No.6  diciembre 2007  
   Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria

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Noticias más importantes

LOS PAÍSES EN CRISIS QUE NECESITAN ASISTENCIA EXTERIOR1 (total: 37 países)

Actualización sobre las emergencias alimentarias

Breve informe sobre la situación mundial de la oferta y la demanda de cereales

Indicadores de la FAO para la oferta y la demanda de cereales a escala mundial

Panorama de la situación alimentaria de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos

Exámenes regionales

APÉNDICE ESTADÍSTICO

NOTA

Actualización sobre las emergencias alimentarias

En África occidental se prevé una cosecha relativamente buena en el Sahel (con la excepción del Senegal y Cabo Verde), pero las perspectivas son menos favorables para las cosechas en los países del Golfo de Guinea, principalmente en el norte de Nigeria y el norte de Ghana, lo cual puede tener un impacto importante en los mercados regionales de cereales y hacer subir los precios. En algunas zonas localizadas de la subregión, donde los rendimientos se han visto gravemente reducidos por el retraso de las lluvias o por las inundaciones, las poblaciones pueden correr el riesgo de que escaseen los alimentos y necesiten ayuda alimentaria. En Ghana, el país más afectado, la situación de la seguridad alimentaria de algunas zonas septentrionales afectadas por las inundaciones ya era inestable después de las precipitaciones escasas y las cosechas menguadas obtenidas durante la campaña agrícola de 2006. En la parte occidental del Sahel, la escasa producción interna en un contexto de mercados internacionales poco activos ha ejercido una fuerte presión inflacionaria en el mercado interno de alimentos, que redujo el poder adquisitivo de los consumidores de las zonas urbanas y rurales. Esta situación ya ha causado desórdenes sociales en Mauritania y el Senegal que dependen sobremanera de las importaciones de cereales del mercado internacional.

En África oriental, tras dos años de cosechas superiores a la media obtenidas en muchos países, la situación general de la seguridad alimentaria ha mejorado algo. El número de personas identificadas a mediados de 2006 como afectadas de inseguridad alimentaria extrema y necesitadas de asistencia humanitaria ha disminuido aproximadamente en 7 millones, situándose actualmente en alrededor de 6 millones. Las disminuciones mayores han tenido lugar en Kenya y Etiopía. En cambio, en Somalia, tras una disminución temporal, la cifra de la población afectada aumentó a aproximadamente 1,5 millones de personas debido a una mala cosecha de la temporada principal, a la reanudación de los conflictos y a los desplazamientos de la población. En Eritrea, los precios de los cereales se mantienen altos y están afectando a la seguridad alimentaria de grandes sectores de la población. En Etiopía, a pesar de que las restricciones comerciales se hayan atenuado en la región somalí, en vastas zonas de la región los hogares seguirán afectados de inseguridad alimentaria. En la mayoría de las otras zonas, se supone que la buena cosecha prevista mejorará la situación del suministro de alimentos. Sin embargo, la situación de seguridad de los hogares más pobres continúa viéndose amenazada por los altos precios de los alimentos. En Kenya, por primera vez en más de 45 años algunos enjambres pequeños de langostas del desierto adultas han invadido zonas del nordeste causando daños a los cultivos cerca del río Dawa en la frontera etíope. Continúa proporcionándose ayuda alimentaria a un gran número de personas en las zonas pastorales afectadas anteriormente por la sequía y por los continuos conflictos entre pastores. En el Sudán, como consecuencia de la continua inseguridad que reina en Darfur, se prevé que el desplazamiento de la población y la pérdida de los medios de subsistencia continuarán, con la probabilidad de que las tasas de malnutrición empeoren en los meses venideros a causa de la falta de un acceso apropiado a los alimentos. En el sur del Sudán, a pesar de un suministro de cereales en general suficiente, el sistema inadecuado de transporte y mercadeo impedirán cualquier desplazamiento significativo de productos desde las zonas excedentarias a las deficitarias. En Uganda, la población en riesgo, estimada en aproximadamente 1,5 millones de personas, seguirá viéndose en una situación de gran inseguridad alimentaria y dependiente de la ayuda humanitaria.

En el África meridional, la inseguridad alimentaria ha empeorado en algunos países debido a una mengua de las cosechas y a importantes incrementos registrados en los precios internos de los cereales y en los precios de importación. En Zimbabwe, que tiene un récord mundial de inflación de 7 983 por ciento, un nivel de desempleo extremadamente alto y una escasez de productos alimentarios y no alimentarios, la crisis económica continúa intensificándose hasta afectar a unos 4,1 millones de personas aquejadas de inseguridad alimentaria. En Lesotho y Swazilandia, las malas cosechas de cereales obtenidas por tercer año consecutivo debido a las inundaciones, cierran las posibilidades de una mejora en la seguridad alimentaria de esos países, afligidos por problemas de pobreza y por el impacto del VIH/SIDA.

En la región de los Grandes Lagos, los continuos conflictos que tienen lugar en las partes nordorientales de la República Democrática del Congo han afectado a un gran número de personas que necesitan asistencia alimentaria. También se necesita ayuda alimentaria en Burundi debido a la mala producción total de cultivos alimentarios en 2007, combinada con el proceso de reasentamiento de los repatriados y de las PDI.

En el Lejano Oriente asiático, se necesita ayuda alimentaria de emergencia en Bangladesh tras una tormenta súperciclónica (de categoría 4) registrada a mediados de noviembre, que causó cuantiosos daños y afectó a cerca de 8,5 millones de personas en 30 distritos. También se necesita ayuda alimentaria de emergencia localizada en Viet Nam, Filipinas y el Nepal, como consecuencia de las inundaciones y derrumbes. Tras recibir más de medio millón de toneladas de ayuda alimentaria en los últimos meses, la situación de la seguridad alimentaria en la República Popular Democrática de Corea ha mejorado. Sin embargo, para 2007/08 (noviembre/octubre) se prevé un gran déficit entre el suministro interno de cereales y las necesidades, como consecuencia de los problemas económicos a largo plazo y de unas graves inundaciones registradas en julio y septiembre. En Mongolia, las perspectivas para la seguridad alimentaria de las poblaciones rurales durante el presente invierno se han visto perjudicadas por la merma de la producción de trigo y heno en 2007. En Sri Lanka, la situación de la seguridad alimentaria de la población vulnerable ha empeorado debido a la reanudación del conflicto civil, a la merma de la producción de cereales de este año y al aumento de los precios de importación de los cereales. En Timor-Leste, la situación de la seguridad alimentaria ha empeorado últimamente debido a los altos precios del mercado mundial de cereales, a la disminución de la producción de cereales causada por el mal tiempo y a un brote de langostas.

En el Cercano Oriente, debido a un ligero mejoramiento de la situación de seguridad en el Iraq, algunos cientos de refugiados iraquíes de la República Árabe Siria se han unido últimamente al flujo moderado y constante de refugiados que en los últimos meses han vuelto a sus hogares en el Iraq. Los expatriados que buscaron asilo en los países vecinos se estiman en alrededor de 2 millones, mientras un número semejante de personas se encuentran desplazadas en el interior del país.

En América Central y el Caribe, las precipitaciones han sido muy superiores a lo normal durante septiembre y octubre. Grandes inundaciones y derrumbes se produjeron en Nicaragua, la República Dominicana, Haití y en los estados sudorientales de Tabasco y Chiapas en México, con graves pérdidas localizadas de cultivos comerciales y alimentarios así como la muerte de miles de cabezas de ganado. La situación de la seguridad alimentaria parece particularmente difícil en la región Atlántica Autónoma del Norte (RAAN) de Nicaragua, donde los frágiles sistemas de subsistencia de la población local ya se han visto trastornados por el paso del poderoso huracán Felix en septiembre.

En América del Sur, tras los incendios más graves de la historia del Paraguay que destruyeron en septiembre casi 1 millón de hectáreas de bosques, pastizales y tierras agrícolas, un período de tiempo seco prolongado ha afectado gravemente al importante sector pecuario de la región de El Chaco.

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