Página precedente Indice Página siguiente


Informes sobre productos: Provisión Europea de Puntales para Ademe y de Madera para Pasta


Suministros necesarios y disponibilidades
Puntales de ademe
Madera para pasta
Comercio
Importaciones
Exportaciones
Precios
Perspectivas

La disponibilidad de puntales para ademe de minas en Europa está muy unida a la de madera para pulpa ya que, en cierto modo, ambos productos son intercambiables. Este informe es un estudio sobre el estado de las provisiones de las dos clases de mercancía, aunque los datos relativos a la madera para pasta, sobre todo los referentes a la producción y existencias, son bastante incompletos. Además de hacer una recapitulación de las oscilaciones ocurridas durante la postguerra en los suministros, de madera rolliza pequeña para usos industriales (designación que comprende ambos artículos), se describen los cambios de posición relativa entre estos dos productos forestales.

Después de la guerra, han ocurrido algunas modificaciones fundamentales en el comercio intereuropeo de madera rolliza pequeña para usos industriales, que pueden tomar un carácter permanente. Antes de la guerra, un 50 por ciento de las importaciones necesarias a la Europa occidental procedía de los países de la Europa oriental, pero desde que terminó el conflicto sólo ha recibido de esta región1 alrededor de un 10 por ciento de todas sus importaciones de madera rolliza. El año pasado la cifra bajó al 6 por ciento.

1 Checoslovaquia, Alemania Oriental, Hungría, Polonia Rumania y la U.R.S.S.

Tal cambio ha inducido a la mayoría de los países de la Europa occidental a intensificar la producción nacional, excepción hecha de Francia y de la Alemania Occidental. Inmediatamente después de la guerra, las necesidades francesas de importación (sobre todo de madera para pasta) fueron atendidas por medio de grandes remesas de la Alemania Occidental, cuyas propias exigencias eran entonces muy inferiores a las de anteguerra. Esta situación cambió naturalmente cuando la producción de carbón en la Alemania Occidental fué elevándose de forma gradual hasta alcanzar prácticamente el nivel prebélico, a la vez que la industria de la pasta se restauraba con celeridad. Todos los envíos a Francia y otros países de la Europa occidental se suspendieron y al mismo tiempo la Alemania Occidental volvió a entrar en el mercado internacional como importador potencial. Este acontecimiento tuvo efectos muy perjudiciales para Francia, ante todo porque los incendios forestales ocurridos durante el período postbéllico habían destruido extensas zonas boscosas, de modo notable en Las Landas, una de las regiones más importantes de Francia productoras de coníferas. Así, pues, a partir de 1950 se hicieron sentir en el mercado europeo las necesidades siempre mayores de Francia y de la Alemania Occidental, que en los primeros años después de la guerra eran casi imperceptibles.

Suministros necesarios y disponibilidades

En general, la producción europea y las importaciones recibidas de Norteamérica y de otro origen han bastado para llenar las crecientes necesidades de las industrias carbonera y pulpero del continente. Los períodos críticos del abastecimiento han sido pasajeros. Las provisiones de puntales para ademe, más importantes que la madera para pasta en casi todos los países, podían obtenerse sin grandes dificultades, puesto que la mayoría de las especies de madera blanda y también de consistencia dura pueden usarse en las minas. Por ejemplo, en Francia un 23 ó 24 por ciento de todos los puntales de ademe empleados son de madera dura. En lo que respecta a la industria pulpero, la situación es muy diferente. La materia prima de más valor en el ramo es el abeto, que cada vez se hace más difícil obtenerlo en cantidades suficientes. Las industrias de la pasta al sulfito, atenidas a la picea, apenas han logrado cubrir sus necesidades, mayormente las establecidas en los países importadores; en cambio, siendo la madera de pino para pasta una materia prima mucho más abundante, se consigue a medida del deseo para la elaboración de pasta al sulfato. Mientras que se ha hecho todo lo imaginable por aprovechar sin desperdicio las provisiones de picea, recursos potenciales de pino no pueden utilizarse de modo íntegro hasta que se instalen más fábricas de pulpa. Por consiguiente, la falta de madera para pasta que padecen a veces los países importadores se resuelve, en términos generales, en escasez de picea. Las estadísticas no se refieren separadamente a la picea y al pino, pero la situación de mercados en el comercio internacional de madera rolliza pequeña para usos industriales, se caracteriza ante todo por el estado de la oferta y la demanda de picea para pasta.

La escasez de picea en el mercado internacional influye sobre el nivel de precios de otras categorías y especies, inclusive del pino. Esto resulta de que las provisiones de pino entran en la misma categoría que las de picea. Tal situación no se advierte en los mercados nacionales, porque el precio de la picea puede variar considerablemente con relación a los del pino.

Otro elemento que interviene en la situación de los suministros europeos de madera para pasta es el papel cada vez más importante de los «desperdicios de madera», cuyo aprovechamiento se ha extendido mucho en los países septentrionales. Si otros países europeos siguieran los mismos pasos, las existencias corrientes de madera rolliza podrían aumentar en grado notable.

En 1951, la producción total en Europa (excluida la U.R.S.S.) se había elevado a 52,5 millones de metros cúbicos, cifra que sólo era inferior en 2,4 millones de metros cúbicos al promedio de 1935-1938. Los cambios ocurridos en los tres últimos años pueden apreciarse en el Cuadro 1.

CUADRO 1. - PRODUCCIÓN EUROPEA DE PUNTALES PARA ADEME Y DE MADERA PARA PASTA.
(Millones de metros cúbicos)


1951

1950

1949

Promedio de 1935 - 1938

Puntales de ademe:

Europa Occidental

10,9

10,3

10,8

12,1

Europa Oriental1

3,8

3,7

3,9

2,7

Total

14,7

14,0

14,7

14,8

Madera para pasta:

Europa Occidental

32,3

25,2

30,6

36,5

Europa Oriental1

5,5

5,5

4,9

3,6

Total

37,8

30,7

35,5

40,1

Total General2

52,5

44,7

50,2

54,9

1 Excluída la U.R.S.S.
2 Las cifras correspondientes a la producción total en 1951 y a la de Europa Oriental en 1949-51 fueron calculadas.

Este Cuadro muestra que la producción europea de puntales de ademe ha permanecido bastante estable, debido a la continua demanda de carbón. La producción de madera para pulpa, por otra parte, ha estado sujeta a mayores cambios, afectada por las fluctuaciones relativamente grandes en la demanda de pasta y papel. Después de todo, las variaciones han sido consecuencia casi siempre de los cambios ocurridos en Suecia y Finlandia, que son los principales países exportadores de pasta de madera y productos derivados, siendo también el último de estos dos países el principal exportador de madera para pasta en Europa. La producción de madera para pasta en otros países europeos se mantuvo más o menos estable.

La importancia de la producción sueca y finlandesa de madera para pasta, con relación a la producción total europea, es manifiestamente clara en el Cuadro 2.

CUADRO 2. - PRODUCCIÓN DE MADERA PARA PASTA EN SUECIA Y FINLANDIA1
(Millones de metros cúbicos)


1951

1950

1949

Promedio de 1935 - 1938

Suecia

12,6

9,5

13,8

14,7

Finlandia

10,5

7,5

6,4

7,6

Total

23,1

17,0

20,2

22,3

Total europeo

37,8

30,7

35,5

40,1

1 Las cifras para 1951 representan un cálculo aproximado.

Este Cuadro muestra también la notable elasticidad de la producción de madera para pasta, que al parecer se adapta fácilmente a los cambios de la demanda. Se desconoce hasta qué punto los productores, si los precios son bastante altos, cortan más madera de lo que es aconsejable en buen orden dasotómico.

La baja en la producción de madera para pasta en 1950 sobrevino como consecuencia de las desfavorables condiciones del mercado para los productos de pasta en todo el mundo, pero no hay duda de que también se debió en parte a la fuerte competencia de los aserraderos en ese año. En realidad, si bien la débil demanda de pasta y papel ocasionó en 1950 la reducción de precios de la madera rolliza pequeña, los precios de la madera aserrada permanecieron muy altos y las eran alcistas. Por consiguiente, los productores ven liaron sus cosechas de madera rolliza a los aserraderos siempre que les fué posible.

La producción finlandesa de puntales de ademe y madera para pasta resultó afectada, en mayor grado que la de cualquier otro país europeo, por las condiciones de los mercados de exportación. Esto explica por qué de un ano a otro las variaciones son tan grandes. La producción sueca, por otra parte, está sujeta, sobre todo, a la demanda interior, que parece haber variado considerablemente en años sucesivos según el estado de la oferta y la demanda de pasta y productos derivados. Cuando en 1950 el mercado para la pasta de madera y productos derivados suecos fué particularmente desfavorable, las existencias de madera para pasta aumentaron sobremanera. A pesar de esto, la creciente demanda de pasta y productos derivados condujo de nuevo, en 1951, a una mayor demanda de madera para pasta y dió motivo al alza de los precios, para conseguir más suministros.

Las variaciones de la producción de madera para pasta y de puntales para ademe en Europa, por países, pueden verse en el Cuadro 3.

CUADRO 3. PRODUCCIÓN DE PUNTALES PARA ADEME Y DE MADERA PARA PASTA

Puntales de ademe

No se dispone de datos estadísticos para dar una idea del consumo total de madera rolliza pequeña para uso industrial en Europa, pero parece que ha ido en continuo aumento desde la Segunda Guerra Mundial, acercándose ahora el consumo a la cifra de anteguerra. Para los puntales de ademe existen estadísticas bastante fidedignas, las cuales indican un aumento general durante los últimos años. Un hecho que debe notarse es que el consumo de puntales no ha crecido proporcionalmente a la producción de carbón. Esto indica que la mayor parte de los países europeos productores de carbón se han esforzado por economizar madera en los trabajos mineros, empleando métodos más eficaces. Por ejemplo, en 1938 la producción europea de carbón era de 570 millones de toneladas, y el consumo de puntales de ademe alrededor de 16,6 millones de metros cúbicos. En 1951 se produjeron unos 580 millones de toneladas de carbón, utilizándose únicamente 15,5 millones de metros cúbicos de puntales. El consumo medio de éstos en Europa por cada 1.000 toneladas de antracita producidas fué de 26 metros cúbicos en 1951, en comparación con 27,2 metros cúbicos en 1947 y de 29 a 30 metros cúbicos en 1938.

Las existencias de puntales de ademe fueron extraordinariamente elevadas a finales de 1949, pero disminuyeron en todos los países en 1950. En 1951, si bien algunos países aumentaron sus abastecimientos, de nuevo ocurrió una reducción general y al terminar el ano las existencias en Francia y en el Reino Unido eran inferiores a las de fines de 1950.

En el Cuadro 4 se muestran los movimientos de los abastos de puntales de ademe en algunos de los países europeos productores de carbón más importantes.

CUADRO 4. - EXISTENCIAS DE PUNTALES PARA ADEME EN ALGUNOS PAÍSES EUROPEOS PRODUCTORES DE CARBÓN1

País

1951

1950

1949

31 Dic.

30 Junio

31 Dic.

30 Junio

31 Dic.

30 Junio

(Miles de metros cúbicos)

Bélgica

643,7

354,2

570,0

610,1

727,5

645,8

Francia

822,6

934,4

1505,4

1588,6

1752,2

1161,7

Alemania (R.F.)

611,2

552,3

581,5

640,5

701,9

678,1

Italia

7,0

7,3

7,0

5,3

6,2

11,5

Países Bajos

138,5

90,1

147,7

151,7

155,1

158,0

Saar

109,1

117,1

214,6

242,1

242,0

242,5

Reino Unido

1300,0

* 950,0

1660,0

* 1800,0

2178,5

1853,0

TOTAL

3632,1

3005,4

4686,2

5038,3

5763,4

4750,6

1 Incluída la madera aserrada para minas.
* Cálculos de la Secretaria.

Fuente: Naciones Unidas. Boletín Mensual de Estadísticas Carboneras, Comisión Económica para Europa.

Una razón de peso a que se debe la reducción de las existencias durante el último ano, fué que el alza notable de los precios de la madera para pasta hizo que se elevaran los precios de los puntales a niveles superiores a los que las minas de carbón estaban dispuestas a pagar. Por consiguiente, las minas se atuvieron en gran parte a sus propias reservas. Casi al terminar el año, cuando bajaron los precios de la madera para pasta, la mayoría de los países productores de carbón pudieron remediar la situación en que se hallaban sus reservas propias de puntales colocando grandes pedidos en los países exportadores

Madera para pasta

Aunque no se dispone de estadísticas sobre el consumo y disponibilidad de madera para pasta, es claro que el consumo ha aumentado rápidamente desde el fin de la guerra. La fuerte demanda de pasta de madera y productos derivados ha inducido a la mayor parte de los países a elevar la producción y también dió impulso a la construcción de nuevas fábricas de pasta. Con todo, el consumo de madera para pasta en Europa no ha llegado a alcanzar el nivel de anteguerra, calculado en unos 47 millones de metros cúbicos por año. Durante el período de 1946-50 estuvo variando entre 35 y 40 millones de metros cúbicos anuales, y probablemente llegó a ser de unos 43 millones en 1951, contando las reservas que se acumularon.

Durante la primera mitad del año pasado, las condiciones favorables del mercado de pasta y papel provocaron un rápido agotamiento de las reservas de madera para pasta formadas por la mayor parte de los países europeos. Posteriormente, se renovaron las reservas en las fábricas de pasta, y según la opinión general, a finales del año el monto de las existencias era muy satisfactorio. Esta buena situación de los abastecimientos y el consiguiente aflojamiento de la demanda fueron los principales factores que causaron la baja de los precios de la madera a principios de 1952.

Comercio

Los cambios en la estructura del comercio europeo de puntales para ademe y madera para pasta se muestran claramente en el Cuadro 5.

CUADRO 5. - IMPORTACIONES Y EXPORTACIONES EUROPEAS DE PUNTALES PARA ADEME Y MADERA PARA PASTA.

Importaciones

Después de la guerra se ha estado observando un continuo aumento en las importaciones europeas de madera para pasta, proporcional a las de puntales. En 1951, las importaciones totales de puntales fueron de 2,6 millones de metros cúbicos, lo que significa un ligero incremento sobre la cifra de 1950, pero todavía muy inferiores a la cifra de 4,1 millones de metros cúbicos alcanzada en 1949, año excepcional para este comercio después de la guerra. Las importaciones de madera de pasta, por otra parte, mostraron un pronunciado aumento en 1951, cuando llegaron a 5,6 millones de metros cúbicos en contraste con sólo 2,9 millones de metros cúbicos en 1950 y 4,1 millones en 1949.

La razón principal de estos acontecimientos ha sido que, como norma general, los países importadores han dado una preferencia relativa a la extracción de carbón, que a su vez ha servido para estimular la producción nacional de puntales. En consecuencia, las provisiones de madera pulpero del país tuvieron que ocupar el segundo lugar, y las industrias de la pasta, que habían estado ampliándose rápidamente, se vieron obligadas a depender en mayor grado de las importaciones.

El aumento de las importaciones de madera para pasta no es un fenómeno circunscrito solamente a los países en que las minas de carbón compiten con las industrias de la pasta. Algunos de los países tradicionalmente productores de madera rolliza, sobre todo Suecia y Noruega, importaron en 1951 cantidades inusitadas de madera para pasta. Esto obedició a varias razones. En Noruega, la aminoración del rendimiento de los bosques del país como resultado de la inmoderada explotación en el pasado hizo necesario importar más madera para pasta, con el fin de hacer frente a las crecientes exigencias de la industria papelera. En Suecia, el inventario forestal más reciente indicó un mareado descenso de la capacidad productiva de los bosques situados en las zonas septentrionales del país, asiento de casi todas la industrias pulperos suecas. Estos establecimientos por consiguiente, se vieron constreñidos a procurarse abastecimientos más amplios en el sur del país, donde, según reveló el inventario forestal, el rendimiento había aumentado, o bien, a importar sus provisiones del norte de Finlandia. Se optó por la segunda alternativa, ya que los suministros de este origen eran en muchos aspectos más asequibles por su baratura.

En otros puntos de Europa, la característica dominante ha sido el continuo aumento en las importaciones de madera para pasta efectuadas por la Alemania Occidental, que desde 1949 a 1951, estuvieron más o menos duplicándose de un año a otro, desenvolvimiento paralelo a la veloz reconstrucción de la industria pulpero y papelera de esa nación. Inmediatamente después de la guerra, los bosques alemanes surtieron de grandes cantidades de puntales para ademe y madera para pasta a los países vecinos, pero los apeos de tal magnitud no podían continuar. Como en la economía del país las minas de carbón tenían mucha mayor importancia que la industria de la pasta, las demandas de materia prima para esta última muy pronto excedieron a las limitadas provisiones nacionales, con el resultado de que hubo necesidad de importarla.

Tan pronto como terminó la guerra, Francia pudo hacer frente a todas sus exigencias en virtud de los suministros procedentes de Alemania. Una vez que éstos se suspendieron los propios recursos del país no bastaron para cubrir las necesidades de puntales ni de madera para pulpa, y el país dependió cada vez más de las provisiones extranjeras.

CUADRO 6. - IMPORTACIONES.

CUADRO 7. - EXPORTACIONES

Las importaciones suizas y neerlandeses de madera para pulpa fueron muy elevadas en 1951, aprovechando la circunstancia de que las condiciones del mercado de pasta y de papel eran propicias en un momento en que las existencias nacionales de madera para pasta casi estaban agotadas. Las importaciones italianas de madera para pasta han ido en continuo aumento desde 1949, gracias a las buenas perspectivas de comercialización de este producto, del que se han exportado cantidades siempre mayores.

Las importaciones de puntales y de madera pulpero realizadas por el Reino Unido en 1951 superaron a las de 1950. Las de madera para pasta han aumentado paulatinamente desde el final de la guerra, pero las de puntales fueron bastante irregulares. En efecto, en 1951 sobrepasaron a las de 1950, pero resultaron ser muy inferiores a las que se hicieron en 1949. La inconstancia de las importaciones de puntales ha dado lugar de vez en cuando a situaciones algo precarias de los abastecimientos, pero casi siempre se ha hallado la solución. A pasar de que las importaciones británicas del año último alcanzaron un nivel notablemente elevado, aún se mantenían muy por debajo de la meta prevista fijada en 2.270.000 metros cúbicos. Es posible que todavía no se haya hecho entrega de las grandes cantidades contratadas en el año último, y que en 1952 las importaciones sean mayores, con lo cual la situación de los abastecimientos sería mejorada.

Resulta difícil hallar una explicación a las importaciones postbélicas de la U.R.S.S., relativamente grandes de madera para pasta, procedentes de Finlandia. No se trataba de reparaciones de guerra, sino de compras efectuadas conforme a convenios comerciales ordinarios. Se decía que iban destinadas a la industria pulpero de la región de Leningrado, donde existía una escasez local de madera industrial cuyo remedio más fácil era adquirir provisiones en Finlandia. Sea cual fuere la explicación, lo cierto es que los suministros se pagaron a eleva dos precios.

Las importaciones de puntales para ademe y de madera para pasta se consignan en el Cuadro 6. Los volúmenes que se indican como importados por los países de la Europa Oriental son los totales de exportación comunicados por los países exportadores de la Europa Occidental, pues no pueden obtenerse datos estadísticos directos de la Europa Oriental.

Exportaciones

A finales de agosto de 1951, el Comité de la Madera de la Comisión Económica para Europa calculó el total de las posibles exportaciones de puntales de ademe que podían hacer los países europeos, así como el Canadá y los Estados Unidos con destino a Europa, en unos 3.450.000 metros cúbicos, de los cuales unos 3.050.000 debería suministrarlos Europa. Las exportaciones reales se acercaron efectivamente a estos cálculos: 400.000 metros cúbicos fueran enviados por la Europa Oriental a otros países orientales; 2.560.000 por los países de la Europa Occidental y 262.000 por el Canadá y los Estados Unidos de América, lo que da un total de 3.220.000 metros cúbicos. Aunque la mayor parte de los países exportaron cantidades muy próximas a las calculadas, Finlandia expidió 1.122.000 metros cúbicos en lugar de los 850.000 previamente calculados. Por el contrario, Austria exportó únicamente 66.000 metros cúbicos, mientras que la cifra prevista era de 180.000, y Polonia únicamente 3.000 metros cúbicos en vez de la cifra de 100.000 prevista en los cálculos preliminares.

Las exportaciones totales de madera pulpero de fuentes europeas y las exportaciones canadienses con destino a Europa mostraron en 1951 un extraordinario aumento sobre las de años anteriores del período postbélico.

En el Cuadro 7 se indican las exportaciones europeas de puntales para ademe y madera para pasta en 1949-1951, comparadas con la exportación media de 1935-1938, ordenadas según las principales regiones abastecedoras. En este Cuadro se ve que las fuentes de aprovisionamiento ubicadas en la Europa Oriental han perdido por completo la posición predominante que disfrutaban en el período prebélico y, en consecuencia, los países de la Europa Occidental han tenido que atenerse principalmente a las provisiones de su propia región. La creciente importancia de Finlandia como fuente de aprovisionamiento para los países de la Europa Occidental es muy clara.

Precios

Los precios de los puntales para ademe y de la madera para pasta, que en 1948 y 1949 eran más altos que nunca, bajaron bruscamente en 1950. En el caso de la madera para pasta la baja fué particularmente notable. Los precios de la madera para pasta, que en 1948 y 1949 se habían mantenido a alrededor de 13 a 14 dólares por metro cúbico apilado, l.a.b., para madera de picea semidescortezada, bajaron hasta quedar entre 6,25 y 7 dólares durante el primer semestre de 1950. Los precios de los puntales de ademe, que no habían aumentado de manera tan rápida, cambiaron sólo un poco cuando se ajustaron al nivel de los precios de la madera para pasta en 1950. Así, pues, durante la primera mitad de 1950, los precios de los puntales y de la madera para pasta eran más o menos iguales; esto es: alrededor de 50 chelines por metro cúbico apilado, l.a.b. (6,25 a 7 dólares) para madera de pasta, y de 290 a 305 chelines por toesa (6,117 m.) de puntales de ademe.

Sin embargo, el alza de los precios de la madera para pasta, que comenzó hacia fines de 1950 y continuó durante todo el año siguiente, fué muy rápido; hasta junio de 1951 no alcanzaron el mismo nivel los precios de los puntales. Durante el segundo semestre de 1951, los precios de los puntales volvieron a quedarse a la zaga. Cuando aflojó la demanda de madera para pasta casi al terminar el año, los precios de los puntales se repusieron una vez más. A fines de 1951, los precios de los dos productos estaban casi al mismo nivel. En el Cuadro 8 pueden verse estos movimientos de precios.

CUADRO 8. - MOVIMIENTO DE LOS PRECIOS DE PUNTALES PARA ADEME Y DE MADERA PARA PASTA (1948-1952).

Producto

1952

1951

1950

1948 - 49

En.

Nov.

Sept.

Jun.

Mar.

En.

Feb.

Promedio

(Chelines por metro cúbico apilado, l.a.b)

Madera de picea, semidescortezada, para pasta

121 - 128

140

130

114

105

75

50

105

Puntales de ademe

122

132

118

114

67

64

44-50

44-50

Este Cuadro ofrece un panorama general bastante exacto de los movimientos de precios en el mercado europeo desde 1948 hasta principios de 1952, aunque los precios no fueron uniformes en todas partes. El aumento en los precios de los puntales de ademe desde septiembre hasta noviembre de 1951 fué consecuencia de las compras francesas en Finlandia, entre 800 y 810 chelines por toesa l.a.b., en lugar del precio de 700 a 750 chelines, que antes pagaba la mayoría de los países importadores.

Hacia fines de 1951 los precios recobraron una tendencia bajista. En esa ocasión se esperaba en todas partes una baja continua, pero al parecer se han estabilizado por el momento.

Perspectivas

A pesar de que las condiciones de la oferta eran bastante satisfactorias a finales de 1951, hay motivos para temer nuevas dificultades cuando esté más avanzado el presente año. Según lo determine, principalmente, el curso de los acontecimientos que ocurran en el mercado de la pasta y del papel, la reducida demanda de madera para pasta durante los primeros meses de 1952 quizá sea seguida de una campaña de compras análoga a la de 1951.

Las reducciones del 20 al 30 por ciento en los precios de la pasta de madera pueden hacer disminuir la producción de pasta, sobre todo en los principales países exportadores. Pero si la baja no pasa de ser pequeña, la producción de pasta quizá no disminuya y habrá que reponer las existencias de madera para pasta en las fábricas. En el pasado, la mayor parte de los países productores de pasta hicieron simultáneamente grandes compras de madera para pasta, y esto puede repetirse. Con ciertas reservas, podría pronosticarse la probable demanda durante el otoño de 1952. Esta es la estación en que las minas de carbón también hacen tradicionalmente su provisión para el año siguiente, o al menos la ponen en proyecto. En el corriente año, las existencias europeas de puntales de ademe son bastante reducidas, y no hay probabilidad de que se aumenten de modo apreciable en un futuro inmediato. Por consiguiente, es posible que en el otoño se presente en el mercado europeo una vez más la competencia entre los puntales de ademe y la madera para pasta. Puede ser también que influya sobre los precios el hecho de que están retirándose gradualmente del mercado algunos abastecedores tradicionales que surten de madera rolliza a los países de la Europa Occidental. Por ejemplo, Yugoeslavia se propone suprimir todas sus exportaciones de puntales, que incluso en 1951 no eran ya sino entregas efectuadas en cumplimiento de contratos anteriores. Las exportaciones yugoeslavas de madera para pasta, por otra parte, han mostrado un descenso continuo y puede esperarse que continúen acortándose en 1952. Esto, a su vez, puede restringir las exportaciones austríacas de puntales de ademe, ya que Austria, a la vez que exportaba puntales de ademe, se servía de Yugoeslavia para proveerse de madera para pasta en grandes cantidades. Asimismo, Italia ha estado muy supeditada a esa misma fuente de abastecimiento. Quizá deba dirigirse la atención a otros mercados para reemplazar los suministros que no pueden ya conseguirse en los antiguos.

Esta situación hace entrever que en Europa el único país que se halla en condiciones de exportar este año grandes cantidades de puntales para ademe y de madera para pasta es Finlandia. Sin embargo, estos productos están ahora sujetos a licencias de exportación. Como la política seguida durante algunos años ha sido fomentar las exportaciones de productos acabados, cabe suponer que el Gobierno finlandés permitirá únicamente la exportación si las condiciones del mercado dan seguridad de reportar cantidades apreciables de divisas. En vista de la posición singular de Finlandia como única grande abastecedora posible para el resto de Europa, una rebaja notable de precios es muy improbable que ocurra este año.

Suecia debe ser considerada como exportadora importante de puntales de ademe solamente. No puede esperarse que las exportaciones de Francia continúen al nivel actual, ya que este país se ve cada vez más obligado a proveerse de madera rolliza mediante su importación.

Acerca de los suministros procedentes de la U.R.S.S., no pueden hacerse sino conjeturas. Las exportaciones de madera rolliza de Norteamérica dependen en gran manera de la disponibilidad de dólares en los países importadores europeos, y también, en cierto grado, de la demanda de suministros canadienses a los Estados Unidos. Así, pues, cualquier nuevo auge del mercado mundial de pasta de madera reduciría en el hemisferio occidental las disponibilidades de madera rolliza para Europa.

La probabilidad de suministros procedentes de los países de la Europa Oriental está supeditada a factores algo diferentes. El hecho de que los envíos de provisiones de esos países a la Europa Occidental hayan sido exiguos, se ha debido sólo en parte a factores políticos. La opinión general es que las naciones de la Europa Oriental no están en circunstancias de exportar en las mismas proporciones que antes de la guerra. Se asegura que las industrias madereras nacionales se han desarrollado mucho, mientras que al mismo tiempo, según se cree, el rendimiento de los bosques es inferior al de anteguerra. Estos factores indican que no son inminentes grandes exportaciones de madera rolliza de este origen.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente