El GCIAI crea un nuevo centro internacional de investigación
Nuevo Boletín de la FAO sobre explotación forestal
Una nueva institución internacional estudiará la manera de mejorar el cultivo, la explotación y el uso de los árboles en los países tropicales. Se denomina Centro Internacional de Investigaciones Forestales (CIIF) y fue creado en la reunión anual del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (GCIAI) celebrada en Wáshington, D.C. entre octubre y noviembre de 1991.
Con la creación del CIIF culminan cuatro años de iniciativas y esfuerzos internacionales iniciados en 1988. Efectivamente, ya en 1987, en la Conferencia Bellagio I, patrocinada conjuntamente por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, la FAO, el Instituto de Recursos Mundiales y la Fundación Rockefeller, se recomendó como urgente la conjunción de los diversos y desatendidos trabajos de investigación forestal de los trópicos. En 1988, la Conferencia Bellagio II concentró su atención en la investigación forestal y empezó a explorar los tipos de investigación y las instituciones que se necesitarían para llevar a cabo una tarea de importancia tal vez histórica.
Por entonces entró en escena el GCIAI, organización consagrada a canalizar fondos procedentes de diferentes donantes hacia los distintos institutos de investigación agrícola. Además, el GCIAI orienta y coordina la labor de esos institutos mediante su Comité Asesor Técnico, integrado por científicos de todo el mundo.
La sede del GCIAI está en Wáshington, D.C. (en el Banco Mundial), y la del CAT en la FAO, en Roma. Comprende 41 miembros donantes y 17 institutos. Ha contribuido muy eficazmente a incrementar la productividad de la agricultura y la seguridad alimentaria mundiales con su obra en materia de fitogenética, que dio como resultado variedades de elevado rendimiento de arroz, trigo, maíz y otros cultivos esenciales.
Si bien hasta 1988 el GCIAI consideró preferente incrementar la productividad de los cultivos alimentarios, recientemente tiende a dar más énfasis a las investigaciones en los sectores de la sostenibilidad, la ordenación de recursos y el medio ambiente. En efecto, nueve de los principales centros del GCIAI están, o estarán, investigando en materia forestal o agroforestal. Por ejemplo, el Consejo Internacional de I Investigaciones Agroforestales (ICRAF), creado en 1978 para promover e impulsar las Investigaciones agroforestales, ha ingresado recientemente en el sistema del GCIAI. Su estrategia insiste en particular en que se ideen técnicas agroforestales que multipliquen las posibilidades de aprovechar de manera sostenible tierras degradadas y barbechos forestales de las zonas tropicales húmedas. El Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA) cuenta con un programa estable, basado en el cultivo de fajas, que ahora se amplia para incluir otros sistemas de cultivo agroforestal. El Centro Internacional para la Ganadería en Africa (ILCA) investiga las posibilidades de los árboles plurifuncionales en distintos sistemas de producción. El Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), de Cali, Colombia, en adelante investigará cómo aumentar la productividad asegurando al mismo tiempo la conservación de los suelos, las aguas y los bosques en tres grandes zonas agroecológicas de América Latina.
A principios de 1991, el GCIAI encomendó los preparativos para el nuevo instituto de investigaciones forestales y la responsabilidad de contratar los primeros miembros del personal, al Centro Australiano de Investigaciones Agrícolas Internacionales, de Canberra, el cual delegó el encargo a su Asesor Principal, el Dr. Ian Bevege, especialista en investigaciones forestales. El Dr. Bevege considera que, ante todo, el CIIF tiene que enfrentarse con las consecuencias más graves de la deforestación en los trópicos: la capacidad de las naciones en desarrollo para practicar una agricultura sostenible, satisfaciendo a la vez las necesidades básicas de la población. «El problema de la deforestación en los trópicos», dice, «en realidad no es forestal; es más bien un problema de agricultura y bosques, complicado por el crecimiento demográfico». Este concepto interesa a todo el GCIAI.
Concretamente, el nuevo instituto se concentrará en:
· comprender el ambiente físico, biológico, económico y social de los sistemas forestales actuales y potenciales de los países en desarrollo;· asesorar y proporcionar información que facilite la toma de decisiones de política sobre el uso de los bosques (en colaboración con otras organizaciones);
· incrementar la capacidad nacional para investigar en materia forestal y agroforestal, proporcionar información, impulsar el intercambio profesional y aportar material a los colaboradores del mundo en desarrollo (en colaboración con otras organizaciones); La sede del CIIF estará en Asia, en un país a determinar, y contará con oficinas regionales en las regiones de Asia y el Pacifico, Africa y América Latina.
El CIIF empleará un grupo multidisciplinario de especialistas forestales, agrónomos, ecólogos, sociólogos, antropólogos, economistas, especialistas en tenencia y uso de la tierra, al frente de los cuales habrá un Director General con un nombramiento válido de tres años renovables. Con el fin de entrar en materia rápidamente, al principio el CIIF no poseerá instalaciones propias de investigación, sino que, según el Dr. Bevege, trabajará en colaboración, o por contrato, con otras instituciones ya existentes, ya sea en países desarrollados como en desarrollo. «No importa dónde se haga la investigación, siempre que satisfaga nuestras necesidades", ha dicho. «Estamos examinando los tipos de investigaciones que están realizando otras instituciones de todo el mundo, con vistas a enlazar con su obra, o completarla.»
Los fondos para iniciar el CIIF han sido aportados por los EE.UU., Canadá, Australia y el Japón. Según el Secretario Ejecutivo del GCIAI, Sr. A. von der Osten, el CIIF recibió, en 1991, unos 500000 dólares EE.UU. Recibirá 10 ó 12 millones de dólares anuales en los próximos dos o tres años.
En su conjunto, los fondos que asigna el GCIAI a ICRAF, CIIF, CIRF, IIPA (el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias) y a los centros regionales (IITA, CIAT e ICRISAT) deberían alcanzar los 50 millones de dólares anuales para 1995, cantidad que corresponde a las recomendaciones de la Conferencia Bellagio II.
La labor del CIIF será guiada por una junta internacional multidisciplinaria de 12 a 15 personas elegidos por sus calificaciones y no por representar a países u organizaciones.
Hasta la fecha nunca se prestó a la investigación forestal en los trópicos una atención comparable a la consagrada a las investigaciones agrícolas. Lo que existe está muy disperso y deja grandes lagunas desatendidas. Esto se explica por la complejidad biológica de los bosques tropicales y por estar éstos situados en países en desarrollo. Al mismo tiempo apunta a la necesidad de una red de instituciones internacionalmente coordinada que se encargue de las investigaciones de alcance estratégico y que colabore estrechamente con las instituciones nacionales, las cuales seguirán teniendo a su cargo la adaptación local de aquellas.
Quienes deseen mantenerse al corriente de las actividades del CIIF pueden pedir su boletín, Inforesearch, a: ACIAR, CPO Box 1571, Canberra ACT 2601, Australia, tel.: (06) 2488588; fax: (06) 257-3051.
La Subdirección de Explotación y Transporte Forestales de la Dirección de Productos Forestales de la FAO ha iniciado la publicación de un boletín sobre explotación forestal con el fin de intensificar la cooperación de los expertos forestales entre si y con las instituciones de capacitación e investigación y la FAO. Se propone facilitar el intercambio de información y experiencia y poner de relieve actividades sobresalientes de explotación en bosques naturales y en plantaciones. El primer número de esta publicación semestral se concentra en el propuesto Programa de Acción sobre Capacitación y Explotación Forestal en Países en Desarrollo coordinado por la FAO - cuyos objetivos son: incrementar la capacidad para integrar los aspectos ambientales y socioeconómicos en la planificación, ejecución y control; mejorar la calidad y las posibilidades de capacitación en este ramo, a los niveles del obrero, del técnico y del supervisor, y desarrollar y promover sistemas apropiados de explotación forestal.
Quienes quieran ser incluidos en la lista de distribución del boletín o aportar material de interés probable para los lectores, deberán escribir al Sr. R. Heinrich, Subdirector de Explotación y Transporte Forestales, Dirección de Productos Forestales, FAO, Viale delle Terme di Caracalla, 00100 Roma, Italia.
