Livestock and enteric methane

© FAO/Raphy Favre

Mejores prácticas

Los agricultores y otras partes interesadas del sector ganadero pueden adoptar varias intervenciones para abordar las emisiones de metano. Estas medidas afectan principalmente a la producción y se refieren a la gestión de las explotaciones; además, incluyen la alimentación y la nutrición, la salud y la cría de animales, la producción de energía renovable (biometano) y la genética y la cría de animales. Otras intervenciones pueden ser del lado de la demanda, como la adopción de opciones dietéticas saludables.

 

Los gobiernos, el sector privado y otras partes interesadas del sector ganadero deben colaborar para adoptar estrategias de intervención que reduzcan las emisiones de metano entérico. También deben diseñar un paquete de incentivos para fomentar la adopción de las mejores prácticas y colaborar con los agricultores y las agrupaciones de productores para concienciar sobre la ganadería y el cambio climático. Con el apoyo de la FAO, diferentes partes interesadas en la ganadería están mitigando los impactos medioambientales de este sector e integrando intervenciones específicas para el ganado en sus acciones climáticas.

 

 

 Alimentación y nutrición

Mejorar la gestión del pastoreo en praderas y pastizales utilizando forraje de alta calidad, complementado con concentrados y aditivos alimentarios, puede ayudar a aumentar la digestibilidad de los alimentos y reducir las emisiones de metano. La rotación de los prados, la adopción de una carga ganadera adecuada y el equilibrio de las raciones alimenticias combinado con una preparación y conservación adecuadas de los piensos son medidas indispensables para mejorar la alimentación y la nutrición, aumentando al mismo tiempo el rendimiento y la productividad de los animales.
   
 Salud y cría de animales

Combinar la gestión del rebaño con estrategias de nutrición y gestión de la alimentación es clave para mejorar la salud y la cría de los animales. Las enfermedades endémicas pueden tener una serie de consecuencias negativas, como la muerte o el sacrificio de animales previamente sanos, la reducción de la ganancia de peso vivo, la disminución de la producción y la calidad de la leche, la reducción de la fertilidad, el aborto o el aumento de los residuos en el sistema. La reducción de la incidencia de estas enfermedades suele traducirse en animales más sanos y productivos.
   
 Genética y cría de animales

La selección genética en función de las condiciones locales y la mejora de las prácticas de gestión de la cría pueden contribuir a mejorar la eficiencia productiva de los rumiantes. La cría puede ayudar a que los animales se adapten a las condiciones locales y a resolver problemas relacionados con la reproducción, la vulnerabilidad al estrés, la adaptabilidad al cambio climático y la incidencia de enfermedades. Mejorar las tasas de reproducción y alargar la vida reproductiva del animal es clave para reducir las emisiones de metano.

 
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