Livestock and enteric methane

© FAO/Raphy Favre

El metano y el cambio climático

El metano es un contaminante climático de vida corta. Mientras que otros gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, tienen una vida atmosférica de miles de años, el metano permanece en la atmósfera unos 12 años. Sin embargo, a pesar de su ciclo de vida relativamente corto, el potencial del metano para calentar la atmósfera es elevado. En un periodo de 20 años tras su liberación al aire, el potencial de calentamiento del metano es más de 80 veces superior al del dióxido de carbono.

La mitigación del metano es una de las formas más prometedoras de limitar el cambio climático. Gracias a la corta vida atmosférica del metano, unas menores concentraciones de este gas reducirían rápidamente el aumento de la temperatura global. Reducir las emisiones de metano contribuiría a reducir el ritmo de calentamiento a corto plazo y, si la reducción de emisiones se mantiene, también puede ayudar a limitar el pico de calentamiento.

El metano es un gas efímero que permanece en la atmósfera unos 12 años después de su liberación
En un periodo de 20 años, el metano calienta el planeta 80 veces más que el dióxido de carbono
La agricultura es la primera fuente de emisiones de metano, con un 40 % a nivel mundial
Las emisiones mundiales de metano procedentes de rumiantes se estiman en 115 millones de toneladas de metano al año
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