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7. PESQUERIAS Y MANEJO DE EMBALSES

7.1 Características de los Embalses en Cuba

Registro de embalses cubanos

En el Cuadro 23 se enumeran un grupo considerable de presas, en las cuales se realizan actividades pesqueras comerciales y de las que se tiene alguna información limnológica preliminar. Existe un grupo bastante numeroso que no aparece listado del cual hasta el momento no se tiene información completa.

Se debe destacar, que con la excepción de la presa Zaza, el resto aparece comprendido en las categorías de medianas y pequeñas. El número actual de cuerpos de agua conocidos es superior a 120.

Cuadro 23

Listado por categorías de los principales embalses del país

CategoríasNoNombre del embalseArea acumulada<br>(km2)Area<br>(km2)
Pequeños de 1 a 9,99 km229Yariguá764,1  8,6
30Santa Ana772,7  8,6
31Ciego782,8  8,1
32Ejercito Rebelde788,9  8,1
33La Fé796,5  7,6
34Caonao803,7  7,2
35Laguna Grande810,7  7,0
36Turbera817,5  6,8
37Pedregales824,1  6,6
38Jagüey830,7  6,6
39Sabanilla837,0  6,3
40Jíbaro843,1  6,1
41Paila849,1  6,0
42Los Palacios854,7  5,6
43Canasí860,3  5,6
44Ramirez865,2  4,9
45Cidra870,0  4,8
46Gramal874,8  4,8
47Santa Cruz879,5  4,7
48La Redonda884,2  4,5
49Güirabo888,2  4,2
50Cayojo892,3  4,0
51Pinillo896,3  4,0
52Batalla de Guisa900,3  3,8
53Mal Paíz I904,1  3,8
54Arroyo Grande907,6  3,5
     
Grandes (100–999) km2  1Zaza114,0 114
     
Medianos (10-99,9) km2  2Alacranes190,276,2
  3Laguna de la Leche257,267,0
  4Leonero323,266,0
  5Porvenir364,341,1
  6Jimaguayú399,535,2
  7Protesta Baragúa433,732,4
  8Muñoz463,429,7
  9Avilés487,824,4
10El Punto506,778,9
11Cuyaguateje524,217,5
12Nipe541,717,5
13Máximo558,817,1
14Minerva575,316,5
15Mampostón591,516,2
16C.M. Cespedez607,315,8
 17Najasa622,615,3
18Juventud637,114,5
19Ariguanabo650,913,8
20La Yaya664,213,3
21Del M. las Nuevas677,513,3
22Durán II690,513,0
23Bueycito702,512,0
24Jaibo713,711,2
25Bacunagua724,510,8
26El Salto735,310,8
27Lebrije745,710,4
28Viet Nam Heroíco755,5  9,8
     
Pequeños de 1 a 9,99 km2 55Maurín910,9  3,3
56Mal País II913,8  2,9
57Bacuranao916,5  2,7
58San Miguel919,1  2,6
59Pedroso921,7  2,6
60Sigüaney924,1  2,4
61Jaruco926,4  2,3
62Lavado928,6  2,2
63Cornito930,6  2,0
64Aguas Claras932,6  2,0
65Jibacoa934,5  1,9
66Coronela936,3  1,8
67Cacoyugüin938,1  1,8
68Las Piedras939,8  1,7
69Tacajó941,5  1,7
70La Ruda943,1  1,6
71Güáimaro944,6  1,5
72Niña bonita945,8  1,2
     
Chicos de 0,010 a 0,000 km2  73El Abra945,80,09
74Clotilde945,90,07

La posición geográfica de las presas listadas anteriormente se indica en la Figura 21. Para conocer el área total de los cuerpos de agua cubanos como un todo, se planteó en el Cuadro 23 el área acumulativa de los mismos.

La tendencia de la curva muestra una asíntota alrededor de 946 km2. Los reservorios grandes y medianos constituyen el 30 % del estimado asintótico calculado. Se debe destacar que los cuerpos que no aparecen en la figura son un número considerable, pero que por su superficie no van a originar grandes cambios en la forma de la curva (Figura 22).

Figura 21

Figure 21 Distribución de las presas en el país

Figura 22

Figura 22 Area acumulativa de un grupo de embalses cubanos

7.2 Tipos de Embalses

En la construcción de los embalses en Cuba se aprovechó las características del terreno para lograr embalsar el agua sin tener que hacer gran movimiento de tierra. A estos cuerpos de agua construidos por el hombre se les denomina presas y micropresas, teniendo en cuenta el tamaño de los mismos. Las características propias del suelo, la forma y la región donde se encuentran van a influir directamente en sus productividades.

La ubicación de estos embalses a lo largo del país hace que se llamen de llanos y de montaña, pudiendo variar la profundidad entre 0,5 y 15 m.

Estas presas se construyeron como reservorios de almacenamiento de agua con el fin de emplearse durante la estación de sequía. El nivel de las aguas en los reservorios fluctúa considerablemente, en dependencia de las condiciones climáticas propias de la región y de la demanda agropecuaria que exista. Un ejemplo de lo antes mencionado se puede observar en la Figura 23 de la presa Jimaguayú, la cual tiene una operación de pesca comercial estrechamente relacionada con el volumen de agua y sus variaciones en el año.

Figura 23

Figura 23 Volumen de las aguas y capturas en la presa “Jimaguayú”, provincia de Camagüey

7.3 Revisión del Diseño de los Embalses y Manejo del Agua

7.3.1 Tamaño del reservorio

Uno de los aspectos más importantes en la producción de peces en las presas es la altura que tiene la cortina, ya que esto determina la profundidad y el área. Por otra parte, esta característica también determina, en un reservorio plenamente explotado, la composición por especies y los beneficios económicos que se esperan de las pesquerías.

Los reservorios de poca profundidad poseen una ictiofauna que puede ser explotada desde botes con redes de agallas, redes playeras de cerco, cordel y anzuelo. Los reservorios más grandes se deben operar con lanchas provistas de motor y con artes más complejos.

7.3.2 Regulación del flujo y control del nivel de las aguas

El aumento de volumen en los reservorios es provocado por la crecida de los ríos durante la época de lluvia o ciclones. Estos ambientes están sujetos a cambios bruscos de volumen debido a que el agua se emplea con fines agricolas.

Estos gradientes de volumen provocan el renovamiento del agua y el reciclaje de nutrientes que conjuntamente con la inyección de materia orgánica de las orillas, los convierte en altamente productivos.

El flujo de agua que entra no es controlado, relacionándose el gasto de agua directamente con la demanda.

7.3.3 Bentos

Es de vital importancia, a la hora de seleccionar la composición por especies para sembrar en un cuerpo de agua, conocer los organismos que componen la fauna bentónica, ya que existe una variedad de especies con interés comercial que se alimentan de estos.

La composición faunística varía entre embalses y dentro de estos, por lo que es necesario conocer el ciclo de vida de estos organismos y su interrelación con los factores bioticos y abióticos dentro del embalse.

En el muestreo del bentos realizado, durante la época de lluvia y seca en 70 embalses de Cuba se halló que los grupos taxonómicos más frecuentes fueron Oligochaeta, Chironomidae, Culicidae, Crustaceas y Molluscas. Estuvieron presentes además Hirudinea, Planaria, Anisoptera, Zigoptera, Coleoptera y Arácnida, pero en pequeñas cantidades y en algunos embalses (Romero, comunicación personal).

La familia Chironomidae estuvo representada por los siguientes géneros. Goeldichironomus sp., Chirinomus sp., Einfeldia sp., Cryptochirinomus sp., Harnischia sp., Tanytarsariae sp., Limnochirinomus sp., Coelotamypus sp., y Procladius, sp.

En la mayoría de los embalses aparecen en mayor o menor concentración la subfamilia Chaoborinae con el género Chaoborus. Crustacea estuvo representada con los siguientes grupos: Ostracoda, Copepoda, Cladocera, Hyalella azteca y Conchostraca.

En el grupo Mollusca estuvieron representados los siguientes géneros: Assimina sp., Physa sp., y Tarebia gramífera.

7.3.4 Fitoplancton

El fitoplancton es la principal entrada de energía a todo ecosistema acuático y constituye el primer nivel de la trama alimentaria, por lo que es de interés su estudio en cuencas y embalses, principalmente aquellos en los que se desarrolla el cultivo de peces consumidores directos de estos organismos.

Los estudios recientes sobre fitoplancton de embalses realizados en Cuba, revelan que la dinámica de las comunidades de estos organismos está dirigida hacia dos estaciones climáticas, lluvia y seca, de acuerdo a las condiciones tropicales de la isla.

En la flórula algina de la estación de lluvia se ha observado dominio de algas clorofitas y cianofitas en general, aunque pueden aparecer cromofitas en menor abundancia, en cambio en la seca han sido las cromofitas las dominantes. Es importante señalar que la abundancia y distribución de las comunidades fitoplantónicas están determinadas en última instancia por factores físicoquímicos y edad del embalse. No obstante podemos decir que el fitoplancton en Cuba es abundante en embalses eutróficos en otras latitudes, por lo que se estima que estos embalses son muy adecuados para el desarrollo de peces consumidores de algas (se consideran eutróficos sólo por la abundancia de algas), ya que la calidad del agua está determinada por parámetros hidroquímicos cuyos valores se mantienen dentro de los rangos normales para el desarrollo de la vida acuática (Quinones, comunicación personal).

Entre los géneros más abundantes encontrados en los embalses cubanos tenemos:

7.3.5 Zooplancton

El zooplancton, que constituye el segundo nivel de la trama trófica, es de gran importancia para el cultivo de los peces con tales hábitos alimentarios. Además presenta un indudable interés, desde el punto de vista faunístico, el conocimiento de las especies que componen los principales grupos: rotíferos, cladóceros y copépodos. Las comunidades de zooplancton de los embalses cubanos se revelaron en general pobres con un predominio de los estadíos naupliares de copépodos. Entre las especies de mayor frecuencia de aparición se encuentran los rotíferos Brachionus calyciflorus, Brachionus havanaensis, Brachionus angularis, Keratella cochleatis y Keratella americana. Los cladóceros más frecuentes son Diaphanosoma brachyurum, Bosmina longirostris, Eubosmina sp. Se distinguen en la mayor parte de los embalses del pais el dominio de los copépodos Cyclopoida, entre ellos las especies Thermocyclops crassus, Thermocyclops inversus y Microcyclops sp., (González, comunicación personal).

7.3.6 Vegetación

Los muestreos realizados en la cortina de 70 embalses distribuidos a todo lo largo del país indicaron que existían los siguientes generos y especies: Elodea canadensis, Polygonum, Ceratophyllum demersum, Eichornia crassipes, Najas marina, Najas guadalupensis, Eleocharis, Typha, Nymphaea ampla, Cyperus, Pistia stratiotis, Elodea densa, Chara.

Se debe destacar que esta información ofrece un panorama muy general ya que no han sido consideradas otras zonas cercanas a los ríos las cuales son proveedoras de plantas acuáticas. No obstante, esta información permite tener una descripción preliminar de los lugares visitados.

7.4 Pesquerías

7.4.1 Descripción de las embarcaciones, métodos y artes de pesca

Las pesquerías en las aguas interiores de Cuba se han basado fundamentalmente en el empleo de la red de agallas.

El uso de artes activas se ha dificultado en las condiciones actuales, ya que los fondos presentan obstáculos terrestres que no fueron objeto de limpieza durante la construcción de las presas. Por otra parte, las artes tradicionales de la plataforma insular, como son nasas, jaulones, tranques y palangres, no se han utilizado satisfactoriamente, por lo que su difusión se ha limitado a ambientes muy especiales.

El grueso de la captura nacional se obtiene con la red de agallas, la que se puede emplear de forma pasiva y semiactiva. No existe un patrón premeditado para emplear un método u otro, el criterio y experiencia del pescador le indican la forma de obtener los mejores rendimientos. En la mayoría de las faenas de pesca se combinan ambas formas: durante el día y horas tempranas de la tarde se usa la semi-activa y durante la noche la pasiva.

La forma pasiva consiste en calar los paños en la dirección del viento en una zona donde la experiencia del pescador indique que se va a cortar el recorrido nocturno de los peces. Generalmente, se aprovechan las irregularidades de la línea de los bordes del embalse, calando el arte de manera que se cierre el entrante.

Esta operación se puede efectuar con un extremo firme en tierra y el otro con un peso sumergido. La forma semiactiva es semejante a la descrita para la pesca de las lisas en las lagunas costeras (Alvarez-Lajonchère, 1978).

Para el cierre del cardumen se usan dos botes, describiendo ambos con la mitad de la red un semicírculo, hasta encontrarse en el punto más alejado. Una vez cerrado el círculo penetran los botes, se arrancan los motores fuera de borda y se comienza a golpear el agua. De esta forma se logra ahuyentar los peces, encontrando los mismos en su huida la red. El tamaño del círculo varía dependiendo del volumen de paños de que se disponga.

En algunos embalses se empela la atarraya como un arte adicional, fundamentalmente en los lugares en que no existen obstáculos acuáticos que ocasionen roturas.

Las redes que se emplean en la pesquería tienen en su relinga 100–110 m de largo, por 4–4, 5 m de peralto. Al inicio de las pesquerías se empleó malla de kaprón (Polyamida), siendo este material sustituido por el nylon monofilamente.

A estos paños se le adicionan plomos de 120–160 mm de longitud y un peso total de 6 a 8 kg. En la relinga superior se entrallan boyas S2, S3, S4, y G4. El paso de malla que se ha empleado en las diferentes pesquerías se encuentra entre 40 y 90 mm.

Las pesquerías en las aguas interiores comenzaron su desarrollo empleando las embarcaciones tradicionales de la plataforma insular y otras que se usaban en las aguas del golfo de México. Para el traslado de los botes, hombres y artes, se utilizan embarcaciones de fibra de vidrio denominadas cherneras, con motor interno diesel de 13 hp. La faena de pesca se realiza desde embarcaciones plásticas de 4 m de eslora, provista de motores fuera borda de 9,5 hp.

La estructura organizativa de los pescadores en los embalses más extensos y productivos se caracteriza por una agrupación, en brigadas de 6 hombres con una chernera (embarcación plástica de 5 m de eslora), tres botes de 4 m y seis paños de 120 m de longitud por pareja de pescadores.

La proporción de paños de diferentes medidas a emplear varía en función de la talla de población objeto de captura y de acuerdo con las recomendaciones de los estudios pesqueros previos.

7.5 Técnicas para Reglamentar la Mortalidad Ictica

7.5.1 Medidas regulatorias. Límites de captura

Los embalses objeto de pesca comercial tienen un límite de captura anual. Esta cifra generalmente proviene del mero análisis de las series históricas de captura y esfuerzo y en otros casos del procesamiento de esta información y su uso en el modelo de producción de Schaefer (1954). Marí y Fernández (1986 y 1986a) han evaluado con este modelo las poblaciones comerciales de las presas Alacranes y Minerva.

Esta información básica en ocasiones se sustenta con los resultados de los muestreos pesqueros que se realizan de forma sistemática (Menocal y Gómez, 1986; Arboleya y Aguilar, 1986).

Los estudios biológicos de las especies como es el crecimiento, el factor de condición, la fecundidad, y la talla de primera maduración permiten conocer el estado general de una población y el grado de explotación. Por ejemplo, cambios en el factor de condición o enanimos pueden ser una alerta de que existe algún problema de pesca insuficiente o malas condiciones ambientales en el embalse. Estos estudios conjuntamente con la información pesquera sustentan al administrador pesquero los criterios más oportunos a la hora de situar un límite de captura.

7.5.2 Estación de veda

Las estaciones de veda en los embalses cubanos se establecen para proteger una determinada fase de la vida de una población, por ejemplo, durante la época de reproducción. Normalmente, se han empleado para proteger el desove de Oreochromis aureus, el cual se ha detectado que ocurre durante el período de marzo a julio. Existen algunos problemas a la hora de declarar una veda, ya que los índices de captura son altos durante la temporada, pero existen argumentos sólidos para explicar a los pescadores que mediante este control indirecto del esfuerzo de pesca se garantiza la correcta función de desove de la especie y por lo tanto se garantiza una racional administración pesquera.

El segundo tipo de estación de veda (Beddington y Rettig, 1984) no se emplea comúnmente en las aguas interiores cubanas ya que existen otros factores relacionados en la operación pesquera que permiten operar con índices de captura bajos y de esta forma se elimina cualquier tipo de tendencia de supercapitalización.

El tercer tipo de veda que se emplea es el referido a los embalses en los cuales se han iniciado las siembras masivas, decretándose un período de veda entre 18 y 24 meses para permitir el establecimiento de una población económicamente rentable.

7.5.3 Zonas vedadas

Otro método para reglamentar el esfuerzo de pesca en los embalses grandes y medianos (Bernacsek, 1984) es el empleo de una zona vedada para la pesca. Esta área, en el caso de las categorías de tamaño mencionadas, se puede ubicar, cuando existe un conocimiento previo del ciclo de vida de la especie objeto de la veda. En consecuencia, la protección apropiada de la población desovadora permite al menos la protección de estos grupos de edades y garantiza el desove de la especie, y de esta forma se logra establecer una medida de conservación.

Se debe destacar que en pesquerías artesanales las zonas vedadas deben garantizarse mediante la vigilancia desde embarcaciones o desde la franja litoral.

7.5.4 Reglamentaciones de la luz de malla

Los pescadores comerciales al realizar su faena de pesca en un embalse reciben las indicaciones de la composición de luz de malla de paños a emplear. En esta decisión se tiene en cuenta el resultado de los muestreos que preceden la operación y que indican: tallas, pesos, proporción de sexos, etc.

Por otra parte, el peso individual de las tilapias desembarcadas tiene que ser superior a los 230 g, según establece la regulación comercial.

Como resultado de los cálculos de las ecuaciones largo-peso preparados para los principales embalses, se conoce el peso correspondiente (Aguilar y Arboleya, MS). Estos resultados conjuntamente con los trabajos de selectividad efectuados para diferentes medidas de paso de malla (Regadera, 1986) y (Valdés, MS) permiten opciones de administración pesquera en un embalse determinado.

Por otra parte, las especies que se encuentran en estos ambientes son favorecidas en cierta medida por la productividad de estas aguas, pero perjudicadas en ocasiones por el hecho de que en muchos casos las mejores playas para el desove (fundamentalmente de Tilapia sp.,) quedan emergidas en la época de sequía.

7.5.5 Sistema de información

No cabe duda de que para lograr un conocimiento general, que permita el control y análisis del manejo pesquero que se lleva en cada embalse, la información primaria constituye el eslabón más importante. Es por ello que se presta especial atención a la recolección del máximo de información posible. La elaboración de los expedientes de cada embalse donde se recoge la historia de su desarrollo es otro documento de gran valor.

Como se observa en el Cuadro 24 “Recibo de marea” se logra de forma sintética una amplia información de los sucesos más importantes que ocurren en una faena pesquera. El mismo es llevado por cada pareja de pescadores.

8. INVESTIGACION Y CAPACITACION

8.1 Investigación

Las investigaciones acuícolas constituyen un sistema integral dentro del programa de desarrollo, pues la misma ha sido estructurada en un conjunto de 12 temas que abarca toda la esfera del desarrollo, entrelazándose unos y otros de manera que los resultados científico-técnicos marchen a un ritmo tal que el proceso productivo no se vea detenido y al mismo tiempo tenga la flexibilidad para solucionar los problemas de orden operativo que la producción demanda.

La integración de los centros de investigación dentro de la misma empresa acuícola que los financia estableció un vínculo estrecho entre la ciencia y la producción, permitiendo seguir un programa pre-concebido y garantizando la introducción inmediata de los avances científicos.

Los temas de investigación son elaborados para un período quinquenal, a partir de los elementos básicos plasmados en los planes productivos, estableciéndose las prioridades de las tareas que deben ser solucionadas a corto y mediano plazo, tanto las correspondientes a las nuevas biotecnologías, como a los estudios biológico-pesqueros así como al perfeccionamiento de las biotécnicas existentes.

La existencia de una infraestructura adecuada, el respaldo material y la capacidad científica con que se cuenta constituyen los elementos esenciales para el éxito.

Las tareas de investigación tienen una estrecha vinculación con la práctica. Estas son realizadas por el personal científico no sólo en los centros de investigación, sino en los centros productivos, lo que permite interrelacionar ambos procesos.

Cuadro 24

Recibo de marea

Ministerio de la Industria Pesquera  
  No                  
Empresa Nacional de AcuiculturaRecibo de Marea
U. Administrativa                      Fecha             
Chernera #:                          Cuerpo de agua:    
                              
Bote plástico #                      Fase lunar:           
Nombre y apellidos
                                                                                                                                                                           
                                                                                                                                                                           
                                                                                                                                                                           
EspeciesCaptura
kg
Tasas
kg
 ImporteArtes de PescaTotal No
Caprón
    5060708090Ot.ArteLances
            
            
            
            
            
    Monofilamento    
            
            
            
            
            
Totales           
Hora de inicio de pesca: Hora de terminación:Horastrabajadas:Estado del tiempo  Zona de pesca:                                  
Marca del motorRecibido:                                            
Cantidad de comb.
Jefe de brigada:                                   
    
BrigadaI  n  t  e  r  r  u  p  c  i  o  n  e  s Revisado por:
#             Causas                                                                                                                      
Grupo:                             Adm. Establecimiento

ESQUEMA ORGANIZATIVO DE LA INVESTIGACION

Sub-Dirección de Investigación
Centro Investigación OccidenteCentro Investigación CentroCentro Investigación Oriente
Dpto. PisciculturaGrupo PisciculturaGrupo Piscicultura
Dpto. LimnologíaGrupo HidrobiologíaGrupo Limnología
Dpto. NutriciónGrupo HidroquímicaGrupo Nutrición
Dpto. IctiopatologíaGrupo IctiopatologíaGrupo Ictiopatología
Dpto. Documentación Científico-Técnica   

Los temas de investigaciones son los siguientes

01. Perfeccionamiento de la reproducción de alevines de Tilapia sp.

02. Cría de tilapia hasta talla comercial en sistemas intensivos.

03. Perfeccionamiento de las técnicas de reproducción controlada y cría de larvas y juveniles de ciprínidos.

04. Desarrollo de la biotécnica del cultivo del pez gato (Ictalurus punctatus) en Cuba.

05. Desarrollo de la biotécnica de reproducción de alevines de los peces búfalo (Ictiobus cyprinellus y Ictiobus niger) en Cuba.

06. Alimentación artificial de Tilapia sp., Ictalurus punctatus y carpas.

07. Diagnóstico y control de enfermedades frecuentes en peces dulces acuícolas.

08. Manejo de pesquerías en embalses.

09. Caracterización limnológica de los embalses.

10. Contaminación en aguas interiores.

11. Cultivo de langostino.

12. Desarrollo de la tecnología y determinación de índices básicos para el procesamiento industrial de las especies de agua dulce.

En la esfera de la investigación se han establecido acuerdos de colaboración y asistencia técnica con otros países, agencias de desarrollo bilaterales o multilaterales. Entre los que podemos citar:

  1. Proyecto “Asistencia al desarrollo de la acuicultura en Cuba” (PNUD/FAO/CUB) con duración de 5 años.

  2. La acuicultura está incluida en uno de los Subprogramas del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) de la Comunidad Socialista.

  3. Existen convenios de colaboración bilateral con la URSS, RDA, Viet Nam, México, Nicaragua y Perú.

  4. Participa en el proyecto 5 para la acuicultura dentro del SELA.

8.2 Capacitación

La capacitación se desarrolla en tres niveles:

(a) Obreros calificados

Mediante cursos cortos, combinando la teoría con la práctica se llevan a cabo programas anuales de calificación del personal dedicado a las labores de pesca, criadores de peces de las estaciones de alevinaje, así como al personal de apoyo. Estos cursos son impartidos por el personal técnico tanto medio como superior de las diferentes regiones del país.

(b) Técnicos medios

La formación de los técnicos medios es realizada en el Instituto “Andrés Gonzales Lines” de la Ciudad de la Havana, perteneciente al Ministerio de la Pesca, a la cual se envían estudiantes seleccionados de las diferentes regiones del país donde se requerirán sus servicios.

Los cursos tienen duración de dos años y comprenden un período práctico en los centros piscícolas, así como la elaboración de una tésis de grado con técnicos superiores de la acuicultura como tutores.

(c) Técnicos superiores

Son preparados en los centros universitarios del país en diferentes disciplinas afines a la acuicultura, siendo recalificados posteriormente mediante las siguientes modalidades:

El programa de capacitación es parte integrante del programa quinquenal, previéndose las necesidades anuales de cada tipo de personal calificado que la actividad acuícola requiere en su desarrollo.

9. REFERENCIAS

Aguiar, R., R. León e I. Hernández, 1978. Crecimiento en estanques de cemento y tierra de tres especies del género Tilapia. En Segundo Simposio de la Asociación Latinoamericana de Acuicultura. Ciudad México, 1978

Aguilar, M., Contenido estomacal de Oreochromis aureus (Steindachner, 1864) en la presa Porvenir, provincia Camagüey. Revista Acuicultura

Aguilar, M. y Z. Arboleya. Algunas relaciones morfométricas de O. aureus en la presa Najasa. (MS)

Arboleya, Z. y M. Aguilar, 1986. Análisis biológico pesquero de la presa Najasa, durante el período 1981–1983. En Tercero Seminario Nacional de Acuicultura. La Habana, Empresa Nacional de Acuicultura

Alvarez-Lajonchère, L.S., 1978. La pesca de lisas (Pisces: Mugilidae) en Cuba. Cienc.Ser.(8 Invest.Mar), (35): 15 p.

Bardach, J.E., J.H. Ryther y W.O. Mc Larney, 1972. Aquaculture: the farming and husbandry of freshwater and marine organisms. New York, Wiley Interscience

Bernacsek, G.M., 1984. Guidelines for dam design and operation to optimize fish production in impounded river basin. CIFA Tech.Pap., (11): 98 p.

Beddington, J.R. y R.B. Rettig, 1984. Criterios para la regulación del esfuerzo de pesca. FAO Doc.Téc.Pesca, (243):44 p.

Camejo, Z., et al., 1980. Cultivo de larvas y alevines de Amura Blanca (Ctenopharyngodon idella) en Cuba. La Habana, Empresa Nacional de Acuicultura (inédito)

Camejo, Z., 1986. Crecimiento de alevines de ciprínidos a escala productiva. En Tercero Seminario Nacional de Acuicultura. La Habana, Empresa Nacional de Acuicultura

Damas, T., et al., 1986. Capacidad reproductora de la carpa ucraniana (Cyprinus carpio) en la primera maduración. En Tercero Seminario Nacional de Acuicultura. La Habana, Empresa Nacional de Acuicultura

Fonticiella, D., I. Vázquez y P. Fernández. Efecto del cociente sexual y la profundidad media de los estanques sobre la reproducción de Oreochromis aureus (Steindachner, 1864). Rev.Acuicult. (en prensa)

Holcik, J., 1973. Biomasa estándar, abundancia, producción y algunos aspectos ecológicos de las poblaciones de peces de las aguas interiores de Cuba. Ser.For.Acad.Cienc.Cuba, (16)

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