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Productos forestales - El desarrollo de la pulpa y el papel en Asia y el Lejano Oriente


Las deliberaciones de la conferencia

En Tokio, Japón, se celebró, del 17 al 31 de octubre de 1960, una Conferencia sobre el Fomento de la Industria de Pulpa y Papel en Asia y el Lejano Oriente, organizada conjuntamente por la FAO y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Asia y el Lejano Oriente (CEALO). Asistieron delegaciones oficiales de Australia, Birmania, Camboya, China continental, Federación Malaya, Francia, India, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelandia, Pakistán, Filipinas, Tailandia, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Reino Unido, Estados Unidos de América y República del Viet-Nam. También asistieron representantes y expertos de Argentina, Brasil, Canadá, Checoeslovaquia, Chile, República Dominicana, República Federal de Alemania, Finlandia, Italia, México, Noruega, Rumania, Suecia, Suiza, en calidad consultiva, junto con un representante de la UNESCO y de observadores de la Confederación Internacional de Sindicatos Libres, organización no gubernamental.

El Sr. Mitsujiro Ishii, Ministro del Comercio Internacional y de la Industria, dio la bienvenida a los delegados en nombre del Gobierno del Japón. Advirtió que en los noventa años transcurridos desde que se introdujo en el Japón la fabricación a máquina de papel, el país se había convertido en el tercer mayor productor de papel del mundo. Para 1970, el Japón producirá 9,6 millones de toneladas, o sea, casi el doble que en la actualidad. Estimaba que, aunque en este momento la producción y el consumo de papel en Asia eran escasos la región era rica en recursos forestales, y que no debe ser demasiado difícil desarrollar la industria una vez hallados los medios de utilizarlos. Creía firmemente que los países de la región deben unificar sus esfuerzos económicos y técnicos para conseguir dicho fin.

U Nyun, Secretario ejecutivo de la CEALO, subrayó la importancia del Japón en la industria del papel. Estudió las medidas aplicadas por las comisiones económicas regionales y los organismos especializados de las Naciones Unidas en la esfera de los recursos forestales y la planificación del desarrollo de la pulpa y el papel. Hizo referencia al éxito de una conferencia análoga celebrada en Buenos Aires en 1954, y expresó la seguridad de que la actual Conferencia había de alcanzar el mismo éxito. Tendría un efecto catalizador en la aceleración del desarrollo de la capacidad productora de pulpa y de papel de la región. Recordó a la Conferencia que, según las estimaciones, las necesidades de papel de la región para 1975 serán iguales al consumo total mundial de la preguerra. Los países tendrán que producir más para satisfacer dicha demanda. La industria de la región ha de hallar los medios para utilizar la amplia variedad de materias primas fibrosas disponibles, y los problemas que ello entraña constituyen un reto para todos los participantes en la reunión. La disponibilidad de fibras tradicionales de maderas de coníferas es reducida, pero es preciso procurar resolver este problema mediante plantaciones. Creía él que deben estimularse las industrias en pequeña escala de fabricación del papel y que en lo que respecta a algunos pequeños países que no tengan demanda o materias primas suficientes, quizás países vecinos pudieran aventurarse en proyectos conjuntos.

El Dr. Egon Glesinger, Director de Montes y Productos Forestales, de la FAO, hizo presente a la Conferencia que la FAO considera la cuestión de la pulpa y el papel como una de sus principales obligaciones y que la actual Conferencia forma parte de una serie de actividades iniciadas por su Dirección, que se remontan a doce años más atrás. La Conferencia es importante por dos razones: primera, porque aunque el papel, lo mismo que los alimentos y las ropas, es un artículo de consumo universal, la producción hasta ahora se ha concentrado en un pequeño número de países; segunda, porque siendo las industrias del papel los mayores productores de valor derivado de los bosques, la pulpa y el papel están adquiriendo rápidamente, para los forestales del mundo, mayor importancia, en función de valor, que cualquiera otro producto forestal. El consumo actual de papel en la región es de 6,5 millones de toneladas. Para 1965 las necesidades excederán los 11 millones de toneladas, y para 1975 habrán llegado a cerca de 25 millones de toneladas. Este aumento no podrá cubrirse mediante importaciones. Añadir, en los 15 próximos años, alrededor de 18 millones de toneladas de importaciones de papel resulta inconcebible, no sólo en función de disponibilidad y transporte, sino porque supondría añadir aproximadamente 4.000 millones de dólares a los gastos de divisas. Si se quieren satisfacer las mayores necesidades, la expansión tendrá que proceder de dentro de la región. Existen tres problemas relacionados con la expansión de la industria en la región. El primero se refiere a la cantidad y calidad de las materias primas disponibles. El segundo, al personal capacitado, problema que podría resolverse en parte si el desarrollo de la nueva capacidad hubiera de producirse como resultado de una asociación entre aquellos países que poseen industrias del papel y los que intentan instalar nuevas fábricas. El tercer problema es el del capital. Abrigaba la esperanza de que esta Conferencia contribuya a encontrar soluciones a esos tres problemas.

Las deliberaciones de la conferencia

El Sr. T. Shimoda (Japón) fue elegido por unanimidad presidente de la Conferencia, el Sr. Anondo (Indonesia) primer vicepresidente, y el Sr. M. P. Ramiro (Filipinas) segundo vicepresidente.

Se nombró un comité compuesto de representantes de Australia, Canadá, Estados Unidos de América, Federación Malaya, Filipinas, Francia, India, Indonesia, Japón, Pakistán, China continental y Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas para redactar el informe de la Conferencia.

Al examinar las tendencias de la producción, consumo y comercio de pulpa y papel, la Conferencia sancionó la metodología adoptada por la Secretaría para llegar a las estimaciones de las futuras necesidades - metodología aprobada ya por la Consulta Mundial reunida en Roma en septiembre de 1959 - y recalcó el valor que tienen para los países de la región las estimaciones de este tipo sobre las necesidades.

La mayoría de los países asiáticos se encuentran en las etapas iniciales de la industrialización, y la necesidad de movilizar y asignar recursos los impulsa a entregarse a la planificación del desarrollo y a emplear una variedad de sistemas para influir en el curso y en la estructura del crecimiento económico. Como las medidas que toman influyen en muchas formas diferentes en el futuro nivel de la producción y el consumo de papel, es necesario fijar metas - aunque con carácter provisional - como ayuda para adoptar decisiones. Las estimaciones de las futuras necesidades hechas por la Secretaría ofrecen un valioso punto de partida.

Muchos delegados indicaron, sin embargo, que las estimaciones de la Secretaría eran decididamente prudenciales, ya que indicaban los futuros niveles de consumo que, sobre la base de comparaciones históricas y geográficas, han de acompañar probablemente a la consecución de ciertos niveles de ingreso, teniendo en cuenta la estrecha relación que existe entre los ingresos y el consumo. Las necesidades así estimadas, sin embargo, no corresponden a las necesidades básicas, y de hecho resultan muy inferiores. Muchos gobiernos asiáticos, por tanto, sobre todo los que están dedicados a los programas de eliminación del analfabetismo, proyectan o desearán proyectar más altas metas. La planificación con metas más bajas, es decir, de acuerdo con una superior prioridad al desarrollo en otros sectores, supone una restricción deliberada del consumo de papel, con sus efectos consiguientes en los programas educativos, culturales e industriales.

La Conferencia recomendó que la demanda de pulpa y papel y las tendencias de la capacidad productiva en la región se mantengan continuamente en estudio y encareció a la FAO, que, en estrecha colaboración con la CEALO y la UNESCO continúe la recogida, análisis y distribución de los datos disponibles en beneficio de los Estados Miembros de la región. La Conferencia también recomendó a los Estados Miembros de la región que concedan mayor atención al mejoramiento de las estadísticas básicas que requieren dichos estudios y estimule la continuación de los estudios nacionales sobre tendencias del consumo.

Al decidir qué prioridad deba concederse al sector de la pulpa y el papel en la planificación del desarrollo, han de tenerse presentes muchos factores. Las necesidades de capital son grandes en este sector y se necesita preparación especializada. Por otra parte, la pulpa y el papel ocupan un lugar prominente como economizadores de importaciones; producen artículos de gran valor derivados de materias primas indígenas; y el desarrollo en este sector tiene un importante efecto multiplicador al crear industrias secundarias basadas en el papel y fomentar industrias asociadas, como la industria química. Si bien las operaciones en la fábrica rara vez requieren mano de obra intensiva, las operaciones asociadas, tanto en el monte como para conseguir los suministros de fibra no leñosa, pueden proporcionar las necesarias oportunidades de empleo, absorbiendo, por tanto, el excedente de mano de obra rural o, en algunos casos, sustituyendo a las obras públicas. Además, el desarrollo de la pulpa y el papel permite normalmente una descentralización necesaria de la industria y puede contribuir a menudo a valorizar las inversiones básicas en agua, energía y comunicaciones. Lo más importante sin embargo, es el hecho de que los insuficientes suministros de papel retrasarán invariablemente el desarrollo en otros sectores.

La Conferencia observó que los mercados nacionales del papel en muchos países de la región, si bien exiguos actualmente, están creciendo rápidamente. De ello se siguen tres cosas. Primero, al proyectar nuevas fábricas deberá tenerse siempre presente la posibilidad de la futura expansión. En segundo lugar, como se tardan de cinco a siete años en establecer una nueva fábrica especialmente si los recursos de materias primas han de ser inventariados, es conveniente iniciar la planificación del desarrollo ahora, incluso si los actuales mercados son pequeños, si ha de evitarse más adelante una situación crítica. En tercer lugar, la pequeña magnitud de los mercados nacionales, las economías de escala en la producción de pulpa y papel y, en algunos casos, lo complementario de los recursos entre los países, todo ello indica la necesidad de un enfoque regional y de alguna coordinación de los programas de desarrollo. La Conferencia, a este respecto, llamó la atención sobre el hecho de que quizás la autosuficiencia no fuese conveniente en todos los casos. Consiguiendo esta autosuficiencia mediante empresas de elevado costo se podría por ejemplo, satisfacer la demanda efectiva en el nivel de los precios altos, pero dejando insatisfechas las necesidades básicas. Todos estos puntos deben ser objeto de la más seria atención por parte de los gobiernos de la región.

Si bien, en general, la región posee suficientes recursos de fibras para mantener una expansión importante de su industria papelera, la Conferencia llamó la atención sobre el hecho de que en los últimos decenios de este siglo las necesidades de papel se habrán multiplicado considerablemente. Los gobiernos de la región tienen la obligación de conservar y, cuando sea necesario, crear, recursos de fibras para lo futuro. Como las medidas requeridas son esencialmente a largo plazo, y han de transcurrir decenios para que surtan efecto, la Conferencia encareció a todos los gobiernos de la región que revisen sus políticas forestales a la luz de tales circunstancias e inicien sin dilación las medidas necesarias para lograr que la escasez de materias primas no desemboque, a la larga, en un consumo restringido de papel.

La región ha hecho grandes progresos desde la guerra, reduciendo su dependencia de las importaciones de muchas categorías de papel, aunque un cierto número de factores técnicos y económicos hayan contenido el avance en lo que se refiere al papel para periódicos. A pesar del incremento de la producción regional de papel, las importaciones netas en la región han aumentado. Incluso si todos los nuevos proyectos que están en estudio llegaran a cristalizar, se necesitarán ciertamente importaciones de otras regiones para complementar la producción nacional durante la mayor parte del próximo decenio. Los datos de que se dispone sobre las tendencias de la capacidad productiva y de la demanda en las regiones tradicionalmente exportadoras indican que se dispondrá de las cantidades necesarias. Fuera de eso, sin embargo, no hay seguridad de que existan, en otros lugares, excedentes exportables disponibles de magnitud suficiente para satisfacer las necesidades de la región que crecen con rapidez. Lo que es cierto es que la región no estará en condiciones de satisfacer sus necesidades papeleras si ha de confiar fundamentalmente, y en forma creciente, en las importaciones. Por dichas razones, la Conferencia recomendó que los Estados Miembros de la región, que no lo hayan hecho aún, emprendan un detenido estudio de sus futuras necesidades de papel y tomen las medidas a su alcance para estimular el desarrollo de las industrias de la pulpa y el papel en la región, allí donde las disponibilidades de fibra y otros factores de producción ofrezcan la posibilidad de establecer con éxito sólidas empresas en este sector. Fue opinión de la Conferencia que, a menos que se emprenda una acción positiva de esta naturaleza, existe el grave peligro de que los programas educativos actuales se vean obstaculizados, se retrase la formación de un conjunto de ciudadanos bien informados, se persista en sistemas de distribución anticuados, y se dificulte el progreso industrial.

Ultimos adelantos técnicos y tecnología del futuro en la fabricación de pulpa y papel

La Conferencia trató de los recientes adelantos técnicos y de la tecnología del futuro en la fabricación de pulpa y papel, sobre la base de cuatro documentos de referencia. Dichos documentos sirvieron para subrayar el rápido desarrollo técnico que se ha producido durante los diez últimos años. Este abarca todas las fases de las operaciones de obtención de pulpa y papel, desde la recogida y transporte de materias primas fibrosas, hasta el desarrollo del producto. En la discusión se describieron varios métodos no tradicionales de manufactura. Se estimó que el ritmo de desarrollo aumentará más aún y habrán de seguirlo exactamente las personas encargadas de la planificación en todos los sectores relacionados con la producción de pulpa y papel.

La discusión se centró en dos problemas básicos: el más pleno uso de los recursos de primeras materias de fibra corta de la región; y los efectos de las técnicas modernas sobre la planificación de las nuevas fábricas de pulpa y papel en la misma.

Existen muchos ejemplos de la utilización con éxito de grandes porcentajes de pulpas de fibra corta en una amplia gama de papeles. No obstante, es urgente la necesidad de incrementar las investigaciones en este campo dentro de la región. La Conferencia recomendó que los gobiernos de la región se aprovechen de la asistencia técnica internacional (incluso la bilateral) para desarrollar y reforzar sus instituciones de investigación, y llamó la atención de los gobiernos sobre la posibilidad de solicitar ayuda del Fondo Especial de las Naciones Unidas para dicho fin.

La Conferencia concedió particular importancia al mejoramiento del intercambio de información acerca de los programas y resultados de las investigaciones en la región, y recomendó la celebración de reuniones técnicas ordinarias de investigadores en pulpa y papel, a las que asistan también técnicos de las fábricas, como medio eficaz de divulgar información y evitar la duplicación de las investigaciones y de la labor de desarrollo técnico.

Se insistió en la necesidad de prestar una más amplia consideración a las propiedades básicas de las fibras cortas y a la utilización de dichas propiedades en beneficio de la fabricación del papel. Las normas de calidad y las características no deberán seguir en todos los casos la pauta de las que se hayan establecido a base de pulpas de fibra larga ni habrán de determinarse hasta que se haya acumulado considerable experiencia dentro de un país.

La Conferencia recalcó que en las nuevas fábricas que se construyan en la región deberán adoptarse técnicas modernas. Esto no quiere decir necesariamente que la mecanización y la automatización deban utilizarse con la misma amplitud en los países industrialmente adelantados que en los menos adelantados. Pero habrán de aprovecharse hasta el máximo los recientes adelantos técnicos que han mejorado la eficiencia de las operaciones. Se observó, además, que las fábricas de pulpa y papel, por requerir una inversión intensiva de capital, no pueden desempeñar un importante papel en la solución de los problemas de la desocupación. A este respecto, las operaciones forestales ofrecen mayores posibilidades, pero aun en éstas deben adoptarse medidas para aumentar la productividad de la mano de obra mediante el empleo de instrumentos perfeccionados.

Se observó que la obtención de pulpa con sistema continuo ofrece ventajas en muchos casos. Son características atractivas el bajo costo de inversión y la facilidad de operaciones y de control.

Cabe esperar ulteriores y rápidos desarrollos para lograr empresas eficaces y más pequeñas de pulpa y papel. Esto tenderá a acrecentar la dificultad de la selección del equipo. La Conferencia insistió en la importancia de realizar estudios preliminares completos, utilizando especialistas calificados, especialmente al iniciar un proyecto que requiera la utilización de nuevas técnicas. Se advirtió, además, que existe verdadera necesidad en la región de una continua evaluación objetiva de los nuevos procedimientos.

Suministro de materias primas fibrosas y disponibilidad económica

La Conferencia trató de los suministros de materias primas fibrosas de la región y de su disponibilidad económica, basándose en documentos de la Secretaría y en los estudios pertinentes llevados a cabo en la India Birmania y Tailandia por el Instituto de Investigaciones Stanford y por la Secretaría de la CEALO/FAO.

La Conferencia había decidido ya que las necesidades rápidamente crecientes de papel y cartón - un incremento del consumo del cuádruple en los próximos 15 años en el Lejano Oriente (excluida la China continental) y del doble en Oceanía - habrán de cubrirse mayormente con la producción indígena, cuyo requisito previo básico es la disponibilidad a precios prudenciales de materias primas fibrosas adecuadas. La Conferencia, por tanto, examinó las disponibilidades de madera, bambú, bagazo, paja, gramíneas y otras posibles materias primas fibrosas, con referencia particular a las cuestiones siguientes:

1. ¿Qué cantidades se necesitan?

2. ¿Qué materias primas hay disponibles en cada subregión?

3. ¿Podrá disponerse de aquéllas en cantidad suficiente, a precios económicos para hacer frente a las necesidades mínimas de pulpa química de fibra larga y de pulpa mecánica?

La Conferencia hizo suya la estimación de la Secretaria referente a las posibles necesidades de materias primas fibrosas, que suponen una necesidad para 1975 de más de 32 millones de metros cúbicos de madera, 1,8 millones de toneladas de bagazo y bambú respectivamente, y más de un millón de toneladas de paja y gramíneas en el Lejano Oriente (excluida la China continental), y 3,8 millones de metros cúbicos de madera en Oceanía.

Las conclusiones acerca de la disponibilidad de las varias materias primas fueron las siguientes:

a) Madera. Las perspectivas de los suministros de pulpa de madera de fibra corta son generalmente mejores que las de pulpa de fibra larga de coníferas, pero la madera para pulpa de los existentes montes tropicales de masas mezcladas, en muchos casos, será más cara que las otras materias primas, como el bagazo o la paja de arroz. Es probable también que cueste más que la madera para pulpa de las plantaciones existentes o posibles de especies indígenas o exóticas de rápido crecimiento. Sin embargo, los montes tropicales deben estudiarse con vistas a incrementar en productividad de especies destinadas a pulpa. También deberá pensarse en el aprovechamiento de los residuos de la madera.

b) Bambú. Es probable que la pulpa de bambú siga siendo el principal sucedáneo de la pulpa química de coníferas, ya que en los países en donde se dispone de ambas, el bambú será a menudo más barato que los pinos de las masas naturales. Hay recursos disponibles para la expansión en gran escala de la producción de pulpa en Asia meridional y en el sudeste del Asia continental; la mayor fuente sin explotar, capaz de rendir varios millones de toneladas al ano, es el bambú de Birmania. El bambú de las plantaciones artificiales quizás resultara más económico aun que el de las masas naturales.

c) Gramíneas. Esta región contiene muchas gramíneas y juncos que son aptos como material para pulpa. Debe investigarse el aspecto económico de su aprovechamiento.

d) Bagazo. En la mayor parte de la región, el bagazo es probablemente el material de fibra corta más económico de que pueda disponerse en grandes cantidades. Se prevé una considerable expansión de la fabricación de pulpa a base de bagazo.

e) Paja. No es probable que la paja se convierta en importante materia prima en la oferta global, pero puede contribuir a una expansión reducida en las fábricas de tamaño mediano y pequeño en el Asia sudoriental, continental e insular, y en el este de Asia.

Se presentó también un documento de la Secretaria con un ejemplo de estudio de disponibilidad económica de varias materias primas en diferentes países para distintos y posibles emplazamientos de fábricas. La Conferencia señaló a la atención de los Estados Miembros la metodologia utilizada, la cual, comparando el costo de cada materia prima en función de una tonelada de pulpa blanqueada en cada posible emplazamiento de fábrica, contribuye a elegir el emplazamiento de la misma; a determinar la mejor combinación de materias primas; y la capacidad de producción de una fábrica indicando el efecto del incremento de la capacidad sobre el costo medio de las materias primas entregadas en fábrica

Se acordaron las siguientes principales conclusiones:

1. La totalidad de posibles suministros de materias primas es más que suficiente para cubrir las necesidades estimadas hasta 1975 e incluso más adelante.

2. Cada subregión parece capaz de satisfacer sus propias necesidades, con la posible excepción del Asia oriental.

3. A excepción del Asia oriental, las materias primas podrían facilitarse a precios más ventajosos que los de los países occidentales.

4. Existen tres importantes fuentes de suministro: las reservas inexplotadas de bambú de Birmania; el bagazo industrial en el sur y el este de Asia, y las actuales y posibles futuras plantaciones de frondosas y coníferas en el sudeste de Asia continental e insular y en el Asia oriental.

En muchos países, no existen los datos fundamentales necesarios para el análisis. La Conferencia, por tanto, recomendó la iniciación sin demora de los siguientes estudios:

a) Inventarios de reconocimiento de los montes;

b) Inventarios detallados, que proporcionen datos sobre densidades de masas, especies y crecimiento de áreas seleccionadas de montes que en el reconocimiento demuestren poseer potencial industrial;

c) Evaluación económica y encuestas de viabilidad de datos relacionados con los posibles emplazamientos de las fábricas.

Deberá tenerse presente la posibilidad de conseguir asistencia financiera del Fondo Especial de las Naciones Unidas para continuación de tales estudios preliminares a la inversión.

Con vistas a crear nuevos recursos, que a plazo más largo indudablemente se necesitarán en muchas zonas la Conferencia afirmó nuevamente que eran necesarias otra evaluación detenida y una revisión de las políticas forestales. Apoyó la recomendación formulada por el reciente Quinto Periodo de Sesiones de la Comisión Forestal para Asia y el Pacifico, referente al estudio de las tendencias de la madera últimamente emprendido por la FAO y la CEALO. Se pidió con urgencia la creación de plantaciones de especies de crecimiento rápido y la conversión de montes de masas mezcladas naturales en masas de especies más adecuadas. Se citó Nueva Zelandia como ejemplo del cultivo de montes artificiales de especies exóticas (Pinus radiata) destinados a las necesidades industriales.

Otros requisitos previos para la producción de pulpa y papel

Las breves declaraciones hechas por los delegados de países de la región, indicaron que la mayoría de dichos países están bastante bien situados con respecto a los suministros de los varios productos químicos necesarios para la fabricación de pulpa, papel y cartón para hacer frente a sus necesidades presentes y futuras. Los países actualmente deficitarios en ciertos productos químicos podrán obtenerlos mediante el comercio intrarregional o a través de importaciones de Europa y América, o explotando sus propios recursos potenciales.

La Conferencia aprobó el procedimiento adoptado por la Secretaria para la estimación de las necesidades totales de varios productos químicos de cada subregión. Se propuso que se ampliaran y revisaran los cuadros, si en las fábricas de la región se adoptasen procedimientos de fabricación de pulpa distintos de los indicados por el documento de la Secretaria.

En lo que se refiere a la recuperación de los elementos químicos de las aguas residuales de la cocción, la opinión de la Conferencia era que las instalaciones de recuperación de unidades inferiores a 50 ó 60 toneladas al día, resultaban antieconómicas debido al costo proporcionalmente alto de las instalaciones. Se advirtió, sin embargo, que actualmente están en curso investigaciones para el desarrollo de procedimientos e instalaciones para la recuperación de los elementos químicos y del calor de las aguas residuales procedentes de pequeñas unidades (de 10 a 15 toneladas al día) y que la construcción de tales instalaciones de recuperación será probablemente una posibilidad económicamente factible en un próximo futuro.

Se aprobaron de modo general las sugerencias sobre producción y disponibilidad de las cantidades de productos químicos requeridas en los diferentes países y las necesidades estimadas de agua, fuerza de vapor, combustible y medios de transporte, hechas por la Secretaria.

Un obstáculo a la expansión de la producción de pulpa y papel en la región es la escasez de técnicos, ingenieros y tecnólogos competentes y capacitados. La Conferencia insistió en la necesidad de ampliar los servicios técnicos de capacitación en todos los planos. Asimismo se sometieron a su consideración informes sobre los trabajos ya realizados en este campo por la OIT y la UNESCO, y la Conferencia tomó nota de la forma en que estos organismos especializados podrían contribuir a la ampliación de los programas de capacitación técnica de aquella región.

La Conferencia recomendó' que las organizaciones interesadas de las Naciones Unidas colaboren en la preparación de una lista de los servicios de capacitación disponibles. Los delegados de países tanto de dentro como de fuera de la, región expusieron los servicios existentes en sus países, y manifestaron hallarse dispuestos a aceptar estudiantes y cursillistas de otros países en sus institutos nacionales y también a conceder medios de capacitación en las fábricas. La FAO y la CEALO continuarán ayudando a los países deseosos de conseguir medios para el ensayo de primeras materias fibrosas y auxiliares para la fabricación del papel.

Aspectos técnicos y económicos de la producción de pulpa y papel

La Conferencia discutió, sobre la base de veintinueve documentos de referencia y de un documento de la Secretaria, muchos aspectos de los problemas técnicos y económicos que entraña la fabricación de la pulpa y el papel. En estos documentos se exponían los resultados de la experiencia adquirida no sólo en el Lejano Oriente, sino también en otras zonas del mundo, tanto en los países muy desarrollados industrialmente como en los países en desarrollo. Dichos documentos tratan de los varios procedimientos y material disponibles para la fabricación de pulpa de la madera, el bambú el bagazo, la paja y otras materias fibrosas disponibles en la zona.

En la discusión se insistió acerca de la posibilidad de producir tanto pastas mecánicas como de gran resistencia, con las materias primas disponibles, habida cuenta de la limitada disponibilidad en la región de maderas de coníferas, de las cuales se han venido produciendo tradicionalmente dichos tipos de pulpas. Se indicó que existen ya métodos para producir económicamente pastas mecánicas con ciertas maderas de frondosas de fibra corta y con bagazo. Se están ya produciendo en la región. pulpa mecánica pura y pulpa químico-mecánica, así como de tratamiento con sosa cáustica en frío, a base de ciertas maderas duras, y está proyectada una fábrica para utilizar pulpa mecánica de bagazo. Sin embargo, es preciso mejorar los métodos de utilización de estas materias primas y Deberá concederse mayor atención a la labor de perfeccionamiento en dicho campo.

En lo que se refiere a la producción de pulpas de gran resistencia, es fundamental mejorar los actuales métodos de fabricación si ha de producirse en la zona una cantidad suficiente de pulpa de dicha calidad. Se evidenció que incluso tratándose del bambú que es la materia prima de fibra larga predominante en la zona, no se estaban produciendo aún verdaderas pulpas de gran resistencia. Se convino en que la preparación de materias primas antes de la digestión tiene un efecto sensible sobre la calidad de la pulpa y que es conveniente lograr mejores métodos de eliminar los componentes extraños de la materia prima, antes y después de la digestión.

Se observó que, al determinar la utilización de estas diversas materias primas de fibra corta, debe concederse atención a otras propiedades de las fibras, además de la longitud. El espesor de las paredes de las células y la presencia de elementos no fibrosos por ejemplo, son factores que han de tenerse en cuenta al determinar la utilidad del material y la resistencia que ha de obtenerse. Es menester hacer investigaciones sobre la posibilidad de separar las fibras de longitud o resistencia superiores, bien por medios mecánicos o por digestión fraccionada.

Se examinó la cuestión de los métodos de digestión continua en relación con los de digestión discontinua; la tendencia normal fue a favor de los métodos de cocción continua de duración cada vez más corta, insistiéndose en la adecuada impregnación de la materia prima antes de la digestión. Es urgente efectuar investigaciones para conseguir una más rápida y completa penetración de las materias primas.

Se observó que existen equipos para cernido, lavado, preparación de material, así como maquinas papeleras, que pueden utilizarse para producir papel empleando una gran proporción de pastas de fibra corta. Sin embargo, podrían efectuarse provechosamente ciertas modificaciones para manipular nuevas materias primas, y deberán hacerse esfuerzos para mejorar el modelo del material, teniendo presentes dichas determinadas materias primas.

Se citó como útil para la manipulación de pulpas de fibra corta el empleo de telas más largas, cilindros aspirantes de toma entre la tela y la primera prensa y mejores revestimientos de los cilindros-prensa para reducir el repelado.

La Conferencia convino en que la relación entre el material de fibra corta y el de fibra larga para las futuras necesidades globales de pulpa, que se da por supuesta en el documento de la Secretaría, es práctica como base para una planificación futura hasta 1965 y 1975.

En lo que se refiere a las necesidades de fibras a más largo plazo, deberán adoptarse medidas para plantar especies arbóreas que tengan las características de fibra apropiadas para producir los mejores tipos de pulpa mecánica y de pulpa de gran resistencia. Pueden utilizarse ciertas características morfológicas para indicar las probables cualidades de elaboración de determinados árboles o especies, y prestando detenida atención a esas características se podrán eliminar muchas especies sin tener que llevar a cabo extensos ensayos de fabricación.

Se necesitan investigaciones para seleccionar las especies más adecuadas de los montes tropicales de masas mezcladas, con vistas, en particular, a su propagación, junto con estudios de genética para lograr un futuro suministro de madera para pulpa con las características de fibra apropiadas.

Seguidamente, la discusión se centró sobre el costo inicial de las nuevas fábricas de pulpa y papel de diferentes tamaños. Las cifras facilitadas por diferentes fuentes mostraron divergencias. Los representantes de diferentes países de la región dieron datos sobre costos de establecimiento, basados en fábricas ya construidas o en construcción, que presentaron considerables discrepancias.

Es imposible dar estimaciones que abarquen todas las circunstancias; deben hacerse estimaciones exactas para cada lugar, después de una investigación técnica y económica a fondo. Para que las estimaciones de costos de material de diferentes fuentes sean comparables, deben referirse a las mismas características. La Conferencia recomendó que la Secretaria reúna y divulgue más información sobre el costo inicial de establecimiento, que comprenda las características de fábricas de diferentes tipos y tamaños, de forma que puedan ser comparables las estimaciones facilitadas por los proveedores de los diferentes países que suministran la maquinaria. La Conferencia también invitó a la FAO a poner al día y reeditar la publicación Raw materials for more paper (Estudios de silvicultura y productos forestales N° 6).

Antes de iniciar cualquier proyecto, se necesita asesoramiento competente. Esta asistencia y los conocimientos especializados pueden conseguirse de varias fuentes: de las fábricas existentes, empresas consultoras de construcción, consultores individuales, fabricantes de maquinaria o contratistas en general.

Se estudiaron las cuestiones de mecanización y productividad de la mano de obra. Se señaló que, a pesar de que los costos de la mano de obra de la región son relativamente bajos, existen aún importantes incentivos para la mecanización y la productividad más alta posible. Se observó que, cuando el problema de las oportunidades de empleo es importante, quizás haya que imponer algún sacrificio en cuanto a la productividad de la mano de obra. En cualquier caso, deberá darse oportunidad a las nuevas industrias para que se inicien con las más modernas instalaciones.

Papel de periódico

Al examinar los problemas especiales que plantea la oferta y la demanda de papel de periódico en la región, la Conferencia observó que el consumo actual en muchos de los países es inferior al que debiera ser en relación con sus niveles de desarrollo económico y cultural. Fundándose en los datos presentados en un documento de la Secretaría y de cuatro documentos de referencia, se discutieron las posibilidades de satisfacer las necesidades de este producto, que aumentan rápidamente, utilizando materias primas fibrosas indígenas y no tradicionales.

La Conferencia consideró que las estimaciones de la demanda presentada por la Secretaría eran probablemente bajas en lo que se refiere a muchos de los países de la región. El objetivo de todos los países de la misma deberá ser facilitar la difusión de información al público con el menor costo posible. La Conferencia observó que en los países desarrollados esto se había podido conseguir en gran medida gracias a los ingresos de la publicidad. En los países menos desarrollados, sin embargo, tales ingresos son generalmente bajos y el precio del papel de periódico, por tanto, influye más en el costo final del diario. Sobre este particular, la Conferencia observó que en muchos de los países, los métodos actuales de distribución tienden innecesariamente a incrementar el costo del papel de periódico, especialmente para las pequeñas empresas.

Se discutió el problema de las características convenientes del papel de periódico, y la Conferencia convino en que éstas no pueden definirse con normas mínimas de propiedades concretas. Las normas aceptables pueden variar considerablemente, según las determinadas condiciones en que trabaja la empresa periodística y la maquinaria de imprenta utilizada, pero la calidad deberá ser uniforme.

La Conferencia apoyó el punto de vista expresado en el documento de la Secretaría de que, actualmente, existen procedimientos de elaboración de pulpa que permiten la producción económica de pastas mecánicas de una gran variedad de maderas de frondosas. Estos procedimientos se utilizan ahora comercialmente para la fabricación de papel de periódico, tanto en las principales regiones productoras de papel de Norteamérica y Europa, como en algunos de los países del Lejano Oriente. Se hizo observar, sin embargo, que en la mayor parte de las zonas, los montes tropicales de masas mezcladas no constituirán una fuente económica de suministro de madera para tal producción, ya que en dichos montes la proporción de especies adecuadas es generalmente baja. Los manglares, que frecuentemente contienen un alto porcentaje de especies ligeramente coloreadas, de poca densidad, constituyen una excepción a esta regla. La Conferencia llegó a la conclusión de que, utilizando madera como materia prima, se conseguirán probablemente los mejores resultados económicos plantándose especies de crecimiento rápido, tanto de coníferas como de frondosas, con características adecuadas.

Al deliberar acerca de las posibilidades de fabricación de papel de periódico partiendo del bagazo, la Conferencia consideró que tal producción no es económica ni técnicamente factible si se basa principalmente en el uso de pulpa totalmente química. Se expresaron las opiniones de que, para alcanzar una economía de producción aceptable y unas características convenientes del papel, por lo menos, la mitad de la fibra suministrada deberá consistir en pulpa de producción mecánica. Despertó considerable interés la noticia de que está en construcción en la India una nueva fábrica de papel de periódico que utiliza pulpa mecánica de bagazo.

Al discutir la economía de la producción, se convino en que las economías de escala eran muy pronunciadas en la fabricación de papel para periódico. Las fábricas de este producto establecidas en aquellos países con capacidad de producción diaria de menos de 150 a 200 toneladas, serán capaces de competir en precio con el papel de periódico importado sólo si funcionan en condiciones favorables. La Conferencia, por tanto llegó a la conclusión de que, en los países en donde el mercado de papel de periódico es reducido, no es siempre deseable la autosuficiencia en el suministro de papel de periódico. Se observó, sin embargo, que la economía de la producción puede a menudo mejorarse integrando la producción con la manufactura de otras clases de papel; por ejemplo, para las impresiones mecánicas. La Conferencia recomendó que se estudiaran a fondo las posibilidades de establecer centros de producción regional, según lo recomendado por la reunión de la UNESCO sobre desarrollo de los medios de información en el sudeste de Asia celebrada en Bangkok en enero de 1960.

La Conferencia recalcó la importancia de los estudios previos a la inversión en el caso de proyectos relativos a papel de periódico. Las considerables inversiones exigidas y la necesidad de conservar el precio del producto al nivel más bajo posible, requieren una detenida planificación de las fábricas, incluidos los ensayos de laboratorio, las pruebas de experimentación de las máquinas con las materias primas no tradicionales y los estudios sobre la viabilidad económica para lograr la solución más ventajosa, técnica y económicamente. Se recalcó también que la expansión de las fábricas existentes es generalmente una forma más económica de hacer frente a la creciente demanda que el establecimiento de nuevos medios de producción. Esto, además, subraya la conveniencia de un enfoque regional o subregional en la planificación.

Aunque la Conferencia llegó a la conclusión de que las materias primas fibrosas para la producción de papel de periódico podrían facilitarse a un costo razonable para cubrir las necesidades estimadas durante los quince próximos años, señaló también la importancia que tiene la planificación inmediata para las necesidades futuras a largo plazo. La Conferencia recomendó que los gobiernos de la región investiguen las posibilidades de establecer plantaciones de especies madereras de crecimiento rápido adecuadas para la manufactura de papel de periódico, en emplazamientos apropiados.

Recogida y aprovechamiento de los desperdicios de papel

La recuperación de papel viejo o de desecho podría atender a más de una cuarta parte de suministro de fibra en la región y de hecho a cerca del tercio de esta necesidad en algunos países.

La nueva utilización directa del papel usado sin elaboración, para envolver, no debe estimularse, ya que se consideró antihigiénico; pero al parecer, a algunos países les resulta difícil impedir esta práctica.

El desarrollo de las manufacturas locales de cartón podría presentar oportunidades adecuadas en aquellos países en. donde existe un suficiente suministro de papel de desecho.

El desarrollo de la producción de clases especiales de papel de envolver, con estucos especiales de plástico, cera, etc., o con caras de láminas de plástico y metálicas, no parece constituir un factor importante en la disminución de la tasa de recuperación de los desperdicios de papel, pero sería conveniente indicar claramente a quienes se dedican al negocio de recuperación de papeles usados que esta clase de papel habrá de ser cuidadosamente seleccionada durante la recogida, a fin de evitar dificultades al transformar en pulpa el papel de desecho recuperado.

En los países en donde la industria del papel y del cartón se encuentra en una de las etapas iniciales de desarrollo, sería útil una sencillísima clasificación del papel de desecho como la que damos a continuación:

a) Recortes de las prensas de imprenta;

b) Recortes de las encuadernaciones de libros;

c) Papel de desecho de las oficinas gubernamentales;

d) Periódicos viejos.

En el conjunto de las condiciones que imperan en la región, merece tomarse en consideración la industria del papel hecho a mano, sobre todo con el fin de proporcionar empleo de jornada parcial o completa.

Puede concederse especial atención a aquellas especialidades que logran un buen precio, que tienen valor artístico y que no oponen competencia. Sin embargo, no deberán imponerse restricciones a la industria del papel hecho a mano que limiten su campo de actividades. En condiciones favorables y con una tecnología mejorada la industria deberá tener libertad para crear variedades que correspondan a las del papel fabricado a máquina. En casos pertinentes, los gobiernos podrían considerar el reservar ciertas variedades de producción a la industria del papel hecho a mano.

Los gobiernos deberán ayudar mediante investigaciones y anticipando fondos. Los subsidios directos no se consideran esenciales si los adelantos técnicos se realizan en forma apropiada.

Los instrumentos y las técnicas de funcionamiento deben mejorarse rápidamente. Para ello, se considera conveniente el libre intercambio de información, y se pidió a la Secretaría de la CEALO que reúna y distribuya la información. También se insistió en la necesidad de investigaciones de mercados, pero no se expresó ninguna opinión determinada acerca de unidades centrales de elaboración de pulpa.

Producción industrial en pequeña escala de pulpa y de papel

No puede existir una regla rigurosa acerca de la magnitud económica de una fábrica en pequeña escala. Ello dependerá de las circunstancias locales y de la naturaleza del proyecto, es decir, de si se trata de una fábrica de pulpa, de papel, o combinada.

Incluso en los países industrializados, existe un gran número de pequeñas fábricas de pulpa y de papel. En la mayoría de los casos, éstas, que a menudo comprenden el 80 por ciento del número total, sólo representan aproximadamente del 10 al 25 por ciento del volumen de la producción. Algunas pequeñas fábricas siguen trabajando lucrativamente sin modificar esencialmente su equipo ni su modo de funcionamiento, en tanto que otras, al enfrentarse con la competencia de las de mayor importancia, tuvieron que modernizarse o dedicarse a otros productos. Por otra parte, un cierto número ha tenido que cerrar. Sobre la base de estos antecedentes históricos, se discutieron los planes de varios países de la región para estimular la manufactura en pequeña escala de pulpa y papel.

Los aspectos favorables de las operaciones en pequeña escala son los siguientes: aprovechamiento de materias primas fibrosas locales y reducción de los gastos de transporte; venta local de los productos finales con costos de distribución más bajos; reajuste inmediato a las necesidades del mercado local; adaptación a los reducidos abastecimientos de agua; necesidad de un número menor de personal técnico sumamente capacitado y de mano de obra especializada; inversiones relativamente pequeñas de capital; uso de maquinaria fabricada localmente; distribución geográfica de las oportunidades de empleo. En las zonas en donde no exista fábrica de pulpa o papel, una instalación en pequeña escala puede constituir muchas veces el medio de iniciar tal industria. La calidad no tiene por qué sufrir en una instalación en pequeña escala.

La producción de pulpa para el mercado no se presta generalmente a las operaciones en pequeña escala. Las fábricas de especialidades de papel pueden o no estar integradas, mientras que las fábricas pequeñas de papel de envolver y las de cartón deberán normalmente proceder a su integración. En algunos casos se pueden conseguir considerables ventajas económicas de la integración de una pequeña unidad papelera con una fábrica mayor de pulpa e incluso a la inversa.

Son muchos los perfeccionamientos tecnológicos que tienden a hacer factible y económica la fabricación en menor escala de lo que actualmente se considera conveniente. Entre ellos, un marcado mejoramiento en la disponibilidad del equipo adecuado y la creación de procedimientos apropiados. Los resultados de las investigaciones, de los que se ha informado a la Conferencia, indican que hay a la vista ulteriores progresos.

Las pequeñas fábricas de pulpa y papel son muy a propósito cuando sólo se dispone de cantidades reducidas de materias primas - especialmente, paja, papel de desecho, trapos y hierbas.

De los varios procedimientos que pueden emplearse para convertir en pulpa estas materias primas, se preferirán, en principio, aquellos que requieren sólo un equipo sencillo y de bajo consumo químico. Entre los métodos de escaso consumo de elementos químicos que no necesitan ser recuperados, está el procedimiento del bisulfito. Podría ser factible una reducción en el consumo de elementos químicos en los procedimientos Kraft de ciclo rápido.

En la mayoría de los países hay necesidad de fábricas grandes y pequeñas. Los papeles especiales, como, por ejemplo, el papel de fumar, el papel para usos eléctricos, y el papel moneda, se producen casi universalmente en fábricas relativamente pequeñas, y lo mismo sucede con los cartones paja, el papel de seda y otras pocas clases de papel y cartón para el consumo local. Por el contrario, los productos como el papel de periódico y ciertos papeles Kraft producidos a base de las principales materias primas, como madera, bambú y bagazo, no se prestan a la producción económica en pequeña escala.

Algunos países de la región están proyectando que una mayor proporción de la producción total se obtenga en pequeñas fábricas. Si bien reconociendo las diferentes ventajas que ofrece la producción en pequeña escala, la Conferencia apoyó el principio de que ésta debe ser considerada como una fase del desarrollo de la industria. En su consecuencia, algunas de las nuevas pequeñas fábricas deberán proyectarse en torno a recursos de materias primas que probablemente hayan de seguir siendo reducidos, con el objetivo esencial de producir, en dichas fábricas, papeles especiales y ciertos cartones. Deberán proyectarse desde un principio otras pequeñas fábricas que permitan la expansión por lo menos al tamaño mediano, a medida que crezca la demanda, y se habrá de planear el desarrollo de una oferta permanente de las principales materias primas para un cierto número de dichas fábricas.

La Conferencia llegó a la conclusión de que entre los requisitos previos para el feliz funcionamiento en pequeña escala figuran los siguientes:

1. Los costos iniciales de establecimiento deberán mantenerse en el mínimo, haciendo uso de la energía y el agua adquiridas, y con una sencilla eliminación de las aguas residuales; deberán facilitarse medios públicos de transporte, así como servicios para la comunidad, tales como viviendas para el personal;

2. Costos bajos de las materias primas;

3. Disponibilidad de un mercado local para reducir los de transporte y de distribución.

Fabricación de maquinaria para pulpa y papel

La Conferencia estudió las necesidades de maquinaria de la región en los diferentes sectores de la industria del papel en fábricas grandes, medianas y pequeñas. Tomó nota del programa de adquisición de fuentes exteriores inicialmente, y de la manufactura dentro de la región del equipo necesario para el desarrollo de esta industria durante los próximos quince años. El diseño del material requiere estudios ulteriores desde el punto de vista de las materias primas disponibles y de las dimensiones de la maquinaria conveniente para la región.

La Conferencia hizo ver la posibilidad de fabricar pequeños elementos en algunos de los países de la región, de mejorar los proyectos para adecuarlos a las necesidades típicas de las materias primas no clásicas, y tomó nota del suministro potencial de los fabricantes de maquinaria de dentro de la región.

En ciertos países industrialmente adelantados, las empresas consultoras y de ingeniería han formado grupos para emprender estudios especiales de las necesidades de maquinaria de la región.

La Conferencia observó con agrado la promesa de cooperación hecha por ciertos países adelantados de fuera de la región, en cuanto se refiere a satisfacer las necesidades y asistir a los países en la fabricación de maquinaria.

El costo de equipo estará probablemente hasta cierto punto por encima de los precios mundiales en el período inicial de fabricación indígena, pero a su debido tiempo, es incluso posible que quede por debajo de dicho nivel. La Conferencia consideró que no deberá subestimarse la necesidad de los servicios de ingeniería. Si fuera necesario, los países de la región podrían conseguir dichos servicios de los países adelantados.

Debido a la falta de medios de fabricación de maquinaria en la región, las fábricas de papel tropiezan con retrasos en la adquisición de piezas de recambio y suministros consumibles.

La Conferencia tomó nota de la Resolución N° 31 (XVI) de la CEALO sobre cooperación económica regional para el desarrollo del comercio y las industrias, que apremia a los países de la región para que cooperen entre sí y establezcan conjuntamente fábricas de maquinaria, y también insta a los países de fuera de la región a que ayuden a los países de la región con sus conocimientos y con capital para dichas fábricas. La Conferencia recomendó que los países de la región, allí donde las circunstancias lo permitan, proyecten la fabricación de maquinaria para pulpa y papel y efectos para las fábricas, empezando con elementos sencillos, de acuerdo con dicha resolución.

Perspectivas de desarrollo y necesidades de inversión

La Conferencia estudió las inversiones que se necesitarán hasta 1975 para alcanzar una expansión en la capacidad suficiente para hacer frente a las crecientes necesidades de papel. Se consideraron las cifras siguientes para dar una idea general de la magnitud de las inversiones exigidas (además de los proyectos que se están actualmente efectuando): Para la región en conjunto (excluida la China continental): 4.500 millones de dólares durante los 15 próximos años, o más o menos, 200 millones de dólares anualmente hasta 1965, y 350 millones de dólares anualmente en el decenio siguiente.

Si se excluyen las zonas industriales desarrolladas (Oceanía y Japón, en donde gran parte de la expansión podría conseguirse mediante la autofinanciación de la industria existente), las cifras son: 75 millones de dólares anuales hasta 1965, y 95 millones anuales en el decenio siguiente, lo que hace un total de 1.300 millones de dólares hasta 1975. Las necesidades de divisas representarán la mitad de las últimas cifras citadas y corresponderán aproximadamente al valor de la producción de un año de la capacidad total de expansión requerida.

La magnitud de esta expansión justifica y exige a la vez el pronto desarrollo de una industria de fabricación de maquinaria de pulpa y papel en la región; esto tiene especial importancia en vista del hecho de que serán necesarias considerables cantidades de divisas para importar, no sólo bienes de producción, sino también las piezas de recambio que repetidamente se necesitan y los efectos consumibles.

Las manifestaciones hechas por los delegados evidenciaron que la limitada disponibilidad de capital nacional particular constituye un obstáculo para conseguir la expansión requerida en algunos, aunque no en todos, los países de la región. La mayor parte de los gobiernos están tomando medidas para estimular a las empresas privadas para que entren en dicho campo, pero es evidente que, dada la importancia decisiva que para el progreso industrial y cultural tiene el suficiente suministro de papel, las empresas públicas tomarán la iniciativa si el capital privado se mostrara reacio.

Sin embargo, la Conferencia estimó que se necesitará una importante participación del capital extranjero. Las instituciones internacionales de crédito y los empréstitos de gobierno a gobierno podrían ayudar muchísimo, pero el capital social privado de ultramar tiene un especial papel que desempeñar. Como industria creciente, la pulpa y el papel ofrecen un mercado constante y en expansión; el capital extranjero podría proporcionar los necesarios conocimientos y la experiencia directiva, contribuyendo al mismo tiempo a superar todas las dificultades inherentes a un desarrollo que depende en gran parte de las materias primas no tradicionales y de los nuevos procedimientos. El capital procedente de esta industria de ultramar y que busque nuevas salidas podría encontrar sendas lucrativas apoyando el desarrollo de las industrias de la pulpa y del papel en Asia y el Lejano Oriente.

Sin embargo, son necesarias ciertas salvaguardias, por ambas partes, si ha de existir una corriente más libre de capital; por un lado, la posibilidad de transferencia de los dividendos y la repatriación del capital, etc., y por otra, paciencia, moderación y auténtico conocimiento de los problemas con que se enfrentan los países en sus primeras fases de desarrollo. La Conferencia observó con gran satisfacción las declaraciones hechas en nombre de todos los países participantes con industrias establecidas de pulpa y de papel. Estas manifestaciones eran prueba, en todos los casos, de que se entienden perfectamente las razones que impulsan a un rápido desarrollo de la industria dentro de la región, y constituían ofrecimientos de ayuda, incluso asesoramiento técnico y medios de capacitación e investigación. Si bien se expresó la esperanza de que el capital extranjero acudirá en escala creciente a complementar los propios recursos de la región, y se señalaron las convenientes características de las empresas conjuntas, la Conferencia reconoció que la mayor parte de la expansión habrá de fundamentarse en el capital nacional.

La Conferencia observó que el promotor de una fábrica puede, o bien (a) desarrollar el proyecto por sí solo, contratando su personal, comprando su maquinaria y utilizando los servicios de un ingeniero consultivo, o (b) colaborar con un fabricante experimentado de pulpa y papel, confiando en este último para la asistencia técnica y la orientación, o (c) establecer un contrato para una fábrica completa, o para la maquinaria solamente, con o sin instalación y supervisión, frecuentemente a base de un «convenio en bloque». Los acuerdos (b) y (c) pueden prever la participación financiera del colaborador o contratista. En todos los casos, el promotor debe procurar que estén incluidos en los acuerdos, o previstos de otra manera, el asesoramiento técnico competente y los medios para capacitar el personal local.

Para que el capital pueda sentirse atraído por determinados proyectos, serán necesarias largas y costosas investigaciones, que abarcarán desde los reconocimientos seguidos de inventarios detallados de los recursos de fibras, ensayos experimentales y de laboratorio, estudios sobre la disponibilidad de fuerza, agua, productos químicos, etc., hasta las encuestas sobre los mercados y estudios de viabilidad de fábricas adecuadas en emplazamientos apropiados. Si bien en algunos casos el empresario puede llevar a cabo estos estudios (para comprobar y ampliar la información existente), la Conferencia recomendó que los gobiernos adquieran sus propios datos básicos. Esto les ayudará a atraer el capital, a ponderar las ventajas de los diferentes proyectos, y a negociar los posibles proyectos en condiciones más equitativas. Esto tiene particular importancia con respecto a los recursos de fibras, ya que cada gobierno de la región es responsable de la conservación y debida ordenación de dichos recursos. Se expresó la esperanza de que el Fondo Especial de las Naciones Unidas pueda ayudar a los gobiernos a llevar a cabo estos estudios preliminares a las inversiones.

La Conferencia advirtió la importancia de integrar la planificación del desarrollo de la pulpa y del papel con los planes generales de desarrollo. Teniendo en cuenta la considerable influencia de la inversión infraestructural en la economía de la manufactura de pulpa y papel, la Conferencia recomendó que los gobiernos, al planificar sus inversiones básicas en carreteras, ferrocarriles, energía, agua, etc., tengan presente la conveniencia de orientar las inversiones de manera que se logre que los recursos de fibras aptas para el establecimiento de fábricas de pulpa y papel puedan situarse dentro de las posibilidades económicas.

Los varios programas multilaterales y bilaterales de asistencia técnica representan una importante afluencia de capital - en conocimientos, equipo, becas y medios de capacitación - dentro de la región. Muchos delegados propusieron mejoras para que dichos programas estuvieran en condiciones de contribuir más eficazmente al desarrollo de la industria de la pulpa y del papel en la región. El primer elemento esencial es hallarse familiarizado y tener un conocimiento de los problemas de los países en desarrollo, y los medios para lograrlo será una representación adecuada de los países de la región en el personal internacional.

Al revisar sus conclusiones anteriores, la Conferencia confirmó que un esfuerzo general por alcanzar la autosuficiencia nacional en la pulpa y papel en la región no representará un aprovechamiento óptimo de los recursos de la región, y señaló a la atención de los Estados Miembros de la misma la conveniencia de enfocar el problema, desde el punto de vista regional, especialmente en lo que se refiere a la producción de papel de periódico. Se tomó nota del ofrecimiento de la CEALO de coadyuvar en dichos proyectos conjuntos si los gobiernos interesados así lo desean.

La Conferencia escuchó los informes de los planes nacionales de desarrollo para la expansión de la pulpa y el papel, y observó que la FAO ha sido encargada de estudiar las tendencias de la capacidad y la demanda sobre una base mundial. Creyendo que las perspectivas de desarrollo en el Lejano Oriente deben ser objeto de atento y continuado estudio, la Conferencia invitó a la CEALO y a la UNESCO a colaborar con la FAO en la recogida, análisis y difusión de dicha información, y en proporcionar oportunidades para las consultas periódicas entre países.

Por último, la Conferencia expresó su preocupación por la insuficiente atención que hasta ahora se ha concedido a la conservación y creación de recursos fibrosos apropiados para las necesidades a largo plazo, e invitó a los gobiernos de la región a conceder la importancia debida a este aspecto, en el desarrollo de sus planes y programas generales de aprovechamiento de tierras.

Políticas aduaneras y arancelarias

La Conferencia tomó nota de los niveles arancelarios que afectan a varias categorías de papel y cartón en ciertos países de la región.

Si bien reconociendo que las cuestiones generales de política arancelaria no pueden considerarse dentro de la esfera de su competencia, y que las políticas gubernamentales en esta cuestión sólo pueden decidirlas los mismos gobiernos a la luz de las necesidades nacionales y de las obligaciones internacionales, la Conferencia llamó la atención sobre ciertos factores que deberán ser tenidas en cuenta si se quiere alcanzar el deseado incremento en el consumo y producción de papel y la expansión industrial general:

a) Mientras los países dependan ampliamente de las importaciones de papel para satisfacer sus necesidades nacionales, deberán adoptarse políticas arancelarias y comerciales liberales para aquellas categorías de papel que se estiman más esenciales en lo que se refiere a los programas nacionales docentes, culturales e industriales. Se citaron como ejemplos el papel de periódico, el papel para libros y ciertas especialidades industriales de papeles y cartones.

b) La expansión de la manufactura local se verá facilitada por las reducidas tarifas sobre la maquinaria.

c) La viabilidad de las operaciones recién establecidas depende de los bajos derechos arancelarios de los artículos esenciales de producción importados, es decir, productos químicos, útiles para las fábricas, y en algunos casos, materias fibrosas, incluida la pulpa. Será quizás necesario un razonable nivel de protección para los productos terminados, pero no deberán descuidarse los intereses del consumidor.

d) Toda forma de asistencia a la nueva industria, ya sea por medio de políticas arancelarias, subsidios, exención de impuestos, o de cualquiera otra manera, deberá ir siempre acompañada de un examen continuo y decidido, por parte del gobierno, de los costos de funcionamiento y de comercialización.

La Conferencia recalcó la importancia de mantener adecuados suministros económicos de papel para los programas de desarrollo educativo y económico, N' expresó la esperanza de que los gobiernos concederán atención a este asunto al formular y revisar sus políticas arancelarias.

J. C. W.


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