Perspectivas actuales sobre la producción y las cosechas

Situación por regiones

Asia

Lejano oriente: La recolección de la cosecha de trigo de 2003 comenzará en abril y continuará hasta junio. Se prevé que el prolongado tiempo seco imperante durante todo el período de crecimiento que comenzó en octubre dará lugar a una cosecha menguada en la región. La falta de lluvias causó sequías en algunas zonas localizadas en el oeste de la India, el norte de China y el sur de Pakistán. En cambio, las fuertes lluvias recibidas en febrero en el Pakistán han mejorado la situación de los cultivos de regadío. Se pronostica que la producción de trigo de invierno disminuirá en China, por quinto año consecutivo, en alrededor de un 4 por ciento con respecto a los 81,3 millones de toneladas del año pasado. Una gran parte de la disminución prevista se atribuye a la reducción de la superficie plantada como consecuencia de los precios bajos del trigo. El mercado interno está sometido a una presión a la baja debido a la disminución del consumo de trigo por habitante y a la abundancia de las existencias acumuladas de las cosechas abundantes de los años anteriores. También se ha pasado a otros cultivos más rentables, como la semilla de colza. Si bien la superficie total sembrada con trigo ha ido disminuyendo en China, la plantada con trigo de alta calidad ha ido aumentando considerablemente. El trigo de invierno representa más del 90 por ciento del total del país, y el resto proviene del trigo de primavera sembrado en marzo y abril. En la India, se pronostica que la producción de trigo en 2003 disminuirá en un 4 por ciento con respecto al año pasado, situándose en 68,9 millones de toneladas, el nivel más bajo de los últimos cinco años y un volumen inferior en un 10 por ciento al de la cosecha récord de 2000. En cambio, unas condiciones atmosféricas en general favorables imperantes en el Pakistán apuntan a una buena cosecha de 20,7 millones de toneladas, alrededor de un 8 por ciento más que en 2002 pero un volumen inferior al nivel récord de 22 millones de toneladas obtenido en 2000. La cosecha de trigo de 2003 en la República Islámica del Irán se pronostica en poco más de 10 millones de toneladas. Este volumen sería casi igual al de la media quinquenal pero inferior en casi 2,3 millones de toneladas a la cosecha récord el año pasado.

Las perspectivas para las cosechas de cereales secundarios de 2003, que en su mayor parte se sembrarán en los meses venideros, todavía son muy inciertas. En China, se prevé que la superficie total disminuirá debido a los esfuerzos desplegados por el gobierno para controlar la producción de cereales y reducir las enormes reservas. Sin embargo, si las condiciones atmosféricas fueran normales, la producción total debería de mantenerse más o menos en el nivel del año pasado debido a una mayor insistencia en los cultivos de alto rendimiento. La producción de cereales secundarios de China en 2002 (principalmente maíz) se estima ahora en 134 millones de toneladas, cerca de 9 millones de toneladas más que en 2001. En la India, si se normalizara el clima monzónico tras la sequía del año pasado, y los precios internos del maíz se mantuvieran altos, la superficie plantada debería de aumentar significativamente y los rendimientos deberían de recuperarse. Las escasas lluvias monzónicas recibidas el año pasado redujeron considerablemente la producción de cereales secundarios de la India en 2002 a alrededor de 25,1 millones de toneladas, o sea 9,6 millones de toneladas menos que la cosecha sin precedentes obtenida en 2001 y el nivel más bajo en tres decenios.

Los países del hemisferio sur y de la zona ecuatorial están a punto de recoger sus cosechas principales de arroz de 2003. En Indonesia, que recoge más de la mitad de la producción total entre enero y abril, es probable que se produzca algún retraso a causa de problemas relacionados con la sequía durante la siembra efectuada en octubre, mientras que los problemas causados posteriormente por las inundaciones provocaron algunas pérdidas en la principal isla productora de Java. La producción arrocera de la presente campaña se ha pronosticado oficialmente en 51,4 millones de toneladas, volumen prácticamente inalterado respecto de la estimación revisada para 2002. El aumento de los costos de producción ha inducido al gobierno a alzar los precios de sostenimiento del arroz en un 14 por ciento en 2003 y a examinar la posibilidad de subvencionar los insumos agrícolas básicos.

Las condiciones atmosféricas excelentes imperantes en Malasia han aumentado las expectativas de una cosecha abundante de 2,5 millones de toneladas, superior al nivel récord de 2,3 millones de toneladas de la última campaña. También son muy buenas las perspectivas en Sri Lanka, donde se está recogiendo ahora la cosecha principal de arroz Maha, ya que el proceso de paz favoreció el aumento de la superficie sembrada. La estimación oficial de la producción en 2002, cifrada en 2,9 millones de toneladas, hace pensar en una plena recuperación respecto del bajo nivel de 2001. Para la campaña actual se pronostica un incremento ulterior.

En el hemisferio norte, la producción arrocera de Bangladesh continúa la tendencia de una fuerte expansión, ininterrumpida desde 1997. En 2002, la producción nacional aumentó más del 4 por ciento a 39,5 millones de toneladas, debido principalmente a un aumento considerable de la cosecha Aman de secano. En espera de la publicación del objetivo gubernamental, se pronostica provisionalmente que la producción de 2003 aumentará ulteriormente a 39,8 millones de toneladas, sostenida por los altos precios vigentes en el país.

La estimación de la producción arrocera de 2002 en China (Continental) se ha rebajado en 1,0 millones de toneladas a 174,7 millones de toneladas, el nivel más bajo en 14 años. En reacción a los cambios de políticas, muchos agricultores han pasado de un régimen de doble cultivo a un régimen de monocultivo y están diversificando hacia cultivos más remunerativos. Como consecuencia, en 2003 aumentó la producción de la cosecha intermedia de arroz, mientras que las de las cosechas temprana y tardía disminuyeron. Se prevé que la tendencia descendente continuará en 2003, cuya producción total se pronostica en 171 millones de toneladas, o sea un 2 por ciento menos que en la última campaña. También podría disminuir la producción en la provincia China de Taiwán, donde el gobierno está examinando la posibilidad de promover un cierto grado de detracción de tierras debido a la menor disponibilidad de agua causada por la sequía de otoño.

En 2002, la producción de la India descendió en un 16 por ciento a 116,6 millones de toneladas, es decir 3,5 millones de toneladas menos que la estimación anterior y el nivel más bajo desde 1995. La escasa producción se debe a un clima monzónico irregular que redujo la cosecha Kharif de secano, y al nivel bajo de los embalses de agua para los cultivos Rabi de regadío. El pronóstico de la FAO para la campaña actual indica una recuperación parcial de la producción a 130 millones de toneladas.

En 2003 se espera un aumento de la producción a 7,1 millones de toneladas en el Pakistán, donde unas lluvias torrenciales caídas en febrero contribuyeron a aliviar las zonas afectadas por la sequía y a reponer las reservas de agua. En 2002, el país cosechó 6,6 millones de toneladas de arroz, lo que representa un aumento del 14 por ciento respecto al nivel reducido por la sequía de 2001, pero aún así muy inferior a los 7-8 millones de toneladas anuales producidos entre 1998 y 2000.

Según los pronósticos oficiales, la producción arrocera de Filipinas aumentará en un 1 por ciento a un volumen sin precedentes de 13,2 millones de toneladas en julio/junio de 2002/03, no obstante la recurrencia del fenómeno de El Niño, que dio lugar a precipitaciones inferiores a lo normal en el tercer trimestre de 2002, y las previsiones de escasas precipitaciones que se recibirán hasta el segundo semestre de 2003, que han determinado una reducción de la superficie plantada. El aumento de los rendimientos relacionado con la difusión por parte del gobierno de variedades y tecnologías mejoradas es el factor que explica el fuerte incremento de la producción, y que debería continuar influyendo sobre la producción durante la campaña actual.

Según las nuevas estimaciones oficiales, la producción de Tailandia descendió en un 2 por ciento en 2002 a 25,9 millones de toneladas, debido al mal tiempo que afectó a la cosecha principal, especialmente en la región nordoriental. Durante toda la campaña, los precios al productor se han visto sostenidos por un programa de compras gubernamentales en gran escala, cuyo objetivo era la compra de 3,5 millones de toneladas de la cosecha principal, que se recoge entre noviembre y febrero. El programa se prorrogó últimamente para incluir otros 2 millones de toneladas de la cosecha secundaria de 2002, que se recogerá entre marzo y julio. Suponiendo el retorno a pautas meteorológicas normales, se prevé que la producción de Tailandia se recuperará en 2003.

En cambio, se prevé solamente una recuperación parcial en la República de Corea, donde la siembra se vio impedida por las lluvias torrenciales caídas al final de agosto y por el tifón Rusa. En el marco de las iniciativas actuales destinadas a reducir los cuantiosos excedentes de arroz acumulados por el país, el gobierno se propuso últimamente bajar los precios de sostenimiento del arroz en un 2 por ciento y aplicar, al mismo tiempo, reformas estructurales más profundas encaminadas a aumentar la competitividad del sector.

En Viet Nam, se está recogiendo la primera cosecha de arroz de invierno y primavera de 2003 en la parte meridional del país, en condiciones excelentes. Con el cierre de la campaña de 2002, se ha confirmado que la producción ha alcanzado un nivel récord de 34,1 millones de toneladas, debido principalmente a las buenas condiciones atmosféricas imperantes durante la campaña, que aumentaron los rendimientos. Últimamente, el gobierno anunció una nueva estrategia de desarrollo para el sector agrícola hasta 2010, que apunta a una estabilización de la superficie sembrada con arroz y a la designación de zonas especiales destinadas a la producción de arroz de exportación.

Cercano Oriente: Unas lluvias y cubierta de nieve buenas registradas en los últimos meses han mejorado las perspectivas para la producción de trigo de 2003 en el Afganistán. En Siria, Jordania e Israel, las recientes lluvias y cubierta de nieve no estacionales han mejorado las perspectivas para la cosecha de cereales de 2003 que se recogerá en abril y mayo. Análogamente, en Turquía, las intensas lluvias y nieve recibidas en el último mes deberían de ser beneficiosas para la cosecha de trigo, que se recogerá a partir de junio. En cambio, las perspectivas para las cosechas de cereales son inciertas en el Iraq, donde es posible que la guerra y los desplazamientos de la población afecten este año al sector agrícola.

Producción mundial de cereales

Hay poca actividad en la República Islámica del Irán donde se recogió la cosecha de arroz en octubre. La estimación de la producción de 2002 se mantiene en 2,7 millones de toneladas, gracias a unos fuertes aumentos registrados en las principales provincias productoras de Mazandarán y Gilan. Además de la terminación de la sequía que paralizó el país en 2000 y 2001, también los altos precios de sustentación han sostenido el crecimiento del sector.

Según las estadísticas publicadas más recientemente, la producción arrocera aumentó marginalmente en Kazajstán en 2002 a 199 200 toneladas, pese a una contracción del 5 por ciento de los cultivos, debido a una distribución mejorada y más oportuna de insumos básicos que impulsó los rendimientos.

La CEI en Asia:La producción de trigo obtenida en 2003 en los 8 países asiáticos de la CEI se pronostica en alrededor de 30 millones de toneladas, o sea alrededor de un 9 por ciento menos que en 2002. En Kazajstán, el principal exportador de cereales de la región, se pronostica una merma de la cosecha debida a una destrucción invernal superior a la media y a una reducción de la superficie sembrada con cereales, particularmente en las nuevas tierras septentrionales del país. Con respecto a los cereales secundarios, las informaciones más recientes apuntan a una producción total para la región de alrededor de 4,6 millones de toneladas, principalmente cebada (2,7 millones de toneladas) y maíz (1,4 millones de toneladas). Lo que representaría una merma del orden del 10 por ciento con respecto al año anterior pero un aumento del 9 por ciento con respecto a la media de los últimos cinco años. Sin embargo, mucho dependerá de las precipitaciones que se reciban en la primavera y el verano, y de los deshielos y de la disponibilidad de agua para riego al final de la primavera y en el verano.

África

África Septentrional: Las perspectivas para las cosechas de trigo de 2003 en la subregión son en general favorables. La recolección comenzará a partir de mayo, y se prevé una fuerte recuperación con respecto a las cosechas afectadas por la sequía de 2002, siempre y cuando predominaran condiciones atmosféricas normales en los meses venideros. En Argelia, en la primera quincena de marzo reinaron condiciones atmosféricas secas, pero unas lluvias generalizadas entre normales y abundantes caídas en enero y febrero habían beneficiado mucho a los cultivos. La producción de trigo se pronostica provisionalmente en alrededor de 1,4 millones de toneladas, frente a la producción inferior a la media de 1,1 millones de toneladas del año pasado. En Egipto, donde la cosecha de trigo es principalmente de regadío, se espera una producción de nivel medio. En Marruecos, las lluvias entre normales y abundantes caídas entre diciembre y febrero han beneficiado a los cultivos, y se pronostica provisionalmente una producción de trigo superior a la media. En Túnez, las lluvias superiores a lo normal caídas en enero contribuyeron a llenar los embalses de agua. La situación de los cultivos es buena y se espera una producción de nivel medio, lo que representaría un incremento notable con respecto a la escasa producción de trigo del año pasado.

Las perspectivas para las cosechas de cereales secundarios también son buenas, y se pronostica provisionalmente que la producción para la subregión en su conjunto será superior en 2003 en alrededor de un 5 por ciento a la media de los últimos cinco años, situándose en alrededor de 10,5 millones de toneladas. En Egipto, la siembra de la cosecha de arroz de 2003 comenzará en abril. La producción de 2002 se estima en 6 millones de toneladas, frente a los 5,2 millones de toneladas de la campaña anterior. El arroz continúa siendo un cultivo rentable para los productores y, aunque la siembra estaría sujeta a los límites máximos establecidos para la superficie sembrada, por lo general no se cumplen.

África Occidental: La estación de las lluvias está comenzando en la parte meridional de los países costeros del Golfo de Guinea, lo que permite emprender los preparativos de la tierra y sembrar la primera cosecha de maíz. En 2002 las cosechas de cereales fueron en general buenas, salvo en Côte d'Ivoire y Liberia, afectados por los disturbios civiles.

En los países sahelianos, predominan condiciones secas estacionales y la siembra debería de comenzar en junio/julio con la estación de las lluvias. Tras la publicación de las estimaciones finales de la producción de 2002 en algunos países, la producción total de cereales de los nueve países miembros del CILSS se ha revisado al alza a 11 450 000 toneladas (incluido el arroz en cáscara) con respecto a los 11 320 000 toneladas estimados por la misión conjunta FAO/CILSS de evaluación de cosechas en octubre y noviembre de 2002. El volumen revisado es alrededor de un 12 por ciento superior a la media de los últimos cinco años. En cambio, se estima una producción inferior a la media en Cabo Verde, Gambia, Mauritania y el Senegal.

En el África occidental, está a punto de comenzar la siembra de la campaña de arroz de 2003. En su conjunto, se estima que la campaña de 2002 ha terminado con pocas variaciones con respecto a la cosecha del año anterior. Unas condiciones atmosféricas buenas favorecieron la producción en Nigeria y Burkina Faso. En cambio, el retraso de la campaña deprimió la producción en el Senegal, Gambia y Malí. También Côte d'Ivoire experimentó una contracción de la producción en 2002, debido a los conflictos internos registrados desde septiembre y al éxodo de la mano de obra migratoria que constituye una contribución importante para los trabajos de campo relativos a la producción arrocera. En Mauritania, donde están en curso las actividades de recolección, la sequía redujo gravemente las cosechas de arroz, salvo donde existen planes de riego.

África Central: En el Camerún se ha obtenido una buena cosecha de cereales. En la República del Congo y en la República Centroafricana, la persistencia de los conflictos civiles y los desplazamientos de la población continúan perjudicando las actividades agrícolas y la situación alimentaria.

África Oriental: En el Sudán está por comenzar la recolección de la cosecha de trigo de 2003. Se supone que las temperaturas superiores a lo normal registradas en muchas partes del país afectarán a los rendimientos. La siembra de la cosecha de trigo en Kenya y Etiopía está prevista para los próximos dos meses.

La producción total de trigo de la subregión en 2002 se estima provisionalmente en 1,6 millones de toneladas, alrededor de un 17 por ciento menos que el año anterior y un 15 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. En Etiopía, la cosecha de trigo se estima en 1,1 millones de toneladas, 22 por ciento menos que el año anterior, debido a un tiempo seco e irregular imperante durante la campaña. En el Sudán, la producción de trigo disminuyó en un 18 por ciento a 247 000 toneladas.

La recolección de los cereales secundarios de la temporada secundaria de 2002/03 ha terminado en toda la subregión, salvo en Etiopía. La estimación más reciente de la FAO cifra la producción total de la subregión en 2002/03 en 18 millones de toneladas, o sea un 12 por ciento menos que la buena cosecha del año anterior e inferior en un 9 por ciento a la media de los últimos cinco años. En Etiopía, unas lluvias tardías e irregulares caídas durante la campaña determinaron una merma del 25 por ciento en la producción de cereales secundarios con respecto a la buena cosecha de 2001, situándose en 5,6 millones de toneladas. En el Sudán, la producción de cereales secundarios disminuyó en casi un 30 por ciento con respecto al año anterior. Ello se debe principalmente a una notable reducción de la superficie sembrada con trigo de regadío, lo que constituye un ajuste con respecto a la expansión excepcionalmente grande registrada en 2001 gracias a los incentivos ofrecidos por el. En Eritrea, los cereales secundarios de 2002 se vieron afectados por una grave sequía, estimándose una mengua de la producción de cerca del 80 por ciento a sólo 44 000 toneladas. En Kenya, la producción de maíz de 2002/03 se pronostica en 2,3 millones de toneladas, alrededor de un 16 por ciento menos que la cosecha del año anterior pero ligeramente superior a la media. En Tanzanía, es probable que la sequía haya afectado en algunas partes a los cultivos “vuli” de la temporada secundaria de 2003. En Uganda, la cosecha de la temporada principal de 2002 se vio menguada como consecuencia del desplazamiento de las personas y del tiempo seco. Análogamente, la de la segunda temporada recogida últimamente se vio afectada por el retraso de las lluvias y el desplazamiento de la población. En Somalia, la producción de cereales de la temporada secundaria “deyr” recogida últimamente se estima en alrededor de 165 000 toneladas, casi un 80 por ciento más que la media de la producción deyr obtenida en todo el período (1995-2001). Por lo general, la campaña deyr aporta el 25-30 por ciento de la producción anual de cereales, pero este año el aporte ha aumentado a cerca del 44 por ciento de la producción anual de cereales en el sur de Somalia. La cosecha de la campaña principal “gu”, recogida en agosto y septiembre en el sur de Somalia, se estima en alrededorde209 000 toneladas, volumen muy superior a la cosecha relativamente mala obtenida en 2001.

África austral: Las perspectivas iniciales para la cosecha de trigo de 2003 que se sembrará a partir de mayo son inciertas debido a una reducción del 10 por ciento de la superficie sembrada en Sudáfrica, el principal país productor, a causa de que los precios son más bajos que el año pasado y las condiciones reinantes en algunas zonas son más secas. En Zimbabwe, se pronostica una producción de trigo menguada como consecuencia de las actividades relacionadas con la reforma agraria. La FAO estima la producción total de trigo de la subregión en 2002 en 2,6 millones de toneladas, alrededor de un 10 por ciento menos que el año anterior, pero de todas maneras un nivel medio, debido a una reducción de la superficie plantada y de los rendimientos.

Las perspectivas para los cereales secundarios de 2003 son en general favorables. Las copiosas lluvias recibidas desde mediados de febrero, particularmente en las zonas afectadas anteriormente por rachas secas y precipitaciones irregulares, mejoraron las condiciones de los cultivos en desarrollo. El pronóstico provisional de la FAO indica una producción total de la cosecha principal de maíz de 14,8 millones de toneladas, casi sin modificaciones con respecto tanto al nivel del año pasado como a los niveles medios. En Sudáfrica, el principal productor de la subregión, la producción de maíz se pronostica en 9,1 millones de toneladas, casi 1 millón de toneladas menos que el volumen revisado de 2002, pero todavía de nivel medio. En cambio, en la mayoría de los otros países de la subregión se espera una recuperación de la producción, salvo en Zimbabwe, donde las lluvias de febrero llegaron demasiado tarde para cambiar la situación de los cultivos afectados por el tiempo seco prolongado registrado durante el período vegetativo. También se prevé que una nueva reducción de la superficie plantada en el sector comercial y la escasez de insumos agrícolas determinarán otra cosecha de cereales secundarios marcadamente reducida. En Malawi, el pronóstico oficial indica una cosecha normal de maíz de 2 millones de toneladas, frente a los 1,5 millones de toneladas del año pasado. Pese al retraso de la estación de las lluvias y a unas inundaciones localizadas, las copiosas precipitaciones recibidas durante el período vegetativo, unidas a niveles sin precedentes de distribución gratuita de insumos agrícolas, beneficiaron el desarrollo de los cultivos. En Zambia, las precipitaciones acumulativas recibidas desde el comienzo de la estación de las lluvias han sido entre normales y superiores a lo normal en la mayoría de las provincias. Se señala que la situación de los cultivos es buena y que en general las perspectivas para las cosechas son favorables. En la provincia meridional, anteriormente afectada por un tiempo seco, las lluvias abundantes caídas desde mediados de septiembre mejoraron notablemente la situación de los cultivos, aunque se señalan algunas inundaciones localizadas y pérdidas de cosechas. En Mozambique, se prevé otra buena producción de cereales secundarios gracias a las copiosas lluvias caídas en las principales zonas productoras del norte. En cambio, en las provincias meridionales afectadas por la sequía y las inundaciones la producción disminuirá de forma pronunciada por segundo año consecutivo. En Angola, las perspectivas para la cosecha son satisfactorias como consecuencia del aumento de la superficie plantada, favorecido por el cese de las hostilidades y unas condiciones atmosféricas favorables. En Namibia, las copiosas lluvias caídas en la segunda parte de la campaña beneficiaron a los cereales secundarios, previéndose una cosecha media muy superior a la del año pasado. En Swazilandia, es probable que la cosecha de cereales de este año sea en general buena, pero en la región de tierras bajas (Lowveld) se pronostica una producción menguada a causa del tiempo seco reinante al comienzo de la campaña. En Lesotho, las perspectivas para las cosechas de cereales secundarios de este año han mejorado gracias a unas lluvias buenas caídas el mes pasado, de suerte que la producción debería de ser en general satisfactoria. En Madagascar, se prevé una producción de maíz escasa en las zonas meridionales a causa del tiempo seco prolongado registrado durante la temporada.

La mayor parte de los países productores de arroz de la subregión está a punto de recoger sus cosechas de 2003. En Madagascar, unas precipitaciones intensas caídas en enero, seguidas del tifón Fari, han causado inundaciones en alrededor del 70 por ciento de los arrozales de Antananarivo, que representa alrededor del 20 por ciento de la producción. Dado que en esa región el período de la cosecha comenzará en abril, es posible que las pérdidas de cosechas resulten cuantiosas. Por otro lado, en la parte meridional del país la producción se vio limitada a causa de la sequía. Análogamente, a principios de marzo el ciclón tropical Japhet azotó la parte meridional de Mozambique agravando los problemas ya causados por la insuficiencia e irregularidad de las lluvias en las partes meridionales y centrales del país. Por consiguiente, las perspectivas provisionales para la cosecha de arroz que se recogerá entre abril y mayo son más bien malas.

América Central y el Caribe

En las últimas semanas ha habido sequía en todas las zonas productoras de trigo de regadío del noroeste de México. Se señalan niveles insuficientes de agua en algunosdelos embalses principales de los importantes estados productores de cereales de Sinaloa y Sonora. Estáapunto de comenzar la recolección de la cosecha de trigo de 2003 pronosticándose provisionalmente una producción inferior a la media del orden de los 3 millones de toneladas.

Se están realizando los preparativos de la tierra para la siembra de las cosechas de cereales secundarios de la primera temporada de 2003 en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Según los informes, reinan condiciones secas típicas de la estación. La siembra debería empezar con las primeras lluvias, que normalmente comienzan a finales de abril. En 2002 se obtuvieron cosechas de maíz (el cereal secundario principal) de nivel medio a superior a la media, y se cuenta con reservas de semillas suficientes para la siembra de este año. En México, la siembra de la cosecha secundaria de maíz de otoño/invierno de 2002/03 está prácticamente terminada, mientras que la siembra de la importante cosecha de primavera/verano de 2003 está a punto de comenzar. La superficie total sembrada con maíz en 2003 se pronostica provisionalmente en un nivel medio de 7,6 millones de hectáreas, frente al nivel casi récord de 8 millones de hectáreas sembradas en 2002. La disminución se debe en parte a las limitaciones financieras del sector agrícola. En el Caribe, unas condiciones atmosféricas normales están beneficiando la siembra de las cosechas de maíz de la primera temporada de 2003 en Cuba y la República Dominicana. También en Haití se ha comenzado a sembrar la cosecha de maíz de 2003.

La campaña del arroz de 2003 ha apenas comenzado en algunos países, pero todavía se dispone de pocas informaciones sobre las intenciones de siembra. La siembra de la cosecha principal está en curso en la República Dominicana, en condiciones atmosféricas en general buenas. Según las estimaciones, en 2002 el país ha alcanzado un nuevo récord de 740 000 toneladas, sostenido por una fuerte ayuda del gobierno, y en 2003 se espera una expansión ulterior. Cuba también confirmó la obtención de 290 000 toneladas, o sea un 9 por ciento más que en 2001. El aumento se debe al incremento registrado por las granjas y cooperativas privadas ya que las granjas estatales, que representan alrededor de una cuarta parte de la producción, sufrieron algunas mermas. La siembra de la cosecha de la temporada principal ya está muy avanzada en México, donde la producción ha ido disminuyendo constantemente desde 1997, habiéndose registrado solamente en 2002 un descenso del 15 por ciento, debido en gran medida a un aumento de la competencia de las importaciones. Últimamente, sin embargo, el gobierno anunció la ejecución de un programa importante de ayuda a la agricultura, que podría facilitar la recuperación del sector en 2003.

América del Sur

En la Argentina han comenzado los preparativos de la tierra para la siembra del trigo de 2003 que empezará en junio, mientras que en el Brasil se ha comenzado a sembrar en las principales zonas trigueras del sur. En este último país se prevé un aumento de la superficie plantada con respecto a la media de los últimos cinco años, gracias al programa gubernamental de incentivos para aumentar la producción y reducir la dependencia de las importaciones. En Chile y el Uruguay, ya se han efectuado también los preparativos la tierra para la siembra del trigo de 2003 que comenzará a partir de mayo. En cuanto a los países andinos, en Bolivia las intensas lluvias e inundaciones registradas últimamente en el departamento oriental de Santa Cruz han afectado al desarrollo de los cultivos de trigo de 2003. En el Perú, continúa la siembra de la cosecha de trigo de 2003 en una superficie prevista en torno al nivel superior a la media alcanzado en 2002.

En la Argentina se han comenzado a recoger las cosechas de cereales secundarios de 2003, principalmente maíz. Se señala que las condiciones de crecimiento han sido normales y que hacia el final de la primera semana de marzo ya se había recogido aproximadamente el 19 por ciento de la cosecha de maíz. La producción se pronostica provisionalmente en alrededor de 14,5 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al de la cosecha del año pasado (14,7 millones de toneladas) e inferior a la media de los últimos cinco años, situada en 15,9 millones de toneladas. En el Brasil, la recolección de la primera cosecha (principal) de maíz de 2003 está muy avanzada y se pronostica oficialmente una producción satisfactoria de 32,1 millones de toneladas, frente al pronóstico anterior de alrededor de 29,8 millones de toneladas. La revisión del pronóstico se debe principalmente a un aumento de los rendimientos obtenidos con respecto a lo que se había previsto anteriormente. La siembra de la segunda cosecha de maíz (“zafrihna”) de 2003 ha apenas comenzado en las zonas meridionales en condiciones atmosféricas favorables. En Chile, se ha empezado a recoger la cosecha de maíz de 2003, cuya producción se pronostica provisionalmente en un nivel superior a la media, mientras que en el Uruguay, donde también se ha comenzado a cosechar, se prevé una producción de nivel medio. En los países andinos, en Bolivia, la sequía ha afectado al desarrollo de los cereales secundarios principalmente en los departamentos centrales y meridionales, mientras que en el altiplano sufrieron daños a causa de las lluvias excesivas y las inundaciones. En el Ecuador, la recolección de la cosecha principal del maíz amarillo (cosecha de invierno) de 2003, que se produce principalmente en las zonas costeras, comenzará a partir de abril. Los cultivos sufrieron las consecuencias de las lluvias intensas caídas a principios de febrero, pero las perspectivas son de todas maneras favorables porque desde entonces las condiciones atmosféricas se normalizaron. En el Perú, donde el maíz se produce a lo largo de todo el año, se ha comenzado a sembrar el maíz amarillo de 2003, y ha terminado la mayor parte de las operaciones de siembra del maíz blanco. En Colombia, se ha terminado de recoger la cosecha de maíz de la segunda temporada de 2002, y la producción de maíz para ese año ha alcanzado un volumen superior a la media de 1,2 millones de toneladas. En algunas partes se han comenzado a sembrarlascosechasdemaízdelaprimera temporadade2003. En Venezuela, se están realizando los preparativos de la tierra para la siembra de las cosechasdecerealesde2003quecomenzaráapartir de abril, mientras que la mayor parte de las operacionesdesiembratendránlugarentremayoy julio.

En América del Sur se ha comenzado a levantar la cosecha de arroz de 2003. En la Argentina, para el 7 de marzo ya se había cosechado el 26 por ciento de la superficie plantada, pero en el nordeste las actividades se vieron obstaculizadas por fuertes precipitaciones. Según los pronósticos, la producción de la presente campaña aumentará en un 8 por ciento a 770 000 toneladas, como consecuencia de una recuperación parcial de la superficie plantada, pero aun así es muy inferior a los niveles registrados entre 1995 y 2001. En el Brasil, la fuerte competencia de la soja ha ocasionado una pequeña contracción general de la superficie sembrada con arroz en la campaña actual. Sin embargo, al mejorar los precios mejoró también la utilización de insumos, lo cual debería determinar fuertes aumentos en los rendimientos, especialmente en las regiones del nordeste y el norte. Como consecuencia, el CONAB ha pronosticado la producción arrocera en 11,1 millones de toneladas, es decir un 4 por ciento más que en 2002. Según los informes, en Chile la superficie plantada ha aumentado cerca de un 2 por ciento en la presente campaña, lo que podría traducirse en una producción de 145 000 toneladas en 2003. En cambio, en el Ecuador las precipitaciones irregulares recibidas en el mes de febrero retrasaron las siembras, lo cual podría atenuar la magnitud de la recuperación de la producción. En 2002, el país se vio afectado por inundaciones y precipitaciones excesivas, que redundaron en un déficit de producción. En el Perú, la siembra de la cosecha de la nueva temporada había terminado en febrero y las perspectivas para la campaña actual apuntan a una cierta recuperación, gracias a una disponibilidad suficiente de agua. En la última campaña, las lluvias torrenciales caídas en febrero durante el período de siembra redundaron en una disminución de la superficie plantada y en un déficit de 16 por ciento de la producción nacional. También son positivas las perspectivas para la campaña de 2003 en el Uruguay, aunque la producción no debería de alcanzar los niveles altos observados en 1999 y 2000.

América del Norte

En los Estados Unidos, se prevé que la producción de trigo aumentará significativamente en 2003 tras la merma experimentada durante 4 años consecutivos. La superficie sembrada con trigo de invierno se estima oficialmente en 17,9 millones de hectáreas, un 6 por ciento más que el año anterior. En la superficie sembrada con trigo de primavera se esperan pocos cambios. Sin embargo, la producción de 2003 depende mucho también de la superficie que se coseche y de los rendimientos. A esta altura, un pronóstico oficial basado sobre resultados medios, cifra la superficie total cosechada en alrededor de 21,6 millones de hectáreas, aproximadamente un 16 por ciento más que la superficie excepcionalmente reducida del año anterior. Suponiendo también rendimientos medios, lo cual sería una mejora significativa con respecto a los niveles bajos del año pasado, la cosecha total de trigo se pronostica en 56,2 millones de toneladas, en torno a un 28 por ciento más que el año pasado. Sin embargo, como muchas de las principales zonas productoras están sufriendo todavía las consecuencias de las condiciones atmosféricas excepcionalmente secas registradas en los últimos meses, tendría que llover bastante en las semanas venideras para asegurar una recuperación de los rendimientos de este año. En el Canadá, la mayor parte de la cosecha de trigo de 2003 se sembrará entre mayo y junio. Se prevé que la superficie plantada aumentará significativamente con respecto al nivel reducido por la sequía del año pasado, gracias a los incentivos ofrecidos a los agricultores en la campaña de 2002/03 a través de precios relativamente fuertes. Si las condiciones atmosféricas de este año se normalizaran, también los rendimientos deberían de recuperarse de forma pronunciada con respecto a los niveles reducidos por la sequía del año pasado, y se pronostica que la cosecha total de trigo superará los 25 millones de toneladas, volumen superior en más de 10 millones de toneladas al bajo nivel del año pasado.

En los Estados Unidos, ya se han sembrado en las partes meridionales algunas cosechas tempranas de cereales secundarios, pero en los estados de la zona maicera la mayor parte de la siembra del maíz tiene lugar a partir de finales de abril. Todo parece indicar que este año aumentará la superficie plantada con maíz, y si mejoran los rendimientos tras el nivel bajo del año pasado se prevé un incremento significativo de la producción. En el Canadá, la mayor parte de los cultivos de cereales secundarios se sembrarán entre mayo y junio, y los primeros indicios apuntan a un aumento de la superficie plantada con cebada y avena.

Según los pronósticos, la recuperación de la superficie plantadacon arrozenlosEstadosUnidosylos aumentosconstantesdesuproductividad restablecerán la producción arrocera de 2003 a cerca del nivel récord de 9,8 millones de toneladas de 2001.

Europa

En la UE, las primeras indicaciones sugieren que la producción de cereales en 2003 cambiará poco con respecto al año anterior. Es probable que la superficie total sembrada con trigo disminuya tras las reducciones estimadas en Francia y Alemania, los dos productores mayores, y siendo que en otras partes las plantaciones se mantendrán relativamente invariadas. Las perspectivas para los rendimientos siguen siendo algo inciertas, sujetas principalmente a las condiciones atmosféricas imperantes en las semanas venideras. El tiempo frío registrado últimamente en el norte de Europa ha atenuado las perspectivas en Francia y el Reino Unido, pero en Alemania todavía es probable que este año se logre una recuperación después de los rendimientos inferiores a la media obtenidos en 2002. A mediados de marzo la FAO pronosticó la producción total de trigo de la UE en alrededor de 103 millones de toneladas, volumen sólo marginalmente inferior al de 2002. Con respecto a los cereales secundarios, dependerá mucho de los resultados de la siembra de primavera y verano que está apenas empezando. Los primeros indicios sugieren que la superficie dedicada a la cebada podría aumentar ya que se esperan mayores plantaciones en Francia, Alemania y el Reino Unido. Pero se pronostica provisionalmente que en 2003 la producción global de los cereales secundarios de la UE será del orden de los 107 millones de toneladas, volumen semejante al del año anterior.

En los países de Europa central y oriental, las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno son desfavorables en algunas partes, debido a que en el otoño y el invierno reinaron condiciones desfavorables de siembra. En cambio, en Hungría y Rumania, dos de los mayores productores de la región, las perspectivas siguen siendo en general favorables.

En Bulgaria, los informes oficiales indican que la superficie sembrada con trigo de invierno será del orden de las 900 000 hectáreas, frente a una media de aproximadamente 1 millón de hectáreas. Las perspectivas para la siembra de cereales de invierno son favorables, gracias a unas reservas de humedad del suelo en general mejoradas con respecto al año anterior. En la República Checa, las condiciones húmedas imperantes durante el período de siembra hicieron descender la superficie sembrada con cereales de invierno en alrededor de 100 000 hectáreas a aproximadamente 700 000 hectáreas, y grandes extensiones de cultivos en fase de latencia se vieron afectadas por las inundaciones provocadas por las lluvias intensas caídas a principios de enero. En Serbia y Montenegro, la superficie plantada con cereales de invierno, principalmente trigo y cebada, es semejante a la del año pasado, y se señala que la situación de los cultivos de invierno es satisfactoria.

Según se estima, la superficie sembrada con trigo de invierno en Hungría es semejante a la del año anterior, pero se señala que la situación de los cultivos es significativamente mejor, lo que hace pensar en un aumento de la producción con respecto al nivel inferior a la media del año pasado, siempre y cuando las condiciones atmosféricas fueran normales durante el resto de la campaña. En Polonia, las estimaciones oficiales cifran la superficie total de cereales de invierno en 4,4 millones de hectáreas, o sea un 3,5 por ciento menos que el año anterior. Del total, el trigo de invierno representa 1,9 millones de hectáreas, o sea una superficie sólo marginalmente inferior a la del año pasado. En Rumania, la superficie total de trigo se estima en alrededor de 2,1 millones de hectáreas, semejante a la del año anterior, y dado que la mayor parte de los cultivos se sembraron dentro de la fecha ideal las perspectivas para los rendimientos son buenas. Según informes oficiales, para 2003 se prevé una producción de trigo del orden de los 7 millones de toneladas. En la República Eslovaca, pareciera que la producción de cereales resultará notablemente menguada este año. Según las estimaciones, la superficie de trigo es muy inferior a lo normal y durante todo el invierno las condiciones atmosféricas fueron desfavorables para los cultivos en fase de latencia.

Conforme a las estimaciones oficiales más recientes, la producción arrocera de la UE aumentó en un 2 por ciento en 2002 a 2,6 millones de toneladas, sostenida por unos rendimientos excelentes. La mayor parte del incremento de la producción se concentró en Grecia e Italia, mientras que en Francia, Portugal y España la producción se contrajo. Actualmente se esperan pocos cambios para la cosecha de la próxima campaña, que se sembrará en los meses venideros. La reforma del régimen de políticas arroceras propuesta por la comisión de la UE está todavía bajo examen de los estados miembros.

En la CEI europea, unas condiciones atmosféricas excesivamente frías y una insuficiente cubierta de nieve han comprometido las perspectivas para los cereales de invierno. En la Federación de Rusia, la superficie sembrada con cereales y legumbres de invierno descendió con respecto al año anterior y se estima que la destrucción invernal ha afectado a más de 2 millones de hectáreas. Es probable que este año la cosecha total de cereales de invierno, principalmente trigo, centeno y cebada, disminuya en aproximadamente 10 millones de toneladas en comparación con 2002. También en Ucrania descendió la siembra de cultivos de invierno, y los daños sufridos durante el invierno han sido significativamente superiores a la media. Se estima que quizás se tengan que resembrar en primavera cerca de 1,6 millones de hectáreas de cereales. Según se prevé, la cosecha de cereales de invierno disminuirá en alrededor de 2,8 millones de toneladas con respecto a la del año pasado.

Conforme a las estimaciones oficiales más recientes, en 2002 la producción de arroz de la Federación de Rusia descendió en cerca de un 3 por ciento a 483 000 toneladas. El país anunció últimamente su intención de aplicar contingentes de importación para proteger a los productores frente a los bajos precios internacionales.

Oceanía

En Australia, la siembra de las cosechas principales de trigo y cereales secundarios de 2003 comenzará en mayo. Los pronósticos oficiales iniciales indican una recuperación notable de la producción de cereales de invierno tras la cosecha gravemente reducida por la sequía de 2002. Tras una significativa liquidación del ganado debida a la sequía del año pasado, y gracias a unos precios relativamente favorables, este año los productores deberían de dedicar la mayor parte de sus recursos a la producción agrícola. Sin embargo, este pronóstico supone que las condiciones atmosféricas se normalicen en breve, y que se reciban lluvias importantes para la siembra y el establecimiento de los cultivos. Ya desde finales de febrero había señales de que la sequía prolongada estaba cesando después de unas lluvias entre significativas e intensas caídas en muchas partes orientales, que ya han contribuido a colmar algo del déficit de humedad del suelo. Pero las lluvias llegaron demasiado tarde para beneficiar a los cultivos de cereales secundarios de verano de 2002/03, de manera que todavía se prevé una producción notablemente menguada como la de las cosechas de cereales de invierno recogida anteriormente.

En Australia, está en curso la recolección de la cosecha de arroz de 2003. Debido a una sequía prolongada provocadaporEl Niño durante la campaña, se pronostica oficialmente que la producción pasará de 1,3 millones de toneladas en 2001 a 370 000 toneladas, el nivel más bajo en más de dos decenios.

Situación general de las importaciones mundiales de cereales