FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.2, abril 2002 - página 3

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SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS


PANORAMA GENERAL

A mediados de abril de 2002, los países que hacen frente a graves escaseces de alimentos son 34 en todo el mundo. En algunas subregiones, sin embargo, la situación del suministro de alimentos ha mejorado marcadamente en comparación con 2000/01.

En el Africa oriental, las cosechas favorables de cereales de la temporada secundaria obtenidas en algunas partes y los pronósticos de precipitaciones cercanas a lo normal en la mayor parte de la subregión durante el período marzo-mayo de 2002 constituyen un buen augurio para las perspectivas alimentarias. Sin embargo, los efectos de las sequías devastadoras anteriores y de los conflictos pasados o en curso continúan minando la seguridad alimentaria de unos 11 millones de personas. Además, en algunas partes las recientes inundaciones han causado el desplazamiento de numerosas personas.

En Eritrea, pese a una fuerte recuperación de la producción de cereales en la campaña agrícola principal de 2001, la situación del suministro de alimentos de un gran número de personas afectadas por la guerra con el vecino país de Etiopía y por la sequía anterior sigue siendo inestable. En conjunto, cerca de 1,3 millones de personas continúan dependiendo de la asistencia alimentaria de urgencia. En Etiopía, una cosecha excelente ha mejorado significativamente la situación en cuanto al suministro de los alimentos en 2002. En las principales zonas productoras los precios de mercado de los cereales han descendido de forma pronunciada, creando graves dificultades financieras a los agricultores. Se estima, además, que alrededor de 5,2 millones de personas se encuentran en una grave situación de escasez de alimentos en las zonas pastorales del sudeste debido a la sequía anterior. En Kenya, el suministro de alimentos ha mejorado en general considerablemente gracias a unas lluvias favorables recibidas en las principales zonas productoras de cereales. Sin embargo, la brusca caída de los precios del maíz está afectando negativamente a los ingresos de los agricultores. En el norte y este de Kenya, un gran número de personas, principalmente pastores, dependen todavía de la asistencia alimentaria debido a los efectos de una sequía anterior. En Somalia, a pesar de la cosecha de cereales de la temporada secundaria "Deyr" que resultó mejor de lo que se preveía, unas 500 000 personas se ven amenazadas por una grave escasez de alimentos. La prohibición de las importaciones de ganado del Africa oriental impuesta por los países de la Península Arábica ha reducido de forma pronunciada los ingresos de divisas y limitado gravemente la capacidad de importación del país. En el Sudán, el suministro alimentario es en general suficiente gracias a la buena cosecha de cereales de la temporada principal de 2001. Sin embargo, un gran número de personas del sur y oeste del Sudán dependen de la asistencia alimentaria de urgencia debido a las pérdidas de cosecha y a la inseguridad. En Tanzanía y Uganda la situación del suministro de alimentos es en general estable, no obstante algunas situaciones localizadas de escasez de alimentos. En Burundi, la situación alimentaria ha mejorado en general gracias a la cosecha satisfactoria de la primera temporada de 2002, particularmente de cultivos no cerealeros. Ello se debe a una situación de seguridad relativamente mejor que reina en la mayor parte del país y a unas condiciones atmosféricas en general favorables registradas durante el período vegetativo. Los precios de los alimentos básicos han bajado significativamente en los principales mercados provinciales en comparación con los de hace un año. Sin embargo, la producción se ha visto limitada por la inseguridad que reina en las provincias orientales y en algunas partes de Bujumbura rural. Pese al acuerdo de paz alcanzado a mediados de 2001, las condiciones de seguridad siguen siendo inestables en algunas provincias. En Rwanda, la situación del suministro de alimentos ha mejorado en general significativamente como consecuencia del aumento, en una tercera parte, de las cosechas de la primera temporada de 2002. Sin embargo, sigue habiendo muchos hogares aquejados de inseguridad alimentaria, particularmente en las provincias de Gikongor, Butare y Gisenyi.

En el Africa austral, la situación del suministro de alimentos es difícil en diversos países debido al descenso pronunciado de la producción de maíz en 2001. Hay una grave escasez de alimentos en Lesotho, Malawi, Zimbabwe y Zambia, donde las reservas alimentarias se han agotado y los precios de los alimentos han subido de forma pronunciada, dificultando el acceso a los alimentos a grandes sectores de sus poblaciones. Los gobiernos han formulado llamamientos pidiendo asistencia alimentaria internacional. La situación alimentaria también es grave en las provincias meridionales de Mozambique y para las poblaciones rurales vulnerables de Swazilandia y Namibia afectadas por las malas cosechas del año pasado. Las perspectivas para las cosechas actuales son desiguales, ya que en Sudáfrica, Mozambique y Angola se prevén cosechas mejoradas mientras que en otras partes se prevé una merma de la producción.

En el Africa central, mientras en la mayoría de los países se han obtenido en 2001 cosechas entre medias y superiores a la media, en la República Democrática del Congo la persistencia del conflicto civil continúa alterando las labores agrícolas. En la República del Congo, la situación del suministro de alimentos ha empeorado en la región de Pool y en la capital Brazzaville, debido a la reanudación de las hostilidades que han causado nuevos desplazamientos de la población.

En el Africa septentrional, la recolección de las cosechas de cereales de 2002 comenzará en la mayoría de los países a partir de mayo. Las perspectivas para la producción son desfavorables particularmente para Argelia,Marruecos y Túnez, como consecuencia principalmente de la insuficiente humedad del suelo durante el período de siembra en las principales zonas productoras. Pese a las lluvias abundantes recibidas últimamente, todavía se siguen señalando déficit de humedad. En Egipto, en cambio, las perspectivas son favorables, principalmente para la cosecha de trigo de regadío, así como para la de cebada.

En el Africa occidental, se están preparando las tierras y han comenzado las siembras de la primera cosecha de maíz en los países costeros del Golfo de Guinea. En los países sahelianos, predominan condiciones secas estacionales y la siembra debería comenzar en junio/julio con la llegada de la estación de las lluvias. Las perspectivas alimentarias para 2002 son en general favorables, gracias a unas cosechas entre superiores a la media y de nivel récord obtenidas en el Sahel y a las cosechas satisfactorias obtenidas en otras partes. En Mauritania, sin embargo, donde la cosecha fue inferior a la media, la situación del suministro de alimentos es muy difícil y ha empeorado a causa de las intensas lluvias e inundaciones impropias de la estación registradas a finales de enero, que dejaron a cientos de personas sin vivienda y causaron la muerte de unas 120 000 cabezas de ganado. En Liberia, la reanudación de los disturbios civiles ha provocado nuevos desplazamientos de la población, con miles de personas que huyen de sus hogares para buscar seguridad en otras partes del país o en países vecinos. En Sierra Leona, pese a un mejoramiento de la situación de seguridad, es improbable que se logre inmediatamente una plena recuperación de la producción de alimentos. Estos dos países continuarán dependiendo todavía por un tiempo de la asistencia alimentaria internacional.

En Asia, algunos países prevén producciones inferiores a la media de la cosecha de 2001/02. China pronostica una cosecha de cereales situada en un 7,5 por ciento por debajo de la media de 1997/2001, debido principalmente a un decrecimiento de la superficie sembrada. En Jilin, importante provincia nordoriental productora de maíz, ha comenzado la siembra del maíz pero con graves dificultades debidas a unas condiciones muy secas. También en el Pakistán la producción cerealera será inferior a lo que se preveía debido a la escasez de agua para riego. Sin embargo, gracias a la disponibilidad de grandes existencias remanentes, el país seguirá siendo un exportador neto tanto de trigo como de arroz. En Sri Lanka, pese a unas precipitaciones favorables recibidas en el momento de la siembra, un período prolongado de tiempo seco registrado en enero y febrero afectó a los rendimientos y es improbable que la producción supere la menguada cosecha del año pasado. En la República Popular Democrática de Corea, según estimaciones, la producción de cereales será superior en aproximadamente un 30 por ciento a la del año anterior, pero aún así inferior a las necesidades internas. Frente a una necesidad de alimentos de urgencia estimada en 610 000 toneladas, las promesas de los donantes ascienden a sólo 275 000 toneladas, y las existencias de emergencia se habrán agotado a principios del tercer trimestre de 2002 si no se recibe una ayuda adicional de los donantes. También se necesita ayuda alimentaria en Mongolia, donde las condiciones excepcionalmente frías de diciembre de 2001, combinadas con unas nevadas intensas, agravaron la situación de los pastores vulnerables y de sus animales. En Indonesia, se estima que la producción de cereales será marginalmente inferior a la del año pasado debido a que las inundaciones registradas en enero y febrero afectaron a unas 200 000 hectáreas de arrozales; el déficit tendrá que colmarse con importaciones adicionales. Por el contrario, los dos principales exportadores mundiales de arroz, Tailandia y Viet Nam, esperan obtener buenas cosechas, lo mismo que la India cuyas existencias de trigo y arroz han crecido a niveles demasiado elevados debido a las limitadas oportunidades de exportación. En Bangladesh, gracias a un abastecimiento suficiente de agua para riego, la producción cerealera ha aumentado y las importaciones han disminuido. En Camboya, tras una tercera buena cosecha consecutiva, la situación nacional del suministro de alimentos es satisfactoria, pero sigue habiendo grandes sectores de la población aquejados de inseguridad alimentaria debido a los efectos de las inundaciones de 2000 y 2001.

En el Cercano Oriente, las condiciones meteorológicas favorables registradas en la mayoría de los países han mejorado las perspectivas para los cereales de invierno, que están a punto de recogerse. Sin embargo, la situación alimentaria en el Afganistán sigue siendo grave, no obstante la calma relativa que reina en el país y el mejoramiento de la entrega de la asistencia alimentaria. Años de disturbios civiles y varias graves sequías sucesivas han expuesto a millones de personas a una situación de extrema penuria. Además, el terremoto de efectos devastadores que azotó las partes septentrionales a finales de marzo dejó un saldo de cientos de víctimas y un gran número de personas sin vivienda. La situación alimentaria en la Ribera Occidental y la Faja de Gaza ha empeorado de manera alarmante debido a la reciente escalada de las operaciones militares.

En la CEI asiática, varios países se encuentran ante una situación de escasez de alimentos debido al nivel inferior a la media de las nevadas, importante fuente de riego, a los caudales inferiores a la media de los ríos y a la contracción económica registrada en los últimos tres años. Los países más afectados son Tayikistán, Georgia, Uzbekistán y Armenia. Ha habido, sin embargo, signos de mejoramiento gracias a las copiosas precipitaciones recibidas al final del invierno y principios de la primavera.

En América Central y el Caribe, está a punto de comenzar la siembra de los cultivos de cereales y frijoles de 2002/03. La situación del suministro de alimentos sigue siendo difícil, particularmente en El Salvador y Guatemala, como consecuencia de la sequía y otros fenómenos meteorológicos adversos que afectaron a los cultivos el año pasado, y a la caída brusca de los precios internacionales del café. En el Caribe, la siembra de los cultivos de cereales y frijoles de la primera temporada de 2002/03 ha comenzado con condiciones atmosféricas normales.

En América del Sur, las perspectivas para la cosecha de maíz de este año en Argentina son malas, como consecuencia principalmente de las lluvias excesivas caídas durante el período de siembra. En el Brasil, donde también se está recogiendo la cosecha de maíz de 2002, se prevé una disminución con respecto a la producción récord del año pasado pero aún así será superior a la media. En los países andinos, las perspectivas para las cosechas de cereales y papas de 2002 en Bolivia son inciertas debido a las intensas lluvias e inundaciones registradas en el país. En el Ecuador, también son inciertas las perspectivas debido a las intensas lluvias e inundaciones que han trastornado las operaciones de la cosecha. En el Perú, miles de personas han quedado sin vivienda debido a las intensas lluvias e inundaciones registradas a principios de abril. Se señalan daños en los cultivos de arroz y algodón.

En Europa, las informaciones más recientes confirman un incremento significativo de la superficie dedicada al trigo de invierno en la CE, pero puede que haya disminuido ligeramente la superficie sembrada con otros cereales de invierno. Las perspectivas de los rendimientos para los cultivos de invierno son en general buenas. Las condiciones atmosféricas imperantes durante el invierno y hasta principios de la primavera han sido en general favorables para el desarrollo de los cultivos de invierno y para la siembra de la mayor parte de los cereales de primavera que tendrá lugar en las semanas venideras.

En todos los países de Europa oriental las condiciones atmosféricas invernales han sido en general satisfactorias pero en algunas partes sería beneficioso que cayeran más lluvias, particularmente en Bulgaria y en el oeste de Rumania, a causa de la sequedad acumulada tras dos años de sequía. Aunque se dispone de informaciones incompletas sobre la siembra definitiva de cereales de invierno en esos países, es probable que disminuya debido a la reducción de las superficies sembradas en Rumania y Hungría, dos de los productores más importantes.

En la CEI europea las perspectivas para la cosecha de cereales de invierno y primavera de este año son favorables. Gracias a unas condiciones atmosféricas favorables, al aumento de las superficies sembradas y a una disponibilidad general de insumos agrícolas, se prevé que la cosecha de cereales de 2002 será al menos como la cosecha muy recuperada de 2001. Los disturbios civiles y las operaciones militares en Chechenia (Federación de Rusia) siguen alterando las labores agrícolas. El PMA y las ONG continúan proporcionando asistencia alimentaria a las PDI y a los refugiados.

En los Balcanes, la producción de cereales debería alcanzar un nivel elevado semejante al del año anterior. Se espera otra vez una recuperación en la República Federativa de Yugoslavia,, donde la producción aumentó significativamente el año pasado. Sin embargo, depende mucho de las condiciones atmosféricas en la primavera y el verano que es cuando se produce la mayor parte de las inundaciones. El PMA ha extendido su programa de asistencia alimentaria de urgencia hasta diciembre de 2002, en favor de 575 000 beneficiarios.

En América del Norte, la superficie total sembrada con trigo en los Estados Unidos debería descender nuevamente este año, situándose en su nivel más bajo desde 1972, debido a la disminución de la siembra de trigo de primavera prevista para este año. Sin embargo, si las condiciones atmosféricas fueran normales durante el resto de la campaña, es probable que la superficie cultivada y los rendimientos sean mejores que los del año pasado y la producción de trigo podría recuperarse. Los primeros informes sobre la cosecha de maíz que se sembrará en las próximas semanas indican un aumento de la superficie sembrada en la mayor parte de la zona de maíz, pero una fuerte disminución de la superficie dedicada a sorgo. En 2002, la superficie arrocera debería de disminuir muy poco, menos del 1 por ciento. En el Canadá, los primeros informes relativos a los cereales de 2002 que se sembrarán en los próximos meses apuntan a una reducción de la superficie de trigo pero a un aumento de la superficie de cereales secundarios. Sin embargo, si se normalizaran las condiciones atmosféricas, los rendimientos de todos los cultivos podrían recuperarse con respecto a los niveles reducidos a causa de la sequía del año pasado y la producción total de cereales podría aumentar.

En Oceanía, la siembra en Australia de las principales cosechas de cereales de 2002 comenzará en mayo. Los primeros informes indican un incremento de la superficie de trigo pero una disminución de la de cebada, el cereal secundario de primera importancia. La recolección de la mayor parte de las cosechas de cereales secundarios de verano de 2002, principalmente sorgo y maíz, comenzará dentro de poco. Se pronostica que la producción descenderá como consecuencia de una disminución de la superficie sembrada y del efecto negativo de las condiciones calurosas y secas reinantes en algunas partes durante el mes de enero.

Intensas lluvias e inundaciones azotaron a Fiji a finales de febrero, provocando cuantiosos daños a la infraestructura rural y al sector agrícola. La importante cosecha de caña de azúcar sufrió pérdidas considerables. En las Islas Cook, continúan en vigor las medidas sanitarias destinadas a contener la propagación de la destructiva mosca de la fruta que sigue constituyendo una amenaza para los cultivos alimentarios. En Tonga, se continúa prestando asistencia de socorro, incluida la ayuda alimentaria, tras las destrucciones causadas por el ciclón "Waka" a principios de este año.


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