invierno de 2007. La producción total de trigo, el cultivo principal de la subregión, se estima para 2006 en 18,7 millones de toneladas, cerca de un 22 por ciento más que el nivel reducido por la sequía del año anterior. En Egipto, el mayor productor de la subregión, la producción de trigo se estima en 8,3 millones de toneladas, volumen superior al de la excelente cosecha ya obtenida en 2005. En Marruecos, la producción de trigo se estima oficialmente en un nivel récord de 6,3 millones de toneladas, cerca de un 50 por ciento más que la media de los últimos cinco años y el doble de la cosecha afectada por la sequía de 2005. Ello refleja, además de unas condiciones atmosféricas excepcionalmente favorables, la política del gobierno orientada a alentar las inversiones en la agricultura, aumentando sobre todo las subvenciones a los agricultores para que intensifiquen la mecanización y el uso de semillas de alta calidad. En Túnez, en cambio, las precipitaciones inferiores a lo normal y mal distribuidas en marzo y abril afectaron gravemente a los rendimientos de los cultivos de trigo y cebada de invierno.

La producción total de cereales secundarios de la subregión de 2006 (de invierno y primavera) se estima provisionalmente en 12,4 millones de toneladas, un 6 por ciento más que el año pasado. Ello se debe a una recuperación de la producción de la cebada de invierno, estimada en 4,5 millones de toneladas, un 56 por ciento más que la cosecha afectada por la sequía de 2005, y a una merma del 11 por ciento de la producción del maíz de primavera (principalmente en Egipto) con respecto a la excelente cosecha del año pasado.

África occidental

En el África occidental, la cosecha de los cereales de 2006 ha terminado en el Sahel, mientras que en los países costeros del Golfo de Guinea se están recogiendo las cosechas de cereales de la segunda temporada. Se prevé una buena producción total de cereales de 2006. En los países sahelianos, tras las lluvias irregulares inferiores a la media recibidas hasta fines de junio, que obligaron a resembrar en la mayoría de las regiones, las precipitaciones mejoraron notablemente a partir de julio y fueron regulares y bien distribuidas hasta octubre. En octubre y noviembre de 2006, unas misiones conjuntas CILSS/FewsNet de evaluación de cultivos enviadas a los nueve países miembros del CILSS estimaron provisionalmente la producción total de cereales en el Sahel en alrededor de 15 millones de toneladas, principalmente mijo y sorgo (véase la Figura 4), volumen ligeramente superior a la producción excelente del año pasado y superior en un 19 por ciento a la media de los últimos cinco años.

Ello representa la segunda cosecha récord consecutiva tras una considerable mengua de la producción de cereales y pastizales registrada en 2004 que redujo los suministros de alimentos llevando sus precios a niveles excepcionalmente altos, con graves efectos en los activos e ingresos de los hogares. Se estiman cosechas sin precedentes en el Níger, Burkina-Faso y Malí, los mayores productores de la subregión (véase la Figura 5), así como en el Chad, Gambia y Guinea-Bissau, mientras que en Mauritania y Cabo Verde se prevén una producciones superior a la media. Sólo en el Senegal se prevé una producción de cereales en torno a la media, debida principalmente a un suministro insuficiente de insumos.

En los países costeros del Golfo de Guinea las perspectivas para las cosechas de cereales secundarios de la segunda temporada de 2006 son en general buenas. En Nigeria, el mayor país productor, se prevé una excelente producción de alimentos (véase el recuadro). Según los pronósticos oficiales, la producción de cereales de 2006 (temporada principal y segunda temporada) superará en casi un 8 por ciento a la de 2005, situándose en alrededor de 28 millones de toneladas, incluidos alrededor de 4 millones de toneladas de arroz. La producción de yuca se pronostica en alrededor de 45,7 millones de toneladas, o sea un 10 por ciento más que el nivel del año pasado. Este resultado satisfactorio se debe a diversos factores, entre ellos las condiciones atmosféricas excepcionalmente favorables de este año, las subvenciones concedidas por el gobierno a los agricultores para el aumento de la mecanización y una mayor utilización de semillas de alta calidad y fertilizantes, y a la constante demanda de cereales del sector agroindustrial en los últimos años. Otras zonas de la subregión también experimentaron condiciones agroclimáticas favorables y se espera que la producción sea de nivel medio en la mayoría de los países, incluidos Benín, Côte d'Ivoire, Ghana, Guinea y Liberia.

 

Como consecuencia de dos buenas cosechas consecutivas obtenidas en el África occidental, en 2007 se prevé una situación satisfactoria en materia de suministros alimentarios. Los precios de los cereales han estado bajando desde el comienzo de las cosechas y se prevé que continúen su tendencia descendente a medida que vayan llegando más cereales a los mercados. Según los informes, las existencias de diversos productos básicos no vendidos se han traspasado a la nueva campaña. Con objeto de sostener los precios al productor, los gobiernos de la subregión están alentando la reposición de las reservas nacionales agotadas por las distribuciones de alimentos de socorro o las ventas subvencionadas efectuadas durante la crisis alimentaria de 2005. Para los programas actuales de ayuda alimentaria, se insta a los donantes a que en la medida de lo posible efectúen compras locales y transacciones triangulares de cereales secundarios, principalmente en Nigeria, Burkina-Faso, Malí, el Níger y el Chad.

Se prevé que en general el acceso a los alimentos será suficiente durante 2007 a causa de los precios estables y relativamente bajos. Sin embargo, en algunas zonas localizadas de los países sahelianos, en los que los rendimientos se vieron gravemente reducidos por el retraso de las lluvias o por las inundaciones, las poblaciones pueden correr el riesgo de que escaseen los alimentos y necesiten asistencia. Los problemas de mercadeo en los sectores del anacardo y el maní, las principales fuentes de ingresos en efectivo para las familias rurales de Guinea-Bissau y el Senegal, respectivamente, continuarán también afectando negativamente a la seguridad alimentaria en dichos países, a menos que se adopten medidas adecuadas.

Una excelente cosecha de cultivos alimentarios y precios de maíz a la baja en Nigeria septentrional

Aunque Nigeria no suele experimentar graves crisis alimentarias, la posición del país en el África occidental hace que todo lo que pase en su sector agrícola afecte directamente a la situación de la seguridad alimentaria de otros países. Una misión FAO/CILSS /FEWSNet visitó Nigeria septentrional desde el 23 de octubre hasta el 4 de noviembre con objeto de examinar los resultados de la producción de cultivos alimentarios de 2006 y evaluar la situación del suministro de alimentos y sus consecuencias para la seguridad alimentaria en los países sahelianos vecinos.

En la producción agrícola de Nigeria influyen decisivamente, además de los factores agrofísicos, una serie de otros factores como las medidas de intervención adoptadas por los Gobiernos Federal y Estatal, ya sean en forma de subvenciones a los insumos básicos como en restricciones a las importaciones, y la demanda de cereales para los sectores avícola y cervecero, que en los últimos años ha sostenido el crecimiento de la producción de cereales secundarios.

Durante la campaña agrícola de 2006, las condiciones atmosféricas fueron en general favorables para el desarrollo de los cultivos. Aunque entre mayo y junio se produjo una racha seca que afectó a las plantaciones tempranas, a partir de julio las precipitaciones mejoraron significativamente y se mantuvieron regulares y bien distribuidas hasta octubre. Más aún, este año los efectos de las plagas y enfermedades en los rendimientos de los cultivos no fueron importantes.

La productividad cerealera es generalmente baja en Nigeria debido a un insuficiente suministro de fertilizantes y semillas mejoradas, así como al hecho de que el suministro y la distribución de insumos agrícolas no llegan en el momento oportuno. La producción de este año se vio sostenida por los esfuerzos redoblados realizados por los Gobiernos tanto Federal como Estatal para poner a disposición de los agricultores fertilizantes a tasas subvencionadas.

Como consecuencia de estos hechos positivos se prevé para este año una excelente cosecha de cereales. En base a los datos procedentes de fuentes gubernamentales, la producción de 2006 se estima provisionalmente en alrededor de 28 millones de toneladas de cereales, incluidos unos 4 millones de toneladas de arroz. La producción de yuca, otro de los principales alimentos básicos del país, se estima en un nivel satisfactorio de 45,7 millones de toneladas.

En Nigeria, sin embargo, la incidencia de la gripe aviar durante 2006 ha tenido efectos devastadores en la industria avícola, que se han manifestado en un drástico descenso de la demanda de productos avícolas y en la consiguiente disminución de la demanda de maíz, que normalmente constituye el 80 por ciento de los piensos destinados a las aves de corral.
Como todavía se encuentran en mercado las existencias de cereales del año pasado, se ha suscitado una grave preocupación acerca de las repercusiones que pudiera tener dicha abundancia de suministros en los precios de los cereales. Es probable que en la próxima
campaña la continua baja de los precios se traduzca en una reducción de la superficie plantada con maíz, ya que los agricultores prefieren sembrar otros cultivos más rentables.

Para la campaña comercial 2006/07 (noviembre/octubre en el Sahel y enero/diciembre en los países costeros), se prevé una situación satisfactoria en materia de suministro de alimentos en
el África occidental, gracias a las buenas cosechas obtenidas en el Sahel y en los países costeros del Golfo de Guinea, incluida Nigeria. Pero la misión expresó preocupación por el problema de la inestabilidad de los precios, que si no se aborda adecuadamente podría disminuir significativamente la producción cerealera en la próxima campaña, y determinar una restricción
de los suministros de alimentos en la siguiente campaña comercial. Para estabilizar los precios del maíz urge que se adopten medidas orientadas a revitalizar la industria avícola.

Cuadro 7. Producción de cereales de África ( millones de toneladas)

África Central

En el Camerún y la República Centroafricana, la recolección de la segunda cosecha de maíz de 2006 está a punto de comenzar, y las perspectivas son favorables debido a las lluvias copiosas y generalizadas recibidas durante toda la campaña agrícola. La cosecha de la primera temporada fue buena y la producción total de 2006 se pronostica en torno a niveles medios. En la República Centroafricana, sin embargo, la recuperación agrícola y la seguridad alimentaria continúan viéndose impedidas por la persistente inseguridad y una insuficiente disponibilidad de insumos agrícolas, principalmente en las partes septentrionales.

África oriental

En el África oriental, la recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2006 ha comenzado en las partes septentrionales, mientras que en las partes meridionales está en curso la siembra de los cultivos de la temporada secundaria. Según se prevé, la producción total de 2006 de la subregión aumentará con respecto al año anterior, como consecuencia principalmente de las lluvias, relativamente abundantes y bien distribuidas en las principales regiones productoras. Sin embargo, las precipitaciones excepcionalmente intensas caídas desde agosto hasta finales de noviembre han causado inundaciones generalizadas en la parte sudoriental de Etiopía, el sur de Somalia y el nordeste de Kenya, causando pérdidas de vidas y propiedades y daños a los cultivos y al ganado. Se estima que 1,5-1,8 de personas han sido afectadas en los tres países. Para el resto del año se pronostican condiciones atmosféricas más húmedas de lo normal en el África oriental ecuatorial.

Las precipitaciones caídas entre septiembre y diciembre difieren en cuanto a sus efectos e importancia según los distintos lugares de la subregión. En las partes centrales y septentrionales de Etiopía, Eritrea y el Sudán, por ejemplo, aportan la humedad necesaria para la maduración
de los cultivos, mientras que en algunas partes de Uganda, Kenya y Somalia constituyen el período vegetativo de menor importancia. En el centrosur de Tanzanía, esas lluvias marcan el comienzo de la larga estación de lluvias unimodales. En las zonas ganaderas del norte de Kenya y Somalia, y en las partes orientales y sudorientales de Etiopía son fundamentales para la reposición de los recursos hídricos y la regeneración de los pastizales. En las zonas ganaderas
de la región, las grandes inundaciones sucedieron a la sequía a comienzos del año que provocó una grave escasez de alimentos y la migración de miles de personas.

En Eritrea, ha comenzado la recolección de los cereales de la temporada principal “Kiremti” de 2006. Las imágenes tomadas desde el satélite indican que las precipitaciones caídas en septiembre fueron ligeramente superiores a la media mientras que las de octubre fueron inferiores a la media. Sin embargo, las imágenes INDV apuntan a una mejora de las condiciones de los cultivos con respecto a la situación del año pasado tanto en las zonas de agricultura tradicional como en las mecanizadas. Al parecer, las condiciones de las principales zonas pastorales son también superiores a la media. Según fuentes oficiales, la producción total de cereales de 2006 podría superar en alrededor de un 20 por ciento la media de los últimos cinco años. En Etiopía, está a punto de comenzar la recolección de la cosecha principal de cereales “meher” de 2006. En general, las perspectivas son favorables gracias a unas buenas lluvias recibidas durante el período vegetativo en las principales zonas productoras.
Sin embargo, las imágenes de satélite correspondientes a octubre han indicado condiciones más bien variadas en los distintos lugares, con un perfil de precipitaciones acumulativas inferior a la media en el altiplano centroseptentrional, en las regiones de Arsi-Bale y centromeridionales, y en la parte septentrional extrema del país; un perfil medio en la región centromeridional; y superior
a la media en la meseta húmeda del oeste. Además, unas lluvias excepcionalmente intensas caídas en octubre y noviembre han provocado pérdidas de vidas y daños localizados a los bienes y propiedades, particularmente en la región sudoriental, principalmente en las zonas bajas ganaderas. Las estimaciones oficiales indican que aproximadamente 350 000 personas de la región somalí han resultado afectadas por las inundaciones. Por el contrario, en la región de Afar, la principal estación de las lluvias (karma) ha rendido en general mejor que en los últimos años, con efectos positivos en la seguridad alimentaria. La situación del ganado se ha recuperado en general de los efectos de las sequías anteriores, y la producción lechera ha mejorado considerablemente. Una misión conjunta PMA/FAO de evaluación de cultivos y suministros de alimentos está ahora en el país evaluando los resultados de la cosecha de la temporada principal de este año y las perspectivas para 2007 en lo que se refiere al suministro de alimentos.
En Kenya, se ha terminado de recoger la cosecha principal de cereales de “lluvias largas” de 2006 en las principales zonas productoras del Valle del Rift y en las provincias Occidental y Nyanza.
El pronóstico revisado por el Ministerio de Agricultura y Fomento Ganadero relativo a la cosecha de maíz de lluvias largas de este año se cifra en 2,5 millones de toneladas, alrededor de un 15 por ciento más que la media. Normalmente, la campaña agrícola de lluvias largas representa el
80 por ciento de la producción total anual de cereales. Los precios al por mayor han comenzado
a bajar con la llegada de los nuevos suministros de maíz a los mercados.
Además, la intensificación del comercio transfronterizo con Tanzanía y Uganda ha sostenido la baja de los precios. Las lluvias largas de 2006 (marzo-junio) y las operaciones de urgencia han constituido un socorro considerable para las zonas ganaderas afectadas por la sequía de principios del año, y evitado una catástrofe humanitaria mayúscula. En las zonas ganaderas y agrícolas marginales del país se registran mejoras en las tasas de malnutrición infantil.
El número de los beneficiarios de la ayuda alimentaria de urgencia se ha reducido de 3,1 a 2,4 millones. Sin embargo, como el conflicto en el vecino país de Somalia tiende a agudizarse, se ha formulado últimamente un llamamiento conjunto de las Naciones Unidas para seis meses de asistencia destinada a la afluencia de nuevos refugiados en Kenya. Para finales de octubre, el número de somalíes que habían huido a Kenya desde el comienzo de 2006 se estimaba en 35 000, llevando el número total de refugiados que viven en los tres campamentos de refugiados de Dadaab a 160 000. En total, el PMA necesita 19,2 millones de dólares EE.UU. para prestar asistencia alimentaria durante seis meses a un número de hasta 315 000 refugiados que viven en los campamentos tanto de Dadaab como de Kakuma. Además, las intensas lluvias e inundaciones registradas en las últimas semanas han afectado a unas 500 000 personas y provocado el desplazamiento de una gran parte de la población, incluidos 100 000 de los 160 000 refugiados del campamento de Dadaab. En Somalia, las recientes lluvias intensas de la temporada secundaria “deyr” provocaron grandes inundaciones en las partes meridionales de los valles de Juba y de Shabelle, que causaron la muerte de 80 personas, el desplazamiento de numerosas personas, y daños a la infraestructura, los cultivos y el ganado.
En general, se estima que resultaron afectados por las inundaciones entre 900 000 y 1 millón
de personas, pero los caminos intransitables por las lluvias intensas impiden las distribuciones de la asistencia de urgencia. El centro meteorológico ICPAC pronostica que el fenómeno de El Niño continuará, con características neutrales o moderadas, en el Cuerno de África durante el resto de 2006 lo que podría provocar más lluvias intensas. En otras partes, las lluvias “karan” caídas durante agosto y septiembre en el noroeste fueron también entre normales y superiores a lo normal en la mayor parte de la región. En cambio, las lluvias estacionales costeras “hays” recibidas en las zonas nordorientales fueron escasas. La Dependencia de Evaluación de la Seguridad Alimentaria (FSAU) estima la producción de la cosecha de cereales de la temporada principal “gu” recogida últimamente en alrededor de 169 400 toneladas, alrededor de un 25 por ciento menos que la buena cosecha del año pasado y un 8 por ciento por debajo de la media posterior a la guerra (1995-2002).

La intensificación de la inseguridad y de las tensiones en el país se ha traducido también en una situación de seguridad alimentaria alarmante, que se caracteriza sobre todo por las continuas interrupciones de las distribuciones de los alimentos de socorro en algunas zonas.
En los últimos meses ha habido un aumento considerable de los desplazamientos de la población tanto dentro como fuera de Somalia. De propagarse ulteriormente el conflicto, las repercusiones en la crisis humanitaria serían graves y el número de personas necesitadas de asistencia humanitaria podría aumentar significativamente. Para obtener ulteriores informaciones y análisis, véase el sitio web: www.fsausomali.org.
En el Sudán, una misión conjunta PMA/FAO de evaluación de cultivos y suministros de alimentos enviada últimamente al Sudán meridional pronosticó que la cosecha de cereales de 2006 sería
en general mejor que la del año anterior gracias a unas precipitaciones satisfactorias y al mejoramiento de las condiciones de seguridad. Sin embargo, a pesar de una situación de suministros de alimentos mejorada, se sigue necesitando asistencia alimentaria ya que la fragmentación de las regiones y la falta de rutas comerciales normales excluyen el transporte fácil de productos alimenticios desde las zonas excedentarias a las deficitarias.
En el Sudán central y septentrional, recién se han comenzado a recoger las cosechas de cereales de la temporada principal de 2006. A pesar de las inundaciones y de la inseguridad reinante en algunas partes, las perspectivas para la cosecha han mejorado en general gracias a las buenas lluvias recibidas y al aumento de la superficie cultivada. Una misión conjunta PMA/FAO de evaluación de cultivos y suministros de alimentos se encuentra en el Sudán septentrional para evaluar los resultados de la cosecha de la temporada principal de este año y las perspectivas para el suministro de alimentos en la campaña comercial 2006/07 (noviembre/octubre).
En la República Unida de Tanzanía, se han comenzado a sembrar en las zonas septentrionales bimodales los cultivos de la temporada corta “vuli” de 2006/07. En general, la situación del suministro de alimentos es satisfactoria. Por intermedio de la Reserva Estratégica de Granos el Gobierno ha establecido un objetivo de compras locales de más de 50 000 toneladas de maíz. Pese a la prohibición de las exportaciones impuestas por el Gobierno de la República Unida de Tanzanía, continuó el comercio transfronterizo de productos agrícolas entre Kenya y Tanzanía.
En septiembre, se exportó un total de 15 000 toneladas de maíz de la República Unida de Tanzanía a Kenya, en comparación con las 9 000 toneladas exportadas en agosto.
En el momento culminante del período de la cosecha en Kenya (octubre) las importaciones procedentes de la República Unida de Tanzanía disminuyeron a sólo 1 400 toneladas.
En Uganda, las perspectivas para las cosechas de la segunda temporada de 2006, que se recogerán a partir de enero, son generalmente favorables. Las características actuales, entre neutrales y moderadas, del fenómeno de El Niño manifestado en septiembre predominarán, según los pronósticos, por lo menos hasta fin de año, lo cual podría dar lugar a unas precipitaciones benéficas superiores a la media en todo el país. Ahora bien, si la estación húmeda se extendiera hasta los meses normalmente secos de enero o febrero de 2007, podría resultar problemático para la maduración de los cultivos, la cosecha y el almacenamiento posterior a la cosecha.
Un exceso de precipitaciones podría también causar ulteriores inundaciones y desprendimientos. Ya se ha señalado que cientos de personas han quedado sin vivienda debido a las inundaciones registradas en el nordeste de Uganda.

África austral

La campaña agrícola 2006/07 ya ha comenzado, habiéndose registrado lluvias intensas en octubre y noviembre en el sudoeste de Angola, el norte de Namibia y en algunas partes de Botswana, Sudáfrica, Lesotho y Swazilandia. En cambio, hasta mediados de noviembre las otras zonas de la subregión, especialmente las partes septentrionales, se mantuvieron en general secas, lo cual retrasó las operaciones de siembra. Aunque todavía es demasiado temprano para pronosticar la extensión de la superficie plantada este año en la subregión, una encuesta sobre las intenciones de siembra de los agricultores indica que, bajo el estímulo de los altos precios actuales, en Sudáfrica la superficie de maíz podría ampliarse respecto al nivel reducido del año pasado en alrededor de 1,2 millones de hectáreas a aproximadamente 2,8 millones de hectáreas.

La recolección de la cosecha de trigo de 2006 de la subregión, producida principalmente en Sudáfrica, está muy avanzada y podría completarse para finales de noviembre o principios de diciembre. La producción se estima provisionalmente en 2,5 millones de toneladas, alrededor de un 14 por ciento más que la de 2005. El total incluye 2,2 millones de toneladas de Sudáfrica, 135 000 toneladas de Zimbabwe y 93 000 toneladas de Zambia. Las cosechas de invierno, principalmente trigo, ascienden a alrededor de un 12 por ciento de la producción total anual de cereales en la subregión. La estimación de la cosecha total de maíz en 2006, que se recogió a comienzos del año, se ha revisado a 14,3 millones de toneladas, o sea alrededor de un 16 por ciento menos que en 2005. Sin embargo, prácticamente toda la disminución registrada a nivel subregional se atribuye a Sudáfrica, donde la producción disminuyó en alrededor de un 44 por ciento, situándose en apenas 6,6 millones de toneladas, como consecuencia de una reducción
de la superficie plantada a causa de los precios bajos y la abundancia de existencias remanentes de maíz. Una situación completamente diferente se verificó en la mayoría de los otros países, en los que se recogieron cosechas excelentes, muy superiores a los niveles del año anterior, gracias a las condiciones atmosféricas favorables imperantes durante el período vegetativo y a las distribuciones de fertilizantes subvencionados en algunos países (por ejemplo en Malawi y Zambia). En Zimbabwe, la producción aumentó espectacularmente con respecto a la producción afectada por la sequía y limitada económicamente del año anterior, pero se mantuvo muy por debajo de la media anterior a la crisis y en un nivel inferior a las necesidades. En otras partes,
se estima que en Angola la producción de cereales (principalmente maíz) ha descendido en un
23 por ciento debido a las lluvias irregulares y a las rachas secas prolongadas registradas en las provincias centrales y sudoccidentales. En Madagascar, la producción de maíz en el sur también disminuyó este año en comparación con 2005 debido a la sequía. En cambio, la producción de arroz cáscara, con mucho el cultivo más importante de la isla, aumentó con respecto al nivel superior a la media de 2005. En Lesotho y Swazilandia, la producción total de cereales fue inferior a la media, índice de la disminución estructural que caracteriza en general al sector.

Como resultado de las estimaciones más recientes de la producción de los países de la subregión, la necesidad total de importaciones de cereales para la campaña comercial 2006/07 (abril/marzo, en la mayoría de los casos) se ha revisado a la baja a 6,3 millones de toneladas, alrededor de un 13 por ciento menos que el año anterior. Si se excluye Sudáfrica, la disminución de las necesidades totales de importación de cereales de la subregión es más pronunciada, de 5 millones de toneladas de importaciones efectivas en 2005/06 a una necesidad estimada en alrededor de 3,8 millones de toneladas en 2006/07. Las necesidades de ayuda alimentaria en 2006/07, estimadas en alrededor de 547 000 toneladas, disminuirían con respecto a la media anual de la ayuda alimentaria de los 5 años anteriores, calculada en alrededor de 709 000 toneladas.

Cuadro 8: Necesidades de importaciones en 2006/07*
y situación actual de las importaciones al 16/11/2006 en África austral, excluidos Sudáfrica y Mauricio

En la mayoría de los países deficitarios, los precios actuales del maíz son mucho más bajos que los de hace un año cuando los alimentos escasearon de forma generalizada. Por ejemplo, a principios de noviembre de 2006 los precios del maíz blanco al por mayor estuvieron, en los mercados de la capital de Zambia y Mozambique, en 184 dólares EE.UU. y 212 dólares EE.UU.
por tonelada, respectivamente, frente a 243 dólares EE.UU. y 261 dólares EE.UU. por tonelada registrados, respectivamente, hace un año. Los precios han ido bajando constantemente desde alrededor de 354 dólares EE.UU. y 390 dólares EE.UU. por tonelada, respectivamente, durante el período álgido de la “estación del hambre” en febrero de 2006.
A la inversa, en Sudáfrica, los precios actuales del maíz expresados en dólares son más altos que los del año pasado, debido a una mengua de la cosecha de 2006 y a la disminución de los suministros de maíz.
De conformidad con la tendencia internacional, el precio SAFEX ha ido aumentando constantemente desde septiembre de 2005. Es probable que este aumento continúe durante el período de carestía hasta la llegada de la nueva cosecha en abril de 2007.
Las variaciones de los precios del maíz, expresados en moneda local, han sido un poco más pronunciadas en comparación con las registradas en los precios expresados en dólares, como consecuencia del debilitamiento del Rand, en Sudáfrica, pero menos marcadas en Zambia debido al fortalecimiento del Kwacha frente al dólar estadounidense. En Mozambique, la variación en los precios en Metical refleja más o menos las variaciones de los precios expresados en dólares EE.UU., debido principalmente a la relativa estabilidad de dicha moneda durante este período.

En general, el suministro de alimentos en la región es bastante favorable en la presente campaña comercial. En Sudáfrica, el principal exportador de la subregión, los suministros de maíz blanco (destinado al consumo humano) se estiman en 6,3 millones de toneladas, frente a una utilización interna de 4,3 millones de toneladas, con lo que queda un excedente de 2 millones de toneladas. Suponiendo el nivel de las reservas estratégicas en alrededor de 600 000 toneladas, el posible excedente exportable de maíz blanco de Sudáfrica probablemente se sitúe en torno a 1,4 millones de toneladas. Además, se estima que existen cantidades considerables de suministros exportables en Malawi (entre 200 000 y 350 000 toneladas), Zambia (entre 180 000 y 280 000 toneladas) y Mozambique (entre 150 000 y 250 000 toneladas), además de las 100 000 toneladas, aproximadamente, destinadas a la reposición de las existencias en cada uno de estos tres países. Por consiguiente, los excedentes regionales totales son más que suficientes para cubrir las necesidades de importaciones comerciales de los otros países de la subregión, deficitarios en maíz, estimadas en alrededor de 1,3 millones de toneladas.
Además, hay cantidades significativas disponibles para las compras locales y regionales de
ayuda alimentaria para distribuir en la región.

ÁFRICA: Países en crisis que requieren asistencia exterior
y causas principales (24)

Asia

Lejano Oriente

La recolección de los cereales secundarios de 2006 está terminada o a punto de terminar. Teniendo en cuenta las informaciones recientes, la producción total de maíz se pronostica en 191,3 millones de toneladas, aproximadamente 3 millones de toneladas más que en 2005. La recolección de la cosecha secundaria del trigo de primavera y verano de 2006 se acaba de completar, mientras que la cosecha principal de invierno se ha recogido hace unos meses. La producción total de trigo de la subregión se estima en 198,1 millones de toneladas, 6,7 millones de toneladas más que la producción sin precedentes del año pasado. La mayor parte del crecimiento de la producción tanto del trigo como del maíz proviene de China. Si se excluye este país, las producciones totales de maíz y trigo de la subregión en 2006 se mantienen sin modificaciones respecto de los buenos niveles alcanzados en 2005. La recolección de las cosechas principales de arroz de 2006 está muy avanzada. La producción total del arroz cáscara de 2006 se pronostica en 564,7 millones de toneladas, revisada a la baja en 5,5 millones de toneladas con respecto al pronóstico anterior. El ajuste se debe principalmente a las variaciones aplicadas a la India con objeto de recoger las estimaciones oficiales recientes. En este nivel, la producción de trigo de la subregión es sólo marginalmente inferior a la producción récord del año pasado, y superior en alrededor de un 5 por ciento a la media quinquenal.

En algunos países del hemisferio norte, como la China, el Pakistán, el Irán y el Iraq, se han comenzado a sembrar las cosechas de trigo de 2007, con perspectivas iniciales variadas.

En China (Continental), se han terminado de recoger las cosechas del arroz tardío, y del trigo y el maíz de primavera. La producción total estimada para el arroz de 2006 se ha revisado a la baja a cerca de 180, 7 millones de toneladas, debido a los efectos de la sequía en las provincias de Sichuan, Chongqing y Hubei. En este nivel, la producción se mantiene casi inalterada respecto a la cosecha del año pasado. La producción total de trigo de 2006 se estima en 103 millones de toneladas (97,8 millones de toneladas de trigo de invierno y 5,16 millones de toneladas de trigo de primavera), alrededor de un 6 por ciento más que en 2005. La producción de maíz de 2006 se estima en 142 millones de toneladas, 2,6 millones de toneladas más que el año pasado y 17,8 millones de toneladas más que la media quinquenal.
En general, se estima que la producción de cereales de 2006 de China aumentará en alrededor de un 2 por ciento con respecto al año pasado. Como consecuencia, en 2007 el país será un exportador neto de cereales, mientras se prevé un aumento de las existencias finales en 2006/07. La siembra del trigo de invierno de 2007 está terminada. Hasta ahora las condiciones atmosféricas registradas en las principales provincias productoras de Heber, Henna y Shandong han sido algo desfavorables para el establecimiento de los cultivos, habiéndose registrado condiciones calurosas y secas no estacionales. También es desfavorable al mismo tiempo la rentabilidad del trigo en comparación con el algodón.
En India, teniendo en cuenta los informes oficiales, el pronóstico relativo a la producción arrocera de 2006 se ha revisado a la baja en 5 millones de toneladas con respecto al informe de octubre, situándose en 135 millones de toneladas, y la producción total de cereales de 2006 sería marginalmente inferior al buen nivel del año pasado. Con la llegada al país de alrededor de 6 millones de toneladas de importaciones de trigo, o sea la mitad de la cantidad contratada, la situación del suministro y de las reservas está mejorando. Ha comenzado la siembra del trigo de la temporada Rabi de 2007. Con objeto de alentar la producción, el gobierno aumentó el precio mínimo de sostenimiento del trigo en 1 000 rupias (22 dólares) por tonelada y, según los informes, la superficie cultivada con trigo ha aumentado en todos los estados.

La recolección de la cosecha principal de arroz de 2006 comenzó en Tailandia en octubre y la producción total se pronostica en 29,7 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al nivel sin precedentes de 30 millones de toneladas del año pasado. El pronóstico relativo a las exportaciones arroceras de 2006 se mantiene en 7,5 millones de toneladas, mientras que las de 2007 deberían de aumentar a 8,8 millones de toneladas en respuesta a la reciente disminución de los precios de intervención del Gobierno que debería aumentar la competitividad del arroz tailandés en el mercado mundial. La producción arrocera de Viet Nam para 2006 se pronostica en 36,2 millones de toneladas, volumen muy similar a la producción sin precedentes de 2004, a pesar de las pérdidas de cosechas registradas como consecuencia de una reciente infestación de plagas en el sur del país. El Gobierno ha suspendido las exportaciones hasta enero de 2007 para garantizar la existencia de suministros internos suficientes. Viet Nam, el segundo exportador mundial de arroz después de Tailandia, exportó aproximadamente 4,4 millones de toneladas de arroz en los primeros diez meses de este año.
En el Pakistán, la producción arrocera de 2006 se ha revisado al alza a un nivel récord de 8,4 millones de toneladas, debido a una mejor disponibilidad de agua, y las exportaciones en 2007
se pronostican en 3,5 millones de toneladas. Análogamente, se esperan producciones récord de arroz y maíz en Filipinas debido a las condiciones atmosféricas favorables registradas en 2006.

Cuadro 9. Producción de cereales en Asia (millones de toneladas)

A pesar de la producción de cereales sin precedentes obtenida en la subregión, a nivel nacional o subnacional persisten las dificultades alimentarias. Las intensas lluvias monzónicas y una temporada de violentos tifones registrados entre agosto y octubre causaron inundaciones y derrumbes en muchos países. Las intensas lluvias e inundaciones registradas en el sudoeste de Bangladesh (distrito de Jessore, Satkhira y Khulna) dejaron sin vivienda a miles de familias que fueron trasladadas a refugios provisionales. Se señala que los cultivos y los camarones resultaron gravemente perjudicados en esas zonas.

En el Pakistán, las lluvias monzónicas comenzaron antes y duraron más de lo habitual, provocando inundaciones que causaron la muerte de cientos de personas, la destrucción de propiedades, cultivos, y ganado, así como las reservas de alimentos de las familias. Análogamente, en muchas partes de la India las lluvias monzónicas anuales activaron inundaciones que provocaron la pérdida de vidas humanas, el desplazamiento de millones de personas y daños al ganado y a grandes extensiones de cultivos.

En Tailandia, las peores inundaciones registradas desde 1995 afectaron gravemente a alrededor de 47 de las 76 provincias del país. Filipinas, Sri Lanka y China también han resultado gravemente afectadas por las inundaciones de este año.

En el Nepal, la cosecha de arroz de 2006 que se está recogiendo se pronostica menor en un 10 a 15 por ciento que la de 2005. Según las estimaciones, la cosecha de maíz recogida hasta septiembre ha disminuido con respecto al año pasado como consecuencia de la sequía, las inundaciones y los desprendimientos registrados durante la campaña agrícola del verano. Se señala que en algunas zonas, como el sudoeste de Dolpa y las partes meridionales de Siraha y Saptari, están atravesando una grave situación de crisis alimentaria. El número total de personas que se estiman en riesgo de inseguridad alimentaria es de casi 900 000.
Sin embargo, una nota positiva es el reciente acuerdo de paz firmado entre las partes opuestas que debería poner fin a un conflicto decenal que se ha cobrado por lo menos 12 500 vidas y ha dado lugar a una inseguridad alimentaria generalizada.

En Timor-Leste, la situación de emergencia alimentaria sigue siendo importante, pero ha mejorado al afianzarse la situación de seguridad gracias al incremento de los agentes policiales de las Naciones Unidas.

En Sri Lanka, a pesar de una cosecha récord de cereales obtenida en 2006, cientos de miles de personas del norte y el este no tienen acceso a los alimentos debido a las continuas hostilidades registradas en el país. Según los informes, aproximadamente 130 000 personas desplazadas han quedado al margen de las distribuciones de la ayuda internacional. En total, hay en el país aproximadamente entre 600 000 y 800 000 PDI debido a los disturbios civiles y al tsunami registrado en diciembre de 2004.

En la República Popular Democrática de Corea, la recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2006 terminó en octubre. Según las estimaciones, la producción de cereales de 2006 es menor que la del año anterior, debido a las inundaciones registradas en julio y octubre en algunas partes del país. Se prevé que la necesidad total de importaciones de cereales en 2006/07, incluidas las importaciones comerciales y la ayuda alimentaria, sea de por lo menos 1 millón de toneladas. Una misión conjunta de las Naciones Unidas (FAO/UNICEF/PNUD) de evaluación de la seguridad alimentaria visitó Mongolia del 2 al 18 de octubre. La cosecha de trigo de 2006, recogida en octubre y noviembre, se estima en aproximadamente 130 000 toneladas, es decir el doble de la cosecha afectada por la sequía del año pasado. Sin embargo, el consumo de trigo, el principal alimento básico del país, depende de las importaciones comerciales y de la ayuda alimentaria y las necesidades de importaciones para 2006/07 se estiman en 275 000 toneladas. Aunque los suministros de trigo de las fuentes internas y de importación se mantienen estables, el suministro de carne se ha restringido y los precios del mercado han ido subiendo rápidamente en los últimos años debido a los prolongados efectos de los rigurosos inviernos y sequías que han persistido entre 1999 y 2002 (véase Nota especial).

Cercano Oriente

En la mayoría de los países de la subregión ha comenzado o está a punto de comenzar la siembra de las cosechas de invierno de 2006/07, que continuará hasta fin de año en algunas partes. La mayoría de los países obtuvo cosechas de cereales entre medias y superiores a la media en el verano pasado gracias a unas condiciones de crecimiento favorables. En el Afganistán, sin embargo, la sequía diezmó casi enteramente los cereales de secano en algunas partes septentrionales y occidentales del país, y redujo significativamente los rendimientos del trigo de regadío. Ya se han señalado en algunas partes del país una grave escasez de alimentos y el desplazamiento de personas en busca de alimentos. El Gobierno ha formulado un llamamiento pidiendo ayuda externa. Además, lluvias excesivas e inundaciones en partes occidentales del país a finales de noviembre han afectado negativamente a 50 000 familias residentes a lo largo del río Murghab.

La CEI asiática

Las condiciones para la siembra de los cereales de invierno han sido favorables y se prevén superficies plantadas superiores a la media. Los cereales de invierno, sobre todo el trigo, son los cultivos más importantes de la subregión, si se exceptúa Kazajstán, donde la mayor parte de los cereales se siembra en primavera. La producción total de cereales de 2006 de la subregión se estima en más de 30 millones de toneladas, aproximadamente 2 millones de toneladas más que la de 2005. Este total incluye cerca de 25 millones de toneladas de trigo y 4,7 millones de toneladas de cereales secundarios (principalmente cebada y maíz). Kazajstán, el principal productor y exportador de la región, exportará aproximadamente 5,3 millones de toneladas de cereales durante la campaña comercial 2006/07.

Sin embargo, aunque la producción total de 2006 sea satisfactoria, algunos países de la región sufrieron una sequía localizada. En Armenia y Georgia los cereales y otros cultivos se vieron afectados al comienzo del verano. Debido a las tensiones que afectaron recientemente a las relaciones entre Georgia y la Federación de Rusia, es posible que el primero de estos países sufra una mayor inseguridad alimentaria al reducirse los niveles de las remesas, el comercio y los suministros de energía.

ASIA: Países en crisis que necesitan asistencia exterior
y causas principales (12)

América Latina y el Caribe

América Central y el Caribe

En México, la recolección de las principales cosechas del maíz y sorgo de secano de 2006 (verano) está muy avanzada y debería terminar para fin de año. La producción total de cereales secundarios del país en 2006 (cultivos plantados en otoño e invierno de 2005/06 y en primavera y verano de 2006) se pronostica en alrededor de 28,8 millones de toneladas, casi un 10 por ciento más que el año anterior como consecuencia del aumento de la superficie plantada. Las copiosas lluvias recibidas en agosto y septiembre contribuyeron a restablecer la humedad del suelo y mejorar los niveles de las reservas de agua en las zonas de regadío del noroeste, en las que está a punto de comenzar la siembra de la importante cosecha de trigo de invierno de 2006/07.

En los otros países centroamericanos y caribeños, la recolección de la cosecha de cereales y frijoles de la segunda temporada (“postrera”) de 2006 está actualmente en curso. La producción total de maíz (cosechas de la primera y segunda temporadas) se pronostica provisionalmente en un nivel ligeramente superior a la media, debido principalmente a las lluvias abundantes caídas durante julio y agosto, que resultaron beneficiosas para los rendimientos de los cultivos de la primera temporada. Sin embargo, las lluvias de la temporada “postrera” han sido menos intensas de lo normal y distribuidas en forma irregular en algunas zonas, como la parte central de Honduras, el oeste de Nicaragua y el noroeste de Costa Rica, lo que puede dar lugar a una revisión a la baja del pronóstico actual relativo a la producción total.
A pesar de unas perspectivas en general buenas, se prevé que la producción de maíz de 2006 en Honduras será alrededor de un 6 por ciento inferior a la media de los últimos cinco años como consecuencia de un período seco prolongado que afectó a algunas partes de los departamentos de Olancho, Francisco Morazán y El Paraíso durante la segunda mitad de la primera temporada.

En Nicaragua, se está preparando la tierra para la siembra de las cosechas de la tercera temporada (“apante”), pero los resultados son inciertos ya que existen algunas preocupaciones acerca de la humedad insuficiente. La temporada “apante” es la más importante para la producción de frijoles, ya que representa alrededor del 50 por ciento de la producción anual.

En Haití y la República Dominicana, está a punto de comenzar la recolección de las cosechas de arroz de la segunda temporada, y las perspectivas para la producción son buenas gracias a unas lluvias abundantes y bien distribuidas recibidas durante el período de huracanes apenas terminado.

La FAO estima la producción total de cereales de 2006 de la subregión en 38,5 millones de toneladas, alrededor de 2,9 millones de toneladas más que el año anterior y aproximadamente 1,7 millones de toneladas menos por debajo de la media de los últimos cinco años, debido principalmente a los buenos resultados obtenidos en México.

En Guatemala y El Salvador, se sigue entregando asistencia alimentaria internacional a las familias y comunidades rurales afectadas por el huracán “Stan” durante octubre de 2005. También se distribuye ayuda alimentaria en Nicaragua y Honduras a la población más vulnerable. En Haití, las lluvias torrenciales caídas al final de noviembre provocaron inundaciones en la región nordoccidental de Port-de-Paix, que también había resultado gravemente afectada por las inundaciones en 2005.

Cuadro 10. Producción de cereales en América Latina
y el Caribe ( millones de toneladas)

América del Sur

En América del Sur, la recolección de la cosecha de trigo de invierno de 2006 acaba de empezar en las principales zonas productoras de Argentina y Uruguay, mientras está muy avanzada en los estados centrales y meridionales del Brasil y en la parte oriental del Paraguay.
La producción total de trigo para la subregión se pronostica provisionalmente en 18,7 millones
de toneladas, el nivel más bajo desde 2002. Ello se debe principalmente al récord de nivel de producción más bajo obtenido en Brasil, donde la superficie plantada disminuyó de forma pronunciada a causa de la poca rentabilidad del trigo en los años pasados, y los rendimientos
se vieron perjudicados por la sequía registrada al comienzo de la campaña en los principales estados productores de Paraná, São Paulo y Mato Grosso do Sul, así como por las bajas temperaturas y heladas experimentadas a principios de septiembre. Los mismos factores han influido negativamente en la producción de los cultivos de cebada y avena de invierno. También se prevé una cosecha de trigo inferior a la media en Chile y el Paraguay, como consecuencia de la reducción de la superficie plantada a causa de los bajos precios internos y unas condiciones atmosféricas desfavorables durante el período de siembra.

En la Argentina, las precipitaciones recibidas oportunamente desde principios de octubre han restablecido la humedad del suelo en las principales zonas productoras del centro y el sur, con efectos positivos en los rendimientos y en las perspectivas para la producción tras la racha seca prolongada de agosto. Sin embargo, todavía se prevé una disminución de los rendimientos respecto al año pasado en los departamentos del centronorte. La producción de trigo se pronostica oficialmente en 13,5 millones de toneladas, superior a la producción reducida por la sequía del año pasado pero inferior en casi un 5 por ciento a la media quinquenal.

Tras un comienzo lento al final de septiembre, debido a una humedad del suelo limitada en algunas zonas productoras, la siembra de las cosechas de cereales secundarios de la temporada principal de 2007 está muy avanzada en la Argentina, el Brasil, Bolivia, Chile y el Uruguay.
Las intenciones de siembra apuntan a una superficie total de alrededor de 18 millones de hectáreas en la subregión, lo que representa una extensión ligeramente superior a la del año anterior.

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: Países en crisis que requieren asistencia exterior y causas principales (2)

América del Norte, Europa y Oceanía

América del Norte

Para mediados de noviembre la siembra de la cosecha de trigo de invierno de los Estados Unidos que se recogerá en 2007 estaba terminada en un 96 por ciento, semejante a la media quinquenal, y la situación de los cultivos jóvenes es entre regular y excelente.
Las estimaciones extraoficiales indican que la superficie sembrada con trigo puede haber aumentado hasta en un 5 por ciento a alrededor de 17,2 millones de hectáreas. Teniendo en cuenta los resultados de las últimas cosechas de primavera que han de recogerse, la estimación de la producción total de trigo de 2006 se ha revisado marginalmente al alza desde el último informe, cifrándose ahora en 49,3 millones de toneladas, pero aún así representa una disminución del 14 por ciento respecto del año anterior. Sin embargo, con respecto a los cereales secundarios, que todavía han de recogerse en algunas partes, la estimación más reciente se ha revisado a la baja. En algunas partes de la zona maicera los rendimientos del maíz están resultando inferiores a lo previsto a causa de la persistencia de condiciones calurosas y secas durante el verano.

En el Canadá, la cosecha de cereales terminó mucho antes de lo normal en las principales zonas productoras del oeste del país, pero a principios de noviembre las lluvias retrasaron las fases finales de la cosecha de maíz en las partes orientales. Las estimaciones oficiales más recientes cifran la producción de trigo de 2006 en 26,3 millones de toneladas, alrededor de un 2 por ciento menos que la excelente cosecha del año pasado pero todavía muy por encima de la media quinquenal. La reducción se debe a una fuerte disminución de la producción del trigo duro, que compensó con creces el aumento de la producción de otros tipos de trigo. Con respecto a la cebada, el segundo cereal más importante, una ulterior reducción de la superficie por tercer año consecutivo y un retorno a los rendimientos cercanos a la media tras el buen nivel alcanzado en los últimos años han determinado una merma de la producción estimada en un 20 por ciento.

Europa

Ya se ha recogido en toda la región la mayor parte de las cosechas de cereales de 2006, y la siembra de los cereales de invierno de 2007 está casi terminada. La estimación de la producción total de cereales de 2006 en la UE se cifra en 250,5 millones de toneladas, casi 3 millones de toneladas menos que el pronóstico indicado en septiembre y alrededor de 10 millones de toneladas menos que en 2005. El ajuste más reciente se debe a estimaciones más seguras obtenidas una vez terminada la cosecha en algunos estados miembros. Aunque las condiciones calurosas y secas iban empeorando las perspectivas para la producción a medida que la campaña avanzaba en algunos de los grandes países productores, como Hungría, Polonia, Italia, Alemania y Francia, la disminución se compensaba parcialmente con la fuerte recuperación de la producción en España y Portugal, donde la sequía había devastado los cultivos el año anterior. Con respecto a los cereales de invierno que acaban de sembrarse para la cosecha de 2007, los primeros indicios son favorables. Se prevé que las superficies hayan aumentado, especialmente las sembradas con trigo, y se señala que las condiciones son generalmente favorables para el arraigo de los cultivos antes de la fase de latencia invernal.

Los países balcánicos también obtuvieron cosechas de cereales menores en 2006. Las estimaciones de la producción de trigo se han mantenido invariadas desde el informe anterior, y la producción menguada de este año se debe principalmente a los efectos del crudo invierno en las superficies plantadas y los rendimientos. En cuanto los cereales secundarios, en algunas partes la cosecha de maíz está todavía en las fases finales o apenas terminada, y los resultados han sido peores de lo previsto.

En Rumania, la estimación más reciente cifra la cosecha de maíz en apenas 8,7 millones de toneladas, frente a los 9,9 millones de toneladas del año pasado y a la media de 10,3 millones de toneladas de los últimos cinco años. Aunque no se dispone de estimaciones seguras, los primeros indicios sobre las cosechas de cereales de invierno que acaban de plantarse apuntan a un aumento significativo de la superficie plantada.

En la CEI europea (la Federación de Rusia, Ucrania, Belarús y Moldova), ya se han recogido todos los cereales de 2006, salvo posiblemente algunas cosechas de maíz, y plantado la mayor parte de los cereales de invierno que se recogerán el año próximo. En general, las condiciones para el arraigo de los cultivos son favorables en todas las principales zonas productoras, siendo la excepción principal el distrito meridional de Rusia, donde la humedad del suelo no es la ideal tras el tiempo particularmente seco registrado en agosto y septiembre. Según los primeros indicios, la superficie sembrada con cereales de invierno en la Federación de Rusia es semejante, o ligeramente mayor, a la del año anterior, mientras en Ucrania se estima una recuperación pronunciada tras la reducción de la superficie sembrada el año pasado.

Las estimaciones más recientes para la subregión cifran la producción total de cereales de 2006 en 115,5 millones de toneladas, cerca de 7 millones de toneladas menos que en 2005. Un invierno excepcionalmente frío y una cubierta de nieve delgada afectaron a la producción de trigo en la Federación de Rusia y Ucrania en alrededor de un 10 y 26 por ciento, respectivamente, en comparación con la del año anterior. Los cereales secundarios, que se siembran principalmente en primavera, resultaron mejores en 2006, y la producción total de los cuatro países se estima
en más de 56 millones de toneladas, 2,8 millones de toneladas más que en 2005.
Las exportaciones totales de cereales procedentes de la región durante la campaña comercial 2006/07 se pronostican en alrededor de 18 millones de toneladas, 7 millones de toneladas menos que en la campaña comercial 2005/06. De esta cantidad, corresponderían al trigo aproximadamente 9,7 millones de toneladas, y a la cebada 6,6 millones de toneladas.
Las importaciones totales de cereales de la región durante la campaña comercial 2006/07 se pronostican en alrededor de 2,6 millones de toneladas, volumen semejante al importado en la campaña comercial anterior.

Cuadro 11. Producción de cereales en América del Norte,
Europa y Oceanía ( millones de toneladas)

EUROPA: Países en crisis que requieren asistencia exterior
y causas principales (1)

Oceanía

La producción de cereales de invierno de 2006 en Australia se ha visto gravemente reducida por la sequía. En un informe especial publicado a finales de octubre, ABARE pronosticó la cosecha de trigo de 2006 en apenas 9,5 millones de toneladas, casi 7 millones de toneladas menos que el pronóstico del mes anterior, 15,6 millones de toneladas menos que el nivel excelente del año pasado, y la cosecha más exigua desde 1994. También se ha reducido espectacularmente desde el informe anterior el pronóstico relativo a la producción de cebada, situándose en alrededor de 3,6 millones de toneladas, es decir un 64 por ciento menos que en 2005. Al final de octubre la cosecha había ya comenzado en algunas partes, y ahora se considera que en general es demasiado tarde para que las precipitaciones que se recibieran alcanzaran a variar las perspectivas actuales para los cultivos de invierno. Dado que las reservas de humedad están casi agotadas, las perspectivas para las cosechas de verano dependen más de lo normal de las precipitaciones efectivas recibidas durante la siembra y la fase inicial de desarrollo. Ahora bien, las perspectivas para las precipitaciones durante este período (noviembre - enero) son desfavorables, ya que se pronostican condiciones más secas de lo normal en el sudeste de Queensland y en el norte de Nueva Gales del Sur.