No.6 diciembre 2007 | ||
Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria | ||
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Breve informe sobre la situación mundial de la oferta y la demanda de cereales
El pronóstico más reciente de la FAO relativo a la producción mundial de cereales en 2007 se ha revisado a la baja nuevamente en las últimas semanas, cifrándose ahora en 2 101 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), aunque todavía se mantiene en un nivel sin precedentes y muy superior (4,6 por ciento) al del año anterior. Habiendo comenzado las últimas cosechas de trigo de 2007 en el hemisferio sur, la estimación de la producción mundial de trigo para este año es ahora más segura, cifrándose en alrededor de un 1,3 por ciento por encima del nivel en torno a la media del año anterior. Al principio del año las perspectivas apuntaban a una cosecha muy superior, pero a medida que transcurría el año algunas de las principales cosechas mundiales se vieron gravemente comprometidas por la sequía, especialmente en las partes orientales de Europa y Australia. Aunque las cosechas de cereales secundarios de las zonas afectadas por la sequía han resultado también menores de lo que indicaban las posibilidades anteriores, en otras partes se han confirmado cosechas generalmente entre buenas y excelentes, particularmente para el maíz en los Estados Unidos, lo cual contribuyó a una producción mundial de cereales secundarios mejor de lo que se había previsto en un período anterior del año. Con respecto al arroz, las indicaciones más recientes continúan apuntando a una producción cercana al nivel del año anterior. Se pronostica que la utilización mundial de cereales en 2007/08 aumentará a 2 103 millones de toneladas, o sea cerca de un 2 por ciento más que en la campaña anterior. En base a los pronósticos más recientes relativos a la producción y utilización a escala mundial, se prevé que las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas que terminan en 2008 descenderán a alrededor de 420 millones de toneladas, cerca de un 2 por ciento menos que su nivel ya bajo de apertura y el nivel más bajo desde 1983. El comercio mundial de cereales en 2007/08 se pronostica actualmente en alrededor de 252 millones de toneladas, alrededor de un 1 por ciento menos que el volumen de 2006/07. Sin embargo, este nivel del comercio mundial de cereales de 2007/08 seguiría siendo el segundo más alto tras el volumen sin precedentes de la campaña anterior. Los precios internacionales de todos los cereales principales siguen siendo altos, y algunos registraron aumentos considerables desde la campaña anterior. Una oferta floja ante una demanda intensa es el factor subyacente que explica la fuerza continua de los precios de la mayoría de los cereales. Es lo que ocurre en particular en el caso del trigo, cuyo precio alcanzó niveles altos sin precedentes en septiembre y octubre, y se mantuvieron altos y volátiles en noviembre.
El pronóstico más reciente de la FAO cifra la producción total mundial de trigo en 2007 en 602 millones de toneladas, volumen muy inferior a lo que se había previsto al principio de la campaña y que representa un aumento de poco más del 1 por ciento con respecto a 2006. La recolección de las últimas cosechas de trigo de 2007 ha comenzado en el hemisferio sur con pocas sorpresas. Los productores principales de América del Sur – Argentina y el Brasil – están obteniendo cosechas más abundantes que hace un año. En el Brasil ya se había previsto al principio de la campaña una fuerte recuperación tras la merma de la producción registrada en 2006, pero en la Argentina el aumento se fue concretizando más recientemente a medida que avanzaba la campaña con perspectivas mejores de lo previsto para los rendimientos. En Australia, las precipitaciones generalizadas recibidas a principios de noviembre llegaron demasiado tarde para cambiar las perspectivas de las cosechas afectadas por la sequía anterior, de manera que, como ya se había previsto, la producción de trigo de este año será casi la mitad del nivel normal. En otras partes, en las últimas semanas se han ido registrando sólo ajustes menores a las estimaciones de la cosecha a medida que iban terminando. En América del Norte, se ha efectuado una revisión a la baja de la estimación más reciente de la producción del año pasado en los Estados Unidos, pero aun así la cosecha fue buena y muy superior a la del año anterior. Como ya se había previsto, en el Canadá la cosecha resultó muy inferior a la del año pasado debido a que a la reducción de la superficie sembrada se sumaron unas condiciones atmosféricas secas y calurosas. En Europa, las estimaciones más recientes apuntan a una merma del 2,3 por ciento de la producción, lo que contrasta con las perspectivas que al comienzo de la campaña indicaban un aumento considerable. Las peores pérdidas se registraron en muchas partes orientales de la región donde varias semanas de condiciones atmosféricas excepcionalmente calurosas y secas comprometieron gravemente los rendimientos, en particular en Rumania, Bulgaria y Moldova. Sin embargo, las informaciones más recientes indican que la zona productora más oriental – la región siberiana de la Federación de Rusia – se escapó de la sequía y a medida que avanzaba la cosecha aparecía una producción mayor. Análogamente, Kazajstán, situada en la región de la CEI asiática hacia el sur de Siberia, escapó de la sequía y los rendimientos fueron mucho mejores de lo que se había previsto. Como consecuencia, la estimación total para Asia ha aumentado con respecto a los pronósticos anteriores, cifrándose actualmente en casi un 4 por ciento más que la cosecha de 2006 y muy por encima de la media de los últimos cinco años. En otras partes del hemisferio norte, la sequía devastó la cosecha de trigo de este año en Marruecos, y a pesar de las cosechas superiores a la media obtenidas en otras partes del África del Norte, la producción total de la subregión es muy inferior a la del año pasado así como a la media de los últimos cinco años.
Habiéndose ya prácticamente terminado la siembra del trigo de invierno en el hemisferio norte, las indicaciones más recientes apuntan a un significativo aumento de la superficie mundial de trigo para 2008. En los Estados Unidos, las primeras estimaciones provisionales cifran la superficie de trigo de invierno en un nivel superior, en alrededor del 3,5 a 4 por ciento, a la del año anterior, en atención a los precios altos. También puede aumentar la superficie sembrada con trigo de primavera si durante el período de siembra del próximo año los incentivos de precios para este cultivo siguen siendo relativamente mejores que para los cultivos de primavera que le hacen competencia. En Canadá, el trigo se siembra principalmente en primavera, pero las informaciones iniciales indican que las plantaciones pueden aumentar aproximadamente un 10 por ciento respecto de la superficie reducida de este año. La cosecha menor de invierno ya se ha sembrado y se estima provisionalmente que la superficie plantada ha aumentado en alrededor de un 5 por ciento. En toda Europa, las condiciones han sido mayormente favorables para la siembra y el crecimiento inicial del trigo de invierno. Se considera que en la Unión Europea la superficie de trigo aumentará aproximadamente un 6 por ciento tras la supresión de la detracción obligatoria del 10 por ciento para 2008, combinada con el incentivo de precios altos concedido actualmente para que se siembre trigo. En la región europea de la CEI, la superficie sembrada con cereales de invierno (principalmente trigo) en la Federación de Rusia ha aumentado alrededor de un 5 por ciento, al nivel más alto desde 2001, mientras que en Ucrania se prevé un aumento de por lo menos un 9 por ciento. En África del Norte, unas lluvias generalizadas recibidas en el norte de Argelia y el este de Marruecos han favorecido la siembra del trigo de invierno. Sin embargo, las precipitaciones no han sido suficientes hasta ahora en algunas partes sudoccidentales de Marruecos, en las que después de la sequía de la última campaña las condiciones siguen siendo demasiado secas para una siembra generalizada. Normalmente la siembra continúa en la subregión hasta diciembre, de manera que todavía hay tiempo para que se siembren los cultivos en el caso de que lleguen precipitaciones suficientes. En Asia, las condiciones de siembra son generalmente favorables en las principales zonas productoras de trigo de invierno. Según se prevé, la superficie sembrada con trigo en China alcanzará el buen nivel del año anterior. En la India, debería repetirse la superficie extensa del año anterior, gracias al incentivo que representa el aumento del 17,6 por ciento en el precio de sostén para el trigo de 2008. Según los informes, en el Pakistán las condiciones para la siembra son generalmente favorables, con una humedad del suelo suficiente. En el Cercano Oriente, las condiciones de siembra son favorables en Turquía, pero en la República Islámica del Irán predominan condiciones secas.
A pesar de una ligera revisión a la baja, la estimación más reciente de la FAO relativa a la producción mundial de cereales secundarios en 2007, situada en 1 069 millones de toneladas, representaría todavía un incremento del 8,5 por ciento con respecto al año pasado y una cosecha abundante sin precedentes. La mayor parte de la reciente revisión se ha debido a ajustes en los Estados Unidos, donde la cosecha de maíz ha terminado recientemente con una producción ligeramente inferior a lo previsto. Sin embargo, todavía se estima que la cosecha de los Estados Unidos se encuentra en su nivel más alto hasta ahora, en atención a los precios altos y a la sólida demanda proveniente de la industria de biocombustibles; el enorme aumento de esta cosecha representa la mayor parte del incremento de la producción mundial de cereales secundarios de este año. También se han obtenido cosechas excelentes en América del Sur, gracias al aumento de la superficie plantada y a unas condiciones de crecimiento favorables que se tradujeron en rendimientos excepcionalmente elevados. La cosecha secundaria que acaba de recogerse en el Brasil se estimó superior en un 25 por ciento al nivel ya bueno del año pasado. También se prevé una cosecha sin precedentes en América Central, donde las plantaciones aumentaron en México, el mayor productor. En otras partes, se considera que las cosechas de cereales secundarios de 2007 se mantendrán relativamente sin variaciones en Asia y África, mientras que unas condiciones calurosas y secas desfavorables comprometieron los cultivos en Europa y Australia, reduciendo la producción de 2007 en esas partes. Con respecto a la primera de las principales cosechas de maíz de 2008, ya ha comenzado la siembra de la importante cosecha de verano en América del Sur. Los primeros indicios apuntan a una nueva expansión de la superficie a causa del incentivo que representan los ingresos de ese cultivo, más atractivos que los de otros.
Según las estimaciones más recientes de la FAO, se prevé que la producción mundial de arroz (elaborado) alcance aproximadamente los 430 millones de toneladas, volumen sólo marginalmente superior a la estimación más reciente correspondiente a 2006. En general, las perspectivas de 2007 son positivas en Asia, donde se prevé que la producción aumentará en 3,7 millones de toneladas a alrededor de 585 millones de toneladas, impulsada por los considerables aumentos registrados en China e Indonesia, dos de los principales países productores de arroz. Se esperan asimismo grandes aumentos en la India y Myanmar, aunque el resultado final de la campaña en esos países todavía es incierto, ya que dependerá mucho de los cereales secundarios de invierno, que se están recién plantando. Se prevé que la campaña termine positivamente también en la República Islámica del Irán, Japón, la República Democrática Popular Lao, Malasia, el Nepal y Tailandia. En cambio, han empeorado las perspectivas para las cosechas en Bangladesh y Camboya que, según se prevé ahora, obtendrán una cosecha mucho menor que en la última campaña, debido, en el primer caso, a las cuantiosas pérdidas causadas por las inundaciones, y, en el segundo, a las plagas y enfermedades que redujeron los rendimientos. Se prevé que la mayor parte de los otros productores de la región experimentarán una merma en la producción. Aunque todavía sujetas a una cierta incertidumbre, las perspectivas en África apuntan a una ligera contracción general de la producción, debido principalmente a las previsiones de malas cosechas en Côte d’Ivoire, Malí y Nigeria, que contrarrestarán con creces las perspectivas positivas para las cosechas en Guinea y Madagascar. En efecto, aunque las precipitaciones recibidas en el continente fueron particularmente abundantes durante la presente campaña, estuvieron mal distribuidas a lo largo del tiempo, lo cual deprimió los rendimientos del arroz y redujo las previsiones anteriores de aumentos de la producción. En cambio, las perspectivas que al comienzo de la campaña apuntaban a una producción reducida en los Estados Unidos se han revertido ante los rendimientos máximos obtenidos, que impulsarían la producción de este año en un 2 por ciento. En otras partes, es probable que la producción arrocera cambie poco en Europa, mientras que descendería en América Latina y el Caribe y en Oceanía.
Los precios internacionales de exportación del trigo, que han ido aumentando desde junio, se mantienen en niveles altos. En noviembre, el trigo No. 2 de los Estados Unidos (HRW, f.o.b.) alcanzó un promedio de 332 dólares EE.UU. por tonelada, lo que representa una ligera disminución con respecto al máximo alcanzado en octubre, pero todavía 113 dólares EE.UU. más por tonelada, o sea un 52 por ciento, que el precio de hace un año. Las estimaciones actualmente más seguras para la producción de 2007, y una menor posibilidad de cambios importantes en las cosechas que todavía no se han recogido, unidas a los indicios de un aumento de la superficie plantada con trigo en 2008, hicieron descender los precios en noviembre. Sin embargo, la difícil situación de la oferta y la demanda tras una cosecha mundial de trigo reducida por segundo año consecutivo, particularmente en los países exportadores, y los niveles muy bajos de las existencias han mantenido los precios del trigo en niveles históricamente elevados. Los altos precios del trigo y el rápido aumento de los fletes han determinado alzas pronunciadas en los precios al por menor para el pan y otros alimentos básicos en un gran número de países importadores de todo el mundo, que afectaron en particular a los sectores de bajos ingresos de la población. Los precios de exportación del maíz, que se han mantenido volátiles desde febrero cuando alcanzaron un alta decenal de 177 dólares EE.UU. por tonelada, han aumentado en los últimos dos meses. El maíz amarillo No. 2 de los Estados Unidos (Golfo, f.o.b.) alcanzó un promedio de 171 dólares EE.UU. por tonelada en noviembre, 5 dólares EE.UU. más por tonelada que en el mismo período de hace un año. Los precios del maíz reaccionaron ante las recientes revisiones a la baja de la producción mundial de cereales secundarios de 2007, efectuadas al terminarse de recoger la cosecha de maíz en los Estados Unidos, que de todas maneras alcanzó un nivel alto sin precedentes. A pesar de este nivel alto de la producción, la situación del mercado sigue siendo difícil debido principalmente a la continua expansión de la demanda proveniente de la industria de biocombustibles en los Estados Unidos. Los precios fuertes del maíz, combinados con la escasez del trigo forrajero, han hecho subir los valores de la mayoría de los otros cereales para piensos. En consonancia con la tendencia general que ha predominado desde el comienzo del año, los precios internacionales del arroz se han fortalecido en los dos últimos meses, a pesar de que desde noviembre ha ido llegando a los mercados la mayor parte de la cosecha de arroz de la campaña de 2007. Sostenida por la limitada disponibilidad de suministros en los principales países exportadores y por la fuerte demanda de importaciones en todo el mundo, la firmeza de los precios se ha generalizado para el arroz de todas las calidades y de todos los orígenes. Desde agosto, la imposición de restricciones a las importaciones por parte de Egipto, la India y Viet Nam inyectaron nuevas energías en el mercado, ya dinamizado por el debilitamiento del dólar estadounidense.
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