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No.6  diciembre 2007 | ||
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Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria | |
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Exámenes regionales
En toda la subregión se han comenzado a sembrar el trigo y los cereales secundarios de invierno de 2008. En las zonas productoras nordorientales, las precipitaciones suficientes combinadas con temperaturas frías han sido favorables para la siembra. En Marruecos, sin embargo, donde las reservas de humedad del suelo se han agotado tras la sequía de la campaña pasada, las precipitaciones recibidas hasta ahora no han sido suficientes y las condiciones siguen siendo demasiado secas para una siembra generalizada. La producción de trigo de la subregión en 2007 se estima en 13,5 millones de toneladas, un 28 por ciento menos que la buena cosecha de 2006 y un volumen inferior a la media, debido principalmente a la sequía. En Marruecos, el país más afectado por la sequía, la producción de trigo disminuyó de forma pronunciada (76 por ciento) con respecto al año anterior, al nivel más bajo de los últimos cinco años. En Egipto, el mayor productor de la subregión, donde la mayor parte del trigo es de regadío, la producción volvió a situarse en un nivel medio de alrededor de 7,4 millones de toneladas, tras la excelente cosecha obtenida en 2006. Debido también a la sequía, la cosecha de cereales secundarios de la subregión en 2007 se estima en 10,8 millones de toneladas, alrededor de un 8 por ciento menos que la media quinquenal. 
Para cubrir sus necesidades de consumo, los países del África del Norte dependen en gran medida de las importaciones de trigo del mercado internacional. En los últimos cinco años, Argelia, Egipto y Marruecos importaron alrededor de 66 por ciento, 50 por ciento y 36 por ciento, respectivamente, de su utilización total de trigo. El alza de los precios internacionales ha aumentado las facturas de las importaciones y hecho subir los precios internos del pan y otros alimentos básicos, causando desórdenes sociales en la mayor parte de los países de la subregión. En Marruecos el problema se vio agravado por el nivel extremadamente bajo de la producción interna obtenida en 2007. Los gobiernos han aplicado una serie de medidas encaminadas a contrarrestar el fuerte aumento de los precios mundiales, entre ellas la exención de los aranceles, los controles de los precios y las subvenciones. Últimamente, Marruecos redujo los aranceles de importación de trigo al nivel más bajo hasta ahora, mientras que Egipto ha aumentado significativamente las subvenciones a los alimentos. Queda por evaluar todavía el impacto de estas medidas en la seguridad alimentaria de los hogares.
Las misiones conjuntas CILSS/FewsNet de evaluación de cultivos, enviadas a los nueve países sahelianos (Burkina-Faso, Cabo Verde, el Chad, Gambia, Guinea-Bissau, Malí, Mauritania, el Níger y el Senegal), han terminado hace poco, después de haber examinado la evolución de la campaña agrícola de 2007 y las estimaciones provisionales de la producción de cereales preparadas por los servicios nacionales de estadística agrícola. Las actividades de este año se extendieron también a tres países costeros: Benín, Ghana y Nigeria. En algunas de las misiones participó la FAO. 
Según conclusiones provisionales, se está recogiendo una cosecha relativamente buena en el Sahel a pesar de las lluvias irregulares de este año. La producción total de cereales de 2007 en los nueve países se estima provisionalmente en alrededor de 14,9 millones de toneladas, principalmente mijo y sorgo (véase la Figura 2), o sea ligeramente menor que la producción excelente del año pasado, pero todavía superior en un 12 por ciento aproximadamente a la media de los últimos cinco años. A escala nacional, se pronostican cosechas superiores a la media en todos los países sahelianos, con excepción de Cabo Verde y el Senegal, en los que la producción debería disminuir en un 46 y 11 por ciento, respectivamente, en comparación con la media de los últimos cinco años (véase el recuadro). En los países del Golfo de Guinea, se prevén resultados generalmente menos favorables, principalmente en Nigeria septentrional, donde las previsiones indican una notable disminución de la producción de cereales secundarios debida a las lluvias tardías y mal distribuidas, y en Ghana, donde después de una racha seca prolongada hubo inundaciones que perjudicaron a los cultivos en plena campaña. Nigeria es el mayor productor de África occidental y, dado el alto nivel de integración de los mercados en la subregión, una disminución en la producción de cereales de este país puede hacer subir los precios de los cereales en algunas de las otras naciones más pobres y vulnerables del África occidental. En Nigeria septentrional ya hay informes sobre el aumento de los precios de los alimentos, y en los países vecinos el SMIA continuará supervisando de cerca las tendencias de los precios. Otra importante corriente comercial en la subregión es la que existe entre Burkina Faso y Ghana, de manera que una disminución de la producción en Ghana septentrional debería compensarse con las entradas de productos de Burkina Faso.
En el Camerún y la República Centroafricana, está por comenzar en el sur la recolección de la segunda cosecha de maíz de 2007 (plantada en marzo y abril), y las perspectivas generales son favorables gracias a unas lluvias suficientes recibidas durante toda la campaña agrícola. En el norte, que se caracteriza por una sola estación de las lluvias, ha comenzado la recolección del mijo y sorgo con una producción pronosticada en torno a la media. Mientras en el Camerún la situación general de suministros de alimentos debería ser satisfactoria, en la República Centroafricana cualquier mejora en la situación de la seguridad alimentaria se ve obstaculizada por la persistencia de la inseguridad y una disponibilidad insuficiente de insumos agrícolas, principalmente en las partes septentrionales.
En el África oriental, la recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2007 ha terminado o está a punto de terminar en todos los países de la subregión. No obstante las inundaciones registradas en un período anterior de la campaña en algunas zonas del Sudán, Eritrea, Etiopía y Uganda, que provocaron víctimas y graves déficit localizados de alimentos, en la mayoría de los países las perspectivas para las cosechas son favorables y se han recogido o están recogiendo cosechas superiores a la media. La producción total de cereales de la subregión en 2007 se estima provisionalmente en 34 millones de toneladas, ligeramente inferior a la producción récord de 2006 pero superior en alrededor del 17 por ciento a la media de los cinco años anteriores. La excepción principal con respecto a las perspectivas alimentarias generalmente satisfactorias para la subregión es Somalia, donde la producción de la cosecha principal “Gu”, recogida en un período anterior de la campaña, se estimó en alrededor de 49 000 toneladas, sólo una tercera parte de la media del período posterior a la guerra 1995-2006, y la peor en trece años. La merma se debe principalmente a la sequía, unida a los conflictos y a la intensa inseguridad que reina desde principios de 2007. Estos factores combinados han dado lugar a la peor crisis humanitaria registrada actualmente en África. Actualmente, un total de 1,5 millones de habitantes necesitan asistencia humanitaria urgente. La situación humanitaria se ve ulteriormente agravada por los continuos aumentos en los precios de los alimentos básicos que limitan el acceso a los alimentos por parte de las familias desplazadas y pobres que han perdido oportunidades generadoras de ingresos y cuentan con reservas de alimentos limitadas. El aumento de los precios se debe principalmente al trastorno de los mercados y a la devaluación del chelín somalí frente al dólar EE.UU. que en el Valle Shabelle, centro de la crisis humanitaria actual, ha sido del 50 por ciento desde enero. Las perspectivas para la cosecha secundaria de cereales “deyr” que se recogerá a partir de febrero de 2008 son favorables. Después de un comienzo tardío, las precipitaciones han ido aumentando en el sur de Somalia con beneficio de los cultivos en desarrollo. Se necesita una buena cosecha “deyr” para mejorar la seguridad alimentaria en la región. Se estima que la necesidad de importación de cereales en la actual campaña comercial (que termina en julio de 2008) aumentará aproximadamente un 10 por ciento a 480 000 toneladas. En el Sudán, las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de 2007, que se está recogiendo actualmente, son buenas gracias a unas condiciones de crecimiento favorables. Las precipitaciones fueron superiores a lo normal y la disponibilidad de insumos agrícolas ha sido entre normal y superior a lo normal. Sin embargo, tras la excelente cosecha obtenida el año anterior, las siembras volvieron a normalizarse durante la presente campaña y la producción debería disminuir ligeramente, aunque manteniéndose por encima de la media de los cinco años anteriores. La superficie prevista para la cosecha de trigo, que se está sembrando ahora y se recogerá a partir de marzo de 2008, ha aumentado en alrededor de un 13 por ciento a 347 000 hectáreas. Como consecuencia del clima de violencia que reina en Darfur, se prevé que la inseguridad, el desplazamiento de las personas y la pérdida de los medios de subsistencia continuarán en los próximos meses, y es probable al mismo tiempo que las tasas de malnutrición empeoren debido a la falta de acceso a los alimentos. Está previsto que una misión FAO/PMA de evaluación poscosecha visite el Sudán septentrional al principio del año próximo para examinar las estimaciones de la cosecha de cereales secundarios de 2007, la cosecha de trigo de 2008 y la situación de la oferta y demanda de cereales en 2008.
Una misión FAO/PMA de evaluación de los cultivos y la seguridad alimentaria que hace poco visitó el Sudán meridional ha estimado que en el sur la producción de cereales en 2007 es muy ligeramente superior a la del año pasado con rendimientos mayores de lo normal. Sin embargo, dado que el aumento previsto en la producción no cubrirá enteramente la necesidad de los repatriados espontáneos y organizados, la situación del suministro de alimentos en 2007/08 en el Sudán meridional debería arrojar un balance generalmente negativo. Además, la falta de infraestructura y de una red comercial establecida, limitará el transporte de grandes cantidades de cereales desde algunas de las zonas excedentarias hasta las zonas deficitarias del Alto Nilo, Jonglei, Unity, Ecuatoria Oriental y Bahr el Ghazal. En Etiopía, las perspectivas para la cosecha principal “meher” de 2007 que se está recogiendo ahora siguen siendo favorables. La producción se estima ligeramente inferior a la del año pasado pero superior en alrededor de un 20 por ciento a la media quinquenal. A pesar de que las restricciones comerciales se han atenuado en la región somalí, en grandes zonas de la región los hogares seguirán afectados de inseguridad alimentaria debido al conflicto civil. En la mayor parte del resto del país la buena cosecha prevista debería mejorar la seguridad alimentaria. Sin embargo, la seguridad alimentaria de los hogares más pobres continúa viéndose afectada por los altos precios de los alimentos, que han aumentado en los dos últimos años a pesar de tres años consecutivos de buenas cosechas. En Uganda, las perspectivas para las cosechas de cereales secundarios de la temporada secundaria que se están recogiendo ahora son favorables. Se estima que la producción total de cereales en 2007 será semejante a la del año pasado y marginalmente superior a la media de los últimos cinco años. Las buenas producciones obtenidas de la cosecha principal en un período anterior del año ha aumentado en general el suministro de alimentos destinado a los mercados y los precios se mantienen al alcance de la mayoría de los hogares. Sin embargo, en las partes orientales, donde hace unos meses unas lluvias intensas causaron daños y el desplazamiento de cientos de familias, la población afectada, especialmente en la región de Teso, tendrá que hacer frente a una inseguridad alimentaria moderada a principios de 2008. La población en riesgo, incluidas las personas desplazadas internamente, se estima en aproximadamente 1,4 millones de personas afectadas de gran inseguridad alimentaria y muy dependientes de la ayuda humanitaria. En Kenya, se han terminado de recoger las cosechas de cereales de la estación de lluvias largas de 2007. Gracias a unas condiciones atmosféricas favorables y al aumento de la superficie plantada la producción debería de aumentar en alrededor de 200 000 toneladas, a 2,6 millones de toneladas. También son favorables las perspectivas para la cosecha de la estación de lluvias cortas, que normalmente representa alrededor del 20 por ciento de la producción total de cereales y se recogerá a partir de febrero del año próximo. Como consecuencia de las cosechas de cereales superiores a la media prevista, la situación nacional del suministro de alimentos es buena y los precios del maíz deberían de bajar a principios de 2008. La seguridad alimentaria de los pastores afectados por la sequía ha mejorado en algunas zonas y debería seguir mejorando mientras duren las precipitaciones estacionales. Sin embargo, se sigue prestando asistencia alimentaria a un gran número de personas en las zonas pastorales afectadas por la sequía anterior y por los continuos conflictos entre pastores. En la República Unida de Tanzanía, la producción de la cosecha principal de cereales secundarios de 2007 recogida hace unos meses se estimó semejante a la cosecha del año pasado, de aproximadamente 4 millones de toneladas, y superior a la media. La siembra de la cosecha secundaria que se recogerá a principios del año que viene ha terminado en condiciones atmosféricas generalmente favorables y la disponibilidad de pastizales y agua sigue siendo superior a lo normal. La situación del suministro de alimentos es, por consiguiente, generalmente satisfactoria. Los mercados están bien abastecidos y las reservas de las fincas de las zonas rurales son suficientes, excepto en algunas zonas localizadas de los 22 distritos afectados por las inundaciones o el cese prematuro de las lluvias. Sin embargo, a pesar de una disponibilidad de existencias en general buena, los precios del mercado mayorista para muchos productos alimenticios son más altos que el año pasado, como reflejo del aumento de los costos de transporte debido al alza de los precios del combustible y a las campañas gubernamentales encaminadas a promover la compra de cultivos utilizando métodos de ponderación normalizada en las explotaciones. Los precios altos probablemente limiten el acceso a los alimentos de los hogares de bajos ingresos de las zonas urbanas. En Eritrea, las perspectivas para la cosecha principal de cereales que se está recogiendo ahora son buenas gracias a una de las mejores condiciones de crecimiento registrada en las últimas ocho campañas. Se estima que la producción alcanzará el nivel de la cosecha del año pasado (aproximadamente 230 000 toneladas), volumen muy superior a la media de los cinco años anteriores. Sin embargo, para cubrir sus necesidades totales de consumo de cereales estimadas en alrededor de 550 000 toneladas el país depende en gran medida de las importaciones, principalmente comerciales. A pesar de la buena producción interna, los precios de los cereales siguen siendo altos y afectan a la seguridad alimentaria de grandes sectores de la población.
En Kenya, el precio del maíz (Figura 3), que se había mantenido estable en los últimos meses, fluctuó en el mercado de Nairobi entre 199 dólares EE.UU. por tonelada y 202 dólares EE.UU. por tonelada en el período comprendido entre mayo y septiembre, y en octubre y noviembre aumentó a 210 dólares EE.UU. por tonelada y 211 dólares EE.UU. por tonelada, respectivamente. Los precios reaccionaron ante el anuncio del gobierno de que el precio de compra para la cosecha recogida recientemente sería de 215 dólares EE.UU. por tonelada. Las repercusiones del aumento de los precios de importación influyeron también en el mercado. Sin embargo, los precios han comenzado a descender en las principales zonas productoras de maíz y se prevé que desciendan también en Nairobi debido a una situación favorable para el suministro. En la República Unida de Tanzanía, los precios mayoristas para el maíz en Dar-es-Salam, situados desde el comienzo del año en un nivel medio muy bajo de 123 dólares EE.UU. por tonelada, comenzaron a aumentar de forma pronunciada a partir de agosto hasta alcanzar los 237 dólares EE.UU. por tonelada en noviembre. Este aumento se explica por la fuerte demanda de los países vecinos y el aumento de los costos del transporte atribuido al alza de los precios internacionales del combustible. Además, contribuyó también a sostener los precios la decisión del gobierno de la República Unida de Tanzanía de comprar para las reservas estatales 30 000 toneladas de cereales alimentarios a los agricultores de las zonas excedentarias alejadas. En cambio, en los mercados de las zonas maiceras situadas en el altiplano meridional los precios han disminuido, y se prevé que desciendan también en la ciudad capital en los meses venideros gracias a la buena cosecha de este año. En Uganda, los precios que habían estado bajando desde el comienzo del año y se encontraban en niveles bajos en septiembre aumentaron de forma pronunciada en octubre a pesar de la abundancia de suministros. Ello se ha atribuido a una reducción de las compras de maíz por parte de los organismos humanitarios.
En Etiopía, pese a varias campañas consecutivas de cosechas abundantes los precios de los cereales y de otros productos básicos han sido normalmente altos desde comienzos de 2004, y han seguido subiendo no obstante las medidas adoptadas por el gobierno en marzo de 2006 para estabilizarlos, entre ellas las ventas a precios subvencionados a las personas necesitadas de determinadas zonas urbanas, la prohibición de las exportaciones de cereales, y diversas medidas financieras. El índice de aumento ha sido extraordinariamente elevado antes de la recolección de la cosecha de temporada principal de 2007 que comenzó en noviembre, cuando los precios mayoristas del maíz y del trigo alcanzaron en la capital un nivel récord de 248 dólares EE.UU. por tonelada y 326 dólares EE.UU. por tonelada, respectivamente (véase la Figura 4). Entre las posibles razones que explican la reciente tendencia de los precios pueden indicarse las siguientes: el aumento de los ingresos, favorecido por el rápido incremento de los gastos públicos, los créditos comerciales, los ingresos de exportación y las transferencias en la forma de remesas, el acaparamiento de suministros de cereales por parte de los pequeños agricultores y la disminución de la ayuda alimentaria distribuida en el país. A diferencia de 2006, cuando no se observó una reducción significativa de los precios poscosecha, el precio al por mayor del maíz registrado en Addis Abeba en las primeras semanas de noviembre ha arrojado una disminución de alrededor del 20 por ciento en comparación con la media trimestral anterior de 243 dólares EE.UU. por tonelada . 
Se han comenzado a sembrar las cosechas de cereales de la temporada principal de 2007/08. Las lluvias recibidas en la última década de octubre y noviembre han sido en general favorables para las operaciones de siembra, con intensas precipitaciones en Angola y en zonas localizadas de Sudáfrica y Zimbabwe. La siembra de maíz y otros cereales continuará en la subregión hasta finales de diciembre. El pronóstico a largo plazo de las precipitaciones para el período de crecimiento de la cosecha principal de 2008 es en general positivo para el África meridional. Aunque todavía es demasiado temprano para estimar la superficie plantada este año en la subregión, una encuesta sobre las intenciones de siembra de los agricultores realizada en Sudáfrica indica que la superficie sembrada con maíz podría ampliarse con respecto al nivel inferior a la media del año pasado, de 2,55 millones de hectáreas a aproximadamente 2,67 millones de hectáreas, alentada por los altos precios internos e internacionales corrientes.
La producción total de cereales de 2007 en la subregión se estimó en un volumen sólo un poco mayor que el situado en torno a la media del año anterior. Ello se debe a una segunda mala cosecha consecutiva en Sudáfrica, con mucho el productor mayor, y a una buena producción total en el resto de los países. Sin embargo, aunque en algunos países, en particular Malawi, se obtuvieron cosechas excelentes, en los países importadores netos, como Zimbabwe, Namibia, Lesotho, Swazilandia y Botswana, la producción fue reducida. En consecuencia, a pesar del aumento de la producción total de cereales de este año (salvo en Sudáfrica), la necesidad total de importación de cereales para la campaña comercial (abril/marzo en la mayoría de los casos) se ha estimado en un 15 por ciento más que el año anterior, o sea 4,36 millones de toneladas, incluidas unas 614 000 toneladas de ayuda alimentaria (Figura 5). Zimbabwe absorbe casi una cuarta parte de las importaciones totales previstas, debido a una fuerte disminución de la producción de cereales de este año. Frente a las necesidades totales de importaciones de cereales en forma de ayuda alimentaria para 2007/08 (abril/marzo), las promesas o entregas realizadas hasta principios de noviembre se estiman en 394 000 toneladas, o sea aproximadamente un 64 por ciento de las necesidades. La necesidad total de ayuda alimentaria en cereales, calculada en 614 000 toneladas, es menor que la ayuda alimentaria media anual de los cinco años anteriores, cifrada en alrededor de 708 000 toneladas.
En general, el suministro de maíz en África meridional para la presente campaña comercial es muy satisfactorio. Se estiman excedentes exportables considerables en Malawi (alrededor de 1 millón de toneladas), Sudáfrica (alrededor de 1 millón de toneladas), Zambia (unas 250 000 toneladas) y Mozambique (en torno a 150 000 toneladas). Ello se compara con unas necesidades totales de importación de maíz de 2,6 millones de toneladas (importaciones comerciales y ayuda alimentaria de maíz tanto blanco como amarillo). Por lo tanto se recomiendan con ahínco las compras locales y regionales de ayuda alimentaria, realizadas en forma directa o a través de arreglos triangulares. Debido a los altos precios internacionales, a la cosecha menguada obtenida en Sudáfrica, el mayor productor, y a las cosechas inferiores a la media obtenidas en varios países, las cotizaciones del maíz están por encima de los niveles de hace un año en la mayoría de los países de la subregión, con la excepción de Malawi (Figura 6), y continúa la tendencia ascendente general comenzada durante los meses posteriores a la cosecha de abril y mayo. En Sudáfrica, el precio al contado del maíz blanco en Randfontein ha pasado de 1 652 Rand por tonelada (235 dólares EE.UU. por tonelada) en mayo de 2007 a un alta de 1 862 Rand por tonelada (253 dólares EE.UU. por tonelada) en septiembre de 2007, registrando en octubre una ligera y muy probablemente temporal disminución a 1 820 Rand. Los precios futuros de SAFEX indican que esta tendencia positiva continuará hasta marzo de 2008. Los altos precios vigentes en Sudáfrica, el principal país exportador de la región, han afectado a los precios internos de otros países importadores de la región, especialmente Swazilandia, Lesotho y Zimbabwe. En Malawi, en cambio, una excelente cosecha de maíz ha dado lugar a unos precios poscosecha considerablemente inferiores a los de los dos últimos años.
En Madagascar, los precios del arroz, el principal alimento básico, han de ser objeto de una vigilancia atenta ya que, a pesar del aumento de la producción de 2007, los niveles actuales son mucho más altos que los del año anterior y podrían seguir subiendo hasta niveles que ya el año pasado causaron graves crisis. Para evitar una ulterior escalada de los precios habría que aumentar las importaciones de arroz.
La recolección de las cosechas principales de arroz y cereales secundarios ha terminado o está a punto de terminar. En base a las informaciones más recientes, la producción total de arroz de 2007 se pronostica en un volumen sin precedentes de 580 millones de toneladas, nivel ligeramente superior al del año anterior. La producción total de maíz se pronostica en 198,1 millones de toneladas, volumen marginalmente superior a la cosecha ya excelente del año pasado. La recolección de la cosecha secundaria de trigo de primavera/verano de 2007 recién ha terminado, mientras que la cosecha principal de invierno se recogió en un período anterior del año. La producción total de trigo de 2007 para la subregión se estima en 207 millones de toneladas, un 4 por ciento más que la abundante producción del año pasado y un 10 por ciento más que la media de los últimos cinco años. La mayor parte del incremento proviene de la India. La siembra de las cosechas de trigo de invierno de 2008 está en curso o ya ha terminado en los principales países productores de trigo de la subregión en condiciones hasta ahora favorables, y se supone que la superficie plantada es mayor en atención a los precios elevados. 
En China (Continental), se han terminado de recoger las cosechas tardías de arroz y cereales secundarios. La estimación de la producción total de arroz de 2007 se mantiene inalterada en 184 millones de toneladas, alrededor de un 1 por ciento más que el año pasado. La recolección del maíz ha terminado, con una producción para 2007 estimada en 148 millones de toneladas, aproximadamente 2,5 millones de toneladas más que el volumen sin precedentes obtenido en 2006, gracias a un incremento de la superficie plantada debido a un rendimiento relativo mayor y a un tiempo favorable. La producción total de trigo para 2007 se estimó en un volumen sin precedentes de 106 millones de toneladas. En general, la producción de cereales de China para 2007 se estima en aproximadamente 449 millones de toneladas, lo que representa un aumento de alrededor del 1,2 por ciento respecto al año pasado y del 9 por ciento en comparación con la media quinquenal. En consecuencia, se prevé que el país aumentará sus exportaciones netas de cereales en 2007, mientras que las existencias finales deberían aumentar en 2007/08. La siembra de la cosecha de trigo de invierno de 2008 ha terminado en las principales regiones productoras de trigo de China. La superficie se estima marginalmente superior a la superficie ya extensa del año pasado, debido al incentivo de los precios altos del trigo y al continuo apoyo del gobierno a la producción cerealera. Las condiciones de crecimiento en las principales provincias productoras de trigo se acercan a lo normal, y la humedad del suelo es suficiente. En la India, la producción arrocera de 2007 se pronostica en alrededor de 140 millones de toneladas, volumen cercano al de la buena cosecha del año pasado, mientras que el maíz de 2007 se pronostica en 15,5 millones de toneladas, aproximadamente 2 millones de toneladas más que la menguada producción del año pasado. En base a las informaciones más recientes, la producción de trigo de 2007 se estima en 75 millones de toneladas, es decir unos 5 millones de toneladas más que en 2006 y que la media quinquenal. Como consecuencia de esta cosecha buena, las importaciones de trigo del país en 2007/08 (abril/marzo) se han revisado a la baja, de 3 millones de toneladas a 2 millones de toneladas. En 2006/07 el país importó aproximadamente 6,7 millones de toneladas de trigo. La siembra de las cosechas de trigo de invierno de 2008 está en curso de ejecución. Las condiciones agrometeorológicas eran favorables para la siembra de los cultivos de invierno en la mayor parte de las regiones productoras de trigo de secano. Se supone que la superficie será marginalmente mayor que la del año pasado, debido a un reciente anuncio del gobierno de que aumentará considerablemente el precio de sostén para la cosecha de trigo de 2008. En el Pakistán, se está recogiendo la cosecha de arroz y las perspectivas para la producción de este año son satisfactorias. La producción de trigo de 2007, cosechada hace unos meses, se estimó en un volumen récord de 22,5 millones de toneladas. Las exportaciones totales de cereales en 2007/08 se pronostican en unos 4 millones de toneladas, de los cuales 3 millones de toneladas corresponden al arroz. Gracias al apoyo concedido por el gobierno para aumentar la utilización de tecnología de arroz híbrido, se espera en Indonesia una abundante cosecha de arroz para 2007, que debería traducirse en una disminución de las importaciones arroceras a menos de 1 millón de toneladas en el próximo año. En Camboya, la producción arrocera de 2007 se pronostica oficialmente en 6 millones de toneladas, un 4 por ciento menos que el nivel de la campaña anterior. El país debería exportar aproximadamente 1 millón de toneladas en 2008.
La República Popular Democrática de Corea continúa sufriendo escaseces crónicas de alimentos debidas a las dificultades económicas y a los desastres naturales. La recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2007 terminó en noviembre y la producción de cereales de 2007 se estima provisionalmente en 3,8 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), aproximadamente un 7 por ciento menos que el nivel afectado por las inundaciones del año pasado y un 10 por ciento menos que la buena cosecha de 2005, a causa de las grandes inundaciones de agosto y septiembre. Con esta producción, la necesidad de importación de cereales en la campaña comercial 2007/08 (noviembre/octubre) para mantener el consumo de cereales per cápita cercano a la situación actual de 160 kg por persona, se estima en más de 1 millón de toneladas. A pesar de las dificultades políticas y económicas, en 2006/07 (noviembre/octubre) el país importó unas 556 000 toneladas de cereales, de las cuales 353 000 fueron como ayuda alimentaria destinada a la población vulnerable y afectada por las inundaciones. En Timor-Leste, la seguridad alimentaria ha empeorado últimamente debido a los precios elevados de los cereales en el mercado mundial, que está teniendo un efecto negativo importante en la seguridad alimentaria de la población vulnerable de las zonas urbanas y rurales. El país depende de las importaciones de arroz, que representan más del 50 por ciento del consumo total en un año normal. Debido al aumento de los precios, los grandes importadores privados de arroz han abandonado el mercado debido al bajo poder adquisitivo de los consumidores. Las reservas privadas de arroz se encuentran en un nivel muy bajo. En 2007, la producción de cultivos alimentarios, como cereales, yuca y otros tubérculos, se ha visto gravemente afectada por las malas condiciones del tiempo y un brote de langostas. En Sri Lanka, la reanudación del conflicto civil y el empeoramiento de la situación de seguridad están ejerciendo un efecto muy negativo en la economía y la seguridad alimentaria del país, particularmente en las partes septentrionales y orientales. En los primeros diez meses de 2007 los ingresos provenientes del turismo descendieron en un 20 por ciento debido a la inseguridad. La reducción de la producción de cereales de este año y el aumento de los precios de importación de los cereales también están influyendo negativamente en el acceso de la población vulnerable a los alimentos. El costo de los productos básicos, como pan, arroz y gas de cocina han aumentado de manera exponencial. En Mongolia, la falta de lluvias y la sequía durante los meses críticos del verano han incidido negativamente en la producción de cereales y forrajes. La producción de trigo de 2007, que normalmente se planta en mayo y junio y se recoge en octubre, se estima en 109 000 toneladas, lo que representa una disminución del 15 y 12 por ciento con respecto al año anterior y a la media quinquenal, respectivamente. Incluso en años buenos, el país importa aproximadamente dos terceras partes de sus necesidades de consumo de trigo.
En el Afganistán se ha comenzado a sembrar el trigo para la cosecha de 2008 con semillas de alta calidad suministradas con la ayuda financiera y técnica de la UE y la FAO. La producción de cereales de 2007, estimada provisionalmente en más de 4,6 millones de toneladas, fue muy superior a la cosecha relativamente mala de 2006 (3,9 millones de toneladas) y superior a la media. La producción de trigo alcanzó unos 3,8 millones de toneladas pero, ello no obstante, la necesidad de importación de cereales en 2007/08 (julio/junio) se estima en cerca de 700 000 toneladas, incluidas 550 000 toneladas de trigo. Es probable que los altos precios de los cereales causen dificultades a las poblaciones vulnerables. A esta altura, la necesidad de ayuda alimentaria para la campaña comercial se cifra en 100 000 toneladas.
En espera de los datos oficiales sobre la producción de cereales de 2007 (que pueden no estar disponibles hasta muy entrado el año 2008), la FAO estima la producción total de cereales de la subregión en 33,6 millones de toneladas (incluido el arroz en equivalente de arroz cáscara), un 11 por ciento más que la producción del año pasado y un 16 por ciento más que la media de los últimos cinco años. La producción total de trigo, que es el cultivo cereal principal y el cultivo alimentario más importante de la subregión, se estima en 27,7 millones de toneladas, 3 millones de toneladas más que en 2006. La mayor parte del incremento corresponde a Kazajstán, el mayor productor de la subregión, donde unos rendimientos mejores de lo previsto obtenidos en las zonas productoras septentrionales (adyacentes a la región siberiana de la Federación de Rusia) determinaron un aumento de la producción de trigo de 3,3 millones de toneladas a un volumen estimado de 17 millones de toneladas. Dados los altos precios internacionales de los cereales y las recurrentes necesidades de importación en muchos países de la CEI, este incremento de la producción ha constituido un hecho positivo. La producción de cereales secundarios de la subregión se estima provisionalmente en 5,2 millones de toneladas, frente a los 4,6 millones de toneladas del año anterior, debido a una recuperación de las cosechas reducidas por la sequía del año pasado en Armenia y Georgia y a una producción algo mayor obtenida en Kazajstán. La producción arrocera en la subregión se estima en 697 000 toneladas, volumen marginalmente inferior al del año pasado, ya que la estimación provisional para la producción en Uzbekistán es ligeramente inferior.
La necesidad de importación de cereales para la subregión en 2007/08 (julio/junio) se estima en 3,1 millones de toneladas, incluidos 2,8 millones de toneladas de trigo. En la mayoría de los países de la subregión, es probable que las importaciones comerciales de trigo sean menores que las del año pasado, debido en gran medida al aumento de los precios, que se traducirá en una menor disponibilidad de trigo para el consumo humano y, en particular, para piensos. En 2006/07, las importaciones comerciales de trigo fueron de 3,3 millones de toneladas. En Azerbaiyán y Georgia, se prevé que las importaciones de trigo disminuyan debido a unas cosechas mejores y al aumento de los precios. En otras partes, la reducción se debe principalmente a los precios elevados. El trigo es un alimento básico en la subregión, y los cereales representan hasta un 70 por ciento del aporte diario de calorías de las poblaciones pobres y vulnerables. Junto con los precios más altos del combustible, en la mayoría de los países está aumentando la inflación de los precios de los alimentos y del consumo, lo que socavará el acceso de las personas más pobres a los alimentos y la calefacción suficientes durante los meses fríos del invierno.
La FAO pronostica la producción total de cereales de 2007 en la subregión (incluido el arroz elaborado) en un nivel récord de 39,3 millones de toneladas, alrededor de 2,2 millones de toneladas más que el año anterior y 3,3 millones de toneladas más que la media de los últimos cinco años. La recolección de las cosechas de cereales secundarios de secano de la temporada principal de 2007 acaba de comenzar en las principales zonas productoras de México, y los pronósticos oficiales iniciales apuntan a una producción récord de más de 30 millones de toneladas, un 7,4 por ciento más que el nivel ya bueno del año anterior, debido principalmente a una expansión de las superficies plantadas. En otras partes de la subregión, se han obtenido buenas cosechas de cereales a pesar de unas graves pérdidas localizadas causadas por las inundaciones. 
Unas precipitaciones excepcionalmente intensas recibidas durante la mayor parte de octubre en muchas partes de la subregión han causado graves daños a la agricultura y a la infraestructura. En Nicaragua, el paso del huracán Félix en septiembre afectó a unas 220 000 personas en algunos departamentos septentrionales del Atlántico y el Pacífico. Las fuentes oficiales estiman provisionalmente las pérdidas de las cosechas de maíz y frijoles de la segunda temporada de 2007 en un 4 y 14 por ciento de la producción anual, respectivamente. La comunidad internacional está proporcionando asistencia alimentaria de emergencia a la población más vulnerable de la Región Atlántica Autónoma Norte (RAAN). En Costa Rica, las regiones del Pacífico Norte, Pacífico Central y Valle Central sufrieron grandes inundaciones y aludes, que causaron graves daños a la infraestructura caminera y algunos daños localizados a las plantaciones de caña de azúcar y cultivos de melón. También se han registrados inundaciones y derrumbes en la parte oriental de El Salvador, el sur de Honduras y el occidente de Guatemala, así como en el estado mexicano de Chiapas, con daños localizados a los cultivos alimentarios (maíz y frijoles) y comerciales (bananos y hortalizas).
A principios de noviembre unos vientos fuertes y lluvias torrenciales relacionados con la tormenta tropical Noel provocaron grandes inundaciones y aludes en la República Dominicana, Haití, Cuba y México meridional. En la República Dominicana y Haití se registraron graves pérdidas de cultivos comerciales importantes, especialmente en las plantaciones de bananos, café y cacao, así como en las plantaciones de tubérculos y hortalizas. Sin embargo, habiéndose casi terminado la recolección de las cosechas de maíz y arroz de la segunda temporada de 2007 en toda la isla Española, las pérdidas de producción de estos importantes cultivos básicos han sido limitadas y localizadas. En México, el estado sudoriental de Tabasco ha sufrido las peores inundaciones en más de 50 años, con graves pérdidas de cultivos de arroz, maíz, frijoles, plátanos, cacao, café y piña, así como la pérdida de 300 000 cabezas de ganado y de unas 200 000 hectáreas de tierras de pastoreo. Las inundaciones han afectado también a la parte nordoriental del estado mexicano de Chiapas, causando daños a las cosechas de maíz y frijoles de verano que deberían recogerse dentro de poco. En las provincias orientales cubanas de Guantánamo Holguín, Las Tunas, Santiago y Granma se registraron pérdidas localizadas de las cosechas de maíz y frijoles de la segunda temporada así como de las plantaciones de banano y café. A causa, además, de los daños causados a las plantaciones y a la infraestructura por las lluvias excesivas recibidas últimamente, la cosecha cañera se ha postergado desde finales de noviembre hasta diciembre y enero.
La tendencia ascendente en los precios internacionales de los cereales está alimentando las tasas de inflación interna en algunos países, con graves consecuencias para la seguridad alimentaria de los grupos más vulnerables cuyo acceso a alimentos básicos importantes, como el pan o las tortillas, se ha reducido espectacularmente en los últimos meses. Unido al aumento de los costos del transporte debido a los niveles máximos alcanzados por los precios del petróleo, el alza de los precios internacionales del maíz y la soja está afectando también a los sectores avícola, porcino y lácteo.
En América del Sur, recién ha comenzado la recolección de las cosechas de trigo y cebada de 2007 en las principales zonas productoras de la Argentina y el Uruguay, mientras está muy avanzada en los estados centrales y meridionales del Brasil y en el Paraguay oriental. La producción total de trigo en la subregión se pronostica en 22,1 millones de toneladas, volumen situado en torno a la media y aproximadamente un 10,5 por ciento por encima del nivel reducido del año anterior, debido principalmente a una recuperación de la producción del Brasil. En la Argentina, unas precipitaciones buenas recibidas en septiembre beneficiaron los rendimientos en las principales provincias productoras de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, y los pronósticos oficiales apuntan para este año a una cosecha récord de 15 millones de toneladas, aproximadamente un 7 por ciento por encima de la media. Dadas las mejoras registradas en las perspectivas para las cosechas de este año, se prevé que la Argentina reanude sus exportaciones para mediados de noviembre tras la suspensión de las exportaciones de trigo y harina de trigo decretada por el Gobierno desde marzo de 2007 en atención al aumento de los precios internos de la harina y del pan, así como al ritmo rápido de las declaraciones de exportación. En la campaña comercial 2007/08 (julio/junio) las exportaciones de la Argentina deberían disminuir en 2 millones de toneladas respecto al año anterior, situándose en no más de 9 millones de toneladas. Si durante la recolección persistieran las condiciones atmosféricas favorables, también se prevén cosechas de trigo sin precedentes en Uruguay y Chile, gracias a las superficies máximas plantadas. Con respecto a la cebada, tras una expansión de alrededor de un 10 por ciento en la superficie plantada, especialmente en la Argentina, Brasil y Uruguay, la producción total de cebada de la subregión se estima provisionalmente en un nivel sin precedente de 2,6 millones de toneladas.
Las precipitaciones recibidas últimamente han mejorado las condiciones de humedad y favorecido la plantación de las cosechas de cereales secundarios de la temporada principal de 2008 en algunas zonas productoras de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile y Uruguay. Los primeros indicios apuntan a una continua expansión de la superficie plantada como reacción a los precios atractivos del maíz, así como a la intensa demanda de sorgo para pienso, tras la progresiva desviación del maíz hacia la industria de biocombustible. También ha empezado la campaña arrocera de 2008, y las intenciones de siembra indican un incremento de la superficie a alrededor de 5 millones de hectáreas, especialmente en la Argentina, centro sur del Brasil y el Uruguay, como respuesta a las buenas perspectivas de los precios y a la abundante disponibilidad de agua en los embalses principales.
Tras el incendio de bosques y pastizales más extendido de la historia que tuvo lugar en septiembre en el Paraguay, el importante sector ganadero de la región del Chaco se ha visto afectado ulteriormente por un período seco prolongado. La disponibilidad muy limitada de agua y pastizales ya ha provocado pérdidas de miles de cabezas de ganado, una disminución de la producción de leche y de carne, y menores tasas de preñez .
En los Estados Unidos, para finales de noviembre el trigo de invierno había despuntado en un 89 por ciento de la superficie destinada a la cosecha de 2008, es decir un poco después que el año pasado y de lo normal, debido a la sequía imperante en las praderas sudoccidentales. Las estimaciones iniciales provisionales cifran la superficie de trigo de invierno en un nivel superior en un 3,5 - 4 por ciento al del año anterior, en atención a los precios altos. Pero la situación de la cosecha al final de noviembre se consideraba en un nivel inferior al del mismo período del año pasado, ya que se estimaba entre buena y excelente el 44 por ciento frente al 53 por ciento del año pasado. Las informaciones iniciales indican también un probable aumento de la superficie destinada al trigo de primavera en los Estados Unidos, que se sembrará el año próximo, pero esto dependerá en gran medida de cómo evolucionen en los meses venideros los precios del trigo y de los cultivos competidores, como la cebada, la avena y la soja, ya que los productores decidirán con mayor seguridad sus planes de cultivo para la primavera a medida que se vaya acercando la temporada.
Tras otros pequeños ajustes, la estimación oficial más reciente de la cosecha de trigo de los Estados Unidos en 2007 se cifra en 56,2 millones de toneladas, un nivel todavía bueno y muy superior al del año anterior. La terminación de la cosecha de maíz en las últimas semanas ha confirmado que la de este año ha sido la mayor obtenida hasta ahora, situada en 334,5 millones de toneladas, un 25 por ciento más que en 2006. La superficie plantada con maíz aumentó de forma pronunciada como efecto de una excepcionalmente sólida demanda interna de productos de etanol derivados del maíz y, además, las condiciones de crecimiento favorables permitieron rendimientos sin precedentes. En Canadá, la mayor parte del trigo es de primavera y la cosecha de 2008 no se sembrará hasta marzo-abril del año próximo. Si las condiciones atmosféricas lo permiten, todos los indicios apuntan a considerable aumento de la superficie. Tras haber rotado en 2007 una gran cantidad de tierras hacia otros cultivos distintos del trigo, los productores están en buenas condiciones para volver a este cultivo el próximo año. Además, teniendo en cuenta el incentivo de los precios corrientes elevados, los pronósticos indican la probabilidad de que la superficie plantada aumente en un 10 por ciento. La pequeña cosecha de trigo de invierno, que normalmente representa alrededor del 10–15 por ciento del total, se ha plantado en condiciones favorables y las estimaciones provisionales cifran la superficie en un nivel superior en alrededor de un 5 por ciento al del año pasado. Las informaciones más recientes sobre la producción de cereales de 2007 confirma mayormente las previsiones: la producción de trigo ha descendido a 20,6 millones de toneladas, casi un 20 por ciento por debajo de la cosecha del año pasado y un 12 por ciento por debajo de la media quinquenal, debido a una reducción de la superficie plantada y de los rendimientos a causa de un tiempo excepcionalmente caluroso y seco. En cambio, se ha logrado un fuerte aumento de la producción de cereales secundarios (principalmente cebada, maíz y avena), estimada oficialmente según los datos más recientes en 28,1 millones de toneladas, un 20,7 por ciento más que el año pasado.
Tras la supresión de la detracción obligatoria del 10 por ciento de la tierra para 2008, combinada con el incentivo de los altos precios corrientes para plantar trigo, se considera que la superficie sembrada con trigo para la cosecha de 2008 en la Unión Europea aumentará de aproximadamente un 6 por ciento. Entre los productores principales, las estimaciones provisionales indican aumentos considerables de la superficie de trigo en Francia (5 por ciento), Alemania (6 por ciento), Italia (13 por ciento) y el Reino Unido (13 por ciento). Entre los estados miembros más nuevos del este de la región, se estima que la superficie cultivada con trigo en Hungría aumentará entre 8 y 10 por ciento. En Rumania, se informa que la superficie del trigo es de un nivel medio. La producción total de cereales de la UE en 2007 se estima ahora en 259 millones de toneladas, muy por debajo de las previsiones de principios de año y cerca de un 4 por ciento menos que la producción total de los 27 países en 2006. A medida que la campaña progresaba, los rendimientos de los cultivos se vieron comprometidos en las partes septentrionales por una combinación de déficit de humedad seguido de lluvias excesivas, y en Europa sudoriental por una oleada de calor y una sequía. Las estimaciones más recientes cifran la producción total de trigo en sólo 120 millones de toneladas, la más baja desde 2003, año afectado por una grave sequía. Con respecto a los cereales secundarios, también la cosecha de maíz de la UE se ha visto muy afectada por la sequía en los países sudorientales, que absorben una gran parte de la producción, pero ello se ha visto compensado parcialmente por las cosechas algo mejores de los otros cereales secundarios principales (cebada, centeno y avena). La estimación más reciente de la producción total de cereales secundarios de la UE en 2007 se cifra en 136 millones de toneladas, un 2,5 por ciento menos que la producción total de los 27 países en 2006 y un 10 por ciento menos que la media de esos países en los cinco años anteriores.
Para finales de noviembre se había terminado en su mayor parte la siembra de los cereales de invierno de 2008 (principalmente trigo de invierno y algo de cebada) en la subregión. Se estima que la superficie total sembrada ha aumentado como efecto de los precios altos, y para finales de noviembre las condiciones para el arraigo y desarrollo de los cultivos eran mayormente favorables. En la Federación de Rusia la superficie sembrada con cereales de invierno ha aumentado en alrededor del 5 por ciento, a 14,7 millones de hectáreas estimadas, el nivel más alto desde 2001. En Ucrania, se estima que la superficie sembrada con cereales de invierno ha alcanzado los 7,5 millones de hectáreas, un 9 por ciento más que en el período correspondiente del año anterior. La producción total de cereales de 2007 en la subregión (con el arroz en equivalente de arroz en cáscara) se estima provisionalmente en 114 millones de toneladas, cerca de 5 millones de toneladas menos que el año pasado y en torno al nivel medio. La merma se debió a unas cosechas de cereales secundarios muy reducidas como consecuencia de una grave sequía que asoló en el verano el sur de Ucrania y Moldova. La producción total de cereales secundarios en la subregión descendió 7 millones de toneladas a 50 millones de toneladas. En cambio, la de trigo aumentó un 1 por ciento a 63 millones de toneladas debido a unas condiciones de crecimiento satisfactorias para los cultivos de invierno y a unas cosechas superiores a la media en la región siberiana de la Federación de Rusia, zona no afectada por la sequía de este año.
La Federación de Rusia y Ucrania han llegado a ser importantes exportadores de cereales, que abastecen a los mercados internacionales así como a otros estados de la CEI. Sin embargo, en la campaña comercial 2007/08 (julio/junio) se estima que, como consecuencia de la sequía, sus excedentes exportables combinados descenderán más de 5 millones de toneladas (4 millones de toneladas las exportaciones de trigo). Los altos precios internacionales del trigo, que han causado pánico internamente y una creciente inflación de los precios de los alimentos, han inducido a muchos países de la CEI a imponer restricciones a las exportaciones. En Ucrania, es probable que las restricciones vigentes limiten las exportaciones hasta febrero-marzo, cuando se conozca la situación de los cultivos de invierno. La Federación de Rusia ha impuesto un arancel de exportación para el trigo y la cebada, y es probable que entren en vigor medidas más restrictivas una vez expedidos los excedentes exportables estimados. Al mismo tiempo Moldova, que suele ser prácticamente autosuficiente en cereales, necesita importar más de 700 000 toneladas, incluidas 400 000 toneladas de trigo, como consecuencia de una grave sequía. Como la producción total de cereales descendió en dos terceras partes, y la industria pecuaria cumple una función económica importante, el país está recibiendo asistencia de los donantes para contribuir a paliar los efectos de la sequía. Sin embargo, es probable que muchos pequeños agricultores experimenten dificultades en conseguir fondos para la siembra de los cultivos de 2008 y la supervivencia de sus animales. En Belarús, se estima que las importaciones totales descenderán en una tercera parte, como efecto de los altos precios del trigo y los cereales secundarios.
Las lluvias generalizadas recibidas a principios de noviembre en muchas partes de Australia oriental llegaron demasiado tarde para mejorar las malas perspectivas para los rendimientos de los cultivos de invierno, que sufrieron los efectos de la sequía durante la mayor parte del período vegetativo. Ahora que ha comenzado la recolección, las precipitaciones podrían reportar más daños que beneficios, comprometiendo la calidad de los cultivos. Con una sequía que no dio tregua y unas temperaturas superiores a la media imperantes durante todo el período vegetativo crítico de septiembre y octubre, el pronóstico oficial más reciente de finales de octubre redujo las proyecciones a 12,1 millones de toneladas. Aunque este volumen supera en unos 2 millones de toneladas la cosecha aun más reducida de 2006, no es más que la mitad de lo que el país puede producir en un año normal. Ello significa que en tres de los últimos seis años las cosechas se han visto gravemente menguadas, y que el impacto en los volúmenes de exportación y las reservas del país ha sido significativo (véase la Figura 7). Australia normalmente figura entre los principales exportadores mundiales de cereales. Además del trigo, también los otros cultivos de invierno (principalmente cebada) se han visto afectados de manera semejante por las malas condiciones atmosféricas, previéndose producciones considerablemente inferiores a la media. Sin embargo, las precipitaciones de noviembre podrían resultar favorables para los cultivos secundarios de verano (principalmente maíz y sorgo), que se plantan entre septiembre y diciembre y se recogen entre marzo y junio del año siguiente. 
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